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Cátedra: INSTALACIONES TERMOMECANICAS

ENERGÍA SOLAR TERMICA

¿QUÉ SON LAS ENERGÍAS RENOVABLES?

Podemos definir las energías renovables como aquéllas que son inagotables
desde el punto de referencia del periodo de existencia de la humanidad, tengan o
no su orinen en el sol. Fuentes de energías renovables son la radiación solar, la
atracción gravitacional de la luna y el sol, y el calor interno de la tierra.
Una energía renovable es aquella que se refiere a ritmos de consumo no
superiores a los de producción o generación de manera natural.
La naturaleza acumula energía solar en forma de moléculas orgánicas, que
son producto de la fotosíntesis que llevan a cabo las plantas, y de las posteriores
transformaciones en la cadena trófica mediante los procesos metabólicos de los
seres vivos. La combustión de la materia vegetal para obtener calor es la forma
más antigua de aprovechamiento de la energía solar. La combustión, utilizada en
la actualidad, puede ser considerada renovable siempre que se queme materia
vegetal procedente de residuos agrícolas o forestales y se deje margen de tiempo
para su regeneración.
La energía solar está compuesta por radiación electromagnética, la cual es
una forma de propagación de la energía que no requiere medio material para
transmitirse, puede propagarse en el vacío.
En el límite entre la atmósfera y el espacio vacío, a masa de aire cero, la
radiación solar es de 1.353 watios por metro cuadrado de superficie expuesta.
Este valor es lo que se llama constante solar, y supone un valor medio para toda
la superficie de la esfera que contiene a la atmósfera. Sin embargo, la energía que
llega a la superficie terrestre es menor debido a la interacción de los
componentes atmosféricos con la radiación solar. Para empezar, la capa de ozono
absorbe radiación UV funcionando como una pantalla de radiaciones
perjudiciales para la vida terrestre. Parte de la radiación es reflejada de nuevo al
espacio, y otra se atenúa en su choque con partículas y moléculas atmosféricas.
Por término medio, en toda la superficie terrestre, la intensidad que llega es de
unos 900 watios por metro cuadrado, de los que un 3% son UV (ultra violeta),
un 57% son V (visible) y un 40% IR (infra rojo).
La radiación global que llega a la superficie terrestre tiene tres componentes,
la directa, la difusa y la reflejada. La radiación directa es la que llega sin
interaccionar con nada y sin cambios de dirección, es la más importante en un
día soleado. La radiación difusa es producto de los choques de la radiación
directa con las partículas en suspensión en la atmosfera, radiación típica de días
nublados. La radiación reflejada es la que llega procedente de la reflexión de la

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radiación directa en elementos del entorno, cerca del mar o en las zonas con
nieve esta componente cobra enorme importancia.
La mayoría de los sistemas de captación de la energía de la radiación solar se
basan en el efecto invernadero, el cual se basa en el siguiente fenómeno físico:
La radiación solar visible que atraviesa una superficie transparente, se invierte
en elevar la temperatura del elemento situado al otro lado de la misma. Cuando
un cuerpo eleva su temperatura por encima de la temperatura de su entorno,
emite calor en forma de radiación infrarroja. Los materiales transparentes a la
radiación visible, vidrios o plásticos son muy poco transparentes a la radiación
infrarroja. Es por este motivo por lo que podemos construir una trampa de calor
situando una superficie negra en el interior de una caja cerrada, de manera que
una de sus caras esté cubierta por un cristal o plástico transparente a la
radiación visible (Figura 1).

Figura 1

Existen otras tecnologías llamadas de media y alta temperatura. Las de media


temperatura trabajan con sistemas colectores de espejos de concentración
parabólicos o cilindro-parabólicos, o de lentes, alcanzando temperaturas de
hasta 600 °C. Los sistemas de alta temperatura consiguen más de 1.000 °C con
facilidad y se basan en la concentración de la radiación solar en una torre central
por multitud de heliostatos situados a su alrededor. Un heliostato es un espejo al
que se la ha acoplado un sistema de seguimiento de la trayectoria solar.

