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¿Cuándo se entiende que existe vida humana desde un punto de vista

jurídico?

La Constitución de Colombia establece, en el artículo 11, "El derecho a la vida es inviolable...".

El capítulo I sobre Derechos Fundamentales comienza con este artículo 11, sin recurrir a un
encabezado general que permita tener una idea del titular de los derechos. Sin embargo, en
muchas oportunidades suele utilizar la voz persona como titular del derecho. Así por ejemplo,
“Todas las personas nacen libres e iguales ante la ley” (Art. 13); “Toda persona tiene derecho al
reconocimiento de su personalidad jurídica” (Art. 14); “Todas las personas tienen derecho a su
intimidad personal y familiar y a su buen nombre” (Art. 15); “Todas las personas tienen derecho
al libre desarrollo de su personalidad”. Sin embargo, en el caso del derecho a la vida, no lo hizo.
¿Cómo ha entendido este precepto la Corte Constitucional? La Corte colombiana se ha
pronunciado sobre acciones constitucionales relativas al aborto en varias oportunidades. Entre las
pronunciaciones más importantes se encuentra la de 1994 y 2006.

La primera vez que la Corte tuvo oportunidad de abordar este asunto fue en la sentencia C-133,
de 1994. En este caso, la Corte sostuvo:

“Es cierto, que nuestra Constitución Política reconoce expresamente el derecho


inviolable a la vida a quienes son personas pertenecientes al género humano; pero
de allí no se sigue que la vida humana latente en el nasciturus, carezca de
protección constitucional. En efecto, si el valor esencial protegido por el
ordenamiento superior es la vida humana, necesariamente debe colegirse que en
donde haya vida, debe existir el consecuente amparo estatal. En otros términos la
Constitución no sólo protege el producto de la concepción que se plasma en el
nacimiento, el cual determina la existencia de la persona jurídica natural, en los
términos de las regulaciones legales, sino el proceso mismo de la vida humana,
que se inicia con la concepción, se desarrolla y perfecciona luego con el feto, y
adquiere individualidad con el nacimiento. La vida que la Constitución Política
protege, comienza desde el instante de la gestación, dado que la protección de la
vida en la etapa de su proceso en el cuerpo materno, es condición necesaria para
la vida independiente del ser humano fuera del vientre de la madre. Por otra parte,
la concepción, genera un tercer ser que existencialmente es diferente de la madre,
y cuyo desarrollo y perfeccionamiento para adquirir viabilidad de vida
independiente, concretada con el nacimiento, no puede quedar al arbitrio de la
libre decisión de la embarazada. En virtud de lo anterior, el Estado tiene la
obligación de establecer, para la defensa de la vida que se inicia con la
concepción, un sistema de protección legal efectivo”

Como se puede apreciar, el nasciturus no se considera persona, pero goza de protección


constitucional, pues el valor esencial protegido es la vida humana. Por ende, la protección debe
aplicarse desde la concepción. Agrega un poco más adelante la Corte: “La vida
del nasciturus encarna un valor fundamental, por la esperanza de su existencia como persona que
representa, y por su estado de indefensión manifiesto que requiere de la especial protección del
Estado”. Esta doctrina llevó a la Corte a estimar que el aborto debía penalizarse y por ello
rechazó la petición del demandante de declarar inconstitucional la norma penal.

Doce años después del primer fallo, la postura de la Corte cambió, con el fallo de la sentencia C-
355 del 2006, también sobre aborto. Una de las razones fundamentales del cambio en lo que
atinge a la titularidad y situación del nasciturus es la distinción entre vida y derecho a la vida,
como veremos. En este fallo dispuso:

“Ahora bien. Dentro del ordenamiento constitucional la vida tiene diferentes


tratamientos normativos, pudiendo distinguirse el derecho a la vida consagrado en
el artículo 11 constitucional, de la vida como bien jurídico protegido por la
Constitución. El derecho a la vida supone la titularidad para su ejercicio y dicha
titularidad, como la de todos los derechos está restringida a la persona humana,
mientras que la protección de la vida se predica incluso respecto de quienes no
han alcanzado esta condición.” “En relación con esta distinción cabe recordar, que
por ejemplo en la sentencia C-133 de 1994, la Corte no reconoció expresamente
al nasciturus el carácter de persona humana y titular del derecho a la vida”.
“considera esta Corporación que determinar el momento exacto a partir del cual
se inicia la vida humana es un problema al cual se han dado varias respuestas, no
sólo desde distintas perspectivas como la genética, la médica, la religiosa o la
moral, entre otras, sino también en virtud de los diversos criterios expuestos por
cada uno de los respectivos especialistas, y cuya evaluación no le corresponde a la
Corte Constitucional en esta decisión.”. “…más allá de la discusión de si
el nasciturus es una persona y en esa calidad titular de derechos fundamentales,
es una vida humana en gestación, y como tal el Estado colombiano tiene un claro
deber de protección”. “Dentro de los límites fijados en la Constitución, determinar
en cada caso específico la extensión, el tipo y la modalidad de la protección a la
vida del que está por nacer corresponde al legislador, quien debe establecer las
medidas apropiadas para garantizar que dicha protección sea efectiva”.
“Conforme a lo expuesto, la vida y el derecho a la vida son fenómenos diferentes.
La vida humana transcurre en distintas etapas y se manifiesta de diferentes
formas, las que a su vez tienen una protección jurídica distinta. El ordenamiento
jurídico, si bien es verdad, que otorga protección al nasciturus, no la otorga en el
mismo grado e intensidad que a la persona humana.”

