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Derecho civil 1

Unidad I:
1. Derecho:
Concepto y clasificación
Se entiende por Derecho a un conjunto de normas jurídicas de conducta humana,
obligatorias y conformes a la idea de justicia.
El Derecho se divide en dos ópticas, uno en sentido objetivo que es el conjunto de normas
videntes en un país y en un momento determinado (ordenamiento legal de un país) y otro
subjetivo en el cual se refiere a una facultad de exigir de otra persona un comportamiento o
conducta determinada por ej: la facultad que tiene un propietario de pedir desalojo a un
inquilino que está en mora.

Ramas del derecho objetivo: Se divide en dos grandes ramas, el Derecho público (el estado
interviene como estado) y el Derecho privado (el estado puede intervenir actuando en
igualdad, como simple persona jurídica).
Ramas del Derecho público:
● Der. Constitucional: regula el funcionamiento del estado
● Der. Administrativo: regula lo relativo a la administración ejecutiva
● Der. Penal: regula las legislaciones del delito
● Der. Procesal penal
● Der. Tributario: regula la facultad fiscalizadora del estado
● Der. Ambiental
● Der. Internacional público: regula la relación entre los estados y los órganos
Ramas del Derecho privado:
● Der. Civil
● Der. Comercial
● Der. Laboral
● Der. Internacional privado: conflictos extranjeros
● Der. Procesal laboral
● Der. Procesal civil y comercial
Para distinguir uno de otro existen tres grandes tesis:
1. Pone en foco el tipo de relación jurídica que se da entre las partes: cuando una de
las partes de la relación jurídica es el estado hay una relación desigual con el individuo es
una relación de subordinación, frente a eso estamos en presencia de un Derecho público,
por el contrario en las normas de Derecho privado es cuando prima una relación entre
iguales, es una relación de colaboración.
2. Radica en la naturaleza del interés tutelado o protegido: cuando el interés que
protege la norma jurídica es el interés colectivo, social, general estamos en presencia de
una norma de Derecho público. Por el contrario cuando el interés tutelado es el interés
individual estamos frente a una norma de Derecho privado
3. Según la naturaleza del sujeto: cuando interviene el estado en ejercicio de su poder
soberano, es una norma de Derecho público. Por el contrario si sólo intervienen los
particulares estamos en presencia de una norma de Derecho privado.

Constitucionalización del Derecho privado:


Por expresa disposición del nuevo código c. y c. para resolver un caso los jueces tienen que
recurrir no solo a la normativa que emana de este, sino que también debe tener en cuenta el
llamado bloque de constitucionalidad, es decir, la constitución nacional y los tratados que
forman parte de ella, especialmente los derechos humanos.
Todo este bloque de constitucionalidad influye o informa en toda la regulación que contiene
el código civil y comercial y esto implica que hay una comunicación e interrelación
permanente entre normas del derecho público y el derecho privado.
2. Derecho Civil:
Concepto:
Derecho civil: Es la rama del derecho privado que se ocupa del hombre como sujeto de
derecho sin distinción de calidades accidentales y de las relaciones jurídicas patrimoniales y
familiares que lo tienen como sujeto regulando las instituciones básicas y sirviendo, por lo
tanto , como punto de conexión con las demás ramas del derecho. Julio Cesar Rivera
También se lo puede definir por sus contenidos, y decir que es el sector del derecho
privado, regulador de la persona, sus derechos personalísimos y atributos, en todas sus
dimensiones: como sujeto de derechos, miembro de una familia, titular de un lugar de un
patrimonio y de relaciones jurídicas. El Derecho civil está destinado a regular las personas y
las múltiples relaciones que ellas establecen en el entramado de sus vínculos personales,
familiares o de consumo.
Evolución histórica y su papel en el derecho privado:
En la antigua Roma se diferenciaba el ius Gentium, que era el Derecho común a todos los
hombres independientemente de sus nacionalidades, y el ius civile que era el Derecho
exclusivamente de los ciudadanos romanos que comprendía normas del derecho público y
privado.
La diferenciación entre el ius Gentium y el ius civile pierde importancia en el año 212. El
derecho romano ha influido por su importancia jurídica sobre el resto de las legislaciones.
La adopción y aplicación del derecho romano a que hiciéramos referencia con anterioridad,
comienza en Bolonia -1100-1400-, y luego se extiende a Alemania, Francia, España y el
resto de Europa Occidental, produciéndose el fenómeno conocido como “recepción”.
En la Edad Moderna se da la conformación de los estados nacionales, produciéndose la
unificación de las normas jurídicas. Consecuentemente, el ius civile viene a ser el derecho
privado, creado por cada uno de los estados en oposición al derecho público. Hasta
principios del siglo XIX el derecho civil era equivalente al derecho privado, luego se van
separando en ramas que adquieran autonomía.
3. La codificación civil: Historia y evolución
En un primer momento se pensó en recopilar las disposiciones existentes. La recopilación
consiste en la incorporación en un solo cuerpo de todas las disposiciones existentes,
usualmente se ordenan cronológicamente. La desventaja es que no se eliminan las normas
derogadas, por lo que en un mismo cuerpo coexisten normas vigentes y otras que no. La
ventaja es la posibilidad de conocer el derecho vigente consultando un texto único sin
necesidad de consultar los archivos anteriores.
La consolidación consiste en la presentación sistemática y metódica de las leyes imperantes
con eliminación de las que han sido derogadas, el vigor normativo de las distintas
disposiciones del texto, provienen de su sanción primitiva.
Una de las aspiraciones del siglo XVIII fue la de llevar las normas del derecho escrito
vigentes a una forma de expresión uniforme, accesible y simple en la formulación de las
formas.
La tradición jurídica del ius comune se quebró con el triunfo del movimiento codificación a
final del siglo XVIII, ya que la elaboración de un código en los estados europeos implico la
nacionalización del derecho civil.
Los juristas del siglo XIX creyeron en la necesidad de reunir a un solo cuerpo de todo el
derecho civil.
Antiguamente toda obra escrita se conservaba en grandes rollos de papel, naciendo el libro
o mejor dicho el “codex” que es el padre del libro actual. Hoy en día se conoce como código
a la compilación de leyes que procura reunir en una sola obra todo el saber relativo a una
rama del derecho.
La codificación es una constante en la evolución de todo derecho, determinada por el ciclo
dispersión-unificación de fuentes, es intentar poner orden en medio de la dispersión. Pero
hasta llegar a ese momento el derecho pasó por varios estadios anteriores.
Constituye un avance frente a las otras técnicas. Las disposiciones de los códigos tienen
fuerza de ley por razón de su inclusión en el texto que en su conjunto ha sido dotado de
vigor legal por una sanción única de la autoridad legislativa.
4. Código civil y comercial de la Nación:
Se sancionó el día 01/10/2014 unificando ambas materias, y comenzó a regir a partir del
01/08/2015. Los codificadores no fijaron un Código eterno, inmutable, entendiendo la
necesidad de estar en sintonía con el devenir de la sociedad argentina. Mantiene las leyes
de Salud Mental, las primeras Derecho del consumidor, Sociedades y establece una serie
de principios generales.
Antecedentes del código civil y comercial:
En nuestro país a pesar de haberse proclamado la independencia continuó en vigencia el
derecho español e indiano. El primer antecedente es el decreto de Urquiza el 20 de agosto
de 1852 donde establece un proyecto de nuevos códigos, civil, penal, comercio y de
procedimientos donde nombra encargados. En el año 1864 el Presidente Mitre suscribe un
decreto nombrando al doctor Dalmacio Vélez Sarsfield como encargado de redactar un
proyecto de código civil.
El código de comercio se lo habían encargado al oriental Eduardo Acevedo y fue
presentado al gobierno en 1857 sancionado en 1859.
Luego de todo eso en contraposición con la redacción originaria del Código Civil de Vélez
Sàrsfield, se construye un Código Civil y comercial teniendo en cuenta lo social, orientado a
la pluralidad, a lo colectivo.
Fuertes y método del Código Civil y comercial argentino: (buscar de internet si queremos)
Características del Código Civil y comercial:
Está pensado para una sociedad multicultural, introduce nuevas formas al derecho de las
familias, regulación de las uniones convivenciales la del parentesco que tiene como fuente
las técnicas de reproducción humana asistida, participación a la autonomía de la voluntad
frente al régimen patrimonial/matrimonial, se incorporan normas de derecho internacional, el
interés superior del niño y el derecho a ser oído
Título Preliminar: Es una característica del código civil y comercial, este es de suma
importancia ya que es la entrada al código y a todo el sistema jurídico de nuestro país. En
este título vamos a encontrar varias disposiciones que sientan principios y valoraciones de
orden general y por lo tanto aplicable a todo el sistema jurídico. El titulo expresamente
distingue entre el derecho y la ley, porque la ley es una de las tantas fuentes del derecho.

UNIDAD II:
1. Fuentes del derecho civil:
Concepto: Las fuentes del derecho pueden tener varios significados, sin embargo, solo nos
enfocaremos en uno específico que se refiere a la idea de dónde o como nace el derecho
vigente en un país determinado ósea, como se crea o se constituye el derecho positivo de
nuestro país.
Clasificación: Las fuentes del derecho pueden ser de dos clases: Formales y materiales.
Las fuentes formales son aquellas que están dotadas de autoridad y de obligatoriedad por
mandato del mismo ordenamiento jurídico (ej. ley, jurisprudencia obligatoria, costumbre). En
cambio las fuentes materiales no están dotadas de autoridad ni de obligatoriedad por parte
del ordenamiento jurídico pero constituyen un factor que contribuye a fijar el contenido del
derecho y a su conocimiento (ej.: jurisprudencia no obligatoria, doctrina).
Diálogo de fuentes: En el art 1ero del C.C.C. establece una pluralidad de fuentes a las
cuales los jueces deben recurrir para la solución del conflicto que se les presenta para su
conocimiento y de allí que se habla del “diálogo de fuentes”.
2. La ley:
Concepto: Constituye la fuente primordial del derecho y tal importante es, que en el C.C.C.
hay un título exclusivamente dedicado a ella (título preliminar).

Es el precepto común, justo, estable y suficientemente promulgado.


Características:
1) Obligatoriedad: para todos los habitantes de la república.
2) Generalidad: no es para un caso en concreto sino una generalidad de situaciones
3) Justicia: Se vincula con la idea de igualdad. La ley debe tratar de forma semejante
en situaciones semejantes
4) Autenticidad: es producto del poder legislativo ejercido de forma legítima.

Clasificación:

Al hablar de ley lo hacemos en dos sentidos


● Formal: es aquella disposición sancionada por el poder legislativo de acuerdo al
mecanismo constitucional.
● Material: es toda disposición obligatoria emanada de autoridad competente.

1. - Rígidas: son aquellas que establecen un precepto cerrado y no susceptibles de


graduaciones, no dan margen, para muchas interpretaciones
- Flexibles: son aquellas elásticas que se limitan un concepto general, son fluidas y el
juez al aplicarlas tiene cierto margen de acción
2. - Imperativas: no pueden ser dejadas de lado por la voluntad de las partes, es decir,
prevalecen sobre la voluntad de las partes en sus acuerdos o convenciones.
- Supletorias: son aquellas que suplen la voluntad de las partes, frente al silencio de
las partes se aplica lo estipulado por la ley.
3. Leyes de orden público: son imperativas …….. orden público es el conjunto de
principios sobre los que se estructura una sociedad, es decir, el conjunto de principios
religiosos, morales, políticos y económicos, a los cuales se vincula la digna subsistencia de
la organización estatal del estado, es decir, es todo aquello que se identifica con las
instituciones fundamentales del estado
Principio de inexcusabilidad: A partir de la publicación se aplica una ficción legal para
preservar su obligatoriedad esta ficción es que la norma es conocida por todos, esta no es
real pero es necesaria con fines de seguridad jurídica.
(Art. 8) la ignorancia de las leyes no sirve como causal de justificación para extraerse del
cumplimiento de la ley y esta ley reposa en una ficción jurídica, se presume conocida.

Obligatoriedad y vigencia de las leyes: La obligatoriedad se traduce en doble sentido, debe


ser cumplida por las personas a quienes comprenden en sus previsiones y debe ser
aplicada por los jueces que tengan a resolución casos contemplados por las mismas. Las
leyes solo pueden dejar de ser aplicadas cuando no resulten legítimas o cuando su
contenido no resulta adecuado a las mismas normas.
Rigen desde el octavo día hábil después de ser publicado en el boletín oficial o cuando una
ley establezca una fecha determinada en la cual empezara a ser vigente.

Renuncia y Derogación de las leyes:

Está prohibida la renuncia general de las leyes. Los efectos de la ley pueden ser
renunciados en el caso particular, excepto que el ordenamiento jurídico lo prohíba.
La derogación es un procedimiento a través del cual se deja sin vigencia a una disposición
normativa, de rango de ley o inferior. Es la acción contraria a la promulgación. El poder
legislativo puede promulgar y derogar normas con rango de ley, al igual que el poder
ejecutivo puede promulgar y derogar normas con rango reglamentario.

Autonomía de la voluntad:

Referido a la capacidad del individuo para dictarse sus propias normas morales. Es un
principio básico en el derecho privado y surge de la necesidad de que el ordenamiento
jurídico capacite a los individuos para establecer relaciones jurídicas acorde a su libre
voluntad.

Fraude de ley: es la realización de una estafa por medio de un acto o negocio jurídico
amparándose en una normativa existente por la finalidad de alcanzar ciertos objetivos, que,
no siendo los propios de esa norma, sean además contrarios a otra ley existente del
ordenamiento jurídico. El fraude de ley puede suponer la nulidad de la norma aplicada si es
contraria al ordenamiento jurídico superior.

3. Eficacia temporal de la ley: al ser dictada una ley y posteriormente al entrar en vigencia
la misma enfrenta dos órdenes de problemas a resolver, en primer lugar, la relación de esa
nueva ley con toda la legislación existente, su inserción sistemática dentro de un orden
normativo y en segundo lugar la incidencia de esa nueva ley respecto de las relaciones
jurídicas pasadas, presentes y las por venir, la segunda corresponde a la aplicación de la
ley en el tiempo.

Distintos supuestos:
La solución del Código civil y comercial: en el artículo 7 del C.C.C. reproduce el artículo 3
del código derogado, salvo el agregado final “con excepción de las normas más favorables
al consumidor en las relaciones de consumo”.

4. Interpretación e integración de la ley: podemos decir que interpretar es buscar el sentido


y valor de la norma para medir su extensión precisa y apreciar su eficacia en cuanto al
gobierno de las relaciones jurídicas.
Interpretación es la exposición, esclarecimiento y explicación del sentido de la norma, la
misión de interpretar es eliminar puntos oscuros y las contradicciones de la ley; hacer
comprensible una disposición legal consigo misma y con las restantes disposiciones. La
jurisprudencia y la doctrina se reparten la tarea de interpretación.
Luego de la actividad interpretativa el juzgado debe fallar y resolver el caso concreto que ha
llegado a su conocimiento, en muchos casos luego de la interpretación el juez se encuentra
con que esta no se puede aplicar al caso por ser ambigua, insuficiente o bien encuentra que
no existe una norma jurídica que regule el mismo frente a esa circunstancia la función
integradora de la ley hace realidad los principios de plenitud y complexión del orden jurídico.
Así, en derogado artículo 16 del código civil de Vélez estableció: “si una cuestión civil no
puede resolverse, ni por las palabras ni por el espíritu de la ley, se atenderá a los principios
de leyes análogas, y si aún la cuestión fuere dudosa, se resolverá por los principios
generales del derecho, teniendo en consideración las circunstancias del caso.”

Los principios y valores jurídicos:


Los principios son normas abiertas, indeterminadas, que obligan a cumplir un mandato en la
mayor medida posible, estos son indeterminados porque no tienen un supuesto de hecho
específico.
En primer lugar cabe sostener que los principios no se encuentran en su totalidad
positivizados, recepcionados por un artículo de una ley o del código. Los principios surgen
del contexto del fenómeno jurídico y del fenómeno cultural.
Los valores mencionados en la constitución y en las leyes son citados con frecuencia en las
decisiones judiciales: “afianzar la justicia”, “bienestar general”, etc. Los valores tienen
mayor grado de abstracción a diferencia de los principios que son más concretos. Estos
valores sirven como límite axiológico en el campo de validez material de la norma.

5. Los usos prácticas y costumbres: concepto, clases y valor normativo:


Es una fuente formal, un conjunto, conducta colectiva, es decir, constituida por una serie
de actos que se ejecutan de manera generalizada y con un alto grado de uniformidad por
parte de la comunidad con la convicción de que ese comportamiento es jurídicamente
obligatorio. Ej: en el derecho mercantil se encuentra presente, en subastas: levantarla ano
para ofrecer más dinero.
Para estar frente a una costumbre jurídica tienen que darse dos elementos:
1) Elemento material: la repetición de una conducta constante o comportamiento por
parte de la comunidad.
2) Elemento psicológico o subjetivo: es la convicción de que ese comportamiento es
jurídicamente obligatorio.

