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ROBERT SMITHSON Region de los nueve desplazamientos de espejos. INCIDENTES DE VIAJES-ESPEJO EN YUCATAN No sabemos mucho sobre lo que pensaban los mayas de la forma de! plane- los mayas tuvieran Creencia: osible que, simul- tAneamente, consideraran que el mundo consistia en siete compartimentos, tal vez emplazados en cuatro capas. J. Eric S. Thompson, Maya Hieroglyphic Writing. El rasgo caracteristico del |: su objeti- vo es Aye el conocimiento que de ahi rescata es similar al F mn, espajos colocados en muros opuestos que se reflejan el uno al otro (asi como los objetos ubicados en el espacio que los separa), pero sin ser rigurosamente paralelos. Claude Levi-Strauss, E! pensamiento salvaje. ino _se aleja de Mérida por la carretera 261, horizonte, seria factible decir que estaba preso en una linea, una linea que no era, de ningtin modo, lineal. La distancia parecia poner restricciones a todo movi- miento hacia adelante, por lo que el auto experimentaba una incontable serie de lizaciones. in horizonte es al 5 Uno siempre esta cruzando el horizonte y, sin 5 acerca a él. En’ GeaAeeRBIAComo el auto estaba en todo momento sobre los restos de algun es una prisién en un espacio abierto, es una region encantada donde arriba es .2b2io. Podemos aproximarnos al espacio, pero el tiempo es demasiado remoto. “Daeete desplazamos todos los destinos, el tiempo esté desprovisto de objetos. = = sequia dirigiéndose hacia el mismo horizonte. Todo estaba en el mapa: una enmarafiada red de lineas del horizonte en pa- == emacs “carreteras”, algunas rojas, otras negras. Yucatan, Quintana Roo, ‘Gemmeche. Tabasco, Chiapas y Guatemala, cuajados en una masa de resquicios, ‘guries y pequefios hilos azules (rios). El mapa inclufa indicadores en una hilera “@@enede: monumentos arqueolégicos (negro), monumentos coloniales (negro), ‘Stes Sistdricos (negro), manantiales (azul), balnearios (rojo), caza (verde), pesca 133 (azul), artes y oficios (verde), deportes acuaticos (azul), parques nacionales (ver- de), gasolineras (amarillo). Todas esas. sefiales estaban esparcidas en el mapa de México como los excrementos de algin animal pequefio. La Guia turistica y directorio de Yucatén-Campeche descansaba en el asiento del auto. En su portada habia un burdo dibujo de cuando los espafioles conocie- ron a los mayas con el templo de Chichén Itz4 de fondo. En la esquina superior izquierda decia: “‘uy u TAN A KIN PECH’ (escuchen cémo hablan), EXCLAMARON LOS MAYAS AL OIR EL ESPANOL”, y en la esquina inferior izquierda: “YUCATAN CAMPECHE’, REPITIERON LOS ESPANIOLES AL ESCUCHAR ESTAS PALA- BRAS.” Debajo de todo esto, un titular decia: “Los mayas y los espafioles se vieron por primera vez en 1517.” En la Guia oficial de Uxmal, la figura 28 muestra 27 pequefios dibujos de “Ceramica encontrada en Uxmal”. Los sombreados de cada vasija consisten en innumerables Puntos. El interés en semejantes puntos comenzé a decaerf{EI siseo continu del aire acondicionado del Dodge Dart ren- tado bien podria haber sido la voz de Ehécatl, el dios del viento y del pensamien- to. Ideas rebeldes volaron por el interior del auto, mientras que, en el exterior, el aire golpeaba los arbUstos, Er’! portada de la’édicion rustica de World of the Maya, de Victor W. von Hagan, decia: “Una historia de los mayas y de su esplén- dida civilizacién, que se desarrollé en las selvas y los eriales de Centroamérica.” En el espejo retrovisor aparecié Tezcatlipoca, demiurgo del “espejo humeante”. “Todas esas_guiassturisticasyson inutiles”, dij6i*DEBeSWWiajanal azar, como los Primeros mayas. Aunque te arriesgas a perderte entre los matorrales, ésa es la “Unica manera de hacer arte,” A través del parabrisas, el camino apufialaba el horizonte y lo hacia sangrar con una incandescencia soleada. Era como si viajara sobre el filo de un cuchillo cubierto.de.sangre solar Mientras cortaba el horizonte Se produjo una alteracion: el tranquilo viaje se convirtié en un sacrificio de la materia que desencadené un "estado discontinuo de existencia, un mundo de delirio Silenicioso,"Elsoto hecho de estar ahi sentado me trasladé hasta la Herida de-un, victim ierrestre, Esta a tre | nnipresente en México: un eco, tal vez, de los sacrificios humanos mayas