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Nebulosas de Reflexión: Editar
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Nebulosas de reflexión[editar]
Artículo principal: Nebulosa de reflexión
Estas nebulosas reflejan la luz de estrellas cercanas que no son lo suficientemente calientes
como para emitir la radiación ultravioleta necesaria para excitar el gas de la nebulosa.
Generalmente, estas nebulosas están formadas por los residuos del gas que dio origen a la
estrella, y su espectro es similar al de las estrellas cuya luz reflejan. El caso más
representativo es la nebulosa en torno de la estrella Mérope en el cúmulo abierto de
las Pléyades (M45).1112
Nebulosas de emisión[editar]
En este caso, el más común, el gas que compone la nebulosa brilla como consecuencia de la
transformación que sufre por la intensa radiación ultravioleta de estrellas vecinas calientes.
En Astrofísica estos objetos se denominan Regiones H II y son fundamentales a la hora de
analizar la composición química y las propiedades físicas de las nebulosas (y de las galaxias
en las que se encuentran) gracias al análisis de su espectro, compuesto por multitud de líneas
de emisión de los elementos químicos que albergan. La línea de emisión más brillante e
importante es H-alfa (de la Serie de Balmer del hidrógeno), localizada en la zona roja del
espectro (a 6562,82 Å), siendo este el motivo por el que dicho color domine en las imágenes
tradicionales de nebulosas de emisión. Pero también se detectan líneas de emisión de helio,
oxígeno, nitrógeno, azufre, neón o hierro. Dependiendo de la naturaleza de la nebulosa de
emisión, se subdividen en dos grupos totalmente distintos.131415
1) Las nebulosas de emisión asociadas a regiones de formación estelar, es decir, en
presencia de estrellas muy jóvenes, masivas y calientes, incluso en proceso de formación
(plópidos y objetos Herbig-Haro) y a nubes moleculares. El caso más famoso es la Nebulosa
de Orión (M42), la más cercana a la Tierra, pero otros ejemplos destacables son la Nebulosa
del Águila (M16, en la Constelación de la Serpiente), la Nebulosa Trífida (M20, en Sagitario) o
la Nebulosa de la Laguna (M8, también en Sagitario).
2) Las nebulosas de emisión asociadas a estrellas moribundas o ya extintas se
denominan nebulosas planetarias y restos de supernova. Las primeras no tienen nada que ver
con los planetas: son las envolturas de estrellas de masa baja o intermedia expulsadas al
espacio al final de sus ciclos evolutivos. En ellas, el gas es excitado por un objeto muy
pequeño y caliente, una enana blanca, que es el núcleo expuesto de la estrella muerta.
Ejemplos conocidos de este tipo de nebulosa son la Nebulosa del Anillo (M57, en la Lira) y
la Nebulosa de la Hélice (NGC 7293, en Acuario).
El resto (o «remanente») de supernova es el material liberado en la titánica explosión que
pone fin a las estrellas masivas. El gas de este tipo de nebulosas puede ser afectado tanto por
la propia energía entregada por la supernova, como por la emisión de una posible estrella de
neutrones (un púlsar) en su seno. Tal vez el ejemplo más famoso de resto de supernova sea
la Nebulosa del Cangrejo (M1, en la constelación de Tauro).