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Capítulo 2 – El viento

2.1. EL VIENTO

2.1.1. Introducción
El viento es el resultado del movimiento del aire atmosférico el que es causado
principalmente por la radiación solar, la cual es absorbida y reflejada por las diferentes
capas de la atmósfera y por los diferentes tipos de superficies existentes sobre la tierra.
De este modo, la atmósfera se calienta en forma desigual, originando circulación por
convección.
A nivel planetario, este hecho se manifiesta con un mayor calentamiento del aire
en las zonas tropicales que lo hace ascender, siendo su lugar ocupado por aire más frío
proveniente de los polos. Esta acción se combina con la rotación de la tierra y la fuerza
de la gravedad contribuyendo a la formación de los vientos.
A su vez, la superficie de la tierra ejerce una fuerza de fricción sobre el aire en
movimiento que retarda el flujo generando turbulencias. Esta región se conoce con el
nombre de capa límite atmosférica, variando su altura entre cientos de metros y varios
kilómetros según las condiciones meteorológicas.
En esta porción inferior de la atmósfera es donde funcionan las turbinas eólicas
que normalmente no sobrepasan los 100 o 200 m de altura. En esta región, la fricción
origina una variación significativa de la velocidad con la altura que depende fuertemente
de la rugosidad del terreno circundante por lo que resulta muy importante la elección
adecuada del sitio donde se instalará la turbina.
Además para la explotación energética de una zona, se debe tener en cuenta el
valor medio de la velocidad, su distribución anual, conjuntamente con la duración de los
períodos de calma, la dirección predominante del viento, la intensidad de las ráfagas y
sus variaciones diario y estacional.

2.2. FUENTES DE LA ENERGÍA EÓLICA

Todas las fuentes de energía renovables (excepto la mareomotriz y la


geotérmica), e incluso la energía de los combustibles fósiles, provienen del sol. El sol
irradia 174.423.000.000.000 KW/h de energía por hora hacia la Tierra. En otras
palabras, la Tierra recibe 1,74 x 1017 W de potencia en ese lapso.
Alrededor de un 1 a un 2% de la energía proveniente del sol es convertida en
energía eólica. Por lo que se tendría disponible una energía alrededor de 50 a 100
veces superior a la convertida en biomasa por todas las plantas de la tierra.
Las diferencias de temperatura genera la circulación de aire. Alrededor del
Ecuador, a 0° de latitud, son calentadas por el sol más que en las zonas del resto del
globo. En imágenes de rayos infrarrojos de la superficie del mar, tomadas por el satélite
de la NASA, NOAA-7, en julio de 1984, éstas áreas calientes pueden verse indicadas
en colores cálidos, rojo, naranja y amarillo, tal como lo muestra la Fig. 2-1.

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Figura 2 - 1

El aire caliente es más ligero que el aire frío, por lo que subirá hasta alcanzar una
altura aproximada de 10 Km y se extenderá hacia el norte y hacia el sur. Si el globo no
rotase, el aire simplemente llegaría al Polo Norte y al Polo Sur, para posteriormente
descender y volver al Ecuador.
1) La potencia emitida por el Sol sobre la superficie de la esfera que tiene al Sol
como su centro y el radio promedio de la trayectoria terrestre es de 1.37 KW/m². La
potencia incide sobre un disco circular con un área de 1.27 x 1014 m². La potencia
emitida a la Tierra es, por tanto, de 1.74 x 1017 W.
2) En promedio, la producción primaria neta de las plantas está alrededor de 4.95
x 106 (cal/m2) por año. Esto hace que la producción primaria neta global, es decir, la
cantidad de energía disponible en todos los posteriores eslabones de la cadena
alimenticia/energética deba ser inferior a ese valor.
Considerando que el área de la superficie de la Tierra es de 5,09 x 1014 m², la
cantidad de potencia neta almacenada por las plantas resultará 1,91 x 1014 W, lo cual
equivale al 0,011% de la potencia irradiada por el Sol a la Tierra.

2.2.1. La fuerza de Coriolis


El matemático francés Gustave Gaspard Coriolis (1792-1842) estudió los efectos
que la rotación del globo producía en los objetos en puntos diametralmente opuestos
como el Hemisferio Norte y el Hemisferio Sur. Mientras que en el hemisferio Norte los
movimientos eran desviados hacia la derecha, en el hemisferio Sur los movimientos
eran desviados hacia la izquierda. Esta aparente fuerza de curvatura es la que luego
sería conocida como Fuerza de Coriolis en honor al eminente matemático que estudió
este fenómeno.
La fuerza de Coriolis es un fenómeno visible. Las vías del ferrocarril se
desgastan más rápidamente de un lado que del otro. Las cuencas de los ríos están
excavadas más profundamente en una cara que en la otra (de cual se trate depende en
qué hemisferio se encuentre un observador: en el hemisferio norte las partículas sueltas
son desviadas hacia la derecha).
En el hemisferio norte el viento tiende a girar en el sentido contrario al de las
agujas del reloj (visto desde arriba) cuando se acerca a un área de bajas presiones. En
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el hemisferio sur el viento gira en el sentido de las agujas del reloj alrededor de áreas
de bajas presiones.

2.3. VIENTOS GLOBALES

El fenómeno conocido como viento está constituido por las corrientes de aire
generadas a consecuencia del desigual calentamiento de la superficie de la tierra. La no
uniformidad del flujo de radiación solar incidente hace que unas zonas se calienten más
que otras, provocando movimientos convectivos de la masa atmosférica. El aire
caliente asciende, arrastrando aire más frío proveniente de una región vecina. Al subir
se enfría, por lo que aumenta su densidad, descendiendo para volver a repetir el ciclo.

2.3.1. Efecto de la fuerza de Coriolis sobre los vientos globales


El viento sube desde el ecuador y se desplaza hacia el norte y hacia el sur en las
capas más altas de la atmósfera. Alrededor de los 30° de latitud en ambos hemisferios
la fuerza de Coriolis evita que el viento se desplace más allá. En esa latitud se
encuentra un área de altas presiones, por lo que el aire empieza a descender de nuevo.
Cuando el viento sube desde el ecuador se produce un área de bajas presiones cerca
del nivel del suelo atrayendo los vientos del norte y del sur. En los polos, se registran
altas presiones debido al aire frío. Teniendo en cuenta la fuerza de curvatura de la
fuerza de Coriolis, se obtienen los siguientes resultados generales de las direcciones
del viento dominantes:

TABLA 2-1 DIRECCIONES DE VIENTO DOMINANTES


LATITUD 90º-60º N 60º-30º N 30º-0º N 0º-30º S 30º-60º S 60º-90º S
DIRECCIÓN NE SO NE SE NO SE

Figura 2 – 2

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Movimiento convectivo en la atmósfera


Figura 2 – 3

En las figuras 2-2 (hecha a partir de una fotografía tomada desde el satélite de
la NASA GOES-8) y 2-3, el espesor de la atmósfera está exagerado
Realmente la atmósfera tiene un espesor de sólo 10 Km, lo que representa
1/1200 del diámetro del globo. Esta parte de la atmósfera, conocida con el nombre de
troposfera, es donde ocurren todos los fenómenos meteorológicos (y también el efecto
invernadero).
Las direcciones dominantes del viento son importantes para el emplazamiento de
un aerogenerador, ya que obviamente se querrá situarlo en un lugar en el que haya el
mínimo número de obstáculos posibles para las direcciones dominantes del viento. Sin
embargo la geografía local puede influenciar en los resultados de la tabla anterior.

2.3.2. Vientos geostróficos


La atmósfera (Troposfera) es una capa muy fina alrededor del globo. El globo
tiene un diámetro de 12.000 Km. La troposfera, que se extiende hasta los 11 Km de
altitud, es donde tienen lugar todos los fenómenos meteorológicos y el efecto
invernadero.
En la figura 2-4 puede verse una extensión de islas de 300 Km y la altura
aproximada de la troposfera. Visto a una escala diferente: si el globo fuese una bola de
1,2 metros de diámetro, la atmósfera sólo tendría un espesor de 1 mm.

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Figura 2 - 4
Figura 2 - 3

2.3.3. El viento geostrófico


Los vientos que han sido considerados precedentemente como vientos globales
son en realidad los vientos geostróficos. Los mismos son generados, principalmente,
por las diferencias de temperatura, así como por las de presión, y apenas son
influenciados por la superficie de la tierra, así se encuentren a una altura de 1.000
metros a partir del nivel del suelo.
La velocidad de los vientos geostróficos puede ser medida utilizando globos
sonda.

2.3.4. Vientos de superficie


Los vientos están mucho más influenciados por la superficie terrestre a altitudes
de hasta 100 m. y son frenados por la rugosidad de la superficie de la tierra y por los
obstáculos. Las direcciones del viento cerca de la superficie serán ligeramente
diferentes de las de los vientos geostróficos debido a la rotación de la tierra.
Tratándose de energía eólica interesará conocer los vientos de superficie y cómo
calcular la energía aprovechable del viento.

2.3.5. Vientos locales


Aunque los vientos globales son importantes en la determinación de los vientos
dominantes de un área determinada, las condiciones climáticas locales pueden influir

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en las direcciones de viento más comunes. Los vientos locales siempre se superponen
en los sistemas eólicos a gran escala, esto es, la dirección del viento es influenciada
por la suma de los efectos global y local.
Cuando los vientos a gran escala son suaves, los vientos locales pueden
dominar los regímenes de viento.

2.3.6. Brisas marinas


Durante el día la tierra se calienta más rápidamente que el mar por efecto del sol.
El aire sube, circula hacia el mar, y crea una depresión a nivel del suelo que atrae el
aire frío del mar. Esto es lo que se llama brisa marina. A menudo hay un periodo de
calma al anochecer, cuando las temperaturas del suelo y del mar se igualan.
Durante la noche los vientos soplan en sentido contrario. Normalmente durante la
noche la brisa terrestre tiene velocidades inferiores, debido a que la diferencia de
temperaturas entre la tierra y el mar es más pequeña. Figura 2-5.

Figura 2 - 5

El conocido monzón del sureste asiático es en realidad una forma a gran escala
de la brisa marina y la brisa terrestre, variando su dirección según la estación, debido a
que la tierra se calienta o enfría más rápidamente que el mar.

2.3.7. Vientos de montaña


Un ejemplo es el viento del valle que se origina en las laderas que dan al sur en
el hemisferio norte (ó en las que dan al norte en el hemisferio sur). Cuando las laderas y
el aire próximo a ellas están calientes la densidad del aire disminuye, y el aire asciende
hasta la cima siguiendo la superficie de la ladera. Durante la noche la dirección del
viento se invierte, convirtiéndose en un viento que fluye ladera abajo. Si el fondo del
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valle está inclinado, el aire puede ascender y descender por el valle; este efecto es
conocido como viento de cañón. Figura 2-6.

Figura 2 - 6

Los vientos que soplan en las laderas a sotavento pueden ser bastante potentes.
Ejemplo de ello son: el Chinook en las Montañas Rocosas y el Zonda en los Andes.
Ejemplos de otros sistemas de viento locales son el Mistral, soplando a lo largo
del valle del Rhone hasta el Mar Mediterráneo, y el Sirocco, un viento del sur
proveniente del Sahara que sopla hacia el Mar Mediterráneo.
En la región del Dpto Pedernera de la Pcia. de San Luis, Rep. Arg., es posible
que dichas características las tenga el Cerro del Morro, digno de ser tenido en cuenta
para ser analizado en su potencial eólico.

2.4. CONDICIONES EÓLICAS EN EL MAR

Cuando las velocidades del viento son constantes, las superficies de mares y
lagos son obviamente constantes y la rugosidad de la superficie marina es muy baja.
Esta situación se modifica cuando se acrecientan las velocidades y parte de la energía
es empleada en producir oleajes que aumentan la rugosidad. Alcanzada esta etapa, la
rugosidad decrece nuevamente. Es decir que la rugosidad de la superficie marina es
variable con relación a la velocidad del viento. El mismo comportamiento sucede en las
superficies cubiertas con nieve.
Puede considerarse que la rugosidad de la superficie del agua es muy baja y que
los obstáculos que se le presentan al viento son pocos. No obstante, al momento de
realizar los cálculos deberán tenerse en cuenta islas, faros, etc. y todos aquellos
situados en la dirección de donde viene el viento o los cambios de rugosidad en la
tierra.

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2.4.1. Bajo cizallamiento del viento implica menor altura de nacello


Con una baja rugosidad, el cizallamiento del viento en el mar es también muy bajo,
lo que implica que la velocidad del viento no experimenta grandes cambios al variar la
altura del nacello del aerogenerador, resultando por lo tanto más económico utilizar
torres más bien bajas, de alrededor de 0,75 veces el diámetro del rotor.

