Está en la página 1de 2

Abuelos mágicos, Abuelos ausencia.

30 de enero de 2012 a las 15:36


Abuelos es tanta la ternura
que me invade al recordarlos
que no puedo evitar conmoverme.
Es Así como de repente se
asoman recuerdos de quince años
atrás, cuando a mis cinco años,
mis besos pegoteados de caramelos
les robaban mimos a los abus, mis
ruegos por aquellos paseos prometidos,
nuestros juegos, las canciones, los
cuentos para lograr que tenga un
dulce sueño, las manos tibias de la
abuela y el olor a pipa del abuelo
son recuerdos que no se olvidan.

Abuelos defensores de retos de


Mamá y Papá, compinches en
la hora de la siesta, abrazos
inmensos que alejaban el miedo
de la noche, y mi infancia
revolcándose en esa alegría.
Abuelos, más que Abuelos,
compañeros de momentos
imborrables, ese amigo, esa amiga
que me dio la vida naturalmente
y los volvería a elegir en muchas
vidas más.

Un día me dijeron que ya no estarían


y todo fue dolor, dolor en el corazón,
me enojé al saber que ya no los vería
más, mis diez y quince años no entendían
de muerte. Sin embargo crecí y guarde en
un lugar los recuerdos abrigados con
el calorcito de mi infancia. Y aprendí a
cambiar lágrimas por sonrisas, a
encontrarlos en los gestos de Mamá.
By Meli (29/01/2012)

También podría gustarte