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Preguntas Agricultura Ecológica

1. ¿Qué es la agricultura ecológica?

La agricultura ecológica, denominada también biológica, es un sistema de producción y


elaboración que tiene como objetivo la obtención de alimentos de óptima calidad, libres de
residuos, minimizando el impacto humano en el medio ambiente. Utiliza los recursos naturales
de manera óptima, contribuyendo a preservar la biodiversidad vegetal y animal, y que apuesta
por impulsar el desarrollo local sostenible de la zona. Esto supone utilizar la naturaleza sin
romper su ciclo biológico, extraer de la tierra lo que la tierra es capaz de dar sin sobre
explotarla con el uso de sustancias contaminantes.

La agricultura ecológica garantiza una agricultura sana y alimentos saludables para hoy y para
mañana, ya que protege el suelo, el agua y el clima, promoviendo la biodiversidad. No
contamina el medio ambiente con agroquímicos ni con cultivos transgénicos, ya que prescinde
del uso de fertilizantes químicos, pesticidas, fitohormonas, aditivos en los piensos, y en general
de todos los productos químicos de síntesis. Utiliza en cambio la rotación de los cultivos,
control biológico de las plagas, cultivos de abonos verdes, etc., y todo ello con el fin de
mantener la productividad del suelo, del que se nutren las plantas, sin deteriorar el entorno ni
contaminar los alimentos.

2. ¿Qué técnicas pueden emplear los agricultores para mantener un cultivo


ecológico?

Acolchado o mulching: Efectiva a la hora de conservar la humedad del suelo. Está basada en el
uso de sustancias naturales para crear una capa sobre el suelo que retenga la humedad. Un
beneficio adicional es que los materiales usados puedan ser usados como materia orgánica por
las plantas. Para llevar a cabo esta técnica hay que elegir bien el material que vamos a emplear
y no aplicar una capa excesivamente gruesa sobre el suelo, ya que puede suponer la pérdida
de oxigenación y, por tanto, de raíces.

Abonos orgánicos o naturales: Se basan en aprovechar los nutrientes surgidos de la


descomposición de cultivos, como leguminosas, gramíneas o crucíferas. También podremos
fabricar un abono casero en grandes composteros con los desechos vegetales (sólo vegetales)
del hogar, que luego de su descomposición a elevadas temperaturas dentro del recipiente,
podremos aplicar al suelo. Entre los beneficios de la técnica de usar abonos orgánicos se
encuentran:

 Incremento de los niveles de nitrógeno del suelo.


 Estimulación del crecimiento y actividad de los microorganismos beneficiosos en el
suelo.
 Proporcionan un equilibrio para la relación C/N (carbono/nitrógeno) del suelo. Este
equilibrio es muy importante para la fertilidad de un suelo, por lo que no debe estar
demasiado descompensada.
 Mejorar la estructura y porosidad del suelo, lo que aumente su humedad.
 Proteger la superficie del suelo de la erosión.

Laboreo: Aunque mucha gente dice que el suelo no se debe labrar, en suelos muy
compactados es necesario labrar la tierra de forma superficial. Hay que mencionar que un
suelo con buen contenido de materia orgánica, tiende a compactarse menos y tienen menos
necesidad de laboreo. Por ejemplo, con la instalación de un bancal profundo, será menos
necesario labrar la tierra, ya que mantiene un buen contenido orgánico y no se apelmaza, al no
pisar la tierra.

Rotación de cultivos: Consiste en establecer un equilibrio entre los diferentes cultivos. Por
ejemplo, un cultivo con muchas necesidades de nitrógeno se complementa bien con otro
cultivo que no necesite muchas cantidades de nitrógeno para desarrollarse. Para realizar una
buena rotación de cultivos, debemos: evitar cultivar sucesivamente plantas de la misma familia
y, de este modo, no realizar cultivos seguidos de las mismas características; cultivar, como
mínimo cada dos años, alguna leguminosa que fije el nitrógeno; y alternar cultivos con
mayores exigencias nutricionales con otro con menores exigencias. Es la medida más eficiente
para el control preventivo de hierbas