EL COLECTOR SOLAR TERMICO DE BAJA TEMPERATURA


Un colector solar térmico de baja temperatura trabaja por debajo del punto de
ebullición del agua (100 Cº a 1 atm).

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Al sistema de captación que aprovecha el efecto invernadero y la radiación
solar absorbida sobre una superficie plana lo llamamos colector solar térmico. El
colector solar térmico consta de cuatro partes fundamentales: cubierta
transparente, placa absorbente, aislamiento y carcasa (Figura 1).
Técnicamente nos interesan sistemas de captación de calor que aprovechen
fundamentalmente la componente visible de la radiación solar, además de que
tengan una cubierta transparente con mucha transmitancia, baja absortancia y
poca reflectancia a la radiación visible, y con baja transmitancia a la radiación
infrarroja.
A la transparencia a la radiación se le llama transmitancia, a la capacidad de
reflexión se le llama reflectancia y a la capacidad de absorción de la radiación se
le llama absorbancia. La capacidad de emisión es la emitancia.
Además, el colector deberá tener las siguientes cualidades:
 Su placa absorbente presente alta absortancia a la componente visible, y
poca emitancia infrarroja (es lo que se llama tratamiento selectivo).
 Estén bien aislados.
 Tengan una carcasa exterior resistente a los agentes atmosféricos.
Los colectores para aplicaciones de muy baja temperatura, como es la
calefacción del vaso de las piscinas, pueden prescindir de la cubierta
transparente, del aislamiento y de la carcasa, contando sólo con la placa
absorbente.
El rendimiento de un colector solar térmico viene dado por una expresión que
tiene la forma matemática de una recta, y depende de la temperatura de trabajo,
de la temperatura ambiente, de la intensidad de radiación incidente y de las
características físicas y constructivas de los elementos que lo componen. Así la
expresión del rendimiento o eficiencia es:

( )

En la que:

Dónde: : rendimiento en porcentaje.


Ta: temperatura ambiente.
Tm: temperatura media del agua en el colector entre entrada y salida.
Tc: temperatura de entrada del agua en el colector.
Ts: temperatura de salida del agua del colector.
I: intensidad de radiación incidente medida en w/m2.
a: constante que depende de las características ópticas de transmitancia
de la cubierta transparente y de absorbancia de la placa absorbente.
b: constante que depende del número de cubiertas transparentes y de las
características aislantes del sistema colector y de la placa absorbente.

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Figura 2: Curva de rendimiento de un colector solar térmico

Entre las aplicaciones de los colectores solares térmicos de baja temperatura


están las siguientes:
 Agua caliente sanitaria -A.C.S.- doméstica, hoteles, negocios, lavaderos,
instalaciones deportivas etc.
 Agua caliente en industrias agroalimentarias y otras.
 Calefacción doméstica por suelo radiante.
 Calefacción de invernaderos, semilleros, secaderos, etc.
 Calefacción de alojamientos ganaderos, piscifactorías, etc.
 Calefacción de piscinas.
 Calefacción radiante de edificaciones con techos elevados, iglesias, naves
industriales, etc.
 Destilaciones industriales.
 Desalinización de agua.

PRODUCCIÓN DE AGUA CALIENTE SANITARIA

Las instalaciones para la obtención de A.C.S. por energía solar, constan


básicamente de cuatro sistemas principales:

1. Sistema de captación.
2. Sistema de acumulación.
3. Sistema de utilización.
4. Sistema de apoyo.

El sistema de captación, está compuesta de unos tubos o canalizaciones llenos


de agua, o una mezcla de agua con anticongelante, u otro fluido caloportador,
que al calentarse transporta el calor a un depósito aislado para evitar pérdidas
térmicas. Los ciclos día-noche, debido al movimiento de rotación de la tierra
sobre sí misma, hacen necesario el sistema de acumulación.