Aerogenerador marino de 500 kW


Figura 2 - 7

El viento en el mar es generalmente menos turbulento que en tierra, por lo que en


un aerogenerador situado en el mar se puede esperar un tiempo de vida mayor que en
otro situado en tierra. Esto se debe, ante todo, al hecho de que las diferencias de
temperatura a diferentes altitudes de la atmósfera que hay sobre el mar son inferiores a
las que hay sobre la tierra. Además la radiación solar puede penetrar varios metros bajo
el mar mientras que en tierra sólo calienta la capa superior del suelo.
Consecuentemente, las diferencias de temperatura entre la superficie y el aire serán
menores sobre el mar que sobre la tierra. Esto es lo que provoca que la turbulencia sea
menor.

Generalizando, se puede concluir que:

Baja intensidad de las turbulencias

=
mayor tiempo de vida de los aerogeneradores

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2.5. CIZALLAMIENTO DEL VIENTO Y ESCARPAS

No se debe incluir la altitud del terreno en los cálculos del cizallamiento del viento

Figura 2 - 8

Un error muy frecuente que se suele cometer cuando se calculan las velocidades
de viento, es añadir a la altura de la torre del aerogenerador, la altura del terreno en
donde se procederá a instalar la misma.
En el caso que se ilustra en la fotografía aérea de la Figura 2-8, se muestra un
buen emplazamiento para aerogeneradores a lo largo de una línea de costa con las
turbinas sobre un acantilado que está a una altura aproximada de 10 metros. En
ningún caso se podrá añadir la altura del accidente geográfico en el cálculo de la altura
efectiva en situaciones como la del acantilado, ni aún cuando el viento provenga del
mar.
Debido a la turbulencia que el acantilado creará, el viento se frenará antes de
que llegue al mismo. Por lo tanto, la aparente ventaja de acercar las turbinas al
acantilado, únicamente implicará una serie de consecuencias negativas:
1. Una producción de energía menor, y
2. Reducirá el tiempo de vida de las turbinas, debido a una mayor rotura y
desgaste provocadas por la turbulencia.
Evidentemente, una colina suavemente redondeada en lugar del escarpe que se
ve en la imagen, sería la mejor opción; incluso permitiría experimentar un efecto
acelerador.

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2.6. VARIABILIDAD DE LA VELOCIDAD DEL VIENTO

2.6.1. Variabilidad del viento a corto plazo

Gráfica 2 - 1

La velocidad del viento está siempre fluctuando, por lo que el contenido


energético del viento varía continuamente. La magnitud exacta de esa fluctuación
depende tanto de las condiciones climáticas como de las condiciones de superficie
locales y de los obstáculos.
La producción de energía de una turbina eólica variará conforme varíe el viento,
aunque las variaciones más rápidas serán hasta cierto punto compensadas por la
inercia del rotor de la turbina eólica.

2.6.2. Variaciones diurnas (noche y día) del viento

Gráfica 2-2 a)

En la mayoría localizaciones del planeta el viento sopla más fuerte durante el día
que durante la noche. La gráfica 2-2 a) muestra, en intervalos de 3 horas, como varía
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la velocidad del viento a lo largo del día en Beldringe (Dinamarca), mientras la gráfica
2-2 b) muestra como varía la velocidad del viento en Alcantarilla (España) en un día
típico del mes de agosto.

Gráfica 2 – 2 b)

Esta variación se debe sobretodo a que las diferencias de temperatura, por


ejemplo entre la superficie del mar y la superficie terrestre, son mayores durante el día
que durante la noche. El viento presenta también más turbulencias y tiende a cambiar
de dirección más rápidamente durante el día que durante la noche.
El hecho de que la mayor parte de la energía eólica se produzca durante el día
es una ventaja desde el punto de vista de los propietarios de aerogeneradores, ya que
el consumo de energía es mayor que durante la noche. Muchas compañías eléctricas
pagan más por la electricidad producida durante las horas en las que hay picos de
carga (cuando hay una falta de capacidad generadora barata).

2.6.3. Ráfagas
Para el cálculo de resistencia estructural de las turbinas es necesario conocer los
valores de velocidad media máxima de una lugar y los valores de las ráfagas que
puedan ocurrir, así como la velocidad media del viento es fundamental para el cálculo
de la energía que pueden captar las turbinas eólicas.
La velocidad media máxima es aquella que asegura que la instalación puede
resistir las tormentas más severas y normalmente es de 60 m/s. A su vez se debe tener
en cuenta que en lugares como la Antártida los vientos extremos son muy intensos, por
lo que es necesario tomar un margen adicional.
En el caso de ráfagas muy intensas, la velocidad Vr se puede calcular a partir de
la velocidad media horaria máxima Vmáx de un lugar, por medio del factor de ráfaga fr

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VI
fr =
Vmáx

en donde:
fr = 1,3 para terrenos suaves o regiones próximas al mar
fr = 2,5 para terrenos con numerosos obstáculos como edificios en las ciudades. Para
estos valores numéricos se supone una ráfaga de 2 seg. de duración.

Es por esta razón que el diseño estructural tiene que tener en cuenta el efecto
dinámico que comprende la flexibilidad de toda la turbina y especialmente la flexibilidad
de la hélice y de la columna soporte.
Por lo tanto la máquina debe ser capaz de soportar estáticamente los valores de
la V máx de un lugar y el efecto dinámico de las ráfagas.

2.6.4. Turbulencias
Por lo general el movimiento atmosférico presenta características de flujo
turbulento, aunque bajo algunas circunstancias especiales, el aire circula en forma de
flujo laminar. En este último caso, las pequeñas fluctuaciones que naturalmente se
producen en el movimiento del aire, son amortiguadas por lo que el flujo resultante es
suave y ordenado. Sin embargo, normalmente esto no ocurre incrementándose las
perturbaciones por lo que el flujo se hace turbulento.
En la atmósfera se distinguen dos tipos de turbulencias:
a) La turbulencia de origen mecánico: se genera por la presencia de
obstáculos sobre la superficie que fuerzan al viento a pasar por encima de
ellos produciendo remolinos de distintas características en la parte posterior
de los mismos.
b) La turbulencia de origen térmico: se genera cuando el movimiento
ascendente de masas de aire calentadas en la superficie de la tierra son
ocupadas por las masas frías que descienden para ocupar el lugar dejado
por las primeras. Pueden ser inestable, neutral o estable.
1. Inestable: la temperatura del aire disminuye con la altura y la
turbulencia actúa como excitación inicial para luego ser amplificada y
transportada. Este fenómeno ocurre normalmente alrededor de las
15:00 hs cuando la tierra está más caliente que el aire por efecto de la
radiación solar y la inestabilidad térmica produce mucha turbulencia.
2. Neutral: la temperatura es prácticamente constante con la altura y
cualquier perturbación en la atmósfera no produce reacción. Ocurre
normalmente a las 9:00 hs o las 18:00 hs, dependiendo la turbulencia
únicamente de la acción mecánica.
3. Estable: la temperatura aumenta con la altura y las perturbaciones son
rápidamente amortiguadas. Si además, la velocidad del viento es baja,
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las perturbaciones mecánicas son reducidas y puede existir flujo


laminar. Puede ocurrir alrededor de las 5:00 hs cuando la tierra está fría
y la temperatura del aire tiene un gradiente positivo. Cuando la
velocidad del viento aumenta, disminuye la influencia de la temperatura
sobre el aire y el perfil de temperatura se aproxima a la condición de
estabilidad neutral.
Ambos tipos de turbulencia actúan simultáneamente y según los casos será más
importante uno que otro.
Es así que en áreas cuya superficie es muy accidentada y tras obstáculos como
edificios, también se producen muchas turbulencias, con flujos de aire muy irregulares,
con remolinos y vórtices en los alrededores. Es fácil observar que las tormentas suelen
venir asociadas a ráfagas de viento que cambian tanto en velocidad como en dirección.
Las turbulencias disminuyen la posibilidad de utilizar la energía del viento de
forma efectiva en un aerogenerador; también provocan mayores roturas y desgastes en
la turbina eólica por lo que las torres de aerogeneradores suelen construirse lo
suficientemente altas como para evitar las turbulencias del viento cerca del nivel del
suelo.

Gráfica 2 - 3

En la gráfica 2-3 puede verse como la turbulencia aumenta las fluctuaciones en


la velocidad del viento.

2.7. EFECTO DE LA ESTELA

Dado que un aerogenerador produce energía a partir de la energía del viento, el


viento que abandona la turbina debe tener un contenido energético menor que el que
llega a la turbina.

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Efecto de la estela en un aerogenerador.


Figura 2 - 9

Esto se deduce directamente del hecho de que la energía ni se crea ni se


destruye.
Un aerogenerador siempre va a crear un abrigo en la dirección a favor del viento,
decir, habrá una estela tras la turbina, una larga cola de viento bastante turbulenta y
ralentizada, si se compara con el viento que llega a la turbina. Este efecto puede
visualizarse mejor si en el aerogenerador se le añade un dispositivo que arroje humo al
aire que pasa a través de la turbina, tal y como se ha hecho en la imagen de la Figura
2-9.
En los parques eólicos, para evitar una turbulencia excesiva corriente abajo
alrededor de las turbinas, cada una de ellas suele estar separada del resto una
distancia mínima de 3D hasta 10h en las direcciones de viento dominante, en donde:
D = diámetro del rotor y h = altura.

2.8. SELECCIÓN DEL LUGAR PARA INSTALAR LA TURBINA

2.8.1. Obstáculos
El eficiente funcionamiento de una turbina depende, esencialmente, de cuánto la
afectan los obstáculos o las ondulaciones del terreno circundante. Para asegurar esta
eficiencia, la instalación de una turbina debe ser cuidadosamente estudiada.
Llamando h, la altura de los obstáculos en la zona, se pueden presentar los
siguientes casos:
1. Edificios: el aparato deberá instalarse:
a) A más de 10 h detrás del obstáculo (según la dirección del viento), o
b) A más de 2 h delante del obstáculo.

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Capítulo 2 – El viento

c) Si estos requisitos no se pueden cumplir, se deberá considerar la


altura del obstáculo para posteriormente ubicar el aerogenerador a
una altura sobre el suelo de más de 2h.

>2h

>2h > 10 h
Ubicación alrededor de Edificios
Figura 2 - 10

2. Barrera de árboles: el aparato se deberá ubicar


a) A una distancia de más de 5 veces la altura de los árboles delante
del comienzo de la barrera de árboles.
b) A una distancia de más de 15 veces la altura de los árboles detrás
de la barrera
En todos los casos deberá evitarse la turbulencia producida por los obstáculos
alejándose del mismo o elevando la altura de la torre unas 2 veces por encima del
obstáculo próximo, lo suficiente para poder ubicar toda la hélice fuera del área
turbulenta.

Ubicación alrededor de Barrera de Árboles


Figura 2 - 11

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3. Zona montañosa: en esta situación, las partes más recomendadas para la


instalación son evidentemente las más altas; pero teniendo en cuenta ciertas
consideraciones sobre el comportamiento del flujo de aire en esa región.
a) Si el viento sobrepasa la montaña, las líneas de corriente se
comprimen y el flujo se acelera alcanzando su valor máximo en la
cima donde la velocidad media puede incrementarse hasta en un 50%
sobre la llanura circundante.
b) En una montaña aislada, el efecto es menos intenso porque una
porción importante del viento pasa por los costados.
c) En un cordón montañoso perpendicular a la dirección del viento, el
efecto es máximo.
d) Cuando el viento sucede detrás de la montaña, se hace muy
turbulento por lo que debe evitarse instalaciones en esta región.
e) En el caso de mesetas o colinas con la cúspide plana, figura 2-11,
la turbulencia es intensa por lo que debe evitarse las instalaciones en
esta zona porque se puede dañar seriamente el funcionamiento de
una hélice que barre regiones de velocidades de viento muy distintas.

Turbulencia en Mesetas
Figura 2 - 12

f) Otro factor a tener en cuenta, son los cambios de temperatura entre


el día y la noche, figura 2-12, ya que en las zonas de montaña
durante la noche la tierra se enfría enfriando a su vez el aire de las
capas adyacentes. El aire frío es más pesado por lo que al descender
por las laderas hacia el valle, produce una brisa nocturna para
finalmente acumularse en la parte más baja, estableciendo una región
calma sin vientos. Lo mismo ocurre en invierno cuando el aire frío
desciende por las laderas y se estaciona en los valles.

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Capítulo 2 – El viento

Brisa de Montaña
Figura 2 - 13

3. Regiones costeras: es importante considerar el efecto local que se produce


debido al calentamiento y enfriamiento diurno-nocturno, figura 2-14:
a) Durante la noche, la tierra se enfría más rápidamente que el mar. El
aire sobre el agua se mantiene más caliente y asciende por lo que su
lugar es ocupado por el aire frío de tierra, originándose una brisa hacia
el mar.
b) Durante el día, el proceso se invierte.

