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de haber establecido 1 derogatoria expresa y 93 de la ley 153 de 21 principio de la per- 6n de pruebas. establecer un indicio cuando falta el docu- escrito, salvo que las slo, o que el valor del uen su omisién; pero idicio que es, es sus- \e puede surgir de los 1 no los rechaza. Por testimonial a la luz de on mayor fuerza pro- a le impide llegar a la falta de documento el CapiTULo XI LA PRUEBA PERICIAL “La abogacia es una profesién de sefiores”. Angel Ossorio y Gallardo 1. GENERALIDADES ACERCA DE LA PRUEBA PERICIAL Si bien es cierto el Cédigo General del Proceso siguié en buena parte las orientaciones del derogado Cédigo de Procedimiento Civil, uno de los temas en los que presenta profundas modificaciones es en el concemniente con la prue- ba pericial, donde sefialé unos derroteros sustancialmente diferentes a los tradicionalmente contemplados en los ante~ riores c6digos de procedimiento , de abi el especial detalle y cuidado que debe ser observado en el estudio de este me- dio de prueba’. [Hi sasanclal cambio se debis que era el medio de prueba que mayores Jroblens presentaba,dbido la fa aneréica come se contmpl, 2- arpa bin es cierto atemperaron ls deste 282 de 1989, 2651 de ae a ie de 1998 yla ey 794 de 2003, ormas que dismisuyen anata saan cee implcaba su pritca, no lgraron sacar ete destacado medio, de In sitacién de postracion en que se hallaba, a la cual, ademés, contibuys la vidente corrupeién en algunos de los peritosintegrantes de las lists oBcisles, 344 LAPRUEDAPERICIAL ___ Yes que, como bien lo anota el profesor Martin Ber- miidez? “Sustituir el perito judicial por el perito de parte ‘comporta un cambio en la concepcién misma de la natura- leza de este medio de prueba, que no debe pasar inadvertida. El cambio no significa simplemente escoger una opeién mis eficiente e incorporarla en un cédigo: implica consagrar el derecho a un medio de prueba en un proceso adversarial, en el cual son las partes quienes tienen la carga de confirmaro acreditar sus afirmaciones y donde se supera la idea propia del proceso inquisitivo segiin la cual es al juez a quien le restos a rendir su dictamen en el j sentido que requiera el mejor postor, de ahi necesidad de replantear los bases sobre las que s Soe nae : nessa las que se desarollaba, fin que se logra 2. BERMUDEZ MUNOZ Martin, Del dictame i afirmaciones y abandonar su concepcién de auxiliar de la justicia, Secteur i sens ae ee See ease a ee ati een incumbe la tarea de probar y suplir las deficiencias de las pares, a coamed rresponde.” Comparto integralmente estas apreciaciones pues legs la hora d SS en iene een con la carga de la prueba y seguir pensando que al Hernan FABIO LOPEZ BLANCO 345 corresponde la tarea de buscar la verdad, con fundamento en la cual ha de fallar el proceso.” Se la desarrolla en los articulos 226 a 235 del CGP destacando el primero de ellos que “La Prueba pericial es procedente para verificar hechos que interesen al proceso ¥ requieran especiales conocimientos técnicos, cientifices y artisticos”;con lo cual se pone de presente que si los cono- cimientos son de aquellos que no precisan de una especia- lidad en alguno de los tres campos citados, no es menester el auxilio de este medio de prueba para efectos de formar el convencimiento del juez y bien pueden ser utilizados otros medios probatorios. Interrogante de interés es el que surge con relaci6n a lo que acontece cuando el juez es persona versada en alguno de los campos mencionados debido a que a mas de cono- cedor en el aspecto juridico es, por ejemplo, un experto en ciertos aspectos técnicos 0 artisticos. i 4 El profesor Jairo Parra’ de manera terminante sefiala que “Si, verbigracia, se necesitara de un dietamen pericial sobre un tema en el cual el juez’se encontrare especialmente- capacitado, de todas maneras habria que practicat la prueba, 3 Blat 405 dea ley 906 de 2004 indica de manera similar qu. “Proceden- dia La prusba pein es procedente cuando sea necesari efestuarvaloraciones sae LeRferan conocimicntos cient, nics, asticnsoespecilizades.” 4 PARRA QUUANO Jairo, Manual de derecho Probatorio, Ed. ABC, Bogo- ta, 8*., pa. 401 346 LAPRUERA PERICIAL pues lo contrario, esto es, que el funcionario se atuviese a sus propios conocimientos, por profundos que sean, seria tanto como sin necesidad de testimonios, documentos etc., tuviera acreditados determinados hechos; los conocimien- tos del juez le servirdn para valorar en mejor forma la prue- a, al igual que cuando conoce personalmente los héchos para evaluar el testimonio”. Si bien es cierto en téminos generales compart la apreciacién que, al fin y al cabo, toca con el espinoso tema del reflejo del conocimiento privado del juez respecto de los hechos del proceso, creo que es hora de atemperar tan radical posicién y abrir la posibilidad para que en ciertos eventos donde el dictamen pericial mas que medio de prue- ba, es un requisito formal dentro de algunos procesos, se le permita al juez, tal