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JURGEN OSTERHAMMEL LA TRANSFORMACION DEL MUNDO Una historia global del siglo xix ‘Traduccin cstellana ‘de Gonzalo Garcia cRITICA BARCELONA INTRODUCCION “Toda la historia iende a ser historia universal. Las teoris sociolgh «as nos dicen al respecta que el mundo es el «medio de todes los me- ‘ios, limo contexto posible de todo el acontecerhistérico y sur presentacién, La tendencia ir mis all de lo local se inerementa en Ia Tongue dure de la evolucia historia, Una historia universal del Nol tico todavia no podria hablar de contactos intensive a larga distancia, ‘mientras que una del siglo xx se encuonta desde principio cone hecho bisico de una densa red planetaria de conexiones, una «red humane» segin ladenominaron Joba R. y Wiliam H. MeNell,o mejor sn: une diversidad detles redes! ‘a historia universal queda especialmente legitimada para el hsto- riadoreuando logra elazarla con la conciencia humana del pasado n= ‘liso hoy, en la era dela comunicacion por sate y de internet, bay miles de millones de personas que viven en contextosestechos y lcs- Tes de los que no pueden escapar ni en realidad ni virwalmente. Solo ‘unas minoris privilegiadsspiensan y actin «globalmeaten, Peo al, thsea as hues tempranas dela eploblizacién>, los hstriadores ac> tales no soa los primeros en descubriren el siglo xx —que a menudo, Yon ran, ha sido dfinid como el siglo del nacionalismo y lose tadosnacionales»—relaionestranfronterizs:trnsnacionales, tras coatinentals,runscultrals. Fn efecto, muchos contemporineos ya fentendieron que el siglo secaracterizaba en especial por la ampliacin 4eloshorizntes de pensamiento y actacion. Ente las capas meds bias de Europa y Asia, muchas prsonasdiigieron la miredayla espe ‘anza baci paises remotos de 0s que se hablabs bien; muchos millones seatrevieron aemprendr viajes ao deseonocido, Etadistas militares ‘prendieron a pensar en categories de «politica mundial. Enesesgle 0 Lv TRANSFORACION DEL MUNDO ‘surgi el British Empire, el primer imperio verdaderamente mundial de lahistoria, que abor inclua también Australia y Nuova Zelanda. O06 imperios fuvieron la ambicin de medirse con el modelo bitnico. El ‘comercial finenzas se concentraron mis que eh los de la Edad Mo ‘der has formar un sstema-mundo integrado, Para 1910, los cam bios econémicos que se producian en Johannesburg, Buenos Aires 0 Tokio se registraban en el acto en Hamburgo, Londres 0 Nueva York. Los cientificos reunian datos y abjetos en todo el undo y estudiaban las lenguas, costumbresy religones de los pucblos mis distants, Los ‘iticos de orden mundial imperante empezaton a organizarse también «nel plano internacional —2 menudo, mis alla de Buropa-—: obreros, mujeres, pacfistas, aniracistas, anticolonialists, El siglo xx refej6 su propa globalidad emergent En lo que respects a cualquier época precedente —también el si- ‘lo xox, cualquer otra historia que no sea universal no pasa de ser un recurso de urgencia, Certameate, sila diseipin hstrica ha llegado a ‘sor una cients es a parti de estos recursos de urgenca legs a ser una «ciency sobre a base de regr sus procedimientos por una raconali- ‘ded comprobable y por medio de un estudio de ls fuentes intensiva y (cna medida de lo posible) exhaustivo. Esto sucedi en el siglo xDcy Porello no debe extraiarns que la historia universal pasara a segundo plano precisamente en esta €poca. La disciplina pares incompatible on la forma en que los nuevos profesionales de la historia se entendian ‘a simismos. Aunque en nuestros dis esto ha empezado a cambiar, ello 10 significa que todos los historiadores qucran o deban dedicerse al ¢studio universal? El estudio histérico requiere casos delimitables que puedan someterse aun estudio intensive y profundo. El resultado de ‘ests estuios seré materia reptida par sintesis mis generals. El ma ‘co mis habitual de estas sintess, al menos para la Edad Moderna y la Contemporines ha tndido ast la historia de una nacino un estado nacional, e veces de todo un continent, como Europa, La historia ui ‘versal sigue representando una perspectiva minoritia, pero que ya no se puede descariar sin mis como esotéicay carene de soriedad. Las, ‘uestiones fundamentales, desde lego, son las mismas en todos los pas os logics yespaciales: «;Cémo relaciona el historiador, «a hora de imterpretar un fenémeno histrico coneret, Ia individualidad ofecida por ls fuentes con el saber abstract y general sin el que es imposible "interpreta los casos sislados?, y jeOmo puede el historiador planteat sfirmaciones con base empiriea sobre los procesosy las eatidades hist Fleas mayores?»