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Hegel: Apuntes complementarios

José Pablo Feinmann


El sujeto es lo mismo que la materia. Hombre e historia se hacen al mismo tiempo. Los hombres
hacen a la historia y ésta a los hombres. La historia del sujeto es la historia del desarrollo
autoconsciente del hombre en la medida en que se va dando forma a través de la historia: este es
el espíritu/idea/saber absoluto. Sujeto y materia son lo mismo: la historia humana. La historia del
autodesarrollo que el hombre va teniendo en la historia que desarrolla: de forma rupturista, de
quiebre en quiebre, de negación en negación, acumulando experiencia, así avanza la historia: de
forma dialéctica. Se establece así un juego entre las formas históricas que niegan a las anteriores y
construyen superaciones (totalizaciones) que se volverán a romper y pasarán a ser otra cosa.

¿Porque Hegel es el filósofo de la Revolución Francesa?

Porque aquí la Burguesía se apodera totalmente del poder político; mientras que Hegel se apropia
totalmente de la historia de forma racional. Se apropia de la realidad porque esta es el
desenvolvimiento dialectico de lo que el hombre hace. Hombre e historia conforman una unidad,
son lo mismo ya que se construyen mutuamente. Su filosofía no se detiene ante ninguna “cosa en
si” (como en Kant, donde la Burguesía aún no había tomado el poder, sino que aún se estaba
desarrollado) sino que se apropia de la totalidad de lo real en tanto se desarrolla históricamente.

Napoleón para Hegel es la figura que representa la universalización del poder burgués, quien
asegura la toma del poder. Este personaje histórico para él es el “espíritu absoluto a caballo”.

El desarrollo histórico en Hegel es Teleológico, estudia la finalidad de la historia; el sentido que


tienen los hechos históricos (que se desarrollan linealmente, de totalización en totalización) Así
avanza la historia acumulando experiencias hasta que llega a Hegel y termine en él. Dirá: “En mi
filosofía el sujeto se da cuenta de que él mismo es el desarrollo de toda la realidad, porque él es el
que hace la realidad (que confluye en el saber totalizador de Hegel)”. Aquí el hombre mira a si
mismo y se reconoce en el desarrollo de la historia: la totalidad de lo real le es transparente
porque él lo ha hecho.

LA frase de Hegel: “Todo lo real es racional; y todo lo racional es real”. Toda la realidad es la
expresión de la razón que se desarrolla y se constituye a lo largo de esa realidad. Todo lo real ha
sido trabajado por el hombre; como sujeto histórico universal que hace la historia de la
humanidad. Y todo lo racional es real porque la razón se realiza en la historia, no es subjetividad ya
que la historia es real y objetiva. La historia ha tenido un sentido, parte de los griegos y lleva a su
acumulación en cúpula de la monarquía que banca las clases del rector de la universidad de Berlín.
En Hegel la razón es real porque la realidad ha devenido racionalmente (diferente a Kant que
piensa en un Noúmeno incognoscible). Hegel pretendió hacer de la historia su materia y explicar
todo lo pensable. La razón no es algo opuesto o separado de la realidad, sino que ambos
conforman una totalidad, una unidad.
Cultura para principiantes:
Desde Aristóteles a Kant los filósofos habían visto la necesidad de separar lo real en Hechos,
Objetos y Seres para poder estudiarla. Hegel parte de la idea de que todo es cognoscible y todo se
relaciona con todo, y por eso nada debe ser separado. Esta idea del absoluto queda plasmada en
una cita: “La verdad es la totalidad”. En la “filosofía del espíritu” la tesis es el espíritu subjetivo (el
funcionamiento interno de la mente humana); la antítesis es el espíritu objetivo (la mente
plasmada en las instituciones sociales y políticas); mientras que la síntesis es el espíritu absoluto
(que se expresa en el Arte, Religión y la Filosofía). Así sería la relación entre el individuo (tesis),
sociedad (antítesis), y el arte y la religión (síntesis).

Este sistema de pensamiento lo extrapoló al desarrollo de la historia. Este devenir dialectico


comenzó con el hombre primitivo que necesito de la religión para explicar el mundo; pasó por el
iluminismo de los griegos que descubrieron en parte al individuo y se despojaron de las herencias
míticas; en otro momento el cristianismo postula la libertad del hombre, pero como hecho
abstracto; finalmente con la revolución francesa el hombre racional convierte a la libertad en un
principio de aplicación práctica. La libertad es para Hegel movimiento, y el espíritu logra su libertad
cuando toma conciencia de que algo le falta; por ello la libertad nace primero como deseo, este no
es menos que el deseo de la autoconciencia.

