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TRABAJO
ño 5 - Número 7 - Nueva Época - 2009
Asistentes
Sofía Inés Munárriz
Gisela Bazzini
Diseño de tapa
Diego A. ReartE~s
Impresión y diagramación
Artes Gráficas Papiros S.A.C.I.
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ISSN 0328-0764 },
La Revista de Trabajo es la publicación oficial del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, .·_rJ····'.¡
Av. Leandro N. Alem 650, Ciudad Autónoma de Buenos Aires (ClOOl AAO), República Argentina ,
Tel.: (54-11) 4310-5936/Fax: (54-11) 4310-5866
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Crisis económica y configuración política:
Karl Polanyi revisitado
Eduardo Rojas*
Inmerso en uno de los ambientes de bie- no existir. Recordar la crisis societal según
nestar más deslumbrantes sigo sintiendo sus nudos menos visibles será, pues, método
la creciente pobreza en que están los ni- privilegiado de este artículo, una reconstruc-
ños, el aumento de las disparidades en la ción del tenso relato que Karl Polanyi propuso
distribución de ingresos y patrimonio, el hace setenta años sobre el capitalismo indus-
crecimiento del sector de bajos salarios trial del siglo XIX, sus dislocaciones, desgarra-
con una ocupación insegura, el segmento mientos y "gran transformación" 2 • El teórico
cada vez mayor de personas que se sien- húngaro arriba allí a una conclusión monu-
ten superfluas, todo eso lo siento como un mental: extender el intercambio en mercados
escándalo. Pero este escándalo debería como única norma de desarrollo posible lleva
ser entendido como una parte de los pro- a la destrucción de la vida humana, no sólo de
blemas que sólo podemos solucionar si in- sus instituciones, como quisiera decirnos un
vertimos esa tendencia, planetaria, a que institucionalismo sociológicamente irreflexivo,
los mercados escapen a las posibilidades en boga, sino de las acciones en la calle que
de configuración política. habitualmente constituyen la comunidad. Por
eso quizás el recuerdo de su obra surge tan ac-
Jürgen Habermas: "La política de Europa tual hoy, un mundo en que todo lo que vale
en un callejón sin salida" 1 busca ser mercancía, pierde humanidad y la-
zos entre los humanos. Hablamos así de un
capitalismo cuya configuración mercantil era
-y llega ser hoy- imaginada y predicada por
En tiempos de crisis global, pocos -si alguno- las elites sin configuración política ni social
saben de superarla, la realidad escapa de lí- alguna, al punto que ni siquiera en pleno ca-
deres e intelectuales y la pretensión de saber taclismo aprecian la crisis. La recurrencia de
redunda sin vuelta en simple aventura políti- los escándalos de la modernidad que menta el
ca. Esa singular historia sin lugar del saber epígrafe, signos ininteligibles de cambio, obli-
aconseja no inventarlo sino, más bien, revi- gan a la provisoriedad teórica y exigen a esa
sitar aquel siempre a la mano pero olvidado historia sin destino de las crisis, que revisita- 61
porque la sociedad que lo recuerda parece ya remos;"formas que integren a actores sociales
y políticos dispuestos a la reflexión constructi- nes de captar (mentalmente) todos los puntos
va sin garantía científica mayor. de vista posibles. Y sólo en la medida en que
es capaz de objetivarse a sí mismo puede [... ]
Si recortamos por esta línea la tradición trasladarse con el pensamiento al lugar donde
teórica, nuestro discurso interpelará a otros 1
está colocado su objeto (que también es, al me-
sin pretensiones de objetividad "autónoma" nos hasta cierto punto, un alter ego) y captar
ante la realidad y sus efectos. Como ya sabe- así su punto de vista, es decir, comprender que
mos, en el mundo del siglo XXI lo objetivo dice si estuviera en su lugar, como suele decirse,
poco sin autorreflexión, sin un entendimiento indudablemente sería y pensaría como él" 3 .
de sujetos y prácticas (con)textuales que lo
vuelvan sobre sí mismo. Intentamos más bien
producir una teoría interpretativa, comunica- • Historia política real vs economía
ción de pretensiones de validez sujetas al sí liberal utópica.
