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radicalismo
Economía
Argentina
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El radicalismo: el Plan Austral,
El Plan Primavera, la
hiperinflación
La asunción al Gobierno del presidente Raúl Alfonsín en diciembre de 1983
había despertado una gran expectativa en la sociedad argentina por el
advenimiento de la democracia, por la vigencia plena de los derechos y
libertades individuales y por las políticas económicas que seguramente
llevaría un Gobierno popular.
La disminución del PBI (producto bruto interno) por persona entre 1974 y
1984 fue del 15 %. Esto generaba una fuerte presión para resultados
favorables. Además, existía un elevado endeudamiento externo de la
economía. Habían disminuido las reservas internacionales a niveles que
comprometían los pagos internacionales.
Durante su gestión, Alfonsín tuvo una fuerte oposición por parte del
sindicalismo argentino y de los principales partidos opositores, en especial,
del justicialismo y de grupos “internos” dentro del mismo partido político.
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La reactivación de la demanda agregada a través del aumento en los salarios
reales incrementó el PBI en el año 1984 en un 2,6 %.
La inflación aumentó en los primeros meses de 1985, de modo tal que llegó
a la hiperinflación con tasas del 25 % al 35 % mensual. El déficit fiscal en 1984
se mantuvo en niveles muy elevados, de alrededor del 9 % del PBI
considerando el sector público no financiero, y del 12,5 % para el déficit
cuasi-fiscal del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
El Plan Austral
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El objetivo era evitar transferencias de riquezas importantes de un sector a
otro en la economía. Con este mecanismo se aplicó el “desagio” de los
contratos del sector público y del sector privado. “Los contratos pactados en
la moneda antigua, que incorporaban una alta expectativa de inflación, se
transformaban automáticamente a australes a través de una tabla de
conversión que mantenía el valor real esperado de los pagos futuros”
(Gerchunoff y Llach, 2018, p. 460).
Los resultados del Plan Austral fueron muy elogiables en los primeros meses.
La tasa de inflación disminuyó del 31 % en junio de 1985 al 6 % en julio de
1985, y en los siguientes meses los precios mayoristas crecieron en solo un
1 %, mientras que el índice de precios al consumidor subió un 3 %. La
población apoyó al Plan Austral y hubo un control voluntario de los precios,
sin la participación del Estado.
De una caída del 4,3 % en el nivel del PBI en 1985, se produjo un incremento
del 5,6 % en 1986. Por el efecto Olivera-Tanzi, el déficit fiscal disminuyó del
8,3 % del PBI a la meta planteada del 2,5 % del PBI en el último cuatrimestre
de 1985.
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inflacionarias por el lado de la demanda. De un déficit fiscal para todo el año
1985 del 7,9 % de PBI, se redujo al 4,1 % en el año 1986.
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económico no pudo controlar la política de fuerte expansión de los
redescuentos.
La enseñanza que dejó el Plan Austral fue que, a pesar del gran apoyo que
tuvo el Gobierno por parte de la sociedad argentina durante los primeros
meses, le permitió al Partido Radical ganar las elecciones legislativas de
diciembre de 1985. Al no poder llevar a cabo la política fiscal y monetaria,
estaba condenado al fracaso. Las probabilidades de éxito de largo plazo de
este plan eran realmente reducidas.
1Ley 23614. (1988). Promoción Industrial. Honorable Congreso de la Nación Argentina. Recuperado
de https://goo.gl/kFusia
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f) Se estableció una nueva Ley de Coparticipación Federal de Recursos
Fiscales2 para evitar los conflictos con los Gobiernos provinciales.
Uno de los pilares sobre los que tuvo su base el Plan Primavera fue el
funcionamiento del mercado cambiario. Las importaciones de bienes y
servicios y el pago de intereses privados de la deuda externa debían
realizarse a un tipo de cambio libre. Las exportaciones agropecuarias y el 50
% de las exportaciones industriales se venderían al tipo de cambio oficial
fijado por el BCRA, que vendería en el mercado las divisas que adquiría a los
exportadores a los agentes que demandaban importaciones. La diferencia
cambiaria entre el tipo de cambio oficial y el libre era del 25 % y era captado
por el BCRA como un superávit cuasifiscal.
2Ley 23548. (1988). Coparticipación Federal de Recursos Fiscales. Honorable Congreso de la Nación
Argentina. Recuperado de https://goo.gl/wGthpE
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los salarios serían fijados por convenciones colectivas de trabajo. Las tarifas
y precios de los servicios públicos se indexarían (inflación menos el 1 %).
En enero de 1989, el Plan Primavera llegó a su fin con una corrida cambiaria
que incrementó el dólar en el mercado libre, lo que le impidió al BCRA seguir
vendiendo en el mercado cambiario. La política monetaria no pudo evitar la
corrida cambiaria.
La escapada del dólar y el fin del Plan Primavera trajeron aparejada una
aceleración de la inflación, que comenzó a subir durante los meses de
febrero (9,6 % para el índice de precios al consumidor y 8,4 % para el índice
de precios mayoristas) y marzo (17 % de aumento de precios al consumidor
y 19 % para mayoristas).
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internacionales provocaron una permanente huida del peso hacia el dólar,
lo que agravó la subida del tipo de cambio y el aumento de la inflación.
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Referencias
Gerchunoff, P. y Llach, L. (2018). La democracia y el difícil gobierno de la
economía (1983-1989). En Autores, El ciclo de la ilusión y el desencanto. Un
siglo de políticas económicas argentinas (pp. 439-484). Buenos Aires, AR:
Paidós.
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