LA REVISTA MENSUAL OCTUBRE 2016

DE LA COOPERATIVA MÁSPÚBLICO Nº 42 | 4,50€

¿CONVIVIMOS? *
* EN ÁRABE, "CONVIVENCIA"

En pleno auge de la islamofobia y el fanatismo en Europa,

nos adentramos en la vida de nuestra población musulmana
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octubre 2016

Oct 5, 6, 7 y 8 - 20h / Oct 9 - 19h

Teatro Fernán Gómez
Madrid

Xnet y 15MpaRato presentan

HAZTE
BANQUERO
F
F

TARJETAS BLACK:
TODO LO QUE QUISIERON OCULTARTE
CONTADO CON SUS PROPIAS PALABRAS
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octubre 2016

Revista de investigación, análisis y cultura

editada por la cooperativa MásPúblico

Edita
sociedad cooperativa
Directora
Magda Bandera
mbandera@lamarea.com
Redacción
josé bautista
jbautista@lamarea.com
olivia carballar
ocarballar@lamarea.com
Eduardo Muriel
emuriel@lamarea.com
Thilo Schäfer
tschafer@lamarea.com
Colaboraciones
alba mareca, Atxe, daniel
para el discurso racista de los partidos de ultraderecha.
bernabé, javier blanco,
dani cabezas, isabel
cadenas, marina frank,
ter garcía, miguel gómez
garrido, laura león,
antonio maestre, carlos
mier, joan prat, ferran
quevedo, diego quijano,
isaac rosa, elena rosillo,
sarai rua, santiago
sáez, pedro sara, teresa
suárez, roger suso, sergi
tarín, gerardo tecé
Edición gráfica
Fernando Sánchez
Dirección de arte
Erica Takenouchi
Edición
ramiro v. latorre
Infografía
Marta Sagarra
Gerente
laura tejado montero
Administración
RAQUEL GARCÍA
dejemos que un imán nos diga lo que no permitimos a un
Depósito legal
M-41199-2012
luchar contra
la islamofobia
sin buenismos
La población musulmana en Europa ha crecido de
manera constante en los últimos años, una evolución Laura León
Sevilla, 1976
acentuada por la migración de millones de personas
Fotógrafa de nacimiento, considera que la fo-
que huyen de las guerras en Siria, Afganistán e Iraq. tografía es un instrumento privilegiado para
La llamada crisis de los refugiados y los atentados afirmar que alguien alguna vez existió y que
yihadistas han cambiado la percepción que las algo alguna vez ocurrió. Trabaja para revistas
sociedades europeas tienen de sus ciudadanos y medios nacionales e internacionales, edi-
toriales y publicitarios. Su trabajo está en co-
musulmanes. Aumenta la islamofobia. Y el miedo a lecciones privadas y fundaciones nacionales.
una cultura diferente y al radicalismo son un maná www.lauraleon.net
Asegurar la convivencia con esta minoría es uno de Qué Cruz,
los grandes retos de nuestro tiempo. Hasta ahora en por Gerardo Tecé 6
España no se han producido fracturas ni grandes DOSSIER
debates sobre el Islam, pero ello no quiere decir que Musulmanes en españa 8-16
la integración sea un éxito. Ante la complejidad e La convivencia en la escuela 18-19
importancia del asunto, por primera vez, La Marea Precariedad laboral por prejuicios 20
dedica un número entero a un tema, que abordamos Recuerdos de la patera 21
en su dimensión social, política y cultural. En este Radiografía en cifras 22-23
monográfico damos voz a mujeres y hombres
Visita a la mezquita 26-28
musulmanes. Les pedimos que se expresen y que
La islamofobia aumenta en Europa 32-39
nos expliquen cómo es la vida en un país donde a
Entrevista a Farid Abdelkrim 42-43
menudo les miran con recelo. Pero también huimos
Las cloacas de la lucha antiterrorista 44-45
de buenismos. Entre nuestros principios editoriales
destacan la libertad, la igualdad y la laicidad. "No #yoIBEXtigo: Negocios en el Golfo 46-49
Culturas
cura", decía la filósofa feminista Amelia Valcárcel. Por Vuelta a Al-Ándalus 51-54

Distribuye
supuesto que no. Nos equivocaríamos si lo hiciéramos. Córdoba como memoria de culturas,
Logintegral 2000,S.A.U. Por ello, también hablamos de terrorismo yihadista, de por Daniel Bernabé 55
Redacción machismo y de asuntos que generan puntos de vista Herstory: Mujeres andalusíes 56
C/carretas,14
28012, Madrid incómodos en la izquierda. Así nos lo pidieron nuestros La humillación,
Teléfono
915313606 lectores en una encuesta. No es fácil enfrentarse a la el relato de Isaac Rosa 57-59
Publicidad
633601207
ignorancia y a los prejuicios. Pero lo hemos intentado. Las recomendaciones del mes 60-61
Página web
www.lamarea.com La redaCCIÓN El club de La Marea 62
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bitácora
noticias más allá
de los titulares globaLES

economía global
Las finanzas islámicas
se abren camino en el G-20
La banca islámica ha pasado de ser un ni-
cho muy pequeño que servía básicamente
a los más fervientes seguidores del Islam a
ocupar un espacio cada vez más importan-
te en el sistema financiero. Tanto, que aho-
ra ya está en la agenda del G-20, el grupo de
los países más influyentes del mundo. Se
trata de un sistema que pretende respetar
la ley islámica, sharia, que prohíbe el cobro

de intereses sobre préstamos, considerado
como usura. En este sentido, en vez de de-
jar un dinero al cliente que debe ser devuel-
to con los correspondientes intereses, los
prestamistas o bancos compran un activo
del deudor que éste puede recomprar más
adelante por la misma cantidad más un plus
que se pacta a la hora de cerrar la operación.
De esta forma, el coste del préstamo es fijo
y no depende de las fluctuaciones del mer-
cado o la especulación. Otra particularidad
de estos créditos, generalmente llamados
sukuk, es que el prestamista no los puede
revender a terceros. Así se evitan burbu-
jas especulativas como la de las hipotecas
subprime, donde los bancos parcelaron un
activo en miles de derivados para colocarlo
en el mercado. "Las finanzas islámicas es-
tán creciendo en el mundo y por ello es im-
portante que las instituciones financieras
internacionales consideren integrarlos en
el sistema financiero global", dijo el minis-
tro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäu-
ble, en la reunión del G-20 de septiembre en
Ankara (Turquía). Este club de los grandes
países ha empezado a examinar la impor-
tancia de los sukuk en las economías ára-
bes, especialmente en la financiación de
proyectos de infraestructuras.
87%
de víctimas musulmanas
Los ataques terroristas de la yihad
afectan más a los fieles del Islam
A pesar de los múltiples atentados perpe-
trados por grupos e individuos de inspira-
ción yihadista de los últimos años, Europa
sigue lejos de ser la región más devasta-
da por la violencia, ni siquiera en cuanto a
víctimas cristianas se refiere, donde des-
tacan Filipinas y Kenia. Casi nueve de cada
diez víctimas de atentados terroristas de
corte islamista son musulmanes. En con-
creto, 63.000 de las más de 72.000 perso-
nas asesinadas a manos de yihadistas en-
tre 2000 y 2014 profesaban la fe islámica.
Le siguen en este balance mortal y a mucha
distancia los cristianos (7%) y los hindúes
(2%). Los investigadores de la Universidad
de Maryland (EEUU) analizaron las bajas
causadas por 15.181 atentados perpetrados
por organizaciones radicales islamistas. La
mayoría de los ataques tuvo lugar en países
en conflicto donde el Islam es la principal
religión, como Iraq y Afganistán.

irán
Las mujeres reivindican el derecho
a ir en bici frente a los ayatolás
Las redes sociales iraníes se han inundado
de fotos de mujeres montando en bicicleta.
Lo que en otros países sería un típico acto
de exhibicionismo en Facebook, en Irán es
una protesta masiva contra la decisión a
través de una fetua del ayatolá Alí Jamenei
de prohibir a las mujeres el uso de la bici en
espacios públicos y en presencia de foraste-
ros. El líder supremo del país y máxima au-
toridad religiosa considera que una mujer
subida a una bicicleta llama la atención de
los hombres y por ello "expone a la sociedad
a la corrupción y va en contra de la castidad
de las mujeres". Sin embargo, miles de ira-
níes han desafiado a la fetua.
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baHrÉin
se confirma la prohibición
del partido de la oposición chií
Un tribunal del reino de Bahréin rechazó a MEDio
mediados de septiembre el recurso contra
iNVitaDo Demain online | MARRUECOS
la ilegalización del principal partido oposi-
tor chií, Al Wefaq. Los chiíes son mayoría

Lmrabet, una
en este pequeño Estado del Golfo Pérsico,
pero la Casa Real de los Al Jalifa es de la mi-
noría suní (una tercera parte de sus 1,2 mi-
llones de habitantes no son musulmanes
por la fuerte inmigración de trabajadores
de otros lugares de Asia a este país rico
especie extinta
en petróleo). Los chiíes protagonizaron las
protestas que comenzaron en 2011 a raíz
Tantear los estrechos márgenes de la libertad de prensa
de las primaveras árabes en otros países. La
en Marruecos tiene un alto precio, y Ali Lmrabet lo sabe.
monarquía respondió con una represión
Este polifacético periodista tuvo la osadía de informar sobre
implacable de los manifestantes que exi-
los temas prohibidos de aquel país: el Sáhara Occidental y la fa-
gían una apertura democrática en el país
milia real, encabezada por Mohamed VI, "comendador de los
ayudado por la vecina Arabia Saudí, que
creyentes". El resultado: tres revistas prohibidas, campañas de
teme el efecto contagio para su propia mi-
prensa en su contra, ataques contra su familia, ocho meses de
noría chií así como la influencia de Irán. De
cárcel, diez años de inhabilitación para ejercer el periodismo en
hecho, el régimen justificó la prohibición
su propio país y obstáculos interminables para tramitar docu-
de Al Wefaq acusándole de actuar a favor
mentos de identidad que le permitan viajar al extranjero. "Todo
de fuerzas extranjeras, en referencia vela-
esto porque mis escritos incordiaban al dictador en babuchas y
da a Irán. Activistas de derechos humanos
por declarar que los saharauis de los campos de refugiados de
han denunciado un recrudecimiento de la
Tindouf son refugiados y no secuestrados". Ahora tiene un nue-
represión en los últimos meses, informa la
vo proyecto: el diario digital Demain online, alojado en servido-
agencia Reuters. EEUU, que mantiene una
res a buen resguardo de los ataques del Gobierno. Lmrabet es
importante base naval en Bahréin, ha cri-
una especie extinta en el país vecino. "Si no te atreves a hablar
ticado la prohibición del partido opositor,
de las cuentas suizas del monarca y de su familia, de sus socie-
pero al parecer sin mucho efecto. Por otra
dades offshore en Panamá, de lo poco tolerante y democrático
parte, la ayuda militar que prestó Arabia
que es Mohamed VI y de su apetito voraz por los negocios, si no
Saudí a la familia Al Jalifa cuando estalla-
quieres informar sobre la otra visión del conflicto del Sáhara…
ron las primeras protestas, al enviar tro-
aquí hay bastante libertad de expresión", explica durante una
pas con tanques, ha avivado la controver-
visita rápida a su Tetuán natal.
sia en algunos países europeos sobre la
venta de armas a Riad. � La pluma de Lmrabet no se amilana ante los nombres más pe-
sados y poderosos de Marruecos. Ni siquiera ante el del temido
jefe del servicio secreto alauí, Abdellatif Hammouchi, protago-
Los musulmanes son nista de la última postración de Francia ante el monarca. Bar-
celona es ahora el nuevo hogar de este incómodo informador
la comunidad que más crece de voz suave a quien los valores de democracia y libertad de ex-
Estimación de crecimiento en % de la población presión dan fuerzas para seguir escribiendo. Gran conocedor
por grupos religiosos entre 2010 y 2050
de las relaciones hispanomarroquíes –una de sus obsesiones
MUSULMANES desde la juventud–, Lmrabet es también una de las voces más
73 críticas con el "chantaje que ejerce Rabat sobre Madrid" a través
CRISTIANOS del flujo migratorio. "La prensa española no se puede conver-
35 tir en portavoz de una dictadura ni ningunear a los disidentes
HINDÚES marroquíes como hacen algunos medios franceses. Espero que
34
mis colegas españoles resistan mejor que sus colegas franceses
JUDÍOS
y que no cedan a amabilidades financieras e invitaciones en lo
16
mejor que tiene Marruecos: hoteles de lujo". �
RELIGIONES POPULARES
11
NO AFILIADOS 35% crecimiento
9 de la población
OTRAS RELIGIONES mundial en general Ali Lmrabet es periodista y uno de los mayores
6 dolores de cabeza de las élites de Marruecos. Pagó
BUDISTAS su rigor e independencia con ocho meses en la cárcel
-3 y una condena de diez años sin ejercer el periodismo.
FUENTE: PEW RESEARCH CENTER LA MAREA Su nuevo proyecto: el digital 'Demain online'.
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Como te lo cuento
Gerardo tecé
@gerardotc Qué cruz
Dios mío de mi vida, María Trinidad. Madre del Amor Hermoso, Paco, qué disgus-
to más grande tengo encima. ¿Y tú crees que el chaval será del ISIS? No, es de Argelia,
me ha dicho la niña. Vamos a ver, María Trinidad, que se puede ser de Argelia y del ISIS
al mismo tiempo, que una cosa no quita la otra; es como ser de Cuenca y que te guste la
pesca de la trucha. Ay, Paco, no te pongas de ese pedante que no todos leemos el perió-
dico tanto como tú; de momento lo que sabemos es que el muchacho no es de aquí, que
ya bastante disgusto es eso; lo del ISIS se lo preguntamos en la cena. ¿Pero cómo le vas
a preguntar eso, María Trinidad? Si para después del primer plato de solomillo de cer-
do y del segundo plato de manitas de cerdo poco hechas, yo saco el bizcocho y él no ha
sacado todavía el tema del terrorismo, habrá que preguntarle, digo yo; si la niña nos lo
presenta será que la cosa va en serio, y si la cosa va en serio tendremos que saber si el
muchacho está metido o no en lo del terrorismo, Paco. Qué disgusto más grande, Ma-
ría Trinidad. Qué disgusto, Paco. Con la de daneses que hay en Dinamarca y la niña ha
tenido que ir a dar con un danés de generaciones de por ahí. Qué calamidad, Madre del
Amor Hermoso. Ay, por Dios…

A lo mejor no es terrorista. Dios te oiga, María Trinidad, enciéndele una vela a la patro-
na. En cuanto acabe el bizcocho. Pero lo que es seguro es que será musulmán. ¿No es
lo mismo? Si llueve es que hay nubes, pero si hay nubes no siempre llueve. No te pon-
gas meteorológico, Paco. Esa gente, sean terroristas o no, María Trinidad, son muy re-
ligiosos, ese es el problema. Ay, qué disgusto más grande, Madre del Amor Hermoso.
Y machistas también. Ay, Dios mío. Cásate tú con un musulmán, ya verás si te ayuda
como yo los domingos a llevar los platos a la mesa; esos no ayudan nada a sus muje-
res en las cosas de la casa. Es cocinero, me ha dicho la niña. Pues yo no lo veo aquí co-
cinando, yo te veo cocinando a ti. Ahí tienes razón, Paco. Un machista el muchacho,
por mucho que lo disimule con lo de ser cocinero. Mi niña con un burka de esos, con
lo que le gustan a ella las minifaldas. Ha sido una niña de extremismos toda la vida. A
lo mejor tú con eso si estás contento, porque las minifaldas de la niña no te han gus-
tado nunca, Paco. A ver, María Trinidad, ni tanto ni tan calvo, que la niña ha pasado
de llevar minifaldas que comentaba medio pueblo, a chaque-
tones con gorro que ni se le ve la cara. Fuimos a visitarla en
invierno a Copenhague, Paco. Antes no iba tan tapada, se-
guro que por aquella fecha ya andaba hablan-
do con el musulmán. Antes no iba tan tapada
porque vivía en Málaga. ¿Estás defendiendo
al musulmán? Dios me libre, Paco. Pues es
que lo parece, María Trinidad. Tú sabes que
yo, como tú, pienso que cada uno en su país,
que es como tiene que ser. ¿Cuánto le que-
da al bizcocho? Diez minutos, Dios
mediante. Pues te espero en el bar
de abajo arrancando el coche; date
prisa, María Trinidad, que el vue-
lo de Copenhague aterriza en una
hora y habrá que ir a recogerlos al
aeropuerto. Dios mío, qué cruz. �

Combatientes
del Daesh.
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Casino de la Reina
UNED-Escuelas Pías
Librería Traficantes de Sueños
Casino de la Reina
Umbral de Primavera
UNED-Escuelas Pías
Ésta es una plaza
Librería Traficantes de Sueños
Librería Contrabandos
Umbral de Primavera
Plaza Lavapiés
Ésta es una plaza
Librería Contrabandos
Plaza Lavapiés

@transversalfest
facebook.com/festivaltransversal/
@transversalfest
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ttps://www.facebook.com/festivaltransversal/
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Dossier testimonios octubre 2016

La familia
de Fátima,
durante la
cena de la
Fiesta del
Cordero.
laura león
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octubre 2016 testimonios Dossier

fátimA y
mohAmeD:
los veCinos
Del CuArto
Los musulmanes reivindican su lugar
en España y su derecho a participar
en la sociedad, día a día, sin ser
rechazados ni discriminados.
por olivia carBallar
10
Dossier testimonios
A
la entrada del bloque, en el descansillo del pri-
mer piso, lo primero que se ve es una imagen
del Sagrado Corazón de Jesús. Catorce escalo-
nes por planta. Cuarto B de Barcelona. Un pá-
jaro amarillo mira en silencio a través de una
jaula. La puerta de al lado no tiene letra. Es una chapa im-
penetrable. "¡Hola! Pasad. Encantada. Sí, el piso de al lado
estuvo ocupado un tiempo. Ahora creo que lo ha comprado
un chico joven", explica Fátima Zohra Akdi, 36 años. Duda
entre soltar o no a Bético. "¿Un canario? No sé qué pájaro es.
Es de mi hijo el mayor, que vive en Madrid, Youness. Tiene
21 años. Él lo deja libre, se da una vuelta por el portal y lue-
go vuelve solo, pero yo no me atrevo por si se escapa. Allí
en Marruecos teníamos muchas palomas". Aquí, en Espa-
ña, Fátima tiene un hogar como otro cualquiera. Vive con
su marido y sus otros tres hijos en el Polígono San Pablo, en
Sevilla: Sundous, Aymane y Hassmae. 9, 14 y 17 años.
Compraron el piso en 2015 y pagan mes a mes religiosa-
mente su hipoteca. Son musulmanes. "En general, la convi-
vencia es buena. Pero pasan cosas. El otro día un niño chico
en un bar me miró y me disparó con su boca: ta-ta-ta-ta-ta-
ta. Yo me puse seria y le dije que no le iba a permitir que hi-
ciera eso", prosigue ya sentada en el sofá. Lleva una chilaba
azul fresquita y el pelo recogido en una coleta. Dentro de
casa no usa pañuelo. "Pues a mí en el colegio me han dicho
muchas veces, sobre todo al principio, 'mira la morita esa',
en plan despectivo", añade su hija Hassmae, que sólo usó el
hiyab un año en Marruecos: "Fue durante una temporada
que tuve que vivir con mi tío, que es muy religioso", justi-
fica. Aymane interrumpe sin quitar la vista de los dibujos
que animan la pantalla plana: "A mí en la plaza, jugando con
mis amigos, otro niño me dijo 'moro de mierda, vete a tu
país'". Sundous, que espera a que pongan Doraemon, lo mira
sorprendida. "Pues a mí no me han dicho nada", afirma ha-
ciendo la señal de victoria con los de-
fátima compró un piso dos de una mano mientras sostiene,
en la otra, un pepón rubio de juguete
en 2015 en un barrio con un vestido de niña. "Se llama Ana",
de Sevilla. su nómina dice mientras le coloca un cordón fluo-
como limpiadora rescente, a modo de un cintillo, en la
mantiene a su familia cabeza. "Cuando lo viste de niño, es
Juanito", aclara la madre, que busca
«Cuando hay alguna afanosamente un vídeo en su teléfo-
no móvil en el que asegura que se ve
incidencia en la casa, a su pequeña bailando flamenco. Es-
mi vecina dice que va a tán cansados. La noche anterior cele-
llamar a la policía», braron la Fiesta del Cordero. "Pues sólo
cuenta Asmaa encuentro la foto, pero mira, ésta es
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de este año en la Feria de Abril". Sundous posa con un traje
de gitana rosa con lunares blanco y un mantoncillo celeste.
Buscando buscando, su hermana Hassmae da con un vídeo
de la boda de una prima en Tetuán: Sundous, ataviada con
un vestido rojo con adornos dorados, mueve las caderas al
ritmo de un son árabe. Es otro baile, otra ropa, pero es la
misma Soundous. "¿Queréis café, té, agua?", pregunta Fá-
tima. Rememora las noches que pasó en la calle con su hijo,
al que trajo a España para intentar curarle la enfermedad
renal que aún le tratan en el hospital Virgen del Rocío. Allí le
han hecho recientemente un trasplante. "Es vejiga, mamá.
No vejica", corrige Aymane, experto en sondas con nueve
años. "Eso, vejica. Un día fui con él en busca de una casa de
acogida en Utrera. En autobús. No aparecía. Nos dieron las
doce de la noche y nunca apareció. La Policía nos buscó un
hostal. España ha tratado bien a mi familia". De aquello han
pasado ocho años. Luego fueron viniendo los demás. "Me
parece estupendo que se nos escuche, que se nos deje ha-
blar. No me importa que lo grabéis", continúa alegre Fáti-
ma. Hace un ratito que llegó de la casa donde trabaja como
empleada del hogar. Ahora mismo es ella –su nómina– la
que sostiene la casa. Su marido está parado. Y durmiendo
la siesta en ese momento.
Fátima y su familia existen, son nuestros vecinos, per-
sonas a las que raramente vemos más allá de sus túnicas o
de sus pañuelos, a las que vemos cuando el burkini sale en
la tele o el colegio de turno expulsa a una alumna por lle-
var velo. En ocasiones, sólo vemos eso: sus túnicas, sus pa-
ñuelos. Y llamamos niqab a lo que es un hiyab, o viceversa.
Son limpiadoras, estudiantes, profesoras, artistas, inves-
tigadores, periodistas, camareros, parados, temporeros…
Como nosotros, tienen preocupaciones. Como nosotros, te-
men al terrorismo. Y muchos, como nosotros, son también
españoles. Lloran, ríen, no duermen pensando en las notas
de sus hijos o en si la prueba médica de la semana que vie-
ne saldrá bien. Si la luz ha subido mucho en estos tiempos.
Están incluidos en los grupos de whatsapps con los demás
padres y madres del colegio. Dicen que hacen chistes sobre
españoles y se ríen con los chistes sobre moros. Algunos les
hacen gracia y algunos otros no. Tienen coherencia y con-
tradicciones. Tampoco se libran de la violencia machista y
en muchos casos ven cercenada su libertad de expresión.
Algunos son más religiosos que otros; y los hay que ni si-
quiera tienen un dios. Están en la puerta de al lado, en el
piso de arriba, abajo... No nos importa que mantengan sus
creencias religiosas siempre que no nos molesten, dice una
encuesta del CIS publicada en 2008. Pero no los queremos
como vecinos, concluye el mismo sondeo.
"Cuando hay cualquier incidencia con la casa, en vez de
decirme que llame al seguro, mi vecina me dice que va a
llamar a la Policía. 'Si tuviera una ametralladora te dispa-
raría', me soltó recientemente delante de la presidenta de
la comunidad. ¡Y llevo 17 años viviendo en el mismo piso!",
exclama Asmaa Hallaga en la sede de la Fundación Sevilla
Acoge, ubicada en los bajos de uno de los puentes que da en-
trada a la ciudad. Vestida como cualquier mujer occiden-
tal –pantalones, camiseta y zapatillas–, vive desde hace 30
años en la capital andaluza. Estudió Filología Árabe y co-
menzó su andadura en España como empleada del hogar.
Luego se formó en el campo de la mediación y ahora ayuda
a otras personas a gestionar sus vidas en un país que para

