Debemos partir la presente investigación de las escuelas del
derecho penal, en primer lugar, para saber ¿porqué surgió la necesidad imperiosa de codificar las bases fundamentales de la dogmática jurídico- penal?; Por tal razón, importante es tener claro el concepto de escuela y entendemos por esta la dirección del pensamiento que tiene una determinada orientación, trabaja con un método particular y responde a unos determinados presupuestos filosóficos-penales. Las Escuelas Penales, son el cuerpo orgánico de concepciones contrapuestas sobre la legitimidad del derecho de penar, sobre la naturaleza del delito y sobre v el fin de las sanciones. Planteamiento La Escuela Clásica; Es una corriente que apareció a raíz de las nuevas ideas surgidas como reacción vigorosa a la anterior y ancestral forma de ver al derecho penal. Su principal exponente fue Francisco Carrara; Lo apelativo de “clásico” fue asignado por los positivistas y particularmente por Ferri, siendo en un sentido “peyorativo” queriendo significar con dicho título lo viejo y lo caduco. Según este concepto, la escuela clásica, surge como una reacción en contraposición a la manera excesiva como se venía aplicando el derecho sancionador en la época primitiva, ya que, el primer medio de castigo empleado al delito, para resarcir el daño o sufrimiento ocasionado a la victima era la venganza justa o “El Talión”.
La Escuela Clásica encuentra sus bases filosóficas en el Derecho
Natural que es el conjunto de reglas ideales, eternas e inmutables que se anhela ver transformadas en leyes positivas. Niega la tesis del contrato social que manejaban tanto los representantes de la Ilustración en el campo penal como Beccaria, Bentham, Howard. El Derecho es innato al hombre porque es dado por Dios, no es histórico, no es producto del hombre. Según Francisco Carrara, define “El Delito” en éstos términos: "infracción de la ley del estado, promulgada para proteger la seguridad de los ciudadanos, resultantes de un acto externo del hombre, positivo o negativo, moralmente imputable y políticamente dañoso".
La definición de Carrara nace de la idea que es el fundamento de
toda su doctrina: el delito no es una conducta, ni una prohibición legal; es un "ente jurídico", es la lesión de un derecho por obra de una acción u omisión humana: "la infracción de la ley del estado". Por lo anteriormente dicho, el delito es la conducta antijurídica por acción u omisión, que como resultado ha ocasionado un daño social, amenazado y tipificado como infracción por las leyes penales. Dicha escuela se valió del “método lógico-abstracto” racionalista y deductivo, como principales características tenemos las siguientes: Método lógico abstracto y deductivo; el delito no es un simple hecho, es un ente jurídico; la responsabilidad penal se basa en el libre albedrío; la pena como castigo es la retribución de un mal con otro mal. Para Francisco Carrara, “La Pena” es un mal que de conformidad con la ley, el Estado impone a quienes con la forma debida son reconocidos como culpables de un delito. Franz Von Liszt, define “Pena” no es otra cosa que, el tratamiento que el Estado impone al sujeto que ha cometido una acción antisocial o que representa peligrosidad social, pudiendo ser o no un sujeto y teniendo como fin la defensa social. Según sus ideas, la pena no es más que la sanción impuesta por el Estado, al sujeto que cometa un hecho punible. La Escuela Positiva, También conocida como “positivismo criminológico”, aparece a mediados del siglo XIX como una reacción en contra de la Escuela Clásica, se fundamenta en bases científicas que corresponden a las ciencias naturales; su principal exponente fue Enrique Ferri, César Lombroso, Rafael Garófalo y G. Fioretti. Lombroso formula la tesis del delincuente nato, naciendo así la Antropología criminal. El Ius Puniendi pertenece al Estado a titulo de defensa social. Los positivistas parten de la concepción determinista del hombre. Rechazaban el libre albedrío y la responsabilidad moral. El hombre es responsable por el solo hecho de vivir en sociedad (responsabilidad social o legal). El fundamento de la pena no se halla en la culpabilidad, sino en la temibilidad o peligrosidad. El delito no interesa por sí mismo, sino como síntoma de la peligrosidad del delincuente (Concepción sintomática). El medio social determina la comisión de delito, por lo tanto, el delincuente no es responsable de sus actos, el responsable para que un hombre cometa delito es el medio social. Por eso tampoco acepta los tipos de delincuentes.
