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GRADO EN LENGUA ESPAÑOLA Y LITERATURAS HISPÁNICAS


SEMÁNTICA DEL ESPAÑOL
TEXTOS DE APOYO
TEMA 1
Los signos: semiología y lingüística

…entre bosques de símbolos va el hombre a la ventura,


símbolos que lo miran con ojos familiares.
Charles Baudelaire

LECTURA Nº 1

I. SAUSSURE, FERDINAND DE (1955 [1916]) Curso de lingüística general, Buenos Aires:


Losada. [Introducción. Capítulo III. “Objeto de la lingüística”] (págs. 49-62)

3. LUGAR DE LA LENGUA EN LOS HECHOS HUMANOS. LA SEMIOLOGÍA

La lengua es un sistema de signos que expresan ideas, y por eso comparable a la


escritura, al alfabeto de los sordomudos, a los ritos simbólicos, a las formas de cortesía,
a las señales militares, etc. Sólo que es el más importante de todos esos sistemas.
Se puede, pues concebir una ciencia que estudie la vida de los signos en el seno
de la vida social. Tal ciencia sería parte de la psicología social, y por consiguiente de la
psicología general. Nosotros la llamaremos semiología (del griego semeion 'signo'). Ella
nos enseñará en qué consisten los signos y cuáles son las leyes que los gobiernan.
Puesto que todavía no existe, no se puede decir lo que ella será; pero tiene derecho a la
existencia, y su lugar está determinado de antemano. La lingüística no es más que una
parte de esta ciencia general. Las leyes que la semiología descubra serán aplicables a la
lingüística, y es así como la lingüística se encontrará ligada a un dominio bien definido
en el conjunto de los hechos humanos. Al psicólogo toca determinar el puesto exacto de
la semiología; tarea del lingüista es definir qué es lo que hace de la lengua un sistema
especial en el conjunto de los hechos semiológicos. Más adelante volveremos sobre esta
cuestión; aquí solo nos fijamos en esto: si por vez primera hemos podido asignar a la
lingüística un puesto entre las ciencias es por haberla incluido en la semiología. (…)
Para nosotros, el problema lingüístico es primordialmente semiológico, y en este hecho
importante cobran significación nuestros razonamientos. Si se quiere descubrir la
verdadera naturaleza de la lengua, hay que empezar por considerarla en lo que tiene de
común con todos los otros sistemas del mismo orden; factores lingüísticos que a
primera vista aparecen como muy importantes (por ejemplo, el juego del aparato
fonador) no se deben considerar más que de segundo orden no sirven más que para
distinguir a la lengua de los otros sistemas. Con esto no solamente se esclarecerá el
problema lingüístico, sino que, al considerar los ritos, las costumbres, etc., como signos,
estos hechos aparecerán a otra luz, y se sentirá la necesidad de agruparlos en la
semiología y de explicarlos por las leyes de esta ciencia. (págs. 60-62)

CUESTIONARIO:
1. Señala en el párrafo la definición de “lengua” de Saussure.
2. Señala en el párrafo la definición de “semiología” de Saussure.
3. Según Saussure, ¿la lingüística parte forma de la “psicología general”?
4. Explica la frase subrayada en el párrafo de Saussure.
5. Busca otras palabras españolas con la raíz sem- (< griego semeion).
6. Menciona algún otro “sistema de signos” además de los que se citan en el texto.
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II. ROLAND BARTHES (1990): La aventura semiológica, Barcelona, Paidós. [El libro
incluye varios trabajos, comprendidos entre los años 1963 y 1973, en torno a diferentes cuestiones
relacionadas con los problemas de la semiología, tres partes fundamentales lo vertebran: 1) Elementos, 2)
Dominios y 3) Análisis.]

