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ETICA PROFESIONAL DEL REVISOR FISCAL

El revisor fiscal asume una responsabilidad bastante compleja y


comprometedora,  ya que, como contador público, según el artículo 215 del
Código de Comercio el revisor fiscal tendrá los mismos deberes y derechos
que estipula la ley referente al contador público, con excepción de lo
estipulado en las normatividades.

De acuerdo con  lo anterior  entendemos que el revisor fiscal da fe pública,


estudia la veracidad de la información financiera, contable y tributaria,
aparte de otras funciones estipuladas en el artículo 207 del Código de
Comercio.

Pero realmente, lo anterior es solo un recuento de lo que quizá muchos ya


saben; lo que se quiere transmitir está basado en la ética del contador
público que aunque está reglamentada en la Ley 43 de 1990 muchos pasan
por alto, y de ahí  que sus acciones  no sean acordes con lo estipulado
legalmente.

En la Ley 43 de 1990 en el Título I se reglamenta el código de ética


profesional, particularmente en el artículo 37 en el cual se mencionan los
siguientes valores que, convertidos en hábitos se traducen en virtudes que
conllevan alto nivel ético:

Integridad. Objetividad. Independencia. Responsabilidad. Confidencialidad.


Observaciones de las disposiciones normativas. Competencia y
actualización profesional. Difusión y colaboración. Respeto entre colegas.
Conducta ética.

No es necesario detenerse en cómo define la ley estos valores, basta con


un diccionario. La Real Academia está en consonancia con la Ley 43 de
1990 la cual estipula que la  excelente relación del contador público con el
usuario de sus servicios es el elemento primordial en la práctica profesional.
Para que dicha relación tenga pleno éxito debe fundarse en un compromiso
responsable, leal y auténtico, el cual impone la más estricta reserva
profesional. Los conceptos mencionados se definen por sí solos.

Ahora este tema debe estar en comunión con  las inhabilidades del revisor,
presentadas en el artículo 205 del Código de Comercio, pues si son
inhabilidades por qué se empeñan en hacer lo indebido. Hay que trabajar
por una cultura que respete las normas y esto no es competencia solo de
los contadores.

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