Hay tres clases de costumbre:


1. Secundum legem: aquella coincidente con la ley, es decir, cuando el legislador
remite a ella
2. Praeter legem: costumbre que complementa e integra la ley, cuando hay un vacío
legal y la ley no regula, la costumbre es aplicada.
3. Contra legem: va en contra de la ley. No es fuente del derecho, las dos anteriores sí.
La costumbre se encuentra regulada en el art1 “… los usos, prácticas y costumbres son
vinculantes cuando las leyes o los interesados se refieren a ellos en situaciones no regladas
legalmente, siempre que no sean contrarios a derecho”.

6. Jurisprudencia: Es la labor o el producto de los jueces, la aplicación del derecho al caso


concreto que se le presenta al juez para su conocimiento, en los fallos o sentencias los
jueces aplican e interpretan el derecho y especialmente la ley.
Es frecuentemente invocada por los jueces para fundamentar sus decisiones, y por las
partes para avalar sus pretensiones.
Jurisprudencia obligatoria (Fuente material): Nos referimos a una clase de fallos plenos y
plenarios, que en nuestra provincia están regulados en la ley 10160 (ley orgánica del poder
judicial art 28 y 29), dictados por cámara de apelación. Su finalidad es unificar
jurisprudencia y evitar fallos contradictorios. Son obligatorios desde que se dictan por cinco
años para jueces de esa cámara e inferiores.
● Pleno: obligan a todos los jueces de las distintas salas de una misma cámara de
apelación y a los inferiores que dependen de ella.
● Plenario: obligan a todos los jueces de las distintas cámaras de apelación de cada
una de las cinco circunscripciones judiciales (santa fe, rosario, venado tuerto, Rafaela,
reconquista) y a los jueces inferiores que dependen de ellas.
En caso de que un juez no dicte su sentencia de modo pleno o plenario se puede declarar
nulo o ser omitido, siempre y cuando el juez no justifique la inconstitucionalidad del fallo.

Jurisprudencia no obligatoria: es una fuente formal

Doctrina: Fuente material. Es el conjunto de obras, de estudio de carácter científico y de


comentarios que elaboran los estudiosos, los autores acerca del derecho sobre códigos,
textos legales y problemática jurídica.
El valor que tiene la doctrina contribuye a fijar el contenido del derecho y a su conocimiento.
Siempre es invocada en los escritos que presentamos los abogados en un juicio para avalar
nuestra pretensión, y también es referida por los jueces en sus sentencias como argumento
para fundamentar su postura.

7. Modo de contar los intervalos del Derecho:


● El día es el intervalo que corre de medianoche a medianoche. En los plazos
fijados en día a contar de uno determinado, queda este excluido de cómputo el
cual debe empezar al siguiente. Los plazos de meses o años se computan de
fecha a fecha. Cuando en el mes del vencimiento no hubiera día equivalente al
inicial del cómputo, se entiende que el plazo expira el último día de ese mes, los
plazos vencen a la hora 24 del día del vencimiento respectivo. En los plazos
fijados en horas a contar desde una hora determinada queda está excluida del
cómputo y debe empezar a la hora siguiente.
● El cómputo civil de los plazos es de días completos y continuos, no se excluyen
los días inhábiles o no laborables.
● Las leyes o las partes pueden disponer que el computo se efectué de otro modo,
otorgándole así carácter supletorio a todas sus normas. Por lo tanto el legislador
al dictarla o las partes contratantes pueden apartarse del sistema, pero si nada
dicen respecto del tema los principios desarrollados entran en vigor.

UNIDAD III:

1. El sujeto de derecho, la persona humana y la persona jurídica- Nociones:

La persona humana es sujeto de derecho es la razón de ser del derecho.


En el nuevo C.C.C. no vamos a encontrar una definición de persona ni de persona humana
y en general la doctrina identifica la noción de persona como la de centro de imputación de
derechos y obligaciones, fundamentalmente por la circunstancias de ser humana.
Son personas jurídicas todos los entes a los cuales el ordenamiento jurídico les confiere
aptitud para adquirir derechos y contraer obligaciones para el cumplimiento de su objeto y
los fines de su creación.
1. La persona humana: Comienzo de su existencia:

La existencia de la persona humana comienza con la concepción en el seno


materno. En el caso de las técnicas de reproducción humana asistida comienza con
la implantación del embrión en la mujer, sin perjuicio de los que prevea la ley
especial para la protección del embrión no implantado (que esta expresa en el
C.C.C. como cláusula transitoria por pedido de la iglesia católica) actualmente se
sacó la expresión “seno materno” por coherencia, ya que con la ley de identidad de
género existe la posibilidad de que una mujer pase a ser hombre pero pueda
concebir vida.
Hay dos grandes posturas:
● Concepción = fecundación:
● Concepción = Anidación/ Implantación en el útero, esta es mas aceptada
científicamente ya que sin implantación no hay posibilidad de desarrollo
en el embrión fecundado.

Época de la concepción y duración del embarazo: Es el lapso entres el máximo y el mínimo


fijados para la duración del embarazo. Se presume, excepto prueba en contrario que el
máximo de tiempo del embarazo es de 300 días y el mínimo de 180, excluyendo el día del
nacimiento.

Nacimiento con vida: los derechos y obligaciones del concebido o implantado en la mujer
quedan adquiridos si nacen con vida. Si no nace con vida, se considera que la persona
nunca existió. El nacimiento con vida se presume.

Viabilidad: Hace referencia al recién nacido que al momento de nacer se considera apto
para la vida, con probabilidades de poderla llevar a cabo. (Ej. deformidad/ discapacidad =
no existía). Esto no se aplica en nuestra legislación.

Mellizos: En la antigüedad la prioridad del nacimiento, en el caso de partos dobles da al


primer nacido los derechos que la ley reconozca al primogénito, hoy en día eso es
anacrónico.
1. Prueba del nacimiento de las personas humanas: Se puede comprobar el
nacimiento y la muerte por las partidas, son nacimientos que se extienden en libros
del registro civil y las copias auténticas de ellas. Partida: es el acta material para
comprobar el nacimiento, fallecimiento, etc. En las cuales constan tiempo y lugar de
nacimiento, sexo y nombre, es un instrumento público y como todo instrumento
público goza de presunción de autenticidad y prueba por sí mismo la veracidad de
su contenido.

Registro civil, antecedentes y régimen actual: En roma existía un registro de nacimiento


que tenía por objeto constatar su edad y estado civil. Tras la caída del imperio romano de
occidente, la Iglesia asumió la tarea de llevar dichos registros, eran deficientes y no
constituían una prueba autónoma del estado civil. En 1563 los registros debían hacerse en
libros especiales llamados libros parroquiales, y establecían la forma y requisitos que
debían observarse en las partidas. Aquellos eran 3: el de bautismo o nacimiento, el de
matrimonios y el de defunciones. A raíz de la revolución francesa y el fuerte espíritu
anticlerical de la burguesía que tomó el poder, se produjo el cambio del sistema de
registración, creando Registros especiales y seculares a cargo del Estado.
En nuestro país el registro del estado de las personas estuvo en manos de la iglesia hasta
unos años después de dictado el código civil. Luego se estableció un sistema de registros
públicos municipales, desde la sanción de código hasta 1888 eran pocas las
municipalidades que habían creado los registros. La ley de matrimonio civil, con el objetivo
de asegurar la creación de los registros cambió el sistema y dispuso que debían ser
creados por las legislaturas provinciales, así fue como sucesivamente todas las provincias
crearon sus registros.
Una primera norma importante para la organización centralizada de los registros fue el
decreto 8804/1963 y su ley modificatoria, creó un régimen uniforme para los registros
provinciales del estado civil y capacidad de las personas y estableció normas básicas
comunes en cuanto a libros, inscripciones, constancia de las inscripciones.
Finalmente en 2008 se publicó en el boletín oficial, la ley de organización del Registro de
Estado Civil y Capacidades de las Personas, hoy vigente en todo el territorio de la república
argentina. El dictado de esta norma implica nueva organización común para todos los
registros civiles, la cual, continúa estando en cabeza de las jurisdicciones provinciales.

Nulidad y Rectificación de las partidas:

Cuando en las anotaciones se han producidos errores y omisiones, la Dirección General,


previo dictamen de la asesoría letrada del Registro, puede ordenar por si misma las
modificaciones ya sea de oficio o a pedido de parte. En los casos de rectificación vía
judicial, es juez competente el del lugar el asiento a rectificar o el del domicilio del
peticionante, a elección de este. El procedimiento es el de información sumaria y en el
interviene el ministerio fiscal y, en caso de incapaces el asesor de menores.
La resolución judicial se remite al registro, conteniendo la parte dispositiva de la sentencia e
individualizando la inscripción que se rectifica.
La nulidad de la partida significa de la instrumentación del acto y no del acto en sí mismo.
Pueden ser nulas por:
a) Ausencia de capacidad en el oficial público otorgante
b) Ausencia de competencia en razón de territorio o materia en el funcionario
interviniente
c) Inobservancia de las formalidades legales prescritas de carácter sustancial.

UNIDAD IV:

1. Atributos de la personas humanas: Concepto y enumeración

Toda persona por el solo hecho de ser tal goza de determinados atributos que el sistema le
reconoce. Son los atributos de la personalidad, que hacen a la identidad jurídica de las
personas, son inherentes, necesarios, innatos, vitalicios, inalienables e imprescriptibles:
a) Capacidad: aptitud para contraer y ejercer derechos y obligaciones.
b) Nombre: Identidad jurídica que le otorga identidad social, es cómo se reconoce
a la persona. Si alguien no tiene el sistema se lo provee, al igual que a las
instituciones.
c) Domicilio: No puede haber persona sin domicilio. Alude al lugar de pertenencia.
d) Estado (status): Sólo es propio de las personas humanas. Estado civil, soltera,
viudo, tío, madre, hija, etc.
e) Patrimonio: Conjunto de bienes con los que cuenta la persona.

1. Capacidad: concepto y clases.

Concepto: capacidad= Aptitud para…


Clases:
● Capacidad de derecho: Aptitud para ser titular de derechos y obligaciones. Toda
persona humana goza de la aptitud para ser titular de derechos y deberes
jurídicos. La ley puede privar o limitar esta capacidad respecto de hechos,
simples actos o actos jurídicos determinados.
● Capacidad de ejercicio: Aptitud para ejercer esos derechos y obligaciones. Toda
persona humana puede ejercer por si misma sus derechos, excepto las
limitaciones expresamente previstas en el C.C.C. y sentencia judicial, para
impedir que inmaduros o enfermos se dañen o pongan en peligro a terceros.
Ej: Un feto puede ser heredero de una casa ya que su padre muere y se la deja a él (cap.
de derecho), pero no puede venderla hasta que tenga edad suficiente (cap. de ejercicio)
Incapacidad: No existe la incapacidad absoluta de Derecho porque si hubiera persona que
no tenga capacidad de Derecho no sería persona. Pero existe la incapacidad relativa de
Derecho, ej. El tutor de un menor que le administra los bienes no puede quedarse con ellos,
la ley le pone límites. (ART. 22)
Existe la incapacidad ABSOLUTA de Ejercicio, ej. Un bebé que no puede ejercer ninguno
de sus derechos por sí mismo. También está el sujeto capaz con restricciones, puede todo
menos lo que la ley o la sentencia diga que no puede. (ART. 23)
Son incapaces de ejercicio
a) Persona por nacer (No nato): No puede ejercer ningún acto por sí mismo.
b) Menor de edad, que no cuenta con edad y grado de madurez suficiente.
c) La persona declarada incapaz por sentencia judicial, en la extensión dispuesta
en esa decisión.

3. Persona menor de edad: Concepto y clasificación. Extensión de su


incapacidad. Ejercicio de los derechos. Tratamientos invasivos y no
invasivos. Decisiones relativas al cuidado de su propio cuerpo.- mayoría de
edad.
Es menor de edad quien no ha cumplido 18 años, pero a su vez existen diferentes
clasificaciones:
✔ Adolescente a partir de los 13 años: siegue siendo menor pero se le
reconoce una categoría jurídica. El menor ejerce sus derechos a través
de sus representantes legales pero, quien cuente con edad y madurez
puede ejercer por si los actos que le son permitidos por el ordenamiento
jurídico. En situaciones de conflicto de intereses con sus representantes
legales pude intervenir la asistencia letrada. Tiene derecho a ser oído en
todo proceso judicial y participar en decisiones sobre su persona.
✔ Adolescente entre los 13 y 16 años: decide por si respecto de aquellos
tratamientos que no resultan invasivos, ni comprometan su salud o
provoquen un riesgo grande en su vida/integridad física. Si los
tratamientos invasivos que comprometen su estado de salud o ponen en
riesgo su vida, el adolescente debe contar con el consentimiento de sus
progenitores; el conflicto se resuelve teniendo como base la opinión
médica respecto de las consecuencias.
✔ Adolescente entre 16 y 18 años: El adolescente es considerado como un
adulto para las decisiones atinentes al cuidado de su propio cuerpo.

Estas clasificaciones le van otorgando al menor una autonomía progresiva, sin contar con la
edad que los ordenamientos legales establecen para prestar un consentimiento válido,
pueden hacerlo en función de su grado de madurez o desarrollo. Ej una madre de 17 años o
un ladrón de 15 años.
4. Emancipación: concepto y efectos. Requisitos. Actos prohibidos y actos
sujetos a autorización judicial. Menor de edad con título profesional
habilitante.-
La emancipación coloca a los menores en un régimen de capacidad civil adelantada
aunque no plena como los mayores, con restricciones; siendo la última cual el
matrimonio. El C.C.C. diferencia lo siguiente:
✔ Menores de 16 años: requieren autorización judicial para contraer nupcias
✔ Mayores de 16 hasta los 18 años: requiere solo autorización de los
representantes legales, salvo la denegación de estos donde queda habilitado
la vía judicial.
Es irrevocable. La nulidad del matrimonio no deja sin efecto la emancipación, excepto
respecto del cónyuge de mala fe para quien cesa a partir del día en que la sentencia pasa
en autoridad de cosas juzgadas.
La persona emancipada no puede ni con autorización judicial:
a) Aprobar las cuentas de sus tutores y darles finiquito
b) Hacer donación de vienen que hubiese recibido a título gratuito
c) Afianzar obligaciones
El emancipado requiere autorización judicial para disponer de los vienen recibidos a título
gratuito. Que debe ser otorgada cuando el acto sea de toda necesidad o de ventaja
evidente.
La persona menor de edad que ha obtenido título habilitante para el ejercicio de una
profesión puede ejercerla por cuenta propia sin necesidad de previa autorización. Tiene la
administración y disposición de los bienes que adquiere con el producto de su profesión y
pude estar en juicio civil o penal por cuestiones vinculadas a ellas.
UNIDAD V:
1. Restricciones a la capacidad: Reglas generales
La restricción al ejercicio de la capacidad jurídica se rige por las siguientes reglas
generales:
a) La capacidad general de ejercicio de la persona humana se presume, aun
cuando se encuentre internada en un establecimiento existencial.
b) Las limitaciones de la capacidad son de carácter excepcional y se imponen
siempre en beneficio de la persona.
c) La intervención estatal tiene siempre carácter interdisciplinario tanto en el
tratamiento como en el proceso judicial.
d) La persona tiene derecho a recibir información a través de medios y
tecnologías adecuadas para su comprensión.
e) La persona tiene derecho a participar en el proceso judicial con asistencia
letrada que debe ser proporcionada por el estado si carece de medios.
f) Deben priorizarse las alternativas terapéuticas menos restrictivas de los
derechos y libertades.
Capacidad restringida e incapacidad: Diferencias y presupuestos de cada uno
El juez puede restringir la capacidad para determinados actos de una persona mayor de 13
años que padece una adicción o una alteración mental permanente o prolongada, de
suficiente gravedad, siempre que estime que del ejercicio de su plena capacidad pude
resultar un daño a su persona o a sus bienes. La autoridad judicial debe designar el o los
apoyos necesarios, especificando las funciones con los ajustes razonables según las
necesidades de las personas.
El o los apoyos designados deben promover la autonomía y favorecer las decisiones que
correspondan a las preferencias de la persona protegida.
Por excepción, cuando la persona se encuentre absolutamente imposibilitada de
interaccionar con su entorno y expresar su voluntad por cualquier modo medio o formato
adecuado y el sistema de apoyos resulte ineficaz el juez puede declarar la incapacidad y
designar un curador.
2. Proceso para la declaración de capacidad restringida y de incapacidad:
legitimación activa, sujetos que intervienen, entrevista personal, dictamen
interdisciplinario. Sentencia: alcance y registración.
El proceso por el cual se puede declarar una capacidad restringida o incapacidad es hacer
un examen interdisciplinario en el cual se consideren diversos puntos de vista ya sea
psiquiátrica, psicológica, médico clínico, terapia ocupacional, pedagógica, asistencia social.
Existen diversas normas procedimentales reguladas en el C.C.C. (art. 33 al 40).
● Legitimación activa: son quienes pueden pedir judicialmente la declaración
de incapacidad o capacidad restringida. Siempre a petición de parte y
nunca de oficio.
● sujetos que intervienen: están legitimados para solicitar la declaración de
incapacidad y de capacidad restringida:
a) El propio interesado
b) El cónyuge no separado de ello y el conviviente mientras la convivencia no
haya cesado
c) Los parientes dentro del cuarto grado(Primos) ; si fueran por afinidad,
dentro del segundo grado (Cuñados)
d) El Ministerio Público

