El conocimiento se encuentra dividido en diferentes áreas, que a su vez cuenta
con diferentes disciplinas. Podemos pensar una disciplina como “una construcción intelectual, una especie de artefacto heurístico, es una manera de reclamar un así llamado ámbito de estudio, con su región particular, sus métodos apropiados y, por ende, sus fronteras. Una disciplina define no sólo algo sobre lo cual se piensa, sino también aquello que cae fuera de la esfera de su alcance” (Wallerstein, 2011, p.158). Para ser más precisos, la disciplina puede entenderse como componente curricular (química, ciencias de la naturaleza) o como una rama del saber con ciertas características que la distinguen de otras disciplinas (Pombo, 2013, p.25). Heckhausen (1979) expone siete criterios para definir una disciplina: 1) dominio material u objeto material de estudio (el cuerpo, el lenguaje, los animales, las plantas, etc); 2) dominio de estudio, esto es, fenómenos de un mismo dominio material. Por ejemplo, la psicología estudia el comportamiento del ser humano mientras que la fisiología estudia las funciones corporales del ser humano. El objeto de estudio es el mismo pero no su dominio; 3) el nivel de integración teórica, compuesto por los conceptos unificadores y fundamentales utilizados para entender, explicar y predecir los fenómenos, propios de cada disciplina y muchas veces intransferibles, por ejemplo, molécula, materia u onda cerebral; 4) el método que utiliza para extraer información esencial de su objeto de estudio siempre y cuando tenga correspondencia con el nivel de integración teórica. 5) Los instrumentos de análisis (estadística descriptiva o inductiva, experimentación, modelos de simulación, etc.); 6) la aplicación práctica que tiene, que tienen un fuerte impacto “sobre el modo en que la organización, la investigación y los currículos de estas disciplinas se estructuran en las universidades” (p.93). La aplicación de una ingeniería no es igual a la de la historia, por ejemplo y; 7la influencia que tiene sobre ellas las contingencias históricas, como las condiciones económicas, los valores socioculturales o las ideologías políticas. Cada disciplina proporcionará una formación específica, con contenidos determinados que permita al estudiante convertirse en un profesional de su campo, que le permitan adquirir las habilidades mediante las cuales serán “capaces de resolver problemas de forma creativa e innovadora en el ámbito de su competencia” 1.