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Guia Segunda Guerra Mundial
Guia Segunda Guerra Mundial
Aprendizajes esperados:
Los problemas que quedaron pendientes al finalizar la I Guerra Mundial se agudizaron con los
años. En Europa se vivía un ambiente de intranquilidad agravado por serios problemas
económicos. La democracia, por su parte, era derrotada en diferentes lugares por sistemas
alternativos como el comunismo, el nazismo y el fascismo.
En agosto de 1939 se produjo el pacto nazi-soviético, sentando las bases para el posterior
desarrollo de los regímenes totalitarios.
Las acciones militares se iniciaron con la invasión de Polonia, por parte de Alemania, en
septiembre de 1939. Tras la derrota polaca, la Unión Soviética tomó posesión de los territorios
orientales cedidos en 1921, lo que provocó la guerra contra Finlandia. La URSS obtuvo las costas
del itsmo de Carelia y del lago Ladoga (marzo de 1940). Después incorporó Lituania, Letonia y
Estonia en calidad de estados (agosto 1940). Lo que quedó de Polonia se convirtió en un
protectorado del Reich alemán. Las potencias occidentales, Francia e Inglaterra principalmente, no
estaban dispuestas al avance nazi, y el 3 de septiembre le declararon la guerra a Alemania, dando
comienzo a la II Guerra Mundial.
En abril de 1940 Alemania invadió Dinamarca y Noruega. Un cuerpo expedicionario inglés, francés
y polaco desembarcó en el norte del país, pero no logro mantenerse (batalla de Narvik). El rey
Haakon y el gobierno, en vez de rendirse, se refugiaron en Inglaterra.
Al mes siguiente invadió la neutral Bélgica y ocupó los Países Bajos. La táctica de la “guerra
relámpago” (blitzkrieg) le proporcionó importantes triunfos a Alemania, que comenzó así la
invasión a Francia.
En pocas semanas, el ejército francés fue vencido y su gobierno se refugió en Burdeos. Francia
quedaba dividida en dos zonas: toda la costa atlántica hasta la frontera con España bajo ocupación
germana, el resto bajo dominio francés guiados por la autoridad del mariscal Petain, quien
mantenía un buen entendimiento con los alemanes.
Italia había entrado a la guerra apoyando a su ahijada natural, Alemania, que parecía consolidar su
poder en Europa Occidental. El Pacto Tripartito de septiembre de 1940 le aseguró, además, el
favor de Japón. Solamente Gran Bretaña resistía gracias a su estratégica posición insular, lo que
motivó a Hitler a realizar un duro ataque aéreo, destinado a destruir los recursos ingleses y la
moral de su pueblo, para invadir la isla. Pero los británicos, gobernados por Winston Churchill
(1874-1965), lograron reducir el poder ofensivo germano, que motivó a Hitler a desistir de tal
invasión. El dominio británico del mar permitió el abastecimiento de su nación, a pesar del cerco
submarino alemán. Además, el escenario de operaciones fue trasladado al Africa.
En junio de 1941Hitler se lanzó contra la URSS, en lo que se considera su más grave error. En las
duras tierras soviéticas fue sorprendido y detenido por el crudo invierno ruso. En 1943 los rusos
incluso fueron capaces de iniciar una nueva ofensiva contra Alemania.
Estados Unidos, por diversas consideraciones, se había mantenido neutral, aunque prestaba
apoyo económico a Inglaterra. Se sumaba a ello el antagonismo entre norteamericanos y
japoneses, importantes aliados de los alemanes. En agosto de 1941, el primer mandatario
estadounidense, Franklin D. Roosevelt, y el Primer Ministro inglés, Winston Churchill, firmaron la
Carta del Atlántico, que establecía las bases de un acuerdo anglo-norteamericano y fijaba los
objetivos por los que luchaban las democracias occidentales. Además, el Congreso de Washington
aprobó la ley de “Préstamo y Arriendo” de material bélico a los aliados, con lo cual les aseguró una
superioridad industrial.
El 7 de diciembre de 1941, Japón había atacado a Estados Unidos sin previo aviso, destruyendo
gran parte de la flota estadounidense anclada en Pearl Harbor (Hawai). Japón, agobiado por una
excesiva población, y por la necesidad de exportar para adquirir a cambio artículos esenciales,
tropezaba con las barreras aduaneras occidentales. La expansión territorial le aseguraría mercados
propios y tierras para sus emigrantes.
Tras soportar algunas derrotas, los aliados empezaron a controlar la situación. En el pacífico, el
triunfo norteamericano obtenido en la batalla de Midway (1942), les aseguró el control del mar.
Por otra parte, las victorias de El Alamein (1942) en Africa y Stalingrado en Rusia (1943), fueron
seguidas por el desembarco en Sicilia. Este último triunfo provoco la caída de Mussolini y llevó a
Italia a firmar un armisticio. Ante tal situación los alemanes penetraron en la Francia no ocupada y
en la Italia septentrional, rescatando a Mussolini que había caído en manos de guerrilleros
partisanos.
En el frente oriental, entretanto, los alemanes, desde 1942 a 1944, sufrieron sucesivas derrotas.