● Entrevista personal: El juez debe garantizar la inmediatez con el


interesado durante el proceso, entrevistarlo personalmente antes de
dictar alguna resolución, asegurando la accesibilidad y los ajustes
razonables del procedimiento de acuerdo a la situación de aquel. El
ministerio público y, al menos, un letrado que preste asistencia al
interesado, deben estar presentes en las audiencias.
● Dictamen Interdisciplinario:
Sentencia: Alcances y registración:
La sentencia se debe pronunciar sobre los siguientes aspectos vinculados a la persona en
cuyo interés se sigue el proceso: diagnóstico y pronóstico; época en que la situación se
manifestó; recursos personales, familiares y sociales existentes; régimen para la protección,
asistencia y promoción de la mayor autonomía posible.
Para expedirse, es imprescindible el dictamen de un equipo interdisciplinario
La sentencia debe determinar la extensión y alcance de la restricción y especificar las
funciones y actos que se limitan, procurando que la afectación de la autonomía personal
sea la menor posible. Debe designar una o mas personas de apoyo o curadores y señalar
las condiciones de validez de los actos específicos sujetos a la restricción con indicación de
la o las personas intervinientes y la modalidad de su actuación.
Debe ser inscripta en el registro del estado civil y capacidad de las personas y se debe dejar
constancia al margen del acta de nacimiento. Los actos producen efectos contra terceros a
partir de la fecha de inscripción en el registro. Desaparecidas las restricciones, se procede a
la inmediata cancelación registrada.
3. Sistema de apoyo al ejercicio de la capacidad: concepto, alcances y finalidad.

El juez garantiza las medidas de apoyo que la persona pueda requerir para el ejercicio de
su capacidad jurídica.
Este sistema de apoyo es una innovación trascendental de la nueva legislatura civil y es una
institución que el código de los derechos de personas con discapacidad.
El sistema de apoyo se conforma a través de modalidades:
La asistencia, el asesoramiento, interpretación, codecisión y lo trascendente de este
sistema, radica en su filosofía subyacente que se materializa en el interés jurídico protegido,
esto es la autonomía y el ejercicio de los derechos de la persona.
A diferencia de ese momento sustitutivo/tuitivo que regía con el código, en el sistema de
apoyo, la misma tenía como objetivo principal, reconocer y garantizar sus derechos.
La noción de apoyo no proviene de una ficción jurídica que crea esta institución, si no que
más bien irrumpe en el derecho desde una visión social, de las relaciones humanas, en las
que el paradigma es la interdependencia.
El sistema de apoyo de proyecta conforme lo establece la C.D.P.D (convención de derechos
con personas con discapacidad), a todos los aspectos de la vida, es decir, no se limita
únicamente a los actos patrimoniales, si no también en cuestiones personales.

Lo más importante de un sistema de apoyo:


Lo más importante del sistema de apoyo, es el objetivo de facilitar a la persona la toma de
decisiones con lo cual es evidente que el objetivo no es decidir por la persona sino facilitarle
la toma de decisiones. El apoyo no sustituye a la persona sino que se sitúa a su lado
procurando que sea esta quien decida.
Cosas a tener en cuenta para diseño de un sistema de apoyo:
Se tiene en cuenta un enfoque interdisciplinario, es decir, que no solo tenga en cuenta las
características personales sino también y sobre todo el contexto social en el que esa
persona se desarrolla.
Modalidades que puede asumir un apoyo pueden ser por ejemplo:
El juez puede determinar que para determinados actos la persona de apoyo exprese haber
asistido a la persona para la comprensión de las consecuencias del acto jurídico a celebrar.
En otros casos y para la celebración de otros actos jurídicos el juez puede determinar que el
apoyo consista en que esta persona que ejerce el apoyo integre la voluntad de la persona
para celebrar de ese acto jurídico.
Otra forma de apoyo que es excepcional es que la persona que ejerza una acción de
representación para caso puntualmente a un acto en particular. (Art. 43)
Validez de los actos anteriores y posteriores: (Art. 44)
La sentencia de restricción de la capacidad o incapacidad determina o establece los actos
que se restringen a la persona. No sucede lo mismo cuando se trata de actos restringidos
en la sentencia , y la persona los lleva cabo, violando las condiciones de validez impuestos
por el juez para su realización, entonces el código toma una fecha que es la de la
registración o la inscripción de la sentencia para determinar la validez o invalidez de los
actos celebrados por el incapaz.
Actos posteriores a la inscripción de la sentencia: (Art. 44)

Prevé que los actos celebrados por la persona con capacidad restringida y que contradice lo
que dice la sentencia son nulos, esta sanción no se encuentra sujeta a verificar el carácter
de ostensible (manifiesto), o no de a enfermedad ni de la mala o buena fe del tercero, lo que
define la ineficacia es la fecha de realización del acto.
No interesa si la enfermedad era notoria o no.
Esta nulidad es de carácter relativa, es dispuesta exclusivamente de las partes.

Actos anteriores a la registración de la sentencia: (Art. 45)

Determina que los mismos pueden ser declarados nulos si perjudican a la persona incapaz
y de cumplen algunos de los siguientes extremos: Notoriedad/Mala fe/Gratuidad.

En primer lugar este artículo exige una especie de prerrequisitos para posibilitar la anulación
del acto y es que ese acto le cause un daño a la persona.

Además, se tiene que cumplir alguno de estos 3 supuestos extremos del artículo 45 y uno
de estos son:

· NOTORIEDAD: A la época de celebración del acto, la enfermedad que sufre la


persona haya sido ostensible o notoria y por lo tanto el contratante no pudo
desconocerlo.
· MALA FE: Implica que la contraparte tenía conocimiento al momento del acto de la
existencia de los supuestos legales que habilitan la declaración de capacidad
restringida.
· GRATUIDAD: Posibilita la anulación del acto de celebrado con la anterioridad a la
inclusión de la sentencia cuando el acto celebrado es un acto de título gratuito. Los
actos jurídicos pueden ser a título ponderoso, cuando hay que sacrificio o beneficios
recíprocos. Una sola de las partes se beneficia y la otra no, es a título gratuito.

Si nos atenemos a la literalidad del artículo 45 bastaría, con la acreditación de uno de estos
tres extremos. Caso de las personas fallecidas.

El artículo 46, establece como regla general, la improcedencia de la acción de la nulidad del
artículo 45, luego del fallecimiento de la persona interesada.
Como excepción se admite la acción de nulidad siempre y cuando la notoriedad de los
importantes legales que habilitan la declaración de incapacidad, resulte del mismo acto que
se haya iniciado previamente la acción judicial y que o bien se trate de un trato a título
gratuito o bien se pruebe la mala fe del contratante.

Inhabilitados (Art. 47/48)

No es una persona incapaz, el código civil continúa con esta figura del inhabilitado unas
pequeñas modificaciones.
Código derogado había tres supuestos habilitaban pedir la inhabilitación: Toxicómano, ebrio
consuetudinario y el pródigo.

Actos de disposición:

En el código actual el único supuesto que le da lugar a la habilitación es el pródigo. Se


sacan los otros dos porque están incluidos en el Art. 32. (Adicción).
El inhabilitado no puede ejercer ningún acto de disposición: son aquellos que implican una
disminución o una modificación sustancial de patrimonio, por ejemplo: la donación de un
inmueble.

Actos de administración:

Contrario, lo mantienen o lo conservan. Efecto neutro, por ejemplo, renta de alquiler, no te


desprendiste del inmueble.

UNIDAD VI:
1. Estado
Concepto: Situación en que se encuentra una persona y una cosa, jurídicamente el
Estado es la posición que ocupa la persona en la sociedad.
En la doctrina general se encuentran dos nociones:
NOCIÓN AMPLIA: La noción amplia del Estado, se refiere al posicionamiento de la
persona en relación a tres aspectos:
1) En relación a la persona misma y desde esta óptica la persona puede ser hombre,
mujer, mayo, menor, con capacidad plena o restringida.
2) En la relación de la sociedad, en donde esa persona vie, nacional o extranjero.
3) En relación a la familia, cónyuge, padre, madre, hijo, casado, soltero etc.
La noción restringida reduce la noción de Estado, a la de Estado de familia El Estado de
familia, posición en la que la persona o sujeto ocupa en relación a su familia y que
actúa como fuente de relaciones jurídicas familiares, cuyos contenidos son derechos y
obligaciones recíprocos.
Posesión de Estado y título de Estado
Hay posesiones de Estado cuando una persona goza de un determinado Estado de
familia con independencia de título, es vivir en un Estado de familia sin tener un título.
Por ejemplo: Cónyuges.
Antiguamente se requería para que haya posesión de Estado tres elementos:
Nombre/Tracto/Fama.
ü Nombre: Significa que la persona use el nombre familiar.
ü Tracto: Refiere a que la persona reciba el trato público como hijo o como
cónyuge.
ü Fama: Significa que sea conocido por la sociedad como tal.
Título de Estado
Es el medio para aprobar un determinado Estado de familia, este título puede ser
analizado desde dos ópticas:
TÍTULO EN SENTIDO MATERIAL:
Que es el emplazamiento en un determinado Estado de familia que puede surgir de un
hecho.

Unidad VII: Domicilio

La doctrina ha dado diversos conceptos del domicilio, entendiendo la mayoría en que es un


concepto establecido por la ley. Como criterio general, el domicilio es el lugar que la ley fija
como la sede o asiento de la persona para la producción de determinados efectos jurídicos.
la circunstancia de hecho, es decir, que la persona viva efectivamente o no en ese lugar es
intrascendente ya que la ley determina que ese es el domicilio a pesar de que viva o no allí.
Aunque la persona no viva en el lugar o que viva en donde está su casa es indistinto porque
cuando la ley dice que ese lugar en el que está su vivienda es su domicilio, lo hace por
revestir esa vivienda con la calidad de domicilio.

Clasificación
Se habla tradicionalmente de la existencia de dos clases de domicilio, el domicilio general u
ordinario para la generalidad de las relaciones jurídicas de una persona y el domicilio
especial, que por el contrario rige para ciertas relaciones jurídicas. Ambas clases se
subdividen.

Domicilio⟶general ⟶ Real (art 73)


⟶ Legal (art 74)

⟶especial ⟶ Contractual o convencional (art 75)

Domicilio Real: la definición es la que se encuentra en el artículo 73 del Código Civil y


Comercial de la Nación que establece: “la persona humana tiene domicilio real en el lugar
de su residencia habitual.
Si ejerce actividad profesional o económica lo tiene en el lugar donde la desempeña para el
cumplimiento de las obligaciones emergentes de dicha actividad”. El domicilio real se
configura con 2 elementos, el animus y el corpus.
corpus: es el elemento material u objetivo que se configura por la residencia efectiva de una
persona en un lugar determinado.
animus: es la intención de la persona de permanecer en un lugar aunque transitoriamente
no se encuentre allí y de constituir allí el centro de efectos e intereses. Presenta las
siguientes características:
● voluntario: tanto la constitución, mantenimiento o conservación y la extinción
dependen pura y exclusivamente de de la voluntad de la persona.
● mutable
● único
● necesario
● libre: es un domicilio de “libre elección” por parte del sujeto, no es impuesto por
terceros ni por la ley. Dicho carácter tiene fundamento constitucional (derecho de
libertad, establecido en el art 19 CN).

Domicilio Legal: Es aquel impuesto por la ley en forma forzosa y en carácter de presunción
jure et de jure, es decir, que no admite prueba en contrario. establecido en el art 74:
“domicilio legal es el lugar donde la ley presume, sin admitir prueba en contra, que una
persona reside de manera permanente para el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento
de sus obligaciones. Sólo la ley puede establecerlo, y s

in perjuicio de lo dispuesto en normas especiales:

a) los funcionarios públicos, tienen su domicilio en el lugar en que deben cumplir sus
funciones, no siendo éstas temporarias, periódicas, o de simple comisión;
b) los militares en servicio activo tienen su domicilio en el lugar en que lo están prestando;

c) los transeúntes o las personas de ejercicio ambulante, como los que no tienen domicilio
conocido, lo tienen en el lugar de su residencia actual;

d) las personas incapaces lo tienen en el domicilio de sus representantes.”

Caracteres:
● Forzoso: lo establece la ley sin prueba en contrario, y sin tener en cuenta cual es la
voluntad de la persona
● Ficticio: la ley presume la existencia de él de la persona, aunque aquella no se
encuentre allí realmente.
● Excepcional y de interpretación restrictiva: Sólo funciona en las hipótesis que la ley
prevé, sin poder extenderse a otros supuestos por analogía.

Domicilio Ignorado: Siendo el domicilio un atributo la ley se preocupa porque todas las
personas independientemente cuales sean sus circunstancias, tengan un domicilio. Según
establece el art 76 : “La persona cuyo domicilio no es conocido lo tiene en el lugar donde se
encuentra; y si éste también se ignora en el último domicilio conocido.”
Domicilio Especial: Aquel para una o varias relaciones jurídicas determinadas, el único
supuesto que contempla el Código es el domicilio contractual, o convencional o de libre
elección. Es aquel domicilio en que las partes de un negocio jurídico bilateral acuerdan para
la producción de todos los efectos jurídicos derivados de ese acuerdo o contrato jurídico
bilateral.
en esta categoría no se requieren cumplir con los principios de unidad y necesidad. En
efecto, es plural, atento a que pueden existir tantos domicilios especiales como relaciones
jurídicas las partes creen y lo establezcan. Tampoco es necesario, la persona no necesita
de un domicilio especial si así no lo considera.
clases de domicilio especial:
● Domicilio convencional o de elección: como su nombre lo indica es el domicilio
que lo eligen las personas libremente cuando celebran un contrato o en general un
negocio jurídico, a los fines de hacer posible el cumplimiento de sus obligaciones. se
encuentra regulado en el art 75 del CCyC que establece “Las partes de un contrato
pueden elegir un domicilio para el ejercicio de los derechos y obligaciones que de él
emanan.”
● Domicilio procesal o “ad-litem”: al momento de iniciar una acción judicial ante los
Tribunales en el carácter de “actor”, o bien al momento de presentarse en juicio en el
carácter de “demandado” o “tercero”, entre otros supuestos, los Códigos Procesales
establecen una carga litigante, cual es, la de constituir un domicilio procesal o “ad-
litem”, también llamado “ a los efectos legales”. los efectos de este domicilio que se
constituye en un juicio, es que en éste, serán válidas todas las notificaciones
judiciales referidas a ese juicio puntual determinado. Generalmente este domicilio es
el del abogado patrocinante o apoderado, donde concentra todos los juicios de sus
clientes, pero nada impide que sea el domicilio real o legal de la propia parte
litigante.

Cambio de domicilio: La ley asegura la libertad de elección y de cambio de domicilio. para


que sea efectivizado implica la traslación de la persona y hacer de ese nuevo lugar su
residencia actual.
Conforme al carácter de libre elección del domicilio real, y atento lo establecido en el art 77
del CCyC, debemos analizar cuándo se produce un cambio de domicilio, atento la vasta
implicancia de efectos jurídicos que ello conlleva.
El cambio de domicilio implica para algunos autores hablar de la extinción del domicilio
anterior, pero nunca podemos hablar de extinción del domicilio como atributo de la
personalidad.
Se efectiviza el cambio de domicilio de manera instantánea, cuando, según el art 77 última
parte, se produce la traslación de la residencia de un lugar a otro, con ánimo de pertenecer
en ella y tener allí su principal establecimiento.
La norma general requiere de los dos elementos antes desarrollados, el corpus y animus,
por lo cual no habrá cambio de domicilio cuando aunque la persona se haya trasladado
materialmente no tenga intención de cambiar de domicilio.
Esa voluntad o esa intención del cambio, se evaluará de los hechos exteriores que la
persona efectúe, los que deberán otorgar certeza de la intención, con lo cual, en caso de
duda, se conserva el anterior domicilio, porque dicha intención no se presume.
Tampoco se dará el cambio, por la sola intención de la persona, sin el traslado material de
la residencia.
Unidad IX: Unidad de Muerte y presunción de fallecimiento

El Artículo 19 marca el inicio del ciclo vital de la persona humana estableciendo la existencia
de las personas humanas comienza desde su concepción. A partir del artículo 93 el código
regula el desenlace el punto final del ciclo vital de la persona humana que se da con la
muerte.
El código no da una conepto de muerte porque corresponde a las ciencias naturales de
hablar sobre el concepto de muerte, el código del art 93 se limita a decir que la existencia
de la persona humana termina por su muerte.