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octubre 2016
la mayoría no es el suyo y que les mira –y les escucha– con
rechazo. Porque lo que oímos, o queremos oír, no pasa ge-
neralmente de un acento lleno de kas y de jotas, o de unos
nombres mal pronunciados por la megafonía de la sala de
espera del hospital. Porque pensamos que todos los Moha-
meds y todas las Fátimas pueden ponernos una bomba el
día que menos lo esperamos. Y porque cuando más los ve-
mos es entonces, cuando estalla una bomba, que es, ade-
más, cuando más sufre la mayoría de ellos. "El otro día, en
París, dieron un aviso de atentado que fue una falsa alarma.
Yo estaba allí, en un congreso, y empecé a sentirme mal.
Creía que todos me señalaban", rememora Asmaa aún con
muestras de angustia.
Marroquíes, los más numerosos
En España viven casi dos millones de musulmanes, el 4% de
la población, según un estudio elaborado por la Unión de Co-
munidades Islámicas de España y el Observatorio Andalu-
sí. De ellos, el 59% son extranjeros, principalmente marro-
quíes. Luego vienen paquistaníes, argelinos, senegaleses y
nigerianos. Cataluña es la comunidad con mayor presencia.
Le siguen Andalucía y Madrid. No hay terceras ni cuartas
generaciones como en Francia. Pero muchos de ellos han
venido a este mundo de fronteras en los mismos hospitales
que nosotros. Aquí nació la hija de Asmaa, Leila, española,
hoy con 17 años. Nunca quiere ir al instituto al día siguiente
de un atentado por miedo a lo que puedan decirle. "Yo supe
11
testimonios dossier
lo que era un negro y un blanco en España. Allí, en Larache, Varios jóvenes
en mi pueblo, hay una iglesia de Nuestra Señora del Pilar en de origen
pleno centro y nunca ha habido ningún problema", desta- árabe juegan
ca Asmaa. Desde su punto de vista, el trabajo en los barrios al baloncesto
unido a una política de integración son la clave para nor- con españoles y
malizar la convivencia. En uno de los talleres que imparte a subsaharianos
mujeres extranjeras, trata de hacerles ver que su identidad en unas pistas de
personal no tiene que ser un factor que les pueda perjudi- Madrid. fernando
car: "Tenemos que enfrentarnos a los estereotipos de ser, sánchez
por ejemplo, marroquí o del África negra. Está en nuestra
mano demostrar que nuestra identidad es ésta y es buena
y estamos orgullosas de ella, y podemos convivir con otras
identidades. Y para ello, tenemos que participar".
El problema es que a veces no les queda tiempo. "Tuve
que dejar el trabajo en la peluquería porque son muchas ho-
ras y no puedo criar a mis hijos. Estoy sola con mi marido",
lamenta Nadia Houssa, 41 años. Desde hace seis meses lle-
va pañuelo pero no descarta quitárselo en breve. Estudió
Biología en Marruecos y, más cerca de la ciencia que de las
creencias, opina que todas las religiones han machacado a
las mujeres. Trabajo, parque y casa. Repite Lubna Dayday,
31 años. Ha tenido una niña hace dos meses. Vino para cu-
rar a su hija mayor de un tumor en los ojos que finalmente
la ha dejado ciega. Junto a ella juguetea otra pequeña de dos
años. "Yo estaba más feliz en mi país. Allí, por ejemplo, no
teníamos la preocupación de cómo pagar la factura de
la luz". Ella cosía en casa y su marido era comerciante.
12
Dossier testimonios
Aquí es ella la que encuentra trabajos esporádicos lim-
piando casas. Y ahora, con otra niña más a la que le da
el pecho y sin una red familiar, la situación se vuelve más
precaria. Su marido ni siquiera tiene permiso de residencia
porque no le hacen contratos. Se llama Tarik. Es guapo, vis-
te vaqueros y camisa y maneja con arte el capazo de la bebé.
"A él lo saludan. A mí no", se queja su mujer, igual de guapa o
más pero con un velo sobre su cabeza. "Tenemos amigos es-
pañoles, pero es muy difícil hacerles entender que tenemos
otra forma de pensar. Quieren que cambiemos, que vivamos
como ellos", interviene Tarik. En el mercadillo donde vende
lo que puede hay un compañero que siempre le ofrece una
Cruzcampo. Una y otra vez: "Por dios, Manuel, invítame a
una Coca-Cola, que sabes que yo no bebo". Dice que hay mu-
chas cosas de España que no le gustan. ¿Por ejemplo? "Mu-
Carnicería chas". ¿Por ejemplo? "Pues no me gusta que mi vecina me
musulmana en el diga que la prostitución la ejercen mujeres libres y alucino
barrio del Raval cuando veo casi todos los días noticias de que los hombres
de Barcelona. matan a las mujeres, ¿verdad?". Gira la cabeza hacia Loubna:
sarai rua "A mí él nunca me ha dicho lo que tengo que hacer. El pañuelo
me lo puse antes de casarme. Y cuando
Nadia, con hiyab pueda, volveré a mi país, porque pre-
fiero estar en casa, no trabajar fuera
desde hace seis meses, como aquí. Nosotros nos casamos allí
cree que todas las para toda la vida. Pero las diferencias
religiones machacan no significan que no podamos convivir
a las mujeres en paz". Ella no lo ve como una falta de
independencia de las mujeres.
«el problema es que Asmaa es miembro de la junta de
vecinos de la asociación de su barrio,
los españoles quieren en Bellavista. "Que una mora esté ahí
que cambiemos, no es todo un logro", reflexiona a carcaja-
aceptan como somos», das. Y cuenta otra anécdota: "El otro
reflexiona tarik día en el Mercadona cogí dos manojos
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de espárragos. Vino corriendo una empleada a decirme que
no me podía llevar tantos. Yo le dije que no sólo podía ser
sino que iba a poner una reclamación y que como estaban
tan baratos y me estaba enterando en ese momento, iba a
coger más. Yo no llevo pañuelo, pero me vio saludar a todas
las mujeres con hiyab que estaban en fila aprovechando la
oferta y ya se lió todo". No todo es culpa de los españoles,
señala Asmaa: "Muchos se aíslan por miedo, por el desco-
nocimiento del idioma y también por la falta de interés".
Ese es el gran reto: el acercamiento. "Yo voy a votar en el
referéndum sobre la Feria de Abril. Quiero que empiece en
fin de semana. No bebo, pero me lo paso bien", reconoce.
Su hija baila sevillanas. Y las dos ven cada año, en primera
fila, a la Macarena y la Esperanza de Triana. "Pero claro, a
veces he dicho: si aquí pasara algo, si pusieran una bomba y
nos encontraran muertas, inmediatamente dirían que dos
musulmanas se han inmolado". Y ése es el problema. Hacer
desaparecer esos prejuicios, que retumban abajo como los
motores de los coches que atraviesan el puente de arriba.
Racismo institucional
Mohamed el Mouden es periodista, doctor en Argumenta-
ción y Análisis del Discurso y está escribiendo una nueva
tesis sobre comunicación política en la Universidad de Se-
villa. "En España estamos aún a tiempo. Aquí no hay parti-
dos xenófobos como en Europa, ni esa agresividad cultural
como en Francia", sostiene. Sin embargo, todavía hay muy
pocos cementerios para musulmanes, las administracio-
nes siguen poniendo obstáculos a la construcción de mez-
quitas, trabas para arreglar papeles, para tramitar la na-
cionalidad... El último informe de SOS Racismo destaca, de
hecho, el rechazo que emana de las propias instituciones, la
forma de discriminación que más denuncias ha sumado en
2013 y 2014. A Fátima no le pusieron problemas en el banco
al firmar la hipoteca. Pero fue acompañada por el hombre
de la casa en la que trabaja, que la avaló.
Desde los disturbios xenófobos de El Ejido (Almería) del
año 2000, muchos dirigentes políticos han vomitado des-
calificaciones hacia los musulmanes, y la islamofobia se ha
convertido en el principal delito de odio. "Moro, te vamos a
matar", le gritaron a Abdelsalam una madrugada en una ca-
lle de Sevilla. Le destrozaron la cara y perdió la visión en un
ojo. Mohssine es una institución en València Acull, referen-
cia en la acogida y defensa de derechos de los inmigrantes.
En su despacho compartido, los desconchones de humedad
apenas se disimulan tras los dibujos de alguno de sus tres
hijos. Es un bajo humilde del barrio de Orriols, el más obrero
y con mayor número de extranjeros de la ciudad. Se respira

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convivencia y solidaridad. Pero también se huele racismo.
El partido ultra España 2000 se manifestó en 2014 tras un
par de repartos de lotes de comida sólo para españoles. Mo-
hssine recuerda la tensión de aquellos días. "Nunca me he
sentido rechazado", afirma. En aquella orilla estudió para
perito agrícola, pero "la aventura y la juventud" le llevaron a
esta otra. Pasó por Málaga y Córdoba, y se instaló en Valen-
cia. Los huertos estaban preñados de naranjas. Fueron dos
meses a destajo y alguno más en la campaña de la patata
y la cebolla. Después se especializó en pulir y vitrificar pi-
sos. "Un trabajo muy duro" del que le apartó una lumbalgia
aguda en 1996. Ese mismo año firmó contrato en Acull, don-
de colaboraba como voluntario desde su llegada. Empezó
coordinando las viviendas de acogida y al poco se especiali-
zó en asesor jurídico. Sus bases de datos suman centenares
de nombres a los que ha ayudado a regularizar los papeles.
Mohamed el Mouden llegó hace 15 años a Cádiz. Iba muy
abrigado y vio que había gente bañándose en la playa. En ese
momento, él no sabía si quitarse el abrigo y morirse de frío
o seguir con su abrigo y no intentar parecerse a ellos. "Tuve
un debate interno", admite. Su teoría es que existe una dic-
tadura interpretativa: tienes que entender lo que dice la
sociedad occidental. "Y ese es el error, hay que democra-
tizar las interpretaciones, porque dos más dos son cuatro
en China, en Marruecos y en España. Pero en cuestión de
valores jamás vamos a tener un consenso". Fátima se casó
con 17 años y, aunque asegura que da libertad a su hija para
que haga lo que quiera, preferiría que se casara, y pronto, y
con un chico musulmán. Antonio, el dueño de otra casa en
la que trabaja, le lanza a menudo una advertencia: 'como me
entere de que le estás buscando novio a Hassmae, te despi-
do'. "Lo entiendo, pero esa es mi cultura y respeto que aquí
la gente no se case". Su hija pone las cosas claras: "¿Casarme
yo? No, no, yo quiero seguir estudiando. Quizá Medicina. En
Marruecos veo mi futuro muy lejos. En España veo mi futu-
ro muy cerca". Aún no ha empezado el Bachillerato. Perdió
dos años por no controlar el idioma.
La educación, junto con el trabajo, son las dos áreas don-
de el colectivo sufre más de lleno la discriminación. "Los
reglamentos internos están desfasados. No tiene sentido
que contradigan los derechos humanos y la Constitución y
la Ley de Libertad Religiosa", señala Amparo Sánchez, vice-
presidenta de la Comisión Islámica de España, sobre el pa-
ñuelo en las aulas. En los últimos años ha detectado incluso
bullying: "Hemos visto cómo otros compañeros llaman ase-
sinos y terroristas a niños musulmanes". Cuando se produ-
jeron los secuestros de Boko Haram, el director de tesis de
Diagonal
existe gracias a ti.
SUSCRÍBETE
w w w. d i a g o n a l p e r i o d i c o . n e t
13
testimonios dossier
Mohamed rechazó seguir coordinando la investigación: "Es
un desconocimiento que, a la vez, genera miedo. Y España
es uno de los países que menos sabe de la cultura árabe". Da
miedo la barba de un musulmán, pero no la de un hipster.
Mohamed, que dirige además una agencia de producción
de noticias españolas para televisiones árabes, denuncia la
falta de acceso para transmitir conocimiento a través de los
medios: "No veo a tertulianos musulmanes. Sin embargo, a
mí me llaman de la BBC para que dé mi opinión sobre lo que
está pasando en España". La tele –que es lo que más ve la ve-
cina intolerante de Asmaa–, no cuenta lo que pasa realmen-
te, zanja. Tarik coincide en el análisis: "El terrorismo no es
pobreza; se mueve por otras razones. ¿Quién financia a los
grupos terroristas? Qué responsabilidad tienen los gobier-
nos que invadieron Iraq? Porque por eso fue el 11-M, ¿no? Y
yo no justifico la violencia. Ni el Islam. El Islam dice que el
que mata a una persona mata a todas. Aquí ha matado ETA.
Qué injusto sería que yo pensara que todos los españoles
son terroristas", reflexiona con la niña pequeña en brazos.
Se le cae un patuco y se lo vuelve a poner con delicadeza.
Amparo hace autocrítica: "El Islam tiene que recuperar
su aroma, su espíritu, y desvincularse de los intereses eco-
nómicos de los países. Hemos permitido que la comisión y
federaciones islámicas estuvieran al servicio de intereses
geopolíticos de países extranjeros. Tenemos un panorama
un poco desolador". En el momento de escribir estas líneas,
decenas de civiles fueron asesinados en Yemen en un bom-
bardeo de la coalición liderada por Arabia Saudí, a quien
España vende armas sin remordimientos. El salón de actos
de la Fundación Tres Culturas, en Sevi-
lla, está casi lleno. "Os gusta mirar a la el rechazo
gente desde arriba", le dice el feriante
Hurón al guardia de fronteras Migra,
institucional es el
que quiere subir a la noria. Es un pa- apartado con más
saje de La ciénaga, una obra de teatro denuncias, según
escrita por Antonio Morales que abor- sos racismo
da –y borda– el rechazo al extranje-
ro. "Algo habrán hecho los que vienen La comisión islámica
a quitarnos el pan", responde Migra a
Hurón. "Los extranjeros nunca serán
también hace
ciudadanos", concluye. Luego devuel-
autocrítica: «El islam
ve al Mediterráneo el cadáver de quien tiene que recuperar
sólo venía buscando un 1ºC o un 4ºD. � su aroma»
Ó DONA
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Dossier testimonios
una nueva generación
con ideas propias
Miriam
faraj
1987, madrid
responsable de calidad en INGENIería
«Marruecos y España son
tan distintos como parecidos»
De madre española y padre marroquí, Miriam ha vivi-
do entre dos aguas. Con sólo un año se trasladó junto a su
familia a Asilah. Allí permaneció hasta los 18, cuando vol-
vió a España. "He crecido en un entorno musulmán, estu-
dié el Corán en el colegio y todos mis amigos del barrio son
musulmanes". Pese a que la define como una "infancia fe-
liz", nunca se consideró a sí misma "creyente ni practican-
te", aunque es consciente de que el Islam forma parte de su
acervo cultural y lleva su mitad marroquí con orgullo.
Mientras estudiaba en el colegio marroquí, su padre y su
madre inscribieron a Miriam en el CIDEAD (Centro para
la Innovación y el Desarrollo de la Educación a Distancia).
"De esta forma seguía también el sistema educativo espa-
ñol", cuenta.
Hoy lleva en la misma empresa siete años y dice no haber
tenido problemas por sus orígenes. "Dado que trabajamos
con países árabes, es frecuente oír comentarios despecti-
vos sobre 'los moros', pero no me lo tomo como algo perso-
nal: es un término que a menudo se usa sin pensar".
Las familias de Miriam viven a ambos lados del Estrecho.
Sus padres, en Marruecos, y sus abuelos divididos entre la
parte española y marroquí. "No han tenido demasiado con-
tacto", explica. "Tengo entendido que, en su momento, mi
familia materna fue la más sorprendida de que su hija se
echara un novio marroquí. A mi familia paterna, por el con-
trario, no les sorprendió nada: mi padre vino a estudiar Ar-
quitectura a España, por lo que cabía la posibilidad de que
se enamorara de una chica española".
A ojos marroquíes, Miriam cree que "existe una relación de
amor-odio hacia España. Hay cierta nostalgia de 'lo que fue
nuestro', pero no con el ánimo de recuperar Al-Ándalus ni
nada por el estilo, sino desde una mirada ciertamente ino-
cente. También se recuerda cómo muchos españoles emi-
graron a Marruecos durante el Protectorado para buscarse
la vida. Y luego está la otra cara de la moneda: el Real Ma-
drid, el Barcelona, el sentarse a mirar el Peñón de Gibraltar
desde Tánger y verlo como un sueño…" DANI CABEZAS
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Dina
BOUSSELHAM
1990, tánger (marruecos)
asesora política
«La religión no puede
formar parte de la política»
Dina Bousselham trabaja en el Congreso de los Dipu-
tados como asistente del Grupo Parlamentario de Po-
demos. Es marroquí, lleva ocho años en España, domina
a la perfección el español y no practica ninguna religión.
"La gente tiene mucha confusión con lo que es ser árabe y
musulmán. Se interpreta que eres árabe desde Marruecos
hasta Irán. Yo soy de Marruecos y soy árabe, pero allí ten-
go amigos que son árabes, otros son bereberes, y, dentro
de esos grupos, hay cristianos marroquíes, judíos marro-
quíes… Como decía Edward Said, los prejuicios y los este-
reotipos juegan un papel muy importante, y ahora más, con
el contexto de globalización, el papel que juega el terroris-
mo… Mucha gente lo mete todo en el mismo saco", explica.
En política sigue siendo difícil encontrar caras que repre-
senten a esas otras culturas que viven en España. Y, sobre
todo, verlo con naturalidad. En 2008, una concejala musul-
mana del PP en Gines (Sevilla) protagonizó un enfrenta-
miento con el propio Rajoy por su propuesta de querer re-
gular el velo en las escuelas. "El velo que no me lo toquen", le
dijo a través de los medios de comunicación. Fátima Moha-
med Kaddur terminó abandonando el partido.
Dina, que se educó en un colegio español y no estudió ára-
be hasta tercero de Primaria, observa mucha hipocresía
tanto en España como en Marruecos y cree que una cosa es
predicar la moral para afuera y otra hacerlo para adentro.
"Yo creo que cada uno debería hacer lo que le dé la gana en
su ámbito privado y que la religión no forme parte de la po-
lítica, que haya una separación real", opina en referencia al
partido tradicionalista Justicia y Desarrollo, ahora en el po-
der en su país de origen. "Tradicionalista de boquilla, por-
que después ellos también tienen escándalos. Hace poco
hubo uno sexual".
Ella no vino a España en busca de trabajo y sus condiciones
personales y familiares no la obligaban a salir al extranjero.
"Muchas veces tengo el dilema de sentirme de aquí y de allí,
y para mí es muy enriquecedor sentirme de ambas partes.
Formar parte y beber de culturas diferentes hace que me
sienta mejor", concluye. josé bautista