como ya existen antecedentes, aplicar su conocimiento privado, obviamente, con la posibilidad de discusién de su opinién respecto de las partes en el proceso, 2. DICTAMEN PERICIAL MEDIO DE PRUEBA Y DICTAMEN PERICIAL REQUISITO En verdad, hallo que dentro del campo del dictamen pericial, por el que se entiende Ia exteriorizacién del estudio y conclusiones que ha Ilegado el experto, plasmado usual- mente en un documento escrito donde se deja constancia de la opinién del perito, existen eventos, numerosos por cierto, donde realmente la experticia no tiene la finalidad dé ser Heenan FABIO LOPEZ BLANCO 347 medio de prueba por no estar destinado a la valoracién y andlisis por parte del juez en orden a formar su convenci- miento y decidir en una providencia, dado que en ocasiones se erige en un requisito de procedibilidad de determinadas actuaciones, tal como acontece, por ejemplo, dentro de las diligencias de remate en los diversos procesos donde se pue- de llevar a efecto el mismo (ejecutivos, sucesiones, venta de bienes de menores, divisorios). Obsérvese que el avahtio de los bienes a rematar, cuan- do se hace mediante dictamen pericial, salvo casos excep- tuados por la ley (bienes que se cotizan en boksa, inmuebles y automotores), implica la produccién de un dictamen que no est destinado a ser apreciado por el juez, tanto asi que ni siquiera puede de oficio pronunciarse acerca del mismo, dado que se deja al interés exclusivo de las partes realizar las observaciones que estimen pertinentes, de manera que una vez surtida su contradiccién, se impone como ley del proceso, lo cual evidencia que no se toma el mismo como dictamen medio de prueba, sino como lo que hemos dado en denominar, dictamen requisito. ‘Asumamos el evento de todos los dias: ¢l proceso eje- cutivo, en donde para poder Hevar a efecto el remate es re- quisito que los bienes objeto del mismo se hallen avaluados, de manera que se surte todo el protocolo propio de la prue- ba pericial, que adelante se analiza en detalle, para obtener, 2] wo opadxa un vas zanf Jo yse anb oxv]o $9 o1UDAD 9180 U9 szonf jap o1wonstowsnuon peqes je wed upne oWlos 1A108 B opeunsop Fisa ‘HHoep so ‘eqorud op orpous un sa ayuotvOL [erotad usurp Jo apuop siseigdry BI se e1u2roytcl _ounge osmoas opoooid ou onjeae 2189 BOD, -sorrexouoY So] JeJaouED PIOGOP 2] [BN [9 Ua Ose “UOIORNSTH -ruupe vy 10d opeudisap xenorzed owed un ap ugrouaazoyut uoo onjeae OxanU un ‘ugroOYNOU v] B soqUDINS!S SeIp ZIP so] ap ontap re1Jo1]0s papod opzanoe ap ezatAmsa ou Zopnop [2 1S, anb opueuooipe ‘,oa1109 10d 0 oyuousjeuosiad Bre -Ynou o] A $0189 ap [BIOIEWOD JO]BA J9 BILAN Ue OPUsTUO} uoroenstunmpe e] Fey o] ‘Sopearequio souaIg So] ap onfeAL Ia. :anb ayotape 28 apuop ‘ole nguy ommmeisa [oP 8¢8 "HE Jap oyeaSgzed Jo “unto OpHuas Jap [9 ‘Tesa01d wUMOISIS p01 ap sazoigax soydioutad soy 2p oun J9s eHagaP anb o| 2P oyjouresep uo “eifesuoo soye sean 904 apsap anb of ‘ot -piquioyoo [Jato yesa0oxd vuys}s [9 wo I}EUPE ofOS UY $9 “ES -opAou fu Jeu}Suo [u vapt Bun ap Bye 9s OU “PUINS Us| -zonf Ja ouale 108 apand ou pend ye oyoHUTDOUOD UNL -09 ap sorep ap tren 9s Sowages Of HAIG IS ‘SopEZifeIoadso soquotuntg0u0o op soidoad sowunse soyse Jos 40d ‘soonspur -oponoojo soun ap syeuar ap aseq AoyeA un zejeUes Zant Je apand ot anb zexoAose sourspod oseoy ‘aired sey sopeno so] owi09 soqtoas uo anb oVaI9 0] SO opueno ‘saUOIodaoxe anupe uozomb 9] as ow anb el v yesooord zindaup wun so anb o| 2p ojuaruuewae uo ojos ‘TeIoued wpncv wperoUap 4 vs Sas eee we ‘CONV1G Zag] OVA NY NETH -0}809 “eqresooauTUT e] ¥ JIpnoe op pupisooou wis zeus Zont 1p pond anb soroaid soun uouen seyewar v soustg so] op vYOKCWI UeIB BI fooTUIQuODA Jed9]UOOR OLEIp Je oUDfe Zon! ‘un ue opuestiad sas souiapod ou ‘o103104 0] ‘anb so A “oytiad sod onyeae Jo seziqvas v propoooid 2s ‘soquonu1oou0d sns ua aseq od Zant Jo OzIy anb FI v UOID -a{qo ejuasaid as 1s ojos £ aywuros op viowody|Ip ey] exed wd owioo zanf yo sod epejeuas eums vj rua} exynued ‘epeuon ~sono 198 Ou ap osteo ‘onb ugiovuLse ‘one equEYpau soured Se] B prvortmuoo anb Jo seyeuIAI v SAUdIG so] v JO]RA UN “PIO -yod uowreroIp ]9 opuezejduroay ‘epeues ap peprriqisod vy ud 9989 anb ‘Sojuotusoou09 sns Uod opronoe ap ‘Zant Je ajos -antunad X orpour oxjsanu wa oyrexodumt or9yt0 peuoLoIpeN) [2 Opelrea 498 aqap sopeuorouOUI so] ouI09 sosva Ig “pyayo e] sezr[vax e vA uomnb reysodap aqap anb ofeyuaoiod Jo yreuruuarap A emysod 109ey ered aseq v] BIOs 2oyva 989 onb opep ‘orvuros Jap pepryiqipasoad op ontsmbax Un 3209]qBIS9 OUTS ‘OJOTLHTOUEAUOD NS JEU} ap so}oaJo wed vpoiied ap pepryepout e489 epep viso ou onb v opiqap ‘sowwowepury ss ou 0 widaoe Is reutuUaep A eqanad vy op oonpo sistqpue [2 sez1[eor o89 opond jour ‘zonf Jo vied van -eieduny eyfnsar anb vums eun wproojqziso eponb ‘ugraafgo 2] opfoap as A uodey o] 18 “0 uvyolqo epeu soured se] 1g “TeISEqNS & UoIg Te OpEUBISe IOTeA uM ‘UOIORIpIsUOD op 5 ~eiouoy op o8ed Jo & o81e] aquourearefar osdey un op oBeny "wionsavaanavi SHE 350 PRUEBA PERICIAL materia, no se puede