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Sínodo de los Obispos

XIII Asamblea General Ordinaria

La Nueva Evangelización
Para la transmisión de la fe cristiana

LINEAMENTA

Segundo cuatrimestre turno nocturno

La nueva Evangelización
Este documento nos invita a hacer un análisis sobre lo que significa y representa la nueva
evangelización.

De inicio profundizamos el término evangelio, usado en repetidas ocasiones en el nuevo


testamento, y el cuál es usado para predicar el mensaje de Jesucristo, que viene a anunciar
el Reino de Dios, vemos como también el termino evangelizar a sido desarrollado a lo largo
de la historia de la iglesia.

El termino nueva evangelización no es nuevo, y hace una fuerte referencia al Papa Juan
Pablo II, quien fue uno de los fuertes difusores de esta terminología, para definirla de la
siguiente manera: “Nueva evangelización significa reavivar en nosotros el impulso de los
orígenes, dejándonos impregnar por el ardor de la predicación apostólica después de
Pentecostés. Hemos de revivir en nosotros el sentimiento apremiante de Pablo, que
proclamaba ¡Hay de mi si no predico el evangelio!”

Este impulso nos tiene que llevar a tener conciencia de que como Bautizados y como
cristianos tenemos un deber, y más allá del compromiso tener la necesidad de anunciarlo,
trasmitir el mensaje Cristiano no solo a los que no conocen a Dios, si no a los que dicen
conocerlo, pero que realmente no han tenido un encuentro con Él, que quizá fueron
bautizados pero no fue anunciados a ellos el evangelio, y por lo tanto no tienen una
adhesión a Cristo.

Como iglesia somos misioneros por naturaleza, pues tenemos la misión de anunciar el reino
partiendo desde nuestro testimonio y desde una experiencia viva de fe.

Nos habla también de la necesidad de evangelizar en el mundo de hoy, partiendo desde el


conocimiento y la compresión de los diferentes escenarios en los que está inmersa la
sociedad de nuestros tiempos, como lo son el escenario social, el cultural, el económico, el
político y el religioso. No podemos anunciar el Reino o evangelizar al hermano si no
estamos consientes de su realidad, de sus necesidades más básicas y tangibles, como lo son
los migrantes, los pobres, los desvalidos, los perseguidos, los discapacitados, etc.

Los fenómenos sociales repercuten directamente en la lectura que el hombre hace de Dios,
y no tendrá una lectura positiva si se siente rechazado por quien dice haberlo conocido,
tenido un encuentro íntimo con Dios y haber experimentado su amor.
Este texto nos invita a una renovación Espiritual para trasmitir la fe de una manera
incluyente, tomando en cuenta que cada persona podrá tener una situación de vida que la ha
hecho sentirse excluida de la iglesia y por eso se ha alejado. La nueva evangelización nos
invita a tener la conciencia que Dios es un Dios de todos, y no solo de los que se creen
buenos para poder integrarse a la comunidad.

Evangelizar nos demandará trabajar en estos escenarios, discerniendo la acción del Espíritu
Santo, educando, formando a la luz del evangelio en la búsqueda de una fe adulta o
madurez en la fe, es por eso que tenemos que estar también abiertos al diálogo con otras
tradiciones religiosas, conocer y entablar un lenguaje respetuoso, recordando que la
salvación no es exclusiva de los Cristianos.

Es importante resaltar el papel que juega la catequesis en la nueva evangelización, que


buscará los métodos adecuados para realizar la trasmisión de la fe, para que los hombres
puedan vivir el encuentro con Cristo. En los métodos habrá de incluirse la inculturación, su
integración en grupo social, observar y desarrollar sus actitudes, inquietudes y búsqueda,
así como emplear un método diferenciado según las facultades de cada individuo. La
catequesis de iniciación constituye una oportunidad de formación para la vida Cristiana de
los catequizandos, y no solo la preparación para los sacramentos.

Es necesario que la iglesia tome un nuevo impulso, se deje guiar por el Espíritu y asuma
con alegría y fervor la misión de evangelizar… y es que es lógico pensar que quien ha
conocido el amor de Dios y sale a anunciar el evangelio no puede estar triste ni enojado,
pero no con alegría superficial, si no con la alegría de sabernos hijos de un padre amoroso y
misericordioso. Escuchar el llamado de Jesús y dejarnos guiar por el Espíritu Santo para
responder a este llamado desde nuestra propia vocación.

Este documento también nos invita a recordar que la estrella de la evangelización es María,
modelo de obediencia, fidelidad y entrega en la misión de anunciar el evangelio y ser
testigo del amor de padre, la salvación que nos es otorgada por el hijo y la fuerza y el
consuelo que nos da el Espíritu Santo.

La primera evangelización ocurre el día de Pentecostés, estando todos reunidos en oración;


eso nos recuerda la importancia de la oración para permanecer unidos a Dios, pues sin la
fuerza de la oración, el testimonio de vida y la acción del Espíritu Santo, el mensaje
evangélico se convierte tan solo en un discurso que mueve el ego del individuo pero que no
logra la misión de evangelizar.

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