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octubre 2016
Algunos ya han nacido en España, otros residen en este país desde hace años y aceptan con naturalidad la
diversidad de la sociedad en la que viven y trabajan. Alejados de prejuicios y etiquetas, reivindican sus tradiciones
sin estridencia ni radicalismo. Los hay religiosos, pero también ateos y apolíticos. Son una nueva generación de
hombres y mujeres con ideas propias, en algunos casos rompedoras y opuestas a estereotipos . Testimonios que
muestran una variedad de pensamientos y sensibilidades.
Omar
el hachemi
1988, valència
músico
«La cultura musulmana me
inculcó valores de humildad»
Forma parte de esa nueva generación de raperos es-
pañoles que han crecido bajo la influencia tanto de
Violadores del Verso como de una sociedad que ha co-
menzado a abrirse poco a poco. Tanto a los nuevos géne-
ros musicales underground como a rostros distintos. En el
caso de Omar El Hachemi, hispano-argelino afincado en Va-
lencia, el rap ha supuesto un espacio de desarrollo personal
que compagina con sus estudios de Fotografía.
No encontramos en las palabras de este joven
–perteneciente a una de las primeras generaciones mix-
tas en España–, quejas por recibir un trato diferente debi-
do a sus raíces árabes. Más bien al contrario. Sus respues-
tas nos hacen ubicarle como a otro chaval cualquiera, más
que como a un abanderado del rap árabe en nuestro país.
Y, sin embargo, Apolo 8 (Ilegal Music, 2016) constituye una
de las perlas musicales de este año. No sólo a nivel estéti-
co, cuidado, detallista, limpio y elegante al mismo tiempo,
sino en materia de maridaje hip hop. "Sería imposible ne-
gar la influencia de la cultura árabe en nuestro país y eso se
nota también en la música", opina. A sus 28 años, este ra-
pero se aleja de apodos o sobrenombres para firmar con el
suyo propio. Es director del sello independiente Ilegal Music
y desarrolla un hip hop multilingüe (inglés, francés y espa-
ñol) pausado e intelectual. Con un fuerte compromiso por
la autogestión, aparte de sus incursiones musicales, El Ha-
chemi también graba y monta sus propios videoclips. Este
valenciano se basa en la utilización de músicas negras como
el jazz, el soul e incluso otras más alejadas estilísticamente,
como el rock progresivo, para dar forma a sus samplers. Se
trata, sin duda, de uno de los raperos con mayor proyección
del panorama underground actual.
"Con el tiempo perdí el interés por la política y aunque sí
existe un análisis o una crítica de la sociedad en mis letras,
no es la finalidad a la hora de ponerme a hacer música",
apunta. De padre argelino y madre española, Omar apren-
dió la cultura musulmana de niño. "Viéndolo con perspecti-
va creo que eso me inculcó valores de humildad y de respe-
to", sostiene. elena rosillo representa su hiyab. sergi tarín
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testimonios dossier
Zoulikha
Benkaa Kaa
1988, Mostaganem (argelia)
doctoranda
«Quiero trabajar en zonas de
conflicto como Yemen o Siria»
Al principio se sentía incómoda. Ahora ya ni mira cuan-
do la miran. Aunque mirar no sea un acto sin matices. Exis-
te la curiosidad, la desconfianza, la extrañeza. O esa atrac-
ción por la luz, enmarcada dentro del hiyab, que irradian
los rostros convencidos: Zoulikka quiere ser cooperante
en zonas de conflicto como Yemen, Siria o los campamen-
tos de Tindouf. Y lo sabe desde joven, cuando trabajaba con
chicos del barrio marinero de Tigditt, en Mostaganem, uno
de los principales puertos clandestinos de pateras desde el
Magreb. "Veían a los que llegaban de Francia presumiendo
de dinero y coche nuevo y querían su misma vida", recuer-
da. Vidas de falso éxito que empujaban a la juventud hacia el
mar y que demuestran que el ego de los que se sienten fra-
casados también mata.
Fue en ese ambiente que Zoulikha conoció a los volunta-
rios de la ONG Harit, quienes le animaron a inscribirse en
un máster de Cooperación de la Generalitat Valenciana. Era
2011 cuando llegó al barrio de La Coma, un gueto pobre don-
de se involucró en un programa contra el absentismo esco-
lar. Y con niños musulmanes colaboró en la Gran Mezquita
de Valencia: "Eran clases de religión, pero prefería hablarles
de ética, de los valores humanos del Corán". Fueron tiempos
de ataques terroristas como el de Charlie Hebdo, en París.
Zoulikha recuerda que algunos niños llegaban apesadum-
brados porque los amigos de clase les daban la espalda tras
echarles en cara haber matado a aquella gente.
"Después de cada atentado te miran más, sobre todo si lle-
vas mochila, por lo que prefiero no salir en una semana".
Una mochila llena de apuntes para su tesis sobre la nueva
movilidad de los argelinos en Alicante y el numeroso par-
que inmobiliario que han ido adquiriendo tras el desplome
de los precios. Pero lo académico es pasajero: "Sólo para te-
ner un título y que mis padres vean recompensado su es-
fuerzo". A Zoulikha la mirada se le aflige entre las cuatro
paredes de un departamento y prefiere atisbar la lejanía de
la barbarie y la solidaridad, donde cree que será útil. Una
mirada comprometida, dice, gracias a la religión que
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Dossier testimonios
Ben
zahra
1968, casablanca (marruecos)
ACTOR
«Nosotros también
somos víctimas del terrorismo»
"Yo estaba en contra de emigrar”. Ben Zahra llegó a Espa-
ña casi por casualidad hace 24 años –"la mitad de mi vida"–, y
aún recuerda cuando veía a sus compatriotas llegar de Fran-
cia o Inglaterra con coches caros y la cartera abierta. Empezó
a actuar en Marruecos y en una gira teatral aprovechó para
pedirle un visado al cónsul español. Consiguió el documento
y puso rumbo al norte con la mirada puesta en su tierra. "Si
vuelves, ¿qué futuro tienes aquí?", le espetó su familia cuan-
do quiso dar marcha atrás, no sin antes recordarle la suerte
que tenía por haberse librado de cruzar en patera.
Ben Zahra se siente bien en España y la generosidad que re-
cibe le hace recordar a su tierra natal, aunque también en-
cuentra semejanzas entre ambas "culturas hermanas" en
otros temas menos agradables: la corrupción, el abandono
escolar, el machismo... Por supuesto, no todo fue un cami-
no de rosas para este marroquí de apariencia juvenil y tra-
to cercano obsesionado con la gramática española (cosas
de haber estudiado Filología Hispánica). Tal es su relación
con la lengua de Cervantes que no desaparece de su men-
te aquel día en la Universidad Autónoma de Madrid, cuando
una profesora cuestionó la redacción de su tesis de máster y
él respondió: "Si encuentra usted un solo fallo de gramática,
me voy de esta universidad". "Cuando ocurrió lo de Atocha
[el 11-M] me temí lo peor, pero el pueblo español demostró
un grado de consciencia enorme, demostró que es un país
diferente". "Nosotros también somos víctimas del terro-
rismo, porque los yihadistas consideran que un musulmán
que paga impuestos en un país extranjero es un traidor que
merece la muerte", advierte.
La vida de este actor echó raíces profundas en Almería y
en Madrid, donde más tiempo ha pasado. Asegura que ya
le dan igual los estereotipos, quizás porque los ha visto y
padecido a ambos lados del Mediterráneo. Aquí les llaman
moros, "allí nos llaman baraka, algo así como 'harapiento',
una huella que el pasado humilde de España dejó en el ára-
be dariya, la variedad marroquí", explica. "Hasta los años 70
aquí se prohibía la minifalda, mientras que en Marruecos
estaba permitida", recuerda. josé bautista
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Nabila
Boumediane
1979, tánger (Marruecos)
filóloga
«Algunos dan por hecho que
soy sumisa por ser marroquí»
Nabila llegó a España hace 13 años, donde ya tenía me-
dio pie antes de que le dieran luz verde en la Univer-
sidad Complutense para terminar su doctorado en
Filología Hispánica. Recuerda que, como muchas otras
familias marroquíes, en su país sintonizaba los canales de
televisión españoles para no perderse programas como El
Juego de la Oca o Tutti Frutti y sus legendarias bailarinas, las
Mama Chicho. Nabila ríe mientras recuerda aquellos mo-
mentos de su infancia. "A muchas amigas españolas sus
padres no les dejaban ver la tele a esas horas, pero a mí sí y
no me lo perdía", alega Nabila para evidenciar que tanto allí
como aquí hay familias más o menos conservadoras. En su
Tánger natal era frecuente escuchar conversaciones en cas-
tellano, incluso dentro de casa, pues su madre también do-
mina el idioma.
Nabila es una joven activa y comprometida en el plano so-
cial. Dedica gran parte de su tiempo a, por ejemplo, dar vida
al Círculo Cultural Hispano Marroquí, un lugar de encuen-
tro abierto y plural en Madrid. Por eso le molesta el infanti-
lismo con que, a menudo, se observa a la mujer musulmana
desde este lado del mundo. "Hay gente que da por hecho que
soy una mujer sumisa por ser marroquí", lamenta. Tam-
bién se siente decepcionada cuando alguien de su entorno
le reprocha frases del Corán que, interpretadas al pie de la
letra, asustan a cualquiera; o cuando le toca vivir el machis-
mo con forma de reproche tanto en su país natal como en
España. "Me preguntan, '¿es que no te vas a casar?', como si
fuera una obligación", explica.
Ahora trabaja en el Real Automóvil Club de España, donde
su perfil políglota le permite atender a ciudadanos de todo
el mundo. Esta joven musulmana y practicante disfruta
cuando habla de su cultura y responde a todas las dudas so-
bre el mundo árabe e islámico, pero no puede evitar sufrir
cuando vienen cargadas de estereotipos. "Hay gente incluso
en la universidad que me ha asegurado que en Marruecos si
eres rubia, te raptan para venderte en el zoco". Su vida es un
ejemplo de una de las ideas que defiende: que su religión no
supone problemas para la integración. j.b. �
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octubre 2016 testimonios dossier

recelos
que anulan
el sentido
del humor
La idea inicial era llenar
esta página de chistes.
Queríamos reírnos con
nuestros nuevos vecinos
y vecinas, saber qué tipo
de bromas les inspiran
los descendientes del
antiguo Al-Ándalus. Pero
ha sido misión imposible.
Todos los periodistas que
han colaborado en este
especial han pedido a sus
respectivos entrevistados
que les contaran un chiste.
Y, a pesar de insistir, a veces
hasta la pesadez, nadie lo
ha conseguido. Algunos
han reconocido que existen
versiones en árabe del
clásico "iban un inglés, un
francés y un español", en
el que a éste último le toca
el peor papel. Pero no hubo
manera de que nos pusieran
un ejemplo. ¿El motivo?
Seguiremos investigándolo.
En cualquier caso, parece
obvio que falta sentido del
humor por ambos lados,
sobre todo para reírse de sí
mismo. �

Viñeta de Maysun Cheikh Ali.

Autora de
dibujosmaysun.tumblr.com
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Dossier testimonios
Clase en el
colegio público
Palacio Valdés,
de Madrid.
fernando sánchez
Aquí no hay
inmigrantes,
sólo niños
La escuela, lugar privilegiado para
romper las desigualdades, puede ser
también un escenario cargado de
estereotipos. Por josé bautista
N
adia tiene 47 años, es marroquí y vive en Sevilla.
Un día el profesor de Geografía de su hija empe-
zó a hablar de África con estas palabras: "Cuida-
do con esa gente, que comen otras comidas, se
visten de otra forma y bueno, hay que tener cui-
dado". La hija de Nadia levantó la mano para decir que eso no
era así. El profesor se calló avergonzado. El episodio podría
formar parte de las anécdotas de cualquier familia de emi-
grantes españoles. La historia se repite y, en muy poco tiem-
po, España ha pasado de ser un país exportador de mano
de obra barata a ser receptora de inmigrantes, la mayoría
originarios del Magreb y Europa del Este –aunque ahora el
número de españoles que emigran vuelve a despuntar–. La
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octubre 2016
escuela, lugar privilegiado para romper la reproducción de
desigualdades, puede ser también un escenario cargado de
estereotipos, ideas sin fundamento como que los extranje-
ros reciben todas las subvenciones estatales –una falacia,
pues se asignan en función de la renta– o que no participan
en las actividades y fiestas escolares de sus hijos. A diferen-
cia de países vecinos como Alemania, Francia o Reino Unido,
en España el fenómeno es reciente y la primera generación
de hijos de inmigrantes aún está en edad escolar. Según da-
tos del Ministerio del Interior, el 82% de los alumnos extran-
jeros acude a centros públicos y sólo el 18% estudia en la pri-
vada o la concertada, frente al 32% de la media nacional. El
37,8% de los alumnos españoles de origen extranjero aban-
dona sus estudios de forma prematura, la proporción más
alta de la Unión Europea. Un estudio de la Unión de Comuni-
dades Islámicas de España estima que el 40% de los alumnos
musulmanes son españoles mientras que el otro 60% proce-
de de Marruecos (45%) o de otra nacionalidad (15%).
El colegio público Palacio Valdés de Madrid, un centro de
integración psíquica, visual y auditiva, fue uno de los prime-
ros en tener un alumnado diverso. Situado en pleno centro
de Madrid, a escasos metros del multicultural barrio de La-
vapiés y muy cerca del Museo del Prado, llegó a tener chicos
y chicas de 42 nacionalidades en sus aulas. "Tenemos la ma-
nía de preguntar, '¿en tu cole hay muchos inmigrantes?'. Yo
respondo que no, que en el mío sólo hay niños; hemos olvi-
dado que fuimos inmigrantes", explica la directora, Sonso-
les Carles. En el Palacio Valdés estudian muchos pequeños
musulmanes, la mayoría magrebíes pero también de países
de Europa del Este como Bulgaria e incluso de Bangladesh.
Carles asegura que los padres musulmanes son tan activos
o más que el resto, y participan en la Asociación de Madres
y Padres, en las jornadas gastronómicas y cuentacuentos…
"En general, todos tienen intención de integrarse", prosigue.

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octubre 2016
Sólo recuerda incidentes aislados con esta comunidad,
como cuando, hace muchos años, un padre egipcio se fue
del centro porque la dirección estaba a cargo de una mujer.
"Son niños que vienen muchas veces de situaciones muy
precarias", sostiene la responsable del colegio, que evoca el
caso de Asile, un niño de cinco años que no hablaba debido
al shock postraumático que le había dejado la guerra: "Nadie
nos forma para eso, la mayoría viene sin conocer el idioma y
tenemos menos medios que antes de la crisis". Para esta ex-
perimentada docente, la clave no es tanto cuestión de me-
dios materiales sino un ejercicio de empatía, de ponerse en
los zapatos del alumnado. En contra de muchos prejuicios y
estereotipos, ella ensalza el ejemplo de varios padres musul-
manes, como Rita, de Bangladesh y madre de dos niños. "Su
marido la abandonó cuando estaba embarazada pero ella es-
tudió el castellano durante las noches y ahora está muy im-
plicada en la educación de sus hijos. El año pasado contó un
cuento en español… es una madre coraje".
lAs generAlizACiones
El último informe de SOS Racismo y la Fundación de Cultura
Islámica señala algunos vicios del sistema educativo espa-
ñol en relación con el islam, entre ellos el reduccionismo y la
generalización que se hace a menudo de temas específicos
como si fueran norma en el mundo musulmán, la existencia
de un "programa oculto" que crea un antagonismo entre la
civilización judeo-cristiana y la islámica, y la negación de la
influencia árabe en la cultura e historia españolas. Con fre-
cuencia, la educación de niñas y niños musulmanes se redu-
ce en los medios españoles al menú escolar sin carne de cer-
do o la prohibición del hiyab. En septiembre la prensa se hizo
eco de los planes de la Fundación Islámica Convivencia e In-
tegración de España para abrir en Valencia el primer colegio
musulmán del país con clases de árabe y religión islámica.
La polémica no se centró en que la financiación procede de
Arabia Saudí, Qatar y Kuwait, sino en que tres altos cargos
de la fundación pertenecen a una asociación vinculada a los
Hermanos Musulmanes, una relación negada por uno de sus
impulsores, el tunecino Faouzi Ben Messaoud.
La asociación Sodepau es una de las organizaciones que
trabaja en España para intentar erradicar los prejuicios. Me-
ritxell Bragulat, que pertenece a este colectivo solidario, di-
rige la Muestra de Cine Árabe y Mediterráneo de Cataluña
y es una de las impulsoras de los ciclos de cine arabomu-
sulmán en institutos catalanes, películas que normalmente
sólo se proyectan en grandes salas en épocas que no va na-
die, según explica. Tras la proyección, los jóvenes, muchos
Recinte
Fabra i Coats,
Sant Andreu,
BARcelonA
21, 22 i 23
d’octubre
19
testimonios Dossier
de ellos originarios de países árabes, «los pADres
debaten y opinan acerca de una rea-
lidad narrada por sus protagonistas.
musulmAnes son
"Son películas a menudo muy duras,
pArtiCipAtivos», DiCe
por lo que jóvenes y mayores siempre lA DireCtorA De un
aprenden algo nuevo (…). Nos interesa Colegio De mADriD
que sean ellos quienes hablen", sostie-
ne Meritxell. en Algunos CAsos,
Otras iniciativas que nacen también
con buenas intenciones terminan, sin
iniCiAtivAs Con buenA
embargo, en fracaso, como algunos
intenCión terminAn
centros de educación compensatoria empujAnDo A los
de difícil desempeño, ideados para fa- menores A guetos
vorecer el acceso a la escuela a través
de la cercanía geográfica y facilidades para el transporte y
alimentación de los menores. Una de esas escuelas que aca-
ban convirtiéndose en guetos se encuentra en la zona orien-
tal de Almería. La totalidad del alumnado está compuesto
por españoles de familias musulmanas de escasos recursos:
"El 98% son hijos de marroquíes, el otro 2% lo componen ni-
ños de Europa del Este y de etnia gitana", detalla un maes-
tro con casi una década de experiencia, que prefiere man-
tener el anonimato. Los alumnos hablan en árabe, aunque el 0,3% de
las clases se imparten en castellano; las fechas importantes
plazas en la
se rigen por el calendario musulmán y una excursión esco-
lar de tres euros es un lujo que no todos pueden permitirse.
universidad
Los docentes tienen dificultades para incorporar a padres al
Prácticamente
uno de cada diez
consejo escolar, y niños de tercero de Primaria hacen de in-
estudiantes de
térpretes entre los docentes y su familia. "Cuando los padres
educación básica
vienen tarde, con el mono del trabajo sucio de currar, yo me en España es ex-
emociono", cuenta este maestro. En el centro hay opiniones tranjero. En 2015,
para todos los gustos: "Con temas espinosos como los aten- eran 724.000,
tados te das cuenta de qué pie cojea cada familia. Hay niños pero sólo el 0,3%
que los defienden, otros que no, como en una ikastola del de las plazas uni-
País Vasco". También resulta difícil hablar de homosexuali- versitarias (4.734)
dad o de la teoría de la evolución del ser humano, una contra- corresponden a
dicción divina. Cuenta este maestro que un matrimonio ma- foráneos. Según
rroquí inscribió a su hija y su hijo a clases de religión católica un estudio de la
y que estos no sufrieron acoso por parte de otros alumnos, Unión de Comu-
nidades Islámicas
pero que sí hubo insultos cuando los padres se divorciaron.
de España, el 95%
"Aquí el eje central es la religión", opina, y matiza que es
del alumnado mu-
una parcela que gana peso cuando los escolares llegan a Se- sulmán carece de
cundaria. La homogeneización de las aulas en este colegio, clases de religión.
sumada al origen rural y la precaria situación económica de Y el 90% del pro-
la mayoría de las familias, hace que se intensifiquen ciertos fesorado de Reli-
patrones culturales que en colegios urbanos con más diver- gión Islámica está
sidad no podrían prosperar. � en paro.
www.firaesc.org
#FESC2016
20
Dossier testimonios
los prejuicios
alimentan
el paro y la
precariedad
El colectivo denuncia la falta de
comprensión de los empleadores ante
tradiciones como el Ramadán o el uso del
pañuelo. Por santiago sáez y olivia carballar
E
n un claro en la selva de plás-
ticos del levante almeriense,
Bouchira trata de tranquili-
zar a Amin, uno de sus dos
hijos gemelos. Los bebés na-
cieron hace un mes en el asentamien-
to de Don Domingo, a unos cientos de
metros de la pedanía de San Isidro, en
el término municipal de Níjar (Alme-
ría). En el poblado se mezclan chabolas
y ruinas reconstruidas de un antiguo
cortijo. Dos zonas separadas por inver-
naderos albergan a unas 100 personas,
en su mayoría marroquíes como Bou-
chira. "No puedo trabajar, tengo que
cuidar de los niños", dice sin perder la
sonrisa. Pero en Don Domingo, el que
no trabaja no cobra, y la miseria se des-
parrama por todas partes.
A Benaissa, un joven de unos 25
años, lo operaron de apendicitis a
principios de agosto y, desde enton-
ces, no trabaja. "Llevo dos días sin co-
mer nada", asegura mientras abre una
desvencijada y vacía nevera. Su vecino
Achraf, de 19 años, explica la situación:
"En los invernaderos te contratan por
días, y si un día no puedes venir, aun-
que sea porque estás enfermo, no te
pagan". Achraf está cursando un mó-
dulo de peluquería con la esperanza de
obtener un trabajo fuera de los inver-
naderos. Muchos de ellos no tienen es-
tudios y terminan recluidos, como en
una espiral sin fin,
«Entre tres mujeres en trabajos de poca
cualificación como
musulmanas y una la agricultura en Al-
latina, eligen a la mería o la ganade-
latina», denuncian ría en los campos de
en sevilla acoge Castilla. En las ciu-
dades, además, la crisis se llevó por
delante a las miles de familias musul-
manas que vivían de la construcción.
Los contratos en la obra fueron susti-
tuidos por la economía sin papeles. Y
lo mismo ocurrió en la hostelería, que
llegó a ocupar al 40% de inmigrantes.
Un barómetro de 2010 impulsado por
los entonces ministerios de Trabajo e
Inmigración, Justicia e Interior, situa-
ba la tasa de desempleo del colectivo
árabe por encima del 27%, siete pun-
tos más que la media. Los más jóve-
nes, la segunda generación, tampoco
se han librado de la lista del paro ni
aun con estudios universitarios.
De todas las denuncias recogidas
en el último informe de SOS Racismo
del año 2014, el 4% se refiere a casos
de discriminación laboral, relaciona-
das con la negativa de los empleadores
a formalizar el contrato prometido o el
abono de unos sueldos por debajo del
salario mínimo. El número de quejas
en este apartado se situó en 14. Un año
antes, en 2013, hubo 47.
El trabajo es uno de los principales
ámbitos en los que afloran los prejui-
cios, el rechazo al otro, a otra cultura,
a otra religión. En el caso de las mu-
jeres y en los empleos de cara al pú-
blico, la discriminación es mucho más
evidente. La Fundación Sevilla Acoge
pone un ejemplo: cada vez que les lle-
ga una oferta de trabajo y proponen a
tres mujeres musulmanas y a una lati-
na, siempre eligen a la latina. "Necesi-
to una persona que cuide a mi madre,
pero es que a mi madre le dan mie-
do las mujeres con pañuelo", es la res-
puesta que suelen dar, según explica
Asmaa Hallaga Messari, mediadora
social en la organización.
"Hay prejuicios y desconocimiento.
Creen que como no comen cerdo, tam-
poco lo pueden tocar o guisar. Y no sa-
ben que eso no es así. ¿Pero qué pasa
con las mujeres que trabajan con co-
fia?", se pregunta. "Pues si no te gusta,
vete a tu país", es la respuesta habitual
que viene a continuación. Y no, insiste
Hallaga: "No tengo por qué irme a otro
país, porque a lo mejor soy de este país
y aunque no lo fuera tengo derecho a
que se respete mi identidad cultural".
En algunos hoteles es frecuen-
te comprobar cómo las mujeres tie-
nen asumido que parte de su unifor-
me como limpiadoras o camareras
es quitarse el pañuelo. A la salida, se
lo vuelven a poner. En muchos casos,
www.lamarea.com
octubre 2016
son ahora las mujeres las que sostie-
nen a la familia. Según una encuesta
recogida en un informe de Amnistía
Internacional, las percepciones sobre
la discriminación sufrida por las mu-
jeres musulmanas varían en función
del lugar de nacimiento: las nacidas
en Europa asociaban más a menudo
el rechazo de una candidatura de em-
pleo con discriminación por motivos
de religión, mientras que las nacidas
fuera del país de la UE donde ahora vi-
vían pensaban que se debía a su origen
étnico. Amnistía Internacional insis-
te en que las políticas aplicadas con el
objetivo de promover "una determina-
da imagen de marca, complacer a los
clientes o reforzar una noción de neu-
tralidad" son discriminatorias. En al-
gunos países, incluso, la prohibición
del hiyab ha llevado a algunas muje-
res a usar pelucas o gorros. En España,
recientemente una mujer denunció a
Acciona por impedirle trabajar con pa-
ñuelo en el aeropuerto de Mallorca.
El duro mes de ramadán
Sambajay Ndiaye, musulmán de Sene-
gal, lleva 11 años en España. Trabaja en
un invernadero en Murcia. El momen-
to de mayor roce se produce durante el
mes de Ramadán, en el que los adultos
no pueden ingerir alimentos ni bebida
entre la salida y la puesta del sol. Cuan-
do coincide con el verano, las condi-
ciones de humedad y altas temperatu-
ras de los invernaderos pueden hacer
muy duro el ayuno. Y los encargados,
afirma Samba, como lo llaman sus
amigos, no ayudan: "La misma perso-
na que durante todo el año no te hace
ni caso, en Ramadán no hace más que
ofrecerte agua fría".
La Fiesta del Cordero, Eid al-Adha,
es la celebración más importante del
calendario musulmán. Muchos traba-
jadores de los invernaderos tampoco
acuden esa jornada al tajo. El conve-
nio colectivo provincial en el campo
recoge su derecho a un día de permi-
so, pero no está retribuido. A pesar de
los problemas, según Samba, no todos
los jefes actúan de la misma mane-
ra: "Hay mucha gente, la mayoría, que
trata de entenderte, que te pregunta y
que está dispuesta a cambiar los ho-
rarios para empezar más temprano y
evitar las horas de más calor, o traba-
jar menos horas y recuperarlas des-
pués". Pero al final, todo depende de
los acuerdos verbales. �
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octubre 2016 testimonios dossier

