"Habrá grandes terremotos, pestes y hambre en diversos lugares. Se verán también
cosas espantosas y señales terribles en el cielo. " Este capítulo nos habla sobre los últimos días. Ahora mismo estamos pasando por momentos terribles. Una enfermedad que “no tiene origen”, muertes innecesarias a causa de aquellos que quieren poder, y desesperación y ecpatía por personas encerradas en sus casas que creen que están mal porque ya no saben cómo quitarse el aburrimiento sin pensar que fuera de sus casas sí hay personas infectadas que quisieran estar como ellos. "No se asusten si oyen hablar de guerras y disturbios” No hay que asustarnos, hay que informarnos, porque, aunque no tengamos el total control de este virus, es necesario mantenernos al tanto, y, así como la ignorancia no hace al hombre, ésta mucho menos salva vidas. Por lo tanto, debemos confiar plenamente en Dios y no simplemente dejarnos llevar por lo que dicen en las noticias, no todo es confiable. "Entonces Jesús les dijo: «Se levantará una nación contra otra y un reino contra otro." A pesar de que esta es una situación de salud y no de política, muchos de los “más grandes” no lo ven así. Un presidente racista, cientos de muertos en Nueva York (donde hay una gran concentración de latinos) y aun así no pausaban las acciones laborales, a pesar de la pandemia, allí todo seguía igual. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, en una entrevista una vez dijo que quieren hacernos creer cosas que no son ciertas, que lo de la “sobrepoblación” es una mentira más que quieren imponernos, que en cada país hay cientos de pueblos y campos vacíos que miles de personas pueden llenar. "Manténganse firmes y se salvarán." Hay que velar por nuestro bien y el de nuestras familias, ser fuertes ante situaciones como estas, que no han sido ni serán pocas, y, sobre todo, jamás abandonar la confianza en Jehová.