Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Guia - de - Lectura - de - Ortega Estefania Navarro PDF
Guia - de - Lectura - de - Ortega Estefania Navarro PDF
1
ÍNDICE
2
Sobre Ortega y Gasset
José Ortega y Gasset nació en Madrid en el año 1883, y murió en 1955. Fue un
filósofo y ensayista español, su pensamiento ejerció una fuerte influencia en posteriores
generaciones de intelectuales. Su padre era el periodista José Ortega Munilla, cursó los
estudios secundarios en el colegio jesuita de Miraflores de Palo, en Málaga;
posteriormente realizó sus estudios universitarios entre Deusto y Madrid, en esta
universidad de doctoró en Filosofía y Letras con la tesis sobre Los terrores del año en
mi en 1904, que subtituló como Crítica de una leyenda. Entre los años 1905 y 1908
terminó sus estudios en Berlín, Leipzig y Marburgo, y durante su estancia asistió a los
cursos de Hermann Cohen, neokantiano.
3
el diario El Sol, en 1915, la revista España, y en 1923 la Revista de Occidente.
4
Sobre Historia como sistema
5
decir, que no nos es impuesto un quehacer determinado. Así, cada hombre ha de decidir
la acción concreta que va a realizar por su cuenta y riesgo, antes de realizarla.
Resumen de la obra
Bajo este concepto de vida, ésta no puede ser tratada desde las ciencias
naturales, ni por la filosofía tradicional, porque se trata de un concepto de vida de
aspecto bibliográfico, que incluye todo el conjunto de circunstancias que afectan al
hombre. Para Ortega vivir implica que el hombre se encuentra con el mundo, con lo que
es y con lo que hace, por lo que es un yo en el mundo.
El vivir del hombre también implica que ha de llevar a cabo una ocupación, que
depende de nuestras circunstancias concretas como seres vivientes. La vida del hombre
es un continuo proyectar el futuro, y actúa con respecto a una finalidad. La consecución
de la finalidad del hombre primero ha de realizar una elección constante entre diversas
posibilidades que se le presentan, y por ello la vida es libertad. El hombre tiene un poder
de decisión que depende de las posibilidades, que a su vez están determinadas por las
circunstancias concretas.
1 Ortega y Gasset, José, 2001, “Historia como sistema”, Madrid, Biblioteca nueva, pág.67
6
“Antes que hacer algo, tiene cada hombre que decidir, por
su cuenta y riesgo, lo que va a hacer. Pero esta decisión
es imposible si el hombre no posee algunas convicciones
sobre lo que son las cosas en su derredor, los otros
hombres, él mismo.”2
2 Ortega y Gasset, José, 2001, “Historia como sistema”, Madrid, Biblioteca nueva, pág.67
3 Ortega y Gasset, José, 2001, “Historia como sistema”, Madrid, Biblioteca nueva, pág.68
7
II. El ocaso de la fe en la razón.
4 Ortega y Gasset, José, 2001, “Historia como sistema”, Madrid, Biblioteca nueva, pág.70
5 Ortega y Gasset, José, 2001, “Historia como sistema”, Madrid, Biblioteca nueva, pág.71
8
III. Ideas y creencias
6 Ortega y Gasset, José, 2001, “Historia como sistema”, Madrid, Biblioteca nueva, pág.71
7 Ortega y Gasset, José, 2001, “Historia como sistema”, Madrid, Biblioteca nueva, pág.72
9
IV. Crítica al fisicismo y al naturalismo.
8 Ortega y Gasset, José, 2001, “Historia como sistema”, Madrid, Biblioteca nueva, pág.73
10
universal.”9
La filosofía consiste para Ortega en eliminar todas aquellas cuestiones que jamás
se van a resolver, porque la vida pasa con rapidez y es necesario para el saber ser
consciente de la cuestiones a las que tiene que dedicarse, y la principal de ellas es el
descubrir el método de la verdad. La verdad para Ortega, es lo que en una época
determinada es verdad, y no un descubrimiento futuro. Ante la crisis de conocimientos
que sufre el hombre de su época, se ha encontrado con que no tiene verdades a las que
aferrarse, porque hasta su confianza en la razón física ha fracasado. Por ello, el hombre
ha de abandonar su fe en ésta razón, y depositarla en la razón vital o histórica.