® svrnopuccios u ‘La profsionalizacién de lahstorograia, que ya es irevocable ba ‘comportado que Ia «gran historian (Big History) se dejara alas ciencas Sociales, Las grandes euestiones del desarolo histrico se considera ton responsabilidad de los sociSlogosy poltsloges que demostaban interes pr la profundidad temporal yl extensidn espacial. El historiador hs aprendido e!hébito de huir de las generalizaiones arresgadss, las formulas universales mancjebes y las explieaciones monocausales. I fluides por el pensamiento posmodero, algunos consideran imposible por principio desarollarinterpretacioneso enaraciones maestas» de fos procesos de larga durscin. Pese a todo: escribir historia univers supone también el intento de arrancar del campo de a historia epecili- Zalla, centradn en casos coneretes, un poco de competenca interpretati> ‘va pica La historia universal es una de as posbilidades del ands bistico, un registro que debe probarse de vez en cuendo, El riesgo re ‘cae sobre el autor, no sobre el publco,protegido dela charataeriay Tas suposiconesinfundadas por una crtcastenta. Aun as nos pregu- ‘vos: 2por qu la hstoria universal dew tinco autor? ,Por qué no nos ‘conformamos con los miltiples volimenes colestves que genera la ‘fibrca académica» (Ert Toelsch)? La respuesta es simple: para he ‘cer juticia a las exigencas consrvtivas del istoriografa universal hace falta una organizacién central dels preguntas los puntos de vis 1a las materia y las interpretaciones. [a cuslided mis importante del historiador univers no es Ia omnis- cena, Nadie dispone de un conocimiento an amplio qu le permits ‘verfiearlacoroceidn de todos los detalles, hacer justia por igual a {ods as regiones del mundo y extaer siempre la mejor contusion ge ‘eral posible a partir de los incontablesestados de la cueston. Las eu Tidades principales de un histoiador universal son otras dos. Por uo lado, nce saber eaptar ls proporciones, las relaciones entre magai- ‘de, los campos de fuerza y las influncias,y eaptar asimismo lo tpi {£0 y representative, Por otro lado, debe maniener con humildad una re- Tacién de dependencia con la investigacién. El historiador que se sumerge en el papel del histriador universal durante un tiempo (pues debe seguir siendo experto en slgo espesifico) no puede sino intentar ‘dar enel clavon y resumen pocas aes el penosoy laborioso trabajo de investigncin de otros, en ls Tenguas que pueda inanear. Esta es su ‘uténtica labor y debe conseguiro siempre que pueda. Al mismo tem- Po, su trabajo carcera de valor si no procuraaterearse lo maximo po $e los mejores ertudios, que no necesaramente son siempre los mis recientes, Serie ridiula una historia universal que, con el demain de Is 2 [LA TRANSFORMACION DEL MUNDO Pontificacién pedante, reptira aeiticamente y sin darse cuenta leyen= ‘ds rebatidas hace mucho, Como sintsis de sntesis se malinterpretaria ‘si misma; como une «historia del todo» sera aburiday grose Este libro es el retrato de una época. Pe en préctica modos de repre sentain que, ens, también cabra emplear par otros perlodos hist 0s. Sin a presuntuosa ambicié de analizarun siglo de a historia uni versal de forma completa y enciclopédics, tse plentea como wna ropuesta interpretativacargada de material. Es una aetitd comperida on Bl nacimiento del mundo moderno, de sir Christopher Bayly (The Birth ofthe Modern World, aparecido en inglés en 2004),* un ibeo salzado con rz por ser uno de les pocos ejemplos vidos de snes 4e a historia universal en el mbito temporal de la Edad Contempors ‘ea. Milibro no va contac de Bayly, sino que es une allermatva ema ‘elada ensuespint (igual que puede