La imagen corporal es un problema fundamental para las personas con trastornos
alimentarios, y en tanto ésta no mejore, dichas personas corren el riesgo de sufrir una recaída. Cambiar nuestra imagen corporal no es fácil y una razón para ello es que hay diversos hábitos que las personas desarrollamos para tratar de controlar nuestros sentimientos negativos, pero que a largo plazo en realidad mantienen la imagen corporal negativa. El objetivo de tarbajar la imagen corporal es ayudarte a: • Comprender lo que es la imagen corporal, cómo hemos desarrollado una imagen corporal negativa y qué hábitos la mantienen. • Aprender técnicas para aceptar y hacernos amigos de nuestro cuerpo. • Cambiar la forma en que manejamos los sentimientos y las evaluaciones negativas sobre nuestro cuerpo. Éste es un tratamiento activo que requiere cambiar la manera en que manejamos los sentimientos relativos a nuestro cuerpo. También implica unas tareas diarias. Es poco probable que obtengáis beneficios si no lleváis a cabo los ejercicios que os recomendamos. Comprendemos que esto puede no resultaros fácil, pero también sabemos por las investigaciones y la experiencia que realizar ciertos cambios y practicar unas técnicas es fundamental para mejorar nuestra imagen corporal.
IMAGEN CORPORAL Y TRASTORNOS ALIMENTARIOS
La imagen corporal puede definirse como la visión que alguien tiene en mente sobre el aspecto (es decir, el tama- ño y la figura) de su cuerpo, y la actitud que esa persona adopta hacia sus propias características físicas. Así hay tres componentes de la imagen corporal; la parte perceptiva, o el modo en que alguien ve su cuerpo; la parte actitud¡nal, cómo se siente alguien respecto a la idea que tiene de su aspecto , y la parte conductual, el modo en que estas percepciones y actitudes influyen en la conducta de dicha persona. Una imagen corporal negativa puede manifestarse desde ligeros sentimientos de ausencia de atractivo hasta una obsesión extrema por el aspecto físico que impide un funcionamiento normal. La insatisfacción con el propio cuerpo es un criterio diagnóstico para los trastornos alimentarios. Una imagen corporal negativa se asocia con la anorexia nerviosa y la bulimia nerviosa. Los pacientes con trastorno de ingesta compulsiva también informan de significativos niveles de malestar respecto a su imagen corporal. Muchas personas con trastornos alimentarios que logran cambiar su conducta siguen luchando con una imagen corporal negativa. Las personas con una severa alteración de la imagen corporal tienen menos probabilidad de recuperarse de su trastorno alimentario o una mayor probabilidad de experimentar una recaída. Para muchas mujeres, superar el deseo de estar delgadas es la parte más difícil de la recuperación. Por consiguiente, es importante que abordemos nuestra imagen corporal negativa