Brisa en Zona costera


Figura 2 - 14

2.9. OBSTÁCULOS AL VIENTO

En algunas oportunidades, lo que puede considerarse un comportamiento obvio


en situaciones normales, se transforma en un fenómeno que contradice los supuestos
iniciales.
En un emplazamiento eólico de una zona costera donde las turbinas se hallan
separadas aproximadamente 5 diámetros de rotor, con el viento viniendo desde la parte
derecha de la fotografía de la figura 2-15 y con un pequeño bosque que se sitúa
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Capítulo 2 – El viento

enfrente de las turbinas, a la misma distancia de 5 diámetros de rotor de la primera


turbina, se presenta un interesante fenómeno:

Figura 2 - 15

Se debería esperar realmente que el aerogenerador de la derecha (que está


directamente de cara al viento) fuese el primero en empezar a girar cuando el viento
empieza a soplar, sin embargo los primeros que lo harán serán los aerogeneradores
siguientes.
Este interesante fenómeno tiene un motivo que explica su ocurrencia: el pequeño
bosque que está enfrente de las turbinas resguarda, particularmente, la que está más a
la derecha, por lo que a bajas velocidades de viento ésta no podrá arrancar, lo que sí
será suficientes para hacer que los otros dos generadores que están menos
resguardadas por el obstáculo funcionen. En este caso, la producción anual de estos
aerogeneradores se verá probablemente reducida en un 15 % de media, e incluso más
en el caso de la turbina situada más a la derecha.

Vista lateral de la corriente de viento alrededor de un obstáculo.


Figura 2 - 16

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Capítulo 2 – El viento

Los obstáculos del viento tales como edificios, árboles, formaciones rocosas, etc.
pueden disminuir la velocidad del viento de forma significativa y a menudo crean
turbulencias en torno a ellos.
En las figuras 2-16 y 2-17, de típicas corrientes de viento alrededor de un
obstáculo, se puede ver que la zona de turbulencias puede extenderse hasta una altura
alrededor de 3 veces superior a la altura del obstáculo. La turbulencia es más
pronunciada detrás del obstáculo que delante de él.
Es por lo mismo que lo mejor es evitar grandes obstáculos cerca de las turbinas
eólicas, y en particular si se encuentran en la parte donde sopla en viento dominante,
es decir, "en frente de la turbina".

Vista superior de la corriente de aire alrededor de un obstáculo


Figura 2 - 17

2.10. ANCHURA DEL OBSTÁCULO

Un aspecto a considerar, aparte de la altura de los obstáculos, es la anchura de


los mismos. Es decir aquellos obstáculos que son infinitamente largos, que están
situados en ángulo recto (perpendiculares) respecto a la dirección del viento y que por
ser muy estrechos, proyectan una sombra del viento mucho más pequeña que la que
proyecta un objeto más ancho.
Para realizar los cálculos y por razones prácticas, se puede considerar un
estudio del horizonte dividido en 12 sectores, cada uno de 30º alrededor de la turbina.
De esta manera, utilizando el Programa de Cálculo de Abrigo, se pueden obtener
gráficos donde se puede apreciar el espacio que ocupa el obstáculo en una
determinada sección de 30º (en escalones del 10 por ciento). Así, la anchura del
obstáculo puede modificarse en escalones del 10%. También se puede introducir
directamente la longitud exacta del obstáculo (vista desde la turbina eólica), o bien
introducir el porcentaje de anchura del sector que ocupa el objeto.

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 19


Capítulo 2 – El viento

2.11. POROSIDAD

Los obstáculos disminuirán la velocidad del viento corriente abajo del obstáculo.
Esta disminución depende de la porosidad del obstáculo, es decir, de cómo de "abierto"
sea el obstáculo (la porosidad se define como el área libre dividida por el área total del
objeto de cara al viento).
Obviamente un edificio es sólido y no tiene porosidad mientras que un árbol
completamente abierto en invierno (sin hojas) puede dejar pasar a su través más de la
mitad del viento. Sin embargo, en verano el follaje puede ser muy denso, con lo que
puede hacer disminuir la porosidad hasta dejarla en una tercera parte.
El efecto de frenado del viento que un obstáculo produce aumenta con la altura y
la longitud del mismo. Obviamente, el efecto será más pronunciado cerca del obstáculo
y cerca del suelo.
De esta manera se puede introducir el concepto de porosidad de un obstáculo
como la indicación porcentual de la abertura de un obstáculo, es decir, de la facilidad
con que el viento puede pasar a través de él. La porosidad se define como el área libre
dividida por el área total del objeto de cara al viento.

Muro Árboles Árbol Árbol


= 0% diversos = 30% tupido = 50% sin follaje = 70%
Figuras 2 - 18

En general:
la sombra del viento será proporcional a [ 1 – la porosidad del obstáculo]

Se puede determinar que:


a) Un edificio tiene una porosidad nula
b) Un árbol sin hojas frenará el viento mucho menos que el edificio,
c) Los árboles con follaje espeso tendrán un efecto de frenado intermedio y
d) Un conjunto de edificios con algo de espacio entre ellos tendrá una porosidad
igual a siguiente relación

[área del espacio abierto]


[área total de ambos edificios + área del espacio abierto entre
ellos, visto desde el aerogenerador]

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 20


Capítulo 2 – El viento

Cuando los fabricantes y proyectistas calculan la producción de energía de un


aerogenerador, siempre tienen en cuenta los obstáculos próximos a la turbina (a menos
de un kilómetro en cualquiera de las direcciones más importantes del viento).

2.12. VARIACIÓN DE LA VELOCIDAD CON LA ALTURA

La velocidad del viento aumenta con la altura. La turbulencia de la atmósfera y la


fricción contra el suelo de las capas inferiores, determina la forma de esta variación que
puede expresarse como:

Ze – Z0 e
u = u1
Z1e – Z0 e
en donde:

Z0 = medida del tamaño de los remolinos producido por la rugosidad del terreno
Z1 = medida a una cierta altura del suelo
Z = medida que se quiere averiguar
u1 = velocidad del viento medida a la Z1
u = velocidad incógnita
0 < e < 0,5 para condiciones atmosféricas estables
(- 0,5) < e < 0 para condiciones atmosféricas inestables
e = 0 para condiciones atmosféricas neutras

El tipo de terreno circundante tiene una marcada influencia sobre el perfil del
viento. Para el caso de la gráfica 2-4, los distintos casos de la variación de la velocidad
se han trazado considerando que a 30 m de altura, la velocidad es de 10 m/seg.

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 21


Capítulo 2 – El viento

Variación de la Velocidad del Viento con la Altura, para diferentes terrenos

Gráfica 2 - 4

También se puede expresar dicha fórmula como una “Distribución


Logarítmica” para e = 0 como

ln Z / Z0
u = u1
ln Z1 / Z0

La “Ley de Variación Logarítmica” ha sido estudiada en un gran número de


observaciones experimentales y su validez ha sido verificada en condiciones de
estabilidad neutra. Como estos casos se manifiestan con velocidades de viento de
cierta significación, que son los que realmente interesan para el aprovechamiento de la
Energía Eólica, esta última expresión es la recomendada para aplicaciones referidas a
turbinas de viento.

2.13. RUGOSIDAD Y CIZALLAMIENTO DEL VIENTO

Como ya se ha visto, la influencia que la superficie terrestre ejerce sobre las


velocidades del viento es inversamente proporcional a la altura a la que se realice el
estudio. Es así que a una gran altura de la superficie del suelo, alrededor de un
kilómetro, la superficie terrestre apenas ejerce influencia alguna sobre el viento. Sin
embargo, en las capas más bajas de la atmósfera, las velocidades del viento se ven
afectadas por la fricción con la superficie terrestre.

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 22


Capítulo 2 – El viento

En la industria eólica se distingue entre rugosidad del terreno, la influencia de los


obstáculos, y la influencia del contorno del terreno, también llamada orografía del área.
En el caso de la orografía, este aspecto se desarrolla con más detenimiento cuando se
investigan los llamados efectos aceleradores, a saber, el efecto túnel y el efecto de la
colina.

2.13.1. Rugosidad
En general, cuanto más pronunciada sea la rugosidad del terreno mayor será la
ralentización que experimente el viento.
Obviamente, los bosques y las grandes ciudades ralentizan mucho el viento,
mientras que las pistas de hormigón de los aeropuertos sólo lo ralentizan ligeramente.
Las superficies de agua son incluso más lisas que las pistas de hormigón, y tendrán por
tanto menos influencia sobre el viento, mientras que la hierba alta y los arbustos
ralentizan el viento de forma considerable.
Es así que el llamado parámetro de rugosidad, Z0, se encuentra definido y
tabulado para diferentes características de terrenos, como se muestra en el ejemplo
siguiente, por lo que esta expresión se torna simple de usar.

Clase de rugosidad y longitud de rugosidad


El ganado es el mejor amigo de los aerogeneradores porque mantiene baja la
rugosidad gracias a su pastoreo.
En la industria eólica, la gente suele referirse a clase de rugosidad o longitud de
rugosidad cuando se trata de evaluar las condiciones eólicas de un paisaje. Una alta
rugosidad de clase 3 ó 4 se refiere a un paisaje con muchos árboles y edificios,
mientras que a la superficie del mar le corresponde una rugosidad de clase 0.

TABLA 2-2 PARÁMETROS DE RUGOSIDAD PARA ALGUNAS SUPERFICIES


Parámetro de Parámetro de
Tipo de Superficie Tipo de Superficie
Rugosidad, Z0 [m] Rugosidad, Z0 [m]
-5 -5
Hielo 10 a 3. 10 Trigo 0,045
-4 -4
Superficies de Agua 2. 10 a 3. 10 Palmeras 0,1 a 0,3
-4 -3
Superficies de Arena 10 a 10 Árboles bajos 0,05 a 0,1
-3
Superficie con Nieve 4,9. 10 Árboles altos 0,2 a 0,9
-3
Pasto cortado 10 a 0,01 Suburbio 1a2
Pasto alto 0,039 Ciudad 1a4

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 23


Capítulo 2 – El viento

Figura 2 - 19

Las pistas de hormigón de los aeropuertos pertenecen a la clase de rugosidad


0.5, al igual que el paisaje abierto y llano pacido por las ovejas. Este último caso es el
que permite afirmar que el ganado es el mejor amigo de los aerogeneradores porque
mantiene baja la rugosidad gracias a su pastoreo, como se ilustra en la figura 2-19.
Además, así como se habla de clase de rugosidad, se debe hablar en términos
de longitud.
El término longitud de rugosidad es en realidad la distancia sobre el nivel del
suelo a la que teóricamente la velocidad del viento debería ser nula.

2.13.2.Cizallamiento del viento


La gráfica 2–5 muestra como varía la velocidad del viento en una rugosidad de
clase 2 (suelo agrícola con algunas casas y cercos de protección a intervalos de unos
500 metros), considerando que el viento sopla a una velocidad de 10 m/s a 100 metros
de altura.
Se le llama cizallamiento del viento al hecho de que el perfil del viento se
mueva hacia velocidades más bajas conforme nos acercamos al nivel del suelo.
Este concepto también es importante en el diseño de aerogeneradores. Como
ejemplo, considerando un aerogenerador con una altura del buje de 40 metros y con un
diámetro del rotor de 40 metros, se observará que el viento sopla a 9,3 m/s cuando el
extremo de la pala se encuentra en su posición más elevada, y sólo a 7,7 m/s cuando
dicho extremo se encuentra en la posición inferior. Esto significa que las fuerzas que
actúan sobre la pala del rotor cuando está en su posición más alta son mucho mayores
que cuando está en su posición más baja.

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 24


Capítulo 2 – El viento

Gráfica 2 - 5

Todo esto genera a su vez esfuerzos dinámicos de vibración que no deben


subestimarse al momento de hacer los cálculos mecánicos de estructura de torre y
diseño de pala, tendiendo a evitar la frecuencia de resonancia entre la variación de
velocidad de viento y la frecuencia natural de diseño.

2.14. LA ROSA DE LAS RUGOSIDADES

Figura 2 - 20

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 25


Capítulo 2 – El viento

Así como se usa una rosa de los vientos para trazar el mapa de la cantidad de
energía procedente de diferentes direcciones, se usa una rosa de las rugosidades para
describir la rugosidad del terreno en diferentes direcciones desde el futuro
emplazamiento de una turbina eólica.
Esto se debe a que durante un largo periodo de tiempo la velocidad del viento ha
sido medida exactamente a la altura del buje y en el lugar exacto donde se situará el
aerogenerador, pudiéndose hacer predicciones muy exactas de la producción de
energía. Sin embargo, a menudo deben recalcularse mediciones del viento hechas en
un lugar fuera de la zona considerada. En la práctica esto puede hacerse con una gran
exactitud, excepto en zonas de terreno muy complejo (por ejemplo terrenos
accidentados y muy montañosos).
Normalmente, la rosa se divide en 12 sectores de 30° cada uno, como en la
figura 2-20, aunque también son posibles otras divisiones teniendo en cuenta que las
divisiones deberán ser las mismas que las que se hacen en la rosa de los vientos.
Para cada sector se hace una estimación de la rugosidad utilizando las
definiciones de la sección manual de referencia. En principio, con esto ya podría
estimarse como cambia la velocidad media del viento en cada sector debido a las
diferentes rugosidades del terreno.