9 Ortega y Gasset, José, 2001, “Historia como sistema”, Madrid, Biblioteca nueva, pág.74
10 Ortega y Gasset, José, 2001, “Historia como sistema”, Madrid, Biblioteca nueva, pág.75
11
V. Hombre y naturaleza
En la naturaleza, las cosas tienen un ser, por lo que poseen una estructura que es
dada, y además fija. La razón naturalista, cuando se ocupa del hombre, intenta aplicarle
los mismo atributos que al resto de seres naturales, es decir, que tenga una estructura
dada y fija. Así el naturalismo estudia al hombre a través del estudio del cuerpo y de su
psique. Ortega señala que durante trescientos años este tipo de estudios no nos han
descubierto nada significativo sobre la verdadera existencia humana. Debido a este
fracaso, la fe en la razón ha entrado en decadencia, ya que la ciencia no puede dar
solución a los principales interrogantes sobre el hombre. Por ello queda claro para
Ortega, que el hombre no tiene naturaleza, porque no es una cosa, y hemos de pensar su
existencia con categorías totalmente distintas, a aquellas con las que pensamos los
fenómenos de la materia. Debido a la influencia del fisicismo, resulta de gran dificultad
el comenzar esta nueva tarea, porque éste nos ha obligado a dar la espalda a la realidad
de la vida humana.
11 Ortega y Gasset, José, 2001, “Historia como sistema”, Madrid, Biblioteca nueva, pág.76
12 Ortega y Gasset, José, 2001, “Historia como sistema”, Madrid, Biblioteca nueva, pág.77
12
VI. Eleatismo, naturalismo e intelectualización del hombre europeo.
13 Ortega y Gasset, José, 2001, “Historia como sistema”, Madrid, Biblioteca nueva, pág.82
13
VII. Hombre como drama
14 Ortega y Gasset, José, 2001, “Historia como sistema”, Madrid, Biblioteca nueva, pág.85
15 Ortega y Gasset, José, 2001, “Historia como sistema”, Madrid, Biblioteca nueva, pág.86
14
El hombre es un ser totalmente plástico, que puede hacer de sí mismo todo
cuanto quiera. El cuerpo y la psique del hombre no dan cuenta de los cambios que ha
sufrido para ser una clase de hombre u otro. El ser de lo viviente siempre es distinto de
sí mismo y por lo tanto debe ser pensado mediante conceptos que anulen su propia
identidad. Ortega afirma que el pensamiento tiene una gran capacidad para evitarse a sí
mismo, y como ejemplo se dan los conceptos ocasionales (aquí, allí, etc.), los conceptos
con lo que se utilicen para pensar la auténtica realidad han de ser de carácter ocasional,
por lo tanto.
16 Ortega y Gasset, José, 2001, “Historia como sistema”, Madrid, Biblioteca nueva, pág.88
15
VIII. El hombre no tiene naturaleza, sino que tiene...historia
17 Ortega y Gasset, José, 2001, “Historia como sistema”, Madrid, Biblioteca nueva, pág.89
18 Ortega y Gasset, José, 2001, “Historia como sistema”, Madrid, Biblioteca nueva, pág.89
16
podamos ir atrás en el tiempo, sino porque el hombre no puede volver a ser lo que fue,
por ello el tiempo nunca vuelve. La experiencia de vida del hombre no solo se compone
de su experiencia concreta, sino de la de todos los antepasados de la sociedad en la que
vive, y todo aquello que le transmite. Para Ortega, la sociedad es un repertorio de usos
de todo tipo, que son formas de vida que se han convertido en vigencia social, para ésto
es necesario el paso del tiempo y de esta forma deja de ser una forma espontánea de la
vida personal, y es adquirida por toda la sociedad. La vida como realidad, es por tanto,
absoluta presencia, del ser del pasado y del ser del ahora; y el pasado, es pasado por el
hecho de que forma parte del presente. El hombre en la vida como realidad, no es, sino
que va siendo en la forma de haber sido, porque es unión de pasado y presente. Según
Ortega hemos de decir que el hombre vive, no que el hombre es.
