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Legislacion de calzado y overol

Decreto 1072/2015

CAPÍTULO 4

Calzado y Overoles para trabajadores

Artículo 2.2.1.4.1. Calzado y vestido de labor.  Para efectos de la obligación consagrada en el

artículo  230 del Código Sustantivo del Trabajo, se considera como calzado y vestido de labor el
que se requiere para desempeñar una función o actividad determinada.

El overol o vestido de trabajo de que trata el artículo  230 del Código Sustantivo de Trabajo
debe ser apropiado para la clase de labores que desempeñen los trabajadores y de acuerdo con el
medio ambiente donde ejercen sus funciones.

(Decreto 982 de 1984, art. 1)

Artículo 2.2.1.4.2. Favorabilidad respecto a la dotación de calzado y vestido.  Cuando la


convención o pacto colectivo u arbitral, contrato sindical, contratado individual o prestación igual
o similar a la señalada en el artículo 10 de la Ley 11 de 1984, se aplicara integralmente la más

favorable al trabajador, de acuerdo a lo señalado en el artículo  21 del Código Sustantivo del


Trabajo.

(Decreto 982 de 1984, art. 2)

Artículo 2.2.1.4.3. Prohibición de exigencia simultánea.  De ninguna manera podrán exigirse


independientemente las obligaciones contenidas en el artículo anterior y las contempladas en el
artículo 7o. de la Ley 11 de 1984.

(Decreto 982 de 1984, art. 3)

Artículo 2.2.1.4.4. Eximente para proporcionar elementos por no uso de los mismos.  Si el


trabajador no hace uso de los expresados elementos de labor, por cualquier causa, el patrono
queda eximido de proporcionarle los correspondientes al periodo siguiente, contado a partir de la
fecha en que se le haya hecho al trabajador el último suministro de esos elementos.

El empleador dará aviso por escrito sobre tal hecho al Inspector de Trabajo y Seguridad Social del
lugar y de su defecto a la primera autoridad política, para los efectos que hubiere lugar; con
relación a los referidos suministros.

(Decreto 982 de 1984, art. 4)


Código Sustantivo del Trabajo
Artículo 34. Contratistas independientes

1o) Son contratistas independientes y, por tanto, verdaderos {empleadores}


y no representantes ni intermediarios, las personas naturales o jurídicas que
contraten la ejecución de una o varias obras o la prestación de servicios en
beneficios de terceros, por un precio determinado, asumiendo todos los
riesgos, para realizarlos con sus propios medios y con libertad y autonomía
técnica y directiva. Pero el beneficiario del trabajo o dueño de la obra, a
menos que se trate de labores extrañas a las actividades normales de su
empresa o negocio, será solidariamente responsable con el contratista por
el valor de los salarios y de las prestaciones e indemnizaciones a que
tengan derecho los trabajadores, solidaridad que no obsta para que el
beneficiario estipule con el contratista las garantías del caso o para que
repita contra él lo pagado a esos trabajadores.

2o) El beneficiario del trabajo o dueño de la obra, también será


solidariamente responsable, en las condiciones fijadas en el inciso anterior,
de las obligaciones de los subcontratistas frente a sus trabajadores, aún en
el caso de que los contratistas no estén autorizados para contratar los
servicios de subcontratistas.

Lea más: https://leyes.co/codigo_sustantivo_del_trabajo/34.htm

Artículo 2.2.4.2.2.16. Obligaciones del contratista. El contratista debe cumplir con las


normas del Sistema General de Riesgos Laborales, en especial, las siguientes:
1. Procurar el cuidado integral de su salud.
2. Contar con los elementos de protección personal necesarios para ejecutar la actividad
contratada, para lo cual asumirá su costo.
3. Informar a los contratantes la ocurrencia de incidentes, accidentes de trabajo y
enfermedades laborales.
4. Participar en las actividades de Prevención y Promoción organizadas por los contratantes,
los Comités Paritarios de Seguridad y Salud en el Trabajo o Vigías Ocupacionales o la
Administradora de Riesgos Laborales.
5. Cumplir las normas, reglamentos e instrucciones del Sistema de Gestión de la Seguridad y
Salud en el Trabajo SG-SST.
6. Informar oportunamente a los contratantes toda novedad derivada del contrato.
(Decreto 723 de 2013, art. 16)
Artículo 2.2.4.2.2.17. Obligaciones de la Administradora de Riesgos Laborales. Las
obligaciones de las Administradoras de Riesgos Laborales para con sus trabajadores
independientes afiliados serán las siguientes:
1. Afiliar y registrar en la Administradora de Riesgos Laborales al trabajador independiente.
2. Recaudar las cotizaciones, efectuar el cobro y distribuir las mismas conforme al
artículo 11 de la Ley 1562 de 2012 y lo establecido en la presente sección.
3. Garantizar a los trabajadores independientes, la prestación de los servicios de salud y el
reconocimiento y pago oportuno de las prestaciones económicas en el Sistema General de
Riesgos Laborales.
4. Realizar actividades de prevención y control de riesgos laborales para el trabajador
independiente.
5. Promover y divulgar al trabajador independiente programas de medicina laboral, higiene
industrial, salud y seguridad en el Trabajo y seguridad industrial.
6. Fomentar estilos de trabajo y vida saludables para el trabajador independiente.
7. Investigar los accidentes de trabajo y enfermedades laborales que presenten los
trabajadores independientes afiliados.
8. Suministrar asesoría técnica para la realización de estudios evaluativos de higiene
ocupacional o industrial, diseño e instalación de métodos de control de ingeniería, según el
grado de riesgo, para reducir la exposición de los trabajadores independientes a niveles
permisibles.
9. Adelantar las acciones de cobro, previa constitución en mora del contratante o del
contratista de acuerdo a la clase de riesgo y el requerimiento escrito donde se consagre el
valor adeudado y los contratistas afectados. Para tal efecto, la liquidación mediante la cual
determine el valor adeudado, prestará mérito ejecutivo.
10. Verificar la clasificación de la actividad económica con la cual fue afiliado el contratista.
(Decreto 723 de 2013, art. 17)