Llegar
en patera
es vender
tu vida
Conversación con Ali Boujerfaoui y
Omar Mirzak, que llegaron por mar
desde Marruecos y hoy son educadores
en un centro de menores. Por isabel cadenas

E
s la Fiesta del Cordero en el
Santiago 1, un centro de meno-
res en régimen abierto en Sa-
lamanca. En régimen abierto
significa que cualquiera puede entrar,
pero también que cualquiera puede sa-
lir cuando quiera: lo opuesto a un cen-
tro de menores al uso. Aquí conviven
menores de protección con menores
infractores y otros en riesgo de exclu-
sión social. Hoy se come tajín y cuscús,
hay quien lleva chilaba, Ali pone músi-
ca marroquí en el ordenador. La Fiesta
del Cordero es una de las celebraciones
más importantes del año en el Santia-
go 1, a pesar de que hoy sólo viven aquí
tres musulmanes: Hamsa, Ali y Omar.
Omar Mirzak y Ali Boujerfaoui lle-
garon en patera desde Marruecos; hoy
son cuidadores-educadores en el cen-
tro y charlan sobre lo que les empujó
hacia el mar. Omar salió de Ain Rah-
ma con 21 años; Ali de El Aaiún con 17,
y ambos hablan de quienes se habían
ido antes que ellos y llegaban al pue-
blo contando maravillas sobre el pa-
raíso europeo. "Cuando te montas en
una patera sabes que estás vendiendo
tu vida. Algunos la venden muy bara-
ta y hoy están con los peces, en el mar;
Ali Boujerfaoui otros tenemos más suerte y la vendi-
y Omar Mirzark, mos más cara", relata Omar, que llegó
en el centro al Santiago 1 como estudiante y, des-
de menores de 2005, está a cargo de una casa en la
donde trabajan. que viven menores infractores.
Pedro Sara La primera vez que volvió a su pue-
blo le acompañó Jesús Garrote, el di-
rector del centro: en un año habían
realizado un acuerdo con el Gobierno
marroquí para que los chicos pudie-
ran trabajar allí en verano. El proyecto
sigue en pie, y ahora se ha extendido a
otras partes del país: cada verano, una
veintena de menores que viven en el
Santiago 1 trabajan en escuelas públi-
cas marroquíes. "Aquí la gente cuando
les ve cambia de acera, y en Marrue-
cos les besan las manos", afirma Ali,
quien la primera vez que regresó a El
Aaiún fue como educador en ese pro-
yecto. El joven se había ido de allí cua-
tro años antes: la policía le había dete-
nido y torturado cuando le vio hacer
pintadas a favor del Frente Polisario.
En aquel momento supo que tenía que
marcharse.
Desde entonces las cosas han cam-
biado mucho. En la capilla-mezquita
del Santiago 1 –una sala en la que se
mezclan figuras de Buda, una repro-
ali ya no confía en un
sáhara independiente
y cree que los pueblos
árabes necesitan de
guías fuertes
omar reitera la
palabra "dignidad"
y recuerda que los
dictadores siempre
acaban bajo tierra
ducción de la mezquita de Al-Aqsa, col-
chonetas de yoga y un cristo en colores
pop–, Ali y Omar hablan de política. En
su castellano pausado, perfecto, Ali
confiesa que ha dejado de creer en la
independencia del Sáhara y dice que
los pueblos árabes necesitan de guías
fuertes; Omar le recuerda que los dic-
tadores acaban siempre bajo tierra, y
reitera una y otra vez la palabra "dig-
nidad". "Al final siempre me tapo los
oídos", se ríe Omar. �
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El Catalejo Radiografía en cifras octubre 2016

Los musulmanes representan Asturias

el 4% de la población en España 7.764 (0,58%)
5.807
Por comunidades autónomas, Cataluña es la que concentra mayor número de personas 1.957
musulmanas, seguida de Andalucía y la Comunidad de Madrid. Sólo en esta última, junto
a Ceuta, Melilla, Canarias y levemente en Extremadura, el porcentaje de musulmanes
españoles es mayor al de extranjeros.

Fuentes: ucide, ine y elaboración propia Galicia

17.166 (0,62%)
12.249
4.917
Lugares de culto
Total
1.427
Andalucía
201 Castilla y León
Musulmanes 37.775 (2%)
Aragón
por CCAA 25.874
63
Asturias
Total en España 11.901
9
Canarias
1.887.906
37 > 50.000
Cantabria 50.000 a 100.000
5 < 100.000
Castilla y León < 300.000
38
(%) porcentaje sobre la población
Castilla-La Mancha Extremadura
Musulmanes extranjeros
94
Musulmanes españoles 19.064 (2%)
Cataluña 8.820
292 10.244
Ceuta
59
Comunidad de Madrid
116
Extremadura
22
GALICIA
20
ISLAS Baleares
52
LA RIOJA
22
Melilla Canarias
11 71.917 (3%)
NAVARRA 27.815
30 44.102
País Valenciano
201
Melilla
País Vasco
43.981 (51%)
62
11.322
REGIÓN DE Murcia 32.659
93
 23
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octubre 2016 Radiografía en cifras El catalejo

Cantabria País Vasco

5.059 (0,86%) 51.654 (2%)
3.919 Navarra
41.295
1.140
10.539 23.601 (4%)
15.779
7.822

La Rioja
18.539 (6%) Cataluña
11.733 510.481 (7%)
6.626
335.096
Aragón
175.385
55.105 (4%)
36.316
18.789

Comunidad de Madrid ISLAS Baleares

278.976 (4%) 51.785 (5%)
111.787 34.962
167.189 16.823

País Valenciano
Castilla-la Mancha
62.619 (0,30%) 200.572 (4%)
129.344
40.223
71.228
22.396

ESPAÑA
779.080
REGIÓN DE Murcia
Pakistán
95.387 (7%) 77.478
Andalucía 85.573
Argelia
9.814 62.268
300.460 (4%)
166.377 Senegal
61.519
134.083
NIGERIA
42.543
PROCEDENCIA
Total MALI
22.730
1.887.906 GAMBIA
19.522
Bangladesh
12.818
Ceuta
guinea
36.181 (43%) 10.729
4.535
Otros
31.646 49.866
MARRUEcoS
749.274
24
Dossier territorios
badalona
sermones
en la línea
de triple
Los musulmanes de la ciudad, ante el déficit
de mezquitas, alquilan un polideportivo para
hacer el rezo de los viernes. Por eduardo muriel
L
a calle de Liszt, en Badalona, podría en realidad lla-
marse de cualquier otra manera y estar en cual-
quier otra ciudad dormitorio de España. En ella
conviven carnicerías halal con terrazas donde ve-
cinos charlan entre vasos de cerveza. El carnicero
bromea mientras atiende a dos clientas, una de origen espa-
ñol, la otra marroquí. Pido un rghaif, una especie de crêpe be-
reber, con queso y miel, y el dependiente se anima y le da un
trozo a la española. "¡Vienes todas las semanas a comprar y
nunca pides nada de esto!", dice, entre risas, tras lo que ofre-
ce unos dulces marroquíes típicos de la Fiesta del Cordero.
Le pregunto por la mezquita. "¿Mezquita? No, los viernes
rezamos en el campo", responde. Doy una vuelta por el ba-
rrio. Si algo destaca de sus calles es su diversidad… y la po-
breza. Rodeo el colegio Miguel Hernández, donde se oye ju-
gar a niños en castellano y en árabe, y subo por la calle Jaén,
donde se levantan barracas con techo de uralita. En un bar
marroquí, un puñado de hombres deja pasar el tiempo entre
charlas no muy animadas. No parece que su presencia salga
muy rentable al dueño porque, de la decena, sólo uno tiene
una consumición. Un café. Hablan de su país y de problemas
cotidianos. Uno mira un documental y comenta: "Los ame-
ricanos se lo han llevado todo. Van por el mundo robando y
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octubre 2016
Musulmanes extranjeros
12% (26.375)
Población
215.654
haciendo lo que quieren". Suena una llamada a la oración.
Muchos llevan ese sonido a modo de alarma en el móvil. Mo-
hamed me explica que la mayoría de los presentes está en
paro. "A la gente no le queda más remedio que irse, a Fran-
cia, por ejemplo. Pero allí también es difícil". Poco a poco, la
comunidad se moviliza hacia al lugar del rezo. Sólo los hom-
bres. Algunas mujeres con hiyab juegan en los parques con
sus hijos. Ellas no tienen sitio para rezar en Badalona.
En la mezquita he quedado con un miembro de su junta.
"Los viernes el sermón lo hacemos en el polideportivo", in-
dica. Ahora entiendo al carnicero. Unos metros más arriba
por la calle de Liszt, allí está: bajo las canastas de balonces-
to se extienden inmensas alfombras de colores. Se desper-
digan sobre ellas fieles muy diversos, en sus ropas y en su
color de piel. La mayoría, eso sí, tiene el tono aceitunado de
los árabes. Llegan poco a poco y pasan por los servicios para
hacer la ablución. Por los altavoces, lentos versículos del Co-
rán recuerdan a un quejío flamenco. El conjunto es relajan-
te. Junto a un pakistaní con chilaba gris y kufi –gorro islá-
mico– pasa un joven magrebí con estética de rapero y gafas
de sol. Otro lleva una chilaba azul y unas zapatillas gigan-
tes de color amarillo fosforito. El imán comienza el sermón
cuando las alfombras están medio vacías. Siguen llegando
fieles, en un incesante goteo, a lo largo de los siguientes 30
minutos. El sacerdote habla en árabe y sólo cambia al cas-
tellano unos minutos para recordar las obligaciones que los
musulmanes deben tener entre ellos: visitar al otro cuan-
do esté enfermo, dar consejo o responder al saludo, entre
otras. "Debemos luchar contra el odio entre nosotros", dice
el predicador, y defiende la "hermandad verdadera" entre
musulmanes. Acabado el sermón, comienza el rezo. Los
Las calles de presentes se ponen en pie y comienzan a alternar posturas
Badalona y, de vez en cuando, entonan un largo "amín". Acaba el rito.
(Barcelona) En la puerta se colocan dos hombres para repartir cien-
son una buena tos de folletos. Otros dejan unas cajas de verdura y comien-
muestra de la zan a negociar precios. Me acerco a ver los pasquines. Es-
variedad de sus pero encontrar versículos del Corán, pero hay ofertas de
gentes. platos de cordero al curry o pollo tikka masala. Sólo es pro-
sarai rua paganda de un restaurante indio. �

www.lamarea.com
octubre 2016 territorios
L
a noche del 6 de febrero de 2000, una
Almería turba racista armada de bates, barras
por los de hierro y piedras agredió a inmigran-
tes e incendió negocios. Han pasado ya
campos
16 años desde los disturbios xenófobos de El
Ejido (Almería). Y aunque los inmigrantes ase-
guran que no perciben racismo más allá de
de níjar
casos aislados, las condiciones que dieron lu-
gar a aquel episodio no han cambiado. En Ní-
jar, a escasos 60 kilómetros, el alojamiento,
Las condiciones que dieron lugar a aparte de las pésimas condiciones de trabajo,
los disturbios xenófobos de El Ejido es la gran dificultad a la que se enfrentan es-
aún persisten. Por santiago sáez tas personas. Alquilar un piso se convierte en
una tarea prácticamente imposible. "En cuan-
to se enteran que la casa es para un grupo de
marroquíes o de negros, te cuelgan el teléfo-
no y ahí se acaba la historia", denuncia Adama
Sangaré, que empezó trabajando en los inver-
naderos de Roquetas de Mar y ahora es técnico
Musulmanes extranjeros de la ONG Almería Acoge.
40% (11.139) Esta realidad empuja a los inmigrantes,
muchos de ellos sin estudios, a guetos y asen-
tamientos irregulares, lo que produce aún
más desconfianza por ambas partes. "Si vives
apartado, y además no sabes prácticamente
leer ni escribir, ¿cómo vas a aprender el idio-
ma?", añade Sangaré. Él es imán en Abiyán, la
Población mayor ciudad de Costa de Marfil. Vive en el ba-
28.056 rrio obrero de Los Molinos, en la capital alme-
U
na polémica religiosa puede para-
melilla lizar la ciudad entera. Melilla está
el rechazo muy al sur de cualquier norte. Está
tan al sur de donde se arbitran las
desde la
decisiones importantes que nadie parece re-
parar en ella. En esta localidad, marcada por
la desigualdad, se hace bandera de una cordial
política
convivencia entre sus culturas, pero ésta no
es percibida de igual manera por todos. "Hay
mucho clasismo y cinismo en Melilla", alega
Para algunos colectivos, la ciudad Mimum, taxista desde hace más de 16 años.
autónoma es un ejemplo de racismo "No importan tanto tus creencias, sino tu di-
institucional. Por javier blanco nero, y desgraciadamente los musulmanes
somos aquí los pobres", comenta.
Coincide con este diagnóstico Abdeljabir
Molina, portavoz de VIAS (Voluntariado Islá-
Musulmanes extranjeros
mico de Acción Social), una ONG que en 2015
15% (13.310)
recibió la Medalla de Oro del Ayuntamiento.
Desde su punto de vista, Melilla representa
el ejemplo de discriminación desde las pro-
pias instituciones. "El gobierno de Imbroda
[PP] practica políticas muy discriminatorias.
Es algo matemático: se puede observar en las
rentas por cápita, el paro, las matrículas uni-
versitarias... Y el mero hecho de realizar cual-
quier trámite administrativo, siendo de nues-
tra confesión, suele tardar el doble". Molina
Población considera que la falta de sensibilidad con sus
85.976 tradiciones se ha evidenciado claramente en
25
dossier
riense. Su hija de 13 años, María Isabel, quiere
ser bailarina y está siguiendo la carrera profe-
sional en el conservatorio. Le costó convencer
a su padre. Es alta, esbelta y tiene el pelo tren-
zado. No lleva cubierta la cabeza, y afirma que,
cuando va a la playa, se pone biquini como sus
amigas, musulmanas, cristianas y laicas.
Los domingos, en el barrio de El Puche, se
celebra un mercadillo en el que se vende desde
comida halal hasta ropa usada y muebles anti-
guos. Los inmigrantes marroquíes y subsaha-
rianos se mezclan con los vecinos autóctonos.
Aquí trabaja el palestino Abdallah Mhanna,
químico de formación. Nacido en Gaza, es el
imán de Almería y da clases de religión islá-
mica en el colegio del barrio. Allí se mezclan
inmigrantes musulmanes, españoles gitanos,
españoles payos y españoles musulmanes y,
según Mhanna, no hacen diferencias: "Pue-
den pelearse o insultarse, pero es algo de la
calle, no motivado por el racismo. Al final del
día se llevan bien y son amigos, payos, gitanos
y musulmanes".
En la comunidad musulmana almeriense el
rechazo al fundamentalismo es generalizado.
"El Islam es una religión de paz, el yihadismo no
tiene cabida entre nosotros", sostiene Mhanna.
Y opina que estos actos terroristas responden a
intereses geopolíticos y financieros. �
"el tema de los borregos". Él fue uno de los con-
vocantes de la manifestación del pasado 26 de
agosto, que reunió a unos 4.000 ciudadanos
(de los 80.000 de Melilla) reclamando su "legí-
timo derecho" a comprar reses en Marruecos.
Un brote de fiebre aftosa, detectado allí en
octubre del año pasado y ya controlado, pro-
vocó que Sanidad decretara el veto de entra-
da a cualquier animal procedente del reino
alauí. Esto impidió que cientos de musulma-
nes, como viene siendo tradición en Melilla,
pudieran hacerse con un borrego marroquí
para sacrificarlo en su Pascua Grande, el Aid el
Kebir. La reacción de las autoridades, desacer-
tada según Molina, degeneró en un boicot a los
corderos traídos desde la península para solu-
cionar el problema.
Paz Velázquez, vicepresidenta de Melilla y
máxima mandataria del denominado Institu-
to de las Culturas, fue rotunda: "Quien no aca-
te la ley, que se marche a otro sitio". La frase
crispó aún más la situación. De hecho, miles
de melillenses le acabaron haciendo caso, y
cruzaron la frontera aquel día festivo. Si se si-
gue "politizando la controversia, fomentando
el enfrentamiento", como lamenta Dris Mo-
hamed, presidente de la Comisión Islámica de
Melilla, esta ciudad seguirá siendo un polvo-
rín siempre a punto de explotar. �
26
Dossier Testimonios
las mezquitas,
en el punto de mira
La falta de centros de culto adecuados a la cantidad de población
musulmana en España y la injerencia árabe son los dos factores
más criticados por los propios fieles . Por eduardo muriel
E
s sábado por la tarde en Barcelona. Lejos del bu-
llicio fiestero que ya se desata en los barrios más
cercanos a la playa, las paredes del Centro Cultu-
ral Islámico Catalán, decoradas con zócalos y fri-
sos de piedra llenos de letras en árabe en relieve,
parecen servir de muralla espiritual. En la sala principal hay
un pequeño escenario, un par de mesas repletas de pastas y
té al estilo marroquí y, en medio, varias filas de sillas medio
vacías. En una de ellas se sienta una chica catalana, Sofía,
que viste una chilaba de color naranja brillante. Justo detrás,
coinciden un hombre de origen español, quien se presenta
como miembro de la UNESCO, y un joven de tez morena y
barba. El ponente se retrasa y el hombre comienza a darles
conversación. El chico, Hamid, es de origen holandés de pa-
dres tunecinos y habla cinco idiomas. El español, sin embar-
go, aún no lo domina, así que hablan en inglés. "Es necesario
tender puentes, conocerse unos a otros", dice. Pronto, Ha-
mid y Sofía se enzarzan en una conversación prácticamente
a dos. "¿Hace cuánto te convertiste al Islam?", pregunta él.
"Un año", responde ella, clavando sus ojos azules en su inter-
locutor. Ríen nerviosos con frecuencia. En algunos momen-
tos parece obvio que coquetean. "Bueno, pues tenemos que
hacer un intercambio, yo te enseño a ti español y tú a mí ho-
landés", propone Sofía.
Las mezquitas son uno de los lugares de socialización
por excelencia para los musulmanes
Las mezquitas son y el Centro Cultural Islámico Catalán
no es una excepción. El edificio incluye
uno de los lugares una biblioteca con libros en árabe, ca-
de socialización por talán, castellano y kurdo, clases donde
excelencia para los aprenden árabe cerca de 300 niños e
fieles musulmanes incluso una radio que emite por Inter-
net. Por eso los mensajes que se ense-
En el diario 'islam ñan en estos centros son importantes
para medir el pulso de la comunidad.
hoy' se critica la "Quien crea en Dios y en el último día
"decadencia" de que no perjudique a su vecino", se pue-
sociedades europeas de leer en una gran inscripción en la
como la belga pared. El mensaje es de concordia, al
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octubre 2016
menos en su plano más visible. Cuando se va más allá apa-
recen algunas sombras. A la entrada del centro se ofrecen
ejemplares gratuitos del Corán subvencionados por la Qatar
Foundation. De hecho, es este país del Golfo el que ayuda a
sostener el lugar. Entre otros materiales que se reparten en
el centro hay un periódico, Islam Hoy, cuyos artículos son a
menudo despiadados contra la manera de entender el mun-
do en las sociedades europeas. "Bruselas es la quintaesencia
del espíritu burgués, apacible y saciado de la Europa pudien-
te y acomodada", defiende uno de los autores en el texto des-
tacado en portada, y carga contra una población que "pare-
ce en una etapa avanzada de decadencia". Otro articulista,
un converso chileno, cuestiona el feminismo. "Existe un ex-
traño concepto desarrollado posteriormente entre los sec-
tores más radicalizados del ámbito progresista: el patriar-
cado", escribe. "A partir de ahí, a dicha noción de libertad se
le ha ido endosando una serie de condiciones cada vez más
espinosas, como la aceptación de los homosexuales", conti-
núa. Algunos artículos también entran directamente en la
política partidista: en su último número, Islam Hoy destaca
en portada un artículo contra la formación de Pablo Iglesias,
con el título Sin Allah no Podemos.
Uno de los mayores peligros de la comunidad musulmana
en España es, según apuntan expertos y varios de los fieles
consultados por La Marea, su excesiva dependencia del capi-
tal que llega del extranjero, sobre todo desde países del Gol-
fo, que patrocinan el salafismo, una corriente del Islam muy
poco respetuosa con las libertades. En consecuencia, otras
escuelas de pensamiento islámico de corte más democráti-
co pierden terreno. Arabia Saudí hizo el mayor desembar-
co en España en 1992, cuando se inauguró la gran mezquita
de la M-30 en Madrid, un inmenso centro de culto y forma-
ción. Por aquel entonces sólo había 200.000 musulmanes en
España, y aquella enorme mezquita conllevó polémica: los
más de 12 millones de euros dedicados por el rey Fahd a le-
vantar el templo significaban, según protestaban algunos
fieles, la supeditación al país árabe. Hoy en día no es la única
financiada por los saudíes; también lo son la de Málaga, la de
Fuengirola o la de Marbella, localidad que el propio monarca