Concepto de muerte: El concepto de muerte fue variando con el correr del tiempo. Lo que
se discute y ha variado con el correr del tiempo no es en pureza el concepto de muerte, sino
los criterios y/o pautas para diagnosticar el deceso del ser humano, diagnosticar el status de
muerto.
El fin de la existencia de las personas humanas se produce con el hecho biológico de la
muerte. Para conceptualizar el significado de “muerte” debemos proceder a conceptualizarla
desde el punto de vista de la ciencia médica, atento el avance de esta materia, fijar el
mismo desde el paradigma biomédico.
Rivera para dar un concepto de médico de muerte cita la definición de Bonnet: “muerte es el
cese de las funciones vitales, celular, tisular y visceral. Ocurre cuando claudican los
sistemas circulatorio, respiratorio y nervioso, pudiendo definirse entonces, como el cese
definitivo e irreversible de las funciones autónomas y de la oxigenación viscerotisular con
pérdida de las relaciones sujeto-mundo circundante y de la condición ente humano de
existencia visible.”

Prueba de muerte: El hecho jurídico de la muerte y por ende luego, el status de fallecido
de una persona, se prueba en nuestro ordenamiento jurídico, con la Partida de Defunción
que expide el Registro de Estado Civil y Capacidad de las Personas de acuerdo a la
normativa que lo rige. El art 96 regula lo atinente a prueba de nacimiento, de la muerte y de
la edad.
Respecto a qué se debe probar para inscribir la defunción y el funcionario público del
Registro Civil emita un acta correspondiente, el art 62 de la Ley 26.413 establece: “ El
hecho de la defunción se probará con el certificado de defunción extendido por el médico
que hubiera asistido al fallecido en su última enfermedad y, a falta de él, por otro médico o
agente sanitario habilitado al efecto, que en forma personal hubiera constatado la defunción
y sus causas y el de la obstétrica en el caso del art 40. El certificado de defunción extendido
por agente sanitario deberá ser certificado por la autoridad sanitaria de la jurisdicción
respectiva”.
En cuanto a la muerte producida en el extranjero, el art 97 establece que la misma, se
pruebe con los instrumentos otorgados según las leyes del lugar donde se produce,
legalizados o autenticados del modo que disponen las convenciones internacionales y a
falta de convenciones, por las disposiciones consulares de la República.

Prueba supletoria de muerte: Si no se cuenta con los diversos documentos que enuncia la
ley para acreditar la muerte de las personas, el art 98 del CCyC, en el 1º párrafo, dispone la
prueba supletoria del fallecimiento prescribiendo: “Si no hay registro público o falta o es nulo
el asiento, el nacimiento y la muerte pueden acreditarse por otros medios de prueba.”
Prueba indirecta de muerte: Cuando no haya certeza en cuanto a que se está o estuvo en
presencia del cadáver, pero que de las circunstancias surge como indudable la defunción, y
a los fines de no obligar a llevar adelante el procedimiento de muerte presunta, el art 98 2º
párrafo del CCyC, establece: ”Si el cadáver de una persona no es hallado o no puede ser
identificado, el juez puede tener por comprobada la muerte y disponer la pertinente
inscripción en el registro, si la desaparición se produjo en circunstancias tales que la muerte
debe ser tenida como cierta.”
Tobías denomina esta situación como un procedimiento de acreditación “indirecta” del
deceso, atento a la falta de cadáver o su no identificación.

Prueba del momento de la muerte: Premoriencia y Conmoriencia: El problema de


establecer el “momento” de la muerte cobra fundamental importancia a la hora de
determinar la apertura de la sucesión de la persona fallecida, atento a que conforme
dispone el art 2277- 1º párrafo del CCyC: “ La muerte real o presunta de una persona causa
la apertura de su sucesión y la transmisión de su herencia a las personas llamadas a
sucederle por el testamento o por la ley. Si el testamento dispone sólo parcialmente de los
bienes, el resto de la herencia se defiere por la ley.”
Y ello, a su vez, es trascendental cuando fallecen conjunta o separadamente dos personas
que se transmiten derechos hereditarios entre sí o una a la otra, atento a que variará la
transmisión de los derechos hereditarios según quien murió primero, y por ende, quienes
heredarán dichos bienes.
No siempre la ciencia médica puede diagnosticar con exactitud el momento de la muerte.
Frente a ello, el ordenamiento jurídico debe dar una respuesta en cuanto a cómo resolver
dicha situación, y garantizar correctamente la transmisión de los derechos.
Para ello, el legislador puede optar entre dos regímenes o institutos: la premoriencia o la
conmoriencia.
El primero de los sistemas, establece un orden de prioridad, y por ello, ante la imposibilidad
de diagnosticar quien murió primero, recurre a presunciones de acuerdo a un orden de
jerarquías, según el cual, entre otros:
● en el supuesto de muerte en simultáneo de padre e hijo: se presume que
murió primero el padre,
● si mueren hombre y mujer: se presume que la mujer murió primero,
● si mueren personas de distinta edad: se presume que el mayor murió
primero.
El segundo sistema, la conmoriencia, recurre a la presunción que murieron al mismo tiempo
y no hubo transmisión de derechos alguna.
Para Pérez Gallardo, la conmoriencia, es la situación jurídica que se crea por la muerte de
dos o más personas, vinculadas entre sí por la posible adquisición recíproca o unilateral de
un derecho, ya hayan acaecido tales decesos en un mismo acontecimiento o evento, o no,
resultándole consustancial la proximidad cronológica de los fallecimientos, sin poderse
determinar científicamente su prelación, motivo por el cual el derecho recurre a la
presunción relativa (iuris tantum) de que las muertes ocurrieron con carácter simultáneo, a
menos que se pruebe lo contrario.

Régimen legal argentino: El Código Civil y Comercial argentino, adopta el sistema de la


conmoriencia. Así, en su art 95 prescribe: “Se presume que mueren al mismo tiempo las
personas que perecen en un desastre común o en cualquier otra circunstancia, si no puede
determinarse lo contrario.”
Siguiendo a Tobías, el sistema funciona de la siguiente manera: quien pretenda la
producción de un efecto jurídico que dependa de la sobrevivencia de una persona respecto
de otra, tendrá que probar esa circunstancia, pues de lo contrario se considera que las
muertes se produjeron simultáneamente.
en cuanto a los supuestos legales que contempla el art, puede darse:
1. que hubieran fallecido en un desastre común: el supuesto más conocido y típico es
el de los accidentes de tránsito, donde mueren en el mismo siniestro personas que
se transmiten derechos entre si, a ello puede asimilarse cualquier supuesto donde
las personas están y mueren en el mismo lugar o por el mismo siniestro.
2. que hubieran fallecido en cualquier circunstancia: en este caso, coincidiendo con la
doctrina mayoritaria, la norma habilita el supuesto en donde personas que se
transmiten derechos entre sí, mueren en el mismo momento o época, aunque no se
encuentran en el mismo lugar. En este caso, rige la declaración de simultaneidad
aunque no haya conexión entre la muerte de una y otra persona, siendo suficiente
que no pueda establecerse quién murió primero.

Declaración de la muerte presunta: Ante la situación que una persona no se encuentre en


su domicilio o residencia, y sea dicha ausencia prolongada en el tiempo, sumándose a ello
la falta de noticias, se genera una situación de incertidumbre en cuanto a qué ha sucedido
con la persona, haciendo prever que la misma está fallecida.
La situación debe ser tomada por el ordenamiento jurídico y prever los mecanismo
necesarios para resolverla y dar respuesta a las relaciones jurídicas de las que es titular el
ausente, dado que la situación de incertidumbre que se crea, no puede ser indefinida.
Asimismo, no debe confundirse la declaración de muerte presenta con el régimen de simple
ausencia.
La primera, computados todos los recaudos exigidos por la ley para arribar a una
probabilidad, se dicta una sentencia que declara la muerte de la persona.
En el segundo caso, el elemento a tener en cuenta es la ausencia de la persona de su
domicilio, donde se procede a adoptar primeramente medidas tuitivas de sus bienes, hasta
tanto la persona regrese o se termine el período de ausencia.
No es necesario empezar el proceso de simple ausencia para luego derivar en el
procedimiento de muerte presunta cuando la ausencia es prolongada en el tiempo.
Si ésta ausencia se prolonga mucho en el tiempo, o la desaparición se ha producido en
circunstancias excepcionales (guerra, terremoto, naufragio, etc.), es razonable presumir que
la persona ha fallecido. Se organiza entonces un procedimiento destinado a obtener tal
declaración por vía judicial, que garantiza la defensa de los intereses del ausente y a la vez
permite dar continuidad adecuada a su patrimonio y resolver la situación personal del
cónyuge si lo hubiere.

Casos contemplados: A la ausencia o desaparición, debe sumarse otro elemento


necesario, que es el transcurso del tiempo. El tiempo que debe transcurrir varía según
diversas hipótesis. La ley establece un caso ordinario y dos extraordinarios.
● Caso Ordinario: Lo establece el art 85 del CCyC: “La ausencia de una persona de
su domicilio sin que se tenga noticia de ella por el término de tres años, causa la
presunción de su fallecimiento aunque haya dejado apoderado. El plazo debe
contarse desde la fecha de la última noticia del ausente.” En este caso, a los fines
que proceda la declaración de fallecimiento presunto, sólo se exige el transcurso del
tiempo, no siendo necesaria ninguna otra circunstancia. El tiempo que debe
transcurrir para presumir su fallecimiento, es el de tres años, que se cuenta desde el
día en que se estuvo la última noticia ausente.
● Casos Extraordinarios: Surge del art 86 del CCyC, que establece: “ Se presume
también el fallecimiento de un ausente: a) si por última vez se encontró en el lugar
de un incendio, terremoto, acción de guerra u otro suceso semejante, susceptible de
ocasionar la muerte, o participó de una actividad que implique el mismo riesgo, y no
se tiene noticia de él por el término de dos años, contados desde el día en que el
suceso ocurrió o pudo haber ocurrido; b) si encontrándose en un buque o aeronave
naufragados o perdidos, no se tuviese noticia de su existencia por el término de seis
meses desde el día en que el suceso ocurrió o pudo haber ocurrido.”
Como se advierte hay dos hipótesis:
1. Caso Extraordinario Genérico (inc. a del art 86): El tiempo es de dos años y
se cuenta desde que el suceso ocurrió o pudo haber ocurrido. El legislador
reduce el plazo de ausencia o desaparición, atento a que la persona debe
haberse encontrado en un lugar donde sucedió un acontecimiento que haga
presumir la existencia de riesgo de muerte. En este caso al plazo del tiempo,
la ley exige un segundo elemento, que la persona se encuentre en un lugar
donde haya sucedido un acontecimiento que le pudiera ocasionar la muerte.
Los días se cuentan desde que el suceso ocurrió o pudo haber ocurrido.
2. Caso Extraordinario Específico (inc. b del art 86): El plazo de ausencia es de
seis meses, dado que la posibilidad de supervivencia es mínima. En este
supuesto, además del plazo de seis meses de ausencia sin tener noticias, la
ley exige que la persona se haya encontrado a bordo de un buque o
aeronave naufragada o perdida. Los días se cuentan desde que sucedió o
pudo haber ocurrido el naufragio.

Requisitos:

A. Requisitos de Procedencia o FORMALES: Permiten pedir la declaración de


muerte presunta al juez competente. Se refieren a los extremos exigibles para que
sea viable la tramitación intentada. Ellas son:
1. Que la desaparición esté plenamente probada, demostrando la verosimilitud
de la misma.
2. Juez Competente: Conforme al art 87 del CCyC, es juez competente el del
domicilio del ausente. En caso de no conocerse el mismo, deberá aplicarse la
regla del art 74 inc. c.
3. Que el denunciante tenga algún derecho subordinado a la muerte del
desaparecido (legitimación activa)
Legitimación Activa: De acuerdo con el art 87, 1º párrafo, “Cualquiera que tenga algún
derecho subordinado a la muerte de la persona de que se trate, puede pedir la declaración
de fallecimiento presunto, justificando los extremos legales y la realización de diligencias
tendientes a la averiguación de la existencia del ausente.”
Vemos así que cuando el legislador ha establecido una disposición que no establece de
manera taxativa quienes están legitimados, sino que acuerda la acción a todos aquellos que
tengan algún derecho cuyo ejercicio dependa de la muerte del ausente.
Así se pueden enumerar algunos ejemplos, los que no agotan quienes se encuentren
legitimados:
● el cónyuge del ausente. En este caso, y haciendo una interpretación de otras
normas del CCyC, podrá hacerlo aunque se encuentre separado legalmente, pues,
si bien no tiene vocación hereditaria, puede tener interés en contraer un nuevo
matrimonio.
● los herederos del ausente (deberán acreditar los vínculos).
● los herederos instituidos en el testamento ( deberán acreditar dicha circunstancia).
● los acreedores de obligaciones condicionales o a plazo, cuya condición o plazo sea
la muerte del ausente.
● el nudo propietario cuando el ausente es titular del derecho del usufructo,, atento el
interés en consolidar el dominio.
● el beneficiario de un seguro de vida.
No se encuentran legitimados los parientes de grado no sucesible. Tampoco los acreedores
del ausente, salvo la excepción antes enunciada, toda vez que la eventual declaración de
muerte de su deudor no incidirá en la cobrabilidad de su acreencia.
Llenados los recaudos, el juez debe abrir el juicio de presunción de fallecimiento presumido
por la ley.

B. Requisitos de Admisión, Materiales o DE FONDO: Permiten declarar la muerte de una


persona. Son los extremos que deben acreditarse en el curso del procedimiento judicial
para que el juez cuente con los elementos suficientes y forme una “muy firme probabilidad”
que le permita dictar la declaración del fallecimiento presumida por la ley. Ellas son:
1. Falta de noticias del desaparecido: Atento a que se imposible la prueba del hecho
negativo “ falta de noticias”, se trata de acreditar haber realizado averiguaciones sin
éxito sobre la existencia de la persona, efectuadas en los lugares en que era dable
esperar que la misma estuviera o se supiera de ella y que los resultados fueron
negativos.
2. La subsistencia de las carencias de noticias, durante los plazos determinados por la
ley para cada caso. Hay que probar el transcurso del plazo legal.
3. Si fuere el caso, la prueba del hecho extraordinario, tales como incendio, terremoto,
guerra, etc; y de la presencia de la persona en el lugar del hecho.
4. El cumplimiento del procedimiento legal adecuado ( especialmente el llamado por
edictos durante 6 meses sin resultado favorable.

Procedimiento: Los codificadores fijaron en el art 88, un procedimiento preciso que es


indispensable cumplir para llegar eventualmente a la declaración del fallecimiento presunto
del desaparecido. El art establece: “El juez debe nombrar defensor al ausente o dar
intervención al defensor oficial, y citar a aquél por edictos una vez por mes durante seis
meses. También debe designar un curador a sus bienes, si no hay mandatario con poderes
suficientes, o si por cualquier causa aquél no desempeña correctamente el mandato.
La declaración de simple ausencia no constituye presupuesto necesario para la declaración
de fallecimiento presunto, ni suple la comprobación de las diligencias realizadas para
conocer la existencia del ausente.”
El procedimiento está integrado por los siguientes pasos:
1. Apertura del juicio (previa justificación de los requisitos de procedencia).
2. Nombramiento de defensor al ausente o dar intervención al defensor oficial. Este
defensor representará y defenderá al ausente durante todo el juicio. Su designación
es indispensable, es obligatoria, siendo nulo todo el proceso en caso de que no se lo
designe o si estando designado no se le otorga la debida participación.
3. Nombramiento de curador de bienes: El juez podrá nombrar un curador a los bienes
del ausente, siempre que no hubiese mandatario con poder suficiente o cuando por
cualquier causa aquél no desempeña correctamente el mandato. Se podrá nombrar
como curador al cónyuge ( siempre que no esté divorciado), hijos, padre o madre,
hermanos y tíos, los demás parientes en orden sucesorio. No es obligatorio nombrar
al curador de los bienes.
4. Citación del ausente por edictos una vez al mes, durante seis meses.
5. Recepción de Pruebas: El solicitante, así como el defensor del ausente en su caso,
deberán rendir la prueba que acredite los requisitos de admisión de la acción, y por
lo tanto persuada de la efectividad de los hechos presuntivos del fallecimiento. Lo
que deberá probarse es que a) ha pasado el plazo establecido; b) se han realizado
todas las diligencias tendientes de la averiguación acerca de la existencia del
ausente y que se obtuvieron resultados negativos; c) en los casos extraordinarios
deberá demostrarse el suceso que se invoca, que la persona se encontraba en el
lugar del hecho trágico o a bordo de la nave o aeronave naufragada, y falta de
noticias.
6. Audiencia del defensor: La intervención del defensor es indispensable en los actos
esenciales del proceso, para que en el mismo pueda recaer una sentencia válida. El
defensor debe ser oído, luego producida la prueba para que se expida sobre el
mérito de ésta (art 89). No solo en esa oportunidad debe ser oído el defensor, sino
que todas las pruebas han de rendirse bajo su control.