DEFINICION DE CUIDADOR

RESOLUCION NÚMEROC 005928 DE 2016 HOJA No. 3 Continuación de la Resolución: "Por la cual
se establecen los requisitos para el reconocimiento y pago del servicio de cuidador ordenado por
fallo de tutela a las entidades recobrantes, como un servicio excepcional financiado con cargo a los
recursos del Sistema General de Seguridad Social en Salud"

Artículo 3. Definición de Cuidador. Se entiende por cuidador, aquella persona que brinda apoyo en
el cuidado de otra persona que sufra una enfermedad grave, sea pongénita, accidental o como
consecuencia de su avanzada edad, que dependa totalmente de un tercero para movilizarse,
alimentarse y realizar sus necesidades fisiológicas; sin que lo anterior implique sustitución del
servicio de atención paliativa o atención domiciliaria a cargo de las EPS o EOC por estar incluidos
en el Plan de beneficios en salud cubierto por la UPC.

Derecho a la asistencia personal o


cuidador

Carlos Parra Dussan Investigador de la U. Sergio Arboleda



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miércoles, 21 de febrero de 2018


Hace tiempo quería escribir sobre el servicio de cuidadores o
asistentes personales, pues es sabido que las personas con
discapacidad tienen estos apoyos, pero aún no está reglamentado
en el país.

Recordemos que el artículo 19 de la Convención sobre los


Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas,
señala que se tiene derecho en primer lugar a una variedad de
servicios de asistencia domiciliaria, en segundo a la asistencia
residencial y en tercer lugar otros servicios de apoyo de la
comunidad, incluida la asistencia personal que sea necesaria para
facilitar su existencia y su inclusión en la comunidad y para evitar
su aislamiento o separación de esta.

La figura de asistencia personal se confunde con enfermería


domiciliaria, por esto la Resolución 5928 de 2016, aludió al
siguiente marco normativo y jurisprudencial:

En primer lugar, la Ley 1751 de 2015, consagra como deber de las


personas el de “contribuir solidariamente al financiamiento de los
gastos que demande la atención en salud, de acuerdo con su
capacidad de pago”.

En segundo término, en la Sentencia T-154 de 2014 la Corte


Constitucional analizó la naturaleza del cuidador y concluyó que
“el servicio de cuidador permanente o principal no es una
prestación calificada que atienda directamente al
restablecimiento de la salud, por lo que no tendría que ser
asumida por el sistema de salud, sino al principio de solidaridad”.

En tercer lugar, encontramos la Sentencia T-096 del 2016, en la


que la Corte Constitucional determinó que “el servicio de cuidador
está expresamente excluido del Plan Obligatorio de Salud
conforme la Resolución 5521 de 2013, que en su artículo 29 indica
que la atención domiciliaria no abarca recursos humanos con
finalidad de asistencia o protección social, como es el caso del
cuidador”.

En cuarto punto, en la Sentencia T-023 de 2013, la Corte


Constitucional definió los criterios para determinar en qué casos
se considera que las personas dentro del Sistema General de
Seguridad Social en Salud (Sgsss) sufren de especialísimas
condiciones de vulnerabilidad física o mental y se encuentran en
la línea de protección de acceso al suministro de servicios que no
tienen por finalidad mejorar la salud.

En quinto lugar, según la Sentencia T-096 de 2016, la Corte


Constitucional aclaró que si bien el servicio de cuidador “está
expresamente excluido del POS, conforme la Resolución 552 de
2013, que en su artículo 29 indica que la atención domiciliaria no
abarca “recursos humanos con finalidad de asistencia o
protección social, como es el caso de cuidadores”, también es
cierto, que el cuidado y atención de las personas que no pueden
valerse por sí mismas radica en cabeza de los parientes o
familiares que viven con ella, en virtud del principio constitucional
de solidaridad.

En sexto lugar, la Corte Constitucional afirma en la misma


Sentencia T-096 de 2016 que le corresponde a la familia
solidarizarse y brindar la atención y cuidado que necesita el
pariente en situación de indefensión, pero si estos no se
encuentran en la capacidad física o económica de garantizar ese
soporte, el servicio de cuidador a domicilio debe ser
proporcionado por el Estado.

En conclusión, es claro que la enfermería domiciliaria la cubre el


sistema de salud y la de asistentes personales o cuidadores el
Estado, pero se debe reglamentar qué entidad la debe garantizar.

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