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La filosofía occidental colocó sus cimientos sobre tres grandes

figuras de la Grecia clásica: Sócrates, Platón y Aristóteles. Tres


intelectuales que mantuvieron una estrecha relación académica
a lo largo de las décadas. Siendo este último el encargado de
culminar los esfuerzos de sus maestros y ejercer así una potente
influencia que todavía permanece activa.

Biografía resumida de Aristóteles


Aristóteles nació en el 384 a.C. en Estagira, una pequeña
localidad macedonia situada cerca del monte Athos. Desde
muy pequeño, fue instruido por su padre en los secretos
de la medicina, avivando años después su pasión por la
investigación experimental. Una disciplina en la que
Aristóteles se mantiene a la cabeza, pues es considerado por
muchos como el primer investigador científico de la historia.
Con apenas 17 años, el ahora célebre polímata se trasladó hasta
Atenas para ingresar en la Academia de Platón, cuyo
pensamiento rechazó por completo. Aristóteles se vio
obligado a perfilar términos de gran significado en su
filosofía como “sustancia”, “forma” o “materia”. En
contraposición al mundo de las Ideas impuesto por su
maestro. Décadas después, tras el fallecimiento de Platón y la
adquisición de experiencia en ámbitos como la escritura o la
enseñanza, diversas leyendas sitúan a Aristóteles como tutor de
un jovencísimo Alejandro Magno. Una relación que no ha podido
ser corroborada todavía a día de hoy.
A partir de ese momento, el fundador del famoso Liceo de
Atenas comenzó a desarrollar su propio pensamiento filosófico,
a través de la revisión de obras ya publicadas. Dando como
resultado el fundamento de todas las ciencias. Entre ellas, la
física, las matemáticas o la teología. Una doctrina de gran
profundidad que requirió miles de años para su completa
interpretación. Tras una prolífica carrera, Aristóteles
falleció en el exilio en la isla de Chalcis, en el año 322
a.C. a la edad de 62 años.

La filosofía de Aristóteles

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