Utiliza el método inductivo-experimental, que lo caracteriza. La
Escuela Positiva, aplica el método inductivo-experimental al estudio del delito y del delincuente. Uno de sus representantes como Enrrico Ferri hace uso de este método inductivo-experimental en el estudio del delito y del delincuente y dio un impulso a la Sociología criminal. Otro de sus representantes como Rafael Garofalo dedujo las consecuencias de las nuevas ideas para el Derecho penal.
La sanción es indeterminada y proporcional al delito (no se debe
castigar conforme a lo que dicen los Códigos, sino que tiene que haber Sustitutivos Penales), el delincuente debe estar en la cárcel hasta su rehabilitación. La legislación penal debe estar basada en los estudios antropológicos y sociológicos. La ley penal no restablece el orden jurídico, sino que tiene por misión la de combatir la criminalidad considerada como fenómeno social.
La escuela positiva sostiene, que la infracción no debe tener un
tiempo determinado, y que el criminal estará privado de libertad hasta que se readapte; Ya que la sanción es impuesta no porque haya cometido un delito, sino para que no lo vuelva hacer. Las Escuelas Eclécticas, las críticas contra las escuelas clásicas y positivista han dado nacimiento a escuelas eclécticas que mantienen principios de la clásica y toman otros de la positivista, situándose en un término medio, sin incurrir en las exageraciones de esta última y apartándose de muchos postulados arcaicos del dogmatismo.
Estas escuelas se caracterizan por el dualismo de sus
concepciones. Diferencian el Derecho Penal, al que asignan un método lógico-abstracto, de la Criminología, Penología y Política Criminal, que siguen una sistematización experimental. El crimen es un fenómeno complejo, producto de factores individuales y de factores exógenos.
Terza Scuola o Tercera Escuela o Escuela del Positivismo Critico
(Italia). Tiene su origen en la pugna existente entre las Escuelas Clásica y Positiva, ya que ni la Escuela Clásica con sus postulados idealistas ni la Escuela Positiva con sus métodos para combatir científicamente a la delincuencia tuvieron éxito; de ahí que se adoptara una posición ecléctica, es decir, combinaron los postulados de las dos escuelas creando la llamada Tercera Escuela, cuyo método resulto de la fusión del idealismo con el naturalismo.
Buscaron encontrar los principios del derecho natural, que
sustentaban la norma penal aplicable y a su vez se atendía a la realidad material tanto del delito como del delincuente.
Acogió del clasicismo el principio de la responsabilidad individual y
la distinción entre responsables e irresponsables; del Positivismo tomó en préstamo la génesis natural del delito y el determinismo psicológico; La máxima de la tercera escuela se resume en la idea de que, a través del derecho penal, se obtenga el máximo de defensa social, con el mínimo de sacrificio individual. Conclusión.
Con la aparición de esta nueva corriente de las escuelas del
derecho penal, como fue la escuela clásica; Europa se vio favorecida, ya que se fundamentan las bases legales sobre los cuales se penaliza o sanciona el hecho o acción antijurídico; El clasicismo surge como una reacción en contraposición por la forma como se aplicaba excesivamente el derecho de sancionar en la época primitiva, ya que el primer medio de castigo, punitivo al delito empleado para resarcir el mal ocasionado a la sociedad era “El Talión” o Venganza Justa. Este sistema se basa en el libre albedrío y la pena vista como un mal infligido al delincuente; Sin embargo, la escuela positiva nace como una reacción en oposición a la escuela clásica; Lombroso formula la tesis del delincuente nato, naciendo así la Antropología criminal. Estableciendo que es al Estado a quien le corresponde el derecho o facultad de sancionar en favor de la sociedad, no admite el libre albedrío y la pena se aplica según la peligrosidad o temibilidad del criminal y no por el daño causado, este sistema sostiene que la pena Y, que la sanción es impuesta no porque haya incurrido en un delito, sino para que no lo vuelva cometer.
Por lo que se refiere, a la Escuela Ecléctica, Terza Scuola o
Tercera Escuela o Escuela del Positivismo Critico, surgió por el enfrentamiento existente entre el sistema clásico y positivo, unió del clasicismo el derecho natural y del positivismo la realidad material tanto del delito como del delincuente, se establece la pena para los imputables y las medidas de seguridad para las personas inimputables, este sistema parte de que la infracción surge de una problemática social y, mientras no se solucione seguirá existiendo el delito.