Facultad de Teología Materia: Salesianidad Docente: Rubén Darío Jaramillo, SDB. Estudiante: Renson Velandia Jaimes Fecha: 03/Septiembre/2019 -------------------------------------------------------------------------------------------------------------- El Oratorio Uno de los objetivos del oratorio es el hacer resonar en la mente de los jóvenes el principio moral y religioso cristiano, unido a esta meta está la intención de despertar ese espacio de bondad perceptible en cada persona, don Bosco “les hacía desear ser mejores”. Este deseo de superar los límites socio-culturales consolidó un proyecto educativo que posibilitó una vida en excelencia espiritual, profesional y cultural, al punto de alcanzar una vida en santidad, fruto de una rica experiencia de encuentro con Dios y con el prójimo en esa pequeña comunidad eclesial surgida en Valdocco, que se extendió en misión a muchísimos lugares del mundo. La lectura de la realidad juvenil que realizó don Bosco partió de su contacto directo con los jóvenes, en particular, la situación concreta en su visita a las cárceles de Turín, reflexiona nuestro patrono “estos lugares de miseria espiritual y temporal”, donde se encuentran “jovencitos”, de edad florida, inteligencia despierta y buen corazón, pero que son considerados el oprobio de la sociedad. A partir de este horizonte don Bosco vislumbra una opción educativa por el joven. Luego de un trabajo pastoral, don Bosco logra describir algunos rasgos característicos de la juventud, los clasifica en “difíciles, disipados y buenos”. El estilo educativo del oratorio permite: a) que no se hagan peores, b) muchos llegan a asentar el juicio, c) los mismos que bajo la vigilancia parecían insensibles, con el tiempo se hacen, sino del todo al menos en parte, asequibles. Las respuestas de don Bosco a las necesidades de don Bosco fueron: una comunidad educativa movida por el deseo de educar y evangelizar, este primer fundamento fue acompañado por una catequesis apropiada, unos momentos formativos y lúdicos agradables, un ambiente de acogida cordial hacia los jóvenes, un horario y un reglamento oportuno, una administración eficiente. Además, espacios formativos necesarios como: las escuelas dominicales, las clases nocturnas, las escuelas diarias matinales, los talleres.