prescindir de la prueba porque serfa permitir que el conocimiento privado y especializado del juez fuera suficiente, lo que impediria la adecuada con- tradiccién y violaria la regla acerca de que las decisiones de fondo deben estar soportadas en pruebas y éstas son por excelencia medios externos a quien toma la decisi6n. Ahora bien, téngase presente que existen eventos don- de es el conocimiento privado del juez, lo que él intima- mente considere pertinente de acuerdo con las modalidades de cada caso y las pruebas practicadas, no acerca del monto sino del entomno de la relacién afectada, las que le permiti- ran sefialar ciertas cuantias, como sucede, por ejemplo con los perjuicios morales, tal como atinadamente lo advierte la Corte Suprema al sefialar que “Ahora bien, como el dafio moral subjetivo incide en la 6rbita de los afectos, en el mun- do de los sentimientos mas intimos y como consiste en el pesar que padece la victima y que sélo ella puede medir en su intensidad, resulta claro que ese dafio no puede-ser ava- luado por la prueba pericial, de un lado, pues su naturaleza propia lo hace inasible, segiin lo tiene dicho la Corte y, de otra parte, porque la peritacién (inicamente es procedente para verificar hechos que requieren especiales conocimien- tos cientificos, técnicos 0 artisticos, segiin lo declara expre- samente el art. 233 del C. de BC.” 5. Corte Suprema de Justicia, Sentencia de septiembre 27 de 1974, en-G.J. CXLVITL, pig. 251, donde concluye la entidad que “Es al juez, pues, a quien correspond en el caso regular el llamado precio del dolor”. HERNAN FABIO LOPEZ BLANCO 351 3. IMPROCEDENCIA DEL DICTAMEN PERICIAL El inciso tercero del extenso art. 226 del CGP dispo- ne que: “No serén admisibles los dictimenes periciales que versen sobre puntos de derecho, sin perjuicio de lo dispues- to en los articulos 177 y 179 para la prueba de la ley y de la costumbre extranjera. Sin embargo, las partes podrin aseso- rarse de abogados, cuyos conceptos seran tenidos en cuenta por el juez como alegaciones de ellas.”, norma que requiere de unas especiales puntualizaciones. Ante todo destaco que continua sin admitirse en el sis- tema colombiano el dictamen pericial sobre puntos de dere- cho, pues el legislador parte del supuesto, falso como el que mas, que el juez, por ser abogado, es conocedor del tema juridico, parecer que ha podido ser valido en el siglo dieci- nueve, donde el avance legislativo era limitado y realmente todo se centraba en el conocimiento de los Cédigos Civil y Penal; empero, desde el siglo pasado y en especial en sus til- timos cincuenta afios, los campos que alcanza la legislacién comprenden aspectos que escapan al conocimiento del més estudioso de los jueces 0 abogados y es por ello que se re- quiere un replanteamiento total de esta prohibicién y permi- tir la prueba pericial en derecho cuando se trata de aspectos juridicos que salen de lo que se espera es la formacién usual en un juez dedicado al campo del derecho privado. -ogeye £ osaooad yep wiony 10d epesoroqut aured ey op prato -os 10d opeonseid jelouod uaureyorp un eloueysunouo vur -siur e| ap ojadsor snsixe apand ojos ue} ordiouuid wg OSADOUd NO NA SATAISUATY SHTVIONAd SANTWY LOG Ad OWAWON - -ypapr 0] $0 outo9 oyeIpauTUE ap eiouayuas v] suajoad vpand anb ayqeqoxdurt soeq A zonf [pp sistigue jo vumnoyrp spurape anb oj ‘Teuorsajoud oydaou0> p 922 “be Jo 10d operedure ‘o1wausow 9s0'uo wunipe AO Top p Terauma ¢7¢ “1 Jo auodumr of oui0D [BIO eUIIOG Ua eB -aje ured B] ap opedoge [2 anb wonogad ey we opuata sourerso send. “pepryezo ej 10d opeyatro osaooad un ap ores as an op orfoay yo sod wiquieo epeu uo anb vrouyjsunono ‘opuaLis -nd0 9UATA OWIOD [EI “BIOY BUTI OP ,,SE,, [9 OOD aprENs $3] 9s onb ou & soye8oje So] Wo THIOAONUOD so|sepod ap uotodo 1 euep onb of ‘seroumysu searoadser se] Ud UOrsN]oUOD ap se8oye eed peprunpodo vj op soqe uayuosaud as ‘reajduto wea a8 IS anb v zeBygo wupod as ‘feIoued vqonud vj op uoroonpord vj ap seidosd sopeprjewioy sv] sepor op oorpymnf oydaotion [2 Tsenal azo as ou IS UNE ‘SPUT sa ‘ugIsIOAp P| seuroy aqap anb zonf jo wed uoroensn xodeu vun yezqUE 08 |se A ‘epoqeuu vso uo [eolsad gonad vj sep wiorpnd as 1s euapaons enb o] “euenuos oused yl sod sojsnroaonuod £ sopreztyeue ap pepiliqisod e] © sopryewos uepanb ou “upze so 10d oyuawesioaid ‘anb o1od ‘eiuasaad so] uornb ap sou Seno eRaS tS sors enact ——— we ‘CONTA ZAG O1GVA NYT, o1oeSeye owios uewios os A ugisnfouos ap sowesaye SO] 109 aquawjensn weyedwose as onb sojeuorsayord soxdaquos sop -eurwousp Soy op spARN v PpULG os eUISALU B] an SoA “euZostoop Joge] ns rey PIOwy A eM apond o| 1s o1ad oreuorouny [2 BB11Q0 ou ‘eqanud ap orpauu eroruadxa emnbjeno woo apeons outod qe} anb v| ‘zanf Jo vied epnse esa pureseoou wooey pepifo}dwios £ uproeztperoadsa eye ns od anb soarpyinf sodureo ap voss0e souotudo Terotad eqanid ap peprepout e]ofeq uaqeoar os onb ‘uvlixe o] serouejsunozt9 se] Opueno ‘mWLOd ep eIqUIO]OD Uo BIOUE UD soUTeIsa ‘sou -o[9e]s189] Seno wo o1N90 oWIOD Te) anb vroueUT ap ‘apeons ow yse anb ap eqanud jedioutid vy uaknynsuoo onb “eureurp10 ug1oorpstnf vy op sodureo op uploesayryoud euustu ey wuaN9 ud ouON) 9s Is o]UOPIAS spUE oJUL so anb of ‘eoIpEM BIOUAID | ap sewer se] Sepo} We O}odxa so 9s opeBoge 19s Jod onb opuaseo syuourzos9} snes vied GOD J2P 9ZZ “Ue Jap 0190 ~19) 0s|9U! 