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Formación Religiosa

5to SOC
Semana: del 1 al 5 de Abril
Carga horaria : 1 hora
Profesora: Lucía Copa
Fecha de entrega: 6 de Abril a las 12hs
"NO HAY NADA MEJOR QUE CASA”
Hola! Espero se encuentren muy bien y transitando esta cuarentena de la mejor manera posible.
El objetivo de esta semana, es regalarnos un espacio de encuentro y oración, que nos ayude a
disponer el corazón en este tiempo de cuaresma. Para que la esta cuarentena sea una oportunidad
que nos permita mayor “intimidad” y nos haga sentir más unidos “de corazón a corazón”.

En este tiempo de cuaresma... La fragilidad de la vida, nos convoca…


Te invito a que puedas acomodarte en tu casa. Si querés, podés compartir el encuentro con tu familia
o con aquellos que vivan con vos.
Buscá un lugar que te guste. Acercá una vela, la palabra, una imagen para armar tu espacio de
oración. Si tenés ganas prepárate un mate, un té, algo para acompañar este tiempo de oración y
reflexión. Tené a mano siempre algo para anotar.

Te propongo escuchar la canción “El lugar” de Alejandro Balbis.


Link: https: https://www.youtube.com/watch?v=w4KGpaxyqV0

Hay un lugar dónde nunca


Pasa lo que no querés
Y ese lugar no le teme
A lo que vos le temés.
Suenan canciones de fama mundial
De esas que no conocés
Siempre está ahí para
hacerte acordar lo que hacemos
Y no te pide más que un sólo beso a la vez.
Hay quién se pinta la cara
Y otros pintados están
No se presenta la suerte
Y ese lugar se te va
No corras más que ya no hay dónde huír
De esa piel no te escapás
Y hasta la muerte se ríe de tantos milagros
Y hasta que algún sabor agrio te obligue a pensar...
Por qué será, por qué me tocó a mí?
Será surgir o debo desistir
Ante la oscura y siniestra posibilidad
De no llegar a dónde debo ir.
Quizá perder a veces mi lugar
Quizá surgir de un "ya no puedo más"
Y me convenza para siempre de mi condición
De boca libre y pies pa' caminar.
No corras más que ya no hay dónde huír,
De esa piel no te escapás.
Y hasta la muerte se ríe de tantos milagros
Y hasta que algún sabor agrio te obligue a pensar...
Por qué será, por qué me tocó a mí?
Será surgir o debo desistir
Ante la oscura y siniestra posibilidad
De no llegar a dónde debo ir.
Quizá perder a veces mi lugar
Quizá surgir de un "ya no puedo más"
Y me convenza para siempre de mi condición
De boca libre y pies pa' caminar
De boca libre y pies pa' caminar
De boca libre y pies pa' caminar
A desalambrar
A desalambrar...

- Contemplando tu lugar, ese “altar cotidiano” ...


Armá una lista de cosas cotidianas que te ayudan a cuidarte, a cuidar el espacio que habitas y a las
personas que te rodean (no hace falta que sean cosas muy grandes puede ser por ejemplo: respetar
las 4 comidas, el aseo, etc.)
Te invito a volver a leer esa lista y preguntarte:
- ¿Qué dice de mi forma de cuidar? ¿Encuentro alguna continuidad? ¿Cuáles podrían ser las ausencias
de esa lista?
- ¿Qué refleja de cómo me siento? ¿cómo voy viviendo lo cotidiano?
Te sugiero que lleves un registro escrito de lo que vayas senti-pensando.

Preparamos el corazón cuidando...


Relee aquello que escribiste.
En este tiempo de cuaresma, nos vemos en la obligación de “quedarnos en casa” para cuidarnos y
cuidar a otrxs. Te invito a leer este fragmento del libro “El cuidado esencial” de Leonardo Boff.
Lo que se opone al desinterés y a la indiferencia es el cuidado. Cuidar es más que un acto; es una
actitud. Por lo tanto, abarca más que un momento de atención, de celo y de desvelo. Representa una
actitud de ocupación, de preocupación, de responsabilización y de compromiso afectivo con el otro.
La actitud es una fuente, genera muchos actos que expresan la disposición de fondo. (Cuando
decimos, por ejemplo, “cuidamos de nuestra casa”, se sobreentienden múltiples actos tales como:
ocuparse de las personas que viven en ella, prestándoles atención, garantizándoles provisiones e
interesándonos por su bienestar. Cuidamos el ambiente acogedor que ha de tener cada habitación, el
salón, el dormitorio y la cocina. Somos celosos con las relaciones de amistad con los vecinos y cálidos
con los huéspedes. Nos desvelamos por conseguir que la casa sea un lugar entrañable, de modo que
la echemos de menos al irnos y sintamos alegría cuando volvamos a ella. Alimentamos una actitud
general de diligencia por el estado físico de la casa, por su terreno y por el jardín. Nos ocupamos del
gato y del perro, de los peces y de los pájaros que pueblan nuestros árboles. Todo eso pertenece a
la actitud del cuidado material, personal, social, ecológico y espiritual de la casa.
Por otro lado, ¡el cuidado es algo más que un acto y una actitud! (...) El cuidado es existencialmente a
priori de toda “posición” y “conducta” del “ser-ahí”, es decir, se halla siempre ya en ella. Esto significa
que el cuidado se encuentra en la raíz primera del ser humano, antes de que haga nada. Y todo
cuando haga irá siempre acompañado de cuidado e impregnado de cuidado. Significa reconocer que el
cuidado es un modo de ser esencial, siempre presente e irreductible a otra realidad anterior. Es una
dimensión frontal, originaria, ontológica, imposible de desvirtuar totalmente.
Un “modo de ser” no constituye un nuevo ser. Es el modo en que un ser se estructura y se da a
conocer. El cuidado forma parte de la naturaleza y de la constitución del ser humano. El cuidado como
modo de ser revela de forma concreta cómo es el ser humano.
Sin cuidado, deja de ser humano. Si no recibe cuidado, desde el nacimiento hasta la muerte, el ser
humano se desestructura, se marchita, pierde el sentido y se muere. Si, a lo largo de la vida, no se
hace con cuidado todo lo que uno emprende, acaba por perjudicarse a sí mismo y por destruir lo que
te rodea. Por eso el cuidado debe ser entendido en la línea de la esencia humana (que responda a la
pregunta ¿qué es el ser humano?). El cuidado designa un fenómeno que posibilita la existencia
humana, en cuanto humana.
“El cuidado esencial- El cuidado: ETHOS de lo humano”. Leonardo Boff

