Está en la página 1de 1

MUJER Y VARÓN- ANA Y JUAN (TAPE)

ANA. Volviste porque Vicente te grabó?


JUAN. Si.
ANA. Por qué?
JUAN. …Porque me hizo pensar.
ANA Bien, entonces , decime que pasó.
JUAN. (Pausa)…. Creo que… te violé.
ANA. (Pausa )… No, no me violaste.
JUAN. Sí, yo lo admití en la grabación.
ANA Pero eso no prueba que lo hayas hecho. Si nadie te acusa, entonces no hay nada que
confesar.
JUAN. Y entonces que pasó?.
ANA. Tuvimos sexo.
JUAN Ana, estoy tratando de ser honesto.
ANA Por qué ahora?
JUAN. Porque cuando Vicente me hizo escuchar la grabación, me shockeó lo que yo había
hecho.
ANA. Y si no la hubieras escuchado. Dirías lo mismo?
JUAN. Probablemente no.
ANA. Si yo viviera en Alaska, irías hasta allá para disculparte?
JUAN. No sé, realmente.
ANA. O tal vez estabas celoso de Vicente y de mí.
JUAN. Eso es ridículo.
ANA. Por qué? Yo te quería!. ( Pausa) De veras. Estaba totalmente enamorada de vos esa
noche. (Pausa.) Vos me querías a mi?
JUAN. (Pausa.) No.
ANA. Y por qué estabas conmigo?
JUAN. No estoy seguro.
ANA. Nunca es tarde para molestar a tu mejor amigo diciéndole de una vez por todas que
violaste a su amor de la secundaria. (Pausa) Especialmente si ella está presente.
JUAN. De verdad creés que soy así?. ¡Volví para disculparme! Honestamente lo lamento.
ANA. (con dolor) Qué? ….Haberme tapado la boca?!
JUAN. (Pausa.) Si.
ANA. (jocosa) Juan, a todos los dejo taparme la boca. (Pausa)
JUAN. Me parece que es mejor que me vaya, diga lo que diga, esto no va para ninguna parte.
ANA. (fuerte, le grita) Querés tener la última palabra Juan. Pero no es tuya.
JUAN. No te das cuenta que hablo en serio. No encuentro otra manera de decir lo que dije, y
quiero que sepas que lamento mucho, muchísimo, que haya pasado eso.
ANA. (pausa. comienza calma, va enardeciéndose a medida que avanza) Bueno, deberías
lamentarlo.
Espero que te mueras por lo que hiciste, y que termines revolcándote en el infierno mas
espantoso; y que sufras una agonía horrenda, que sufras hasta el último momento. Y que la
última sensación que tengas , sea la de un hierro caliente que te atravieza, que te revienta el
corazón y te agujerea el estómago. Y cuando te mueras, espero es que te revuelques en tu
propia mierda, y te sientas humillado, y que la última imagen que tengas de vos mismo sea
denigrante, asquerosa y patética!.
(largo silencio, Juan está azorado. Ana, como si nada, “recobra” su tono de calma.)
¿Es mas o menos eso lo querías que dijera? ( No hay respuesta….pausa…. a Juan)
Francamente no se qué es lo que querés que te diga.
JUAN. (pausa, abatido) Nada

También podría gustarte