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Todo dictamen se rendiré por un perito.” Necesario es advertir que la limitacién versa respecto de “un mismo hecho o materia”, de manera que desde este punto de vista pueden darse varias experticias si recaen so- bre hechos o materias diferentes, lo que encuentra su razon de ser en que dentro de un proceso pueden debatirse asuntos respecto de los cuales se requieren los conocimientos de personas versadas en materias diferentes que escapan al conocimiento de un solo experto. Por ejemplo debo demostrar en un proceso de respon- sabilidad civil extracontractual originada en el derrumbe de una casa por la mala cimentacién de una obra contigua el valor del inmueble derruido, para lo que requiero de un experto en avaliios inmobiliarios y, ademas el valor de las obras de arte, ejemplo murales; que se destruyeron como consecuencia del insuceso, para lo que requiero de un perito diferente. La importancia de esta norma est en que se abre un nitido camino para que lo que constituye una prueba peri- cial se haga valer dentro del proceso como tal y no, como estaba sucediendo, se le pretenda el disfrazar bajo el manto del denominado testigo técnico 0 involucrarlo mediante un HERNAN FABIO LOPEZ BLANCO 355 concepto como si fuera parte de los alegatos de conclusién, lo que se daba precisamente por lo estrecho de la derogada normatividad en materia de decreto y practica de la prueba pericial. Con la modificacion del CGP que se comenta, cada parte si precisa de un dictamen pericial debe acudir a los expertos técnicos, cientificos 0 artisticos, en busca de que se emita el mismo respecto de determinados aspectos que requieren de esta prueba y como tal se aporta al proceso dentro de las oportunidades aptas para solicitar pruebas y excepcionalmente, solicitando un plazo adicional para ha- cerlo No se trata, como pudiera inicialmente suponerse, de conseguir al experto para que diga lo que se acomode con el particular interés del que va a presentar la prueba, porque no se busca utilizar un complice sino un asesor, de manera que se solicitan sus servicios para que de manera imparcial haga el trabajo y Hegue a las concluisiones que corresponden con Ja realidad, igual a como hubicra sucedido si la experticia se hace dentro del proceso, aspecto que dard al trabajo las ba- ses de seriedad y convencimiento adecuadas para que pueda ilustrar el criterio del juez, dada la dificultad de quitar efecto al mismo siel experto que contrata la otra parte o, incluso, el que excepcionalmente pudiera designar el juzgado, lo ha- Ilan ajustado a la realidad como es de esperarse. 356 LAPRUEBAPERICIAL Es algo similar a lo que sucede cuando se acude a los servicios de un médico, que al fin y al cabo es un perito, de cuya labor se espera un andlisis del estado de salud, unas conclusiones y recomendaciones de acuerdo con las evalua- ciones que efectite y no de “endulzarnos el ofdo” aseveran- do que se tiene un estado de salud que no corresponde con la realidad. Es por eso que si, por ejemplo, si se va demandar la declaratoria de incumplimiento de un contrato y a solicitar el pago de los perjuicios causados y acudo a un perito para que los avalite, su labor debe cefiirse a los parimetros pro- pios del particular y concreto evento y mal haria en llegar a conclusiones irreales, porque no se puede perder de vista que su trabajo estard sometido al andlisis no solo de la otra parte sino también del juez. Excepcionalmente, podria darse un segundo dictamen si el juez hace uso de la prerrogativa de decretarlo de oficio, tal como lo previene el art.230 del CGB pero se trata de circunstancia de rara ocurrencia debido a la orientacién del estatuto procesal de asignar esta actividad de manera pre- ponderante a las partes. HERNAN FABIO LOPEZ BLANCO 357 5. REQUISITOS DEL DICTAMEN PERICIAL PRESENTADO POR LA PARTE El art. 226 del CGP se ocupa del tema y es asi como enel inciso cuarto indica que: “El perito deberé manifestar bajo juramento que se entiende prestado por la firma del dictamen que su opinion es independiente y corresponde a su real conviccién profesional. El dictamen deberé acom- pafiarse de los documentos que le sirven de fundamento y de aquellos que acrediten la idoneidad y la experiencia del perito.”, adicionando el inciso siguiente que: “Todo dicta- men debe ser claro, preciso, exhaustivo y detallado; en él se explicarin los examenes, métodos, experimentos ¢ inves tigaciones efectuadas, lo mismo que los fundamentos téc- nicos, cientificos 0 artisticos de sus conclusiones.”, bases que como se observan seran las determinantes para surtir la contradiccién de la prueba y, ademds permitir su anéli- sis critico por el Juez, exigencias que, ademds y en parte de manera repetitiva se mencionan al indicar la norma los requisitos minimos que debe contener la experticia, a todas luces exagerados® como se precisa de la lectura de los diez numerales que regulan en punto. 