y aztecas. EI primer desplazamiento de espejos: En algun lugar entre Uman y Muna hay un sitio carbonizado. "La gente de esta zona despeja los terrenos con fuego. En este campo de cenizas, llamado “mil pa”! por los habitantes, 66 eolocaron 12 espejos en monticulos bajos de tierra fOja}Cada uno de los espejos era de 30 cm? y s6lo la tierra tostada les servia de apoyo, por arriba y por abajo. La distribucion de los cuadrados segufa los irregu- lares contornos del suelo. Se les ubicd aleatoriamente, pero de forma Paralela. Un poco de tierra se derramaba sobre las. Superficies y saboteaba los perfectos reflejos del sol. La tierra colgaba del cielo sofocante. Trozos de nubes resplande- cientes se mezclaban con las masas grisaceas. El desplazamiento estaba en el 134 suelo, no sobre él. Proliferaban tocones quemados alrededor de los espejos y se desvanecian en las aridas marafias. EI segundo desplazamiento de espejos: El segundo desplazamiento se colocé en un suburbio de Uxmal, a es oe decir en ninguna parte. Se cavé una especie de cantera superficial le un ee tro o de metro y medio de profundidad, mediante lel exposicion de une de color rojo brillante mezclada con fragmentos de piedra caliza blanca. nes espejos se colocaron entre montones de tierra cerca de un ea use oes de cuya cumbre se fotografié el desplazamiento. TeEcat Dea ial a “ eo “Esa camara es una tumba portatil, no debes olvidarlo.” Segun el ee 2 2 mapa de la pagina 459 del libro Stratigraphy and Life History, de Marst a ae Edwin H. Colbert, en este mismo sitio se encontraba la Gran Gublertal de Hiel oe Gondwana. Era un “mapa terreno” de piedra caliza. Algo del periodo carboni fer esta ahora cerca de Uxmal. Ese gran periodo de carbonato de calcio ee mg digna ofrenda para un territorio tan rico en piedra caliza. Reconstruir ae = de tierra que existid hace 350 0 305 millones de afios en un terreno) a ra otro tiempo por una miriada de dioses pee ee una colisién temporal | ja. con una sensacion de intemporalidad. a Gees se encuentra en los momentos caducos eet pereenee® ‘en la pausa comtn que se divide en una tormenta de arena de infinitas pau: : > enfermedad de querer “hacer” esta sin hacer, y la enfermedad ae ssi Sel paz” esta incapacitada. @ondWana es Unalespecie de recuerdo; sin Bal argo, oS es un recuerdo, no es mas que una masa de tierra anénima que ba sido inimag! 1 shivertida en Un mapa de puintos muertos: No ptiedes-visitar Gondwana, pero si su “mapa”. 135 s ? * « , ees 2 duda, tanto para adornar a personajes importantes, como para animar fogatas rituales” (Gifts for the Jaguar God, de Philip Drucker y Robert F. Heizer, N.G.M., 9/56). “El jaguar en el espejo que humea en el mundo de los elementos conoce la obra de Carl Andre”, dijeron Tezcatlipoca e Itzpapalot! al mismo tiempo y con la misma voz. “El sabe que el futuro viaja hacia atrés”, agregaron. Después, se des- vanecieron en el pavimento de la carretera 261. e Bree sk SI Eire AP ee Tercer desplazami ji ; : plazamiento de espejos. Cuarto desplazamiento de espejos. El tercer desplazamiento de espejos: El camine i ia me ae scare de mariposas. Cerca de Bolonchén de Rején, paste oe ae n eroauilias) negras y blancas atravesaron el camino aaa rraticos vy pacllen tess Varias chocaron contra la antena de area ae con fe Pola debido a la presién del aire. Los 12 espejos Poet enE lado de una pila ce Piedra caliza triturada, en medio de Oreness anon ‘iposas que se habian Posado en la piedra. Las maripos: reflejaban durante breves instantes; parecian estar volando a eae de un cielo de gravilla. Las sombras proyectadas por los. villa. Las uh Sid eee espejo en si mismo no es sujeto de la dura- cion, ya i6 oe ae es una abstraccién en desarrollo, intemporal y siempre disponib| S, Por otro lado, son casos efimeros que eluden las medidas; » comienzas a ver los obj del desconcierto. 