2.14.1. Obtención de la rugosidad media en cada sector


En la mayoría de los casos, la rugosidad no caerá exactamente dentro de una de
las clases de rugosidad, por lo que se tendrá que hallar una rugosidad media, siendo de
particular importancia la rugosidad en las direcciones de viento dominante.
La medición de la distancia a la que se tendrá una rugosidad invariable en esas
direcciones se hará en cartas topográficas

Figura 2 - 21

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 26


Capítulo 2 – El viento

2.14.2. Representación de los cambios de rugosidad dentro de cada sector

Figura 2 - 22

La representación de los cambios de rugosidad dentro de cada sector se logra


utilizando modelos y software avanzados, también es útil poder utilizar programas
informáticos para gestionar todos los datos de viento y de turbina.
En el caso que se ilustra en la figura 2-22, se ha supuesto que se tiene la
superficie del mar o de un lago en el sector oeste (clase 0) a unos 400 m del
emplazamiento de la turbina y dos kilómetros más allá se encuentra una isla arbolada.
Si el oeste es una dirección de viento importante, necesariamente se deberá
representar los cambios de clase de rugosidad de 1 a 0 y de 0 a 3.

2.14.3. Representación de los obstáculos del viento


Es muy importante representar los obstáculos del viento locales en la dirección
de viento dominante cerca de la turbina (a menos de 700 m) si se quieren hacer
predicciones exactas sobre producción de energía.

2.15. MEDICIÓN DE LA VELOCIDAD DEL VIENTO: ANEMÓMETROS

Las mediciones de las velocidades del viento se realizan normalmente usando un


anemómetro de cazoletas, similar al de la figura 2-23. El anemómetro de cazoletas
tiene un eje vertical y tres cazoletas que capturan el viento. El número de revoluciones
por segundo son registradas electrónicamente.

Figura 2 - 23

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 27


Capítulo 2 – El viento

Normalmente, el anemómetro está provisto de una veleta para detectar la


dirección del viento.
En lugar de cazoletas el anemómetro puede estar equipado con hélices, aunque
no es lo habitual.
Otros tipos de anemómetros incluyen ultrasonidos o anemómetros provistos de
láser que detectan el desfase del sonido o la luz coherente reflejada por las moléculas
de aire.
Los anemómetros de hilo electrocalentado detectan la velocidad del viento
mediante pequeñas diferencias de temperatura entre los cables situados en el viento y
en la sombra del viento (cara a sotavento).
La ventaja de los anemómetros no mecánicos es que son menos sensibles a la
formación de hielo. Sin embargo en la práctica los anemómetros de cazoletas son
ampliamente utilizados, y modelos especiales con ejes y cazoletas eléctricamente
calentados pueden ser usados en las zonas árticas.
Los anemómetros de calidad son una necesidad para las mediciones de energía
eólica.
El mercado ofrece anemómetros sorprendente-mente baratos que, cuando
realmente no se necesita una gran precisión, pueden ser adecuados para aplicaciones
meteorológicas, y lo son también para ser montados sobre aerogeneradores.
Sin embargo, los anemómetros económicos no resultan de utilidad en las
mediciones de la velocidad de viento que se llevan a cabo en la industria eólica, dado
que pueden ser muy imprecisos y estar pobremente calibrados, con errores en la
medición de quizás el 5 al 10 % y si se está pensando construir un parque eólico puede
resultar un desastre económico si se dispone de un anemómetro que mide las
velocidades de viento con un error del 10%, ya que representa en el cálculo de la
potencia un 75% de lo que se pretende obtener.
Se puede comprar un anemómetro profesional y bien calibrado, con un error de
medición alrededor del 1%, por unos 700-900 dólares americanos, lo que no es nada
comparado con el riesgo de cometer un error económico potencialmente desastroso. El
anemómetro que se coloca en un aerogenerador realmente sólo se utiliza como
elemento de control para determinar si sopla viento suficiente como para que valga la
pena orientar el rotor del aerogenerador en contra del viento y ponerlo en marcha.

2.16. MEDICIONES DE LA VELOCIDAD DEL VIENTO EN LA PRÁCTICA

La mejor forma de medir la velocidad del viento en una futura localización de una
turbina eólica es situar un anemómetro en el extremo superior de un mástil que tenga la
misma altura que la altura de buje esperada de la turbina que se va a utilizar. Esto evita
la incertidumbre que conlleva el recalcular la velocidad del viento a una altura diferente
con métodos científicos analíticos

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 28


Capítulo 2 – El viento

Figura 2 - 24

Colocando el anemómetro en la parte superior del mástil, figura 2-24, se


minimizan las perturbaciones de las corrientes de aire creadas por el propio mástil. Si el
anemómetro está situado en la parte lateral del mástil es fundamental enfocarlos en la
dirección de viento dominante para minimizar el abrigo del viento de la torre.

2.16.1. ¿Qué mástil elegir?


Para evitar el abrigo de viento, en lugar de utilizar torres de celosía, normalmente
se utilizan postes cilíndricos delgados, tensados con vientos, en los que se colocan los
mecanismos de medición del viento.
El anemómetro, el poste y el registrador de datos tiene un costo aproximado de
5.000 dólares americanos.

2.16.2. El registrador de datos ('data logger')


Los datos de las velocidades y direcciones del viento obtenidos por el
anemómetro son recogidos en un chip electrónico en una pequeña computadora, el
registrador de datos ('data logger'), que puede funcionar con batería durante un largo
período de tiempo.
La figura 2-25 muestra un ejemplo de un registrador de datos. Estos datos se
recogen una vez al mes reemplazando el chip cargado por otro virgen.

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 29


Capítulo 2 – El viento

Figura 2 - 25

2.16.3. Condiciones del extremo sur


Si hay muchas lluvias heladas en la zona o escarcha en las montañas, puede
necesitar un anemómetro calentado con su correspondiente conexión a la red eléctrica
para hacerlo funcionar.

2.16.4. Frecuencia de las mediciones


Las velocidades del viento son medidas cada 10 minutos para que sea
compatible con la mayoría de programas estándar (y con la bibliografía sobre el tema).
Los resultados en las velocidades del viento son diferentes si se utilizan diferentes
periodos de tiempo para calcular las velocidades medias.

2.17. LA ROSA DE LOS VIENTOS

Como se puede observar fácilmente, los fuertes vientos suelen venir de una
dirección determinada.
Para mostrar la información sobre las distribuciones de velocidades del viento y
la frecuencia de variación de las direcciones del viento, puede dibujarse la llamada rosa
de los vientos basándose en observaciones meteorológicas de las velocidades y
direcciones del viento.

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 30


Capítulo 2 – El viento

Rosa de los vientos de Brest (Francia)


Figura 2 – 26

Figura 2 – 27

La rosa normalmente se divide en doce sectores, figura 2-26, abarcando cada


uno 30° del horizonte.
También puede dividirse en 8 ó 16 sectores. En este último caso los 16 sectores
serán: N, NNE, NE, ENE, E, ESE, SE, SSE, S, SSO, SO, OSO, O, NO, NNO, como en
la figura 2-27, donde cada sector abarca 22,5 º, correspondiendo el N desde 348,75º a
11,25º, el NNE desde 11,25º a 33,75º, etc.; aunque 12 es el número que se suele
utilizar como estándar.

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 31


Capítulo 2 – El viento

Cada sector se divide en tres porciones, determinando tres anillos concéntricos.


La rosa de las frecuencias normalizada se obtiene a partir de las frecuencias de
ocurrencia observadas en intervalos de dirección y velocidad dados.
Una vez obtenidas las frecuencias de ocurrencia dentro de cada uno de los
intervalos de velocidad y dirección escogidos, se procede a su representación gráfica,
habitualmente en forma de rosa, que es la representación más habitual. Como ejemplo
de ello, la figura 2-27 representa una rosa de vientos junto con la frecuencia de
ocurrencia de cada intervalo de velocidad.
Las velocidades de viento inferiores al umbral de arranque son consideradas
como calmas, y habitualmente se considera que las calmas no tienen dirección
asociada. Una rosa de vientos debe llevar asociado el periodo de tiempo para el cual se
elabora y la altura del anemómetro para el cual se han realizado las observaciones.
Este tipo de representaciones ofrece una idea bastante clara de la estructura del viento
en una zona dada.
La frecuencia relativa de cada una de las doce direcciones del viento, representa
porcentualmente el tiempo que sopla el viento desde una dirección determinada a partir
del radio de las porciones más externas, las más amplias.
La contribución de cada sector en la velocidad media del viento en una ubicación
particular, se obtiene a partir de la información que proporciona la segunda cuña (que
es la misma que la obtenida en la porción externa) multiplicada por la media de la
velocidad del viento en cada dirección particular. A los fines de normalizar el resultado
se deberá sumar hasta el 100 %.
Como en el caso anterior, la porción más interina (en rojo) proporciona la misma
información que la primera pero multiplicada por el cubo de la velocidad del viento en
cada ubicación y permite obtener la contribución de cada sector en la energía contenida
en el viento en la ubicación particularmente considerada. También para normalizar el
resultado, se deberá sumar hasta el 100 %.
De las tres porciones las que más interesan son las rojas, las más internas,
porque como el contenido energético del viento varía con el cubo de la velocidad del
viento, éstas indican donde encontrar una mayor potencia que impulse los
aerogeneradores que se pretenden instalar.
En ambos casos, se puede observar que la dirección de viento dominante es la
Sudoeste.
Concluyendo, se puede afirmar que una rosa de los vientos proporciona
información sobre las velocidades relativas del viento en diferentes direcciones porque
cada uno de los tres grupos de datos ha sido multiplicado por un número que asegura
que la cuña más larga del grupo mide exactamente lo mismo que el radio del círculo
más exterior del diagrama.

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 32


Capítulo 2 – El viento

2.17.1. Variabilidad de las rosas de los vientos

Figura 2 - 28

Obviamente las rosas de los vientos varían de un lugar a otro ya que en realidad
son una especie de huella meteorológica.
Por ejemplo, en la rosa de los vientos de Caen (Francia) a tan sólo 150 Km (100
millas) al norte de Brest que ilustra el punto anterior, figura 2-26, se puede ver que
aunque la dirección del viento primaria es la misma (la Sudoeste) prácticamente toda la
energía del viento proviene del Oeste y del Sudoeste. Por lo tanto, en este
emplazamiento no debe preocupar las otras direcciones del viento.
En las áreas vecinas, las rosas de los vientos son a menudo similares, por lo que
en la práctica la interpolación (hallando una media) de las rosas de los vientos de las
áreas circundantes puede dar resultados seguros. Pero si el terreno es complejo, por
ejemplo en montañas y valles que recorren diferentes direcciones, o litorales orientados
en direcciones diferentes, no es seguro en general adoptar este tipo de suposiciones,
figura 2-28.
No se debe olvidar el hecho que la rosa de los vientos sólo indica la distribución
relativa de las direcciones del viento, y no el nivel real de la velocidad media del viento.

2.17.2. Cómo utilizar una rosa de los vientos


Como ya se ha determinado, una gran parte de la energía del viento viene de
una dirección particular, por lo que la información que se obtiene a partir de la lectura
de la rosa de los vientos es extremadamente útil para situar aerogeneradores. Poder
precisar la dirección óptima es una ventaja que se puede mejorar si además se puede
tener la menor cantidad de obstáculos posibles en esa dirección, así como un terreno lo
más liso posible.
En los ejemplos vistos anteriormente la mayor parte de la energía viene del
Sudoeste, por lo que no es necesario preocuparse de los obstáculos al este y al

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 33


Capítulo 2 – El viento

sudeste del aerogenerador, ya que apenas llegaría nada de energía desde esas
direcciones.
Sin embargo los modelos eólicos pueden variar de un año a otro, así como el
contenido energético (normalmente alrededor de un 10 %). Por lo tanto, lo más
conveniente es tener observaciones de varios años para poder obtener una media
fidedigna. Los proyectistas de grandes parque eólicos cuentan normalmente con un año
de medidas locales y utilizan observaciones meteorológicas a largo plazo de las
estaciones climáticas cercanas para ajustar sus medidas y obtener así una media a
largo plazo fiable.

2.18. DESCRIPCIÓN DE LAS VARIACIONES DEL VIENTO:

2.19. DISTRIBUCIÓN DE WEIBULL

2.19.1. Modelo general de las variaciones en la velocidad del viento


Son varios los aspectos relevantes que intervienen en el diseño de un
aerogenerador y de la precisión de la información que se tenga, dependen importantes
decisiones a tomar. A saber:
• La industria eólica debe ser capaz de describir la variación de las
velocidades del viento.
• Los proyectistas de turbinas necesitan información precisa que les
permita optimizar el diseño de sus aerogeneradores, así como para
minimizar los costes de generación.
• Los inversores necesitan la información para estimar sus ingresos por
producción de electricidad.
Las mediciones de las velocidades del viento a lo largo de un año demuestran que
en la mayoría de áreas los fuertes vendavales son raros siendo lo mas común que los
vientos sean constantemente moderados.

Gráfica 2 - 6
NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL– U.N.S.L. - 2020- 34
Capítulo 2 – El viento

La variación del viento en un emplazamiento típico suele describirse utilizando la


llamada Distribución de Weibull, como la mostrada en la gráfica 2-6. Este
emplazamiento particular tiene una velocidad media del viento de 7 m/s, y la forma de la
curva está determinada por un parámetro de forma de numero “2”.
La Función de Weibull tiene la forma:

W (v) = k / c . (V / c) K-1 [e -(V/c) K


] [2 – 1]

en donde:
c y k: son parámetros de escala y de forma respectivamente.