6 _Adiciona la norma que: “El dictamen suscrito por el perito deberd conte ner, como minimo, las siguientes declaraciones e informaciones: 1. La identidad de quien rinde el dictamen y de quien participé en su elaboracién, 2, La direc cidn, el némero de teléfono, nimero de identificacién y los demés datos que faciliten la localizacién del perito. 3. La profesidn, oficio, arte 0 actividad espe- cial ejercida por quien rinde el dictamen y de quien particip6 en su claboracion. Deberin anexarse los documentos idéneos que lo habilitan para su ejercicio, los 358 LAPRUERA PERICIAL De estos requisitos, merece explicacién especial pues los restantes son tan evidentes que est4 de sobra todo co- mentario, el contenido en el numeral 7 referente a “Si se encuentra en incurso en las causales contenidas en el arti- culo 50, en lo pertinente”, que significa que debe el experto confrontar que respecto de él no se prediquen alguna de las circunstancias que ameritarian la exclusién de un auxiliar de la justicia de la lista oficial de ellos, para lo cual basta que asevere que no lo est, 0 incluso que guarde silencio sobre el punto, pues lo que quiere la norma es que si se pre- senta alguna de esas circunstancias se abstenga de prestar sus servicios debido a que el pardgrafo tercero sefiala que “No podra ser designada como perito la persona que haya titulos académicos y los documentos que certifiquen la respectiva experiencia profesional, técnica o artstica. 4. La lista de publicaciones, relacionadas con la ‘materia del pertaje, que el perito haya realizado en los iltimos diez (10) ios, st las tuviere, 5, La lista de casos en los que haya sido designado como perito en los que haya participado en la elaboracién de un dictamen pericial en los tiltimos cuatro (4) aflos, Dicha lista debers incluir el juzgado o despacho en donde se presenté, el nombre de las partes, de los apoderados de las partes y Ia materia sobre la cual vers6 al dictamen. 6. Si ha sido designado en procesos anteriores ‘en curso por la misma parte 0 por el mismo apoderado de la parte, indicando el objeto del dictamen. 7. Si se encuentra en incurso en las causales contenidas en el articulo 50, en lo pertinente, 8 Declarar si los eximenes, métodos, cexperimentos o investigaciones efectuados son diferentes respecto de los que ha utilizado en peritajes rendidos en anteriores procesos que versen sobre las tis ‘mas materias. En caso de que sea diferente, deberd explicar lajustficacién de la vvariacién, 9. Declarar si los exmenes, métodos, experimentos e investigaciones cefectuados son diferentes respecto de aquellos que utiliza en el ejercicio regular de su profesidn u oficio. En caso de que sea diferente, deberd explicar la justifi- cacién de la variacién. 10, Relacionar y adjuntar los documentos ¢ informacién utilizads para Ia elaboracién del dictamen.” HERNAN FABIO LOPEZ BLANCO, 359 incurrido en alguna der las causales de exclusién previstas en este articulo”, prohibicién que debido a la remisién que hace el art. 226 del CGP se entiende predicable del peri- to designado por la parte, maxime si no se distingue quien hace el nombramiento. LA APORTACION DEL DICTAMEN PERICIAL DE PARTE Se regula en el art. 227 del CGP que dispone que “de- berd aportarlo en la respectiva oportunidad para pedir prue- bas”, es decir en esencia con la demanda, con la respuesta ala misma y dentro de los traslados adicionales en caso de ser presentadas excepciones perentorias; empero, adiciona que “Cuando el término previsto sea insuficiente para apor- tar el dictamen, a parte interesada podré anunciarlo en el escrito respectivo y deberd aportarlo dentro del término que el juez conceda, que en ningiin caso podré ser inferior a diez (10) dias”, norma que estimo no tiene aplicacién respecto de quien lo va a aportar con la demanda, debido a que par- te la disposicién del supuesto de insuficiencia del término previsto, lo que no se predica para la demanda, de ahi que asevero que, salvo un caso que encuentro de excepcién’, siempre con la demanda inicial debe ser aportado dictamen. 