o al no del lector y de la sociedad. Nuestras
afirmaciones serán, pues, usos de la palabra Casi nadie entendía la función política
de Polanyi, resignificada de la mano de inves- del sistema monetario internacional; en
tigadores que la tomaron cuando el piso del consecuencia, el carácter extremadamen-
saber se les movió. Plantearemos/traeremos, te repentino de la transformación tomó
en primer lugar, pretensiones razonables de al mundo por sorpresa [.. .] Ni siquiera
saber sobre la contraposición que establece cuando el cataclismo estaba ya encima de
entre la economía capitalista real y la utopía ellos advirtieron sus líderes que detrás del
liberal del siglo XIX, tomaremos después sus colapso del sistema internacional había
referencias a los procesos dramáticos de evo- un largo proceso dentro de los países más
lución societal que lo impactaron desde la eco- avanzados que volvía más anacrónico ese
nomía y los sistemas políticos de su tiempo; en sistema; en otras palabras, la falla de la
tercer lugar, desentrañaremos indicaciones de economía de mercado se les escapaba.
carácter normativo, argumentos por ejemplo
sobre la justicia o eticidad del orden social en Karl Polanyi: "La paz de los cien años" 4 •
esa economía y política y, por último, discurri-
remos sobre las palabras que forman el sujeto
político, argumentos sobre la formación e iden- El discurso de Polanyi sobre el desarrollo ori-
tidad del actor social en su trato con los otros ginario del capitalismo industrial europeo, un
con quienes debe o cree deber vivir en comuni- clásico de la ciencia social, instala inexcusable
dad, por ejemplo los pobres y la "crítica social". la pregunta por la primacía de la política sobre
De acuerdo a la fértil imaginación teórica de el simple devenir de la economía de mercado.
Pierre Bourdieu, nuestro abordaje podrá ser Sus tesis de la complejidad extraeconómica in-
genuinamente sociológico, comprensivo: herente a la expansión del capital señalan fa-
llas recurrentes (actuales) de estructura en la
"El sociólogo no puede ignorar que lo pro- producción de economía y sociedad. Los desa-
pio de su punto de vista es ser un punto de vis- rreglos del sistema en su tiempo evidenciaron
ta sobre un punto de vista. No puede reprodu- los límites de separar sin equívocos las razones
62 cir el correspondiente a su objeto y constituir- técnicas de las razones políticas de los orígenes
lo como tal al resituarlo en el espacio social, . y rupturas del presente social. La gran trans-
más que a partir de ese punto de vista muy ) formación y crisis de los años treinta del siglo
singular (y, en un sentido, muy privilegiado) XX, por fortuna para la supervivencia humana
donde hay que ubicarse para estar en condicio- y aún con costos sociales inconmensurables,
3 Bourdieu P.: "Comprender'', en Bourdieu P. (dir.): La Miseria en el mundo, México DF. Fondo de Cultura Económica,
1999, pág. 543.
4 Polanyi K. (2006) op. cit. pág. 49.
Crisis económica y configuración política: Karl Polanyi revisitado
puso fin dice el autor húngaro al sueño utó- gión secular". Con este foco, la descripción de
pico de un sistema económico autorregulado los procesos sociales y político culturales de la
que giraría en el vacío, sin sociedad cohesio- época se leerá con la siguiente clave: "la fuente
nada ni política que lo sostuvieran. La visión y la matriz del sistema era el mercado autorre-
del desarrollo así inaugurada perdurará hasta g~lado", toda otra institución (balance de po-
nuestros días como alegato de cuán inviable der, patrón oro, y Estado liberal) era modelada
es una economía de mercado carente de confi- y regida por éste. La civilización del siglo XIX
guración política, esto es de un Estado que la como su crisis se explican, en definitiva, por
piense, monitoree y patrocine con eficacia (de el dominio utópico del mercado autorregulado
allí en más, "Estado de bienestar"). Dado que sobre el conjunto de la vida social:
la transformación de la civilización europea
en la primera mitad del siglo XX es análoga a "Nuestra tesis es que la idea de un merca-
la de hoy en los países en desarrollo, recuerda do autorregulado implicaba una utopía to-
Joseph Stiglitz5 , a menudo parece que Polanyi tal. Tal institución no podría existir duran-
hablase de problemas actuales, como los que te largo tiempo sin aniquilar la sustancia
manifestantes de Seul y Praga en 1999 y 2000 humana y natural de la sociedad; habría
evidenciaron al oponerse a las instituciones fi- destruido físicamente al hombre y trans-
nancieras internacionales: "la crisis financiera formado su ambiente en un desierto. Ine-
global más reciente recordó a la generación ac- vitablemente, la sociedad tomó medidas
tual las lecciones que sus abuelos aprendieron para protegerse, pero todas esas medidas
con la Gran Depresión: la economía autorre- afectaban la autorregulación del mercado,
gulada no siempre funciona tan bien como sus desorganizaban la vida industrial y así po-
defensores quisieron hacernos creer" 6 • nían en peligro la sociedad en otro sentido.