Medidas Conservatorias de los bienes: Como ya se mencionó el juez puede nombrar a


un curador a los bienes del ausente y las funciones de este serán las de administración y
conservación de los bienes del ausente, pero no podrá realizar actos de disposición.

Actos de conservación: Son aquellos que tienen por fín evitar la pérdida de un bien cuya
existencia peligra. Serían actos de conservación. Si para evitar la pérdida del bien fuera
necesario realizar actos de disposición, para efectuarlos, el curador necesitará previamente
una autorización judicial.

Declaración Judicial: Según el art 89, pasados los seis meses, recibida la prueba y oído el
defensor, el juez, si hubiere lugar a ello, declarará el fallecimiento presunto del ausente,
fijará el día presuntivo de su muerte y dispondrá la inscripción de la sentencia en el Registro
del Estado Civil y Capacidad de las Personas. Luego se deberá llevar a cabo el juicio
sucesorio, para determinar herederos.
El art 90, dice que se fijará como día presuntivo del fallecimiento:
1. Caso ordinario: el último día del primer año y medio
2. Caso extraordinario genérico: el día del suceso en que se encontró el ausente y si
no está determinado, el día del término medio de la época en que ocurrió o pudo
haber ocurrido.
3. Caso extraordinario específico: el último día en que se tuvo noticia del buque o
aeronave perdidos.
Cuando fuere posible, la sentencia determinará también la hora presuntiva del fallecimiento.
En caso contrario, se tendrá por sucedido a la expiración del día declarado como presuntivo
del fallecimiento.

Efecto Retroactivo de la sentencia: La sentencia de declaración de muerte presunta, tiene


efecto retroactivo al día presuntivo del fallecimiento, procediéndose ese día a la apertura de
la sucesión, quedando en dicha fecha determinados quienes heredan al ausente, como así
la producción de los efectos que se procederán a abordar a continuación.

Efectos de la declaración de fallecimiento presunto: La sentencia del fallecimiento


presunto, por el cual se declara la muerte presunta del ausente, produce una serie de
efectos de carácter patrimonial como así también extrapatrimonial.

Efectos Patrimoniales: Siendo que la sentencia declara la muerte presunta, tiene los
efectos retroactivos antes mencionados, y atento la singularidad del caso, en cuanto a que
existe la probabilidad de la reaparición del ausente, la transmisión de los bienes a los
herederos se establece con ciertas limitaciones, las cuales se convierten en una garantía
para el ausente, ante la posibilidad de que esa circunstancia acontezca, asegurándole así la
continuidad de su patrimonio.
Estos efectos los establece el art 91 del CCyC, que dispone: “Los herederos y los legatarios
deben recibir los bienes del declarado presuntamente fallecido, previa formación de
inventario. El dominio debe inscribirse en el registro correspondiente con la prenotación del
caso; puede hacerse la partición de los bienes, pero no enajenarlos ni agravarlos sin
autorización judicial.
Si entregados los bienes se presenta el ausente o se tiene noticia cierta de su existencia,
queda sin efecto la declaración de fallecimiento, procediéndose a la devolución de aquéllos
a petición del interesado.”
Siguiendo a Tobías, debe entenderse que la sentencia de fallecimiento presunto determina
una verdadera adquisición de dominio a favor de los herederos y legatarios, siendo
coincidente con la que se produce por efecto de la muerte real, importando dicha sentencia
judicial la apertura de una sucesión mortis causa.
Es decir, y conforme la redacción del art 91, los herederos y legatarios reciben el dominio de
los bienes, procediéndose a la inscripción en los registros correspondientes.
Para ello, y conforme la redacción del art 9, los herederos y legatarios reciben el dominio de
los bienes, procediéndose a la inscripción en los registros correspondientes.
Para ello, habiéndose producido la apertura de la sucesión, es necesario que se efectúe el
juicio sucesorio. Es en dicho juicio donde el juez procederá a evaluar los vínculos o
testamentos invocados, y determinará quienes suceden al ausente.
Una vez finalizado el juicio sucesorio, con el inventario de los bienes, se inscribirán en los
registros correspondientes, transfiriéndoles a los herederos o legatarios, los que le
correspondan.
La transmisión del dominio se efectúa con una serie de limitaciones atento la posibilidad de
reaparición del ausente.
Así, operan dos períodos de tiempo:
● Período de Prenotación: esta, consiste en inscribir los bienes a nombre de los
herederos y legatarios en los registros correspondientes, con la nota que se han
transmitido por sucesión derivada de una sentencia de fallecimiento presunto.
La consecuencia de ella es que los nuevos titulares de los bienes, no podrán
disponer ni gravar los mismos mientras se mantenga la prenotación. De ser
necesario, y sobre todo como medida conservatoria de otros bienes, el juez podrá
autorizar la enajenación de algún bien.
Asimismo, los bienes que se transmiten a los herederos y legatarios, atento existir la
posibilidad de reaparición del ausente y como medida tuitiva de sus intereses,
forman un patrimonio separado del patrimonio de herederos y legatarios, por lo cual
los acreedores de estos, no podrán atacarlos mientras dure el período de
prenotación.
Duración: El período de prenotación dura cinco años contados desde la fecha
presuntiva del fallecimiento que fijó el juez en la sentencia, u ochenta años desde el
nacimiento del muerto presunto.
● Período de dominio pleno: Finalizado el período de prenotación los herederos y
legatarios tendrán plena disposición de los bienes.
Se denomina período de dominio pleno, atento a que ya no encuentran la limitación
a la libre disposición sobre los bienes.

Bienes muebles no registrables: De acuerdo al texto vigente en el nuevo CCyC, los


herederos y legatarios encuentran limitaciones de no poder celebrar actos de disposición,
fundando dichas limitaciones en garantía de protección de los intereses del ausente, atento
la posibilidad de reaparición del mismo.
Sin embargo, esta protección se ve licuada en el caso de los bienes no registrables (por
ejemplo joyas, cuadros, muebles,etc.) atento a que no habiendo registro donde anotar la
prenotación, nada asegura que los herederos y legatarios que reciben dichos bienes no
celebren actos de disposición teniendo como objeto los mismos.
Siguen la misma suerte los depósitos bancarios que estuvieran bajo el sistema de firma
indistinta para el retiro de los mismos.
La exigencia del inventario, tan sólo funcionará como un mandato moral, atento a que si el
heredero o legatario que accedió a los bienes, los enajena, y luego se insolventa, en caso
de reaparición del ausente, no podrá recuperar dichos bienes.

Efectos sobre el régimen de comunidad: Otro de los efectos patrimoniales que se


producen al momento en que se dicta la sentencia de fallecimiento presunto, en el supuesto
en que el ausente se encontrare unido en matrimonio, es el relativo a la disolución de la
comunidad de bienes, antes denominada sociedad conyugal, si se encontraban dentro de
este régimen.
La comunidad de bienes, es la que forman los cónyuges al momento de contraer
matrimonio o luego, según el momento en que opten por dicho régimen patrimonial, y se
encuentran allí todos los bienes gananciales obtenidos a partir de la unión matrimonial,
excluyendo los que son propios de cada uno de los cónyuges.
Respecto a la comunidad de bienes, debemos decir que la misma conforme al art 475, se
extingue ipso iure con la declaración de fallecimiento presunto.

Efectos Extrapatrimoniales: La sentencia de muerte presunta extingue de pleno derecho


el vínculo matrimonial, ello conforme dispone el art 435, que al establecer las causas de
disolución del matrimonio, establece en el inc. b) a la sentencia firme de ausencia con
presunción de fallecimiento.
la declaración de fallecimiento presunto produce asimismo otros efectos extrapatrimoniales,
entre los que podemos enumerar:
● Responsabilidad parental: se suspende el ejercicio de la responsabilidad parental
que el muerto presunto tenía sobre sus hijos menores de edad, mientras dure el
juicio de declaración de ausencia con presunción de fallecimiento (art 702). Una vez
dictada y firme la sentencia que la declara, efectuando un análisis armónico e
integrador con el art 699, se extingue la titularidad de la responsabilidad parental.
● Tutela o curatela: se extingue la tutela o curatela cuando el muerto presunto era
tutor o curador, ello atento la necesidad que los menores o incapaces tengan de
inmediato un nuevo tutor o curador que los represente.

Reaparición del Ausente: El CCyC prevé la posibilidad de la reaparición, la que debemos


analizar respecto del momento en que se produce como así respecto de los efectos
patrimoniales y extrapatrimoniales.

La reaparición del ausente y los bienes entregados a herederos y legatarios: Es lógico


que el ausente declarado muerto presunto, si reaparece pretenda la restitución de sus
bienes. Si bien es ajustado a derecho que atento no estar muerto, se le restituya su
patrimonio, debemos analizar el momento en el que el mismo reaparece.

Período de prenotación: Si el muerto presunto reaparece en el período de prenotación, y


atento la finalidad de dicho período, los herederos o legatarios deberán restituir la totalidad
de los bienes en el estado en que se encuentren, como así lo producido por la venta
autorizada judicialmente o los que se adquirieron con dicho producido, conforme lo
dispuesto en el art 91 último párrafo, cuando prescribe: “Si entregados los bienes se
presenta el ausente o se tiene noticia cierta de su existencia, queda sin efecto la
declaración de fallecimiento, procediéndose a la devolución de aquéllos a petición del
interesado.”
Lo mismo sucederá en la proporción que corresponda si aparecen herederos con mejor o
igual derecho.

Frutos y Productos: Si bien se deben entregar los bienes no sucede lo mismo con los
frutos. Los herederos harán suyos los frutos percibidos durante el tiempo que poseyeron los
bienes, siempre que dicha posesión haya sido de buena fe. Se entiende por tales en este
caso, cuando ignoraban que el ausente vivía; siendo de mala fe si tenían conocimiento de
su existencia con vida. Si hubiesen sido poseedores de mala fe, deberán restituir todos los
frutos incluidos los percibidos y los que por su culpa hubieran dejado de percibir.
Respecto a los productos, siempre deberán ser devueltos al propietario, en este caso el
muerto presunto que reapareció, conforme dispone el art 1935 del CCyC.

Período de Dominio Pleno: Si el muerto presunto reaparece una vez finalizado el período
de prenotación, momento a partir los herederos y legatarios tienen plena potestad de
celebrar actos jurídicos de disposición sobre dichos bienes.
A partir de este momento, en caso de reaparición los herederos y legatarios deberán
restituir al ausente, conforme prescribe el art 92:
A. los bienes que existen en el estado en que se encuentran;
B. los bienes adquiridos con el valor de los que faltan;
C. el precio adeudado de los enajenados;
D. los frutos no consumidos.
Atento la libertad con que cuentan los poseedores de bienes en cuanto a su facultad de
disponer, es lógico que solo devuelvan los bienes que se encuentran y que no sean
responsables por los bienes vendidos o consumidos. Por ello, el muerto presunto que
reaparece deberá respetar todos los actos celebrados sobre sus bienes, esto es, de
disposición a título oneroso o gratuito, la constitución de hipotecas, prendas, etc.

La Reaparición del Ausente y el Vínculo Matrimonial: Ante el supuesto de reaparición


del ausente debe contemplarse la situación que el mismo se encontraba unido al
matrimonio. La sentencia de fallecimiento presunto hace cosa juzgada, por lo cual por más
que reaparezca el muerto presunto, dicho vínculo queda extinguido.
A partir de allí debiera entenderse que frente a la reaparición, si su ex cónyuge quisiera
volver a compartir su vida con él o ella, debería contraer nuevas nupcias o ingresar al
régimen de uniones convencionales, según su voluntad.

Unidad VIII: Derechos Personalísimos.

Concepto:
La noción de derechos personalísimos como así de privacidad o intimidad (entre otros) debe
buscarse en la doctrina y en la jurisprudencia.
Los redactores del CCyC no han considerado la posibilidad de establecer una definición de
los derechos personalísimos que introduzca toda la regulación de los mismos.
En los fundamentos del anteproyecto, la comisión redactora al justificar el método seguido
estableció que se adoptaron sólo las definiciones que tienen efecto normativo y no
didáctico, en consonancia con el pensamiento de Vélez Sársfield, (en la nota al artículo 495
del código civil).

Según Cantafio (Fabio Fidel, abogado de la UBA): La inclusión de una definición de


derechos personalísimos , lejos de todo dogmatismo, hubiera sido de fundamental
importancia para establecer un marco que permita comprender a los derechos
personalísimos no taxativamente.

El otro autor, Cifuentes, sostiene que el nombre mejor, más preciso y exacto es el de
“Derechos Personalísimos”, el que no tiene nada de vago e inconfundible. Primero porque
pone el acento en la pluralidad. Asimismo, porque al término personalísimo, hace más
íntimo, al vínculo personal, como una característica que engloba todas las otras; lo tenemos
todos por el simple hecho de lo que somos “personas”. Le dan sentido a nuestro ser, es una
condición de mi ser que nos tiene que reconocer por ser persona. Derivan de la dignidad, la
base de justificación que el orden jurídico reconoce en la dignidad humana (condición
humana).
Con “personalísimos” se realza la íntima adhesión al sujeto.

Entonces, podemos decir que no hay definición técnica, pero son facultades que le
reconocen a un sujeto, elementos constituidos del ser. La vida es un derecho de que nadie
se sorprende.
Caracteres:

En cuanto a los caracteres de los derechos personalísimos, la doctrina mayoritaria, entiende


que los derechos personalísimos son:
➔ Innatos: Corresponden a la persona desde el origen de esta.
➔ Vitalicios: Rigen durante toda la vida, e incluso algunos de ellos continúan la
protección hasta después de su fallecimiento.
➔ Necesarios: No pueden faltar durante su vida ni pueden perderse.
➔ Esenciales: Son un mínimo imprescindible para la persona humana
➔ De objeto interior: Las manifestaciones de la persona que corresponden a los
derechos personalísimos son interiores, inseparables de ella.
➔ Inherentes: Unión inseparable del objeto respecto del sujeto.
➔ Extrapatrimoniales: Si bien ante su violación pueden dar lugar al resarcimiento.
➔ Relativamente indisponibles: No pueden ser enajenados ni transferidos mientras
viva la persona. Esto deriva porque son vitalicios, inherentes y necesarios. Pero,
puede ocurrir que el sujeto consienta la lesión, física o punibilidad. Pero en ese
supuesto no habría renuncia al derecho personalísimo, sino al ejercicio de algunas
facultades. Excepcionalmente se pueden vender las partes renovables.
➔ Absolutos: Oponibles erga omnes.
➔ Privados: Tiene un derecho privado que lo protege.
➔ Autónomos: Diferentes de los demás.

Clasificación:

Establecer una clasificación de los derechos personalísimos, implica efectuar un exhaustivo


análisis de las diferentes manifestaciones de la persona. Existen variadas clasificaciones
dadas por la doctrina tanto nacional como extranjera, sobre todo las diferentes
manifestaciones de la persona y el concepto que de derecho personalísimo se adopte.
Coincidimos con el Dr. Santos Cifuentes, nos remitimos a su obra “Derechos
Personalísimos”, quien ha formulado una clasificación tripartita de los mismos, en:
❖ Derechos vinculados a la integridad física: derecho a la vida, al propio cuerpo y
sus partes renovables, a la salud y al cadáver.
❖ Derechos vinculados a la libertad: derecho a la expresión de ideas, a la libertad
de movimiento, a la libertad espiritual o religiosa.
❖ Derechos vinculados a la integridad espiritual: intimidad, imagen, honor,
identidad y secreto, (este último no es más que una manifestación de la intimidad,
una de sus más singulares manifestaciones).
Regulación integral de los derechos y actos personalísimos en el código civil y
comercial

El artículo 51 del CCyC establece: “Inviolabilidad de la persona humana, La persona


humana es inviolable y en cualquier circunstancia tiene derecho al reconocimiento y respeto
de su dignidad”.