El sistema de utilización es la red de agua caliente de la vivienda. El sistema


de apoyo nos sirve para los días nublados en los que hay poca radiación solar;
puede ser un calentador a gas, o una resistencia eléctrica situada en el depósito.
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Captación, acumulación, utilización y apoyo, interaccionan entre sí mediante
otra serie de elementos como las conducciones o tuberías, los elementos de
regulación y control el fluido calo-portador, el fluido de utilización, elementos de
seguridad, elementos electromecánicos, aislantes, etc.
La producción de A.C.S. se realiza durante las horas de sol. La
acumulación en un depósito aislado permite disponer de agua caliente en
cualquier momento del día.
Podemos hacer una clasificación de las instalaciones solares térmicas en
función de que la circulación del fluido calo-portador entre el sistema de
captación y el sistema de acumulación se haga de manera forzada mediante un
elemento electromecánico, llamado bomba de circulación o circulador, o de forma
natural aprovechando la variación de la densidad del fluido con la temperatura
(convección). Al mismo tiempo podemos diferenciar las instalaciones que utilizan
un elemento intercambiador de calor de las que no lo hacen. Así tenemos cuatro
tipos básicos de instalaciones:
a) Sistema Termo-sifónico o Natural Directo: Sus características fundamentales
son la colocación del sistema de acumulación a una altura superior al sistema
de captación y que el agua de consumo es la misma que se calienta en el
colector. Aunque existen equipos comercializados que trabajan por termosifón
colocando el depósito a la misma altura que el colector.

Figura 4: Sistema natural con depósito a igual nivel del colector.


Figura 3: Esquema básico de
El sifón de la tubería inferior impide la circulación inversa si la
sistema natural directo
temperatura del depósito acumulador es mayor a la del panel.

b) Sistema Termo sifónico o Natural con Intercambiador: es básicamente igual


que el anterior sólo que utiliza sistemas de acumulación con intercambiador
incorporado. Será necesario colocar un vaso de expansión para compensar las
dilataciones térmicas del fluido en el circuito primario.

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Figura 5: Sistema natural con intercambiador

Al circuito formado por el colector, las tuberías de ida y retorno al


intercambiador y el propio intercambiador, se le llama circuito primario. Por otra
parte, al circuito formado por las tuberías de alimentación al depósito
acumulador y las tuberías que van a los puntos de consumo, se le llama circuito
secundario.
Los sistemas termo sifónicos funcionan debido a la diferencia de densidad de
un mismo fluido cuando se encuentra a diferente temperatura. La circulación se
produce porque la zona más fría desciende, al pesar más por ser más densa, al
mismo tiempo que la zona que se calienta en el interior del colector por efecto de
la radiación solar, asciende al pesar menos debido a su pérdida de densidad.
La circulación natural se produce debido a la diferencia de densidad entre
dos zonas de un fluido que se encuentran a distinta temperatura, es lo que
se llama convección.
c) Sistema Forzado Directo: En este caso, el sistema de captación puede estar
en un nivel superior al de acumulación ya que el movimiento del fluido lo
realiza una bomba centrífuga.

Figura 6: Esquema de instalación por circulación forzada y directo

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d) Sistema forzado con intercambiador: Como en todos los sistemas forzados
le existencia de un circulador permite la colocación del depósito acumulador a
cualquier altura relativa a la del colector. Utiliza un elemento intercambiador
de calor que puede encontrarse incorporado en el sistema de acumulación.
También se instalará aquí, como en el sistema natural con intercambiado,
vaso de expansión en el circuito primario.