Al ser una filosofía tan totalizadora, su filosofía lo penetro todo y dejó discípulo en todas las áreas:
filosofía, religión, política, arte, teología, etc. El reino de la razón plenamente realizada solo se
alcanza mediante las luchas, el desgarramiento y el sufrimiento; sin pasión no se hace nada serio
en la historia. Pero las pasiones de las grandes figuras históricas (como Napoleón) se muestran a
través de la astucia de la razón y esta hace que la pasión sea la llama de la realización del interés
universal.

Enciclopedia Herder:
«Ardid de la razón» o «astucia de la razón» es, según Karl Löwith, el nombre racional con que
Hegel designa la divina providencia. Desde este punto de vista providencialista, cristiano o
idealista, la historia tiene un sentido y un fin último, ignorados tanto por los pueblos como por los
individuos concretos, que se realiza inexorablemente en el conjunto de las acciones históricas
según la pauta que marca una voluntad, o una razón, superior y poderosa. Los grandes hombres de
la historia, como Alejandro Magno, Julio César o Napoleón, siguen más bien sus propios intereses
particulares que los universales de la humanidad, pero a través de ellos la historia sigue su curso
de racionalidad, porque la Razón, la Idea, se vale, como de un ardid, de los intereses particulares
-las pasiones, dice Hegel- para lograr fines universales.

En palabras de Hegel:

“Lo particular tiene su interés propio en la historia; es un ser finito y como tal debe perecer. Es lo
particular lo que se utiliza en la lucha y resulta en parte destruido; y de esa lucha y esa
desaparición de lo particular surge lo universal, a lo que nada de aquello turba. La Idea no se
expone al conflicto, la lucha y el peligro; se mantiene apartada de todo ataque y daño y envía al
combate a la pasión para que en él se consuma. Podríamos calificar como astucia de la razón a ese
dejar obrar por ella a las pasiones, de suerte que sólo al medio del que se vale para llegar a la
existencia alcanzan pérdidas y daños. Porque sólo la apariencia fenoménica es en parte nula y en
parte positiva. Lo particular es demasiado pequeño frente a lo universal; y los individuos son, en
consecuencia, sacrificados y abandonados. La Idea paga tributo a la existencia y a la caducidad no
por sí misma, sino por medio de las pasiones individuales” (La razón en la historia, Seminarios y
Ediciones, Madrid 1972, p. 135-136).

Fernando Savater
Comprendió que su filosofía contenía todos los momentos previos del pensamiento. Y pretendió
explicar la totalidad de las cosas. Intentó que su sistema fuera la respuesta final a toda la filosofía.
Así creó el último gran sistema filosófico occidental. Somos la instancia del universo donde éste se
hace consciente. “El absoluto está en nosotros y el conocimiento es el rayo del absoluto que nos
toca”.

El desarrollo de la historia no es lineal ni simplemente acumulativa; sino que avanza de forma


dialéctica, de negación en negación. Y en este camino hecho de contradicciones se va dando un
cierto progreso hacia adelante. Mas allá de los movimientos históricos que parecieran moverse
contradiciéndose sin sentido, en perspectiva avanzan hacia un lugar.

Si la naturaleza es la existencia espacio-temporal del absoluto, el espíritu es el “volverse sobre sí”,


este es: alma, conciencia y “sujeto para sí”. En el espíritu objetivo se encuentra la moralidad y la
eticidad. La moralidad es meramente individual y no puede encarnarse en lo social. Mientras que
la Eticidad es el ámbito de la justicia y por ello la síntesis y superación de los momentos anteriores.
El derecho formal es meramente abstracto y solo se ocupa del cumplimiento de los pactos y
normas. Para Hegel no hay eticidad posible mas que en el seno de un Estado y por ello el
despliegue del espíritu objetivo finaliza en una filosofía del Estado.

Para Hegel el espíritu es el espíritu humano, no del individuo. El sujeto del despliegue de ese
espíritu absoluto son los pueblos y sus aportes a la historia. El espíritu humano ha estado
encarnado en diversos grupos: los griegos, los romanos, el Estado de Prusia garantizador de
libertades y derechos: la más alta organización de la humanidad. La historia termina en el Estado
de Prusia con Hegel dando clases como rector de la Universidad de Berlín donde “El ave de
minerva emprende su vuelo al atardecer”.

Hegel pretendía estar más allá del conservadurismo y la revolución, de la izquierda y la derecha.
Pretendía conocer el todo, llegar a la gran síntesis de todo. Sus seguidores interpretaron su legado
ramificándolo. Llegando a haber hegelianos de izquierda (Marx y Feuerbach) y de derecha.

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