Fue este dilema el que impuso el desarro-
La matriz descriptiva de la "gran transfor- llo del sistema de mercado en forma defini-
mación" puede formularse del siguiente modo: tiva y finalmente perturbó la organización
las dinámicas de mercado liberadas a sus im- social basada en él" 7 .
pulsos endógenos destruyen vida y sociedad
humana, "histórica" por sus conflictos de valo- El concepto descriptor básico que surge
res y razón. La civilización del siglo XIX se ha así, será dialéctico negativo. El capitalismo
derrumbado, afirma categóricamente Polanyi, proyectado desde el siglo XIX descansaba de
dando lugar a cambios profundos de política modo notablemente irrealista en tres princi-
y economía en el mundo y abriendo caminos pios económicos irrealizables por el mercado
inéditos -quizás catastróficos- para el capita- libre: idear y realizar como mercancías la tie-
lismo conocido. Esa civilización descansaba en rra, el trabajo y el dinero. Se trata de "mercan-
cuatro instituciones: el balance de poder entre cías ficticias", enfatiza Polanyi, no pueden ser
grandes potencias y más débiles, que duran- evaluadas e intercambiadas en un mercado
te un siglo impidió guerras devastadoras, el carente de principios reguladores externos a
patrón oro internacional que dio organización él porque no están en el mundo para vender-
monetariamente estable a los intercambios y se sino para fines de existencia y orden social.
comercio de la economía mundial, el mercado El trabajo es sólo actividad de seres humanos
autorregulado que significó un bienestar ma- cuyos rendimientos son en principio incalcula- 63
terial extendido sin precedentes y el Estado bles con exactitud, su realización es materia
liberal, que implantó la hegemonía político de un conflicto social y técnico sin cierre defini-
cultural de un orden basado en el laissez faire, tivo posible, la tierra no es sino la naturaleza
haciendo del mercado autorregulado una "reli- ambiente en que los humanos viven y les pre-
e historia económicas han reconocido la validez construcción. Tanto Polanyi como antes Marx
de este argumento "estatalista", afirma uno y otros, alega Castel, sólo cuando pudieron
de los "premios Nóbel" recientes de economía. observar las consecuencias de las transforma-
Para los defensores del consenso neoliberal, ciones de la economía durante el siglo XIX, en
agrega, las intervenciones gubernamentales p:articular, la aparición del pauperismo, per-
son origen y no-solución del problema, la clave cibieron que estaban ante una revolución de
sería "poner el precio adecuado y sacar al go- las relaciones sociales de base, la relación con
bierno de la economía mediante la privatiza- la tierra y la relación con el trabajo, puestas
ción y la liberación" 12 . Pero la experiencia com- ahora "en el reino de la mercancía" 14 .
