mucha hambre, pero en un momento que iba en la calle se encontró a un señor que vendía yogurt de búlgaros naturales hechos en casa, pero el niño no tenía dinero, haci que le dijo al señor que si le daba un yogurt que tenía hambre pero no tenía dinero, el señor por ver al niño sufriendo le dio un yogurt para que se lo comiera en su casa, el señor se fue al baño para hacer sus necesidades y el niño se quedó solo mientras que el señor se fue al baño y el niño vio una caja llena de joyas haci que se las robo y se fue de la casa del señor que le dio el yogurt gratis con tanta amabilidad. Moraleja: no trates nunca de complacer y quedar bien con todo el mundo. Te será imposible.