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Una noticia

Carmen me invitó para que las acompáñese al control del niño sano. Ese
día tuvimos que caminar con Lorena en brazos los nueve kilómetros que
separaban nuestra casa en el campo con el hospital local. Esta visita fue el
inicio de una nueva etapa, porque la paramédico nos escribió una nota de
interconsulta para una doctora, especialista en niños.
Tuvimos que pedir alojamiento a unos familiares que vivían en la ciudad,
porque la hora medica era para el día siguiente.
La pediatra Marta, nos hizo el ingreso de Lorena como paciente que
necesitaba que se le hicieran varios análisis, por cuanto era mejor
ingresarla al hospital, porque sería más fácil hacerle todos los exámenes
juntos.
Una paramédico, vino hasta donde estábamos esperando y nos dijo:
─¡Señora Carmen!, tenemos noticias que no son buenas.
─¿Qué me quiere decir con eso?
─¡Qué la pequeña Lorena!, no irá a casa con usted. Al menos, no por un
buen tiempo.
─¿Quiere explicarme?, porque con esas palabras no las entiendo.
─¡Sí!, por supuesto. Lo que sucede es que, hicimos algunos exámenes a la
pequeña y tendremos que esperar los resultados hasta el lunes de la
próxima semana. Existen algunas dudas con respecto a lo que a simple
vista podemos ver y los análisis nos dirán la verdad.
─¡Sigo sin entender!
─Creemos que la pequeña Lorena tiene algunas complicaciones de salud,
pero debemos esperar los resultados para poder pronunciarnos y ver, qué
se puede hacer.
Todas esas palabras fueron cayendo sobre la cabeza de Carmen. La única
claridad que había en ese instante era que su pequeña tenía algo en su
cuerpo que no estaba bien, pero ¿qué era? No sabían lo doctores y ni
mucho menos la madre.
Esos fueron unos días muy duros para Marcos y Carmen. La pequeña
Lorena apenas era dejada en su cuna unos momentos para que su madre
la alimentase. Luego venían los paramédicos y se le llevaban para hacerle
más exámenes médicos.
Después de algunos días, Marcos y Carmen regresaron del hospital.
Llegaron a casa muy tristes porque tuvieron que dejar a Lorena. Ella
continuaba con más exámenes médicos y no podía ir a conocer su nueva
cuna.
Carmen se levantó temprano para ir al pueblo, para poder hablar con los
médicos tratantes de Lorena. Esperó en la parada el bus que este llegase.
Estuvo allí por lo menos dos horas aguardando que el transporte
apareciera, pero unos vecinos que pasan caminando, le dijeron que el
minibús estaba unos kilómetros más arriba detenido a una orilla del
camino, porque estaba empane.
Eran tantas la ganas de tener noticias sobre su hija Lorena, que Carmen
disidió caminar los nueve kilómetros que la separaban de su primogénita.
Cuando llegó al hospital su pequeña no estaba en la cuña acostumbrada.
Se angustio todavía más y corrió hasta la salita de enfermería para poder
información.
─¿Dónde está mi hija?, grito Carmen sin control.
─¡Tranquila señora Carmen!, su hija fue llevada a otro hospital para
realizarle unos exámenes, ─le dijo la enfermera a cargo del pabellón de
infantes.
La enfermara Marcela Cava, le explicó que habían llevado a Lorena hace
algún tiempo al hospital de Temuco y que acababan de informar que la
ambulancia estaba regresando con la niña.
─Puede esperar a Lorena en esta salida. Cuando llegue le avisaremos
inmediatamente y no se preocupe, está en buenas manos.
Esas palabras no hicieron más que intranquilizarla, ¿por qué no le habían
avisado que su hija iba a ser llevada al hospital de Temuco?, algo estaba
pasando que no le estaban contando a ella.
Carmen se puso de pie y se encaminó hasta el box de atención del doctor
Gutiérrez. Allí toco suavemente la puesta y esperó a escuchar las palabras
“puede pasar”, pero no logró poner atención e ingresó igualmente a la
consulta. Allí estaba el doctor.
─¡Buenos días doctor!
─¡Buenos días señora Carmen!, qué bueno es verla. Ya tenemos un
diagnóstico para su hija.
─¿Qué tiene mi hija doctor?
─¡Ella no caminará!, sufre de una enfermedad llamada atrofia muscular
espinal tipo dos, la que le impide desarrollarse, además, debo decirle que
es progresiva. Eso quiere decir que siempre irá en aumento, hasta que sus
sistemas no puedan funcionar bien. Debo decirle que, tiene que ser fuerte,
por ella y también por ustedes porque tendrán que cuidarla todos los
pocos días de su vida. Ella no será capaz de valerse por sí misma.
El pasillo del hospital fue el lugar escogidos para botar todas las lágrimas.
El dolor y la impotencia de no poder hacer algo para poder cambiar esa
cruel realidad.
Carmen pudo llevar a Lorena a casa, pero era como si fuese al hogar solo
en condición de visita. Cada quince día, debía regresar a esas habitaciones
heladas para nuevos exámenes.

Animaciones lectoras
Animación uno
Después de haber leído el texto, queremos que le cambies el nombre. Debe
decirnos porque crees que el nombre que pusiste es el más pertinente para
este cuento
Animación dos
Dibuja a una familia cuando recibe una noticia positiva
Animación tres
Que medios de comunicación conoces. Nombre a lo menos tres y cuéntales
a tus compañeros que noticia escuchaste o leíste en ese medio de
información
Animación cuatro
Crea una noticia positiva para tu familia y crea una pequeña columna
para escribirla

Animación cinco
Crea en un dibujo la portada del diario local, con una noticia positiva
Animación seis
Cómo crees que se sintió la mamá de Lorena al recibir la noticia.
Cuéntales a tus compañeros que sentiste tú al leer el texto.

Animación siete
Has estado hospitalizado o algún familiar ha estado enfermo. Comenta con
tus compañeros como se sentiste o cómo crees que se diente una persona
enferma

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