Figura 7: Esquema de instalación forzada con intercambiador

Los sistemas que sitúan el deposito a nivel inferior al colector solar requieren
la colocación la tubería de una válvula de retención, o anti retorno, para que el
agua caliente acumulada durante los momentos de sol, no se pierda por
circulación natural ascendiendo y enfriándose en el colector cuando no haya sol
y la placa absorbente se enfríe. Se trata de impedir circulaciones de fluido no
deseadas.
La bomba y demás elementos de sistemas directos deben poseer buena
resistencia a la corrosión, ya que la presencia de oxígeno es continua debido a la
renovación permanente del agua en el interior de los circuitos
Los sistemas forzados requieren un elemento que actúe sobre la puesta en
marcha de la bomba. El objetivo es que éste sólo funcione cuando la temperatura
del fluido en el colector sea superior a la del fluido en el acumulador.
Dos sondas electrónicas de temperatura, una en el panel y otra en el depósito
envían la señal eléctrica a un circuito comparador que abre o cierra un relé o
interruptor automático según la diferencia de temperatura entre ambas sondas.
El vaso de expansión es el elemento que compensa las dilataciones por aumento
de temperatura del fluido; en los sistemas con intercambiador es imprescindible,
sin embargo en los circuitos secundarios de consumo es opcional, pero
conveniente, pues su instalación minimiza las descargas de agua por la válvula
de seguridad que son de obligada instalación tanto en los circuitos primario
como secundarios. Esto evita aumentos excesivos de presión en la instalación.
El vaso de expansión puede ser abierto. En este caso es un recipiente
conectado a las tuberías del circuito primario, y que se encuentra en el punto
más alto del circuito hidráulico para que no se produzcan desbordamientos. Las
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instalaciones con vaso de expansión abierto trabajan en su circuito primario a la
presión atmosférica más la debida en cada punto a la altura de la columna de
agua. Los vasos de expansión abiertos pueden incorporar un mecanismo a modo
de válvula de flotador con boya para alimentar automáticamente el llenado del
circuito primario, y compensar de este modo las pérdidas por evaporación o por
desbordamiento por una tubería de descarga que pueden llevar incorporada.

Figura 8: Vaso de expansión abierto

El vaso de expansión puede ser cerrado. Es entonces un recipiente hermético


con membrana flexible en el interior que se deforma contra un gas inerte situado
a un lado de la misma, ante el empuje del fluido, situado al otro lado, debido al
aumento de presión por aumento de temperatura.
Los sistemas son abiertos, y usan un vaso de expansión abierto, cuando
su circuito primario trabaja en contacto con la presión atmosférica. Son
cerrados, y usan vaso de expansión cerrado, cuando funcionan a presión
superior a la atmosférica.
Otras válvulas y elementos intervienen o pueden intervenir en las
instalaciones son:
 Llaves de paso: cierran o abren el paso de agua. Es necesario preverlas para
realizar reparaciones sin necesidad de cortar toda la alimentación de agua.
También es conveniente situarlas antes y después de elementos importantes
como bombas o los intercambiadores para poder repararlos o sustituirlos sin
necesidad de vaciar todo el circuito.
 Purgadores: automáticos o manuales se sitúan en los puntos más elevados de
los circuitos para extraer el aire.
 Válvulas de segundad: se abren automáticamente ante aumentos
incontrolado-peligrosos de presión. Las de los circuitos primarios están taradas
para iniciar la apertura sobre 3 Kg/cm2, las de los circuitos secundarios la
presión de disparo suele ser del orden de 6 Kg/cm2.
 Recubrimientos aislantes: para limitar las fugas de calor por las tuberías y
demás elementos del sistema, y proteger contra el riesgo de congelación del
fluido.
 Reguladores térmicos, termostatos, etc.: activan o desactivan energías
auxiliares o de apoyo, maniobra electroválvulas etc.

Calculo de una Instalación para producción de agua caliente sanitaria


Como dato de partida podemos utilizar el número de personas, real o
estimado, que habitan la vivienda.

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Determinaremos el volumen de agua de consumo, el volumen del acumulador
de A.C.S., superficie de colectores necesaria y el número de los mismos que
deben integrar la instalación la orientación y la inclinación de la superficie
captadora.

A) Determinación de la carga de consumo y del volumen del acumulador


necesario
Llamaremos M al consumo de A.C.S. en Litros/día a 45º, y lo determinaremos
de la siguiente manera:
M=l.N

Donde l es el volumen de consumo en litros por persona, cama o ducha al


día, y N es el número de personas, camas o duchas. l lo podemos extraer, de la
tabla 1.

