TÁCTICA Michele Tossani

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En el fútbol
Entrenador UEFA Pro

C
ambiar el

S
moderno, es
necesario trabajar
profundamente
para perfeccionar
el propio sistema
de juego. Cambiar
o corregir patrones
istema de

J
y automatismos,
tanto en fase de
ataque como
en fase de no
posesión, requiere

uego
un extenso
trabajo para
ser asimilados
adecuadamente.
Por lo tanto,
aprender un
sistema de juego
con ciertos
principios tácticos
es un proceso que
consume tiempo,
incluso en los
niveles más altos.
En este momento, sin
embargo, en las últimas
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 TÁCTICA
Cambiar el sistema de juego
temporadas, muchos equipos
de élite se han dado cuenta de
que sólo un sistema de juego
puede no ser suficiente. Por lo
tanto, muchos entrenadores en
Europa buscan tener disponible
al menos una alternativa al
sistema de juego habitual, para
ser utilizado en situaciones
especiales o en caso de
necesidad.
Un ejemplo es la Juventus
campeón esta temporada de la
Serie A en Italia, y la sorpresa
en Liga de Campeones. El
entrenador de la Juventus, Max
Allegri, heredó un equipo que
había ganado tres campeonatos
de la Serie A adoptando el
sistema de juego 1-3-5-2.
Sin embargo este sistema no
había dado buenos resultados
en Europa. Allegri decidió
continuar con el 1-3-5-2, pero
al mismo tiempo, un nuevo
sistema, el 1-4-3-1-2.
Por tanto, es posible enseñar
simultáneamente más de
un sistema de juego a los
jugadores, y así ahora tiene a
disposición un sistema táctico
alternativo para usar cuando
es necesario. Ahora bien, dado
que el segundo sistema, al igual
que el primero, será elegido
en base a las características de
sus jugadores, nos fijaremos
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en algunos consejos sobre la
alternativa que, de acuerdo
con el esquema básico de
un equipo, podrían ser
asimilados por los jugadores.
LA DEFENSA DE 3
1 Mientras que en general se
reconoce la dificultad para los
jugadores habituados a jugar
en una defensa de 4, cambiar a
una defensa de 3, a menudo el
proceso inverso se considera
que puede ser asimilado más
fácilmente.
Aquí, por lo tanto, que
vamos a tener la posibilidad
de cambiar, por ejemplo,
de un 1-3-5-2 a un
1-4-3-3 retrasando a un
centrocampista externo y la
caída a banda de un de los
tres centrales defensivos, más
acostumbrados a jugar en la
banda. Al mismo tiempo, el
extremo defensivo opuesto
podrá adelantar su posición
y llegar a ser un tercer punta.
Este paso de un 1-3-5-2 a un
1-4-3-3 se ve facilitada por
el hecho de que, en ambos
sistemas, el centro del campo
es de 3 jugadores, reduciendo
los desequilibrios que se
pueden crear en el cambio de
sistema.
GRÁFICO 1
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 TÁCTICA
Cambiar el sistema de juego
Otro paso bastante simple
para enseñar es el que
pasa de un 1-4-4-2 a un
1-3-4-3. Este cambio
se produce retrasando
la posición de un
centrocampista exterior
hasta la línea de defensa,
con la caída simultánea a
2
banda simultánea de un
defensa central, y con la
caída atrás de un extremo
ofensivo que se convierte en
un centrocampista exterior,
mientras que el otro extremo
avanzará emparejándose al
nº9.
GRÁFICO 2
EL CENTRO DEL
CAMPO
Otra transición táctica
3 podemos pasar de un
fácil de llevar a cabo, en
principio, es el que implica el
paso de un centro del campo
con doble pivote a uno con
tres pivotes.
Pasar de un 1-4-4-2 a un
1-4-3-3 con el avance de un
extremo, que se convierte
en el tercer delantero y
con un el acercamiento al
centro del campo del otro
centrocampista exterior.
Uno de los dos
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mediocampistas centrales
debe retrasar su posición
para pasar a pivote por
4 delante de la defensa.
GRÁFICO 3
Incluso más fácil es pasar de
un sistema de juego 1-4-3-
3 a un sistema 1-4-2-3-1,
que por lo general se lleva a
cabo pidiendo al creador de
juego posicionarse entre los
mediocampistas centrales,
para formar un centro del
campo de tres.
GRÁFICO 4
5
Del mismo modo, moviendo
a un mediocampista
1-4-2-3-1 a un 1-4-2-4.
GRÁFICO 5
Otro cambio con un centro
del campo con 3 jugadores,
es el paso que se puede
hacer de un 1-4-3-1-2 a un
1-4-3-3. Esto puede hacerse
6 retrasando la posición
del delantero y la caída al
centro de los dos extremos
ofensivos.
GRÁFICO 6
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Cambiar el sistema de juego
Más difícil, como ya he
dicho, es la transición
de un centro del campo
con 3 mediocampistas
centrales a un sistema
con 2 mediocampistas
centrales: en este caso,
se debe tener jugadores
capaces de darse
cobertura mutua en fase
defensiva, ya que no
habrá un tercer hombre
detrás de ellos para
cubrir la profundidad o
sus entradas.
2 O 3 PUNTAS
Como vemos muchas de
estas soluciones también
proporcionan poder
pasar de un sistema
de 2 puntas a uno con
3, o viceversa. Para
ello, debemos tener
en el campo jugadores
ofensivos capaces de
jugar en el centro y
también capaces de
moverse como extremos
por las bandas. La
transición 2/3 puntas
viene dada por la caída
a lavanda de uno de los
dos delanteros centrales.
GRÁFICO 7
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CONSIDERACIONES
FINALES
Es obvio, como se preveía
en un principio, que el
cambio de un sistema a otro
debe hacerse en situaciones
cuidadosamente preparados
y entrenadas. No se trata
de colocar un punta o un
centrocampista en situación
desesperada, como puede ser
7 hacerlo en el último minuto,
solo con el fin de tomar
ventaja en el marcador o para
recuperar una desventaja,
para cambiar el sistema
de juego debe hacerse por
otro ya experimentado en el
entrenamiento.
El segundo sistema debe
por tanto haber sido ya
asimilado por el equipo y no
improvisado.
Aunque los ejemplos
vistos puedan ser útiles,
debe tenerse en cuenta
las características de los
jugadores disponibles
y sin tener que recurrir
al banquillo, donde tal
vez si hay jugadores con
características totalmente
diferentes y con los que
se podrían cambiar de un
sistema a otro■
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