Asociaciones de cultivos: Esta técnica es un concepto similar al de rotación de cultivos. Se trata


de elegir plantas que se adapten bien entre ellas, pero para cultivar a la vez, eligiendo plantas
con requerimientos nutricionales muy distintos y también evitar cultivos del mismo tipo, es
decir, evitar cultivar a la vez plantas que sean más bien raíces y raíces u hojas y hojas, evitando
los mismos tipos. En cambio, podremos sembrar frutos con hojas o raíces con hojas. Los
beneficios de las asociaciones de cultivos son:

 Reducción del riesgo de aparición de plagas y enfermedades. Por si acaso te


encuentras con este problema, te contamos Cómo combatir las plagas en agricultura
ecológica.
 Disminución del crecimiento de malas hierbas.
 Beneficio mutuo entre cultivos.
 Incremento en la vitalidad del cultivo y en su producción de frutos.

Existen algunas tablas de utilidad que nos dicen cómo establecer buenas asociaciones y
rotaciones de cultivos. Por ejemplo, el tomate es una planta se complementa muy bien con
otros cultivos, salvo con el pepino o el pimiento.

Control de plagas ecológico: No es una técnica de cultivo propiamente dicha pero sí es una
técnica de agricultura ecológica. Una de las más comunes es la liberación de mariquitas o
sírfidos, depredadores naturales del pulgón, que ayudarán a acabar con el problema. Contra
los insectos está la opción de la Beauveria bassiana, un hongo que acaba con ellos, o de crear
un pesticida ecológico propio con plantas como la nicotina o el ajo.

Falsa siembra: Esta técnica consiste en crear las condiciones para que tenga lugar la
germinación de las hierbas (laboreo del suelo, riego...), una vez que esta vegetación
espontánea nace, es eliminada cuando aún es una plántula. A continuación tiene lugar la
verdadera siembra del cultivo, que de forma general se trata de plantas hortícolas.
Aumento de la densidad de siembra: Este método consiste en incrementar sensiblemente la
dosis de siembra de nuestro cultivo, para evitar dejar “espacio” a las hierbas, pero sin llegar a
niveles que implique competencia entre los individuos del cultivo.

Plantas autóctonas: Establecimiento de vegetación natural autóctona en las lindes, que junto
con la introducción de setos de flora útil, diversifican el paisaje y sirven de refugio a insectos y
aves beneficiosos, los cuales controlan a insectos que pueden llegar a convertirse en plagas de
los cultivos.

3. ¿Qué productos se pueden aplicar en el campo? ¿En qué concentraciones?


¿Dónde se pueden conseguir esos productos?

4. ¿Cuál es la normativa que regula la agricultura ecológica en la UE? ¿Y en


Andalucía?

En la UE, la normativa que regula la agricultura ecológica es la siguiente:

 Reglamento (UE) 2018/848 del Parlamento Europeo y Consejo, de 30 de mayo de


2018, sobre producción ecológica y etiquetado de los productos ecológicos (deroga el
Reglamento (CE) 834/2007 del Consejo).
 Reglamento (CE) 889/2008 de la Comisión, de 5 de septiembre de 2008, por el que se
establecen disposiciones de aplicación del Reglamento (CE) 834/2007 del Consejo
sobre producción y etiquetado de los productos ecológicos, con respecto a la
producción ecológica, su etiquetado y su control.
 Reglamento (UE) 392/2013 de la Comisión, de 29 de abril de 2013, que modifica el
Reglamento (CE) 889/2008 en lo que respecta al régimen de control de la producción
ecológica.

En Andalucía, la normativa que regula la agricultura ecológica es la siguiente:

 Decreto 166/2003, de 17 de junio, sobre la producción agroalimentaria ecológica en


Andalucía.
 Decreto 268/2003, de 30 de septiembre, por el que se crea el Registro de Entidades de
Inspección y Certificación de Productos Agroalimentarios y Pesqueros en la Comunidad
Autónoma de Andalucía.
 Ley 8/2003, de 28 de octubre, de la flora y la fauna silvestres.
 Decreto 221/2006, de 19 de diciembre, por el que se regula el reconocimiento y
registro de las entidades que presten servicio de asesoramiento en Andalucía y la
concesión de ayudas a su creación, adaptación y utilización.
 Ley 2/2011, de 25 de marzo, de la Calidad Agroalimentaria y Pesquera de Andalucía.
5. ¿Quién controla y certifica la producción ecológica?