Tabla 1

El volumen del depósito acumulador lo calculamos eligiendo un estándar


comercial que tenga una capacidad comprendida entre el 80% de la carga de
consumo diario y el 100% de la misma

0,8.M < V < M

B) Determinación de la superficie captadora y del número de colectores


Se tundra en cuenta el uso de colectores con cubierta transparente de vidrio y
aislamiento de tres cm de espesor de fibra de vidrio.
Según el clima, la capacidad de producción de agua caliente a 45 °C de un
metro cuadrado de superficie captadora es distinta. Simplificando podemos esta-
blecer tres tipos de climas: muy frío, frío, y templado. Será muy frío el clima con
temperaturas bajo cero en invierno de modo habitual, frío cuando estas
temperaturas se dan ocasionalmente pero no son excepcionales y templado
cuando es raro que se den temperaturas bajo cero. Estableceremos una
producción en litros de agua por metro cuadrado de colector deducida de la tabla
2.

Tabla 2

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El factor 1,2 corrige la producción para funcionamiento exclusivo en verano.
Si llamamos A al área en m2 de la superficie necesaria, podemos calcularla
mediante la siguiente expresión:

Donde C es la producción en litros por metro cuadrado y día de colector extraída


de la tabla 2, y M la carga de consumo diaria, calculada como ya hemos visto.
Calculada la superficie necesaria, el número de paneles N viene dado según:

Donde Su es la superficie útil del colector dada por el fabricante. El valor de N,


normalmente, se redondea hacia arriba, pues no es posible obviamente utilizar
porciones de panel.

C) Orientación e inclinación de la superficie de colectores


Puesto que el sol hace un recorrido de este a oeste pasando por el norte, la
orientación preferente debe ser norte para las instalaciones situadas en el
hemisferio sur. Variaciones en la orientación preferente de 20° e incluso de 25°
son admisibles.
La energía procedente de la radiación solar absorbida por una superficie
depende del ángulo de incidencia de la misma. En el movimiento aparente del
sol, visto por un observador situado en el hemisferio sur, vemos que la
trayectoria que describe es más elevada y de mayor duración en verano que en
invierno. La inclinación de los colectores deberá tener en cuenta la época
preferente de utilización, para lograr la mayor perpendicularidad posible de los
rayos solares sobre los paneles. Partiendo de la latitud del lugar L, y admitiendo
variaciones de 5° arriba o abajo, la inclinación podemos deducirla de la tabla 3.

Tabla 3

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Figura 9: Esquema completo de una instalación de Energía solar térmica para
producción de A.C.S. Es forzada, indirecta y cerrada.

Calefacción de piscinas
La temperatura media diaria del agua de una piscina, a la intemperie o
cubierta, es aquélla a la cual se equilibran las pérdidas de calor con las
ganancias debidas al impacto de la radiación solar. Cuando esta temperatura
está por debajo de los 18 °C, la sensación del baño suele ser desagradable.

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Figura 10: Esquema de instalación para calentamiento de una
piscina aprovechando la bomba depuradora. La válvula de tres vías
permite el paso del agua hacia los colectores si la sonda de
radiación capta una suficiente insolación.

Cuando disponemos de una piscina, a nadie se le escapa que la inversión


realizada supone unos costos significativos. Sin embargo el periodo de uso anual
parece no corresponderse en duración con la inversión necesaria. Nuestro
objetivo será aumentar la temporada de uso. Cuando se trata de piscinas
utilizadas como negocio, el beneficio será mayor si se aumenta el período de
ingresos.
Según la legislación vigente en España, en el reglamento de instalaciones
térmicas en los edificios, prohíbe el uso de energías convencionales en piscinas
descubiertas
Existen colectores especiales para piscinas que no llevan cubierta
transparente, ni carcasa, ni aislamiento; sólo son una placa absorbente de
polipropileno de color negro, u otro material, normalmente plástico, resistente a
la radiación solar, por la cual circula el agua de la piscina movida por la bomba
de la depuradora, o por una bomba auxiliar.
Elevando la temperatura del agua de una piscina pretendemos aumentar su
temporada de uso y hacer el baño más agradable.
En España, Según la zona, la superficie de colectores sin cubierta necesaria
para calefaccionar una piscina, oscila entre 1/3 y el total de la de la piscina.

