Está en la página 1de 1

EL REBE.

qxd 04/07/2005 11:20 PÆgina 4

Nunca se Detenía
“El Rebe era observado 24 horas al día. Aun así, no
había ni un minuto en que su personalidad no brillara.”
EL DESEO DE COMPARTIR
“El que mira a otros con bondad,
será bendecido por compartir su pan
–Rabino Adin Even Yisrael (Steinsaltz) con el pobre”. (Proverbios 22:9).
Según nuestros Sabios, esto se refiere
a Moshé, cuya generosidad innata lo
impulsaba a compartir revelaciones de
El Rebe nunca se detenía la Torá, incluso aquéllas que no tenía
orden de divulgar.
En varios ocasiones el Rebe con-

E
l Rebe nunca paraba. Estaba acti- de su infarto cerebral, el Rebe permanecía taba enseñanzas e historias que había
vo siete días a la semana, 365 días de pie ininterrumpidamente, saludando a escuchado de su suegro y predecesor
al año, a menudo más de veinte la gente, escuchándola y ofreciéndoles –Rabí Iosef Itzjak Schneersohn, sexto
horas diarias. bendiciones y consejo, mientras distribuía Rebe de Lubavitch– y agregaba que
a cada persona un dólar para que a su vez no tenía permiso explícito para hacer-
Durante sus 44 años de liderazgo, no tomó ella diera caridad. Estas sesiones a menu- nición misma de mesirat nefesh, del autén- las públicas. No obstante, se tomaba
ni una sola vacación, ni un día por enfer- do duraban más de siete horas. ¡Y en esa tico altruismo; otros percibían en él al cata- la libertad de difundirlas, ya que “mi
medad o para sí mismo. Ésta no es una época el Rebe pasaba sobremanera los lizador de una revolución judía; otros lo suegro sabía que no resistiría la tenta-
exageración ni una leyenda, sino que surge ochenta años! reconocían como líder supremo. Para ción de compartirlas con otros…”
de los registros, ya que su agenda de tra- muchos era el máximo Jasid, consagrado
bajo diaria era de público conocimiento. El Rebe ocupaba la mayor parte de su día completamente a su Rebe…por último, en
en el estudio de Torá y la plegaria. la visión de otros, era el prototipo del eru- Di-s, amaba a cada judío, y se entregaba
Durante esos 44 años, el Rebe dio cientos Sin embargo, en cierto sentido, todos –en dito e intelectual. a la Torá y al cumplimiento del deseo
de discursos públicos, respondió millones especial sus jasidim– daban esto por senta- Divino.
de cartas, solicitudes de consejo y bendi- do. El Rebe era todo esto. El Rebe nos manifestaba muchos de sus
ciones provenientes de hombres y mujeres pensamientos y puntos de vista movido
de todas partes, y se ocupó de asuntos con- Nunca nadie se preguntó cómo semejante Sin embargo, es de su esencia –que trans- por su profundo deseo de brindarse a los
cernientes a organizaciones e instituciones carga de trabajo, semejante estilo de vida, ciende la singularidad de su persona– de la demás. Al compartir estas reflexiones, nos
de todo tipo. Estas demandas recorrían era humanamente posible. Para el Rebe que emana todo lo anterior. De la profun- permitía penetrar fugazmente en el cristal
toda la gama de experiencias del ser huma- todo parecía tan natural, tan armónico, tan didad de su neshama, su alma, desde el de su alma y recibir así un reflejo de su
no: la salud, el matrimonio, los hijos, el
sustento, la educación, los negocios, la
fácil, que uno perfectamente olvidaba que
la suya era una agenda diaria que rebasaba
centro de su ser, el Rebe se consagraba a espíritu.
·
Torá y las ciencias. la capacidad de cualquier ser humano
común. UN MUNDO DIFERENTE
El Rebe fundó, guió y dirigió una red glo- Para el Rebe, nada era trivial. Todo tema que tocaba adquiría nueva luz, nueva vida,
bal de instituciones de Jabad Lubavitch. Todo esto, y mucho más... inédita profundidad y significado. La presencia de Di-s era palpable. Un día común se
En audiencias personales aconsejó a innu- Algunos veían al Rebe como el Ohev volvía una fiesta. Una persona simple se convertía en extraordinaria. Una mitzvá rutina-
merables personas: estudiosos de Torá, Israel perfecto, amante de todos los judí- ria, en preciada. Un simple giro talmúdico se transformaba en un principio profundo.
gente común y jefes de estado, hombres y os, otros veían su Irat shamaim, su temor a Una nota menor escrita a pie de página por el Rebe se volvía una lección de vida.
mujeres, ancianos de blancas sienes y Di-s. Para otros su entrega era total; Cualquier objeto mundano contenía una chispa de divinidad, cualquier episodio, una
niños, colosos de los negocios y adoles- muchos se asombraban de su genial erudi- lección para el servicio a Di-s. Cada suceso era una etapa en el cumplimiento del plan
centes en problemas, hombres de letras, ción en Torá; otros lo veían como hombre Divino; cada ocasión, buena o aparentemente mala, un desafío para ayudarnos a mejo-
débiles y enfermos. de inigualable activismo; en muchos rar nuestro servicio al Todopoderoso. El Rebe vertía nueva luz sobre cada tema y llega-
impactó su profunda sabiduría y su visión ba a la médula de cada cuestión.
Cada domingo desde 1986 hasta 1992 año perspicaz. Para otros representaba la defi-

6 El Rebe nunca se detenía El Rebe nunca se detenía 7

También podría gustarte