haber mx de wna interpreacisa e, por ejemplo, el imperio lemén ola Replica de Weimar). Abas epreseniacionesrenuncian a disteibucién regional en nacones vii ~zaciones o grandes espacios cotinentaes, Ea las dos se entiende que el, Colonialism ye imperialism Tueron tan importantes que nose los pe de confinr un capitulo especfico, sino que se deben tener siempre resetes. Ningunaesabloce una oposicdn clara ene i queen el sti tulo de Bayly se denominan «conexiones y comparaciones glbales» [Las conexionesy las comparaciones se pueden y deben combiner entre sisde forma flexible, y no todas ls comparacones necesita a plena se- guridad de na metodologiahistricarigurosa. En ceasiones —no sem re, desde luo, el juego moderado con as asoiaciones yanaloglas es mis fuer que ina comparacién sobrecargada con pedanteia, En otros aspecos, los dos libres se diferencia. Bayly se form en el estudio del india, yo en el de China; eso se notara. Bayly se interesaen Paticular por elnacionalismo, le regi y las wprictias corporal», ‘que Son quiz los temas de sus mejores sectiones. En mi Ibo se tatan on més ampliud las migraciones, la economia, l medio ambiente, a Police internacional y la ciencia Yo quia tengo una dsposicin mis seurvetntrca» que Bayly en comparacin con él tendo a pensar que el siglo xix fue ain mis europeo;y pese todo, no puedo ocular una fascinucion ereciente por la historia de Estados Unidos. En cuanto al, marco teérico, pronto quedard manifesta mi proximidad ala sociologia histrica * Laat seman, sein instr ontin, 2006 a ver sonst de Rata Ne sp6en 010 (eal Sil XI Nad). a) erropuccn B La diferencia més importante entre Christopher Bayly y yoradica en ‘otros dos puntos. En primer gate presente libro esti tin més abiero, ‘en sus margenes eronolOgiens, que el de Bayly. Noes lahistri interior ¥ acotada de una epoca netamete dlimitable entre ds fechas. Por eso to ay indieaciOn de aos en ello, y pr eso ambi se dedica todo tn capitulo (el segundo) a as euestioes de peviodizacién y estructura temporal. Ese Io anlael siglo xrx wen la historia de varias mane fas, ye permite deliberadameat, aunque pudiera parecer anaernico, fettoceder bastante mas alléde 1800 0 1780 0 adelantr basta cerca de nuestros dias, De este modo, es como sila importanis del siglo xXx 36 ‘ude triangular en el lrgoplazo. A veces dita mucho de nosotos, = ‘yee es muy prGximo; a menudo esa prehistoia de presente, pero en ‘ceasiones esti an hundide como la Atntda, Se puede irdeterminando ‘aso a cso, El siglo xix se concibe meno pati de unas cesuras tem Doras netas que partir de un centre de gravedad interior que se halla mds o menos en las déeadas de 1860 a 1880, cuando se concentran into ‘aciones de efecto mundial y parecen converger proceso que tansc trian de forma mutuameats independiente. Por todo ello, tampoco se ‘considera aqui come hace Bayly, queen este caso excepcional 3s tala concepcién) que el inicio dela primera guerra mundial fue un ‘escenso bit e inesperado del telén en Ia escena histrica ‘en segundo lugar, eljo ona estrategianarrativa dstinta e la de Ccuistoper Bayly. Hay un tipo de historiogafia que cabra denomina, sade convergencis con énfasisterporabs En esta manera, algunos histo Fiadores de juicio equlbrado, experiencia inmensa y mucho common Sense han logrado prescatar con pinceledas dindmicas époces comple tas dela historia universal con sus rasges principales y secundaros. historia mundial del siglo xx de Jokn M, Robert es un ejemplo magis- tral, Roberts entende que la historia universal es wlo general que man- tiene cohesionado el rela (the story.” En consecuencia, busca las claves y earactersticas dela época y las dispone en un fyjo narrative ‘continuo, sin un esquema preconcebido ni una gan tess rectora come {elon de fondo, rie, Hobsbawm, con supizea de rigor marasa, que le fire de brijula,consiguié algo similar en sus tres Volimenes de histo fia del siglo xix Frenta cada digresién acaba enconrando de nuevo i las grandes tendencias desu época, Bayly practca una segun la ade divergenca espacial. Se trata de un enfoque bastante ddeccentalizador, que diferencia del anterior no avanza sn apenas