2 ee - la Mariposa de Obsidiana maya: “... una diosa demoniaca Seem. eee una diosa hermosa, pero con sim- relaciona con el “espejo de ones see Sra ees el futuro. El “impredecible destino” los desplazamientos de espejos, al de los olmecas hallados en La Veni Robert Heizer, el arquedlogo. Ositivo oO i is el camino g i por Tezcatlipoca para ver Parecia guiar a las mariposas por encima de Igo que hacia pensar en los espejos céncavos - ta, en el estado de Tabasco, y analizados por tobe! OS espejos eran obr: oe ; as maestras. Cada uno ha- Seana Pocono. Pulido que, cuando los rotébamos, los reflejos no zs ‘oluto. Ademas, la hematita ers a s x . ra tan dura i a jue no Parla ni con cuchillos del més fuerte acero sueco. Esos ae Sra 136 El cuarto desplazamiento de espejos: De camino a Champoton, al sur de Campeche, se colocaron espejos en la playa del Golfo de México. El agua de color de jade chapoteaba cerca de los espejos, apuntalados con algas secas y rocas erosionadas, pero los reflejos suprimian los apoyos, y ahora las palabras suprimen los reflejos. Las tonalidades innombrables de azul que alguna vez fueron estanques cuadrados de marea celeste se han esfumado dentro de la cémara, y descansan ahora en el cementerio de la pagina impresa: Ancora in Arcadia morte. Prevalece una sensaci6n de colapso atrofiado por encima de los llanos espejos y del suelo irregular. “La verdadera ficcion acaba con la falsa realidad”, dice la voz sin voz de Chalchiuhtlicue, el Silencio de! Mar. El desplazamiento de espejos no puede ser expresado en dimensiones racio- nales. Las distancias entre los 12 espejos son desconexiones ensombrecidas de medida incierta, imposible de calcular. Las superficies de los espejos no pueden ser comprendidas por medio de la raz6n. 4Quién podria revelar de qué parte del cielo llegé el color azul? {Quién podria decir cuanto duré el color? ,Deberia sig- nificar algo el “azul”? gPor qué raz6n los espejos despliegan una conspiracion de enmudecimiento en relacién con su propia existencia? 4Cuando se convierte un desplazamiento en un desplazamiento erréneo? Todas ellas son preguntas intimi- dantes que ponen en aprietos a la comprension. Las preguntas que formulan los espejos siempre quedan a medio responder. Los espejos prosperan en espacios sordos y generan incapacidad. Los reflejos caen en los espejos sin ldgica alguna y, al hacerlo, invalidan toda afirmacion racional. Los limites inexpresables estan del otro lado de los sucesos y nunca podran ser alcanzados. EI quinto desplazamiento de espejos: La jungle feounda comienza en Palenque. La palizada, Casas de Piedra, Casas Fortificadas, Capital de la Gente de la Serpiente y Ciudad de las Serpientes, son aigunes de los nombres que se le han dado a esta region. Escribir sobre espejos Sieve 2 une selva sin fundamento en la que las palabras zumban sin cesar, en lu- Ger de les Insectos. Aaui, al calor de la raz6n (aunque nadie sabe qué es eso), se Send = sccordar y pensar en partes. Lo que realmente nos hace apaticos es el =ntusigsme infuncdado. el celo por el “color puro”. Si los colores pueden ser puros © inocentes, gno pueden ser también impuros y culpables? 137 ae . SN 7 a Ree ONOWENC?’. Bes 2m En la selva, toda la luz est4 Paralizada. Particulas de color infectaban los reflejos liquidos en los 12 espejos y, al hacerlo, engendraban mezclas de oscuridad y luz. El color, como agente de la materia, llenaba las luces reflejadas con tonos ensombrecidos, y covertia la luz en una Polvorienta opacidad material. Flamas de luz eran aprisionadas en un embrollado espectro de verdes. Las chispas de luz del sol refractadas parecian asfixiarse bajo el peso de mezclas turbias: amarillo, verde, azul, afil y violeta. La Palabra “color” significa, originalmente, “cubierta” 0 “disimulo”. La materia consume la luz y la “cubre” con una confusién de color. Lineas luminosas emanan de los bordes de los espejos, pero los reflejos de su superficie no revelan nada mas que verdes oscurecidos. Verdes mortales que de- voran la luz. Los acrilicos y fosforescentes nO son nada junto a estos elementos sin refinar de luz y color. A diferencia de los materiales domesticados que vienen en tubo, el color real es arriesgado. Todos sabemos que jamas podria existir un “patetismo del color” o una Patologia del color. ,Cémo podria sobrevivir “el ama- rillo es el amarillo” como una tautologia paludica? 