Es el reconocimiento de la dignidad de la persona humana, lo que da fundamento al


reconocimiento y tutela de los derechos personalísimos. Cada uno de los derechos, son
expresión misma de la persona.
Ello surge de los Tratados Internacionales de Derechos Humanos donde la dignidad emerge
por el reconocimiento mismo de la persona y es donde se le atribuye entidad.

Ha manifestado Rivera, que los derechos de la personalidad tienen un fundamento único el


cual está dado por el reconocimiento de que la persona tiene un valor en sí misma y como
tal cabe reconocerle una dignidad, y el derecho a que los demás cumplan con el deber de
respeto hacia él, a no sufrir perjuicio en su existencia y en su propia dignidad.

La reafirmación de la inviolabilidad de la persona humana y el reconocimiento a su dignidad


que se realiza en el código unificado, es reforzada con la tutela a esa dignidad y las
manifestaciones de la persona; así en el artículo 52 establece que “....La persona humana
lesionada en su intimidad personal o familiar, honra o reputación, imagen o identidad, o que
de cualquier modo resulte menoscabada en su dignidad personal, puede reclamar la
prevención y reparación de los daños sufridos, conforme a lo dispuesto en el libro Tercero,
Título V, Capítulo 1…”

Los codificadores abordan el tema de la lesión de la dignidad de la persona humana,


esbozando que la misma puede verse lesionada cuando se violan los diversos derechos
personalísimos, que son conforme sostuviéramos, expresiones de esta. Sin embargo, de la
lectura del artículo surge que se enumeran los derechos que la doctrina ubica en la esfera
de la espiritualidad.

El hecho que se hable de la lesión a la intimidad, la imagen, el honor o la identidad, no


implica haber fijado números clausus respecto de las maneras en que la dignidad de la
persona humana puede verse lesionada, ello atento a que la propia norma expresa “... o
que de cualquier modo resulte menoscabada en su dignidad…”

Los codificadores han preferido dejar la tarea de contenido y caracterización a la doctrina y


jurisprudencia, no refiriéndose a los derechos de la esfera de la libertad que están tutelados
por el bloque de constitucionalidad, regulando y fijando las bases mínimas de situaciones y
manifestaciones de los derechos de la esfera de la integridad física, para regular
específicamente el derecho a la imagen.
Derechos vinculados a la integridad física

Derecho a la vida

La vida es el presupuesto de todos los otros derechos personalísimos.


La vida humana se encuentra protegida tanto desde la órbita del derecho público como
desde el privado. En la constitución de ‘53 no contaba con una norma expresa que la
reconociera pero en forma indirecta la protegía el artículo 18 al prohibir la pena de muerte
por razones políticas, y claramente estaba incluida de manera implícita en la cláusula
residual del artículo 33.

Actualmente, luego de la reforma constitucional de 1994, se encuentra reconocido el


derecho a la vida en forma expresa en los diferentes tratados con jerarquía constitucional.
En la Convención Americana de Derechos humanos (art 4 inc.1), en la Convención sobre
los Derechos del Niño (art 6), en la Declaración Universal de Derechos Humanos (art 3), en
la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre (art 1) y en el Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos (art 6).

En nuestro Código Civil, como en otros códigos del siglo XIX, no existía un reconocimiento
expreso del derecho a la vida, pero la protección se manifestaba a través del resarcimiento
a favor de los parientes de la persona que ha sido privada de aquella. (art. 1084 C.C).

Hoy en día, y atento la constitucionalización del derecho privado, y la recepción


precisamente que hace el Código Civil y Comercial en el artículo 1°, estableciendo como
fuentes a la Constitución Nacional y los Tratados Internacionales de Derechos Humanos,
este derecho se encuentra reconocido y claramente protegido.

Desde la esfera del derecho público el Código Penal, tutela este derecho a través de la
tipificación de distintos delitos como, el homicidio, el aborto y el abandono de persona.

Aborto

El tema del aborto, adquiere relevancia, porque para nuestro ordenamiento normativo la
vida comienza con la concepción, independientemente de la postura que adoptemos en
relación a qué se entiende por concepción.

El problema está cuando entra en conflicto el derecho a la vida de la persona por nacer con
otros derechos, en especial el de salud de la madre, entendiendo a esta desde la
concepción amplia.

Cuando la salud de una mujer está comprometida, el derecho penal prevé causas de
justificación, siendo éstas preceptos permisivos que neutralizan la prohibición genérica
enunciada en el tipo penal. Aquí el codificador no fomenta ni ordena una conducta, se limita
a justificar, a permitir, a consentir, a admitir, o a tolerar tal conducta y a estimarla conforme a
derecho, aun cuando se parte de la afectación a un bien jurídico reconocido por la
Constitución.
En este preciso tema del aborto, consideramos oportuno incorporar los fundamentos de un
magnífico fallo de nuestra CSJN se abordó el tema y sus considerándos clarifican la
interpretaciones de los articulos del Codigo Penal que han sido objeto de largas
discusiones.

Normativa actual (art. 85 a 88 C.Penal)

Artículo 85: El que cause un aborto será reprimido:

1° Con reclusión o prisión de tres a diez años, si obrare sin consentimiento de la mujer. Esta
pena podrá elevarse hasta quince años, si el hecho fuere seguido de la muerte de la mujer.

2° Con reclusión o prisión de uno o cuatro años, si obrare con consentimiento de la mujer.
El máximum de la pena se elevará a seis años, si el hecho fuere seguido de la muerte de la
mujer.
Artículo 86: Incurrirán en las penas establecidas en el artículo anterior y sufrirán, además
inhabilitación especial por el doble tiempo que el de la condena, los médicos, cirujanos,
parteras o farmacéuticos que abusaren de su ciencia o arte para causar el aborto o
cooperaren a causarlo.

1° Si se ha hecho con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la madre y si este
peligro no puede ser evitado por otros medios.

2° Si el embarazo proviene de una violación o de un atentado al pudor cometido sobre una


mujer idiota o demente. En este caso, el consentimiento de su representante legal deberá
ser requerido para el aborto.

Artículo 87: Será reprimido con prisión de seis meses a dos años, el que con violencia
causare un aborto sin haber tenido el propósito de causarlo, si el estado de embarazo de la
paciente fuere notorio o le constare.

Artículo 88: Será reprimida con prisión de uno a cuatro años, la mujer que causare su propio
aborto o consintiere en que otro se lo causare. La tentativa de la mujer no es punible.

Derecho al propio cuerpo y sus partes

Enmarcado en el derecho a la autodeterminación, como expresión de su personalidad, y de


manera autónoma al derecho a la libertad, al individuo le corresponde decidir todo lo
atinente a su apariencia corporal.

El modo de conducir la estética y el cuerpo, siempre que no medien motivaciones


superiores, como la higiene en un grupo cerrado o el escándalo público mediante esas
manifestaciones, no hay motivos para imponer a la persona cierto tipo de hechos y actos
sobre el cuerpo. Las decisiones, ante la falta de todo interés ajeno comprometido, son de
referencia propia y sería atentatoria la disposición coercitiva.
Cabe destacar que las facultades de autodeterminación comprenden las de disponer del
propio cuerpo a través de actos, y la de oponerse a la intervención de un tercero sobre el
cuerpo, tal el caso en que se rechaza un tratamiento médico.

El Código Civil y Comercial en su artículo 56, “Actos de disposición sobre el propio cuerpo.
Están prohibidos los actos de disposición del propio cuerpo que ocasionen una disminución
permanente de su integridad o que resulten contrarios a la moral, la ley o a las buenas
costumbres, excepto que sean requeridos para el mejoramiento de la salud de la persona, y
excepcionalmente de otra persona, de conformidad a lo dispuesto en el ordenamiento
jurídico”, establece la regulación de los actos de disposición del propio cuerpo, fijando que
la regla general es la indisponibilidad relativa, prohibiendo todos aquellos actos de
disposición que ocasionen una disminución permanente de su integridad o resulten
contrarios a la ley, la moral, o las buenas costumbres. Permitiendo sólo, aquellos actos de
disposición que beneficien o colaboren para el mejoramiento de la salud de la persona, y
excepcionalmente de otra persona, tal el caso de ablación de órganos para ser implantados
en otras personas.
En estos casos, donde se invierte la regla general y se permiten los actos de disposición
sobre el propio cuerpo, se exige en el último párrafo de la norma el consentimiento de la
persona, el cual no podrá ser suplido y es libremente revocable.

Por último, al hablar del cuerpo debemos preguntarnos cuál es su naturaleza. El cuerpo no
es una cosa, algo exterior y separable del hombre, no es independiente a él.

El cuerpo es la condición que imprime corporeidad a la vida humana.


El CC y C en diversos artículos al regular lo atinente a la persona humana reconoce la
necesidad del cuerpo y de la vida biológica para investir al ser de la condición de la
persona. Para cada persona el cuerpo es propio, ínsito a este, por ello no puede vincularse
con el concepto de la propiedad.

Sólo la persona humana está en condiciones de tomar decisiones válidas sobre su propio
cuerpo, ya que ella es la que ejerce una potestad sobre él; cuando el cirujano realiza una
intervención quirúrgica necesita de su consentimiento, sólo en casos extremos se podría
prescindir de él.

Derecho a la disposición del cuerpo en beneficio propio

Este aspecto de la facultad de disponer del propio cuerpo, y siempre que nos implique
disminución de la integridad física ni sea contrario a la ley, la moral o las buenas
costumbres, abarca entre tantos supuestos las prácticas esterilizantes, la cirugía de cambio
de sexo, la realización de tatuajes y colocación de piercings, las cirugías estéticas, etc.

Las prácticas esterilizantes y la regulación de la normativa

La esterilización es toda intervención médica o quirúrgica que causa en el paciente (hombre


o mujer) incapacidad para engendrar, orgánico o funcional, temporal o definitiva sin
extirpación o ablación de sus órganos sexuales.

Esta práctica se lleva a cabo de manera diferente según se trate de mujeres u hombres. En
las primeras se trata de la ligadura tubaria y en el caso de los hombres de una vasectomía.

El ejercicio de este derecho personalísimo a la disposición del propio cuerpo hasta la


sanción de la norma 26.130, estaba limitado al cumplimiento de una serie de condiciones
que exigía l ley 17.132, la cual prohibía practicar intervenciones que provoquen la
esterilización sujeto, sino existían los siguientes requisitos:
a) Conformidad escrita.
b) Indicación terapéutica determinada.
c) Que se hayan agotado los medios para conservar los órganos.

Dicha prohibición legal de esterilización, si no se daban los recaudos antes descriptos,


además de implicar un claro menoscabo del derecho de disponer del propio cuerpo,
perjudicó tradicionalmente a un sector de la sociedad, generando consecuencias
devastadoras para la población más vulnerable, en la medida en que se presentó como un
obstáculo grave para asegurar la igualdad económica y social, el acceso al empleo, la
satisfacción de las necesidades básicas de alimentación, vivienda, salud, etc.

Y son precisamente los sectores más desprotegidos de la sociedad los que tienen mayores
posibilidades de alcanzar embarazos indeseados y menores posibilidades de prevenirse,
conculcándose así el derecho a la planificación familiar.

Derecho a la disposición del cuerpo en beneficio de terceros


En el marco de autodeterminación y libertad en que se encuentra la persona y en la toma de
decisiones atinentes a su cuerpo, puede ésta disponer de su cuerpo en beneficio de
terceros, sea disponiendo sobre sus partes renovables o no renovables, siempre dentro de
los límites que marca el artículo 56 “... La ablación de órganos para ser implantados en
otras personas se rige por la legislación especial…”, del CC y C conforme mencionamos ut-
supra.

Disposición de partes renovables del cuerpo


Entendiendo que por su carácter personalísimo al cuerpo humano no es una cosa en los
términos del artículo 16 del CC y C, el cuerpo humano como tal no podrá ser objeto de
actos jurídicos.

Sin embargo, cuando nos referimos a los actos de disposición del propio cuerpo, cabe hacer
mención a las partes renovables una vez separadas del mismo, pensemos en el pelo, en la
leche materna, el esperma o la piel, entre otros, pudiendo ser todos ellos objetos de
negocios jurídicos personalísimos.

Todas estas partes separadas del cuerpo, pueden estar en el comercio, atento a que
efectuada la separación, se convierten en cosas, es decir, objetos materiales de ser
apropiados.

Por ello, la regla general es la posibilidad de ser objetos de negocios, salvo que exista una
prohibición por ley o haya sido puesta por ella fuera del comercio, o bien, que no exista una
regulación especial. La moralidad de la causa fin del negocio esta supeditada a que la
separación haya sido realizada por la propia persona o por un tercero con su asentamiento.

Es de destacar dentro de este temas a la sangre humana, ya que tiene una regulación
específica -ley 22.990- que establece directrices para la dación y utilización. Afirma el
criterio de la gratuidad por regla y sólo excepcionalmente y por razones de emergencia el
servicio podría ser retribuido.

Disposición de partes no renovable. Trasplante de órganos.


La licitud de la disposición de partes no renovables del cuerpo en beneficios de terceros
está ligada al régimen de ablación y trasplante de órganos. Los beneficios en la salud del
receptor de los órganos y las destacables razones que llevan a la dación, deben ser
relacionadas con los riesgos de las intervenciones de ablación y trasplante y las secuelas
resultantes, de modo de resguardar los derechos personalísimos involucrados, de evitar
abusos y asegurar en lo posible el éxito de los resultados.
Enmarcando en la prohibición general sentada por el artículo 56 del CC y C, y de acuerdo al
mandato legal en el segundo párrafo, la ablación de órganos se rige por la ley especial. En
este punto es lógico que en el código se haya sentado en el principio general y se deje a
una ley especial la regulación específica atento al dinamismo de la materia, los avances
científicos y las reglas de la bioética.

Principios establecidos en la ley de trasplante de órgano

1) Requisitos para todo tipo de trasplantes

a) Subsidiariedad: La norma en su artículo 2 establece que “la ablación e implantación


de órgano y materiales anatómicos podrán ser realizadas cuando los otros medios y
recursos disponibles se hayan agotado, o sean insuficientes o inconvenientes con
alternativa terapéutica de la salud del paciente”. No siendo necesario, entonces,
esperar hasta que se hayan agotado los otros tratamientos, sino que el equipo
médico debe considerar que los mismos sean solo inconvenientes para el paciente.
b) Técnica corriente no experimental: Este requisito también incorporado en el
artículo 2, no es demasiado claro por sí mismo. Debe complementarse con las
reglamentaciones que realizan nóminas sobre lo que considera una técnica
corriente. La finalidad de la norma es evitar graves perjuicios para la salud tanto de
dadores como receptores.
c) Profesionales intervinientes: En su artículo 3 reza que “los actos médicos
referidos a trasplante contemplados en esta ley sólo podrán ser realizados por
médicos o equipos médicos registrados y habilitados al efecto por ante la respectiva
autoridad de controlar jurisdiccional”. Los médicos deben además de ser
especialista, estar registrados y habilitados para dichas prácticas. La autoridad que
debe otorgarla es local y el derecho reglamentario establece las pautas para
determinar la capacidad; se debe básicamente acreditar título de especialista en la
materia y en la experiencia comprobable a través de su currículum.
d) Servicios y establecimientos: Artículo 9,. “Los actos médicos contemplados en
esta ley sólo podrán ser realizados en el ámbito de establecimientos médicos
registrados por ante la respectiva autoridad de controlar jurisdiccional. Esta exigirá,
en todos los casos, como requisito para la referida inscripción, la acreditación
suficiente por parte del establecimiento de que cuenta con la adecuada
infraestructura física e instrumental, así como el personal calificado…”. Debe quedar
en claro que no cualquier clínica o consultorio por más que cuente con alta
tecnología puede realizar este tipo de prácticas, e necesita registración. La ley con
estos recaudos hacia médicos y establecimientos busca seguridad jurídica, dar un
marco de transparencia a las prácticas y evitar fraudes.
e) Información médica: En el primer párrafo del artículo 13 -texto vigente según ley
26.066- se establece que: “ los jefes y subjefes de los equipos, como asimismo los
profesionales a que se refiere el artículo 3° deberán informar a los donantes vivos y
a los receptores y en caso de ser estos últimos incapaces, a su representante legal o
persona que detente su guarda, de manera suficiente claro y adaptada a su nivel
cultural, sobre los riesgos de la operación de ablación e implante -según sea el
caso-, sus secuelas físicas y psíquicas ciertas o posibles, la evolución previsible y
las limitaciones resultantes, así como las posibilidades de mejoría que,
verosímilmente, puedan resultar para el receptor…” . Esta es una manifestación
particular del deber de información genérico que le incumbe a todo galeno. Se
busca que tanto dador (la ley utiliza erróneamente la palabra donante) como el
receptor, y los representantes en caso de incapaces comprendan la información,
porque es presupuesto para otorgar el consentimiento informado. La norma en su
2° párrafo extiende el deber de informar hacia los familiares de dadores y
receptores, siempre que ellos se opongan, ya que si fuera obligatorio como lo era en
la ley anterior se podría vulnerar derechos personalísimos. De la decisión de los
pacientes se debe dejar constancia documentada, dice la ley, como así también
agrega que, desde el momento en que se brinda la información y la operación
respectiva, deberá transcurrir un lapso de tiempo no inferior a CUARENTA Y OCHO
(48) horas. Claramente se busca la reflexión de los sujetos implicados en el acto
médico, pero todo esto cede cuando el estado de salud del receptor es crítico.
f) Revocabilidad: “El consentimiento del dador o de su representante legal no puede
ser sustituido ni complementado; puede ser revocado hasta el instante mismo de la
intervención quirúrgica, mientras conserve capacidad para expresar su voluntad,
ante cuya falta la ablación no será practicada. La retractación del dador no genera
obligación de ninguna clase”. La norma es clara, solo diremos que al mencionar la
capacidad, se utiliza el vocablo erróneamente, se pretendió hacer alusión al
discernimiento, a la posibilidad de comprender no sus actos.
g) Gratuidad: La ley adopta el sistema de la gratuidad en su artículo 27, algo que
estamos completamente de acuerdo teniendo en cuenta las necesidad económicas
que vive parte de nuestras población. Muy poderos razones concurren para
establecer su conveniencia, dice Tobías, la distorsión que podría provocar un
sistema de comercialización con su secuela de abusos y manipulaciones, la
captación de dadores con necesidades, el tráfico lucrativo organizado de órganos, el
aprovechamiento de la situación de angustia del receptor.