Esta distribución es la que posee mayor precisión, sin embargo la determinación


de los parámetros característicos, c y k, dependen de los valores de Vi y de la varianza
σi, registrada en cada caso particular, es decir, para un determinado sitio. Esta fórmula
se utiliza para determinar la relación entre velocidades instantáneas y medias anuales
en general, para luego evaluar el rendimiento o el aprovechamiento energético de la
turbina en diseño al ser emplazada en un determinado lugar, con una velocidad
promedio anual conocida.

2.19.2. Descripción estadística de las velocidades del viento


La gráfica 2-6 anterior, que representa las variaciones del viento, muestra una
distribución de probabilidad. El área bajo la curva siempre vale exactamente 1, ya
que la probabilidad de que el viento sople a cualquiera de las velocidades, incluyendo el
cero, debe ser del 100 %.
La mitad del área azul está a la izquierda de la línea negra vertical a 6,6 m/s
representando esta la mediana de la distribución. Esto significa que la mitad del tiempo
el viento soplará a menos de 6,6 m/s y la otra mitad soplará a más de 6,6 m/s
Esto se contrapone inicialmente a la afirmación que dice que la velocidad media
es de 7 m/s, pero hay que tener en cuenta que dicha velocidad del viento media es
realmente el promedio de las observaciones de la velocidad del viento que se tienen en
ese emplazamiento.
Como se podrá observar, la distribución de las velocidades del viento no es
simétrica. Las más comunes son de 5,5 m/s, en cambio las muy altas raramente se
presentan. Esa velocidad de 5,5 m/s representa el llamado valor modal de la
distribución. La velocidad del viento media resultará de multiplicar cada diminuto
intervalo de la velocidad del viento por la probabilidad de tener esa velocidad particular.
La velocidad media es un primer indicador del potencial eólico y debe completarse
con la duración anual de velocidades del viento de diferentes magnitudes, es decir
cuantas horas por año sopla a una determinada velocidad. Normalmente la velocidad
del viento se registra con un instrumental que permite obtener valores medios horarios.
Estos valores son agrupados por rangos de velocidades, por ejemplo entre 0 y 1m/seg.,
1 y 2 m/seg., 2 y 3 m/seg., etc., con los que se grafican los Histogramas de
Velocidades de Viento, como el de la gráfica 2-7, que representan las distribuciones
de las velocidades medias horarias a intervalos regulares de un determinado lugar.

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 35


Capítulo 2 – El viento

La curva permite visualizar como se distribuye la intensidad del viento y que rango
de velocidades ocurren con mayor frecuencia.
Esta distribución anual de la velocidad del viento es importante para poder evaluar
la energía eólica disponible de un lugar. Sin embargo no siempre se dispone de todos
los datos necesarios y en algunos casos se tiene el valor de la velocidad media.

Frecuencia de las Velocidades


Medias Horarias

V (m/seg)

Histograma de velocidades
Gráfica 2 - 7

La distribución estadística de las velocidades del viento varía de un lugar a otro del
globo, dependiendo de las condiciones climáticas locales, del paisaje y de su superficie.
Por lo tanto, la Distribución de Weibull puede variar tanto en la forma como en el valor
medio. Aún en los casos en que sólo se tiene el valor de la velocidad media, se puede
estimar aproximadamente la distribución de velocidades por medio de la Curva de
Rayleigh, cuya ecuación es:

R (V) = [π / 2] . [V / (V)2 ]. e-K

donde:
V = velocidad del viento

V = velocidad media del viento

K = [π / 4] . [V / V]2

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 36


Capítulo 2 – El viento

Si el parámetro de forma es exactamente “2”, como en la gráfica 2-6, la


distribución es conocida como Distribución de Rayleigh, cuya función R (V) ha sido
calculada y graficada según la gráfica 2-8 y que para su comparación ha sido
superpuesta con la curva de los valores medidos de la gráfica 2-7.
Los fabricantes de aerogeneradores proporcionan gráficas de rendimiento para
sus máquinas usando la distribución de Rayleigh.

Distribución de las velocidades de Rayleigh


Gráfica 2 - 8

De acuerdo con esta función de distribución de Rayleigh, la frecuencia del viento


con valores de velocidad que varían entre Vi y Vi + ∆V es:

R (Vi) ∆V

En la gráfica 2-8, ∆V = 1 m/seg. y para una velocidad media V = 6,63 m/seg, por
ejemplo, la frecuencia de una velocidad de viento varía entre 9,5 y 10,5 m7seg es:

R (Vi) ∆V = 0,0599 . 1

lo que representa un 5,99% del tiempo y por lo tanto en un año se tiene:

8760 R (Vi) ∆V = 524,35 hs.

o sea, 524 hs. por año en que el viento sopla entre 9,5 y 10,5 m/seg.
NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 37
Capítulo 2 – El viento

Esta aproximación con la distribución de Rayleigh es aceptable si la velocidad


media anual del viento es elevada. Para zonas con valores de velocidad media por
debajo de los 4,5 m/seg. la confiabilidad es baja y no debe ser usada para regiones con
una velocidad media inferior a 3,5 m/seg.
De todos modos, la distribución R (V), que parece bastante razonable para
algunos casos, debe ser usada con prudencia, pues al calcular la potencia, la velocidad
está elevada al cubo y pequeños errores en la distribución de velocidades originan
serias distorsiones en la evaluación de la energía disponible.
Con un mayor grado de aproximación puede usarse la distribución de Weibull
según la expresión [2-1], con dos parámetros a determinar, c y k, ya que la curva
obtenida a partir de ella, describe con mayor precisión a los datos de la velocidad del
viento.
Disponiendo de los datos medidos de la velocidad media horaria del viento, estos
parámetros se pueden determinar usando un Método de ajuste por cuadrados
mínimos.
Para representar gráficamente la distribución de la energía y, a partir de ella, la
verdadera indicación del potencial eólico disponible, se debe considerar la potencia por
unidad de área perpendicular a la dirección del viento, es decir:

P/A = ½ ρ V3

Entonces la energía por unidad de área, producida por una velocidad Vi que sopla
durante un tiempo ti , será:

3
Ei = ½ ρ V i ti

Con esta expresión, usando los datos de las velocidades horarias medias y los
tiempos de duración de cada rango, se obtiene la distribución anual de la energía.
En la gráfica 2-9 se han representado estos valores correspondientes al mismo
lugar de la gráfica 2-7.

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 38


Capítulo 2 – El viento

Distribución Anual de la Energía


Gráfica 2 – 9

De la comparación de ambas gráficas, 2-7 y 2-9, puede observarse el


desplazamiento de los máximos debido al efecto del cubo de la velocidad en el cálculo
de la potencia.

Es importante destacar la diferencia entre la media de la velocidad al cubo (V 3 )


que interviene en la potencia y el cubo de la velocidad media ( V)3 con la cual se
puede calcular la potencia en forma aproximada cuando sólo se conoce la velocidad
media en un lugar. Normalmente:

(V 3 ) > ( V )3

y la potencia disponible real es muy superior a la calculada con la velocidad media.


Mediciones realizadas en Australia Meridional indican para esta región, un factor
de energía aproximadamente igual a 1,9. Es decir:

V3
≅ 1,9
(V )3

Finalmente, la energía anual total por unidad de área es:


iMAX

E=½ρ ∑V i
3
ti
i=1

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 39


Capítulo 2 – El viento

Esta energía anual, dividida por las 8.760 hs del año, da la potencia media del
lugar, es decir:
E
P=
8.760

Cuando la distribución de velocidades se representan con la curva de Rayleigh,


el número de horas por años que sopla entre Vi y Vi + ∆V es:

ti = 8.760 R ( Vi ) ∆V

y la energía anual total por unidad de área es:


imax

E = ½ ρ 8.760 ∑V i
3
R (V i ) ∆ V
i=1

Si por otro lado, la energía anual por unidad de área se calcula con la velocidad
media del lugar, se tiene

E = 1/ 2 ρ V () 3
8.760

relacionando ambas teorías se obtiene:


imax −π Vi2

E π

4
= Vi 4 e ∆V
E 2 i=1 () V
5

Efectuando ahora la sumatoria, se constata que para cualquier valor de la


velocidad media, siempre resulta:
E
= 1,91
E

de donde se deduce que la energía anual puede calcularse haciendo:

E =1,91 E =1,91× ρ V () 3
8.760

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 40


Capítulo 2 – El viento

lo que muestra que la energía anual de un lugar puede estimarse muy simplemente,
considerando que la velocidad del viento es igual a la velocidad media incrementada
por una factor dado por:

( )
V 3 =1,91 V 3

Se puede concluir entonces, que dentro de la validez de la aplicación de la


distribución de Rayleigh, la energía anual total por unidad de área disponible en una
región resulta:

( )
E = 1/ 2 ρ 1,91 V 3 8.760

Los valores de la velocidad del viento también se grafican en las curvas de


duración de la velocidad media, representando el gráfico la distribución acumulada de
las velocidades del viento. En el sistema de coordenadas, la abscisa indica el número
de horas en el año durante el cual la velocidad supera el valor indicado por la ordenada
de la curva graficada, tal como se observa en la gráfica 2-10.

Curva de Duración de Velocidad Media


Gráfica 2 - 10

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 41


Capítulo 2 – El viento

Similarmente, también se grafican las curvas de duración de la potencia media


indicando el número de horas en el año, durante el cual la potencia supera un
determinado valor, gráfica 2-11.

Curva de duración de la Potencia Media


Gráfica 2 - 11

2.19. 3. Equilibrado de la distribución de Weibull

Gráfica 2 - 12

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 42


Capítulo 2 – El viento

Otra forma de obtener la velocidad media del viento es equilibrando el conjunto de


bloques hacia la derecha, que representa exactamente lo mismo que la gráfica 2-12.
Cada bloque representa la probabilidad de que el viento sople a esa velocidad durante
un 1 % del tiempo durante un año. Las velocidades de 1 m/s están en el conjunto de
más a la izquierda, mientras que las de 17 m/s están en el de más a la derecha.
El punto en el que todo el conjunto se equilibrará exactamente será en el séptimo
grupo, con lo que la velocidad media del viento será de 7 m/s.

2.20. LA ENERGÍA EN EL VIENTO: DENSIDAD DEL AIRE Y ÁREA DE BARRIDO


DEL ROTOR

La cantidad de energía transferida por el viento al rotor de un aerogenerador


depende de la densidad del aire, del área de barrido del rotor y de la velocidad del
viento.
Un aerogenerador obtiene su potencia de entrada convirtiendo la fuerza del
viento en un par (fuerza de giro) actuando sobre las palas del rotor. En la figura 2-29 se
muestra cómo una porción cilíndrica de aire de 1 m de espesor pasa a través del rotor
de un aerogenerador típico de 1.000 KW.
Con un rotor de 54 m de diámetro cada cilindro pesa realmente 2,8 Tn, es decir,
2.300 veces 1,225 Kg

Figura 2 - 29

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 43


Capítulo 2 – El viento

2.20.1. Densidad del aire


La energía cinética de un cuerpo en movimiento es proporcional a su masa (o
peso). Así, la energía cinética del viento depende de la densidad del aire, es decir, de
su masa por unidad de volumen.
En otras palabras, cuanto "más pesado" sea el aire más energía recibirá la
turbina.
A presión atmosférica normal y a 15°C el aire pesa unos 1,225 Kg/m3, aunque la
densidad disminuye ligeramente con el aumento de la humedad.
Además, el aire es más denso cuando hace frío que cuando hace calor. A
grandes altitudes (en las montañas) la presión del aire es más baja y el aire es menos
denso.

2.20.2. Área de barrido del rotor


Un aerogenerador típico de 1.000 KW tiene un diámetro del rotor de 54 m, lo que
supone un área del rotor de unos 2.300 m2. El área del rotor determina cuanta energía
del viento es capaz de capturar una turbina eólica. Dado que el área del rotor aumenta
con el cuadrado del diámetro del rotor, una turbina que sea dos veces más grande
recibirá:

22 = 2 x 2 = cuatro veces más energía.

2.20.3. La potencia del viento: (velocidad del viento)3


La velocidad del viento es muy importante para la cantidad de energía que un
aerogenerador puede transformar en electricidad: la cantidad de energía que posee el
viento varía con el cubo (la tercera potencia) de la velocidad media del viento; p.ej., si la
velocidad del viento se duplica, la cantidad de energía que contenga será:

23 = 2 x 2 x 2 = ocho veces mayor.

Ahora bien, ¿porqué la energía que contiene el viento varía con la tercera
potencia de su velocidad? Seguramente, del saber de cada día, se estará en
condiciones de afirmar que al doblar la velocidad de un coche la energía de frenado
da
para pararlo completamente será cuatro veces mayor (se trata básicamente de la 2
Ley de Newton de la Cinemática).
La energía del viento es una consecuencia de la energía cinética de las
partículas del aire en movimiento. La energía cinética es igual a:

Ec = ½ m V 2

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 44


Capítulo 2 – El viento

en donde:
m = masa del aire
V = velocidad de las mismas.
A su vez, la masa que atraviesa una sección A, perpendicular a la dirección del
viento, es
m=ρ A t
en donde:
ρ = densidad del aire
t = desplazamiento de las partículas.