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octubre 2016
eligió como lugar de veraneo. De todos modos, la cuestión no
radica en las grandes mezquitas. Así opina Ignacio Cembre-
ro, periodista especializado en islam y autor del libro La Es-
paña de Alá (La esfera de los libros). "La mezquita de la M-30
es un escaparate muy expuesto. El problema es la financia-
ción saudí de los congresos salafistas en Cataluña y otros lu-
gares de España, así como en la existencia de montones de
pequeños oratorios de inspiración salafista", explica. "La pa-
sada primavera fue a Barcelona un imán saudí muy radical
que cuenta con el apoyo de mecenas afines a la familia real
del país y que propagan esos valores a golpe de talonario",
denuncia. Los imanes, por lo general, tratan de quitar hierro
al asunto, y muchos abogan por no hacer distinciones. Para
Cembrero, la clave está en que los musulmanes españoles
"corten amarras" con los países árabes. "El Islam en nuestro
país se tiene que independizar", sentencia.
ORATORIOS EN GARAJES
Pero, ¿cómo se organiza una mezquita? Cualquier comuni-
dad de puede reunirse en una habitación para rezar. Es lo
que hizo, en sus comienzos, Adel Nayar, quien, cuando lle-
gó a Badajoz hace algunas décadas procedente de Palestina,
comenzó a dirigir la oración en un piso de estudiantes. Hoy
es el imán de la mezquita de la ciudad. Una entre los más de
1.400 centros de culto musulmán en España. En este sen-
tido, montar una mezquita de manera legal no siempre es
fácil. Lo explica Abdesalam Benajiba, uno de los dirigentes
de la asociación islámica Al Furaq, en Badalona: "Abrir una
nueva en esta ciudad es prácticamente imposible porque el
Ayuntamiento pone muchas trabas y hay mucha oposición
política. Intentan imponer demasiadas exigencias de segu-
ridad, tienes que pedir muchos permisos, y comunidades
como la nuestra no tienen demasiados recursos". En algu-
nos lugares los centros de culto son incluso garajes alquila-
dos. Los imanes de los centros con más recursos suelen ha-
ber cursado la carrera islámica en países como Marruecos,
del que salen muchos sacerdotes cualificados hacia España.
Si falta esta figura, cualquiera, al final, puede dirigir la ora-
ción. "Se intenta que el que ejerce de imán tenga los estudios
27
Testimonios dossier
Decenas de
musulmanes
en su tiempo
de rezo en
Barcelona.
ferran quevedo
islámicos, recite el Corán de memoria «el islam en nuestro
y tenga unos conocimientos profun-
dos. Si no, se va bajando. Actúa como
país se tiene que
tal el que se sabe el Corán de memoria; independizar» de los
si no, el que se sabe una parte…", deta- países árabes, opina
lla Benajiba. Es a esta falta de control de ignacio cembrero
los lugares de culto y de los imanes por
parte del Estado donde también apun- «hay diferencias.
tan musulmanes y analistas. Sohaib
Takkal, un joven marroquí de 26 años
Nuestros padres son
miembro de la Juventud Multicultural
más conservadores»,
Musulmana, es de esa opinión: "En los admite el joven
imanes tiene que producirse aún un sohaib takkal
proceso de adaptación a la cultura de
aquí. Por eso luchamos para que haya una carrera en uni-
versidades españolas, para que haya imanes españoles, re-
conocidos con unos criterios oficiales". En su opinión, esto
podría acabar con el control extranjero del Islam en España.
Takkal, ingeniero informático, trabaja en una empresa de
energía renovable en Barcelona, y es un buen ejemplo de esa
juventud que –también en su país natal– rompe con muchos
de los patrones ideológicos de sus padres. "Hay diferencias.
Nuestros padres primeros son más conservadores, suelen
proceder de clases bajas y nos han dado sus frutos para que
muchos de nosotros lleguemos a la universidad. Es normal
que no adoptemos su forma de pensar", reflexiona.
Desde los atentados del 11-M, el CNI practica una estrecha
vigilancia en las mezquitas. Agentes de policía de paisano se
hacen pasar por fieles e incluso se presentan en lugares de
trabajo o al terminar el rezo para hablar con imanes de ma-
nera informal. Cataluña cuenta con la población musulmana
más numerosa del país pero no dispone de una gran mezquita
comparable a las de Andalucía o Madrid. Eso sí, alberga la mi-
tad de las salafistas: las de Reus y Torredembarra, en Tarrago-
na, son las más vigiladas por el Estado. En ocasiones, es la pro-
pia comunidad la que reacciona. En Reus, muchos fieles han
decidido montar otro centro de rezo por su cuenta, de signo
más moderado. Hanan, una joven de origen marroquí de
30 años, recuerda cuando, hace cuatro, envió una car-
28
dossier TesTimonios
ta a una de las mezquitas que frecuentaba para quejar-
se del imán. "Echaba la culpa de que los hijos estuvieran
mal educados a las mujeres que trabajaban. Era agresivo en
sus sermones y llamaba a la separación entre españoles y ára-
bes", recuerda. Ella no debió de ser la única que se quejó por-
que, al poco tiempo, explica, lo echaron. "Desde entonces ha
sido todo lo contrario, hoy son mucho más flexibles y llaman
a la paz. Tras el último atentado en Bélgica hubo un rezo por
las víctimas, el primero que sepa que se ha hecho por gente no
musulmana", asegura. Y admite que "siempre hay tontos en
todos sitios, pero lo importante es que no tengan influencia".
Tras pasar la mitad de su vida en España, Hanan ha logra-
do licenciarse en Administración de Empresas y hoy traba-
ja en la multinacional de EEUU. Habla inglés, francés, ára-
be, castellano, catalán y amazigh, pero en el supermercado,
cuenta entre risas, a menudo las trabajadoras le hablan por
señas, como si no entendiera. Reza en mezquitas que inclu-
yen un apartado para mujeres, pero está a favor de que am-
bos sexos oren en el mismo espacio. "En La Meca, que es el
sitio más sagrado, hombres y mujeres están mezclados. Hay
gente con mentalidades muy cerradas que ni vive ni deja vi-
vir. Si ves que te atraigo, es simple, no me mires", resume.
Lamentablemente, apunta, "se aplican más las tradiciones
de los países de origen que los preceptos religiosos".
Las mentalidades cerradas también están al otro lado. En
la hemeroteca se pueden encontrar ejemplos de protestas
en pueblos de Ávila, Barcelona, Murcia, entre otros puntos
del país, ante la posibilidad de la apertura de una mezquita.
Josep Miquel Milagros, portavoz de la Unió Sindical de la Po-
licia Autonòmica de Catalunya, considera que se ha dejado
demasiada manga ancha: “Ya nos quejamos en su día porque
no entendíamos que dejaran hacer mezquitas en cualquier
sitio. Pero claro, si levantas mucho la voz en esto te dicen que
eres un racista. Si dependiera de mí no lo permitiría”. Mila-
gros cree que se ha “facilitado muchísimo la entrada de in-
migración”. “El problema es que se ha llenado esto y cuando
se acaba el trabajo esta gente continúa aquí, viviendo de ayu-
das”, sentencia. ¿Y qué seguimiento policial se hace de las
mezquitas? El mosso y sindicalista responde de este modo:
“Eso no te lo puedo contestar, no tengo información. Lo que
sé es que se controla todo, te lo puedo asegurar. De una ma-
nera interna, o llámalo como quieras, pero se controla abso-
lutamente todo. Hay cosas que no se pueden decir”. �
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octubre 2016
un Jeque Wahabí
radical con su propia
cadena de Tv en espaÑa
Abdulaziz al Fawzan es un jeque saudí miembro del Comité de
Derechos Humanos de Arabia Saudí. Su principal labor es dedi-
carse al proselitismo del wahabismo, la ideología radical ultraisla-
mista que aboga por la implantación literal de la ley islámica. En el
centro de su corpus ideológico está la justificación de la margina-
ción de la mujer, que debe someterse a los preceptos más rigoristas
del Corán. Abdulaziz al Fawzan es, además, el propietario de la ca-
dena de televisión Córdoba TV, que emite en España de forma ilegal
al operar sin licencia de TDT y que controla a través de la Fundación
Para el Mensaje del Islam.
La cadena de televisión funciona como punta de lanza en España de
la red de propaganda wahabí que el jeque tiene por todo el mundo. La
fundación de la que depende se caracteriza por un mensaje de discri-
minación y sumisión de las mujeres. Sirva como ejemplo los conse-
jos que les ofrece a la hora de buscar empleo fuera de casa: "Ella debe
obtener el consentimiento de su guardián o su esposo (si está casada),
quien puede ofrecer una amplia perspectiva sobre cómo su trabajo
puede influenciar la familia y su funcionamiento". También defiende
el papel de la vestimenta de clausura para el sexo femenino, a quien
culpa directamente de sufrir abusos sexuales en el caso de que las
mujeres usen faldas cortas o vestimentas occidentales: "Esa clase de
vestimenta es una invitación indirecta al sexo opuesto para ser mo-
lestada o seducida. El Corán acertadamente dice que el hiyab protege a
la mujer de ser molestada".
Estos no son los únicos elementos discursivos contra la integración
y la tolerancia del jeque Al Fawzan. De hecho, es habitual que lance
soflamas de odio contra infieles y seguidores de otras religiones.
Según una información recogida por el diario digital El Confiden-
cial, el propietario de Córdoba TV se preguntó en una entrevista en
un programa de televisión saudí cómo era posible que se respetara
a quienes profesan el cristianismo: "Alguien que niega a Alá, adora
a Cristo, hijo de María, y afirma que Dios es la tercera parte de una
trinidad... ¿cómo te van a gustar estas cosas que dice y hace? ¿No
odias la fe de un politeísta que dice que Dios es la tercera parte de
una trinidad, o quien adora a Cristo, hijo de María? Alguien que per-
mite y comete fornicación, como en los países occidentales, donde
la fornicación es permitida y no considerada un problema, ¿no odias
esto?". antonio maestre �
NOVEDAD
467 páginas
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octubre 2016 Testimonios dossier

machismo e P
rohibición de la entrada a espacios públicos, in-
sultos racistas y machistas, mofas, apaleamien-
tos en la calle o la dificultad añadida a la hora

islamofobia
de encontrar empleo. Éstas son algunas de las
situaciones a las que se enfrentan las mujeres
musulmanas en Occidente fruto de una misma lacra: la isla-
mofobia. "Las primeras en padecerla somos nosotras", sen-

a la vez
tencia Helena Gutiérrez, profesora en un instituto público y
miembro de Red Musulmanas, una plataforma que trabaja
para mostrar la diversidad de perfiles de mujeres musulma-
nas y desmontar los prejuicios que existen sobre ellas.
Las feministas islámicas reivindican Según Gutiérrez, la islamofobia de género, una suma de
islamofobia y machismo, es la que más crece. El informe
la lucha por la igualdad sin bajarse que elabora cada año la Plataforma ciudadana contra la is-
de sus tradiciones. Por alba mareca lamofobia corrobora esta afirmación. En 2015 hubo un au-
mento de los crímenes de odio de este tipo respecto al año
anterior, con un total de 59 incidentes que afectaron a más
de 200 mujeres. Sin ir más lejos, el pasado 7 de septiembre
Dos mujeres de dos hombres apalearon a una mujer embarazada que vestía
origen musulmán niqab en Barcelona. Días más tarde, en Valencia, un insti-
pasean por una tuto público prohibía la entrada a una alumna por llevar el
calle de París. hiyab, el velo tradicional musulmán. Casos como este
teresa suárez último se repiten cada año con el inicio del curso es-
30
Dossier Testimonios
los crímenes de odio
afectaron a más
de 200 mujeres en
casi 60 incidentes
registrados en 2015
fátima AatAR: «vetar
el velo es una versión
renovada de una
constante en la
historia»
colar y evidencian que no se trata de hechos aislados.
"Intentar vetar el velo es una versión renovada de una
constante en la historia de la Humanidad: controlar nues-
tros cuerpos", afirma Fátima Aatar, graduada en Antropo-
logía Social y Cultural y activista pro-Palestina y feminista.
Frente a estos ataques se erige el feminismo islámico,
un movimiento "bastante nuevo en España", según Aatar, y
cuya lucha, dado el contexto español, tiene a la islamofobia
de género como principal enemiga. "Las mujeres musulma-
nas somos objeto de una mayor discriminación y rechazo
porque muchas de nosotras somos visiblemente musulma-
nas, al llevar velo, por ejemplo", denuncia Amanda Figue-
ras, periodista independiente a caballo entre El Cairo y Ma-
drid que pertenece a Red Musulmanas y al Foro Abraham de
diálogo interreligioso. Según Figueras, esta discriminación
tiene, además, un factor interseccional: "No es sólo odio al
Islam, sino que suele darse una mezcla de prejuicios basa-
dos en la raza, la nacionalidad, el estatus social o el género".
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octubre 2016
En este sentido, los estereotipos y prejuicios asociados a
las mujeres musulmanas que permanecen en el imaginario
colectivo juegan un papel importante. "Sumisa, ignorante,
pasiva y adoctrinada", enumera Aatar, "los estereotipos ha-
cia las mujeres musulmanas son bastante conocidos". Sin
embargo, la activista insiste en que esta idea "se sustenta
cada vez menos". Son las mujeres quienes han tomado las
riendas en la lucha contra la islamofobia y representan una
mayoría en las universidades y también a la hora de visibi-
lizar sus trabajos. Aatar señala a los medios de comunica-
ción como principal motor a la hora de generar dichos con-
vencionalismos. "Representan a las mujeres musulmanas
en medio de conflictos bélicos, siempre veladas, gritando
o llorando. No tienen agencia para luchar. Ni siquiera para
hablar”, declara.
En esta tarea, Helena Gutiérrez escribió la novela Unos
baklava por amor “para intentar acabar, mediante el humor,
con la idea del moro malo y la mora sumisa”. "Las mujeres
musulmanas somos muy diversas, no sólo por la vestimen-
ta que llevamos o por la nacionalidad, sino también por la
manera de vivir el Islam de cada una, que pueden ser muy
diferentes. No es lo mismo cómo viven el Islam las mujeres
senegalesas que las saudíes, por ejemplo. Y en cada contex-
to la lucha feminista será diferente", explica Gutiérrez. Una
de las acciones concretas de los feminismos islámicos en el
contexto español se centra en "disponer de un espacio dig-
no en las mezquitas", un problema que no suelen tener en
los países de mayoría musulmana y que aquí se achaca a “la
falta de espacio”.
Además, las tres activistas coinciden en un mismo es-
collo: “El rechazo por parte del feminismo clásico, que con-
sidera imposible ser feminista y musulmana”, tal y como
explica Figueras, que lo atribuye a “un problema de desco-
nocimiento”. Gutiérrez también comparte ese análisis, y
hace referencia al trabajo de la feminista musulmana Ami-
na Wadud: “Las feministas islámicas lo que hacen es coger
el Corán para defender los derechos otorgados por Alá y
ésta es su mejor arma”. �
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octubre 2016 TesTimonios dossier

Algunas reflexiones
MAGDA
BANDERA y muchas más
contradicciones
Periodista.
Autora de Hijos
de guerra

Uno de mis jefes me presionó para que me pusie-

ra un niqab y me paseara por la calle para descri-
bir qué sentía una mujer al ir tapada. Me negué en «el reporTaJe final
redondo. No sé si conseguí que entendiera que era una no encaJaba con lo
idea tan frívola como absurda, pero tras mucha discu- esperado. al darles
sión llegamos a un pacto: encontraría a tres mujeres que voz, el sonido
lo llevaran y hablaría con ellas. Logré hacerlo en profun-
didad sólo con una, Zohra, con la que acabé comiendo en
chirriaba»
su casa de El Vendrell (Tarragona) junto a una amiga que
atea. Yo, por mi parte, recordé que era reportera y no tertu-
le hacía de traductora y sus hijos. El mayor, de 16 años,
liana. Y también que provengo del Valle de Abdalajís (Má-
preparaba el almuerzo mientras conversábamos. "En mi
laga). En 1989, mi amiga Angela vino a visitarme al pueblo
familia nadie usa niqab, pero a mí me gustó desde niña.
del que siempre hablo con pasión. Sus ojos alemanes retra-
Es mi modo de vivir la fe y mi marido ha tenido que acep-
taron decenas de mujeres de negro y detalles en los que yo
tarlo", aseguró esta marroquí. Con coquetería, añadió
no reparaba. Ese año había muerto mi abuelo, pero sólo los
que nunca iba de negro, prefería combinar "colores ale-
hombres fueron al cementerio. Cuando falleció mi abuela,
gres". Si le prohibían llevarlo, se quedaría en casa.
todas sus nietas asistimos al entierro con naturalidad.
Con las otras dos mujeres sólo pude hablar desde la en-
Sí, las fotos cambiaron en España con cierta rapidez. Sin
trada de sus respectivos pisos. Fátima permaneció todo
embargo, no siempre fue fácil para sus protagonistas. A
el tiempo tras su marido, que sujetaba la puerta mien-
principios de los 90, una pariente que emigró a Catalu-
tras decía que ella no sabía hablar castellano porque, con
ña y que trabajaba como dependienta me contó lo mucho
tres niños, no tenía tiempo para ir a clase. En casa no es-
que sufrió al llevar luto por su padre durante un año. Las
condía unos rasgos preciosos. "Una mujer buena y joven
clientas le preguntaban sin cesar por qué lo hacía. Ag-
está más tranquila tapada cuando va por la calle y hay
nóstica, poco amiga de las tradiciones y muy tímida, "no
mezcla de hombres y mujeres", sentenció su represen-
era capaz de no ponérselo" por más que lo intentó. Cuan-
tante, quien confesó estar "preocupado" ante la idea de
do perdió a su madre, sólo se vistió de negro unos días.
que pudieran prohibir el uso del velo en su pueblo.
Me acordé de ella años después cuando un taxista me
La charla con Saleha fue breve, estaba pálida y parecía
soltó: "¿Puedo hacerle una pregunta indiscreta? ¿Por
cansada. El marido, albañil, había muerto años atrás en
qué lleva ese pañuelo en la cabeza?". Respiré hondo y le
un accidente laboral. Con la pensión de viudedad, man-
contesté: "Porque tengo cáncer". Nervioso, se disculpó:
tenía a su familia. Afirmó que ella era quien tomaba las
"Perdone, hay tantas cosas raras. Pensaba que... ". Y en-
decisiones en su casa y eso incluía usar niqab.
tonces comprendí que muchas de aquellas miradas que
El reportaje final no encajaba con lo esperado. Al darles me incomodaban no eran de pena. Por suerte, ningu-
voz, el sonido chirriaba. Alguien me dijo que era buenista y na provocó que me quedase recluida en casa. Tengo que
que le sorprendía teniendo en cuenta que soy feminista y contárselo a mi jefe. �

«Mongolia reduce la
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lo que se sabe
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EL DESCODIFICADOR
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Dossier islamofobia octubre 2016

Principales partidos
de la ultraderecha moderna

Alternativa para Partido de la Frente Nacional Partido Popular Partido por la

Alemania (AfD) Independencia del
Fundación: 2013 Reino Unido (UKIP)
Líder: Frauke Petry Fundación: 1993
Líder: Diane James
120 diputados regionales
7 eurodiputados 1 diputado C.de los Comunes
3 diputados C. de los Lords
22 eurodiputados
488 concejales
6 diputados A. de Gales
2 diputados A. de Londres
(FN) Danés (DF) Libertad (PVV)
Fundación: 1972 Fundación: 1995 Fundación: 2006
Líder: Marine Le Pen Líder: Kristian Thulesen Líder: Geert Wilders
Dahl
2 diputados Asamblea 12 diputados nacionales
Nacional 31 diputados nacionales 9 senadores
2 senadores 4 eurodiputados 66 representantes regionales
21 eurodiputados 23 representantes regionales 4 eurodiputados
358 representantes 255 concejales
regionales
61 representantes
departamentales
1.545 concejales

C
uando los medios alemanes informaron en enero
de que en la pasada Nochevieja grupos de hom-
bres de origen norteafricano y árabe habían co-
metido múltiples asaltos sexuales y robos en Co-
lonia, la centralita telefónica, el buzón de correo

el miedo al
y las redes sociales del Consejo Central de los Musulmanes
en Alemania (ZMD) fue inundado de insultos, amenazas y
mensajes islamófobos. "Fue una nueva dimensión del odio",

terrorismo
denunció luego el presidente de esa asociación, Aiman Ma-
zyek. En los últimos años, en toda Europa ha aumentado el
rechazo y el racismo hacia las minorías musulmanas, se-
gún indican diferentes estudios demoscópicos. La llegada

da miedo
Los atentados y la llegada de refugiados
generan un discurso anti Islam que se
extiende por Europa. Por thilo schÄfer
el rechazo a los
musulmanes es mayor
en lugares donde
apenas viven, según
un informe de julio
un 40% de los delitos
de odio en españa
fueron dirigidos
contra el colectivo,
informa interior
masiva de refugiados desde Siria, Iraq, Afganistán y otros
países y los recientes atentados terroristas perpetrados en
nombre de grupos islamistas como el autoproclamado Es-
tado Islámico (ISIS) han contribuido a este incremento con-
siderable de la islamofobia, pero no son la única explicación
y tampoco se trata de un fenómeno nuevo.
Un informe de Pew Research Centre de Washington, pu-
blicado en julio, concluye que el 59% de las personas en-
cuestadas cree que la llegada de refugiados aumenta el ries-
go terrorista. Después viene la preocupación de que pueda
crecer la criminalidad y que los recién llegados se hagan
con las ayudas sociales. Llama la atención que el miedo por
el terrorismo es mayor en países que no han acogido a refu-
giados ni han sufrido atentados, como Hungría (76%) y Po-
lonia (71%). En Francia, a pesar de los ataques sufridos últi-
mamente, el porcentaje es menor (46%). En España, el 40%
considera que los refugiados aumentan el riesgo terrorista.
Lo mismo ocurre cuando se mide el rechazo a los musul-
manes, que es mayor en lugares donde apenas viven. Alter-
nativa para Alemania (AfD), el partido xenófobo que ya está
presente en diez parlamentos regionales, tiene más apoyo
en el este del país, donde se ha acogido a muchos menos re-
fugiados que en la parte occidental. Además de en Alema-
nia, el discurso anti Islam está triunfando en países como
Francia, donde el Frente Nacional de Marine Le Pen enca-
beza las encuestas a ocho meses de las elecciones presi-
denciales; y Holanda, con la formación islamófoba de Geert
Wilders. Según el estudio de Pew Research, el sentimiento
antimusulmán es mayor entre los hombres, personas de
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octubre 2016 islamofobia dossier

Partido de la Liga Norte Vlaams Belang Demócratas Suecos Partido de los

Libertad de Austria
(FPÖ)
Fundación: 1956
Líder: Heinz-Christian
Strache
38 diputados regionales
13 representantes consejos
federales
4 eurodiputados
(LN) (VB) (SD) Finlandeses (PS)
Fundación: 1991 Fundación: 2004 Fundación: 1988 Fundación: 1995
Líder: Matteo Salvini Líder: Tom Van Grieken Líder: Jimmie Åkesson Líder: Timo Soini
14 diputados nacionales 6 diputados Parlamento 49 diputados nacionales 37 diputados nacionales
12 senadores Flamenco 2 eurodiputados 2 eurodiputados
5 eurodiputados 1 eurodiputado 161 representantes 1.195 concejales
2 gobiernos regionales: Véne- 19 representantes concejales departamentales
to y Lombardía 1.324 concejales

El rechazo al Islam se asienta en Europa

Personas que tienen una visión negativa de los musulmanes en porcentaje

HUNGRÍA
72
ITALIA
69
mayor edad y con menos formación. No se trata de un fenó- POLONIA
meno europeo, como ha demostrado la diatriba islamófoba 66
del candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, GRECIA
que pretende prohibir a todos los musulmanes la entrada 65
en EEUU. También en ese país, muy acostumbrado a ma- ESPAÑA
50
sacres de todo tipo, la paranoia alimentada por la violencia
PAÍSES BAJOS
yihadista ha provocado un incremento sensible en ataques 35
y sentimientos islamófobos, como afirman organizaciones SUECIA
musulmanas estadounidenses. El instituto de estudios De- 35
mos, de Londres, ha medido el impacto que tienen los aten- FRANCIA
tados en las redes sociales. Así, el número de mensajes is- 29
lamófobos escritos en inglés en Twitter se disparó en julio ALEMANIA
pasado hasta 289 por hora, con un pico pronunciado justo 29
después del atentado en Niza. En un experimento, el men- Reino unido
28
cionado ZMD en Alemania dejó de filtrar los comentarios en
su página de Facebook desde principios de año hasta finales Fuente: PEW RESEARCH CENTER 2016 La Marea

de julio. El resultado fue que de entre 1.252 comentarios, tan

sólo 96 no contenían insultos y difamaciones racistas. Ma-
yzek advirtió, sin embargo, que sería equivocado atribuir
esta nueva ola de islamofobia exclusivamente a la llegada
de refugiados: "Los resentimientos racistas están muy en-
raizados en la sociedad". Considera que la crisis migratoria,
que efectivamente está planteando serios desafíos logísti-
cos y de integración en Alemania, sólo ha servido para que
estos resentimientos puedan articularse de forma abierta
dentro de un debate supuestamente pragmático.
Uno de cada dos alemanes que participó en el más re-
ciente estudio anual sobre el racismo, elaborado por la Uni-
versidad de Leipzig, asegura que a veces se siente como un
extranjero (Fremder) en su propio país. Más que con el mie-
do al terrorismo, los populistas xenófobos juegan con el
miedo de las sociedades a que los inmigrantes podrían su-
plantar su cultura y estilo de vida, lo que en alemán se cono-
ce como Überfremdung. En muchas ciudades hay protestas
contra la construcción de mezquitas. Los suizos votaron ya
en 2009 en un referéndum a favor de prohibir levantar mi-
naretes y Wilders plantea cerrar todas las mezquitas en Ho-
landa y prohibir el Corán en general.
En España, por ahora, no han surgido partidos xenófo-
bos tan fuertes como AfD o el Frente Nacional. Pero tam-
bién aquí la islamofobia va en aumento. El año pasado, un
40% de los llamados delitos de odio fue dirigido contra mu-
sulmanes, según el Ministerio del Interior. La Plataforma
Ciudadana contra la Islamofobia también registró un fuerte
incremento de denuncias, hasta 278: un 5,3% de ellas se re-
fería a agresiones contra personas y otro 5%, a vandalismo
en mezquitas. "De los estudios demográficos de finales de
2014 se desprende que el 40% de los musulmanes de Espa-
ña son españoles", destaca el informe de la plataforma. "Sin
embargo, el enfoque político mayoritario, el discurso de al-
gunos medios y de algunos expertos, y la percepción de la
sociedad, no han cambiado; se sigue viendo a los musulma-
nes como extranjeros y al Islam como una religión importa-
da completamente ajena e incluso lejana". �
34
Dossier islamofobia
sonidos del
pasado en
alemania
El discurso xenófobo de Alternativa
para Alemania avanza sin parar e incluso
seduce a votantes de izquierda.
Por ROGER SUso (BERLÍN)
L
legan las elecciones y su resultado acapara todo el
espacio mediático. Desde hace unos meses siem-
pre hay un perdedor y un ganador. El perdedor es
"el partido de Merkel" –sin llamarlo por su nombre:
CDU–, y un ganador, el partido ultraderechista, po-
pulista y chovinista Alternativa para Alemania (AfD) y su
discurso xenófobo. Parece que únicamente se habla de AfD
en periodo electoral. Y desde 2013, su auge es imparable.
En la región de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, AfD
fue recientemente la segunda fuerza más votada, al igual
que sucedió en marzo en Sajonia-Anhalt. Pero es la cotidia-
nidad lo que explica su despunte; un despunte que no es un
hecho nuevo. Lo que empezó, en 2013, como un pequeño
partido fundado por economistas de la CDU, académicos
y periodistas neoliberales con el objetivo de reunir el voto
Una euroescéptico de Alemania, se ha convertido, bajo el lide-
manifestación razgo de Frauke Petry, en una formación ultranacionalista
contra la política y populista de derechas que se disputa el voto con socialde-
de refugiados mócratas, conservadores y poscomunistas y –lo que es más
de la canciller importante– les inocula su discurso. Pero si AfD muestra
Merkel. R.S. músculo por los canales institucionales, también lo exhibe
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octubre 2016
en la calle, donde condiciona el discurso y la agenda política
con adjetivos racistas, islamófobos y sexistas en busca del
voto de las clases tocadas por la crisis económica y la pre-
cariedad. A la agresiva campaña contra los refugiados que
llegan a Alemania huyendo de Siria tras atravesar los Balca-
nes, se suma la retórica contra el Islam, los EEUU y Angela
Merkel, y las marchas por las calles de todo el país que lleva
a cabo el grupo Pegida (Patriotas Europeos contra la Islami-
zación de Europa) y sus derivados.
AfD se nutre de los votos de todos los partidos, aunque
con diferencias importantes, y moviliza a muchos absten-
cionistas y primeros votantes. La formación ultra recibe
apoyo tanto de trabajadores como de desempleados, así
como de viejos conservadores. Incluso el partido neonazi
NPD, actualmente en proceso de ilegalización, pidió el voto
para esta formación. Pero, ¿cómo logra AfD pescar votos a
la izquierda? "Para muchas personas, Die Linke ya no es una
formación que canalice la protesta", sostiene Gero Neuge-
bauer, politólogo de la Universidad Libre de Berlín y un ex-
perto en Die Linke, producto de la fusión de los herederos
del antiguo partido comunista de la RDA y socialdemócra-
tas desencantados del Oeste. Ahora se percibe a Die Linke
como parte del "sistema, por ejemplo en lo que respecta a la
política de refugiados", añade.
Para Georg Pazderski, candidato de AfD a la alcaldía de
Berlín, muchas personas acuden a Alemania no a traba-
jar, sino a aprovecharse de los servicios públicos de un país
que, según explica, no se lo puede permitir ya que la crisis
supuestamente hace difícil incluso pagar a los funciona-
rios. No sorprende que un miembro del AfD recite este pa-
trón xenófobo cuando se le pregunta por los refugiados, a

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octubre 2016
quienes vincula con el islamismo radical y la criminalidad.
Sorprende más que lo diga un viejo coronel del Ejército ale-
mán, de padre polaco, que participó en misiones en el Líba-
no, ahora metido a político de ley y orden. Con este discurso,
Pazderski ha ganado muchísimos votantes.
Conspiraciones de taberna
El obatzda es una crema de queso muy popular, el comple-
mento perfecto para untar bretzels y acompañar las jarras
de cerveza que van y vienen en las cervecerías de Baviera.
El Bavarian es una taberna situada en el sótano del Europa-
Center, un icónico centro comercial del Berlín Occidental
construido en los años 1960. Las mesas están cubiertas con
manteles con los característicos losanges blancos y azules
asociados a la familia real de los Wittelsbach, que reinó en
Baviera entre 1180 y 1918.
Allí, entre cervezas y obatzda, se reunía semanalmen-
te hasta hace pocos meses un grupo de unas 15 personas.
Hombres alrededor de los 30 años. Casi o ninguna mujer.
Algunos vestían con camisa y americana. Otros, con polo y
tejanos. Look deportivo, casual, antiguo y pijo. Una imagen
proyectada de liberal, de conservador, de centro. De élite.
Los jóvenes del Bavarian eran y son militantes de las juven-
tudes de AfD. Entre ellos hay estudiantes universitarios, al-
gún emprendedor, periodistas, algún soldado en la reserva
y miembros de las fraternidades estudiantiles. Una mezcla
entre hombres hechos a sí mismos e hijos de papá ricos.
El Bavarian era un punto de encuentro para la tertulia,
para el debate, para los mítines informales, para la conspi-
ración, para el resentimiento, para trazar estrategias polí-
ticas, para explicar banalidades y batallitas, para emborra-
charse y dejar fluir testosterona. Hasta que el movimiento
antifascista berlinés empezó a protestar ante la entrada del
local, y esos 15 jóvenes dejaron de acudir a la taberna. Es una
vieja costumbre alemana celebrar mítines y tertulias polí-
ticas en cervecerías y bodegas, donde abunda la presencia
de weissbier (cerveza de trigo) y obatzda. Lo hacen hoy las
juventudes de AfD y lo hacía hace casi un siglo Adolf Hitler
en la Bürgerbräukeller, una de las cervecerías más grandes
de Múnich en los años 1920 y lugar donde creció el partido
nazi con el que proclamó el Tercer Reich. El lugar incluso fue
el escenario de un fallido golpe de Estado en 1923 –el putsch
de Múnich–, que acabó con Hitler en la cárcel.
El Bavarian no es para nada el Bürgerbräukeller y las
conspiraciones de los jóvenes de AfD en Berlín no desem-
bocaron en un golpe de Estado, pero sí que propiciaron, pre-
suntamente, un golpe dentro de la organización. En febrero,
después de una campaña de acoso y derribo interna al pre-
sidente del partido en la capital, Günter Brinker, represen-
tante del ala liberal, éste fue sustituido por Georg Pazderski
35
islamofobia dossier
Afd se nutre de los
votos de todos
los partidos y moviliza
a los abstencionistas y
primeros votantes
petry ha incorporado
la xenofobia a un
programa vacío de
palabras ultras pero
de similitud al npd
y sus hombres, representantes del ala nacional-conserva-
dora. Pazderski, actualmente diputado en la cámara de re-
presentantes de Berlín, tiene como estrecho colaborador
al jefe de las juventudes del partido en la ciudad, Thorsten
Weiß, un exsoldado de 32 años, que a su vez se escuda en su
guardia pretoriana formada por militantes juveniles. Entre
ellos está Jörg Sobolewski, portavoz de una fraternidad es-
tudiantil conocido por quemar la bandera arcoiris en contra
de los derechos LGTBI; o Jannik Brämer, miembro destaca-
do del Movimiento Identitario: la vanguardia no conformis-
ta de la nueva ultraderecha que encuentra bastante acep-
tación entre algunos sectores izquierdistas que disfrazan
el discurso anticlerical con islamofobia, así como entre los
ultras que rehúyen del estigma neonazi.
La nueva derecha, extremista y populista, es una parte
integral de AfD. Primero se impuso el sector más conserva-
dor y ultranacionalista a las tesis neoliberales de su núcleo
fundador. Petry sustituyó a Bernd Lucke. Posteriormente,
con la irrupción de Pegida y la lucha interna por el control
del partido, éste giró todavía más a la derecha y Petry em-
pezó a incorporar la xenofobia a su programa electoral, un
argumentario vacío de palabras ultras pero de sospechosa
similitud al NPD.
En paralelo se produce un fenómeno determinante: AfD
se intenta distanciar del nacionalsocialismo. Este intento
ha resultado parcialmente exitoso pues la bancada parla-
mentaria de AfD en Baden-Württemberg se partió y dividió
en dos a raíz de la feroz controversia protagonizada por un
diputado antisemita y negacionista del holocausto: Wolf-
gang Gedeon. El antisemitismo ha sido probablemente la
única diferencia entre los nazis y los protofascistas, en los
años 1930 y en la actualidad. Pero cuando la propia Frauke
Petry, líder del partido, defiende el uso de la palabra völk-
isch –un término de difícil traducción y propio de la ideolo-
gía racista del nazismo que viene a significar algo así como
comunidad nacional, en el sentido de un grupo de población
superior (los alemanes) respeto a otros–, la línea roja que
separa el populismo de derechas del AfD del protofascismo
del siglo XXI es aún más difusa. �
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Dossier islamofobia octubre 2016

Escribía Luz Gómez en El País: "La islamofobia del siglo XXI

es ante todo un fenómeno intelectual de tipo mediático, en
el que escritores, sociólogos, profesores, periodistas o polí-
ticos reivindican el derecho a liderar un combate universal
Antonio y mesiánico para erradicar todas las formas de oscurantis-
maestre
mo del planeta, a cuya cabeza sitúan el islam".
Periodista y documentalista
Lo cierto es que el mal uso de las palabras relacionadas con
el islam es una de las herramientas más poderosas que el

¿Es la clase obrera discurso dominante de las élites tiene para construir un re-
lato racista hegemónico. En su artículo El racismo de la élite,

más islamófoba
el lingüista Theum Van Dijk enarbola una caracterización
de un mensaje mayoritario en la sociedad que atribuye a la
clase obrera un sentimiento racista mayor que el que po-

que las élites?

seen las clases acomodadas y las élites dominantes. Según
el catedrático, no hay más racismo en unas clases sociales
que en otras, sino que las élites "expresarán prejuicios y dis-
criminaciones étnicas lo mismo que otros grupos sociales".
El relato mayoritario de que las clases acomodadas son me-
La islamofobia en prensa y en el lenguaje existe des- nos racistas que las populares existe porque disponen de
de el mismo momento de la negación de su existencia infinidad de medios para "transferir, excusar, disimular o
en la normatividad lingüística. La palabra "islamofobia" evitar" los conflictos con otras etnias y culturas.
todavía no está recogida por la RAE aunque sí lo están otros
Estas oligarquías tienen la capacidad para instaurar el rela-
términos como "hispanofobia" o "anglofobia", con mucho
to de que la clase obrera es racista –y la suya, no– mediante
menor peso en nuestra sociedad. A pesar de esta circuns-
el control de los mass media. Además, su estatus socioeco-
tancia, que algunos estudiosos consideran una manera de
nómico les permite no competir por dinero con otras razas.
negar una realidad incómoda, la RAE considera que el vo-
La competencia por unos bienes escasos entre etnias y cul-
cablo está bien utilizado y niega una intencionalidad cul-
turas sólo es patrimonio de la clase obrera, que carece de
tural: "Las palabras derivadas y compuestas no siempre se
capacidad y medios para buscarse nuevos recursos y debe
recogen con artículo propio en el Diccionario académico,
repartir el espacio educativo, sanitario y residencial con
pero su significado es claramente deducible a partir de los
otras etnias que comparten su escaso nivel adquisitivo.
elementos que las constituyen. El hecho de que una palabra
no esté recogida, como tal, en el DRAE no supone necesa- Según Van Dijk, las élites transfieren sus propios prejuicios
riamente que no exista o que no sea correcta. En este caso, racistas a la clase obrera porque los prejuicios étnicos son
"islamofobia" es una voz totalmente normativa, impecable valorados negativamente por las normas dominantes. De
desde el punto de vista morfológico y con suficiente difu- esta manera, proporciona a la clase dominada la "teoría del
sión y consolidación más que acreditada". chivo expiatorio", que explica la precariedad de las condi-
ciones de vida de la clase obrera culpabilizando a obreros de
Sin embargo, Luz Gómez García, profesora de Estudios Ára-
otras etnias. El racismo de las élites es más sutil e ignora-
bes e Islámicos, explica a La Marea el peso de la desidia ins-
do de manera habitual por los medios de comunicación. Van
titucional en lo que respecta a la negación de nuestro legado
Dijk sostiene que las élites disimulan sus prejuicios racistas,
islámico, lo que fomenta el desconocimiento de la cultura
como la discriminación en la contratación o del alquiler, en
musulmana. Para Gómez, ello se debe al sustrato del na-
rutinas socialmente aceptadas. Además, poseen los medios
cionalismo católico, que ignoraba la importancia del islam
necesarios para no confrontarse con otras etnias: acuden a
en nuestra historia y lo presentaba como un enemigo, y a la
la educación y la sanidad privada, y viven en barrios con por-
importancia que la RAE da, a la hora de implementar nuevo
centajes de inmigración inexistentes o irrelevantes. �
léxico, al terrorismo y los conflictos geopolíticos ignorando
por completo el diálogo entre culturas que se da en España
con la inmigración, y la influencia en nuestro país de los orí-
genes andalusíes.