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Pérdidas y ganancias. Cálculo simplificado de la superficie captadora para
piscinas
La temperatura del agua del vaso de una piscina debe oscilar entre 24 y 26 °C
según el uso.
Se denomina carga de calefacción Q, la energía térmica que debemos aportar a
diario al agua de la piscina. Esta energía es el resultado del balance entre las
pérdidas P, y las ganancias solares Gs.

Q = P - Gs

Normalmente este balance resulta positivo. Por lo que, para mantener la


temperatura del agua de una piscina dentro de los límites confortables para el
baño se hace necesario aportar el calor Q.
Entre una piscina y su entorno intervienen todos los mecanismos físicos de
transferencia de calor sensible: conducción, convección y radiación. Unos
participan en mayor medida que otros. Pero además de estos intercambios es
necesario cuantificar las pérdidas debidas al volumen de agua que se vaporiza
absorbiendo calor latente, el cual debemos reponer con agua fría que es
necesario calentar hasta la temperatura de consigna. Así las pérdidas totales P,
resultan de la siguiente sumatona:

P = Pcd + Pcv + Prd + Pev


Dónde:
Pcd: Pérdidas por conducción de cerramientos laterales y solera de la piscina.
Pcv: Pérdidas por convección del aire en contacto con la superficie del agua.
Prd: Pérdidas por radiación infrarroja al cielo.
Pev : Pérdidas por evaporación.

Calefacción por suelo radiante


El cuerpo humano intercambia calor con su entorno por medio de cuatro
mecanismos, tres de ellos son los relativos al calor sensible:
 La convección, o movimiento de circulación natural, que se produce en el aire
en contacto con el cuerpo.
 La conducción, hacia el piso desde los pies y hacia el aire que es un mal con-
ductor del calor.
 La radiación que se produce en todas las direcciones y con todos los objetos y
elementos del entorno.
Un cuarto mecanismo es la evaporación, en donde interviene el calor latente.
En el intervalo comprendido entre los 22 y los 26 °C, el intercambio térmico
del cuerpo se produce en un 45% por radiación infrarroja hacia el entorno, en un
30% son del aire envolvente, y el 25% por evaporación. La componente de
conducción es despreciable cuantitativamente.
Las variables que influyen en la sensación de confort de un individuo son de
muy diversa índole, estando entre ellas las siguientes:
 La temperatura del aire envolvente.
 La temperatura radiante media de las paredes del entorno, incluyen techos.
 La velocidad del aire.

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 La humedad relativa.
 La actividad metabólica que el individuo realiza.
 El grado de vestimenta.
 Estar cérea o lejos de focos de calor (lámparas halógenas, radiación solar a de
ventanas, etc.)
 La transmisión de calor desde los pies al piso.
 La temperatura del aire alrededor de la cabeza.
 Estado psicológico.