Consecuentemente, la energía cinética que pasa por A en la unidad de tiempo es


la potencia disponible en el viento.

Pd = ½ ρ A V V2 = ½ ρ A V3
en donde:
ρ = 1,225kg/m3 en la atmósfera stándard a nivel del mar
A = área en m2

Gráfica 2 - 13

En el caso de turbinas eólicas se usa la energía de frenado del viento, por lo que
sí se dobla la velocidad del viento, se tendrá dos veces más porciones cilíndricas de
viento moviéndose a través del rotor cada segundo, y cada una de esas porciones
NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 45
Capítulo 2 – El viento

contiene cuatro veces más energía, como se ha visto en el ejemplo del frenado de un
coche.
La gráfica 2-13 muestra que con una velocidad del viento de 8 m/s se obtiene
una potencia (cantidad de energía por segundo) de 314 W por cada m2 expuesto al
viento (viento incidiendo perpendicularmente al área barrida por el rotor).
A 16 m/s se obtendrá una potencia ocho veces mayor, esto es 2.509 W/m2.

2.20.4. Formula de la Potencia del viento


La potencia del viento que pasa perpendicularmente a través de un área circular
es:

P = ½ ρ v3 r 2
en donde:
P = potencia del viento medida en W (watt)
ρ = densidad del aire seco = 1.225 medida en Kg/m3 (kilogramos por metro cúbico, a
la presión atmosférica promedio a nivel del mar y a 15°C).
v = velocidad del viento medida en m/s (metros por segundo)
π = 3.1415926535...
r = radio (diámetro/2) del rotor medido en m (metros)

Los aerogeneradores desvían el viento. En realidad, un aerogenerador desviará


el viento antes incluso de que el viento llegue al plano del rotor. Esto significa que
nunca será posible capturar toda la energía que hay en el viento utilizando un
aerogenerador.

2.21. EL TUBO DE CORRIENTE

Figura 2 - 30

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 46


Capítulo 2 – El viento

El rotor de la turbina eólica debe obviamente frenar el viento cuando captura su


energía cinética y la convierte en energía rotacional. Esto implica que el viento se
moverá más lentamente en la parte izquierda del rotor que en la parte derecha.
Dado que la cantidad de aire que pasa a través del área barrida por el rotor
desde la derecha (por segundo) debe ser igual a la que abandona el área del rotor por
la izquierda, el aire ocupará una mayor sección transversal (diámetro) detrás del plano
del rotor.
Este efecto puede apreciarse en la figura 2-30, donde se muestra un tubo
imaginario, el llamado tubo de corriente, alrededor del rotor de la turbina eólica. El
tubo de corriente muestra cómo el viento moviéndose lentamente hacia la izquierda
ocupará un gran volumen en la parte posterior del rotor.
El viento no será frenado hasta su velocidad final inmediatamente detrás del plano
del rotor. La ralentización se producirá gradualmente en la parte posterior del rotor
hasta que la velocidad llegue a ser prácticamente constante.

2.21.1. Distribución de la presión del aire en la parte delantera y trasera del


rotor
La gráfica 2-14 muestra la presión del aire en el eje vertical, siendo el eje
horizontal la distancia al plano del rotor. El viento llega por la derecha, estando situado
el rotor en el centro del gráfico.
La presión del aire aumenta gradualmente a medida que el viento se acerca al
rotor desde la derecha, ya que el rotor actúa de barrera del viento. La presión del aire
caerá inmediatamente detrás del plano del rotor (parte izquierda), para enseguida
aumentar de forma gradual hasta el nivel de presión normal en el área.

P-
P atmosférica

P+
Gráfica 2 - 14

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 47


Capítulo 2 – El viento

¿Que ocurre corriente abajo?


Corriente abajo, la turbulencia del viento provocará que el viento lento de detrás
del rotor se mezcle con el viento más rápido del área circundante. Por lo tanto, el abrigo
del viento disminuirá gradualmente tras el rotor conforme se aleje de la turbina.

¿Porqué no un tubo de corriente cilíndrico?


Ahora se podría objetar que una turbina giraría incluso situándola dentro de un
tubo cilíndrico normal, como el que se muestra en la figura 2-31.

Figura 2 - 31

¿Porqué se insiste entonces en que el tubo de corriente tiene forma de


botella?
Por supuesto se estaría en lo cierto al pensar que el rotor de una turbina podría
girar si se lo situase dentro de un enorme tubo de cristal como el de la figura 2-30, pero
lo que ocurre es que el viento de la parte izquierda del rotor se mueve a menor
velocidad que el de la parte derecha.
Pero al mismo tiempo se sabe que el volumen de aire que entra al tubo por la
derecha cada segundo debe ser el mismo que el volumen de aire que sale del tubo por
la izquierda. Con ello puede deducirse que si el viento encuentra algún obstáculo dentro
del tubo (en este caso el rotor), parte del viento que llega desde la derecha debe ser
desviado de la entrada del tubo (debido a la alta presión del aire en el extremo derecho
del tubo).
Por lo tanto, el tubo cilíndrico no es una representación muy exacta de lo que
ocurre cuando el viento encuentra una turbina eólica, por lo que la imagen es la
correcta.

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 48


Capítulo 2 – El viento

2.22. LA LEY DE BETZ

2.22.1 El frenado ideal del viento

Figura 2 - 32

Cuanto mayor sea la energía cinética que un aerogenerador extraiga del viento,
mayor será la ralentización que sufrirá el viento que deja el aerogenerador por su parte
izquierda en la figura 2-32.
Si se intenta extraer toda la energía del viento, el aire saldrá con una velocidad
nula, es decir, el aire no podría abandonar la turbina. En ese caso no se extraería
ninguna energía en absoluto, ya que obviamente también se impediría la entrada de
aire al rotor del aerogenerador. En el otro caso extremo, el viento podría pasar a través
del tubo (arriba) sin ser para nada estorbado. En este caso tampoco se habría extraído
ninguna energía del viento.
Así pues, se puede asumir que debe haber alguna forma de frenar el viento que
esté entremedio de estos dos extremos, y que sea más eficiente en la conversión de la
energía del viento en energía mecánica útil. La respuesta a esto es sorprendentemente
simple: un aerogenerador ideal ralentizaría el viento hasta 2/3 de su velocidad inicial.
Para entender el porqué, se tiene que usar la ley física fundamental para la
aerodinámica de los aerogeneradores, la denominada Ley de Betz.

2.22.2. La ley de Betz: Antecedentes


La ley de Betz fue formulada por primera vez por el físico alemán Albert Betz en
1919. Su libro "Wind-Energie", publicado en 1926, proporciona buena parte del
conocimiento que en ese momento se tenía sobre energía eólica y aerogeneradores.
La ley de Betz afirma que sólo puede convertirse menos del 59 % de la energía
cinética en energía mecánica usando un aerogenerador.
Sorprendentemente esta afirmación general tan tajante se pueda aplicar a
cualquier aerogenerador con un rotor en forma de disco.

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 49


Capítulo 2 – El viento

Figura 2 – 33

2.23. FUNCIÓN DE DENSIDAD DE POTENCIA

2.23.1. Potencia del viento


Como se ha visto en referencia a la energía en el viento, el potencial de energía
por segundo (la potencia) varía proporcionalmente al cubo de la velocidad del viento (la
tercera potencia), y proporcionalmente a la densidad del aire (su peso por unidad de
volumen).
Combinando todas estas relaciones, se está en condiciones de afirmar que si se
multiplica la potencia de cada velocidad del viento con la probabilidad de cada
velocidad del viento de la gráfica de Weibull, se podrá calcular la distribución de energía
eólica a diferentes velocidades del viento = la densidad de potencia. De esta manera, la
curva de Weibull anterior cambia de forma debido a que las altas velocidades del viento
tienen la mayor parte de la potencia del viento.

2.23.2. De densidad de potencia a potencia disponible


El área bajo la curva gris (a lo largo del eje horizontal) da la cantidad de potencia
eólica por m² de flujo del viento que puede esperarse en este emplazamiento en
particular. En este caso se tiene una velocidad del viento media de 7 m/s y un Weibull
k = 2, por lo que se tendrá 402 W/m². Esta potencia obtenida es casi el doble de la
obtenida cuando el viento sopla constantemente a la velocidad media.

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 50


Capítulo 2 – El viento

Gráfica 2 - 15

La gráfica 2-15 consta de un cierto número de columnas estrechas, cada una


representa un intervalo de 0,1 m/s de velocidad del viento. La altura de cada columna
es la potencia (número de W/m²), con la que cada velocidad del viento en particular
contribuye en la cantidad total de potencia disponible por m². El área bajo la curva azul
indica qué cantidad de potencia puede ser teóricamente convertida en potencia
mecánica (según la ley de Betz será 16/27 de la potencia total del viento).
El área total bajo la curva roja indicará cual será la potencia eléctrica que un
aerogenerador producirá en dicho emplazamiento y la gráfica 2-14 permite observar
facilmetne que la mayor parte de la energía eólica se encontrará a velocidades por
encima de la velocidad media del viento (promedio) en el emplazamiento.

2.23.3. Velocidad de conexión a la red eléctrica


Normalmente, los aerogeneradores están diseñados para empezar a generar
electricidad a velocidades alrededor de 3-5 m/s. Es la llamada velocidad de conexión. El
área azul de la izquierda muestra la pequeña cantidad de potencia perdida debido al
hecho de que la turbina sólo empieza a funcionar a partir de, por ejemplo, los 5 m/s.

2.23.4. Velocidad de corte


El aerogenerador deberá programarse para pararse a altas velocidades del viento,
aproximadamente de unos 18 m/s, para evitar posibles daños en la turbina o en sus
alrededores. La velocidad del viento de parada se denomina velocidad de corte. La
minúscula área azul de la derecha representa la pérdida de potencia por la velocidad de
corte.

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 51


Capítulo 2 – El viento

2.23.5. Curva de potencia de un aerogenerador


La curva de potencia de un aerogenerador representada en un gráfico indica cuál
será la potencia eléctrica disponible en el aerogenerador a diferentes velocidades del
viento.

Gráfico 2 - 16

La gráfica 2-16 muestra una curva de potencia de un aerogenerador de 600 Kw.


Las curvas de potencia se obtienen a partir de medidas realizadas en campo,
dónde un anemómetro es situado sobre un mástil relativamente cerca del
aerogenerador (no sobre el mismo ni demasiado cerca de él, pues el rotor puede crear
turbulencia, y hacer poco fiable la medida de la velocidad del viento).
Si la velocidad del viento no está variando demasiado rápidamente, pueden
usarse las medidas de la velocidad del viento realizadas con el anemómetro, leer la
potencia eléctrica disponible directamente del aerogenerador, y dibujar los dos tipos de
valores conjuntamente en un gráfico similar al de la izquierda.

2.23.6. Incertidumbre en mediciones de curvas de potencia


En realidad, el gráfico muestra una nube de puntos esparcidos alrededor de la
línea azul, y no una curva bien definida.
Esto se debe a que en la práctica la velocidad del viento siempre fluctúa, y no se
puede medir exactamente la columna de viento que pasa a través del rotor del
aerogenerador (colocar un anemómetro justo enfrente del aerogenerador no es una
solución factible, ya que el aerogenerador también proyectará un "abrigo" que frenará el
viento enfrente de él).
Así pues, en la práctica se debe tomar un promedio de las diferentes medidas
para cada velocidad del viento, y dibujar el gráfico con esos promedios.
Además, es difícil tomar mediciones exactas de la propia velocidad del viento. Si
se tiene un 3% de error en las mediciones de la velocidad del viento, entonces la

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 52


Capítulo 2 – El viento

energía del viento puede ser un 9% superior o inferior (recordar que el contenido
energético varía con la tercera potencia de la velocidad del viento).
En consecuencia, pueden existir errores hasta de ±10%, incluso en curvas
certificadas.

2.23.7. Verificación de las curvas de potencia


Las curvas de potencia están basadas en medidas realizadas en zonas de baja
intensidad de turbulencias, y con el viento viniendo directamente hacia la parte
delantera de la turbina. Las turbulencias locales y los terrenos complejos (p.ej.
aerogeneradores situados en una pendiente rugosa) pueden implicar que ráfagas de
viento golpeen el rotor desde diversas direcciones. Por lo tanto, puede ser difícil
reproducir exactamente la curva en una localización cualquiera dada.