2A quién, en su sano juicio, se le ocurriria un concepto de petit mal de percepcién? Nadie creeria jamas que ciertos tonos de verde portan fiebre cromatica. La nocién de que la luz sufra de mareo cromatico es al mismo. tiempo repugnante y absurda. Que el color sea peor que la eternidad es una afrenta al criticismo informado., Todo el mundo sabe que los colores “patéticos” no existen. Y sin embargo es precisamente esa falta de “existencia” lo que es tan hondo, profundo y terrible. Ahi no hay escala croma- tica, porque todos los colores estan Presentes y producen aglutinaciones a partir de otras aglutinaciones. Es la masa incoherente la que engendra el color y mata la luz. Los espejos parecian combarse ligeramente sobre el suelo irregular. Muy cer- ca de sombras enigmaticas, rondaban vetas y manchas cuadradas inconexas. La Proporcién estaba desconectada y en estado suspendido. El doble atractivo del suelo y de los espejos suscitaba fantasmas. De los verdes reflejos surgieron las redes de Coatlicue, conocida por los mayas como la Dama Serpiente: la Madre Tierra. Tergiversaciones y tortuosidades habian quedado congeladas en los es- Pejos. En los alrededores de las ruinas de Palenque o a los pies de Coatlicue se derribaron las rocas; primero se fotografiaba la piedra y, después, lo que que- daba de ella. “Debajo de cada roca hay una orgfa de escalas”, dijo Coatlicue, y Sefialé una serpiente verde de un “Arbol asesino” (parras pardsitas que ahogan a los arboles hasta que usurpan su lugar). Los restos de las rocas contenian obras terrenas en miniatura: rastros y huellas de insectos y de otras pequefias criaturas. Entre los restos habia telarafias, estiércol de escarabajos y fango indescriptible. En otros casos, capullos, diminutos hormigueros y raices abiertas. Si un artista Pudiera ver el mundo a través de los ojos de una oruga, tal vez podria hacer un arte fascinante. Cada una de estas guaridas secretas era también la entrada de un abismo. Calabozos que escapaban de la mirada y que ingresaban en un cos- mos htimedo de hongos y moho; una exhibici in de soledad acuosa. 138 EL COLOQUIO ENTRE COATLICUE Y CHRONOS “No tienes que tener vacas para ser un vaquero. Nudie Coatlicue: No tienes futuro. Chronos: Y tt no tienes pasado. es i ente muy Claro. Coatlicue: Eso no nos deja un pres ; = ae Chronos: Tal vez estamos condenados a no ser mas que “afios luz” co! conjugaciones extraviadas. Coatlicue: O dos recuerdos inutiles. Chronos: Asi que esto es Palenque. ef a Coatlicue: Si. Tan pronto como fue nombrada dejo ee existir. Chronos: 4Crees que esas rocas derribadas existen? ee Coatlicue: Existen en la misma medida en que existen lunas sin des : iocidos. iran alrededor de planetas descon i Chronos: eae podemos hablar de lo que existe, cuando nosotros apenas existimos? . aes Coatlicue: No tienes que tener existencia para existir. El sexto desplazamiento de espejos: i una De las ruinas de Bonampak a Agua Azul, en un avion de un solo motor a oe ventana rota. Abajo, la jungla anula el suelo y extiende el See imetro era sujeto de una doble ps Zl feria que arde lentamente. EI perimet pte un = todo escapaba hacia el exterior y, por el otro, todo ae interior. Ninguna frontera podria contener esta jungla. Una catastrot pl Quinto desplazamiento de espejos. Sexto desplazamiento de espejos. 139 C 7rEN 4 Sw COWES. ew oe Séptimo desplazamiento de espejos. Octavo desplazamiento de espejos. engullia al observador como si fuera “un punto”, pero el aeroplano segufa ade- lante como si nada estuviera pasando. Un circulo creciente de vertiginoso follaj restringfa los ojos; toda dimensién en ese extremo era arrancada de raiz y | : zac) hacia los confusos verdes y la neblina azul. Pero uno sélo seguia ine ee y riendo. Las calas de cerillos mexicanas son extrafias, “cosas en si ae feanee uno eer un cigarro, puede observar la caja amarilla de “Clasicos de jo ‘La Central”. La empresa de cerillos tiene el detalle de poner una reproduc- cién de la Venus de Milo en la tapa y una serie cambiante de “bellas ae enel feverso, como, por ejemplo, E! ciego guia de ciegos, de Pieter Brueghel. El mar de hojas en el suelo seguia creciendo y extendiéndose, espesandose. Del humo de un Salem sali6 la voz de Ometecuhtli, el Ser Dual, pero el motor del avion. ee tanto ruido que ahog6 sus palabras. En las lagunas y pantanos se perdia de oe un espacio infinito, isotrépico, tridimensional y homogéneo. El avion plane = hacia arriba y hacia abajo, sobre los profusos colores de la selva circular. th ataque fugitivo de “turbulencia de aire despejado” sacudid el