parada enseña que el desarrollo típico ideal es
algo más que "proceso técnico puro" de acumu- Por nuestros territorios, muy temprano, la
lación de capital y mejoras de eficiencia en el sociología argentina saca provecho de las im-
uso de recursos. El punto de vista "científico" pugnaciones de Polanyi a la explicación deter-
de mercados perfectos no es sino una simple minista de los rendimientos y crisis en la eco-
ideología reduccionista de la historia: nomía. Gino Germani, por ejemplo, a comien-
zos de los años '60 del siglo pasado ajustará a
"Esta ideología no entiende la naturaleza ese orden de objeciones su concepto de "rela-
de la transformación misma, una trans- ción asincrónica" entre cambio estructural de
formación de la sociedad, no sólo de la la economía y cambio político institucional en
economía, y una transformación de la eco- períodos de transición modernizante 15 . Otros
nomía que es mucho más profunda que lo investigadores generalizarán el alcance expli-
que sugieren sus simples recetas. Su pers- cativo del factor estatalidad para el desarrollo
pectiva representa una lectura equivoca- civilizatorio en economías de mercado. La com-
da de la historia, como sostiene Polanyi plejidad que les viene sugerida por las corres-
con eficacia" 13 . pondientes lecturas los instará a preguntarse,
por ejemplo, si la creencia en los equilibrios de
Sin embargo no siempre el discurso de la mercado, extendida mundialmente por la retó-
transformación capitalista dio cuenta convin- rica de globalización neoliberal, puede ser cier-
cente de su preconcepto ideológico, perdiendo a ta "para los bienes comunes, pero no para los
menudo fuerza crítica. Es de buena conciencia mercados financieros", cuya proverbial inesta-
histórica sostener que los diseñadores del pri- bilidad -con apariencias de crisis- "depende
mer capitalismo industrial en el siglo XVIII no del relieve determinante que asume en ellos
podían aún percibir lo negativo de los efectos el elemento psicológico de las expectativas" 16 •
sociales del sistema, en ese momento en plena Esta evaluación pragmática de operaciones fi-
expansión. Robert Castel destaca que ellos se nancieras globales es asumida por agentes del
proponían extender a todo el cuerpo social los sistema destacados como George Soros, quien
beneficios de las transformaciones sectoriales leyendo al teórico húngaro que motiva nues-
que observaban, extrapolación de sentido de tro análisis concluye que si "las expectativas
una parte al todo que dio carácter utópico a su escapan a la cuantificación . . . los mercados
EDUARDO ROJAS
financieros pueden oscilar mucho más allá del política pública deberá responder a las exigen-
equilibrio y no volver nunca al centro". Por su cias de un trabajo social complejo.
parte, el investigador propondrá un aparato
analítico independiente de la forma general El trazado puntilloso de las grandes trans-
"mercado" para operar con la de "mercado de- ' formaciones del capitalismo industrial y post-
terminado" que excluye naturalizar la idea de industrial, entonces, privilegiaría analítica y
equilibrio: prácticamente el rol de la política en la pro-
ducción y trabajo de la sociedad. Marramao
" ... el diagnóstico de Soros -que precisa- al respecto es concluyente. Examinar, dice, la
mente al comienzo de su libro The crisis posibilidad de recuperar las categorías funda-
of global capitalism (1998) declara haber mentales de la investigación de Polanyi -don
releído The great transformation de Po- e intercambio, obligación política y lazo social-
lanyi- plantea tres exigencias difícilmen- desde una perspectiva que trascienda la dico-
te eludibles: 1) un análisis diferenciado tomía mercado-Estado permite darse cuenta
de la forma mercado; la observancia de que lo importante -la dimensión propiamente
los presupuestos «no-mercantiles» de re- política de las cosas- "se coloca en el medio en-
gulación y funcionamiento del mercado; tre Estado y mercado". La política instituyen-
3) la crítica del paradigma del equilibrio, te necesaria de la cohesión social opera según
entendido como vocación natural del libre esta comprensión a un nivel de racionalidad
mercado" 17 . más profundo que el del contrato social, sus
códigos y reglas:
Polanyi da argumentos fuertes para la
crítica sistemática de la idea neoliberal de un "El diagnóstico enunciado en su momen-
"derrame" virtuoso del crecimiento capitalista to por Hannah Arendt -de una esfera
hacia los sectores desfavorecidos o directa- pública apresada en la tenaza constitui-
mente excluidos. Tal visión optimista del pro- da por los dos polos del Estado-Leviatán,
greso se derrumba con las crisis. Pero negarla, con sus instituciones centralizadas, y por
dice un respetado analista contemporáneo, no una sociedad civil reducida a la esfera de
autoriza pesimismo metodológico alguno: aun- la producción y el trabajo, a sistemas de
que no es aceptable identificar modernidad, necesidades y competencias mercantiles
progreso y justicia social, sí es razonable pre- se presenta todavía (o acaso hoy más que
ver en el devenir de las crisis posibilidades de ayer) como un informe taquigráfico bas-
una construcción social menos individualista tante fiel de nuestro presente político.