Mientras tanto, en el sur y el oeste los aliados avanzaban inexorablemente. El simbólico
desembarco de Normandía (junio de 1944) marcó el principio del fin para Hitler y sus socios.
En 1945 los aliados entraron en la propia Alemania. Berlín fue invadido simultáneamente por
soldados rusos, desde el este, y norteamericanos, desde el oeste. Las fuerzas alemanas
capitularon, mientras Hitler optó por el suicidio. Mussolini fue fusilado y colgado de los pies.
A pesar de su inminente derrota, sólo Japón quedaba sin rendirse, lo que llevó al Presidente
Truman, de EE.UU., a utilizar la poderosa bomba atómica sobre la ciudad japonesa de Hiroshima,
el 6 de agosto de 1945 y, tres días después, en Nagasaki. Un par de semanas más tarde, Japón se
rindió.
La Segunda Guerra ha sido sin duda uno de los conflictos más cruentos y devastadores que se haya
producido jamás. Es que los contendores no fueron naciones empobrecidas y atrasadas, que
disputaran por añejas cuestiones territoriales, sino las potencias más avanzadas del mundo. Nunca
antes habían sido utilizados con tanta eficiencia medios de destrucción masiva, como quedó en
evidencia luego del estallido de las bombas nucleares de Hiroshima y Nagasaki.
Pero sin duda los cambios más perdurables fueron los que se produjeron en el área política. La
guerra modificó las relaciones de poder entre los distintos países y continentes. Europa había sido
el centro indiscutido del mundo durante el siglo XIX. Bajo el liderazgo de naciones como Inglaterra,
Francia o Alemania, la cultura, la economía y la política europea habían marcado el pulso de una
parte importante de las naciones del mundo. Al término del conflicto este período dorado de los
europeos había concluido, al adquirir primacía las dos grandes superpotencias que se disputarán
el poder en la segunda mitad del siglo XX: Estados Unidos y Unión Soviética.
Estados Unidos surgió como el país más poderoso. Con una población de cerca de 139 millones de
habitantes, se transformó en la indiscutida potencia económica en el mundo de la postguerra y en
la cabeza del “bloque occidental”, que agrupaba a las principales democracias del mundo, junto a
sus países aliados. La cara militar de este bloque fue la Organización del Tratado del Atlántico
Norte (OTAN). Al frente de esta coalición de naciones, estaba la liderada por Unión Soviética, que
había articulado una zona de influencia importante en Europa oriental, que luego abarcaría
también distintas zonas de Asia, Africa y América.
La guerra modificó el paisaje territorial del mundo. Hubo importantes cambios, en gran medida
debido al poder que adquirió Unión Soviética. Fueron redefinidas las fronteras de Yugoeslavia,
Rumania, Hungría, Grecia, Bulgaria, Polonia, Alemania, Japón, China, entre otros. Las conferencias
de Yalta y Potsdam, en 1945, consagraron el nuevo orden internacional, que resultó de estas
redefiniciones. Al mismo tiempo, se produjo una importante corriente internacionalista. Las
potencias que habían participado en el conflicto comprendieron que este tipo de experiencias no
podían volver a producirse, y decidieron organizar la paz. Se funda en abril de 1945 las Naciones
Unidas, bajo el impulso de países como Estados Unidos, Unión Soviética, China, Gran Bretaña y
Francia. El objetivo de este organismo internacional era encontrar soluciones políticas a los
problemas regionales y globales, para que nunca más las rivalidades entre países pudieran
desembocar en guerras abiertas, que involucraran a muchas naciones. Desafortunadamente los
ideales encarnados en la ONU no pudieron encontrar realización en el mundo dividido de la
“guerra fría”.
Otra de las consecuencias de la guerra fue el despertar del llamado “tercer mundo”, que se
traduce en el llamado proceso de “descolonización”. (Información extraída de Manual de PSU,
ediciones Universidad Católica de Chile)
ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
2. Observa la imagen del inicio de la guía y deduce que tipo de armamento se utilizó en la II
Guerra Mundial, e indica que innovaciones científicas y tecnológicas se aplicaron para
producir nuevas armas.
8. Indica, ¿quiénes son los personajes de la imagen y explica que rol jugaron en el estallido y
desarrollo de la segunda guerra mundial?
Con respecto a las Naciones Unidas, cuya Carta había sido ya redactada en borrador,
se acordó un compromiso sobre la fórmula de voto en el futuro Consejo de
Seguridad, poniendo el énfasis en el papel clave de las grandes potencias vencedoras
en la futura organización de la paz.
Fue la violación de estos acuerdos por parte de los soviéticos lo que llevó a la
división de Europa y a lo que se vino a denominar el "telón de acero".
Posteriormente, los republicanos norteamericanos contrarios a Roosevelt y su
legado, y el propio De Gaulle, marginado de la reunión, fomentaron la falsa idea de
que en Yalta se acordó la división de Europa en dos esferas de influencia, occidental
y soviética. (Información extraída de www.historiasiglo20.org)
10. Investiga, quiénes fueron los líderes que participaron de la Conferencia de Postdam y a qué
acuerdos llegaron en ella.