2.23.8. Riesgos en el uso de las curvas de potencia


Una curva de potencia no indicará cuanta potencia producirá un aerogenerador a
una cierta velocidad del viento media. ¡Ni siquiera se acercará si se usa este método!
Recordando que el contenido de energía varía fuertemente con la velocidad del
viento, tal como se vio en la sección sobre la energía del viento, es muy importante la
forma a la que se ha llegado a ese promedio, es decir, si los vientos varían mucho o si
soplan a una velocidad relativamente constante.
También debe recordarse que en la función de densidad de potencia, la mayor
parte de energía eólica está disponible a las velocidades del viento que son el doble de
la velocidad del viento más común en dicho emplazamiento
Finalmente, debe tenerse en cuenta el hecho de que la turbina puede no estar
girando a la temperatura y presión de aire estándar, y consecuentemente hacer
correcciones de los cambios en la densidad del aire.
El coeficiente de potencia indica con qué eficiencia el aerogenerador convierte la
energía del viento en electricidad.
Para medir como de técnicamente eficiente es un aerogenerador, simplemente
se divide la potencia eléctrica disponible por la potencia eólica de entrada.
En otras palabras, se toma la curva de potencia y se la divide por el área del
rotor para obtener la potencia disponible por metro cuadrado de área del rotor.
Posteriormente, para cada velocidad del viento, se divide el resultado por la cantidad de
potencia en el viento por metro cuadrado.
La gráfica 2-17 muestra la curva del coeficiente de potencia para un
aerogenerador danés típico. Aunque la eficiencia media de estos aerogeneradores
suele estar por encima del 20 %, la eficiencia varía mucho con la velocidad del viento
(pequeñas oscilaciones en la curva suelen ser debidas a errores de medición).

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 53


Capítulo 2 – El viento

Gráfico 2 - 17

Como se puede observar, la eficiencia mecánica del aerogenerador más alta (en
este caso del 44%) se da a velocidades alrededor de 9 m/s. Este valor ha sido elegido
deliberadamente por los ingenieros que diseñaron la turbina. A bajas velocidades del
viento la eficiencia no es tan alta, ya que no hay mucha energía que recoger. A altas
velocidades del viento, la turbina debe disipar cualquier exceso de energía por encima
de aquella para la que ha sido diseñado el generador. Así pues, la eficiencia interesa
sobretodo en la zona de velocidades de viento donde se encuentra la mayor parte de la
energía.
Una mayor eficiencia técnica no es necesariamente el camino a seguir
No es un fin en si mismo el tener una gran eficiencia técnica en un
aerogenerador. Lo que en realidad interesa es el coste de sacar los kWh del viento
durante los próximos 20 años. Dado que en este caso el combustible es gratis no hay
necesidad de ahorrarlo. Por tanto, la turbina óptima no tiene por qué ser
necesariamente la de mayor producción anual de energía. Por otro lado, cada metro
cuadrado de área de rotor cuesta dinero, por lo que, por supuesto, es necesario obtener
toda la energía que se pueda (mientras puedan limitarse los costes por kWh).

2.24. ENERGÍA ANUAL DISPONIBLE EN UN AEROGENERADOR


Ahora ya se está en condiciones de calcular la relación entre las velocidades de
viento medias y la energía anual disponible en un aerogenerador.
Para dibujar la gráfica 2-18 se ha utilizado el programa de cálculo de la potencia
y la curva de potencia del ejemplo por defecto de un aerogenerador de 600 KW. Se ha
utilizado una atmósfera estándar con una densidad del aire de 1,225 kg/m3.

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 54


Capítulo 2 – El viento

GWh/año para un generador de 600 KW


Gráfico 2-18

Para cada uno de los parámetros de Weibull 1'5, 2'0 y 2'5 se ha calculado la
energía anual disponible a diferentes velocidades de viento medias a la altura del buje
del aerogenerador.
Como se puede ver, a una velocidad del viento media baja, de 4,5 m/s, la
energía disponible puede variar hasta un 50 % dependiendo del parámetro de forma
mientras que, a una velocidad media del viento muy alta, de 10 m/s a la altura del buje,
puede variar alrededor del 30 %.
La salida varía casi con el cubo de la velocidad del viento
Si se presta atención ahora en la curva roja con k = 2, que es la curva que
normalmente muestran los fabricantes, sucede que:
➢ Con una velocidad media del viento a la altura del buje de 4,5 m/s la
máquina generará alrededor de 0,5 GWh por año, es decir, 500.000 KWh
al año.
➢ Con una velocidad media del viento de 9 m/s generará 2,4 GWh/año =
2.400.000 KWh al año.
Así pues, al doblar la velocidad media del viento, la producción de energía ha
aumentado 4,8 veces.
Si en lugar de eso se compara 5 con 10 m/s, se obtendría una producción de
energía casi exactamente 4 veces mayor.
La razón por la que no se obtienen exactamente los mismos resultados en
ambos casos, es que la eficiencia de los aerogeneradores varía con las velocidades del
viento, tal y como se ve en la curva de potencia. Es fácilmente observable que la
incertidumbre que se aplica a la curva de potencia también se aplica a los resultados de
arriba.

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 55


Capítulo 2 – El viento

Se puede refinar los cálculos teniendo en cuenta que, por ejemplo, en climas
templados, el viento tiende a ser más fuerte en invierno que en verano, y más fuerte
durante el día que durante la noche.

2.25. EL FACTOR DE CARGA

Otra forma de conocer la producción anual de energía de un aerogenerador es


mirar el factor de carga de una turbina en su localización particular. Con factor de
carga se quiere decir la producción anual de energía dividida por la producción teórica
máxima, si la máquina estuviera funcionando a su potencia nominal (máxima) durante
las 8766 horas del año.
Ejemplo: si una turbina de 600 KW produce 1,5 millones de KWh al año, su
factor de carga es
= 1.500.000 : (365,25 24 600) =
1.500.000 : 5.259.600 =
0,285 = 28,5 %.
Los factores de carga pueden variar en teoría del 0 al 100, aunque en la práctica
el rango de variación va del 20 al 70%, y sobretodo alrededor del 20 al 30 %.

2.25.1. La paradoja del factor de carga


Aunque generalmente se preferiría tener un gran factor de carga, puede no ser
siempre ventajoso desde el punto de vista económico. Esto puede ser difícil de
comprender para aquellos que están acostumbrados a la tecnología convencional y
nuclear.
En localizaciones con mucho viento, por ejemplo, puede ser ventajoso usar un
generador más grande con el mismo diámetro de rotor (o diámetro de rotor más
pequeño para un tamaño determinado de generador). Esto tendería a disminuir el factor
de carga (utilizando menos de la capacidad de un generador relativamente grande),
pero puede significar una producción anual sustancialmente mayor, tal y como se podrá
verificar si se usa el programa de cálculo de la potencia.
Si vale o no la pena tener un menor factor de carga con un generador
relativamente mayor, depende tanto de las condiciones eólicas como, por supuesto, del
precio de los diferentes modelos de turbinas.
Otra forma de ver la paradoja del factor de carga es decir que, hasta cierto punto,
se tiene la posibilidad de elegir entre tener un producción de potencia relativamente
estable (cerca del límite de diseño del generador) con un alto factor de carga, o bien
una alta producción de energía (que fluctuará) con un bajo factor de carga.

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 56


Capítulo 2 – El viento

2.26. LA FALACIA DE LA BOTELLA PROMEDIO

Cuál es el contenido energético del viento promedio en el emplazamiento


de su aerogenerador?
Contrariamente a lo que inicialmente se puede creer, no es fácil obviar la
utilización de la distribución de Weibull. Aunque se conozca la velocidad del viento
media y la potencia media del viento, no es posible calcular cuanta potencia (o energía)
llegará al aerogenerador.
En otras palabras, no se podrá simplemente afirmar que con una velocidad
media del viento de 7 m/s se tendrá una potencia de entrada de 210 W/m² de área del
rotor (dato este que se puede encontrar en la tabla sobre la potencia del viento en el
manual de referencia)
Obviamente no se puede subestimar los recursos eólicos en casi un 100 %. Si se
hiciera eso, se podría convertirse fácilmente en víctimas de lo que se podría llamar la
falacia de la botella promedio: observando la botella más pequeña y la más grande de
la figura 2-34, no es difícil ver que ambas tienen exactamente la misma forma. Una
mide 0,24 m de alto y la otra 0,76m.

Figura 2 - 34

La pregunta es ¿Cuánto mide la botella promedio?


Si la respuesta es 0,5 m, ya se estará siendo víctima de la falacia de la botella
promedio. Lo que interesa de las botellas es su volumen, pero como el volumen varía
con el cubo (la tercera potencia) de su tamaño, y aunque la botella más grande sólo es
3,17 veces mayor que la pequeña, su volumen es en realidad 3,17³ = 32 veces más
grande que el de la botella pequeña.
El volumen promedio será pues 16,5 veces el de la botella pequeña. Eso
significa que una botella con el volumen promedio debería tener una altura 2,55 veces
la altura de la botella pequeña, es decir, 0,61 metros (puesto que 2,55³ = 16,5).
Lo que se intenta destacar es que no se puede simplemente tomar un promedio
de las velocidades del viento y después utilizar la velocidad media del viento para sus
cálculos de potencia. Necesariamente se deberá ponderar la probabilidad de cada
velocidad del viento con la correspondiente cantidad de potencia.

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 57


Capítulo 2 – El viento

2.27. EQUILIBRADO DE LA DISTRIBUCIÓN DE POTENCIA

La razón por la que interesan las velocidades del viento es por su contenido
energético, como con las botellas citadas precedentemente: preocupa su contenido en
términos de volumen. Ahora bien, el volumen de una botella varía con el cubo de su
tamaño, tal como la potencia varía con el cubo de la velocidad del viento. Tomando la
distribución de Weibull para las velocidades del viento, y para cada velocidad se coloca
una botella en una repisa cada vez que se tenga una probabilidad de un 1% de obtener
esa velocidad. El tamaño de cada botella corresponde a la velocidad del viento, por lo
que el peso de cada botella corresponde a la cantidad de energía en el viento.

Figura 2 - 35

A la derecha, tal como se ilustra en la figura 2-35, a 17 m/s se tendrá botellas


realmente pesadas, con un peso de casi 5.000 veces mayor que el de las botellas a 1
m/s (recordar que a 1 m/s el viento tiene una potencia de 0,61 W/m² y que a 17 m/s la
potencia es de 3009 W/m² ).
Encontrar la velocidad del viento a la que se obtendría la media de la distribución
de potencia equivale a equilibrar las estanterías. En este caso, como se puede ver,
aunque los vientos fuertes son poco frecuentes, intervienen con una gran cantidad de
energía.
Por lo tanto, con una velocidad media del viento de 7 m/s en este caso, la potencia
media ponderada de las velocidades del viento es de 8,7 m/s. A esa velocidad la
potencia del viento es de 402 W/m², que es casi el doble de la que se obtendría del
simple cálculo que se pretendía hacer al principio.

2.28. SELECCIÓN DEL LUGAR PARA INSTALAR LA TURBINA

2.28.1. Condiciones eólicas


Normalmente, el sólo hecho de observar la naturaleza resulta de excelente ayuda
a la hora de encontrar un emplazamiento apropiado para un aerogenerador.

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Capítulo 2 – El viento

Los árboles y matorrales de la zona serán una buena pista para saber cual es la
dirección de viento dominante, como puede verse en la fotografía de la figura 2-36. A
su vez el litoral accidentado muestra que siglos de erosión han trabajado en una
dirección en particular.

Figura 2 - 36

Los datos meteorológicos, obtenidos en forma de rosa de vientos durante un plazo


considerable en años, sean probablemente una mejor guía, aunque rara vez estos
datos son recogidos directamente en su emplazamiento, por lo que hay que ser muy
prudente al utilizarlos.
Si ya existen aerogeneradores en esa área, sus resultados de producción son una
excelente guía de las condiciones de viento locales y los fabricantes que han instalado
los aerogeneradores en dicha área pueden ofrecer resultados de producción
garantizados basándose en cálculos eólicos realizados en el emplazamiento.

2.28.2. Conexión a la red


Obviamente, los grandes aerogeneradores tienen que ser conectados a la red
eléctrica. Para los proyectos de menores dimensiones es fundamental que haya una
línea de alta tensión de 10 - 30 KV relativamente cerca para que los costos de cableado
no sean prohibitivamente altos (por supuesto, esto preocupa sobremanera a aquellos
que tienen que pagar la extensión de la línea de alta tensión).

2.28.3. Refuerzo de red


La red eléctrica próxima al(a los) aerogenerador(es) deberá ser capaz de recibir la
electricidad proveniente de la turbina. Si ya hay muchas turbinas conectadas a la red, la
red puede necesitar refuerzo, es decir, un cable más grande, conectado quizás más
cerca de una estación de transformación de más alto voltaje.

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Capítulo 2 – El viento

2.28.4. Condiciones del suelo


La viabilidad tanto de realizar las cimentaciones de las turbinas como de construir
caminos que permitan la llegada de camiones pesados hasta el emplazamiento deben
tenerse en cuenta en cualquier proyecto de aerogenerador.