2) Ablación e implante de seres humanos a seres humanos.

a) Inexistencia de perjuicio grave y perspectivas de éxito en vida o salud: La ley


en su artículo 14 exige que el trasplante genere perspectiva de éxito para conservar
la vida y mejorar la salud del receptor. Aquí un individuo seguirá el resto de su vida
con un órgano menos. Analizando la hipótesis con la lógica de la razonabilidad, no
se debe poner en peligro la salud y la calidad de vida de un sujeto si de antemano el
galeno ya sabe que no mejorará la salud del receptor.
b) Legitimados para donar: La ley en su artículo 15 establece que sólo estará
permitida la ablación de órganos en vida con fines de trasplantes sobre una persona
capaz mayor de dieciocho (18) años, quien podrá autorizarla únicamente en caso de
que el receptor sea su pariente consanguíneo o por adopción hasta el cuarto grado,
o su cónyuge o una persona que, sin ser su cónyuge conviva con el donante en
relación de tipo conyugal no menos antigua de tres años (3), en forma inmediata,
continua e ininterrumpida. Este lapso se reducirá a dos (2) años si de dicha relación
hubieren nacido hijos. Dispensándose las limitaciones de parentesco para el caso de
implante de médula ósea. Los motivos de las limitaciones son de distinto índole,
hasta hace un tiempo tenían justificación desde el punto de vista de la
histocompatibilidad, pero hoy existe drogas inmunodepresoras que minimizan el
riesgo de rechazo. Quedan mayormente estas restricciones con la finalidad de evitar
el comercio de órganos. La ley se ocupa en diversas normas de preservar la
gratuidad. Por esto el poder judicial, cuando alguien solicita se permita la ablación
de algún órgano para posterior implante, entre personas que no tiene vínculo
familiar, investiga los motivos y cuando no quedan dudas que el fin es puramente
altruista se autoriza la práctica. Más allá que la justicia exencione en dichos casos,
estamos de acuerdo con lo preceptuado en la norma. Sería muy difícil evitar la
contraprestación y preservar la gratuidad si no se existiera la restricción.

3) Ablación e implante de cadáveres humanos a seres humanos

a) Muerte natural y donación en vida con manifestación expresa: Artículo 19;


“Todas persona podrá en forma expresa: 1. Manifestar su voluntad negativa o
afirmativa a la ablación de los órganos o tejidos de su propio cuerpo. 2.Restringir de
un modo específico su voluntad afirmativa de ablación a determinados órganos y
tejidos. 3. Condicionar la finalidad de la voluntad afirmativa de ablación a alguno o
algunos de los fines previstos en esta ley - implante en seres humanos vivos o con
fines de estudio o investigación”. Cuando el artículo habla de toda persona se está
refiriendo a los mayores de 18 años, ya que es necesaria esa edad para manifestar
válidamente la voluntad en relación al tema. Es interesante la eliminación por parte
de la ley 26.066 de la facultad de los parientes a oponerse a la ablación cuando el
causante ha expresado una voluntad afirmativa, algo que sí estaba permitido en el
régimen anterior. En el artículo 19 ter, trata el tema de fallecimiento de menores de
18 años, allí serán sus padres o sus representantes legal, quienes podrán autorizar
la ablación de sus órganos o tejidos especificando los alcances de la misma.
b) Muerte natural, sin manifestación expresa: Aquí yacen problemas de distinta
índole, sobre todo en relación a la vigencia o no de la voluntad presumida por la ley,
tratada en el artículo 19 bis, incorporado por la ley 26.066. “La ablación podrá
efectuarse respecto de toda persona capaz mayor de dieciocho (18) años que no
haya dejado constancia expresa de su oposición a que después de su muerte se
realice la extracción de sus órganos o tejidos, la que será respetada cualquiera sea
la forma en la que se hubiere manifestado. Este artículo estará en vigencia
transcurridos NOVENTA (90) días de ejecución de lo establecido en el artículo
13 de esta ley, que modifica el artículo 62 de la ley 24.193”.

Derecho a la salud
Debemos hablar de un concepto multifacético. El preámbulo de la Constitución de la
Organización Mundial de la Salud, que fue adoptada por la Conferencia Sanitaria
Internacional, celebrada en Nueva York del 19 de junio al 22 de julio de 1946, y entró en
vigor el 7 de abril de 1948, define a la Salud como “el estado de bienestar físico, mental y
social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
Este concepto, que evolucionó en el tiempo, ya que antes se consideraba que la salud era
la ausencia de las enfermedades, implica hablar de por lo menos tres ámbitos que hacen a
que un sujeto goce del derecho a la salud, estos es, el bienestar físico, el mental, y el social.
El derecho argentino, no conceptualiza puntualmente lo que implica o abarca el derecho a la
salud, pero en los últimos años se ha legislado en pro de la protección del sujeto al que se
le debe garantizar los derechos de todo paciente, y específicamente aquellos que padecen
una afección subjetiva, nos referimos a la ley de derechos del paciente y a la ley de la salud
mental.

Ley de derechos del paciente N° 26.529

Del derecho a la salud, derivan múltiples implicancias, algunas de las cuales se encuentran
reguladas por la ley N° 26.529 sobre derechos del paciente en su relación con los
Profesionales e Instituciones de Salud, que fuera sancionada por el Honorable Congreso de
la Nación en fecha 29 de octubre de 2009.
Se establecen los derechos con los que cuenta un grupo de sujetos vulnerables como son
los pacientes, aquellos que padecen una dolencia física y/o psíquica, y que requieren de la
atención por parte de los profesionales e instituciones de salud.
La ley especial se propone la protección de este grupo vulnerable, fijando las pautas en que
se dará el tratamiento médico, sea este ambulatorio o bajo la modalidad de internación.
La norma legal se estructura en cuatro partes:
❖ Derechos del paciente en su relación con los profesionales e instituciones de salud.
❖ De la información sanitaria.
❖ Del consentimiento informado.
❖ De la historia clínica.

Derechos del paciente en su relación con los profesionales e instituciones de salud:


El art 2º de la ley establece los derechos de los que son titulares los pacientes en relación
con los profesionales de la salud, los agentes del seguro de salud y cualquier efector de
salud de que se trate, esto es público o privado. La norma legal, establece entre los
derechos del paciente:
● Asistencia: “El paciente, prioritariamente los niños, niñas y adolescentes, tiene
derecho a ser asistido por los profesionales de la salud, sin menoscabo y distinción
alguna, producto de sus ideas, creencias religiosas, políticas, condición
socioeconómica, raza, sexo, orientación sexual o cualquier otra condición. El
profesional actuante sólo podrá eximirse del deber de asistencia, cuando se hubiere
hecho cargo efectivamente del paciente otro profesional competente.”
El derecho de asistencia consiste en que toda persona en calidad de paciente debe
obligatoriamente ser asistida. Esta asistencia es obligatoria, se le debe brindar a cualquier
persona sin distinción alguna en cuanto a las diversas circunstancias enunciadas en la
norma legal.
Asimismo, el art establece el orden de prioridades en la asistencia, dándoles la misma a las
niñas, niños y adolescentes, enmarcándose así en la Convención de los Derechos del Niño.
Por último, la norma establece que sólo podrá eximirse del deber de asistencias cuando
derive el paciente a otro profesional, y éste, se hubiere hecho cargo efectivamente, es decir,
que comenzó a asistir al paciente haciéndose cargo del tratamiento.
Debemos hacer una distinción en cuanto a si se trata de establecimientos asistenciales
públicos o privados.
En el caso de los efectores públicos, consideramos que los profesionales son funcionarios
públicos o se asemejan a éstos, con lo cual no pueden negarse a atender a ninguna
persona que requiera sus servicios, salvo objeción de conciencia.
Por otro lado, en el caso de los profesionales que asisten en sanatorios o clínicas privadas,
tiene lo que se denomina derecho de admisión, estos pueden optar por asistirlo o no, tal el
caso cuando no tiene obra social o una cobertura de salud, o bien teniendo ésta, no puede
solventar los mayores costos que no son cubiertos por el plan.
El hecho de poder ejercer el derecho de admisión , cede y no se aplica, ante la situación de
que el paciente esté en una situación de urgencia o emergencia, situación ante la cual el
efector privado o el profesional deberán garantizar y brindar la asistencia de emergencia,
para luego, cuando esté estabilizado y/o compensado y no haya riesgos, derivarlos al
efector público que corresponda.
● Trato digno y respetuoso: “el paciente tiene el derecho a que los agentes del
sistema de salud intervinientes, le otorguen un trato digno, con respeto a sus
convicciones personales y morales, principalmente las relacionadas con sus
condiciones socioculturales, de género, de pudor y a su intimidad, cualquiera sea el
padecimiento que presente, y se haga extensivo a los familiares o acompañantes.”
Al regular este derecho del que son titulares y gozan los pacientes, la norma amplía quienes
son los obligados a brindar el trato digno y respetuoso, ya que hablan de los agentes del
sistema de salud interviniente, abarcando a todos los profesionales de la medicina, servicio
de limpieza, técnicos, y entendemos que abarca también al personal administrativo y de
mantenimiento de un efector de salud, sea este, público o privado.
Asimismo la norma también amplía en cuanto a quienes son los titulares del derecho, ya
que también gozan del mismo los familiares o acompañantes del paciente.
● Intimidad: “Toda actividad médico asistencial tendiente a obtener, clasificar, utilizar,
administrar, custodiar y transmitir información y documentación clínica del paciente
debe observar el estricto respeto por la dignidad humana y la autonomía de la
voluntad, así como el debido resguardo de la intimidad del mismo y la
confidencialidad de sus datos sensibles, sin perjuicio de las previsiones contenidas
en la Ley Nº 25.326.”
En cuanto a los médicos rige el secreto profesional, pero la norma viene a extender el deber
de respeto de la intimidad como de la confidencialidad de sus datos a todos los operadores
de la salud, es decir, en general a todos los trabajadores del sistema de salud, entendiendo
que también abarca a enfermeros, operadores de salud, servicio de limpieza, técnicos,
personal administrativo y de mantenimiento de un efector de salud, sea este, público o
privado.
● Confidencialidad: “El paciente tiene derecho a que toda persona que participe en la
elaboración o manipulación de la documentación clínica, o bien tenga acceso al
contenido de la misma, guarde la debida reserva, salvo expresa disposición en
contrario emanada de autoridad judicial competente o autorización del propio
paciente.”
● Autonomía de la Voluntad: “El paciente tiene derecho a aceptar o rechazar
determinadas terapias o procedimientos médicos o biológicos, con o sin expresión
de causa, como así también a revocar posteriormente su manifestación de la
voluntad. Los niños, niñas y adolescentes tienen derecho a intervenir en los términos
de la Ley Nº 26.061 a los fines de la toma de decisión sobre terapias o
procedimientos médicos o biológicos que involucren su vida o salud.
En el marco de esta potestad, el paciente que presente una enfermedad irreversible,
incurable o se encuentre en estadio terminal, o haya sufrido lesiones que lo
coloquen en igual situación, informado en forma fehaciente, tiene el derecho a
manifestar su voluntad en cuanto al rechazo de procedimientos quirúrgicos, de
reanimación artificial o al retiro de medidas de soporte vital cuando sean
extraordinarias o desproporcionadas en relación con la perspectiva de mejoría, o
produzcan un sufrimiento desmesurado. También podrá rechazar procedimientos de
hidratación o alimentación cuando los mismos produzcan como único efecto la
prolongación en el tiempo de ese estadio terminal irreversible o incurable. En todos
los casos la negativa o el rechazo de los procedimientos mencionados no
significarán la interrupción de aquellas medidas y acciones para el adecuado control
y alivio del sufrimiento del paciente.”
Se pasó de un modelo paternalista, donde las decisiones medicales recaían en el equipo
sanitario, el cual en “representación” y en “beneficio” del paciente, reemplazaban su
voluntad.
Según Tobías, el llamado paternalismo o imperialismo médico se asentaban en la idea que
es el experto (el profesional) quien está en mejores condiciones por sus conocimientos para
evaluar la mejor decisión para el profano (el paciente) y ello justificaría una limitación a la
autonomía de la persona en virtud de los motivos de beneficencia que inspiraban la decisión
de la otra.
Hoy en día se sostiene la idea de cambio de paradigma del modelo de medicina, el paciente
debe ser informado adecuadamente a los fines de que, con dicha información tome la
decisión. Por eso se habla de un modelo de autonomía.
Con este nuevo modelo se garantiza el ejercicio de la autonomía personal, que determina la
posibilidad de elegir el propio proyecto de vida, de manera autorreferencial, que constituye
para todos los ciudadanos un derecho y no una actividad benéfica.
● Información sanitaria: “El paciente tiene derecho a recibir la información sanitaria
necesaria, vinculada a su salud. El derecho a la información sanitaria incluye el de
no recibir la mencionada información; Es de derecho recibir una adecuada
información sobre su estado de salud, los estudios y tratamientos que fueren
menester realizarse y la previsible evolución, riesgos, complicaciones o secuelas de
los mismos.”
La recepción de esta información de manera adecuada, precisa, y que permita ser
entendida y comprendida por el paciente, es el presupuesto necesario para que el mismo
tome las decisiones sobre su estado de salud, sobre su propio cuerpo y respecto de su
tratamiento entre otros.
El paciente puede negarse a recibir la información, ejerciendo su derecho, en este caso,
optando por no ser informado.
● Interconsulta Médica: “El paciente tiene derecho a recibir la información sanitaria
por escrito, a fin de obtener una segunda opinión sobre el diagnóstico, pronóstico o
tratamiento relacionados con su estado de salud.”

Información Sanitaria
La ley define en su artículo 3 en la información sanitaria como aquella, de que manera clara,
suficiente y adecuada a la capacidad de comprensión del paciente, informe sobre su estado
de salud, los estudios y tratamientos que fueren menester realizarse y la previsible
evolución, riesgos, complicaciones secuelas de los mismos.
Asimismo el decreto reglamentario incluye que debe brindarse información sobre las
alternativas terapéuticas y sus riesgos, medidas de prevención, sus beneficios o sus
riesgos.
Se establece a quien o quienes se puede brindar esta información, sujetando dicha
posibilidad a que el paciente autorice a ello el profesional que lo asiste (artículo 4).
Por último prevé el supuesto de incapacidad o imposibilidad del paciente en comprender la
información en causa de su estado psíquico o físico, para lo cual autoriza al profesional a
que la misma sea brindada a su representante legal, o ser su cónyuge, conviva o esté a
cargo de la asistencia o cuidado del mismo y los familiares hasta el cuarto grado de
consanguinidad.
Se trata de una alternativa condicionada, escalonada y jerarquizada en considereación al
vínculo jurídico o fáctico afectivo.
Se regula de esta manera el contenido del derecho a la información que establece el inciso
f) del artículo 2; se brinda adecuadamente la información sanitaria, y se cumple con la
norma en análisis, cuando se logra que el paciente o sus familiares comprendan
acabadamente la misma.

