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1. INTRODUCCION
2. DEFINICION:
En los casos del Derecho Internacional Privado, el carácter territorial de las leyes
procesales, ha sido reconocida desde la Época Estatutaria. En 1877, el Instituto de
Derecho Internacional Privado, admitió la territorialidad de las leyes procesales,
acordando que las formas ordenatorias de la instrucción y el procedimiento, desde la
citación y emplazamiento, hasta la caducidad, de la instancia debían someterse a la
ley del lugar en que el litigio se entable.
Por lo común, los Estados se reducen a señalar los casos en los cuales los
Tribunales, deben conocer de procesos que contengan elementos extranjeros. Este
conjunto de reglas recibe el nombre de NORMAS SOBRE COMPETENCIA
INTERNACIONAL; se ha dicho que la competencia es la medida de la facultad
jurisdiccional del Estado.
Sin embargo, y a pesar de este argumento, no podemos negar que las relaciones de
los hombres ene el momento actual del mundo se internacionaliza con mayor
facilidad y frecuencia, dada la interdependencia de los pueblos.
Existen varios sistemas, pues cada nación toma en cuantas diferentes corrientes
doctrinarias, como a continuación lo señalaremos:
Resumen: Esta Convención aplica a los exhortos o cartas rogatorias que tengan por
objeto la realización de actos procesales de mero trámite (e.g. notificaciones,
citaciones o emplazamientos en el extranjero) o la recepción u obtención de pruebas
e informe. La Convención no aplica a ningún exhorto o carta rogatoria referente a
actos procesales distintos de los mencionados, especialmente a actos que impliquen
ejecución coactiva.
Los exhortos o cartas rogatorias, que podrán ser tramitados por las propias partes
interesadas, bien por vía judicial, funcionarios consulares o agentes diplomáticos o
por la Autoridad Central designada, deberán ir acompañados de los siguientes
documentos: 1) copia auténtica de la demanda y sus anexos, y de los escritos o
resoluciones que sirvan de fundamento a la diligencia solicitada; 2) información
escrita acerca de cuál es el órgano jurisdiccional requirente, los términos de que
dispusiere la persona afectada para actuar, y las advertencias que le hiciere dicho
órgano sobre las consecuencias que entrañaría su inactividad; y en su caso 3)
información acerca de la existencia y domicilio del defensor de oficio o de
las sociedades de auxilio legal competentes en el Estado requirente. Dichos
documentos deberán estar debidamente legalizados y traducidos al idioma oficial del
Estado requerido.