que colectiva, democracia y justicia acrecenta- Plantear la exigencia de superar la dicoto-
das. La exclusión disgrega lo político, deviene mía Estado-mercado significa, por lo tan-
socialmente insoportable y deslegitima el or- to, interrogarse acerca de los verdaderos
den establecido 18 • El teórico insistirá en que factores constitutivos del lazo social, yen-
"la crisis demuestra dramáticamente que el do a localizar las instituciones primarias
futuro escapa al cálculo medio-fin", la impre- de la sociedad [... ) como un proceso que
visibilidad política cuestionará la hegemonía hunde sus raíces en un vínculo social cuya
táctica del mercado. Así, "en la medida en que normatividad opera en un plano bastante
6 6. el cálculo individual de costo-beneficio confiesa más profundo con respecto a las prácticas
su precariedad, se revaloriza la responsabili- instituyentes del contrato social, de los có-
dad social por el futuro", la intervención del digos y de las reglas formales que guían la
Estado y las instituciones democráticas 19 . La acción y su racionalidad. La perspectiva
do sin filtro político, el particularismo socio- lista debiera ser encabezada por el dere-
cultural incrementará desigualdades, sostiene cho del individuo a un empleo bajo condi-
pensando en el caso de la mujer indígena: la ciones aprobadas, independientemente de
subordinación cultural política indígena "pro- sus opiniones políticas o religiosas, de su
viene de la misma matriz_ de la que proviene color o su raza.
la subordinación femenina y la de los traba- Karl Polanyi 32 .
jadores". La lente analítica encontrará valor
político "antiindividualista" en ciertas prácti-
cas sociales sustentándose, por ejemplo, en la Una notable interpretación del conjunto teóri-
insistencia de Polanyi en asociar distribución co elaborado por Polanyi releva allí un princi-
económica y carácter colectivo de la vida en so- pio normativo nodal para la crítica de la socie-
ciedades agrarias originarias: dad, que el mismo construye, se dice, jugando
entre la norma economía de Karl Marx y la
"Según Polanyi, en la sociedad agraria norma economía/ética de Max Weber. Mien-
estaba vigente un sistema institucional tras siguiendo a Marx y, con distinta óptica, a
basado en los conceptos de la simetría, la Weber, la ciencia social ha elevado a estándar
centricidad y la administración domés- universal la razón económica medios-fines, Po-
tica, que en su conjunto garantizaban la lanyi los articula para hacer de la razón econó-
convivencia comunitaria, incluso en nive- mica un medio para el fin legitimidad social,
les superiores que el estrictamente local29 • su recta realización como norma de cohesión
Polanyi entiende por simetría el «toma y social. Bien dice Salazar de la Torre que Karl
daca» de artículos y servicios, basado en Polanyi "destaca el carácter de la economía
la reciprocidad comunitaria [... ] La cen- dentro de las relaciones sociales, llegando a
tricidad hace alusión al trabajo colectivo decir que aquella, en realidad, ha obrado a lo
de recolección y almacenaje de artículos y largo de la historia para proteger la posición,
servicios, que luego eran entregados para la ambición y el caudal social de los sujetos. Es
su redistribución a un jefe, bajo un siste- decir que el sistema económico es una función
ma territorial3°. Por último, la adminis- de la organización social", existe en cuanto
tración doméstica implicaba la ausencia incide en la formación de la "voluntad gene-
de los fines de ganancia" 31 . ral"33. Marramao agregará una especificación
sustantiva al sostener que la normatividad
de lazo social en Polanyi y la racionalidad de
• La protección social: el desarrollo medios/fines proyecto en Weber no son contra-
entre norma y proyecto. dictorias sino complementarias, toda construc-
ción social emana de norma y proyecto, lazo y
No bastará una mera declaración de dere- conflicto:
chos: se requieren instituciones que hagan
efectivos los derechos. Deberán añadirse a "La dinámica social no se basa sólo en su
la Declaración de derechos otros derechos normatividad sino también en proyectos.
del ciudadano no reconocidos hasta aho- Normativo y racional representan en-
ra. Tales derechos deberán hacerse preva- tonces las dos caras de la moneda de la
lecer contra todas las autoridades, ya sean integración social. Quien enfatiza lo nor- 69
estatales, municipales o profesionales. La mativo tiende a privilegiar el momento
29 Salazar de la Torre agrega en nota: "lo que implicaba una enorme complejidad, más que la que es aceptada hoy", evi-
tando el reduccionismo de oponer "complejidad" a "sociedad primitiva".
