Reflexiones en torno al origen.

De alguna manera, todos buscamos retornar al origen.

¿Al origen de qué?: ¿De nuestra vida consciente? ¿A nuestro origen genético? ¿A nuestra
infancia? ¿A nuestros sueños?

Creo que el origen que buscamos está en el pasado y está en el futuro, pero sobre todo,
está en el presente. Creo que es la intersección de todos los caminos que hemos recorrido,
que recorremos actualmente y que recorreremos en el futuro.

Emprender la búsqueda de nuestro origen no sólo implica desplazarse en el espacio para

visitar los lugares de nuestra infancia; Implica también un desplazamiento temporal sobre la
carretera que va del pasado al futuro, e implica dar un salto en el momento presente para
iniciar un trayecto en sentido vertical.

Nunca he sentido una necesidad muy fuerte de viajar en el tiempo ni en el espacio, pero
siempre me he sentido atraído por la dimensión vertical de la existencia. El origen al que
necesito retornar no se encuentra en los vastos territorios en donde crecieron mis padres, ni
en los lugares en que pasé mis primeros años. Está en el estrecho espacio del presente. En
ese presente escurridizo y juguetón que se escapa de mis manos cuando pretendo
retenerlo.