ves? No, no te ves porque nadie es capaz de ver sus propias espaldas Me pierdo
pero tú estás aquí, créeme: en tus ojos
en este poema mirándome cafés como chocolates de frente pertenecientes ambos que se derriten al palparlos al onomatopéyico silencio lengua contra el paladar/para dar del no saber qué decir/ Mírate, inicio al círculo vicioso interminable, infinito e infalible, mientras dura: aunque no puedas verte, mírate el tiempo es subjetivo pues tú estás aquí: en este poema y su objetivo es acosarnos y en muchos otros en los que paparazzi de los nadie/ tampoco de nosotros/de los otros has podido verte porque nadie tumbados/penetrados/olvidados/ puede ver sus propias espaldas por completo/especial/tomate mayo/ dinámico quizá/también son buenos Pero tú estás aquí, carajo: los churrascos y los as/con harta en este poema aquí te palta quedas cuando la distancia viene y mayonesa/como esa/que bailaba Avernos/vives en este lívido libro la Porotito Verde De pequeños habitáculos que son en ese programa de mierda las estrofas en donde ahora reposas que cruza dos calles entre tetas y chistes hoy descansas en éste: cierras los y un Porsche ojos que no tenemos sueñas, tal vez, como lo hiciste ayer para ir a dar una vuelta no en un poema, sino llenando por ahí o por allá este espacio, este desierto. juntitos y nada más.