7 Seria la hipstesis de que esté a punto de estructurarse un plazo de pres- cripeién y la ‘nica forma que subsista de interrumpirto, pues ya se agot6 el Gel requerimiento directo de que trata el art, 94 inciso final del CGR, sea el de presentar la demanda. -zan{ yo J0d o1oyo 2p opeyaisep 0 ‘aused exo v] 20d ows |9 optpad 398 2p ‘owoyeSousanut Jo pans 9s opuop ua vIoUDypNE ee NSISe B eALIGO 25 UpiqeaT onb fouls ‘gyenuo9 oy uamnb vloruadxa v] op soniuo e] Yoo WORE 9s ou UO!TBBITGO ins anb v viouasayas esasdxa afap as ‘oused vj ep oBsaua Jap sosog se] unused ‘38 apuop omausnoop 9 U9 anb ‘oyLad |e ayenUoD as opueNd opuawoory — im seyorfos £ opefounue 0 oqaUIO9 onb ostout Jo ByEyas anb souuamdis seyp sam So] seajduio apand enb 0} ved ‘uoureiomp ono pode oyed eno ye ayued os upiqumey ‘sayuacnyo -xo sopeprtiqisod wees anb uls £ z0p1908 o] 9p SPLIOPW “Ugo -exuoo ap oypazap Jap ofoforofe [9 wlouasne vse epidut anb e opiqop ‘opeumuseyorp |p 0d o| ounse ors9y2 wis apanb onb ap euad os opadxe jep efouaysise vy Jemoosd watEEIOIp [2 ojunipe anb ayred vy ap auz0sax 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LAPRUEBA PERICIAL toridad competente o cuando se acredita con prueba docu- ‘mental que se aporta que el promedio de expectativa de vida en el pais no es el sefialado sino otro, En suma, se debe descartar la idea de que la objecién por error grave no puede existir si no se acompafia de prue- bas y, también, que si estas se piden, necesariamente sea menester otro dictamen pericial, pues por otros medios pro- batorios, o incluso, reitero, exclusivamente con argumenta- ciones, es posible lograr la finalidad perseguida. La decisiGn de la objecién, o sila palabra no gusta pues el asunto se volvié de mera terminologia, la censura, se hard en la sentencia o en el auto que resuelva el incidente dentro del cual se practicé el dictamen de manera que seré en tales ocasiones cuando el juez evaliie la labor del perito en la for- ma sefialada por el art. 232 del CGB es decir, analizando la firmeza, precisién y calidad de sus fundamentos y su prepa- racidn de los peritos y los demas elementos probatorios que obren en él proceso”, determine su posicién respecto de la experticia, que es la forma adecuada de precisar si existe 0 no razén al inconforme. Destaco que el profesor Marco Antonio Alvarez se- fala que “Se ha dicho que la objecién por error grave toda- 11 ALVAREZ GOMEZ Marco Antonio, Ensayos sobre el Cédigo General del Proceso, Vol, IIl, Medios Probatorios, Ed. Temis, Bogoté, 2017 pigs. 303 y 304. HERNAN FABIO LOPEZ BLANCO 367 via es posible, porque lo que el Cédigo General del Proceso establecié fue que “En ningiin caso habré lugar a trémite es- pecial de objecién del dictamen por error grave” (art. 228). Con otras palabras, se afirma que las partes puedan formular a objecién, solo que el juez no impulsara procedimiento alguno. Nada mas equivocado, Esa postura no solo desco- noce los mecanismos especiales y taxativos de contradic- cign previstos en ese cédigo, comparecencia del perito a la audiencia, aportacién de otro dictamen, o ambos, sino que se pasa por alto que en materias procesales no puede existir un derecho procesal al que no se le siga un procedimiento 0 una respuesta judicial. Si una parte tuviese derecho a objetar un dictamen, como alegan algunos, necesariamente tendria que darse un pronunciamiento por parte del juez, bien para generar un tramite bien para resolver la peticién. Pero resulta que el Cédigo expresamente prohibié el tramite y no previé porque no era posible preverlo una res- puesta judicial a ese reclamo.” _ No comparto la posicién del profesor Marco Antonio Alvarez, pues como él lo acepta, se suprimié el tramite es- pecial de la objecién por error grave y esa eliminacién no conlleva como conchuye la tesis que analizo que se erradicd la posibilidad de objetar por error grave, solo que esa ob- jecién se encausa bajo los parémetros del art. 228 del CGP bien presentando otra experticia, bien solicitando el interro- onrospe saiue orpuign [9 ony 9u1ndas as anb o7] ‘ovenU ey ou aAvs8 zo19 10d ugroa{qo By] uoIsnjou0D us 2 souorpafgo se] wuruurayap ab of aquaur -esjoaid wos ou soavi8 soos sosa oseoe ‘ovundaxd ayy, uoroenied 2] ap saaeil ou 0 soavs8 sou1aX soy xeysayoxd uepond as ou aonb eoyruais ou ones8 10110 10d ugt9afgo ®] oprustadns s0qey op oypoy Jo oBon], ouSIApe oqusujenst enb wand uo au -of1 98 18 oFequIO9 amb sisay ¥] So a1qeOHHIO SPA OTLEY A “pploap ojvawow ns uo zanf [2 onb ered ‘ouen onb sozouio soy squsureaneWusuMsre opues -sowap opruasaid ofeqen Jo TeLOUIap # Uapyo ue sod -nSre sns zep apand aured vy ope[sen ep oumwui9) op oxuap sand ‘eionyedxo vo rezunfpe 0 oLoreZoLse}UT v oWLIed Pe Ie) “19 aqtreureporw34]go soysouOUE $9 OM an O19}123 SBUU “epeyuasaud ayred ap vpouad yj uo soavid suis rexjsowop ered seyuorueLoy ep ‘sapepyreuy seo anus ‘ous gOO 1a ZZ “HE Je on aeraaase UOISROOAMbO Tu OUNS|e FOLD S9DUOIUE $9 ON, + ,ourppoar aso ® [erorpnf wisandsau ep, $0 nb eproap zanf Jo anb e sepeunsop saseq se] xea10 vied vpep EPR Peres seceeeeeee es we ‘CONV IG ZASOT O18V NYNWAH “sauojoramoyduios 1x80} & S01 soto sestoaud ap ojos wry asreyen apand :1oqe] ns opueretqo aise anb exayqu0s pyuaureyeszo9u ou ouodxe je ouoTeZoxsyUI ap prapoyjos ¥| anb Ome]D SAT ise eyo onb vpiazo as sand ore{qo wspusy ow zz “ue JP pupranioe w] vpor anb wrpusy as isandxa sisay vj asreidaoe ap sond ‘oqtrej9{go Je vas 0 oqueusndunt je Ugzex v] aysise 2] 1s vajonsey Zant Ja anb v epeunsap vse 10ge] vs2 vpo} onb uptajo as anb v opiqop ojquidooeur sa ‘ourejoar as 8 jeroIpnt ysondsoz wun o1seid ou o81p99 Ja anb rouaysos “ONY o9|dwo ns opidunt epeu 4 soor8ojoume soauegye sns ouantent onb o1od ‘our so euuoU ey ajdt ow eX anb our “ugroafgo vaa|quos opzonaesep aso A op nb 5,801 “nwo eyresodioou a aiaroye syw ugtodo wun 2oBooso awawajdusvoytusis Ou Sse UUnhen Aue SoocR net rnzaapeey sesed agop ou an “eganad ap o;pau aso op 2981100 P] S BEAEUPS ATIPH JORRION Te Ps (8, ‘agiod2ou09 | Uo oxquies un tulodwoo aued ap oyt0d [2 204 yeioypnt “soanrey hued ye snipeng,anb opuesipar ‘end w| ayzaweydue wjouesop we UOD Ghevoqele rsay ayuesaaqu on uo ueinb“Zounyy 29ppuog uNMWA od o;pa | -eudioqur soyoryuoo sosorawnt: opesouad vy anb ejoukysuno cheone to epopnoe opis et ,2ued op USUIIP, oP UODPUIIOUSP NISY LT ~_--uasaid e] ap voze0e opeatid : « seqanud snpod exed peprumyodo varioodsos vy uo opeyrode 1 PP? 