Las Relaciones entre las Crisis del Entorno, la Innovación
Organizacional y los Procesos de Cambio GRUPO#4
Participante: Lcdo. Alfredo Acosta
C.I: V-4.297.786 Lcda. Carmen Franco C.I: V-8.370.187 Ing. Silverio José Quijada C.I: V-6.921.964 Lcda. Mariela Veliz C.I: V-10.836.510
Facilitador: María Teresa Borges
Maturín, 06 de abril de 2020
DESARROLLO
En estas dos décadas del siglo XXI con la explosión de nuevas
tecnologías, las T.I.C. y paradigmas emergentes, la mayoría puede reconocer las implicaciones que acarrea los cambios que se van suscitando; pero dentro del ámbito empresarial, ¿hacia dónde se dirigen las nuevas organizaciones en un entorno cada vez más convulsionado y en constante transformación? Es necesario saber en qué contexto las empresas, se desenvuelven, para estar al tanto sobre cuáles son sus posibilidades de desarrollarse en este mundo altamente globalizado y competitivo; y cómo pueden llegar a gestionar el cambio como única alternativa viable de supervivencia. Cuando pensamos en una crisis, normalmente, presumimos que se trata de algo inesperado, negativo y que supone un peligro para el desarrollo de cualquier asunto o proceso. Las organizaciones también sufren crisis y estos sucesos generalmente afectan la cultura organizativa de la empresa. En el momento en el que ocurren, se aprecia una sensación de pérdida de control e incertidumbre por parte de sus colaboradores y, a su vez, se generan muchas reacciones que pueden empeorar el estado de la organización. Para eso hay que tomar en cuenta algunos puntos ante una situación de crisis: Comunicación clara y a tiempo: Transmitir la información de forma clara y en el tiempo indicado, evita que los colaboradores especulen. Sentido de urgencia: Tener claro el grado de prioridad que requieren los distintos temas relacionados con la crisis. Plan de contingencia: Ayuda a tomar decisiones estratégicas de forma acertada y, además, facilita la resolución efectiva del problema. Motivación: En el contexto de la crisis, es necesario promover un ambiente positivo para que los colaboradores se sientan confiados y seguros. Recuperación y aprendizaje: Una vez que la crisis ha sido contenida y solucionada, es conveniente recobrar los niveles de credibilidad y reputación preexistentes, o incluso superarlos; dar seguimiento y acercarse a los colaboradores y clientes para prevenir situaciones similares en el futuro. Es importante reconocer que la mayoría de las situaciones críticas que pueden presentarse en una compañía, son previsibles. Por esta razón resulta fundamental estar preparados para enfrentarlas, comprendiendo tanto su dinámica y su compleja naturaleza como las herramientas necesarias para hacerles frente. Pensar en un programa para la prevención de crisis organizacionales es como un seguro para la imagen de la empresa. El papel de los líderes en el manejo de una crisis organizacional marca la diferencia, pues estos se convierten en un catalizador de lo que acontece, así como en el principal factor influyente del clima organizacional. Observar la labor que sostienen con su equipo, transmitir mensajes, hacer cambios estratégicos, motivar y dar seguimiento necesario para remontar muchas veces unas condiciones desfavorables; más aún si la competencia es fuerte. Así pues, podríamos decir que asumir las crisis desde la perspectiva de la oportunidad, ante todo, trae consigo aportes y posibilidades de crecimiento para transformar la cultura de una organización, sus equipos de trabajo y su futuro en el mercado. En estos casos, la innovación organizacional es fundamental para encontrar oportunidades internas en una empresa; es decir, es descubrir todas esas debilidades que tiene el negocio en sus relaciones internas, en creatividad y apertura de información para que estas puedan ser convertidas en oportunidades que cedan el paso a una verdadera cultura de innovación en todos los niveles de la empresa. Es preciso señalar, que la innovación organizacional se basa totalmente en compartir el conocimiento y en lograr el aprendizaje de los individuos que componen la organización, para crear así una cultura de cambio continuo y tomar el liderazgo productivo en la industria donde se encuentre la empresa. Por otra parte debemos tomar en cuenta que la innovación interna busca encontrar nuevas formas de trabajar, para tener un mejor clima laboral y donde las personas estén más involucradas en asumir riesgos creativos en pro de toda la organización; esto con el fin de aplicar nuevas ideas que mejoren los procesos internos y el servicio externo que brinda la empresa a sus clientes, así pues, mediante la aplicación adecuada de este concepto se espera que cualquier organización logre fidelizar a sus clientes actuales y mediante la recomendación de estos pueda alcanzar nuevos clientes. El cambio en las organizaciones, las profundas transformaciones que se producen externa e internamente a cada momento, requieren una atención y reflexión cuidadosa de estos procesos; de la necesidad de desarrollar capacidades para entenderlo y crear mecanismos para administrarlo y manejarlos. Las organizaciones y las personas que en ella están incluidas cambian continuamente. En las organizaciones, algunos cambios ocurren por las oportunidades que surgen, mientras que otros son proyectados. El término desarrollo es aplicado cuando el cambio es intencional y proyectado. Una de las dificultades de la introducción del cambio es que algunas personas se benefician mientras que otras sufren pérdidas, por lo que se resisten a él al verse afectadas de modos distintos. Estas personas que se resisten a los cambios suelen tener cierto desgaste emocional, producto de las tensiones, la inquietud y la ansiedad que afectan a la personalidad de un individuo durante un periodo de cambio.
Para que un proceso de cambio pueda implementarse con éxito y
sostenerse en el tiempo, es fundamental tener en cuenta el factor humano. Las personas deben confiar, estar motivadas y capacitadas, ya que el cambio es un proceso muy duro, tanto a nivel personal como organizacional. El proceso de cambio consiste básicamente en tres etapas.
1. Recolección de datos: Incluye técnicas y métodos para describir
el sistema organizacional, las relaciones entre sus elementos y las maneras de identificar problemas y asuntos más importantes. 2. Diagnóstico organizacional: del análisis de datos tomados se pasa a su interpretación y diagnóstico. Se identifican problemas, y sus consecuencias, para establecer prioridades y objetivos. 3. Acción de intervención: se selecciona cuál es el método más adecuado para solucionar un problema particular organizacional. Esta no es la fase final del proceso de cambio, ya que este es continuo y una etapa capaz de facilitar el proceso sobre una base de continuidad. Hoy muchas empresas a nivel mundial se manejan como organizaciones duales, que le permiten ir moviéndose al ritmo de las nuevas tecnologías de información y comunicación (T.I.C.), usando una organización jerárquica y redarquica al mismo tiempo para atender un mercado emergente que está cambiando la configuración de hacer negocios y la forma de interactuar con el entorno empresarial de modo colaborativo y no de manera competitiva como se ha hecho en todos estos últimos años. BIBLIOGRAFÍA
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