avién y aa ‘ una ligera nausea. La selva crece a partir de su propia negacion, el eens mismo. El circulo se comprimié inexorablemente cuando el on giro sob a pista de aterrizaje. El inmenso horizonte contrajo sus cercos infinitos. Mas Res abajo hacia el vortice de Agua Azul, hacia el tranquilo centro infernal y nee I llameante espiral de Xiuhtecuhtli. Ya en el suelo, un nuevo encuentro: las pi : del Rio Usumacinta estaban esperando. aes La Corriente del rio nos llevaba a buena velocidad. Los pequefios remolinos oe de repente, hasta que se agotaban solos y se convertian en a pi , aturdian las percepciones. Ningtin momento aislado en el rio, ni puntos fijos, solo instantes temblorosos de duracion tumefacta. Las iguanas tomaban | sol en las orillas inacabables. La hipérbole tocaba el fondo de lo literal. Un Sates de verde hundfa todo movimiento hacia adelante. Hoy, nos aflige una inversién de la hipérbole: la gravedad. Rios de plomo. Lagos de asfalto. Agua pesada. a rs generalizado. El cuidador de la pesadez —la costumbre— merodea Sota 140 partes. Tlazolteotl, la devoradora de la inmundicia, gobierna. La piragua se detu- vo en el rio cerca de una pila de escombros, junto al que fue algun dia uno de los templos de Yaxchilan. Se colocaron los espejos en un banco de arena. El séptimo desplazamiento de espejos: Tal vez Yaxchilén no esté desperdiciado (0 condenado al desperdicio), sino que alin se esta construyendo a si mismo a partir de secretos y sombras. En una hete- rogénea confusién de ruinas hay fragiles chozas de madera y techos de paja. El mundo de los mayas y su cosmografia han sido deformados y derribados por la presion de los afios. Los nativos de Yaxchilan estan cansados por ese largo ayer, por ese dia calamitoso e interminable. Es posible que incluso estén decepciona- dos por la inmensa nulidad de sus propios logros pasados. Los nichos destruidos y cubiertos por la vegetacion silvestre, por enredaderas y malas hierbas, revelan una geometria fracturada. Al pasar las paginas de un libro sobre templos mayas, se siente alivio por los laberintos inttiles y pasmosos de la densidad tropical. La carga de la percepcién real e inmediata se deseca y se vuelve una comprension insignificante. Los restos fotograficos espectrales son recuerdos debilitados, una realidad fingida de putrefaccion. Los cerdos, y también los turistas, corren alre- dedor de las masas inestables. Los horizontes fueron sumergidos y ahogados en una asfixia de puntos de fuga. Aunque los arquedlogos transportaron una gran estela de piedra en piraguas por el Usumacinta hacia Agua Azul, no pudieron subirla a un avi6n, asi que tuvieron que regresarla a Yaxchilan. Aun hoy esta ahi, acumulando musgo: un monumento a Sisifo. Cerca de la estela, se balancearon Jos espejos en un arbol de muchas ramas (un gigantesco calamar vegetal inver- tido). Los rayos solares se filtraban hasta los reflejos. Con el desplazamiento, la abundante imagen frontal del arbol se convirtié en una pared llena de enredos y marafias. Al estar desconectadas entre si, las superficies de los espejos “deses- tructuraban” toda légica literal. Arriba y abajo, los paralelos fueron dislocados en 42 centros de gravedad. Un equilibrio precario existfa en algun lugar entre el arbol y las hojas secas. La avedad se perdia en una red de posibilidades; mientras uno miraba, emergian mds y més posibilidades, porque nada era definitivo. En la fotografia son plena- wésibles nueve de los doce espejos; dos se han hundido en las sombras. met Uno. =9 le parte inferior derecha, ha sido todo menos eclipsado. El desplazamien- ‘2 586 Guido €n cinco hileras. En el sitio, las hileras iban y venian dependiendo = see cae Ie luz Incontables parches cromaticos se hacfan pedazos en los =soe50= copes de luz solar se dispersaban sobre sus superficies y borraban Ses bodies => escuadra, dejaban pulverizaciones borrosas de color en una red in- Seteminede Un espejo de la tercera hilera, atrapado entre dos ramas, centelled pests Gesmsteniclizarse. Otros espejos escaparon y se extinguieron visualmente. Pecenns c= lege eficiada se distanciaban de la percepcién del observador. Cece curte Socal s= deramaba en oquedades de follaje. Una luz pegajosa su- 144

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