30 La nota al pie aclarará que "también los recursos almacenados eran de uso ceremonial o para la defensa del grupo en
situaciones de riesgo".
31 Salazar de la Torre (2006) op. cit.
32 Polanyi K. (2006) op. cit. pág. 316.
33 Salazar de la Torre, C. (2006) op. cit ..
EDUARDO ROJAS
del lazo y a subestimar el momento del lidad ampliada (comunicativa) abre pues el
conflicto. Quien enfatiza lo racional tien- concepto de lazo social a dimensiones subjeti-
de, en cambio, a privilegiar el momento vantes características de la política, la socie-
del conflicto en términos de la competen- dad y la economía en red del siglo XXI, cuando
'
cia entre individuos, sin advertir que E!l efectivamente "todo lo sólido se desvanece en
propio conflicto, precisamente en tanto el aire". Siguiendo la saga weberiana del "es-
conlleva el reconocimiento recíproco de píritu del capitalismo" (su "norma"), Boltanski
los contendientes, presupone una «co- y Chiapello analizan la sociedad y mercados
munidad» anterior a cualquier covenant, "en red" de hoy con indicaciones que actuali-
a cualquier convención o contrato. Pode- zan la idea de Polanyi de regulación política
mos decir que mientras Weber habla de en la economía capitalista36 . Para el plexo de
nosotros, Polanyi habla del mundo, de las prácticas de comunidad que designan como
realidades o de los contextos en que vivi- "ciudad por proyectos", un proyecto no es un
mos y reproducimos nuestras condiciones modelo sino un modelo para armar, su princi-
-simbólicas aún antes que materiales- de pio no es la coherencia de diagnóstico, método
existencia" 34 • y logros o de dirección, organización y recur-
sos, sino el ajuste reflexivo permanente de
Convence este decurso weberiano pero, en esos términos hecho por hacedores y gestores
los contextos de red de economía y sociedad ac- de redes: es siempre un proyecto inacabado,
tuales, la tesis incrementa su potencial si libe- no hay reglas invariables en los encuentros,
ra de connotaciones racionalistas la noción de comunicaciones y conexiones de la sociedad en
proyecto que utiliza. El punto es que el enten- red, aún constreñidos al mercado y la produc-
dimiento de Polanyi por Marramao se queda tividad. Un proyecto es, en fin, "una formación
todavía atado a la idea de proyecto= raciona- de compromiso entre exigencias que se pre-
lidad cálculo. Una primera apertura concep- sentan a priori como antagónicas", derivadas
tual recordará la teorización habermasiana de del diseño en red; por una parte, exigencias de
racionalidad ampliada, una racionalidad de valor agregado en todo "encuentro" y "conecti-
sentidos y valor de la acción social cuya ar- vidad" y, por otra parte, exigencias de la tarea
quitectura es un síndrome de tres formas de "de enunciar juicios y generar órdenes justifi-
argumento comunicativo, uno objetivo, instru- cados". Un proyecto así se estructura, adquie-
mental económico, estratégico, que entra en re forma e implementa en base a dos familias
los bienes materiales y técnicos de la realidad teóricas, una postestructuralista (rizomática)
para identificar acciones y actores, otro social, y otra de razón comunicativa 37 : los paradig-
normativo y valórico, que funda juicios sobre mas de apertura no controlable a priori de co-
la rectitud en la aplicación de las reglas de nexiones y significados, que aporta esa french
la cohesión, el lazo social y otro subjetivo, de theory, elementales para captar teóricamente
veracidades y autenticidades que insinúan va- las posibilidades "especulativas" y de acumu-
lidez para juzgar la existencia, conformación lación "oculta" del capitalismo contemporáneo
y autogobierno del sujeto social35. La raciona- y los que, con hincapié en la comunicación y
los términos de Claus Offe citados estaríamos obstante ser ley heredada esa "ley de pobres"
ante una contradicción de la estructura so- es el mejor proyecto social de entonces para