En España, el control y la certificación de la producción agraria ecológica es competencia de las


Comunidades Autónomas y se lleva a cabo mayoritariamente por autoridades de control
públicas, a través de Consejos o Comités de Agricultura Ecológica territoriales que son
organismos dependientes de las correspondientes Consejerías o Departamentos de
Agricultura, o directamente por Direcciones Generales adscritas a las mismas.

No obstante, las Comunidades Autónomas de Andalucía y Castilla La Mancha, han autorizado


organismos privados para la realización de estas funciones y, en el caso de Aragón, las
autoridades competentes han designado una autoridad de control pública y han autorizado a
su vez organismos de control privados.

6. ¿Cómo se identifica un producto ecológico? Significado del distintivo.

Como distintivo para que el consumidor pueda diferenciar los productos ecológicos, todas las
unidades envasadas, deberán llevar impreso el logotipo de la UE y el código numérico de la
entidad de control de quien depende el operador responsable del producto ecológico además
de su propia marca y los términos específicos de la producción ecológica.

El formato general de los códigos numéricos será el que se indica a continuación:

AB-CDE-999, donde:

a) «AB» corresponde al código ISO del país en el que se llevan a cabo los controles;
b) «CDE» corresponde a un término de tres letras que deberá aprobar la Comisión o cada
Estado miembro, como "bio", "öko", "org" o "eko", para establecer un vínculo con la
producción ecológica; y
c) «999» corresponde al número de referencia, de un máximo de tres dígitos, que debe
ser asignado por:
i) la autoridad competente de cada Estado miembro a las autoridades de
control u organismos de control en los que aquella haya delegado
tareas de control;
ii) la Comisión a:
- las autoridades de control y los organismos de control reconocidos
por la Comisión de conformidad con el artículo 46,
- las autoridades competentes de terceros países reconocidas por la
Comisión de conformidad con el artículo 48.

7. ¿Cuáles son los requisitos para considerar una empresa alimentaria


ecológica?

Para empezar a producir alimentos ecológicos, lo primero es adherirse a los principios de la


agricultura ecológica, establecidos en el reglamento de la Comisión Europea.

El punto de partida es adquirir o alquilar una parcela agrícola, ya que los requisitos de la
agricultura ecológica están centrados en el suelo agrícola. Es necesario contar con formación
y/o experiencia en agricultura, ya que esta actividad requiere compromiso y conocimientos.
Como agricultores, será nuestra responsabilidad poder garantizar:

 Unas mejores prácticas ambientales


 Un alto nivel de biodiversidad
 Preservación de los recursos naturales
 Altos estándares de bienestar animal

Estos principios principales deben traducirse en métodos concretos de producción, como


rotaciones de cultivos plurianuales, el uso de estiércol de ganado como fertilizante y el cultivo
de lo que la granja puede rendir de forma natural. Además, es muy importante fomentar la
resistencia natural a plagas y enfermedades tanto en cultivos como en ganado. Es
recomendable disponer de hábitats adecuados para el beneficio de los animales que ayuden a
controlar las plagas de forma natural (unas buenas condiciones de vida ayudan a no contraer
enfermedades, por ejemplo). También es importante garantizar el acceso a alimentos de
calidad y pasto al aire libre para mantener la salud de los animales.

Los agricultores ecológicos son controlados una vez al año para asegurarse de que cumplen los
requisitos de la agricultura ecológica y, si es así, los productos pueden llevar el logotipo
orgánico de la Unión Europea.

En la mayoría de casos serán necesarios cursos de formación (un curso de conversión a la


producción ecológica para trabajadores del sector dura unas 40 horas) e incluso estadías en
prácticas en granjas ecológicas certificadas.

Hay que ser consciente de que se requiere un periodo de transición de dos años antes de que
un producto se pueda comercializar como ecológico, ya que se requiere que los cultivos se
hagan en terrenos que no hayan sido tratados con productos restringidos durante un periodo
de tiempo determinado. Por eso, si ya se dispone del terreno para llevar a cabo la actividad, es
importante investigar la historia de esa tierra, para conocer las sustancias utilizadas para tratar
el suelo y las plantas en los últimos años. Si o se dispone de esa información, será necesario
pedirla a los que han hecho uso de ese terreno anteriormente.

En el ámbito de la ganadería, hay que hacer una progresión a la alimentación 100% ecológica,
sin suplementos y sin medicamentos, etc.

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