Consentimiento Informado
El consentimiento informado funciona como uno de los elementos mas relevantes en el
resguardo de la dignidad personal, cuando esa dignidad se enfrenta a uno de los supuestos
donde su afectación en más sensible: la enfermedad.

Definición
El artículo 5 de la ley 29.529 establece: “entiéndese por consentimiento informado la
declaración de voluntad suficiente efectuada por el paciente o por sus representantes
legales, en su caso emitida luego de recibir, por parte del profesional interviniente,
información clara y precisa y adecuada…”
Tobías sostiene que con la expresión “consentimiento informado”, “se apunta a una nueva
perspectiva de observación teórica del problema de la manifestación de voluntad del
paciente. La que tiende a concebirla no exclusivamente como un acto, sino como un
proceso que resalta la previa importancia de la interacción con el profesional, y que permite
valorar las condiciones del itinerario que concluye con el asentamiento: el modo del
esfuerzo colaborativo del profesional, el contenido y tiempo dedicado a la información, a la
claridad con la que se ha dado, etc”.
Este autor habla del asentamiento y no de consentimiento (voluntad convergente de
paciente y profesional), atento a que sostiene, existe una manifestación unilateral de
voluntad del primero que, como acto, es el final de un proceso, al que se califica
normalmente -con cierta equivocidad- consentimiento informado.
También Ghersi, sostiene que se trata de un asentamiento y no de consentimiento, atento a
que no hay dos actos voluntarios, ya que el paciente esta imposibilitado porque su dolencia
o patología le impide generar dicho acto voluntario, de allí que se trata, según del autor, de
un asentamiento, donde no hay existencia del conceder y consenso (debate y decisión
compartida) desde que el profesional y el lego se encuentran en disímil situación y además
el paciente como tal minorando en su aptitud de lógica de razonamiento, de tal forma que
informado sobre los riesgos, asiente con una de ellas pero se reserva el derecho de
revisarla y también su aplicación.
Tenemos otra postura, que sostiene Nicolau “que consentir es un acto bilateral. Es el
encuentro de voluntades provenientes de sujetos con distinta legitimación, que parten de
centros de interés distintos y alcanzan una perfecta congruencia persiguiendo un objeto y fin
común”.
Y también, agrega que el acto personalísimo en bilateral porque hay dos manifestaciones
de voluntad, la del paciente que consiente se invada su zona de reserva, su derecho
personalísimo sobre su propio cuerpo cuando está legitimado para ello y la del equipo
médico que acepta intervenir sobre el cuerpo del paciente y también está legitimado.
El CC y C en la ley 26.529 brinda una definición de lo que es el consentimiento informado
para la disposición de los derechos personalísimos en general y actos médicos e
investigaciones en salud , encuadrandolo en una declaración de voluntad.

Excepciones al consentimiento informado


Conforme lo ut-supra manifestado, uno de los caracteres del consentimiento informado es
su obligatoriedad. Es decir, que los profesionales e instituciones de salud deben cumplir
siempre -en todos los supuestos de intervención médica- con el procedimiento que
comienza con brindar la información al paciente, su compresión, eliminación de dudas, etc.
hasta el mismo otorga el consentimiento - en principio por escrito conforme lo analizado,
para efectuar el acto médico.
Sin embargo, hay situaciones en donde el equipo y las instituciones de salud se encuentran
eximidos de dicha obligación legal.
El artículo 9 de la ley especial y de su decreto, reglamentario -que viene a complementarla-
como el artículo 59 del CC y C, establecen los casos excepcionales en que no se exige
cumplir con el consentimiento informado:

● Cuando mediare grave peligro para la salud pública.


● Cuando mediare una situación de emergencia, con grave peligro para la salud o vida
del paciente, y no pudiera dar el consentimiento por sí o a través de las personas
autorizadas.

Las excepciones deben ser interpretadas que el consentimiento será verbal con las
siguientes excepciones, en lo que será por escrito y debidamente suscrito:
a) Internación.
b) Intervención quirúrgica.
c) Procedimientos diagnósticos y terapéuticos invasivos.
d) Procedimientos que implican riesgos según lo determine la reglamentación de la ley.
e) Revocación.
f) En los supuestos de directivas anticipadas se dejará constancia de la información
por escrito en un acta que deberá ser firmada por todas las partes.

Caracteres

El consentimiento informado que brinda el paciente a los profesionales de la salud, a los


fines de autorizarlos a realizar determinadas prácticas tiene los siguientes caracteres:

➔ Personalísimos: Lo debe otorgar el paciente, y en caso de ser menor de edad o


encontrarse incapacitado por cualquier causa sus representantes legales, y a falta
de éstos, otros familiares más cercanos que se encuentren con el.
➔ Obligatorio: El consentimiento informado es obligatorio en todos los casos, salvo
las excepciones legales contempladas.
➔ Completo: Se debe brindar una información sanitaria completa y adecuada a las
posibilidades de entendimiento del pacientes o sus familiares, en su caso.
➔ Escrito: Se debe instrumentar por escrito, salvo excepciones donde se materializa
en forma verbal.
➔ Revocable: El paciente puede variar su decisión en todo momento, siendo el
consentimiento otorgado eminentemente revocable hasta el último instante antes de
que se realice la práctica médica.

Obligatoriedad

El artículo 6 de la ley establece la obligatoriedad para el equipo de salud y las instituciones


de salud de recabar del paciente o sus representantes legales o familiares-según el caso- el
consentimiento informado.
Así el texto legal establece, “Toda actuación profesional en el ámbito médico, sanitario, sea
público o privado, requiere, con carácter general y dentro de los límites que se fije por vía
reglamentaria, el previo consentimiento informado del paciente”.
En el supuesto de incapacidad del paciente, o imposibilidad de brindar el consentimiento
informado a causa de su estado físico o psíquico, el mismo podrá ser dado por las personas
mencionadas en el artículo 21 de la ley 24.193, con los requisitos y con el orden de
prelación allí establecido.
Sin perjuicio de la aplicación del párrafo anterior, deberá garantizarse que el paciente en la
medida de sus posibilidades, participe en la toma de decisiones a lo largo del proceso
sanitario”.

Excepciones al consentimiento informado: Hay situaciones en donde el equipo y las


instituciones de salud se encuentran eximidos de dicha obligación legal. El art 9 de la ley
especial y su decreto reglamentario como el art 59 del CCyC, establecen los casos
excepcionales en que no se exige cumplir con el consentimiento informado:
● cuando mediare grave peligro para la salud pública
● cuando mediare una situación de emergencia, con grave peligro para la salud o vida
del paciente, y no pudiera dar el consentimiento por sí o a través de las personas
autorizadas.
las excepciones deben ser interpretadas con carácter restrictivo y asentadas en la historia
clínica del paciente, con el detalle de los motivos por los cuales el mismo no puede
recabarse y las prácticas y medidas adoptadas sin que opere el mismo.

Instrumentación: El art 7 de la ley establece que el consentimiento será verbal con las
siguientes excepciones, en los que será por escrito y debidamente suscrito: a)internación; b)
intervención jurídica; c) procedimientos diagnósticos y terapéuticos invasivos; d)
procedimientos que implican riesgos según lo determine la reglamentación de la ley; e)
revocación; f) en los supuestos de directivas anticipadas se dejará constancia de la
información por escrito en un acta que deberá ser firmada por todas las partes.

Revocabilidad: El consentimiento brindado por el paciente, como negocio jurídico


personalísimo, es eminentemente revocable, es decir, el paciente puede dejarlo sin efecto
en cualquier momento, hasta en el último instante en que se va a hacer la práctica médica.
El art 10, 1º párrafo de la ley 26.529 establece esta facultad que tiene el paciente al
establecer que “La decisión del paciente, en cuanto a consentir o rechazar los tratamientos
indicados, puede ser revocada. El profesional actuante debe acatar tal decisión, y dejar
expresa constancia de ello en la historia clínica, adoptando para el caso todas las
formalidades que resulten menester a los fines de acreditar fehacientemente tal
manifestación de voluntad y que la misma fue adoptada en conocimiento de los riesgos
previsibles que la decisión implica.”
La revocación que efectúa el paciente en los términos de la ley, no le acarrea
responsabilidad por su incumplimiento, y por lo tanto, el profesional médico o la institución
de salud no podrán reclamarle daños y perjuicios. Si nace en cabeza del paciente la
revocación del consentimiento otorgado para una prestación o intervención médica la
obligación de abonar los gastos que se hayan realizado como consecuencia directa del
consentimiento anteriormente manifestado.

Derecho a una muerte digna: La ley 26.742 sancionada en el año 2012 por el Honorable
Congreso de la Nación, es conocida como la “ley de muerte digna”.
El pleno ejercicio de la autonomía de la voluntad del paciente, materializando el derecho a
la autodeterminación de la persona, implica reconocer el mismo derecho a que cuando se
encuentre en determinada situación clínica, y por su estado de salud, acepte o rechace
determinadas terapias o procedimientos médicos o biológicos, con o sin expresión de
causa. Toda persona que presente una enfermedad irreversible, incurable o se encuentre
en un estadio terminal, o haya sufrido lesiones que lo coloquen en igual situación, informado
en forma fehaciente, tiene el derecho a manifestar su voluntad en cuanto el rechazo de
procedimientos quirúrgicos, de reanimación artificial o al retiro de medidas de soporte vital,
también podrá rechazar procedimientos de hidratación y alimentación cuando los mismos
produzcan como único efecto la prolongación en el tiempo de ese estadio terminal
irreversible o incurable

Eutanasia: Es la acción u omisión que, para evitar el sufrimiento a los pacientes enfermos o
terminales, acelera su muerte con su consentimiento o sin él. Eutanasia es la muerte sin
sufrimiento físico. Tiene por finalidad evitar sufrimientos insoportables o prolongación
artificial de la vida a un enfermo. Implica darle la muerte a otro, y ello está penado en el
derecho argentino por el Código Penal, se estaría cometiendo el delito de homicidio.
Clasificación: Esta puede ser voluntaria o involuntaria, según si el paciente manifiesta o no
su voluntad.
● Eutanasia voluntaria activa: cuando el paciente solicita el suministro de drogas o
medicamentos que le causen la muerte. No está autorizado en Argentina.
● Eutanasia voluntaria pasiva: es cuando el paciente rechaza tratamientos para no
prolongar su vida con sufrimiento, haciendo uso de tratamientos paliativos del dolor.
● Eutanasia involuntaria activa: cuando terceras personas le suministran droga o
medicamentos al paciente (quien no prestó consentimiento) para causarle la muerte
y que no siga sufriendo. Se estaría cometiendo el delito de homicidio.
● Eutanasi involuntaria pasiva: implica que terceras personas deciden suspender
tratamientos que prolongan la vida al paciente para evitar que siga sufriendo.
(ejemplo: quitarle el respirador artificial) No está autorizado en Argentina.

Distanasia: No tiene en cuenta el sufrimiento del moribundo y se define como el empleo de


todos los medios posibles, sean proporcionados o no, para retrasar el advenimiento de la
muerte, a pesar de que no haya esperanza alguna de curación.

Ortotanasia: Designa la actuación correcta ante la muerte por parte de quienes atienden al
que sufre una enfermedad incurable o en fase terminal. Se afirma que es el derecho del
paciente a morir dignamente, sin el empleo de medios desproporcionados y extraordinarios
para el mantenimiento de la vida.

Actos peligrosos para la vida o la integridad física: El CCyC regula respecto a las
obligaciones asumidas por una persona, y cuyo cumplimiento implique peligro para la vida o
la integridad física de ésta, el art 54 establece: “No es exigible el cumplimiento del contrato
que tiene por objeto la realización de actos peligrosos para la vida o la integridad de una
persona, excepto que correspondan a su actividad habitual y que se adopten las medidas
de prevención y seguridad adecuadas a las circunstancias.”
El derecho no puede consentir que a una persona se le exija el cumplimiento de
obligaciones que implican riesgo para su vida o integridad, cuando no se encuentra
capacitada para realizarla o dichos actos no corresponden a su actividad habitual.
Esta prohibición, tiene una excepción que trae el art 54, y es cuando la persona se dedica a
realizar estas actividades habitualmente o refieren a su profesión, y siempre que se adopten
las medidas de prevención y seguridad adecuadas a las circunstancias. De darse los
requisitos legales, podrá ser exigido el cumplimiento de o los actos peligrosos a que la
persona se obligó.

Prácticas prohibidas: El art 57 del CCyC establece que: “ Está prohibida toda práctica
destinada a producir una alteración genética del embrión que se transmita a su
descendencia.” Siguiendo a Saux la norma establece una pauta de base, que consiste en la
prohibición de encomendar, contratar, planificar o realizar manipulaciones que tengan como
objeto esa mutación de los elementos gestantes de la persona humana, podríamos
computar desde la clonación hasta la modificación artificial de los elementos constitutivos
del ser en etapa de gestación.

Investigaciones en seres humanos: El CCyC viene a regular en su art 58 las


investigaciones en seres humanos, fijando una serie de pautas y requisitos para que las
mismas sean autorizadas.
Se incorpora una norma de importancia para la investigación médica, la norma viene a
regular las investigaciones médicas en seres humanos, es decir, prácticas médicas sobre
personas que no se corresponden con medicamentos, tratamientos, terapias, y cualquier
tipo de mecánica preventiva o curativa que no cuente con la consolidación de la comunidad
científica en orden a su eficacia en relación con el fin que busca.
La Corte Suprema ya se ha expeditado en relación a estas situaciones, y ha amparado
legalmente la decisión de la persona de participar en una investigación médica, cuando ésta
se haya autorizada por la autoridad pública competente y está respaldada ética y
científicamente de forma que justifique el balance de riesgos y beneficios.
La doctrina de la Corte trata las condiciones que deben reunir estas terapias experimentales
para su utilización en seres humanos y en relación ha dicho: “En efecto, ....el consenso
internacional determina que los estudios clínicos aplicados en seres humanos deben
ajustarse a los más rigurosos cánones técnicos y éticos. Dicha exigencia deviene de la
naturaleza primordial de los derechos humanos que se juegan en esas experiencias, sobre
todo si se tiene en cuenta la vulnerabilidad que en muchos casos sufren los individuos que
se ven precisados a participar en ellas, producto de sus padecimientos físicos”.

Derechos a la disposición del cadáver: En el art 61 se establece que “ La persona


plenamente capaz puede disponer, por cualquier forma, el modo y circunstancias de sus
exequias e inhumación, así como la dación de todo o parte del cadáver con fines
terapéuticos, científicos, pedagógicos o de índole similar. Si la voluntad del fallecido no ha
sido expresada, o ésta no es presumida, la decisión corresponde al cónyuge, al conviviente
y en su defecto a los parientes según el orden sucesorio, quienes no pueden dar al cadáver
un destino diferente al que habría dado el difunto de haber podido expresar su voluntad.”
Es la propia persona quien podrá dejar expresamente establecido respecto de cuál quiere
que sea el destino de su cadáver: que sea inhumado, la dación de sus órganos con fines
terapéuticos, que se entregue para investigaciones científicas, con fines pedagógicos o
cualquier otro similar.
Pero no sólo eso, ya que hablar del modo y circunstancias de sus exequias, implica por
caso, como queremos que sea nuestro funeral; o que haya funeral; dejar establecido a la
perfección por ejemplo, los momentos, etapas, actos o celebraciones que deberán hacerse,
entre otras tantas alternativas.
Para el supuesto que la voluntad del fallecido no haya sido expresada o sea presumida, la
decisión estará en cabeza del cónyuge, conviviente o parientes según el orden sucesorio.

Derecho a la libertad: El hombre por su naturaleza es libre de hacer y llevar adelante todas
las acciones y/u omisiones que le correspondan por esa circunstancia, siempre y cuando no
perjudique o dañe a terceros.
En nuestro ordenamiento jurídico, la Constitución Nacional ampara el derecho a la libertad
en el art 19: “Las acciones privadas de los hombres que de ningún modo ofendan al orden y
a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo reservadas a Dios, y exentas de la
autoridad de los magistrados. Ningún habitante de la Nación será obligado a hacer lo que
no manda la ley, ni privado de lo que ella no prohíbe.”
El art contiene dos principios básicos de la democracia liberal, el de privacidad, que incluye
al derecho a la intimidad y el de legalidad.
La trascendencia de la primera parte del art 19, atento al diseño de un sistema de respeto a
la autonomía y a la libertad personal, implica establecer una frontera democrática ante las
atribuciones estatales para limitar los derechos.

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