Dejando que el texto y lo elaborado anteriormente resuene:


-¿Qué me pasa con la idea que plantea Boff de que somos seres esencialmente de cuidado?
-¿Qué preguntas, pensamientos, sentimientos me surgen estos días al tener que “bajar un cambio”?

Reconociendo que es juntos…


Nos sentimos llamadxs a cultivar nuestra intimidad, a repensar nuestras prácticas de cuidado para
que el mundo se vuelva un lugar más habitable y sano para todxs. Algunos de nuestros modos de
vivir, nos aíslan. Hoy queremos compartir lo que se nos va moviendo dentro y va brotando del “pasar
más tiempo en casa”.
Por eso, te propongo volver sobre aquello que más te cuesta de cuidar la vida (la tuya o la de otrxs)
y pensar en algún gesto pequeño, que esté a tu alcance, y te ayude a retomar la experiencia del
cuidado, ya sea a vos mismo o a los demás.
Te animo a poder iniciarlo, que no se transforme en “un compromiso a cumplir”, sino en un pequeño
gesto que te ayude a plenificar más tu vida en este tiempo de cuarentena. Puede ser algo que tenga
que ver con el cuidado propio (renovar tu cuarto, limpiar las hojas de una planta, ordenar algo que
hace tiempo venís posponiendo) o con el cuidado de los demás (iniciar el diálogo con alguien con el
que tenés un tema pendiente, llamar a alguien que querés mucho y hace tiempo que no hablás). La
idea de este gesto es poder renovar la mirada, entendiendo que “aquello que se cuida, crece”. Te pido
que puedas plasmar ese compromiso de una manera creativa…puede ser un dibujo, una imagen, etc

Y recreando nuestros modos de compartir la vida…


Como nos reconocemos arte y parte de una red más grande que entiende el cuidado como
responsabilidad de todxs. Los invito a entrelazar su experiencia con la de otrxs que forman parte de
esta comunidad, para embellecerla y sentirnos más cerca.
Por eso te invito a encender la vela junto a la palabra, a poder pedirle al Jesús, que acompañe este
tiempo de incertidumbre y que nos ayude a favorecer espacios y gestos de cuidado que sean
generadores de más vida.
Te propongo rezar con la palabra Lc. 10, 33-35…
Al contemplar la escena, vemos como la experiencia del cuidado es propia de la condición humana,
reconociendo que todos necesitamos cuidar y ser cuidados. En este tiempo de cuarentena,
contemplá tu casa, hoy no hay mejor lugar de cuidado que ese.
Pero un samaritano que viajaba por allí, al pasar junto a él, lo vio
y se conmovió. Entonces se acercó y vendó sus heridas, cubriéndolas con aceite
y vino; después lo puso sobre su propia montura, lo condujo a un albergue y se
encargó de cuidarlo.
Al día siguiente, sacó dos denarios y se los dio al dueño del
albergue, diciéndole: "Cuídalo, y lo que gastes de más, te lo pagaré al
volver". (Lc 10, 33-35)
Espero hayas podido realizar este encuentro y que haya sido de tu agrado. Se que quizás algunos
están alejados de Dios, pero les pido que también intenten realizar el encuentro, es una manera de
encontrarse con ustedes mismo y reflexionar sobre este momento vivido.

Te pido que me envíes imágenes de la hoja con la que realizaste el encuentro y respondiste las
preguntas. También del compromiso. Podés pegarlas en un Word para que sea más fácil. También, te
pido que me envíes la actividad correspondiente a las semanas anteriores. Si lo hiciste en la carpeta,
también me podés enviar imágenes de ellas.
La semana próxima, les enviaré un trabajo acerca del Vía Crucis, para ello les pido que vayan
buscando en sus casas: revistas, diarios, fibrones, colores, etc…ya que vamos a trabajar con eso.

Hasta la próxima!!!

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