AYUNO 25 DE ABRIL.

Saduceos: no creían en la resurrección de los muertos, porque no estaba en el

pentateuco y esta eran las únicas escrituras que ellos obedecían.
Fariseos:
La verdadera pregunta de los saduceos no era acerca del matrimonio, sino sobre
la doctrina de la resurrección.
Creían en la resurrección. Las almas de los buenos recibirían un nuevo cuerpo. No
se trataba de una sucesión de cuerpos humanos mortales -como sucede en las
diversas visiones de la reencarnación- sino de un cuerpo para toda la eternidad.
Creían en la obligación de obedecer su tradición interpretativa referida a
obligaciones religiosas como las oraciones, los ritos de adoración, etc.
Entonces respondiendo Jesús, les dijo: ¿No erráis por esto, porque ignoráis las
Escrituras, y el poder de Dios? Porque cuando resuciten de los muertos, ni se
casarán ni se darán en casamiento, sino serán como los ángeles que están en los
cielos. Pero respecto a que los muertos resucitan, ¿no habéis leído en el libro de
Moisés cómo le habló Dios en la zarza, diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, el
Dios de Isaac y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino Dios de vivos;
así que vosotros mucho erráis.
(Mar 12:24-27 RV60)y
1.
Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de
Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios.
(Éxo 3:6 RV60)
Jesus cito la palabra para responder a los seduceos.
PODER Y CONOCIMIENTO
2. para jesus la verdad tenia que ir acompañada del poder de Dios, si esto no
sucedia serian meramente palabras, y es que el conocimiento de la verdad debe
generar un encuentro con Dios, esta debe cambiar mis circunstancias.
Todo lo que simbolizaba los seduceos era conocimiento, pero esa palabra no los
llevaba al cambio, por que a pesar de estudiarla y saberla toda no la podían
entender.
¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os
hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él
hace las obras.
(Jua 14:10 RV60)
¿Para que están los dones?
Pero iré pronto a vosotros, si el Señor quiere, y conoceré, no las palabras, sino
el poder de los que andan envanecidos. Porque el reino de Dios no consiste en
palabras, sino en poder.

(1Co 4:19-20 RV60)

Si la palabra no me lleva a un encuentro con Dios, me hace mas religioso.

Dios no es Dios de muertos, sino Dios de vivos; así que vosotros mucho erráis.
(Mar 12:27 RV60)
LA BASE DE LAS RELACIONES
Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor
nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y
con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal
mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.
No hay otro mandamiento mayor que éstos.
(Mar 12:29-31 RV60)
La respuesta de jesus hubiese podido generar controversias, pero resumió toda la
ley en ella.
Que las palabras del señor se queden guardadas en tu corazón para que se
vuelvan acción. SHEMA
ESCUCHAR
OBEDECER
PONER EN PRACTICA
“Puedes decirle al mundo quién eres, pero lo que vean de ti en acción será lo que
recuerden”

La finalidad de jesus fue reconciliarnos con el padre, y que nosotros mismos

realizaramos la encomienda de presentarlo al mundo
Por medio de:
SERVICIO: MATEO 20:28
HUMILDAD:MATEO 11:29
AMOR: 13:34

LO QUE EL CONCIMIENTO DEBE GENERAR ES QUE MI RELACION CON

DIOS AUMENTE. Y EL PODER QUE RECIBO SE VE MANIFESTADO EN LA
GENTE

EL REINO DE LOS CIELOS HA LLEGADO.

Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y
no hay otro fuera de él; y el amarle con todo el corazón, con todo el
entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como
a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios. Jesús entonces,
viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de
Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle.
(Mar 12:32-34 RV60)
la verdadera obediencia proviene del amor. Debido a que todo el Antiguo
Testamento nos guía a Cristo, el próximo paso fue la fe en Jesús mismo y ese era
el más difícil.