fre- ‘oa lo largo del flujo temporal. Esta manera istoriogrfica se muewe ‘con menos ligereza, Se adentraenlasimultaneidad y los crtes trans “ LA TRANSFORMACION DEL. UNDO versal, busca paralels y analogies, establece comparacionesy root 1 detectar ls interdependenciasoeltas. A cambio, eronoldgicamente es més bien impreciso,exteriormente se las arrela con poeas fechas, Y preserva la linea nacrativa mediante una division interior (Que Bo 86 ‘observa con demasiada insistenca) de la épocaen ses en el caso de Bayly, los res bloques de 1780-1815, 1815-1865 y 1865-1914, Mien tras que Roberts piensa dentro del ialctca de los process priaipa. les ysecundariosy se pregunta sin cesar qué hizo avanzar la historia, (pars bien o para mal), Bayly se centraen os fendmenos conersts os lumina desde la perspectiva mundial. El nacionalismo serviri como ejemplo. Sele repetidamente que se tro de un «invento» europeo que, de forma era y eon varios malen- tendids, ie adoptado luego por el resto del mundo. Bayly examina ‘con mis atencin ese resto det mundo (como expecalisaen la Ind le queda mis cerea que a muchos ots) y llega al esis convincente de que se dio una poligéness de formas de solidaridad nacionlista: en mi has regions del mundo, anes de que se importaran de Europa ls doc ‘vinasnacionalistes, ye se habianformadoideatidades «patiicas» propias que después, en aos posterores del sgla xix y durante el, se pudieronreinterpretar ala luz del nacionalismo, La historograia de Bayly es ante todo horizontal —en sus propas palabras, a denomina sdateral»—y se determin expacalment; la que representan Joh M. Roberts Eric J. Hobsbawm es mis bien «vertical» y de énfasistempo- ral Los tres autores afirmaran sin vacilar que combinaa las dos dimen siones, a horizontal y la vertical, Sin dud ex st, pero se dria que pese ‘todo domina une especie de relacién de indeterminacio, parle a «que se halla en la conocida tension entre la presentacin nareaiva y laestructra: ninguno de los intents de commbinacidn logra una armo- nia perfect, ‘La concepeidn del presente libro va e a direccion de Bayly, pero la ‘adicaliza hasta legar a una terera via. Etiendo que, con los medios ‘ognitivos del historiador, apenas es posible eapta a dinimica de wna poca en un esqueta con aspraciones de ttalidad, La tori del sie {ema-mundo, el matrialismo histrico o el evolucionime socioldgico ‘quza puedan coaflar en lograrle. Pero como la tare dela historia es “lgica) 9 lerelacton etre los delle ma generals ys van tevin regionals, Cea mbio tenes propa etutura tempor: print spetfio, un inal especcn,Sempos rms y subperiodo= especons Ta istora universl quiere dejar ats el eurocetrismon y cul quiet our lave deingentoegocetrico cif, Esto a e log fit endo la ercuraldnds den naar ommsciente osdopando uns Fericion de ebservadorsupuesacnte lobby sno medusa jue odelivrado conf eltidad de los punts devs, Aun as, no ca 6 LA TRANSFORMACION DEL MUNDO pasar por alto qui eeribey para quién. El hecho de qué un autor euro eo (alemn) se dinijaa lectreseuropeos (en orgen, alemanes) fect {de un modo u otto al caricter del texto: las expectativas, los conoci- ‘mientosprevos y Ios elementos cutureles que sedan por sabidos de penden del lugar de orgen. Esta relatividad permite cone asimismo ‘que cena as percepciones no se puede sepaar de as distibuciones ‘de importznca en fa reatida (dicho en ota palabras de las extract ras de centoy periferia). sto puede ser una Taeeta metidics o empiri- ‘a, Desde el punto de vista del método, la falta de fuentes hace fracasar ‘muchos proyectos con buene voluntad de justcia histérica. Desde el Punto de vista empirco, la elacion entre ls distintas partes del mundo va desplazando en la largasoleadas del desarrollo hstérico. El po- det, la capucidad econémicay el esprit de innovacign cultural se Patten de formas distintas en cada epoca, Por ello, serie arbitrary co Prichoso esbozar una historia del siglo xix haciendo caro omiso dela ‘entralidad de Europa. Ningin otro siglo ba sido tanto i siquera re- motamente una ea europea. Segin las acetades palabras de sof socidlogo Karl Acham, fue una wépoce de iniciatvas abrumadoras