Ortega concluye que el hombre no tiene naturaleza, sino que tiene historia. La
historia es la mutación sustancial del ser que va siendo el hombre, y ya que es mutación
entonces es progresiva. El hombre progresa en el ser a través de la historia, porque nos
aclara progresivamente la realidad humana. El progreso exige que la nueva forma de ser
supere a la anterior, y para ésto es necesario que conserve al ser anterior y que lo
19 Ortega y Gasset, José, 2001, “Historia como sistema”, Madrid, Biblioteca nueva, pág.91
20 Ortega y Gasset, José, 2001, “Historia como sistema”, Madrid, Biblioteca nueva, pág.92
17
aproveche, a la misma vez que se apoya en él. La historia, por lo tanto, es un sistema
formado por todas las experiencias humanas, que se acumulan progresivamente. La
historia es ciencia sistemática de la realidad radical de la vida del hombre, porque
contiene todo el ser que ha sido y es el ser humano, y sin entender todo el sistema, no es
posible llegar a la comprensión de la realidad radical.
El hombre necesita una revelación para sentir que está en contacto con una
realidad distinta de él mismo. La idea de razón fue en el pasado una revelación, una
serie de ideas a la que el hombre se aferraba para dar una explicación a la realidad, pero
estas ideas orbitan sobre sí mismas, no le descubren una realidad, sino que simplemente
tratan sobre ellas mismas, por ello son lo contrario a una revelación. Pero hay otro tipo
de ideas que se nos presentan como trascendentes, porque son un modo de presencia
que la realidad absoluta exige. Al principio, la idea de razón fue una revelación, porque
poseía un sentido pleno que designaba a toda acción intelectual que pone al hombre en
contacto con la realidad. Pero a través de la historia, la idea de razón se fue despojando
de su significado primigenio, y finalmente se perdió la fe en ella, porque no suponía una
revelación para el hombre.
21 Ortega y Gasset, José, 2001, “Historia como sistema”, Madrid, Biblioteca nueva, pág.96
22 Ortega y Gasset, José, 2001, “Historia como sistema”, Madrid, Biblioteca nueva, pág.96
18
Es necesaria para el hombre una nueva revelación, porque cuando pierde la
creencia en otra realidad distinta a la de sus ideas, pierde la sensación de su propia
realidad, y se vuelve en una entidad imaginaria para sí mismo. El hombre solo se hace
compacto ante la presencia de algo trascendente que convierte a su ser en sólido,
surgiendo así la diferencia entre lo que el hombre es, y lo que imagina ser. El hombre al
haber perdido la fe en la razón físico-matemática, se queda solo ante sí mismo, por ello
se encuentra con su propia realidad como historia, y se ocupa de su pasado, ya que no
tiene otra cosa a la que aferrarse. Por ello la historia, se instaura como razón histórica,
como aquello que ha acontecido al hombre que constituye la sustantiva razón. La razón
histórica revela al hombre que hay una realidad trascendente detrás de sus teorías, y es
el propio hombre. La razón histórica no acepta el mero hecho, sino que tiene en cuenta
el cómo ese hecho se ha forjado, por lo que aclara los fenómenos del hombre a partir del
proceso por el que los lleva a cabo, que son ideas o interpretaciones que el propio
hombre realiza.
23 Ortega y Gasset, José, 2001, “Historia como sistema”, Madrid, Biblioteca nueva, pág.101
19
Valoración personal
20
Bibliografía
21