Esta experta destaca que uno de los mayores problemas es

la prioridad que la RAE otorga a la prensa y al debate en la
opinión publicada frente al uso cotidiano del lenguaje en la
sociedad. Esto incide directamente en la inclusión de térmi-
nos con una alta carga peyorativa o que sólo tienen que ver
con la visión integrista del islam, como por ejemplo yihadis-
mo, ayatolá o mulá. Para ejemplificarlo, la arabista reflexio-
na sobre el término fundamentalismo, que hoy se asocia
casi en exclusiva con el islamismo cuando no se le añade
algún adjetivo. Sin embargo, su verdadero origen nace con
otro tipo de movimientos en el siglo XX.

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octubre 2016
¿por qué
en francia?
El país galo se enfrenta a una crisis de identidad histórica
alimentada por la discriminación y la frustración. Por josé bautista
L
os dos hermanos que ejecutaron la masa-
cre de Charlie Hebdo eran franceses. Cinco
de los nueve yihadistas que sembraron el
terror en París en noviembre de 2015 eran
de esa misma nacionalidad. Por aquel en-
tonces había 405 franceses haciendo la yihad en Si-
ria y un año después eran 609, según el Ministerio
del Interior galo, una cifra que el comisario europeo
de Justicia eleva a 1.450. Los dos atacantes que en-
traron en una iglesia de Saint-Étienne-du-Rouvray
y mataron a un sacerdote también habían nacido,
crecido y estudiado en el Hexágono. Todos eran jó-
venes. Los sondeos estiman que la población musul-
mana de Francia oscila entre cuatro y diez millones
de personas –la legislación francesa prohíbe que las
estadísticas oficiales clasifiquen religión y raza–, lo
que deja a los protagonistas de los atentados en ab-
soluta minoría. No obstante, la radiografía del Islam
francés deja poco espacio para las dudas: los musul-
manes galos tienen menos trabajo, menos estudios
y menos recursos económicos. La última encuesta
del Instituto Ipsos para el diario Le Monde revela que
cuatro de cada cinco musulmanes de Francia son
37
islamofobia dossier
Un musulmán
pasea por una
calle de París.
teresa suárez
extranjeros o hijos de inmigrantes procedentes de
las antiguas colonias en el Magreb (70%) y África
subsahariana (10%). El 67% tiene menos de 35 años
y su tasa media de desempleo es del 23%, más del
doble que la media nacional. Tres de cada cuatro vi-
ven en barrios de bajos ingresos y sólo la mitad tie-
ne estudios de secundaria o superiores. Si abrimos
el campo de visión, las cifras también son inquie-
tantes: según la misma encuesta, el 63% de los fran-
ceses considera el Islam como "no compatible con
los valores de la sociedad francesa", mientras que
el 74% opina que esta religión "pretende imponer su
forma de funcionamiento a los demás". La división
está servida. ¿Qué lleva a alguien a atentar contra su
propio país? ¿Por qué el radicalismo y la islamofobia
toman fuerza ahora y no antes? ¿Por qué Francia?
Rashida es una chica francesa de madre marroquí.
Vive en el distrito 93, en la periferia de París, y es mu-
sulmana pero no lleva velo. Ella prefiere llamarlo fu-
lar. "Tengo miedo de poner mi foto en el currículum
porque se ve que tengo rasgos árabes y eso complica
las cosas". Mariam, limpiadora gala de padres
malienses también se queja: "Por teléfono todo
38
Dossier islamofobia
va bien, pero cuando te ven con velo todo cam-
bia". Ahmed vive en Clichy-sous-Bois, localidad
de mayoría musulmana cercana a la capital francesa
que en 2005 fue epicentro de un estallido de violencia
sin precedentes. "Con lo de Charlie Hebdo cambiaron
las miradas . Tenemos miedo de que nos agredan y
ellos tienen miedo de nosotros", opina. El radicalis-
mo es un fenómeno complejo, pero la mayoría de ex-
pertos coincide en que la discriminación y la frustra-
ción están entre sus principales ingredientes. Francia
acumula estos dos componentes desde hace casi tres
generaciones. Durante muchos años la cuestión es-
tuvo relegada a un segundo plano, pero ahora el tema
vuelve al centro del debate y la palabra Islam aparece
hasta la saciedad en periódicos, cafés y televisiones.
Un ejemplo de esta obsesión es el burkini.
Cuando argelinos, marroquíes y otros inmigran-
tes de antiguas colonias llegaron a Francia, la flore-
ciente economía del país les brindó un trabajo rápi-
damente. Entre otras medidas, el Estado construyó
viviendas para acoger a los miles de obreros que lle-
gaban a los puertos, sobre todo al de Marsella. Sin
embargo, dejó una tarea pendiente que ningún Go-
bierno ha sabido abordar de forma definitiva: la re-
novación de la idea de identidad francesa. Pasaron
los años y muchos de esos barrios se transformaron
en los guetos de "franceses de segunda" que hoy se
extienden por las periferias. Mamia vivió ese pro-
ceso en persona. Esta musulmana de pelo rubio –no
usa velo– creció en La Deveze, un barrio sensible de
Béziers, cerca de Montpellier, en el que la mayoría de
la población es de origen magrebí y los indicadores
sociales están a décadas de la media francesa.
Mamia llegó en 1977, con nueve años, y recuer-
da que entonces "había muchas comunidades, pero
ahora se reagrupan muchos magrebíes que no tie-
nen otra opción". Opina que la convivencia es más
difícil después de los atenta-
El estado dos. "Me siento como una mier-
da cuando los medios nos meten
construyó casas a todos en el mismo saco", dice
para los obreros Mamia. El mismo día que habla-
que han terminado ba con La Marea, el diario Le Figa-
en guetos ro publicaba: "El profeta Mahoma
dijo a sus fieles 'La tierra pertene-
mamia: «me siento ce a Dios y a su enviado'. Por tanto
la misión de los musulmanes es
como una mierda conquistar el mundo". "Del lado
cuando los medios musulmán la gente se siente se-
nos meten a todos ñalada con el dedo, estigmatiza-
en el mismo saco» da, discriminada; del otro lado de
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octubre 2016
la sociedad francesa, la gente se sorprende de que los
musulmanes 'no entiendan que son un problema'”,
explica Abdennour Bidar, filósofo y miembro del Ob-
servatorio para la Laicidad.
La sensación de rechazo y abandono, la falta de
perspectivas y la ignorancia propia de la edad con-
vierten a muchos jóvenes en objetivos fáciles para
los reclutadores del ISIS. "Se dirigen a jóvenes hi-
persensibles, es la única característica común; son
chicas y chicos que se hacen preguntas sobre la so-
ciedad y la justicia, y les dicen que la diferencia que
sienten frente a sus padres, amigos, pareja, es la
prueba de que Dios les ha elegido para una misión".
Lo explica Dounia Bouzar, una de las cofundadoras
del Centro de Prevención contra las Derivas Secta-
rias Vinculadas al Islam. Esta mujer lleva más de
diez años arrebatando presas de las garras del ISIS.
El perfil de yihadista francés no corresponde con
el cliché de barbudo obsesionado con el Corán sino
más bien con el de jóvenes de barrios difíciles y con
problemas de delincuencia que se radicalizan a tra-
vés de Internet, aunque no todos los casos de radica-
lización están vinculados a la exclusión social y los
problemas de identidad cultural. Es el caso de Cathy,
que pertenece a una familia estable de clase media y
de padres agnósticos. Tras dos meses flirteando con
el submundo del integrismo a través de las redes so-
ciales y por teléfono –uno que le mandaron sus re-
crutadores–, sus padres advirtieron sus cambios de
actitud y la pusieron en manos de Bouzar. "Me hicie-
ron creer que Dios me había escogido para unirme
a ellos para cumplir la misión que nos había enco-
mendado Alá", explica esta joven en referencia a los
islamistas que trataron de engatusarla. Ni todos los
padres son tan reactivos como los de Cathy, ni todas
estas historias tienen final feliz.
una máquina de hacer votos
La obsesión de Francia con su identidad va camino de
convertirse en una tradición. La crisis y los atenta-
dos han avivado el nacionalismo y deformado los de
por sí omnipresentes estereotipos, como la creencia
de que el Islam es incompatible con los valores de li-
bertad y laicidad que definen la República. Marine
Le Pen, líder del partido de extrema derecha Frente
Nacional, sería la segunda candidata más votada si
las presidenciales previstas para abril de 2017 se ce-
lebraran hoy. Atacar al radicalismo desde la raíz no
ha sido una prioridad para ninguno de los gobier-
nos franceses. Más allá de elevar la presión policial
sobre los sospechosos y sus lugares de encuentro o
aumentar la vigilancia en la calle y en Internet, los
gobernantes pusieron y ponen más empeño en la
creación de espacios institucionales dedicados al
Islam que en la erradicación de los problemas ma-
teriales e identitarios que llevan a muchos jóvenes
a inclinarse por una religiosidad tóxica.
François Miterrand fue el primer presidente en
mostrar interés por los problemas de integración
de los inmigrantes de las colonias y sus descen-
dientes, lo que le llevó a crear el Alto Consejo de

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octubre 2016
la Integración, una instancia de reflexión y conse-
jo. Años más tarde, Nicolas Sarkozy cambió la es-
tructura de este organismo para añadir un área
que velase por la laicidad y que ha generado nume-
rosas controversias, como cuando propuso la pro-
hibición del velo en las universidades. Sarkozy ha
vuelto al ruedo político y, si gana las primarias de
su partido, volverá a ser candidato a la presiden-
cia. En esta ocasión la identidad francesa es el "pri-
mer combate" de su programa, según sus palabras,
así como del resto de candidatos de su partido, Les
Républicains.
En 2003, Sarkozy creó el Consejo Francés del Cul-
to Musulmán. Desde entonces la institución está
paralizada por las querellas y choques con el in-
fluyente Ministerio del Interior y las delegaciones
diplomáticas de países como Marruecos y Argelia.
Con François Hollande al mando, Sarkozy propuso
crear centros de "desradicalización" y la expulsión
y retirada de nacionalidad de franceses con "expe-
diente S", es decir, sospechosos de estar tramando
un atentado. Pese a haber apoyado a grupos isla-
mistas durante la guerra civil de Libia, de haber re-
cibido presuntamente dinero procedente de Gada-
fi para su campaña y de no haber tomado ninguna
medida significativa para combatir el radicalismo
en Francia, Sarkozy acusó al Ejecutivo socialista de
haber "dimitido" en la batalla contra el radicalis-
mo después de suspender la prohibición del burkini.
La respuesta de Hollande tras los atentados para
frenar el extremismo puede resumirse en tres
acciones: situar a la Policía por encima de la ley,
aumentar las acciones militares en Siria y otros
países incluidos en la lista negra del terrorismo in-
ternacional y reforzar las medidas de seguridad en
lugares sensibles como comercios, sinagogas o es-
39
islamofobia dossier
Un hombre se
informa sobre
los atentados
terroristas
cometidos en
París en 2015.
teresa suárez
atacar al radicalismo
desde la raíz no ha sido
prioridad para ningún
gobierno francés
cuelas. Tras el ata-
la última propuesta de
que a la sala Bataclan hollande es crear un
y varios restauran- 'islam a la francesa' a
tes de París, Hollan- través de una fundación
de llegó a pedir la re-
tirada de nacionalidad para los franceses con doble
ciudadanía implicados en actos de terrorismo. Des-
de el atentado a Charlie Hebdo, el primer ministro,
Manuel Valls, ha expulsado de Francia al menos a
80 imanes acusados de instigar al odio.
La última propuesta del presidente socialista
está decorada con retórica cultural y consiste en
crear un "Islam a la francesa" a través de la Funda-
ción por el Islam de Francia, una institución creada
para, entre otras cosas, formar imanes lejos de la
influencia de países como Arabia Saudí y contro-
lar la financiación para la construcción de nuevas
mezquitas en territorio francés, una actividad rela-
tivamente opaca. La idea es similar a la que tuvo el
exprimer ministro Dominique de Villepin en 2005.
Valls defendió recientemente la creación de un
fondo de financiación pública para la religión mu-
sulmana, una idea que choca con la sagrada laici-
dad de la República francesa, regida por una ley de
1905. En principio, el Estado pondrá un millón de eu-
ros pero abrirá la puerta a donaciones privadas. La
fundación ya cuenta con un millón donado por Ser-
ge Dassault, político conservador y presidente del
imperio periodístico y armamentístico más grande
del país. "Demasiados ciudadanos se dejan conven-
cer por la idea peligrosa y falsa de que no podemos
vivir juntos porque somos demasiado diferentes",
opina el filósofo y alto funcionario Abdennour Bidar,
quien añade que el problema de Francia y del Islam
es el mismo: "Una crisis de identidad histórica que
deberíamos afrontar juntos". �
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casa loS 4 númeroS deL
año por 20€

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octubre 2016 yihadismo dossier

Un joven
deposita unas
flores tras el
ataque en la
sala Bataclan de
París. teresa suárez

ritu de convivencia y respeto que millones de ciudadanos de

todos los credos y orígenes construyeron durante décadas. El

convivir
miedo a los atentados ya forma parte del día a día, igual que
la presencia militar en las calles de Bruselas, París o Berlín.
Con la digestión del colonialismo aún pendiente y las nuevas

con el
guerras del petróleo, en medio de desequilibrios económicos
cada vez mayores a nivel nacional y entre países del centro y
de la periferia, y con los canales de la globalización al servicio
de los extremistas, la cohesión social corre el riesgo de ser

terror
sacrificada en el altar de las generalizaciones. Para beneficio
del Daesh, la islamofobia y la frustración son campos abona-
dos de los que brota la discordia que está engendrando una
nueva generación de yihadistas nacidos y criados en Europa.
Tras el 11-S, Occidente dejó de sentirse Las redes sociales son un nuevo espacio de encuentro que,
a diferencia de las mezquitas, brindan discreción y anoni-
inmune a esas guerras antaño lejanas, mato para difundir su propaganda, reclutar adeptos y per-
ahora cercanas, que desangran Oriente feccionar la coordinación de sus matanzas. Algunos medios
Medio. Por josé bautista como Le Monde ya no publican fotos de los autores de atenta-
dos para "evitar su glorificación póstuma", según su director,
pero muchos otros siguen amplificando el terror en su afán

A
finales de septiembre un niño diabético fue con-
fundido con un terrorista en la Torre Eiffel por-
que su bombona de insulina despertó las peo-
res sospechas. El incidente refleja con claridad el
miedo que se respira en Europa. Tras el 11-S, Occi-
dente dejó de sentirse inmune a esas guerras antaño lejanas,
ahora cercanas, que desangran Oriente Medio y otros puntos
del planeta. Con los ataques en Londres en 2005 surgió la fi-
gura del lobo solitario, un perfil de yihadista oriundo del país
que ha elevado el miedo a una nueva escala al sembrar la des-
confianza incluso entre vecinos y compatriotas. Los últimos
atentados en Europa tuvieron por objetivo bares, restauran-
tes, paseos y supermercados, lugares que encarnan el espí-
por ganar audiencia, incluso cuando eso significa renunciar
al rigor informativo. Como el atentado al centro comercial
de Múnich a finales de julio, del que más tarde se supo que
el autor era un joven germano-iraní xenófobo y obsesionado
con el nacionalismo.
Tras los últimos atentados, Francia elaboró su Patriot Act
a semejanza de la que promulgó Bush tras el 11-S y renun-
ció a algunos de los derechos civiles más sagrados de cual-
quier sistema democrático. En Alemania, la canciller An-
gela Merkel ve cómo su popularidad se desploma mientras
crece la simpatía hacia los discursos xenófobos, una ten-
dencia que se repite en Bélgica. El terrorismo yihadista no
es un fenómeno nuevo, pero su sombra progresa y lo hace
con un nuevo rostro. �
42
Dossier yihadismo
Farid Abdelkrim
Educador social
«Debemos
reconocer nuestra
responsabilidad»
José Bautista
S
oy responsable de parte de la radicalización del Is-
lam en Francia". Así de contundente se expresaba
en el diario Le Monde Farid Abdelkrim, una de las
voces más críticas –y autocríticas– del mundo is-
lámico francés. Abdelkrim conoce el proceso ha-
cia la radicalización porque lo vivió en persona y ahora, tras
años en la cúspide de la difusa jerarquía islámica francesa,
dedica su tiempo a combatir el integrismo y promover el "Is-
lam de Francia".
¿Qué es para usted un islamista?
Es fácil de explicar y además ahora está de moda: es aquel
que instrumentaliza la religión con fines políticos para im-
poner una serie de reivindicaciones que afectan al poder
público, a la mujer, la comunidad musulmana… En el mo-
mento en que se habla en nombre del Islam, mucha gente se
adhiere a lo que se dice. Un ejemplo son los Hermanos Mu-
sulmanes, encarnados en mi país por la Unión de Organiza-
ciones Islámicas de Francia (UOIF).
¿Qué razones le llevaron a radicalizarse?
Fue un conjunto de circunstancias imprevistas. Un deto-
nante, aunque no el único, fue la muerte de mi amigo Ré-
douane en nuestro barrio a manos de un gendarme. En esa
época yo era un joven delincuente, tonteaba con la droga y
aquello me marcó mucho. Comencé a cruzarme con tres
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octubre 2016
amigos de mi hermano que frecuentaban las mezquitas y
poco a poco empecé a debatir con ellos, hasta que me hice
musulmán practicante, dejé de beber, de fumar, de salir
con chicas, y después empecé a ir a la mezquita, una de los
Hermanos Musulmanes. Me recibieron, se encargaron de
enseñarme lo que es ser musulmán y todo eso. En circuns-
tancias así, cuando alguien se preocupa por acogerte, te
sientes agradecido y no dudas en obedecer.
¿Y por qué dejó de ser islamista?
Es un proceso largo y complejo. En primer lugar está mi fa-
milia. Siempre mantuve el contacto con mi madre y mi her-
mano, lo que me permitió seguir conectado al mundo real.
Además, me ayudó tener estudios y poder leer en francés y
en árabe, por lo que la cultura me permitía ampliar horizon-
tes; y el tercer elemento es que encontré gente a lo largo del
camino que me ayudó a cambiar de visión, musulmanes y
no musulmanes. Cuando uno se cierra en sí mismo y sólo se
junta con personas que piensan igual se pierde la entereza.
Además vi que los Hermanos Musulmanes tienen una es-
tructura compuesta por hombres que dicen una cosa y ha-
cen otra, una contradicción que con el tiempo se volvió in-
soportable. Hubo varios detonantes, como cuando me uní
a un viaje a Auschwitz desde Francia y Bélgica para judíos,
cristianos y musulmanes, y la dirección de la UOIF y de los
Hermanos Musulmanes prácticamente me excomulgaron,
alegando que era una gran traición a los hermanos palesti-
nos… Hubo muchas reacciones negativas de gente como yo,
hijos de la inmigración, musulmanes que fueron incapaces
de reconocer que habían cometido un grave error. Algunos
que todavía me hablan me dicen "sí, llevas razón, pero no
debiste haber dicho tal y tal, has avergonzado a la familia".
Entre las reacciones positivas están las que vivo en las cár-
celes, donde muchos detenidos, después de las conversa-
ciones que mantengo con ellos, me piden seguir en contacto
y me llaman para decirme que se alegraron de hablar con-
migo… Son cosas que me hacen sentir humano.
En su opinión, ¿cuál es actualmente el combustible de la
radicalización islamista en Francia y Europa?
La tendencia de algunos de sentirse tentados por un proce-
so radicalizador que en muchos casos incluye la violencia,
la pérdida de sentido debido a frustraciones relacionadas
con la discriminación, los problemas socioeconómicos... El
discurso se hace eco de eso, y hay mucha gente fascinada
por tener poder, una combinación de ingredientes explosi-
vos. Hoy necesitamos enfrentarnos a ese combustible con
la difusión de conocimiento. Es lo que trato de hacer a tra-
vés del teatro, la lectura, la conversación, lanzando pregun-
tas y dudas. Hay mucho que hacer con gente decepcionada
y hay que estar a la altura para dar respuesta a las dificulta-
des que enfrentan. Muchos políticos franceses dicen que "la
grandeza de Francia no es para quienes no están a la altura
de esa grandeza", una contradicción.
Usted defiende el "Islam de Francia" y no el "Islam en
Francia".
Mi último libro se titula El Islam será francés o no será. Me re-
fiero a un Islam que se inserta en la cultura del país, encar-
nado por religiosos que hacen religión y que no se mezclan
con la política, y que son capaces de entender las leyes y cul-
tura de este país y de Europa, que tienen un cierto nivel inte-
lectual y espiritual, y que pueden hacer una propuesta canó-
nica-teológica-espiritual en sintonía con el entorno. Cuando

