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AVARICIA

 Es el afán o deseo desordenado y excesivo de poseer riquezas para


atesorarlas. Pecado y de un vicio
 Vinculada a otros pecados o a ciertos delitos, como la traición, la estafa y el
soborno.
 El avaro sólo pretende sumar más y más riquezas y no conoce ningún límite
legal o ético para cumplir con su objetivo.
 La avaricia es el deseo intenso y egoísta de poseer algo, especialmente
riquezas y poder personal.
 La avaricia está estrechamente relacionada con la codicia.
 La codicia es el deseo motivador.
 La avaricia consuma el deseo a cualquier costo.
 Codiciamos cuando deseamos desmedidamente dinero, poder y cosas
materiales. Somos avaros cuando, para consumar el deseo creado por la
codicia, tomamos los pasos concretos para poseer desmedidamente dinero,
poder y cosas materiales, sin importarnos el abuso que esto pueda
representar para otros seres humanos.
Consecuencias:
 Los que quieren enriquecerse caen en la tentación y se vuelven esclavos de
sus muchos deseos. Estos afanes insensatos y dañinos hunden a la gente
en la ruina y en la destrucción.
 1 Timoteo 6:9
 ¿De qué sirve ganar el mundo entero si se pierde la vida?
 Marcos 8:36
 ¡Tengan cuidado! —advirtió a la gente—. Absténganse de toda avaricia; la
vida de una persona no depende de la abundancia de sus bienes.
 Lucas 12:15
 El dinero mal habido pronto se acaba;quien ahorra, poco a poco se
enriquece.
 Proverbios 13:11
 Si mis ojos y mi corazón no contemplan otra cosa sino aquello que deseo
poseer, puedo llegar a oprimir a mis semejantes y “derramar sangre inocente”
(Jeremías 22:15-17).

 Pero la avaricia no solo oprime y abusa de otras personas, también destruye


al avaro.

 Los avaros también experimentan “envidia, homicidios, contiendas, engaños


y malignidades” (Romanos 1:29-31).

 Por esto el avaro no puede encontrar paz interior ni exterior. Para


engrandecerse necesita desconectarse emocionalmente.
 Por fuerza tiene más enemigos que amigos. Al cortar los lazos de amistad y
misericordia que deberían unirlo a todos los seres humanos le es imposible
encontrar paz interior y amistades genuinas.

Recomendacion:
No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y
donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el
cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar.
Mateo 6:19-20
"Y reposará sobre él el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y de inteligencia,
espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor del Señor."
Éstos son las siete características del espíritu que reposó sobre el Señor
Jesucristo, y que expresan la plenitud del poder: (1) es del Señor; (2) de
sabiduría; (3) de inteligencia; (4) de consejo; (5) de poder; (6) de conocimiento
y (7) de temor del Señor. El número siete en las Sagradas Escrituras no
representa necesariamente a la perfección. La idea principal significa plenitud,
algo que es completo. En el Evangelio de Juan 3:34 leemos: "Dios no da el
Espíritu por medida". Y en la carta del apóstol Pablo a los Efesios 5:18 se nos
aconseja sed llenos del Espíritu. En el recipiente de nuestra vida cristiana,
algunos de nosotros tenemos sólo unas gotas allí en el fondo, otros tienen una
cuarta parte del vaso, otros la mitad. Realmente uno encuentra a pocos
cristianos que estén verdaderamente llenos del Espíritu Santo. Una niña solía
decir en su oración: "Señor, lléname de Tu Espíritu Santo. Yo no puedo tener
mucha cantidad, pero puedo rebosar mucho". Y hay muy pocos creyentes que
están tan llenos que rebosan por todas partes. En este sentido, el Señor
Jesucristo fue una excepción.
(1) Se nos dice aquí que en primer lugar reposará sobre Él el Espíritu del Señor.
El Señor Jesucristo, en su humanidad, vivió en el poder del Espíritu. Cuando Él
regrese, va a gobernar en el poder del Espíritu.
(2) Aquí vemos que es el espíritu de sabiduría. En la primera epístola de Pablo
a los Corintios 1:30 dice que Dios le ha hecho nuestra sabiduría. En el día de
hoy, Él es el único que puede guiarnos a través de esta vida. La realidad, amigo
oyente, es que, ni usted ni yo podemos enfrentarnos al mundo del presente. El
Señor Jesucristo pudo decir en Juan 14:30, "viene el príncipe de este mundo, y
él nada tiene en mí". Satanás no tiene ningún poder ni dominio sobre Él, pero sí
puede encontrar algo en nosotros. Necesitamos el espíritu de sabiduría y el
Señor Jesucristo es ese espíritu de sabiduría.
(3). Aquí se menciona también un espíritu de inteligencia, lo cual se refiere a un
discernimiento espiritual. Es algo realmente entristecedor descubrir que pocos
creyentes tienen alguna clase de discernimiento. Nos sorprende ver la forma en
que algunas personas siguen a un individuo, basándose solamente en
experiencias humanas. Parece que valoran su apariencia o el sonido de su voz,
pero no comprenden realmente lo que está diciendo, o si lo que está diciendo
está de acuerdo con la Palabra de Dios. Los cristianos necesitan ese espíritu de
inteligencia. Ésta es una de las cosas por las cuales siempre hemos orado y que
parece ser más necesaria que nunca antes. Necesitamos ser conscientes de
quienes están de parte del Señor, y quienes no lo están.
Esta falta de inteligencia para considerar los asuntos espirituales se manifiesta
de muchas maneras. Algunos cristianos evidencian una falta de comprensión del
carácter, o de la situación de otros cristianos. En otros se nota una falta de
comprensión de los alcances y posibilidades de la obra de Dios. Hay algunos que
juzgan las cosas a primera vista, sin profundizar y emiten juicios u opiniones
apresuradas. A veces los creyentes se dejan influenciar fácilmente por las
opiniones de los demás, no distinguen las motivaciones ni perciben si éstas son
espirituales o simplemente egoístas. Amigo oyente, cuan importante es la
Inteligencia espiritual. ¿Ha orado usted alguna vez por eso? Pídale a Dios que le
dé el espíritu de inteligencia, para aplicarlo a todos los asuntos personales de su
vida y a los derivados de su relación con otros cristianos y no cristianos.
(4) Luego, dice aquí en este versículo 2: Espíritu de consejo. Todos nosotros
necesitamos consejo. ¿Ha notado usted que el Señor Jesucristo nunca le pidió
consejo ni dirección a nadie? Él daba consejos a los demás.
(5) Dice también: Espíritu de poder. ¡Cuánto necesitamos poder en el día de
hoy! El Apóstol Pablo, escribiendo a los Filipenses, en 3:10, y hablando del Señor
Jesucristo, manifestaba su deseo de conocerle, y de conocer el poder de su
resurrección. Y tenemos que reconocer que necesitamos esa fuerza, esa energía
espiritual, ese poder.
(6 y 7) el versículo dos finaliza mencionando el espíritu de conocimiento y el
espíritu de temor del Señor. Y aquí tenemos algo otra vez que es indispensable
en la formación del carácter cristiano, que podemos adquirir mediante el estudio
de la Palabra de Dios, bajo la guía del Espíritu Santo.

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