Venezuela invulnerable

La Patria toda está convencida de la grandeza a que ha sido llamada por su

Creador. Está confiada de poseer la suficiente fuerza moral y espiritual para
derrotar a sus adversarios, la República Bolivariana de Venezuela ha manifestado,
por medio de su Gobierno legítimo, el de (Nicolás Maduro Moros) la
determinación de defender hasta morir si fuere necesario, nuestro derecho a ser
un pueblo libre, soberano e independiente, aún cuando el imperio más genocida
de la historia de la humanidad se oponga, o cualquier otro país.

Si todos los países de la región, o del mundo entero, se hubiesen

degradado tanto, que hayan optado por defender una acción armada del gobierno
supremacista del genocida Donald Trump contra nuestra Patria, sepan todos ellos
que vamos a defender nuestro suelo sagrado.

Ahora nuestros soldados bolivarianos, no sólo están armados con la moral

y la justicia, sino también con la fuerza de las armas. Nuestra Fuerza Armada
Bolivariana puede medirse con cualquier ejército que pretenda vulnerar nuestra
soberanía nacional, porque nos asiste la razón y el derecho. Gracias damos a
Dios, y a la generosidad sin límites de amigos como Cuba, Nicaragua, Irán, Rusia,
China, entre muchísimos otros, que por no haber sucumbido ante las odiosas
amenazas del imperio en decadencia, han podido manifestar su solidaridad a
nuestro Proceso Revolucionario y a nuestra nación, brindándonos su valeroso
auxilio, y también han equipado a nuestra Fuerza Armada con todo lo necesario
para triunfar ante las amenazas a nuestra libertad.

Si el imperio yankee persiste en pretender irrespetar nuestra voluntad de

vivir bajo el modelo de gobierno que nos hemos dado soberanamente, entonces
entraran en el abismo de la confusión. Y en el conflicto que se atrevan a crear
saldrán irremisiblemente derrotados por el único “EJERCITO FORJADOR DE
LIBERTADES” de la historia mundial.

Yankee go home porque nosotros no claudicamos ante ningún imperio

Viva la Patria Bolivariana. Viva Nicolás Maduro Moros.

NOSOTROS VENCEREMOS.