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‘’Como se pudo vencer’’

Para evitar el colapso total del sistema bancario, los gobiernos europeos rescataron a sus
bancos.  La ayuda de emergencia alcanzó una cifra sin precedentes:  1,6 billones de euros.  Esta
cantidad equivale al 13 % del PIB anual de la UE  y fue asignada entre 2008 y 2011.  Además, la
UE lanzó un programa coyuntural a nivel europeo  para asegurar puestos de trabajo y la
protección social,  y para apoyar las inversiones en la economía.  De esta forma se evitaron los
pánicos bancarios  y se protegieron los ahorros europeos.   En general, el euro mantuvo su valor
y protegió a los países de la Zona Euro de las peores consecuencias.   Ofreció a las empresas de
la UE un terreno de juego entorno  estable  para las inversiones y el comercio internacional. Pero
todo tiene un precio, sobre todo si la mayoría del dinero es prestado.
La crisis económica y financiera ha demostrado que el sistema bancario de la UE es vulnerable.
Los problemas de un banco pueden propagarse rápidamente a otros y afectar a depósitos e
inversiones y a todos los aspectos de la economía. Frente a esa situación, la UE y sus Estados
miembros han tomado medidas para fortalecer la supervisión del sector financiero Una de las
reformas consistió en la creación de tres autoridades europeas de supervisión para coordinar el
trabajo de los reguladores nacionales y garantizar que las normas de la UE se aplican de manera
coherente
 Autoridad Bancaria Europea (ABE): se ocupa de la supervisión bancaria, incluida la
supervisión de la recapitalización de los bancos.
 Autoridad Europea de Valores y Mercados (AEVM): se ocupa de la supervisión de los
mercados de capitales y lleva a cabo una supervisión directa respecto de las agencias de
calificación crediticia y los registros de operaciones.
 Autoridad Europea de Seguros y Pensiones de Jubilación (AESPJ): se ocupa de la
supervisión de los seguros.
En segundo lugar, se ha intensificado la supervisión financiera europea para que los bancos
estén capitalizados, actúen con responsabilidad y puedan prestar dinero a empresas y privados.
Esto facilita una unión bancaria  que protegerá los ahorros y evitará que los contribuyentes
paguen por los errores de los bancos.
La Unión Bancaria, complemento natural de la Unión Económica y Monetaria, corrige las
insuficiencias puestas de manifiesto por la crisis. En breve, los bancos de todos los países que
utilizan el euro tendrán un supervisor común: el Banco Central Europeo. Además, las decisiones
sobre la manera de gestionar un banco en dificultades se adoptarán de forma centralizada, con
arreglo a un conjunto de normas comunes pensadas para reducir al mínimo el coste para el
contribuyente. Los depositantes de toda Europa también estarán mejor protegidos. Con estas
medidas y otra treintena más, la UE se esfuerza por conseguir un sector financiero más eficaz,
basado en entidades más fuertes y resistentes y sometido a una regulación y supervisión más
sólida.
En su calidad de autoridad monetaria independiente de la zona del euro, el Banco Central
Europeo (BCE) ha desempeñado un papel importante para contener la crisis con políticas
innovadoras. Su decisión de préstamo ilimitado a los bancos, a bajos tipos de interés y durante
un máximo de tres años, garantizando la cobertura de sus necesidades a corto plazo, contribuyó
a calmar los mercados. Cuando la disfunción de los mercados financieros los llevó a exigir
rentabilidades excesivas en sus préstamos a los Estados, el BCE concibió su programa de
operación monetaria de compraventa (OMC). Por él accedía a comprar bonos de los países en
dificultades, garantizando así unos tipos razonables, a condición de que estos también se
comprometieran con el Mecanismo Europeo de Estabilidad (fondo de ayuda de la zona del euro)
en la aplicación de un programa de reformas económicas. Aunque ningún Estado ha llegado a
solicitar la activación del programa OMC, el mero hecho de su existencia ha contribuido a
apaciguar los mercados financieros.

Ayuda a otros países


Los países europeos han unido sus fuerzas para crear el mayor fondo de asistencia financiera del
mundo. La Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Central Europeo
colaboran para ayudar a los gobiernos que lo necesitan a elaborar programas de ayuda para
estabilizar las economías frágiles y hacer frente a los problemas económicos más arraigados.
Cuando los inversores internacionales dejaron de prestar al gobierno griego el dinero del que
dependía, los ministros de finanzas de la zona del euro y el Fondo Monetario Internacional (FMI)
aunaron sus esfuerzos. El 2 de mayo de 2010, se destinaron 110.000 millones de euros para
apoyar al gobierno griego a realizar las reformas necesarias para sanear la economía. La
Comisión desembolsó ese importe, del cual 80.000 euros procedían de socios de la zona del
euro, en varios pagos entre mayo de 2010 y junio de 2013, a medida que Grecia aplicaba
satisfactoriamente las reformas prometidas.  
El 14 de marzo de 2012, los ministros de finanzas de la zona del euro y el FMI aprobaron un
segundo tramo de asistencia económica para Grecia de 164.500 millones de euros. Esta vez los
demás países de la zona del euro contribuyeron con 144.700 millones de euros mediante un
fondo de rescate creado en agosto de 2010, el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera. Se llegó
también a un acuerdo con inversores financieros para reducir en al menos 200.000 millones de
euros la abrumadora deuda griega.
La entrega de los fondos se dividió en tramos para ser abonados entre marzo de 2012 y
diciembre de 2014, al tiempo que se realizaban las reformas esenciales para la recuperación de
la economía griega.
En noviembre de 2012 los ministros de finanzas de la zona del euro y el FMI acordaron ayudar
más a Grecia mediante la reducción del coste de sus préstamos y la concesión de más tiempo
para reembolsarlos
.

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