2.28.5. Riesgos en el uso de datos meteorológicos


Los meteorólogos ya recogen datos de viento para sus previsiones meteorológicas
y para aviación, y esa información es a menudo utilizada para la evaluación de las
condiciones de viento generales para energía eólica en una área determinada.
Sin embargo, aunque para las previsiones meteorológicas no es tan importante
realizar medidas precisas de la velocidad del viento, y por tanto de la energía del viento,
sí que lo es para la elaboración de planes eólicos.
Tal como se vio anteriormente, las velocidades del viento son fuertemente
influenciadas por la rugosidad de la superficie del área circundante, por los obstáculos
cercanos (como árboles, faros u otras construcciones) y por los alrededores del terreno
local.
A menos que se hagan cálculos que compensen las condiciones locales en las
que las mediciones fueron hechas, es difícil estimar las condiciones eólicas en un
emplazamiento cercano. En la mayoría de los casos, la utilización directa de datos
meteorológicos infraestimará el potencial eólico real del área.

2.29. GUIA DEL PROGRAMA DE CÁLCULO DE LA POTENCIA DE UN


AEROGENERADOR
Lo que en otros tiempo hubiera significado numerosos cálculos que insumían
muchas horas y la posibilidad de cierto margen de error, hoy día se simplifica con
programas de software que agiliza y asegura los resultados obtenidos. Tal es el caso
del “programa de cálculo de la potencia de un aerogenerador” cuya utilización se
describesomeramente a continuación.

2.29.1. Utilización de la curva de potencia y de la distribución de Weibull


para estimar la potencia y la energía disponibles
Para usar la curva de potencia correctamente se debe combinar los
conocimientos sobre la distribución de Weibull con la curva de potencia.
Para proceder al cálculo de la densidad de potencia, por cada minúsculo
intervalo de 0,1 m de velocidades del viento se deberá multiplicar la probabilidad de ese
intervalo de velocidad del viento (de la curva de Weibull) por el valor obtenido de la
curva de potencia del aerogenerador.
Después se hace la sumatoria de todos esos productos para obtener la potencia
disponible media (o promedio).
Si se multiplica la potencia por 365.25 por 24 (el número de horas en un año) se
obtiene la energía disponible total en un año promedio.

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 60


Capítulo 2 – El viento

2.29.2. Datos del emplazamiento


Los datos a utilizar son tomados para las clases de rugosidad 0, 1, 2 y 3. Si se
utiliza una clase de rugosidad de 1,5, entonces se deberá interpolar para obtener los
datos.

2.29.3. Datos de la densidad del aire


Tal y como se sabe, la energía en el viento varía proporcionalmente a la
densidad del aire. Si se intenta cambiar la temperatura desde, p.ej., 40 °C a - 20 °C hay
casi 25 % más de moléculas de aire en un metro cúbico de aire frío que en un metro
cúbico de aire cálido. Por tal razón variará la cantidad de energía disponible.
Si desea cambiar la altitud sobre el nivel del mar, se deberá introducir
primeramente la temperatura a nivel del mar. Entonces el programa calculará
automáticamente la temperatura y presión correspondientes a la altitud que se indique.
Se puede introducir la densidad del aire directamente, si se |sabe qué es lo que
hace. Entonces el programa calculará los valores correspondientes al resto de variables
(también puede cambiar la presión del aire, aunque es preferible no hacerlo. Su presión
del aire obviamente será la que corresponda a la altitud y temperatura locales).

2.29.4. Datos de la distribución del viento


El parámetro de forma de Weibull suele estar alrededor de 2 en Europa del
Norte, aunque puede variar de una situación a otra, por lo que se puede necesitar
realmente un atlas eólico para conocerlo de forma más exacta. Bien se puede introducir
la velocidad media del viento o bien el parámetro de escala de Weibull (el programa
calculará automáticamente el otro).
La altura a la que se realicen las mediciones de la velocidad del viento es muy
importante, ya que las velocidades del viento aumentan con la altitud sobre el nivel del
suelo. Las observaciones meteorológicas son generalmente hechas a una altura de 10
metros, pero los estudios anemométricos se realizan a menudo a la altura del buje del
aerogenerador La rugosidad promedio del terreno circundante es importante para
determinar la velocidad del viento a la altura del buje del aerogenerador, si ésta difiere
de la altura a la que fueron hechas las mediciones de la velocidad del viento. Se puede
bien definir la clase de rugosidad o la longitud de rugosidad, dependiendo del tipo de
paisaje local.

2.29.5. Datos del aerogenerador


Esta sección del programa permite especificar la potencia nominal del generador
principal, el diámetro del rotor, la velocidad de conexión, la velocidad de corte y la altura
de buje de su máquina. Al final se podrá entonces identificar la curva de potencia de su
máquina.
Sin embargo, es mucho más fácil introducir las especificaciones del
aerogenerador utilizando una tabla incorporada de datos de aerogeneradores daneses

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 61


Capítulo 2 – El viento

típicos. Esto permite elegir entre las alturas de buje disponibles para la máquina
elegida. Si se desea, también se puede introducir una altura de buje.
Probando un poco con diferentes alturas de buje se puede ver como varía la
energía disponible. El efecto es particularmente notable en máquinas emplazadas en un
terreno con una clase de rugosidad alta. Cambiando la clase de rugosidad en los datos
de la distribución del viento, se puede observar las variaciones en la energía disponible.
Si se modifica las especificaciones de la máquina estándar, el texto cambia a
ejemplo del usuario, para indicarle que no está trabajando con una máquina estándar.
Es seguro jugar con todas las variables, aunque no tiene mucho sentido cambiar el
tamaño del generador o el diámetro del rotor de una máquina estándar, a menos que se
cambie también la curva de potencia. Sólo se utiliza el diámetro del rotor para mostrar la
potencia de entrada y para calcular el rendimiento de la máquina (en términos del
coeficiente de energía). La potencia nominal se utiliza únicamente para calcular el factor
de carga.

2.29.6. Curva de potencia del aerogenerador


Los datos de la curva de potencia del aerogenerador están situados al final por
razones prácticas (ver al mismo tiempo los datos de entrada y los resultados). Se puede
utilizar esa área para especificar una turbina que no esté incluida en la tabla adjunta. El
único requerimiento es que las velocidades del viento están ordenadas
secuencialmente en sentido ascendente (o descendente).
El programa aproxima la curva de potencia con una línea recta entre cada dos
puntos consecutivos que no tienen valor nulo para la potencia disponible.
Nota: El programa sólo usa velocidades de viento de hasta 40 m/s en sus cálculos de
clima eólico, por lo que no se moleste en máquinas fantásticas que trabajan por encima
de los 30 m/s.

2.29.7. Botones de control


“Calcular” recalcula los resultados del formulario. Para activar el programa
también se puede hacer click en cualquier otro lugar o usar el tabulador después de
haber introducido los datos. Si se cambia la curva de potencia, el programa no
recalculará los datos hasta que se haga click en “calcular” o se cambie algún otro
dato.
“Borrar datos” vuelve a introducir los datos del ejemplo del usuario que
inicialmente aparecían en su pantalla.
“Densidad de potencia” dibuja el gráfico de la densidad de potencia para el
emplazamiento y máquina en una ventana aparte.
“Curva de potencia” dibuja la curva de potencia para la máquina que el usuario
ha elegido en una ventana aparte.
“Coeficiente de energía” dibuja el coeficiente de energía, es decir, la eficiencia
de la máquina a diferentes velocidades de viento.

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Capítulo 2 – El viento

2.29.8. Resultados de la potencia de entrada en el emplazamiento


“Potencia de entrada por metro cuadrado de área del rotor” muestra la
cantidad de energía en el viento que teóricamente pasaría a través de un círculo
conteniendo al área del rotor, en el caso de que el rotor no estuviese (en realidad, parte
del flujo de aire será desviado fuera del área del rotor debido al área de altas presiones
en la parte de delante del rotor).
“Máxima potencia de entrada a x m/s” muestra a qué velocidad del viento se
alcanzará la máxima contribución a la potencia total disponible. Dicho valor suele ser
mucho más alto que la velocidad del viento promedio.
“Velocidad media del viento a la altura del buje” muestra cómo el programa
recalcula los datos del viento a la altura de buje exacta. Si ha especificado una altura de
buje diferente de aquélla a la que las mediciones fueron tomadas, el programa
recalculará automáticamente todas las velocidades en la distribución de Weibull de
acuerdo con la clase de rugosidad (longitud de rugosidad) que haya especificado.

2.29.9. Resultados de potencia disponible del aerogenerador


“Potencia disponible por metro cuadrado de área del rotor” indica cuánta de
la potencia de entrada por metro cuadrado será convertida en energía. Generalmente,
se encontrará que construir una máquina para usar el 30 % de la potencia disponible
resulta rentable (se puede observar que el valor de la potencia de entrada del
emplazamiento incluye la potencia para velocidades del viento fuera del rango de
velocidades de conexión/corte, por lo que no se podrá dividir por ese valor para obtener
el coeficiente de energía promedio).
“Energía disponible por metro cuadrado de área del rotor por año”, es
simplemente la potencia disponible media por metro cuadrado del área del rotor
multiplicado por el número de horas en un año.
“Energía disponible en KWh por año”, indica cuánta energía eléctrica
producirá el aerogenerador en un año promedio. Esta es probablemente la cifra que
más va a interesarle al propietario del aerogenerador. Sin embargo, cuando el
propietario considere esta cifra, también deberá tener el cuenta el precio de la máquina,
su fiabilidad y el coste de operación y de mantenimiento.
La energía disponible anual calculada aquí puede ser ligeramente diferente de
las cifras reales proporcionadas por el fabricante. En particular, esto es lo que ocurre
cuando se varía la densidad del aire. En ese caso el fabricante calculará diferentes
curvas de potencia para cada densidad del aire. La razón es que con una turbina
regulada por variación del ángulo de paso ("pitch controlled"), el mecanismo de
cambio del ángulo de paso modificará automáticamente el ángulo de paso de la pala al
variar la densidad del aire, mientras que en una turbina con regulación por pérdida
aerodinámica ("stall regulation") el fabricante fijará un ángulo de paso ligeramente
diferente dependiendo de la densidad promedio del aire local. Este programa puede
estar hasta un 3,6 % por debajo del valor correcto proporcionado por el fabricante, para
bajas densidades del aire, y hasta un 1,6 % por encima, para altas densidades del aire.

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL– U.N.S.L. - 2020- 63


Capítulo 2 – El viento

“Factor de carga” indica en que proporción la turbina usa la capacidad nominal


de su (principal) generador.

2.29.10. Aspectos a tener en cuenta para usar el programa


Nota 1: Asegurarse de que se está utilizando la misma altura de buje, si desea
comparar el funcionamiento de dos máquinas con el mismo diámetro de rotor.
Nota 2: Si desea comparar dos máquinas con diferentes diámetros de rotor, se deberá
tener en cuenta la energía disponible por metro cuadrado de área de rotor (y seguir
usando la misma altura de buje).
Nota 3: Generalmente, las máquinas para vientos bajos (gran diámetro del rotor en
relación con el tamaño del generador) funcionarán mal en emplazamientos de fuertes
vientos, y viceversa. La mayoría de las máquinas para vientos bajos no están
diseñadas para ser utilizadas en áreas de fuertes ráfagas de viento.

2.30. VIENTOS EN ARGENTINA

La región patagónica, al sur de la República Argentina, es conocida por sus


intensos y persistentes vientos. El Servicio Metereológico Nacional ha venido realizando
desde hace varias décadas, la mayoría de las mediciones de vientos. Sin embargo,
como la idea del aprovechamiento eólico intensivo es relativamente reciente, estas
mediciones no han sido orientadas para la evaluación del potencial energético.
En las regiones montañosas, por ejemplo, los anemómetros u otros instrumentos
de medición fueron instalados en los valles, donde normalmente se ubican los
aeropuertos por sus menores niveles de vientos, mientas que para el aprovechamiento
energético es conveniente registrar en la cima de la montaña.
Los datos existentes en la Patagonia para 53 localidades han sido analizados y
depurados por V. R. Barros confirmando el elevado potencial eólico de la región, quien
estima que “al sur del paralelo 42º es muy posible que más del 90% el territorio
argentino disponga de potencias superiores a 500 watt/m2 a 50 m de altura”.
En la figura 2-37, se reproduce un mapa que muestra el notable potencial eólico
de la Patagonia. Si bien no es válido el trazado de líneas de potencia constante por las
múltiples razones señaladas por Barros en su “Atlas del Potencial Eólico de la
Patagonia”, a fines ilustrativos, también se representa la curva de potencia a 50 m. de
altura en la figura 2-38. En ella se puede observar, aún con las reservas propias de la
validez del trazado patagónico, las formidables posibilidades de aprovechamiento de la
energía del viento en Argentina.
En la zona del norte del país, los vientos son normalmente débiles. Sin embargo
existen fenómenos locales que merecen una consideración especial.

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL – U.N.S.L. - 2020- 64


Capítulo 2 – El viento

Velocidad Media Anual en m/seg a 10 m


sobre el nivel de la superficie
Figura 2 - 37

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Capítulo 2 – El viento

Potencia Media Anual Estimada en la Patagonia,


a 50 m. sobre el suelo en (w/m2)
Figura 2 - 38

NAZARIO PEDERNERA, VICTOR DANIEL– U.N.S.L. - 2020- 66

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