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Católicos y reforma constitucional. ¿Tenemos algo que decir?

La educación.

El artículo 95 del anteproyecto de Constitución dice: “La enseñanza es función del Estado, es laica y se
basa en los aportes de la ciencia y en los principios y valores de nuestra sociedad”.
El papa Francisco, en la Exhortación apostólica Amoris lætitia, nos recuerda que “Aunque los padres
necesitan de la escuela para asegurar una instrucción básica de sus hijos, nunca pueden delegar
completamente su formación moral.”1 Consolidando así el criterio defendido por la Iglesia de que “El derecho-
deber educativo de los padres se califica como esencial,…; como original y primario,…; como insustituible e
inalienable y, por consiguiente, no puede ser totalmente delegado o usurpado por otros.”2
Ambos pontífices, san Juan Pablo II y Francisco, cada uno en sus respectivas exhortaciones apostólicas,
apuntan diversos ámbitos en que la familia debe educar a la descendencia. El primero sostiene que: “…, los
padres deben formar a los hijos con confianza y valentía en los valores esenciales de la vida humana. … la
verdadera justicia,… respeto de la dignidad personal… sentido del verdadero amor,… servicio desinteresado
hacia los demás,... una educación sexual clara…”3. El segundo, por su parte, apunta a la “… educación de la
voluntad y un desarrollo de hábitos buenos e inclinaciones afectivas a favor del bien.”4; y a una educación
sexual que “… llegue a los niños y adolescentes «conforme avanza su edad» y «teniendo en cuenta el progreso
de la psicología, la pedagogía y la didáctica»”5, al tiempo que recomienda que ésta incluya también “… la
valoración del propio cuerpo en su femineidad o masculinidad… necesaria para reconocerse a sí mismo en el
encuentro con el diferente.”6 También consideran que los padres “…son instrumento de Dios…” para la
transmisión, maduración y desarrollo de la fe de los hijos.
En correspondencia con ello el Catecismo de la Iglesia Católica afirma que “Los padres, como
primeros responsables de la educación de sus hijos, tienen el derecho de elegir para ellos una escuela que
responda a sus propias convicciones…Los poderes públicos tienen el deber de garantizar este derecho a los
padres y de asegurar las condiciones reales de su ejercicio.”7
El Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, en este mismo aspecto apunta que “Los padres tienen
el derecho a elegir los instrumentos formativos conformes a sus propias convicciones,…. Las autoridades
públicas tienen la obligación de garantizar este derecho… En este contexto, se sitúa el tema de la colaboración
entre familia e institución escolar.”8 Desde una postura más radical sostiene que “Cuando el Estado reivindica
el monopolio escolar, va más allá de sus derechos y conculca la justicia”9
Los obispos cubanos, en su carta pastoral del año 2013: La esperanza no defrauda, afirman que “Cuba
ha cambiado en los últimos años.”10, y continúan escribiendo que “En las reformas incipientes que se inician
vemos ya un reflejo claro, aunque incompleto, de demandas largamente anheladas por la población
cubana.”11; llegando a identificar como una de ellas “…el retorno de las escuelas secundarias e institutos
preuniversitarios a las ciudades, que acerca a los adolescentes y jóvenes a sus familias,…”12
Mas, continúa siendo una aspiración aquella solicitud que san Juan Pablo II hizo a los cubanos desde
Santa Clara en la homilía de la Misa que ofició en dicha ciudad: “Que la familia, la escuela y la Iglesia formen
una comunidad educativa, donde los hijos de Cuba puedan crecer en humanidad.”
Hemos querido hacer estas reflexiones en conjunto entre un sacerdote, una religiosa y un matrimonio;
todos cubanos. Expresando así la unidad en la diversidad de la Iglesia. Nuestras palabras están dirigidas en
primer término a los fieles católicos, pero también a todos los hombres y mujeres de buena voluntad que
piensan en el bien de Cuba; fuera de ese ámbito, quienes nos lean no tienen por qué pensar igual a nosotros.

P. Wilfredo Leiter Juvier, sacerdote diocesano.


Hna. Ana Elena Lima Fundora, Sierva de San José.
Sr. Reydel Robles Delgado.
Sra. Misleny Darias Brito.
1 Amoris Taetitia 263.
2 Familiaris consortio 36.
3 Idem 37.
4 Amoria Laetitia 264
5 Gravissimun educationis, 1.
6 Amoris laetitia 285.
7 Catecismo de la Iglesia Católica, 2229.
8 Compendio de Doctrtina Social de la Iglesia, 240
9 Idem., 241.
10 Carta pastoral: La esperanza no defrauda, 20.
11 Ídem., 21
12 Ídem.

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