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Es asi como el art. 31 del Estatuto Arbitral sefiala con relacién al punto que: “En la audiencia de posesién del pe- rito, el tribunal fijaré prudencialmente las sumas que debe- rén consignar a buena cuenta de los honorarios de aquél, tanto la parte que solicité la prueba, como la que formulé preguntas adicionales, dentro del término que al efecto le sefale el tribunal, so pena de que se entienda desistida la prueba respecto de la parte que no hizo la consignacién. El tribunal fijaré en su oportunidad los honorarios del perito e indicaré qué parte o partes deberdn cancelarlos y en qué proporcién, y dispondra el reembolso a que hubiere lugar”, disposicién en donde se observa que hace referencia a una audiencia de posesién de perito que existié en el derogado C.de RC., de manera que debe el Tribunal desarrollar el art. 12 del CGP integrar este vacio y cualquier otro que se pre- sente proveniente de haber asumido el art. 31 la vigencia de -HeRNAN Fasio LOPEZ BLANCO 387 disposiciones del C. de PC.", fijando fecha para la misma y en ella debe hacer un estimativo de lo que pueden ser los ho- norarios del perito, que no constituye atin suma devengada pero si garantia de pago cuando se rinda el trabajo y se fijen Jos honorarios, cuya cuantia no esté limitada por el monto de la garantia pues pueden ser menos o mas las cantidades a seftalar. Comparto la opinién del profesor Sanabria quien con relacién a este inciso comenta, en la ya citada ponencia que: “Ahora bien, la norma establece que la suma debera ser pa- gada tanto por la parte que pidié la prueba pericial como por “la que formulé preguntas adicionales”, de lo cual surge, al TS Debs ser desterrada la tesis que algunos han tratado de ambientar que pare ‘eventos como este siguié rigiendo el C. de PC. En absoluto, dicho estatuto que- 445 derogado y dej6 de ser aplicable desde el 1 de enero de 1016, salvo las nor- ‘mas de empalme de legislacién, por cierto casi superadas por el tiempo corrido. LOPEZ BLANCO Hemin Fabio, Cédigo General del Proceso, Parte Especi Dupre Editores, Bogoti, 2017, en donde destaco en la presentacién dela obra, pig. 9:"Estimo oportuno dejar sentado que debe ser rechazads Ia tess referente fi que el Cédigo de Procedimiento Civil noha sido derogado al afirmarse que el mismo seguird rigiendo en todos aquellos casos en los que alguna disposicion Tegal remita a dicho cédigo de manera especifia, tsis que # més de ir contra cl claro mandato contenido en el art. 626 literal c) del CGE, que expresamente lo dderoge y por ende toda remisién de cualquier disposicion legal que remita al C. de PC, 82 entiende predicada del CGP (...) Es entonces deber del intérprete bus- ‘car las correspondientes concordancias con el nuevo estatuto”. ¥ adiciono, sino fas encuentra se acudira al art. 12 del CGP que dispone: “Vacios y deficiencias del cddigo. Cuslquier vacio en las disposiciones del presente cédigo se Henard ‘con las normas que regulen casos andlogos. A falta de éstas, el juez determi- nai la forma de realizar los actos procesales con observancia de los principios constitucionales y los generales del derecho procesal, procurando hacer efectivo cl derecho sustancial.” sod gido as 1s anb opow ep prajorfos e] 2p aTopuy eI woo opronce ap ‘Seip zoIp ap wsey ‘soprada so] v ozed onantt tun zeB1010 agap “eBuodsip 0] Jse zanf ja anb ap oseo X soy -doouoo saan pad wis ood ofeqen jap osreotpord uapand anb sepnp seyoio wauotonjos as anb eAaTquos UoLoRIDION e ‘oyoqduio9 oywarmerounuoad un guste ou anb So] a1qos $0} -und 0 o1ajoser ou anb sayueBoxiayuy ap orsedsox uormdo ns ouotorpe ortiad je anb onorjos as ‘ofeqen |9 uo9 opssnoe -sap uo iso ws ‘onb vorjdun ugar ueUa]dwos eT _coureargy oumstun 9 10d soured se] ap oqwarumooucd ua oysand yas on SULLOFU! Ud OF -urad 2 rapuiare ap puqey ‘saquapadoad oxewyso yeunqun J2 1S onb ‘sauoraequoula|duros 0 souoroerejoe sen91]0s wepOd SEI] -gnbe yen Jop oxuop ‘sexp (01) ZaIp eisey op oUTUUID UN 10d soured sey e opejsen ysoz109 98 |p ap “oUNEIOIp Jo OpENUasarg “yeunqin [2 2[2y9s 9] aquowyyerouaprad onb ourwur91 Jo uo eION -radxa b] purpuoa orsed 1g, :anb yenigry omersg [Op 1 “He |e vuoroipe ‘vioriad vyso ap uofootpenuod el swnBou [Y -oyoadsa1 Jv o1ouoyis eqeprens as ‘ugioeredoxd uo eqeiso oyusueauyynusts anb ‘osao0rg [OP [210U25 o81P9D [p uo sand ‘sepefnunoy uerany seysp onb vzed peprumodo | me[euas uesgep ,soleuOIoIpE seyuNsaxd,, se] v vIOUAraFOx uuzjory 1s anb uoloesepisuoo uo UoreMIO} OU [EIIGI OmNyE ISS Jop sarojsepar so] eyuauresnBag “egatud | op vonovad vy soquorpuodsa1i09 souoisioap sey ayttto yeungun je K ofeqen ns e1o|ur oypiod Ja oquowlour asa wIsey ayusUIE]Os onb wHITO See ree eee ee CONV IG ZIT O1BV NYNWATL epigey ‘oye zed oun3ye oyuaunpadunt wozrae as ou ose001g [pp [e295 081p9_ 2 Uo TU jeIGzE oynyEISA Ja Uo TH orsIAaud vozarede ot ojo aquourmsaidxa Js “oust Jap woIsesod P| mums as anb ap soiue wisey ojuod qe so[euoroipe seyunsexd uua|muti0y ‘0z1y 0] ou anb ayred yj owtod eqanad vj op o1uey1o -qjos ayzed ey oe) onb wyruniod as “LAID oyworuuped0sd op o8tp99 [2 Uprustuod vjBor w| op wzuefouuas & ‘onb exed B}sqo peu o1ad ‘oueuoyseno oanoodsos Ja opuefMULOY eWUSIUL v] ap o1algo Jo zeoIput agop oLeUOFonIed jo eganad y osrEHOH, -o8 ap oquaMIOW Je onb oxv[o so ‘oroInf oNsaNU Y “OSe90Iq [pp [e1su9H o81p9p Je Uo wUONoUa as oradsax Je enb O10 -ug[is [2 UOD ,sajeuoroIpe seiundard, se] v vjouoIajor Oey anb jeniqre ommeiso [op vuOU v] seZyEUTAYSIS eULIEM onb ugtowjardzoyuy eun zwasng ouresaoau sa “eIauaNdAsUOD Ug TE] -nonuied Ja a1gos eunye vuLZoU paaid ou omnyeyso oyDIP onb mjuon epiqay ‘OUISTU Oo] oxMO0 Ot OS990I JEP [eID OF “IP99 [2 WoD ,;oUNS]e OsIMoAs Papua} ou anb one Jod ‘aIwep -2001d vrapistos of 1s oud ap preUapy0 o| Zant Jo A !oreu9eP 98 soend Se[ a1gos SAUOLISONd se] UOD SopeUOIoe]ax soyuNd sono t vpuolyxo os uoumeroIp Jo anb pad upspod saued se] ‘esp aque & sojuied soy ap ugisasod ap viouesiyp eL eyseyy ‘afeniiad je eroloap anb oyne jap ug!ovaynou el apsad., anb vjeyos wsordxo wiouvms ap UpIoLayLpoD eYDIP ap 9EzZ ojnonze Jop gp [exoun Jo onb opep ‘ayusuloyy Ajonsos os aqueBoxra1ut [2 [IAT o1worumpadorg 9p O81P9D Jo sworlde Ty gsaleuororpe sejunSoxd jenigre osooord Ja wa oWLIad |e alse] ~nuzioy ered peprunuodo ey so [pno? :oqueFouayuy un ‘odwuos WORT ae 390 LAPRUEDA PERICIAL pedir complementacién o aclaracién, presentado el docu- mento que resuelve las solicitudes, se corre a las partes otro traslado hasta por diez dias. Surtidos estos pasos sefiala el art. 231 que: “En ningiin caso habra lugar a tramite especial de objecién del dictamen por error grave, Dentro del término de su traslado, 0 del de sus aclaraciones 0 complementaciones, las partes podran presentar experticias para controvertirlo. Adicionalmente, el tribunal, si lo considera necesario, convocaré a una au- diencia a la que deberén concurrir obligatoriamente el peri to y los demas expertos, que podrdn ser interrogados por el tribunal y por las partes.”, aspecto ya explicado y que aqui se reitera en el sentido de que se elimin6 el tramite mas no la objecién, pero que es obvio entender que si “las partes po- dran presentar experticias para controvertirlo”, una de esas posibilidades es objetarlo total o parcialmente para que los arbitros decidan lo pertinente en el laudo, sin perjuicio de poder interrogar al perito en la audiencia, Destaco que es huérfana la reglamentacién del art. 31. del Estatuto Arbitral en lo atinente a la suma para gastos del perito, lo que no implica que se haya perdido la posibili- dad de pedirlos mediante avance y luego presentar cuenta, 0 asumirlos el experto y pedir su reintegro. En efecto, los peritos tienen el deber de rendir cuenta detallada y soportada de los gastos que efectuaron pues esa HERNAN FABIO LOPEZ BLANCO, 391 suma no la deben asumir. No es raro en la practica judicial que el perito no solicite inicialmente suma para gastos y que al rendir el dictamen pericial adjunte las cuentas corres- pondientes a los que realizaron, lo que también es posible y las mismas estarén siempre sometidas a la aprobacién del ‘Tribunal que debe hacerlo sobre el supuesto de que se trate de gastos reales, utiles y razonables, originados en la pro- duccién de la prueba” {Dv acca svete que por indole de estas expertises menester reese de oon experts la pega gue surge es eto es viable. Ea aaeerze pede pensar qs anna noes gis sie recuerda que eto an ear qu ene os conoventornezsarios pra rendila expert cern gut ef ea soon experon fr 0 CHE Oh ree neni a colton de erurs personas inspenstble cae esemsnar cles aspects dela aor encargada a auxili d ajuse ae een porcjonpl, sel ditamen vera acerca de as cats qu sticontaaon a celeste una maquina asegurada ye pet oie wn arr eneai del nc con qe se hla consid amiss, © tot dean tone see del mans econ ua gan empe se oteete posible earl oils eos sents, sn a clabo- son Scena donne, Costin diferent a deque el expe abuse Trion en yal y grtendscesparr aoe ox que conta ates Sr tm useing ey no tec saat ora es pref, e cape nani que tee 28 ag Patera nets do ono dan qe se eclaran en al proceso wc unos saariscs unser siemprsbaje su supersignyesponsbiide, en ken aaa pu cats pettnontes delgconaigad de tra empresa que Sse ose anaes coneeoencs que eos mismos pueden xtaese.

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