El primer momento fue de deslumbramiento. El lenguaje, o para ser más preciso,


el discurso, ha sido el objeto constante de mi trabajo, ya desde mi primer libro, es decir,
desde El grado cero de la escriturai. En 1956 yo había reunido una especie de material
mítico de la sociedad de consumo, que entregué a 1a revista de Nadeau, Les Lettres
Nouvelles, bajo el nombre de Mitologíasii; fue entonces cuando leí por primera vez a
Saussure, y tras haberlo leído quedé deslumbrado por esta esperanza: suministrar por fin
a la denuncia de los mitos pequeñoburgueses, que nunca hacía sino, por así decirlo,
proclamarse sobre la marcha, el medio para desarrollarse científicamente. Este medio
era la semiología o análisis concreto de los procesos de sentido gracias a los cuales la
burguesía convierte su cultura histórica de clase en cultura universal: la semiología se
me apareció entonces, por su porvenir, su programa y sus tareas, como el método
fundamental de la critica ideológica. Expresé ese deslumbramiento y esa esperanza en el
postfacio de Mitologías, texto que quizás haya envejecido científicamente, pero que es
un texto eufórico, porque infundía seguridad al compromiso intelectual,
proporcionándole un instrumento de análisis, y responsabilizaba el estudio del sentido
asignándole un alcance político.
La semiología ha evolucionado desde 1956, su historia se ha enajenado en cierta
medida, pero sigo convencido de que toda crítica ideológica, si quiere escapar a la pura
reafirmación de su necesidad, no puede ser más que semiológica […]. (Barthes, 1990:
10-11)

CUESTIONARIO:
1. Señala una definición de “semiología” en el texto.
2. ¿Qué crees que quiere decir que la semiología es el “el método fundamental de
la critica ideológica”?

III. BARTHES, ROLAND (1990): La aventura semiológica, Barcelona: Paidós.


[“Elementos de semiología” (1964), (págs. 15-83)]

Si la semiología está en proceso de construcción, es lógico que no pueda existir


ningún manual para este método de análisis; más aún por su carácter extensivo (ya que
será la ciencia de todos los sistemas de signos), la semiología no podrá ser tratada
didácticamente hasta que estos sistemas hayan sido reconstruidos empíricamente. Sin
embargo, para llevar a cabo este trabajo hay que disponer de cierto saber. Círculo
vicioso del que hay que salir mediante una información preparatoria que no puede ser
sino a la vez, tímida y temeraria: tímida, porque el saber semiológico no puede ser
actualmente más que una copia del saber lingüístico; temeraria, porque este saber tiene
que aplicarse ya, por lo menos como proyecto, a objetos no lingüísticos.
Los elementos que se presentan aquí no tienen otro objeto que el de desgajar de
la lingüística conceptos analíticos1, de los que se piensa a priori que son
suficientemente generales como para permitir esbozar la investigación semiológica. Al
reunirlos no se prejuzga que subsistirán intactos en el curso de la investigación, ni si la
semiología tendrá o no que seguir siempre estrechamente el modelo lingüístico1. Nos
contentamos con proponer y aclarar una terminología, con el deseo de que permita
introducir un orden inicial (aunque provisional) en la masa heteróclita de los hechos
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significantes: se trata, en suma, aquí, de un principio de clasificación de las cuestiones.


Estos elementos de semiología se agruparán, por consiguiente, bajo cuatro
grandes secciones, surgidas de la lingüística estructural: I. Lengua y habla; II.
Significado y significante; III. Sistema y sintagma; IV. Denotación y connotación.
Como puede verse, estas secciones se presentan bajo una forma dicotómica; se
observará que la clasificación binaria de los conceptos parece frecuente en el
pensamiento estructural, como si el metalenguaje del lingüista reprodujera “en abismo”
la estructura binaria del sistema que él describe; y se indicará, al pasar, que sería sin
duda sumamente instructivo estudiar la preponderancia de la clasificación binaria en el
discurso de las ciencias del hombre contemporáneo: la taxonomía de estas ciencias, si
fuera bien conocida, proporcionaría información sobre lo que podría llamarse lo
imaginario intelectual de nuestra época. (págs. 20-21).

CUESTIONARIO:
1. Señala una definición de “semiología” en el texto.
2. ¿Cuál es el “objeto” que para Roland Barthes tienen sus Elementos?
i
BARTHES, ROLAND (1973): El grado cero de la escritura; seguido de Nuevos ensayos
ii
BARTHES, ROLAND (1999): Mitologías. Madrid : Siglo XXI. [1ª ed. 1957]

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