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Historias cortas

Julio Cortázar. Fuente de la imagen


En Historias cortas reunimos aquellos textos narrativos,
sean cuentos breves, microrrelatos, llámalo como quieras, que
nos ofrecen una historia que cualquier persona podría
considerar corta, tanto que puede leerse sin demasiado
esfuerzo en la pantalla del ordenador o del móvil.
Historias corrientes, de miedo, historias para no dormir,
relatos para amar la vida que podrás leen completas.

Por qué leer historias cortas online


¿Y por qué  publicamos historias cortas? Entre otros motivos,
porque es lo que demandan muchos lectores. Hoy día en que
la vida pasa acelerada ante nuestros ojos y apenas tenemos
tiempos de embarcarnos en grandes proyectos (y leer un libro
de 400 o 500 páginas lo es), tendemos a primar textos
narrativos (microrrelatos, aforismos, cuentos breves, relatos
cortos) que permitan ser leídos en pocos minutos.
¿A quién no le gusta leer una historia corta de amor, de miedo
o incluso erótica cuando viaja en el metro o espera en la
consulta del médico? Una de esas historias que nos arrancan
una sonrisa o nos estremecen en apenas un par de páginas?
¿No es acaso este el motivo del éxito de las historias de las
redes sociales (Instagram, por ejemplo): historias cortas y
directas…
Cuento infantil Los tres cerditos
En el siglo XIX lo que predominaban eran las grandes novelas,
publicadas por capítulos en la prensa. Pero los tiempos han
cambiado, que diría Bob Dylan. En pleno siglo XX las ofertas
de ocio son mayores, y nos gusta picar de aquí y allá. De ahí
que las historias breves encajen perfectamente en la dinámica
de nuestros días.
Lo que muchísimas personas demandan son historias como
estas que puedes leer a continuación, que son, creemos, un
buen ejemplo de este género de narrativa breve.

Historia corta de Ambrose Bierce: El perro y el


médico
Un perro que vio a un médico asistir al entierro de un
adinerado paciente dijo:
—¿Cuándo espera desenterrarlo?
—¿Por qué habría de desenterrarlo? —preguntó el médico.
—Cuando entierro un hueso —dijo el perro—, es con la
intención de destaparlo más tarde y roerlo.
—Los huesos que yo entierro —dijo el médico— son los que ya
no puedo roer.
Otras historias de Ambrose Bierce
Cuentos de soldados y civiles, de Ambrose Bierce (Comprar en
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