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La Gran Cena

Luc 14:12-24 Dijo también al que le había convidado: Cuando hagas


comida o cena, no llames a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus
parientes, ni a vecinos ricos; no sea que ellos a su vez te vuelvan a
convidar, y seas recompensado. (13) Mas cuando hagas banquete,
llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; (14) y serás
bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será
recompensado en la resurrección de los justos. (15) Oyendo esto uno
de los que estaban sentados con él a la mesa, le dijo: Bienaventurado
el que coma pan en el reino de Dios. (16) Entonces Jesús le dijo: Un
hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos. (17) Y a la hora de
la cena envió a su siervo a decir a los convidados: Venid, que ya todo
está preparado. (18) Y todos a una comenzaron a excusarse. El
primero dijo: He comprado una hacienda, y necesito ir a verla; te
ruego que me excuses. (19) Otro dijo: He comprado cinco yuntas de
bueyes, y voy a probarlos; te ruego que me excuses. (20) Y otro
dijo: Acabo de casarme, y por tanto no puedo ir. (21) Vuelto el
siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre
de familia, dijo a su siervo: Vé pronto por las plazas y las calles de la
ciudad, y trae acá a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos.
(22) Y dijo el siervo: Señor, se ha hecho como mandaste, y aún hay
lugar. (23) Dijo el señor al siervo: Vé por los caminos y por los
vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa. (24) Porque
os digo que ninguno de aquellos hombres que fueron convidados,
gustará mi cena.

Las personas se preparan cuando están invitadas a una cena y ponen


cuidado en tantas cosas para honrar la invitación. Del mismo modo
Dios ha preparado un gran banquete para todo el mundo, pero son
muy pocos los que asisten.

I. Los invitados
1. Según se interpreta los invitados eran primeramente los
judíos que rechazaron a Jesús.
2. Dios por amor escogió a Israel para ser el primero entre
las naciones.
3. De la misma forma hay muchas personas que están más
cerca, pero no aceptan la invitación. Las excusas sobran:
Falta de voluntad, otros intereses (dioses), otros placeres
que llenan sus vidas.
4. Uno de los invitados dijo “Bien aventurado el que coma
pan en el reino de Dios”.
5. Rechazar la invitación de Dios es algo terrible si Él nos
considera ¿Por qué la rechazan? No saben el valor de la
invitación. Si Él dijo yo he venido para que tengan vida.
6. El siervo también sabía el valor de la invitación, y nosotros
también somos los portadores de la invitación a la Gran
cena con Dios, porque llevamos un mensaje de
importancia para sus almas y de no aceptarlo perderán
todo.
II. Otros invitados
1. Los otros son los gentiles, pueblo no judío. Muchos son los
que rechazan las riquezas de la benignidad de Dios. Su
autosuficiencia no les deja venir al Señor.
2. ¿Quiénes en realidad son los cojos, mancos ciegos?
3. Salió a buscar a los desocupados, vagabundos, a aquellos
que jamás podrían haber sido considerados.
4. Como iglesia debemos llamar a las personas no por su
estatus social o por su condición humana superficial.
5. Los ciegos espirituales están afuera, los que saben hacer
algo para Dios con sus manos, los que cojean en su
caminar con Dios a ellos hay que llamar, a aquellos que
están apartados del Señor.
6. Como Iglesia debemos forzarlos a entrar porque esta fiesta
es para ellos, si unos la rechazan otros la aceptarán,
debemos hacerlo con compasión. Hay últimos que serán
primeros. El mandato de Dios es salgan ahora, no pierda
su tiempo, todo está preparado, porque siempre hay lugar
en la mesa para alguien más.
Es nuestra labor como siervos llevar esta invitación, sin rodeos y con
diligencia, con firmeza, porque el tiempo está cerca y está todo
preparado para la Gran celebración en el reino de Dios. Amén!

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