y sbrumadorameateeuropeasy. Antes la peninsula euroasiica nunca habia dominado y explotado tal extensién del globo. Los cambios que nacian en Europa nunca habian penerado con tanta fuera enel resto el mundo. La cultura europea nunca habia sido adoptada con al ent siasmo, mucho mis alli de la esfere de acceso colonial Fl siglo xx Tue ‘ambn un siglo de Europa porque los dems se midieron con Europe. Europa ejrei sobre e] mundo tes factores: poder, que a menudo des- lego con violencia; infuenea, que logré esegurrss por medio de los Incontables eanales dela expansidn capitalist; y un efecto de modelo, ‘que no bloquearon ni siguira muchas de las victims de Europa, Esta supremacia milipe no habia exstido en a fase previa de a expansion ‘cropea durante Ia Edad Moderna. Ni Portugal, ni Espada, alos Pais ‘Bajos, nila Inglatera anterior a 1760 (aproximadamnts)habian pro yectado su poder en rincones tan alejados del planeta e impresionado ‘ulturalmente als coros» en la medida en que lo hicieron Gran Bret ‘aay Francia en el siglo xx. La historia det siglo xr se hizo en Europa y desde Europa, en una medida muy superior ala dels silos XVI y 33 (porno hablar de épocas anteriores). Europa nunca hab liberad tl exceso de inciativa y capecidad de innovacin, iguelmente de aro zanciayvoluntad de smetimiento, Pese a todo, en est libro, la pregunta central no es: «Por qué Euro- Pn, como la han ido formalando tantos autores, desde lo listrados, rvreopuccioN " pasando por Max Weber, hasta David S. Landes y Michoe! Miterauer. Hace tan solo dos o tes dcadas, una historia universal de la Edad Mo- derma y Contemporineahabria podido salir adelante sin reparos sobre el tema de la wia singular de Europa. Hoy se intenta estudiar esta pre _gunta mis all de Ia autosuficiencia europea (a woceidental)y se mo- tera la idea del camino singulet mediante geeralizacionesy relativiza- tiones, Como ha constatado Michael Mitterauer: «Los espacios ‘ultras tienen muchas vias singulares y la viaeuropes es solo una tents ella." Fn este contexto, el siglo xk merece nvevastencién por ‘que una corriente poderosa de historiadores comparatistas eatien- ‘den que, durante la Edad Moderna, las diferencias econémico-sociales, entre Europ y ls demas partes de] mundo futon menos radivales de 10, ‘ue fe penstba en generacionesaneriones. Esto retras temporalmente Hasta el siglo xx el problema de Ia brecha universal ode la gran di ferencian (great divergence) entre pobre y rico." Nos lo tendremos aque plantear, per sin que por ello esta cuestin vaya a presi todo el libro. Acerearse al material histrco cn las gas dela excepeionaliéad significa que desde el principio, en la elacidn de Europa con otras civi> lizaciones, veremos mis diferencias que rasgos en comin. Se core el peligeo de un apriorismo contrastivo,extremo contaro al de un apr Fismo ecundnice no menos incompleto, que solo da validez ala cond ‘ie humana mis general. Tiene més seatido buscar una slid alain fuctuosa dicotomia entre Ocedenteylsotros (estes) determinae de mucva, ca80 por eas, qué distancas separaban «Europe» (sean 8° entiendaen eada momenta) y otras partes del mundo. Esto solo puede hacerse en mbits parcales de arealidad histria. libro se divide en wes partes. Los tres capitlos dela primera parte (cAproximaciones»)esbozan las premisa, los parimettos generates ara todo Toque sigue a reflexign sobre uno mismo, el tiempo y eles pacio, Al da el mismo trato al tiempo y al espacio se contearresta Ia Lmpresion de que la hstriogratia universal se asocianecesaiamente a la dosdierenciacion temporal con un «vitae espcialn (spatial! rn), Fn los ocho capitulos siguientes se platea un «panoramay sobre un Ambito dela realidad, Con «panorama» no se daa entender I pedante rade pretender representa odes ls regions dl mundo, pero si que se aspira a que la mira universal no ese mareada por un exceso de vi- En a tercer parte —os siete capitulo de «Temas»— I vista p= ‘nordmica cede el terreno aun anlisis deviidamentesclectvo y de ct 18 LA TRANSFORMACION DEL MUNDO ricler netamenteestilistico de aspectos concretos,

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