Es consumo consciente, donde los individuos además de satisfacer sus necesidades,
tratan de hacerlo de la manera más beneficiosa para el entorno y el resto de seres. Este puede ser favorecido por dos factores, la aparición de tecnologías más respetuosas con el medio ambiente y menos contaminantes o bien con la evolución de un conocimiento y cultura humana que incida a ello.
El llamado consumo ecológico es quizá el aspecto más conocido del consumo
responsable y se puede plantear desde diferentes puntos de vista. Los criterios ambientales en la compra de determinados productos deben tener en cuenta el enfoque del ciclo de vida, que analiza los impactos ambientales de un producto desde la utilización de las materias primas de las que está compuesto hasta la gestión de los residuos, con el objetivo de minimizar sus impactos negativos para el medio ambiente:
Reduciendo el volumen de nuestras compras.
Eligiendo en nuestras compras productos que en su fabricación han cumplido una serie de requisitos para no generar una degradación del medio ambiente. Rechazando productos que en su fabricación generan un mayor consumo de recursos naturales. Teniendo en cuenta la posibilidad de sustituir productos contaminantes por otros naturales o biodegradables, por ejemplo en el caso de productos de limpieza e higiene personal. Discriminando productos que en su fabricación generan un mayor consumo de recursos naturales. Teniendo en cuenta la posibilidad de sustituir productos contaminantes por otros naturales o biodegradables. Evaluando las características de los productos, el envasado y el embalaje para evitar la generación de residuos con nuestro consumo. Eligiendo productos de varios usos y rechazando los de usar y tirar. Valorando si las empresas fabricantes y distribuidoras del producto que vamos a comprar disponen de un Sistema de Gestión Ambiental certificado por una entidad acreditada. Lo primero es definir que es la producción ecológica. Se trata de un sistema de producción que contribuye a la preservación del medio ambiente y de la biodiversidad empleando procedimientos encaminados a la obtención de productos de excepcional calidad que satisfacen las necesidades de un consumidor exigente.