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VISITA VIRTUAL MUSEO “RESEÑA”

PRESENTADOR POR:

LUIS CASTILLO
CODIGO: 507796

CARLOS ALFREDO BOCACHICA LOZANO


CODIGO: 507947

ALEXANDER TAFUR
CODIGO: 507902

JUAN FELIPE MUÑOZ MORENO


CODIGO: 508134

UNIVERSIDAD CATOLICA DE COLOMBIA


FACULTAD DE INGENIERIA
INGENIERIA CIVIL
FILOSOFIA DEL ARTE
BOGOTA
2020
RESEÑA BIOGRAFICA DEL AUTOR DE LA OBRA
FERNANDO BOTERO

Nacido en Medellín en 1932, Fernando Botero fue el segundo de los tres hijos
de la pareja formada por David Botero Mejía y Flora Angulo de Botero. Aunque en
su juventud estuvo durante un corto lapso de tiempo en la Academia de San
Fernando en Madrid y en la de San Marcos en Florencia, su formación artística fue
autodidacta. Sus primeras obras conocidas son las ilustraciones que publicó en el
suplemento literario del diario El Colombiano, de su ciudad natal.

Sus primeras obras de retratos, paisajes y escenas costumbristas estaban


realizadas con una pincelada muy suelta, que se iría empastando
progresivamente, al tiempo que tanto la perspectiva como las figuras se volvían
arbitrarias. A principios de los años sesenta, Fernando Botero se estableció en
Nueva York, donde sus pinturas le granjearon una notable popularidad en el
mercado artístico estadounidense. Entre sus obras más conocidas cabe
destacar La alcoba nupcial, Mona Lisa a los doce años y El quite.

En la década de 1980 Fernando Botero se convirtió en uno de los artistas vivos


más cotizados del mundo, y algunas esculturas suyas realizadas en bronce,
mármol y resina fundida (Mujer a caballo, Perro, La corrida, etc.) pasaron a ser
parte integrante del paisaje urbano de muchas ciudades.[ CITATION fer15 \l 9226 ]
RESEÑA BIOGRAFICA
EL BAÑO
Fernando Botero, 1999

Título: El baño (colección) 1993-1999


Técnica: Óleo sobre tela
Artista: Fernando Botero

Los temas de desnudos en Botero no están necesariamente asociados a los


prostíbulos. Son en sí mismos un canto a la sensualidad. El artista muestra a
través de ellos y con la naturalidad que le es propia, la intimidad de la vida
cotidiana de la mujer.

Enmarcada por una atmósfera apacible y sosegada, la mujer aparece en la


privacidad de su habitación, en el baño, jugando a cartas, hablando, peinándose,
leyendo, recreándose con su rostro en el espejo, posando ante el pintor o
simplemente desnudándose, con una actitud completamente natural. Son
innumerables las obras que el artista realiza trabajando el desnudo femenino.
Algunas de ellas son: Venus (1971 y 1989), La toilette (1971), La carta (1976),
Mujer poniéndose el brassiere (1976), Desnudo (1988), El baño (1989), Mujer
quitándose el vestido (1980), colombiana comiendo una manzana (1982), Mujer
delante de una ventana (1990), entre muchas otras.

Los cuadros de Bonnard se convierten en tema de inspiración para varias de


sus obras de mujeres en el baño. Es valioso confirmar que, aunque Botero se
interesa por los artistas europeos, reivindica siempre sus orígenes
latinoamericanos. A propósito de su relación con la obra de artistas europeos,
Botero afirma:
Después de haber sido colonizados durante siglos, nosotros,
artistas latinoamericanos, sentimos de una manera especial la
necesidad de encontrar nuestra autenticidad. El arte tiene que ser
independiente…Quiero que mi pintura tenga raíces, porque
precisamente, estas raíces dan significado y verdad a lo creado.
Pero, a la vez, no quiero pintar sólo campesinos sudamericanos.
Quiero ser capaz de pintar todo, incluso a Maria Antonieta y Luís
XVI, pero siempre con la esperanza de que todo lo que hago esté
impregnado del alma latinoamericana.

Un caso de diferencia considerable lo encontramos en la interpretación de la


mujer voluminosa: en Botero las mujeres, aunque de corpulencia colosal y para
algunos “elefantesca”, manifiestan toda su ternura y feminidad a través de la
perfección de su piel, suave e inmaculada, y de la dignidad y elegancia con la que
son representadas.

En todas ellas el desnudo femenino será un canto a la sensualidad, mas no a la


sexualidad, como bien lo manifestaba el escritor Vargas Llosa. Al referirse a ellas
dice:

Elefantiásicas mujeres de inmensos muslos y cuellos de buey,


son carnosas, pero no carnales. Tienen todo un sexo casi invisible
de puro pequeño, una matita de vello perdida y como avergonzada
entre las torrentosas masas de las piernas. Son gordas plácidas,
inocentes y maternales.

Asimismo, se ha de tener en cuenta que para la cultura latinoamericana de los


años cuarenta, cincuenta, la gordura era sinónimo de hermosura, de belleza, de
bienestar.
Análisis de la obra.

Fernando Botero en sus obras, generalmente trata de representar escenas que


son una costumbre para la sociedad, además de siempre tener como un objeto
base lo que son las personas u objetos de gran tamaño, representando un amplio
volumen más no de gordura.

Para la obra “El Baño” el escenario se puede deducir muy fácilmente por el título
de la obra, y es que en el Siglo XX el baño o higiene no es considerado como lo es
hoy en día, donde usualmente tenemos el hábito de realizarlo diariamente, quizás
hasta más de una vez al día, Pero en este período, el tiempo de baño era muy
poco y

también su imagen era sinónimo de riqueza. Anteriormente no se tenía presente


su importancia y necesidad y se optaba por lavar las partes del cuerpo necesarias.

Teniendo en cuenta lo mencionado como parte de un análisis de la época,


agregamos el hecho de que Botero quiera expresar la cotidianidad en una pintura,
hacernos sentir que la vida de cualquier persona común y corriente en si puede
ser reflejada a través de cuadro, y llegar a representar todo lo que equivale las
costumbres en los cuadros, con arte y llevándonos a explorar la historia de la vida
detrás de la mujer.

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