cial misma del capitalismo, su periodización o resolver la desligadura social que impone la
evolución enfrenta la dificultad de los análisis 1
industrialización en marcha. Cuando ya está
cuyos criterios y distinciones son distintos en 1
bien implantada la "revolución industrial" en
tiempos distintos. Inglaterra, recuerda, la Speenhamland repre-
senta la fórmula más lograda de las políticas
Soldano y Andrenacci coinciden con esta de asistencia social organizadas desde la Edad
idea de Offe de una contradicción estructuran- Media según el principio de pertenencia terri-
te entre ciudadanía y acumulación capitalista, torial, uno de los dos ejes básicos de la cons-
de allí el imperativo de sobrevivencia al cual trucción histórica del campo asistencial en la
responden las "políticas sociales", alegan con sociedad42 • Junto a tutelas tradicionales y for-
razón. El Polanyi que ve en las dinámicas del mas orgánicas de "solidaridad" aprendidas en
capitalismo un "molino satánico" entre libertad el pasado rural, afirmaremos que "fue la «in-
de la producción mercantil y desintegración de vención de lo social» lo que domesticó al mer-
la sociedad les llevará a un concepto complejo cado y humanizó al capitalismo"43 •
de protección social. Así, con referencias entre
otras al famoso análisis de Habermas sobre En contraste con nuestra interpretación
las deslegitimaciones que azotan el "capitalis- no esencialista sino política -necesitada de
mo tardío", la protección social devendrá inter- proyecto abierto- de la coerción normativa
vención política/gestión del Estado con arreglo que, según Polanyi, la sociedad ejerce sobre la
a fines de reproducción sistémica y legitima- economía capitalista, podrá llevarse esta tesis
ción institucional. hasta afirmar una naturaleza social de lo hu-
mano. La conclusión entonces será normativa
"Recién en la cuarta década del siglo XX, en un sentido fuerte: la "economía social" a di-
la autodefensa social se reencarnará en un ferencia de la "economía de mercado" se asien-
Estado interventor capaz de maniatar las ta como "un sistema natural, permanente e
aspas del molino satánico. La protección o intrínseco a toda sociedad" 44 • En vez del homo
autodefensa social -la política social- y/o economicus aparece así al ojo del investigador
su ausencia aparecen así en Polanyi como el homo reciprocans, sujeto privilegiado de re-
bastante más que un conjunto de estra- ciprocidad y solidaridad. Más allá de la para-
tegias políticas: un espíritu de época, un doja del pensar algo "social" como "natural",
principio estructurador, capaz de incidir el argumento es necesariamente tributario de
en los modos en que procede la integra- un "gran relato" quizás innecesario para sus
ción social" 41 . fines prácticos. La cuidadosamente elaborada
ponderación de experiencias en la provincia de
Robert Castel no se mueve demasiado lejos Misiones, que nos ha llamado así la atención,
de la vinculación eficaz entre norma heredada concluye que la "economía social" analizada,
y norma proyectada que Polanyi trae al análi- cuya eficacia cree verla depender de institucio-
sis para explicar la fuerza de la determinación nes cortadas a la talla del homo reciprocans,
social sobre la economía. Al examinar la apli- no logra la "masa crítica de solidaridad" reque-
72 cación de la mencionada Speenhamland Act rida para no sujetarse a la economía de mer-
de 1795, por ejemplo, Castel entiende que no cado capitalista. La pregunta, es de suponer,
41 Ibidem. pág. 42. La mención a Habermas incluida en la cita es a: Habermas J.: Problemas de legitimación en el capi-
talismo tardío, Buenos Aires, Amorrortu, 1986.
42 Castel R. (1997) op. cit. págs. 58-59.
43 Ibidem pág. 442.
44 Simes H.: "El punto crítico de la solidaridad social. La economía social en busca de su identidad. Algunas reflexiones
sobre algunas experiencias en Misiones". Buenos Aires, FLACSO, 2008.