Esta última pronunciación permiten demostrar que la Corte distingue con claridad vida de
derecho a la vida, y reconoce que el nasciturus no es titular del derecho a la vida porque no es
persona, aunque su vida debe ser protegida por mandato de la Constitución, pues toda vida es un
bien digno de protección. De todos modos, la forma de brindar protección a la vida queda
entregada al legislador, quien debe proceder dentro de los límites fijados por la Carta
Fundamental, y sin vulnerar los derechos de la mujer. En esa virtud, el legislador puede permitir
el aborto en ciertos casos.

En conclusión, analizando desde la constitución política hasta las pronunciaciones de la corte


constitucional, añadiendo los artículos 90 y 91 del Código Civil se entiende que existe vida
humana desde la concepción si no fuera así no hubiera ninguna razón por la cual proteger al no
nacido desde que está en el vientre de su madre, la razón de que el artículo 90 del C.C afirme que
se considera persona solo cuando haya sido separado completamente de su madre alude a que al
derecho civil le importa por obvias razones de seguridad jurídica quien puede ser titular de
derechos subjetivos y de obligaciones, pero no por ello deja de reconocer las realidades naturales
de la vida. Es así como el C.C reconoce al concebido, al no nacido, como persona; el
reconocimiento de su personalidad le vendrá dado por el cumplimiento de determinados
requisitos. Es un efecto civil que el ordenamiento jurídico le atribuye a toda persona.

¿Qué causales de extinción de la acción penal funcionan frente al delito de


lesiones personales?

Para poder abarcar cada una de las causales de extinción de la acción penal y explicar porque si o
porque no funcionan frente al delito de lesiones personales, las voy a desglosar hasta la casual
número seis ya que desde el siete al nueve son de naturaleza opcionales, para empezar estas
causales se encuentran en el artículo 82 del Código Penal y son las siguientes:

1. La muerte del procesado, esta quizás sea la más sencilla, si el procesado muere extingue
la acción penal por la llana razón de que no existe a quien procesar y se hace inviable que
el proceso continúe.

2. El desistimiento, un proceso de lesiones personales puede iniciar, o sea por solicitud de


las partes o por oficio, de esta manera creería yo que no es posible desistir una vez
iniciada el proceso de lesiones personales porque se puede actuar de manera oficiosa.

3. La amnistía propia, esta causal resulta ser un poco polémica debido a que muchos
piensan que va más allá del perdón y resultaría en casos de impunidad. En esta causal se
aplica sobre el propio delito, es decir, se perdona el delito pero no la pena. Esto da como
resultado a que una vez el condenado cumpla la pena no tendrá antecedentes por el delito
que cometió, esto se ve mucho en procesos penales especiales y sobre todo
internacionales, pero no en las lesiones personales.

4. La prescripción, la corte suprema de justicia dijo que una vez formulada la imputación
por lesiones personales esta prescribía a los tres años.

5. La oblación, el artículo 87 establece que la oblación solo actúa en delitos que la pena sea
solo de multa, caso que no aplica para las lesiones personales ya que la pena es de multa
y privación de la libertad.

6. Los pagos en los casos previstos en la ley, esta causal así como también la casual 7
“indemnización integral en los casos previstos en la ley” y las siguientes, son netamente
opcionales por la víctima, tome de ejemplo el caso de una mujer que perdió el ojo por un
mal procedimiento por parte de un odontólogo y su asistente ya que la Sala Penal declaró
extinta por indemnización integral la acción penal del delito de lesiones personales
culposas, la victima acepto una indemnización de 115 millones de pesos a cambio de dar
terminado el proceso penal. CSJ, S. Penal, Sent. 35946, abr. 13/11, M. P. María del
Rosario González
MARIA JOSE RAMOS PAEZ

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