Crónica a

futuro
Hemos pasado por muchas cosas desde que a finales del año 2019 se dio origen a una enfermedad
llamada primeramente coronavirus y que después fue nombrado COVID-19. Esta pandemia se originó
en un mercado de animales de la ciudad de Wuhan, capital de la provincia de Hubei en China central.
En esos días no había otro tema de que hablar en televisión y en los periódicos solo se podían ver
noticias sobre la nueva pandemia que azotaba al mundo, aunque todavía no nos afectaba tanto. Con
el tiempo llego a Colombia y ahí las cosas cambiaron. El 15 de marzo de 2020 el presidente Duque dio
un comunicado para todos los colombianos en el que se informaba sobre la suspensión de clases hasta
el 20 de abril del presente año, en ese momento lo pude sentir, esto es real.
En esos días no perdí ni un solo momento de aprendizaje, todo el tiempo tenía cosas para hacer,
desde ayudar a los trabajos domésticos hasta realizar montones de trabajos enviados por lo
profesores. Sin embargo, no fue un cambio tan brusco, parecía un fin de semana, claro que extrañaba
a mis amigos, pero los más grave sucedería después.
El 17 de marzo de 2020 la alcaldesa Claudia López dicto que se realizaría un simulacro de aislamiento
obligatorio, los días pasaron hasta que llegaron los cuatro días de encierro y nunca puede estar más
aburrida, aunque, igualmente trate de ponerme tareas no era lo mismo me sentía cansada, triste y
muy aburrida. Intenté comunicarme con algunos conocidos y al igual que yo ellos también tenían esa
actitud de aburrimiento que yo tuve durante todo el fin de semana. Cuando por fin ya podía ver la luz
al final del túnel de ese encarcelamiento ocurrió algo aún peor, una noche en la que estaba reunida
con mi familia viendo noticias, el presidente Duque decreto cuarentena hasta el 13 de abril. Cuando
Por: Jazmín Samanta Infante Bernal 8c
escuché aquellas palabras tuve ganas hasta de llorar de solo imaginarme estar encerrada en estas
cuatro paredes durante 24 días más.
Hoy 25 de marzo de 2020 no han cambiado muchas cosas, lo único que dicen en televisión son las
medidas que se tomaran frente a esta cuarentena. Pero sigo aquí aburrida como todos estos días,
nada me quita están ganas que siento de salir, de ir al colegio, de hablar con personas diferentes a las
mismas cinco personas que veo todos los días. Me siento en la orilla de mi cama a pensar cuando será
que se acabará esta tortura, recuerdo todas las cosas que hacía con mis amigos y siento aún más
desesperación por ver el sol en un ángulo diferente que por la ventana de mi habitación.