Figura 11: Temperatura y movimiento de aire que


influyen en la sensación de confort

En un sistema de calefacción convencional por aire podemos controlar la


temperatura ambiente del aire y su velocidad de impulsión. Cuando usamos
radiadores es controlable únicamente la temperatura ambiente del aire. En una
calefacción por suelo radiante podemos controlar la temperatura radiante y la
temperatura ambiente.
La velocidad del aire que circunda al cuerpo es muy baja en un sistema
radiante, no superior a 0,05 m/s, aumentando la confortabilidad. En
calefacciones por aire forzado la velocidad de aire alcanza los 0,2 m/s, y con
elementos radiadores llega a 0,15 m/s.
No es razonable concebir una instalación de calefacción que funcione
exclusivamente con energía solar térmica en latitudes mínimamente frías. La
energía solar debe ser complementada con otras aportaciones que bien pueden
ser convencionales o renovables
Una calefacción por suelo radiante con apoyo de energía solar térmica consiste
en una red de tuberías, hoy día de material plástico -polietileno reticulado,
copolimerizado de polipropileno o polibutileno- embutidas en el mortero de
construcción del suelo. Por esta red puede circular agua caliente producida en
cualquier tipo de generador de calor, incluidos los paneles solares. El calor se
transmite a la superficie del suelo por conducción y ésta lo cede por radiación a
los elementos y personas que están en su «ángulo de visión»; una pequeña parte
del calor también es cedido al aire por movimientos de convección. La misión del
depósito acumulador de calor la realiza la losa de mortero, la solería, y el resto de
materiales constructivos de la vivienda. Cuando el aporte de calor ha dejado de
hacerse, la inercia térmica del calor acumulado permanece durante horas en este
tipo de calefacciones.
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Parece una aberración que para conseguir una temperatura ambiente de 22 °C
necesitemos quemar combustible a temperaturas superiores a 1.000 °C para
calentar agua a 80 ºC. La temperatura de trabajo de los paneles solares se
adecúa perfectamente a la de trabajó de un suelo radiante, que no debe superar
nunca más de 55 °C en el fluido portador. Sin embargo en la calefacción por
radiadores, al estar su foco emisor más concentrado en un punto de la estancia,
para poder calentarla toda, requiere funcionar a temperaturas de fluido por enci-
ma de 70 °C.
En calefacciones por aire, para compensar el efecto radiante del entorno, efec-
to de pared fría, y la tendencia del aire caliente a situarse en la parte alta de las
habitaciones, se necesita impulsar aire a velocidades elevadas y a temperaturas
en los difusores de salida del orden de 55ºC.

Figura 12: Distribución de temperatura en el aire en función de la altura y según


el tipo de calefacción.

En la figura 13 se aprecia un corte en sección, perpendicular al eje de los


tubos, de un suelo radiante en el que podemos apreciar los materiales que lo
componen.

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Figura 13: Corte en sección de un suelo radiante

Los primeros vestigios de sistemas por superficies radiantes datan de hace


unos 3.000 años. Fueron los romanos en el siglo I A.D.C. los que importaron esta
técnica de la actual Turquía (Anatolia).
Podemos enumerar las siguientes causas del ahorro energético de un suelo
radiante:
1. La temperatura en las tuberías generales es unos 40 °C inferior a la de
otros sistemas, por lo que cuando éstas pasan por locales que no necesitan calor
disminuimos considerablemente las pérdidas.
2. Al no existir en este tipo de calefacción una bolsa de aire caliente en el
techo, se disminuyen las pérdidas por conducción a través del mismo en un 30%
aproximadamente.
3. Con una calefacción por suelo podemos tener el aire entre 18 y 20 °C para
sentir confort, mientras que en una con radiadores el aire debe estar a unos 22
°C. Cuando ventilamos voluntariamente el local o se producen renovaciones
incontroladas del aire interior, tiramos el calor contenido en el mismo. El calor
que perdemos por ventilación en una calefacción radiante sería un 15% menor
aproximadamente que en una calefacción convencional.
4. El suelo es capaz de aprovechar las aportaciones gratuitas de calor
(radiación solar, aparatos que generan calor, lámparas halógenas, etc.). Si una
habitación de la vivienda comienza a recibir una carga térmica debido a que
llegan a ella los rayos del sol, subirá la temperatura de sus paredes y ventanas y
aumentará la temperatura ambiente; si esta aumentara unos dos grados, el calor
cedido por el suelo a la habitación se reduce en un 50%.
5. La temperatura media del agua que circula por un suelo radiante está
normalmente entre 30 y 40 °C, frente a los 70 a 80 °C que necesita una
calefacción de radiadores. Esto permite usar generadores de calor a baja
temperatura como pueden ser los colectores solares planos de baja temperatura.

