Me llamo Laura Maria Blanco Mariño y tengo 19 años;

Al mirar hacia atrás puedo decir que soy una mujer que ha vivido altibajos a lo largo de su vida. El
día en que mi madre rompió fuente estaba sentada en su máquina de tejer, trabajando en la
temporada de diciembre, pues nací el 5 de noviembre y esa era la mejor época del año para
trabajar, mi madre muy ingenua e inocente llamo a mi tía Mónica a decirle que se había orinado y
estaba asustada pues nunca le había pasado eso, pero mi tía de una pensó era que mi madre
estaba a punto de dar a luz a su hija y efectivamente así era, entonces ella salió corriendo a
recoger a mi mamá y posteriormente trasladarse con ella al hospital Magdalena en Bogotá, al llega
el doctor la puso a caminar desde las 10 de la noche hasta las 8 de la mañana porque el proceso, la
preparación y las etapas del embarazo no había culminado, cuando ya todo estuvo listo mi madre
sintió paz, pues no fue fácil ese día para ella.

En ese momento el primer rayo de luz atravesó mis ojos, apareció la primera risa y mi primer
llanto, mi curiosidad y las ganas de vivir, empezaron a manifestarse, era el inicio de mi
reconocimiento del mundo, el hecho de ya no estar protegida por el útero de mi madre, ahora
pienso que debe ser una sensación de inestabilidad para un pequeño, pues ya está desprotegido
pero a la vez está más cuidado que nunca