Crisis económica y configuración política: Karl Polanyi reuisitado
EDUARDO ROJAS
públicos en el balance de los costos. Esta es cía ficticia", cuyo valor de mercado puede ser
una tarea, decía, que no puede confiarse a los fijado por debajo del costo de su reproducción,
más favorecidos quienes viven toda regulación Polanyi demuestra que la trayectoria supues-
estatal como intromisión contra su libertad tamente ascendente del "progreso económico"
(cita del epígrafe). El argumento sustenta la : capitalista oculta que los costos de formación,
concepción clásica del "despotismo del capital", preservación y reproducción del "recurso huma-
la subordinación y sometimiento organizativo no" son costos de vida humana desviados a per-
del trabajo asalariado que ha estado en la base sonas privadas e instituciones públicas, refor-
de las luchas obreras más agudas en el capi- zando la desigualdad de ingresos y la crisis del
talismo, sostiene Rector Palomino 49 • Viene de Estado, tópico recurrente hoy5 1. El diagnóstico
Polanyi la idea, agrega, de que la contradic- social global del tiempo precedente anunciaba
ción entre "regla democrática" en la sociedad y la crisis: la coyuntura de los años '90 era de
"regla despótica" en la fábrica lleva a un des- un capitalismo regenerado y un mundo social
potism~ del capital objeto de un intento de eli- de desigualdades, pobreza, desempleo, incerti-
minación, en el socialismo, y de reforzamiento dumbres, de modo análogo a la descripción re-
en el fascismo. latada del siglo XIX; un capitalismo de efectos
misteriosos, "cada vez más pobres en un mundo
Un cierto revisionismo de las teorías clá- cada vez más rico", asociados al desarrollo de la
sicas del "ejército industrial de reserva" ins- industria y el ascenso del "credo liberal" 52 •
pira a la sociología moderna al leer en el rol
político del proletariado industrial originario Estos análisis sugieren una significación
una protección social al empleo en economías práctica y teórica compleja de la cuestión so-
globalizadas. La historia económica le dice así cial, perdida su virginidad ética originaria.
que la protección social es vital para "civilizar" Cultor de esa complejidad, Jacques Donzelot
el mercado laboral; desde el punto de vista de aporta un concepto de razón pública verificable
la cohesión social implica un progreso sobre la en esquemas de acción y vida cotidiana local,
idea clásica de Karl Marx o Adam Smith de estándares o valores, si se quiere, poco usua-
una oferta de trabajo elástica en virtud de la les en la política pública, cuyos diseños más
cual el mercado de trabajo reduciría los ingre- bien siguen patrones de gestión técnicamente
sos laborales al mínimo de subsistencia para solvente. La figura conceptual asignada será
ajustarse, ordenarse y subsistir. La sociología la "comunidad cívica": "se trata de otorgar a
entenderá entonces la protección social como la comunidad la fuerza política necesaria para
economía política: mecanismo amortiguador que los individuos adquieran confianza en sí
resaltado por Polanyi, dice la tesis, que "inter- mismos", corporaciones de desarrollo comuni-
cepta el mecanismo depresivo del mercado de tario "cuyo objetivo es reconstruir tanto la vida
trabajo, compensa el desequilibrio de poder en social como la vida política en estos espacios, y
el mercado laboral, y ofrece un mecanismo de rehacerlas como se construye un poder" 53 • En -
libertad y autonomía para el trabajador" 50 • fáticamente, Castel reafirmará la exigencia de
sentido colectivo, cívico, en suma político, que
Más polémicamente podrá sostenerse que pesa sobre la comunidad local cuando adquie-
al dar a la fuerza de trabajo la forma "mercan- re la categoría de agente:
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49 Palomino H.: "Trabajo y teoría social: conceptos clásicos y tendencias contemporáneas". Ponencia presentada en el
seminario anual de la Universidad de Bologna, Sede Buenos Aires, "El estado de las relaciones laborales en la Argen-
tina, nueva realidad emergente en el contexto del MERCOSUR", 2003.
50 Sengerberger W.: Globalización y progreso social. la función y el impacto de las normas internacionales del trabajo.
Caracas, Ed. Nueva Sociedad, 2004, pág. 105.
51 Boltanski L. y Chiappello E. (2002) op. cit. pág. 356.
52 Ibídem. pág. 630.
53 Donzelot J.: "Comunidad cívica y magistratura social", en Castel R. et al: Pensar y resistir. La sociología crítica des-
pués de Foucault. Madrid, Círculo de Bellas Artes, 2006, págs. 81-85.
Crisis económica y configuración política: Karl Polanyi revisitado
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