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Figura 14: Esquema de una instalación de calefacción por suelo
radiante con colectores solares de baja temperatura

Conexionado e ínter-conexionado de colectores térmicos


El sistema de captación de las instalaciones está compuesto normalmente por
conjuntos de paneles que deben interconectarse con el resto del sistema y entre
sí. Este conexionado debe realizarse respetando ciertos principios que permiten
que el caudal que circula por todos los colectores sea el mismo, evitando que
unos trabajen con más flujo que otros debido a que el fluido tiende a recorrer
prioritariamente el camino más fácil. Así que todos los colectores trabajen con
rendimientos similares, provocando en el fluido saltos térmicos
aproximadamente iguales entre la entrada del panel y la salida.
Cualitativamente estos principios son los siguientes:

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1. Todos los colectores de un mismo sistema de captación deben ser igual.
2. La entrada del fluido se hará por una de las tomas inferiores, y la salida
por la superiores opuesta. Esto es de importancia capital en los sistemas
convectivos.

Figura 15: Conexionado de un colector con el resto del sistema

3. El interconexionado habitual es en paralelo con retorno invertido, esto evita


la instalación de válvulas de equilibrio de caudal.

Figura 16: Inter conexionado paralelo con retorno invertido

4. El conexionado en paralelo puede hacerse con tubería exterior cuando los


caudales sea elevados u sea necesario que la tubería de reparto y recogida sea de
más diámetro que la que traen de fábrica los captadores.
5. Si no se usa el retorno invertido es necesario instalar caudalímetros y
válvulas de equilibrio.

Figura 17: Inter conexionado en paralelo con tubería


exterior y retorno invertido

18
Figura 18: Inter conexionado en paralelo con tubería exterior y
equilibrado con válvula

6. Como norma general, no debemos conectar más de 10 colectores o


conjuntos de colectores en paralelo. Los colectores situados en el centro de las
filas trabajan con menos caudal que los de los extremos, incluso estando
conexionados con retorno invertido.
7. Se pueden conectar los colectores en serie, pero no es habitual. Se usa este
conexionado para provocar mayores saltos térmicos y temperaturas de fluido
más altas. Esto, sin embargo, provoca pérdidas de rendimiento en las
instalaciones.

Figura 19: Inter conexionado en serie

8. No conectaremos en serie más de tres colectores o conjuntos de colectores


en paralelo. El salto térmico va disminuyendo a medida que aumentamos el
número de unidades en serie, ya que por la elevación de la temperatura se van
igualando las perdidas con las ganancias.
9. Todos los conjuntos conectados en serie deben tener el mismo número de
colectores en paralelo. Así el caudal es el mismo en cada conjunto y salto térmico
también. Es lo que se llama a conexionado serie/paralelo.

Figura 20: Inter conexionado paralelo/serie 2+2


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En general, hay que facilitar la circulación natural del fluido al calentarse en
la placa absorbente, y evitar los puntos de acumulación de aire de difícil
evacuación o instalar purgadores automáticos o manuales. Limitar al máximo el
número de codos, curvas y accesorio evitar los cambios bruscos de dirección y de
sección, y utilizar la mínima cantidad de tubería posible evitando recorridos
inútiles. Estos principios son de obligado cumplimiento en las instalaciones por
termosifón, además de no colocar tramos de circulación descendente del fluido
caliente que bloquearían la circulación natural.
Facilitar la circulación del fluido y equilibrar el caudal de paso por todos
los colectores son los objetivos principales al diseñar el conexionado e
interconexionado de colectores.

Sombras provocadas por elementos de la instalación o arquitectónicos


En instalaciones con varias filas de colectores las de adelante pueden
apantallar la radiación solar que debe incidir sobre las de atrás. Para que esto
no ocurra es necesario calcular la distancia mínima de separación de unas filas
respecto de otras.

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