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octubre 2016
veo a quienes representan a nuestra religión en Francia, en-
tre los que hay muchos argelinos, marroquíes, turcos, no
franceses, me entra la duda de que puedan respetar lo que
acabo de evocar. Hay mucho que reflexionar, hay que desha-
cerse con el tiempo de esa voluntad de influir en la política
y de los representantes cuyo único fin es estar en contacto
con los políticos del país y para quienes la religión no impor-
ta. El Islam de Francia es aquel que no es considerado como
extranjero, que está en igualdad con cualquier otra religión.
¿Qué piensa de las medidas del Gobierno francés y de
las propuestas de la oposición para crear un "Islam a la
francesa"?
El Gobierno hace algo que para mí es profundamente an-
tilaico, es decir, ocuparse de la religión musulmana como
nunca antes lo ha hecho y evita hacerlo con la católica, pro-
testante o judía, por lo que en un determinado momento
habrá que considerar que ésta es una religión de gente in-
capaz de organizarse por sí misma. Los musulmanes de-
bemos ser capaces de ponernos de acuerdo sobre nuestros
problemas, y los gobernantes deben recordar que estamos
en un marco laico republicano y el Gobierno debe estar a la
misma distancia de todas las religiones. Desde hace 25 años
los ministros no hacen otra cosa que lanzar propuestas que
nunca funcionaron. Hace 12 años Sarkozy creó el Consejo
Francés del Culto Musulmán, que es una verdadera catás-
trofe porque delega el poder a una serie de representantes
de diferentes tendencias. Intentan organizar el Islam desde
un punto de vista político, y yo defiendo que el Islam se or-
ganice desde un enfoque religioso.
¿Cuáles son hoy los grandes problemas de las organizacio-
nes islámicas en Francia?
Yo fui miembro durante mucho tiempo y sé que el principal
problema son esas personas con fines políticos que creen
que su misión es representar a los musulmanes en Francia,
y eso es un error, porque nosotros somos todos ciudadanos y
no necesitamos más representantes que los diputados de la
Asamblea Nacional que aprueban leyes con el poder que les
confiere el pueblo. Más allá de eso, no quiero representantes
sustitutos con el pretexto de que yo soy francés musulmán.
Cuando todos entendamos el problema de quienes quieren
representar al Islam sin tener en cuenta el contexto de la
laicidad en Francia, esta cuestión desaparecerá. Para mí el
principal problema está ahí: pensar que esa gente representa
a una comunidad de individuos. Yo no quiero, ya basta. Soy
creyente, pero no le he pedido a ninguno de ellos que me re-
presente, sólo quiero que proporcionen un servicio de culto
que me permita vivir mi religión aquí en mi país, en Francia.
¿Qué rol juegan países como Ma-
rruecos, Argelia o Arabia Saudí al «Hay que enfrentarse
financiar asociaciones musulmanas y
mezquitas?
al combustible de
No hay financiación gratuita. Hay un la radicalización
maravilloso libro de Pierre Conesa con la difusión de
que se llama Doctor Saoud y Mister Yi- conocimiento»
had que habla de la diplomacia religio-
sa de los saudíes, que gastan grandes «la religión
cantidades para poder liderar la reli-
gión musulmana. Evidentemente su-
musulmana no
cede igual con Turquía, Marruecos…
es propiedad de
Es necesario que exista un Islam fran- ciertos árabes sino
cés que sea lo menos dependiente de la universal»
43
yihadismo dossier
financiación extranjera, y que esos países estén condicio-
nados y pasen por la Caja de Depósitos y Consignaciones de
Francia para saber de dónde viene el dinero, que sea trans-
parente, aunque lo ideal sería que el Islam francés pudiera
autofinanciarse por sí mismo con sus fieles, con un impues-
to halal, algo necesario para evitar problemas.
Muchos aún defienden una identidad francesa blanca de
tradición cristiana, ¿cree que Francia aún tiene una diges-
tión pendiente para aceptar su diversidad?
Creo que no toda Francia piensa que este es un país blanco
y cristiano, se trata de un grupo de individuos. El patrimo-
nio histórico francés hace referencia a su cristiandad, pero
sobre lo de ser un país blanco creo que habría que decir ro-
sado más que blanco. Francia está inmersa en Europa, que a
su vez está en el proceso de globalización… Hay quien cree
que Francia va a replegarse sobre sus fronteras. Creo que en
mi país falta capacidad para debatir este tema. Los musul-
manes tienen que jugar un rol muy importante como ciuda-
danos que pertenecen a la comunidad nacional y cuya reli-
gión, que es un elemento de su identidad, no debe ser puesto
en primer lugar en este momento tan complicado. Quedan
muchas digestiones pendientes: la cuestión de la coloniza-
ción, la historia de Argelia, que es sumamente dolorosa y
que no ha cicatrizado…
¿En qué han fallado la sociedad y el Gobierno?
Es una pregunta muy difícil. Desde un lado se culpa al otro,
hay quien cree que los musulmanes no son suficientemente
críticos y yo creo que todos debemos asumir nuestra parte
de responsabilidad. Yo cantaba en un grupo de blues, y del
día a la noche rechacé todo tipo de cultura occidental. Suce-
de en países musulmanes, donde se rechaza toda forma de
vida occidental porque Occidente sigue siendo colonialis-
ta. Se crea un espíritu binario: unos culpan a Occidente de
que tal cosa es una reacción, y así podemos ir remontando
atrás en la Historia sin llegar a ningún lado. Hay hijos de la
República que cometieron atentados, como el del Estadio de
Francia, en la sala Bataclan de París, en el Paseo de los Ingle-
ses de Niza… Hay un malestar enorme y creo que hará falta
que, del lado de los musulmanes, se ponga en duda la forma
de presentarse, dar una vuelta por las mezquitas, y que po-
líticos, medios e intelectuales analicen lo que dicen. Creo
que lo primero es darse la mano y reconocer la parte de res-
ponsabilidad propia. ¿Qué no hemos hecho? Precisamente
reconocer nuestra responsabilidad y nuestros errores.
No es fácil encontrar autocrítica entre los líderes
musulmanes…
Principalmente porque quienes pueden hablar en público
temen perder su público. En el Rama-
dán recuerdo a uno que sencillamente
no podía condenar un atentado cuan-
do ocurría. Remarcaba que condenada
el atentado "pero", siempre había un
"pero". Hay que dejar de creer que ellos
son los líderes espirituales de tal o tal
comunidad. Hoy hago lo que hago por-
que no tengo nada que perder, no quie-
ro ser representante de nadie, quiero
ser lo más honesto posible conmigo
mismo, demostrar que la religión mu-
sulmana no es propiedad de ciertos
árabes sino universal. �
44
Dossier yihadismo
Las cloacas de la
lucha antiyihadista
Desde el 11-M, las operaciones contra el terrorismo islámico han implicado
a 682 personas. Sólo 144 han sido condenadas en firme. Por ter garcía y joan praT
O
sama Taattou fue abandonado el
16 de enero de 2006 a las puertas
de la Audiencia Nacional pasadas
las 23.00 horas, después de pasar
cinco días bajo arresto incomuni-
cado. Osama, vecino de Badalona, monitor de
actividades infantiles y ateo, salió en libertad
sin cargos tras haber sido arrestado y su casa
registrada por la Guardia Civil en el marco de
la operación Chacal, ordenada por el entonces
titular del Juzgado Número 5 de la Audiencia
Nacional, Baltasar Garzón, y que se saldó con
20 detenidos. Cinco años más tarde, las cinco
personas condenadas por la Audiencia Nacio-
nal fueron absueltas por el Tribunal Supremo
por falta de pruebas consistentes.
Desde los atentados del 11-M en Madrid
hasta el 13 de septiembre de 2016, los medios
de comunicación han publicado informacio-
nes sobre operaciones contra el llamado "te-
rrorismo islámico" que han implicado hasta a
682 personas. La última memoria de la Fisca-
lía cifra en 96 el número de detenidos sólo en
2015 acusados de "yihadismo". Sólo 216 per-
sonas han sido juzgadas y 144 han sido con-
denadas en firme, según datos ofrecidos por
el Ministerio de Interior. Una de las últimas
detenciones fue la de Mohammad Harrak,
arrestado en Palma de Mallorca y acusado de
yihadismo en un rocambolesco caso en el que
se mezclan mensajes en redes sociales en so-
lidaridad con las víctimas de los atentados de
Evolución de las
operaciones contra
el terrorismo
2004 2005 2006 2007 2008 2009
islámico reflejadas
en prensa
Prisión preventiva
Libertad con cargos
Condenados
Absueltos*
Sin información
84 detenidos
*Absueltos, no procesados o condenados
por delitos comunes sin relación
Fuente: LA MAREA denados por falsificación de documentos.
París, la supuesta captación de jóvenes para
el Daesh, campeonatos de airsoft "para apren-
der tácticas de guerra" –sostiene el auto de
la Audiencia Nacional– y su reivindicación de
trabajar como espía para el CNI. Harrak está
en prisión preventiva desde su detención en
abril de este año, en régimen de aislamiento,
en una cárcel de Algeciras, según confirma su
abogado Pedro Casado.
"Hay casos que vienen de hechos que real-
mente han sucedido, y se busca la participa-
ción de los acusados en estas acciones, como
sucedió con el 11-M. Pero suponen una parte
mínima de lo que hay realmente en materia
antiyihadista", explica Benet Salellas, aboga-
do en varios casos relacionados con el terro-
rismo integrista. "El grueso de operaciones
son de anticipación: la Policía detiene a su-
puestas células que creen que pueden actuar,
y ésta es la parte más peligrosa. Si se detiene
a gente que no tiene armas ni explosivos, ni
tampoco una planificación clara de ejecutar
un atentado, ¿en qué se basa la Policía para
detener a esas personas? Básicamente en dos
cosas: en lo que piensan y dicen, o en sus redes
o vínculos", continúa Salellas.
tras el 11-m
La lista de detenidos que la Policía relaciona
con el terrorismo integrista empezó a engro-
sar de manera progresiva con las operaciones
que siguieron a los atentados del 11-M en Ma-
37 detenidos
41 detenidos
68 detenidos
Noviembre 2006. La operación Suez se salda
con cuatro detenidos por colaboración con or-
ganización terrorista. Posteriormente son con-
www.lamarea.com
octubre 2016
drid. Ya entonces, de las 29 personas acusa-
das y juzgadas en julio de 2007 por aquellos
atentados, 12 fueron absueltas por la Audien-
cia Nacional tres meses después, o por el Tri-
bunal Supremo al año siguiente. "En muchos
casos se presentaron unas imputaciones gra-
vísimas que no tenían consistencia jurídica
alguna", explica Endika Zulueta, abogado de
Rabei Osman El Egipcio, una de las personas
acusadas y finalmente absueltas de los aten-
tados del 11 de marzo de 2004.
Las operaciones Saeta y Sello I en 2005 y la
operación Sello II de 2007, todas vinculadas
con supuestas tramas de ayuda a los autores
materiales del 11-M, quedaron con el paso del
tiempo diluidas en los tribunales. En el caso
de Saeta, los detenidos quedaron en libertad
sin fianza cinco días más tarde y ninguno fue
condenado. En la operación Sello I, el Tribunal
Supremo acabó absolviendo a todos los impu-
tados en febrero de 2011. Estas absoluciones
se justificaron al declarar nulas las escuchas
telefónicas y al aducir malos tratos en comi-
saría para conseguir las declaraciones de los
detenidos. La segunda parte de la misma ope-
ración cosechó un resultado similar. De los
cinco arrestados, sólo uno acabó con condena
firme. Todos los acusados de las operaciones
Jineta y Bureba, en 2007, fueron también ab-
sueltos por la Audiencia Nacional o el Tribu-
nal Supremo por falta de pruebas. "Mientras
en el derecho penal del ciudadano hay indicios
17 detenidos
51 detenidos
Febrero de 2009. Detienen a un militar y a su
novia en Granada. Finalmente sólo procesan al
militar, cuyo caso pasa de la Audiencia Nacio-
nal a un juzgado común de Granada, donde es
absuelto en noviembre de 2010.

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octubre 2016
de que una persona ha cometido un hecho y,
por eso, se le investiga, aquí primero se inves-
tiga y después se buscan los indicios", explica
Zulueta. El abogado señala los cambios reali-
zados en legislación antiterrorista en los últi-
mos años: "No va destinada a las personas que
cometen este tipo de actividades, que son ca-
paces de meterse en una discoteca y matar a
cien personas. A estas personas no les afecta
que el Código Penal sea más o menos duro y, a
nivel de prevención, estas medidas suponen
un cero. Lo que llaman 'guerra contra el terro-
rismo' se traduce en una guerra contra las ga-
rantías procesales de todos los ciudadanos".
Algunas de las 12 personas absueltas en
la causa por los atentados del 11 de marzo de
2004 pasaron varios días en prisión preven-
tiva. Otras, varios años. Algunos de ellos pi-
dieron al Ministerio del Interior una indem-
nización por los daños sufridos pero, en todos
los casos, la Administración ha rechazado dar
ninguna compensación por el tiempo pasado
en prisión. Tampoco ha aceptado indemnizar
a Vidal y Ángel –nombres ficticios asignados
por el poder judicial– por los 426 días que pa-
saron en prisión preventiva por un supuesto
delito de integración en organización terro-
rista en el marco de un caso que fue archivado
en marzo de 2010. Ni a otros cinco detenidos,
que fueron absueltos después de pasar más de
dos años en preventiva.
El papel de los medios
"Tres de los pakistaníes arrestados por la Po-
licía, vinculados al grupo de los atentados de
Bombay". Fue el titular de La Razón para infor-
mar sobre la operación Fisch, en cuyo marco
se detuvo a los presuntos responsables de una
red de falsificación documental en Barcelona
y Valencia en febrero de 2009. Un día después,
el juez Fernando Grande-Marlaska redactó un
auto en el que declaraba que no había indicios
de que alguno de los detenidos tuviera rela-
ción con el terrorismo islámico. "Dejar la sec-
ta del odio cuesta la muerte" y "Regreso al club
del odio" son algunos de los titulares publica-
2010 2011
1 detenido 10 detenidos
MADRID
29 homicidios de
Septiembre de 2011. En el marco de la ope-
ración Frambuesa, detienen al cubano Ernesto
odio. Fue la ciudad Feliu acusado de difundir propaganda yihadis-
que contó con más ta. Tras pasar dos años en prisión preventiva, en
casos. marzo de 2014 fue condenado a seis meses de
prisión por enaltecimiento.
yihadismo
dos por El País en junio de 2012 en relación con
una de las operaciones contra el yihadismo
en Melilla. En esta ocasión, a un caso de ho-
micidio se le puso la etiqueta de "yihadista"
sin pruebas. Después de que la justicia ma-
rroquí archivara la causa contra los dos jóve-
nes acusados al no encontrar pruebas contra
ellos, la justicia española reabrió la causa, esta
vez acusándoles de terroristas. El 28 de junio
de 2012 fueron detenidos y al día siguiente lle-
vados a Madrid, donde estuvieron bajo cus-
todia de la Audiencia Nacional durante nue-
ve días. Tras esto, fueron puestos en libertad
sin cargos.
Los medios de comunicación tenían "ganas
de dar bombo y platillo", resalta Berta Tomás,
abogada de los dos jóvenes. "Los de La Sexta
vinieron, hicieron una entrevista y la manipu-
laron completamente, distorsionaron las vo-
ces de niño que tenían, aunque pedimos que
dejaran sus voces reales en el vídeo, y lo os-
curecieron todo. El País entrevistó a la chica
[pareja del joven asesinado] y manipuló lo que
quiso. Cuando ella después desmintió su de-
claración inicial, no lo publicaron. Escriben lo
que les da la gana, manipulan e infunden mie-
do y racismo en lugares como aquí, en Meli-
lla, donde vivimos musulmanes y cristianos",
concluye la abogada.
La cara amarga más cotidiana de este re-
vuelo mediático se ve en el aumento de la isla-
mofobia, el rechazo a lo relacionado con el Is-
lam. "En los últimos años, con los atentados de
Niza y antes de la sala Bataclan y Charlie Heb-
do, se está haciendo un discurso del miedo
que afecta a la opinión pública", apunta Alba
Cuevas, de SOS Racismo Catalunya. "Se trata
de un discurso que señala a un culpable poco
definido, que muchas veces se identifica con
una religión o una zona geográfica en el que
juega un papel muy importante el desconoci-
miento sobre, por ejemplo, qué es el Islam”,
concluye Cuevas. �
Actualización de un reportaje publicado
en Diagonal, el 30/ 12/2015
2012 2013 2014 2015 2016
6 detenidos 20 detenidos
Agosto de 2012. Operación Plomo, tres
detenidos en Cádiz. Después de pasar sie-
49 detenidos
te meses en preventiva, la Audiencia archi-
vó el caso por falta de pruebas y fueron ex-
pulsados por no tener la documentación
en regla.
45
dossier
El "yihadismo" como
coartada para endurecer
las barreras migratorias
Artemio (nombre ficticio) es de origen sirio y
tiene 38 años. Desde que llegó a España en
2001 ha acumulado más de 2.800 días en su
vida laboral y ha pagado todos sus impuestos.
A finales de 2012, solicitó la nacionalidad espa-
ñola, pero la respuesta del Ministerio del Inte-
rior fue la negativa "por motivos de orden pú-
blico o interés nacional". Interior afirmaba que
Artemio había tenido "relación con elemen-
tos radicales islamistas". Recurrió a la Audiencia
Nacional, que, un año y ocho meses más tarde,
le reconoció su derecho en una sentencia en la
que el juez recriminó el uso genérico de la "se-
guridad nacional" como motivo para denegar
la nacionalidad. Antón –también nombre fic-
ticio– tuvo menos suerte. Llegó a España des-
de Marruecos en 1992, trabajó y siete años des-
pués se reunió con su mujer e hijos en Vilanova
i la Geltrú. En 2006, fue detenido en la opera-
ción Chacal. Después de casi tres años en pri-
sión preventiva, la Audiencia Nacional le absol-
vió en 2010. Dos años después, Interior rechazó
su solicitud de nacionalidad "por motivos de
seguridad nacional". En esta ocasión, el minis-
terio sí citaba un hecho objetivo: su imputa-
ción y absolución en el caso Chacal. En mayo
de 2014, Interior cifraba en más de cien los "yi-
hadistas" expulsados desde el 11-M. En la cifra
se incluían a personas condenadas por su re-
lación con el terrorismo islámico, y también a
otras que habían sido absueltas. La lista de ex-
pulsiones bajo la excusa del terrorismo inte-
grista es larga. También la lista de negativas a
solicitudes de refugiados. De los 514 resultados
que salen al buscar la palabra "islámico" en el
buscador de resoluciones de la Audiencia Na-
cional –a fecha del 15 de septiembre de 2016–,
al menos 428 están relacionados con recursos
contra denegaciones del Estatuto de Asilo o
Refugiado por parte de Interior. En 396 de estas
resoluciones, la Audiencia Nacional reafirmó
la denegación de la acogida. En su mayoría son
personas que huyen del terrorismo islámico,
originarias de Argelia o Nigeria, y ni la Adminis-
tración ni la Audiencia Nacional han dado cre-
dibilidad a su situación de peligro. �
26 detenidos
(Datos hasta el 13
de septiembre)
80 detenidos
Agosto de 2015. Detienen a una persona en Narón (A
Coruña) por vender camisetas serigrafiadas con el logo
del Daesh. En libertad con cargos por enaltecimiento.
46
#yoIBEXtigo
el socio
incómodo
del golfo
Arabia Saudí es el aliado clave de Occidente,
en lo militar y lo económico, pese a sus
vínculos con el islamismo radical. Por carlos mier
Exportaciones de material de defensa de
España hacia países musulmanes en 2015
Datos en millones de euros
Arabia Saudí 556,6
Turquía 170,3
Omán 162,6
Egipto 106,4
Iraq 85,5
Marruecos 25,7
Indonesia 21,8
Irán 14,1
EAU 11,7
TÚNEZ 11,4
PAKISTÁN 2,1
ARGELIA 1,6
Fuente:Secretaría de Estado de Comercio La Marea
obama veta una ley que
hubiera permitido a
las víctimas del 11-s
llevar al Estado Saudí
ante los tribunales
el gobierno español
prima los intereses
económicos por
encima de los
derechos humanos
Negocios
E
l pasado nueve de septiembre,
dos días antes del decimoquinto
aniversario de los atentados del
11-S, el Congreso de Estados Uni-
dos aprobó una ley para permitir
a las víctimas denunciar ante los tribuna-
les a Arabia Saudí por sus supuestos víncu-
los terroristas. No en vano, 15 de los 19 te-
rroristas que secuestraron cuatro aviones
en EEUU aquella fatídica fecha eran ciu-
dadanos saudíes. La medida, que contaba
con el apoyo mayoritario de las familias de
los damnificados, trataba de limitar la in-
munidad de un Estado extranjero o de sus
funcionarios ante los daños causados por
el terrorismo internacional.
Sin embargo, dos semanas después,
Barack Obama impuso el veto presiden-
cial contra la iniciativa, a pesar de que
gozaba del respaldo tanto de demócra-
www.lamarea.com
octubre 2016
tas como de republicanos en el Senado y
la Cámara de Representantes. La explica-
ción oficial de Obama remarcaba que esta
medida "amenaza limitar la cooperación
[con otros países] en asuntos de seguri-
dad nacional, incluyendo iniciativas con-
tra el terrorismo, en un momento decisi-
vo cuando estamos intentando construir
alianzas, en vez de crear divisiones". El
mensaje repite el dogma de fe de las últi-
mas décadas de política exterior de Wash-
ington: Arabia Saudí es un socio clave en
el mapa geopolítico mundial, además de
ser un importante productor de petróleo,
al que no hay que molestar.
Este pragmatismo hacia la poderosa
monarquía de los Saud, seguido por to-
das las cancillerías occidentales, ha sido
criticado infinitas veces por su hipocre-
sía. Los países de Occidente están embar-
cados en una desigual lucha contra el te-
rrorismo islamista, para lo cual cuentan
con un aliado que a su vez es una fuente
importante de financiación de grupos yi-
hadistas y cuyo sistema basado en la sha-
ria coincide con el ideario que predican
los radicales para atraer a musulmanes a
su guerra santa. Arabia Saudí es la cuna
del wahabismo, la corriente ultraconser-
vadora del Islam –las mujeres saudíes no
pueden trabajar, conducir, practicar de-
porte o abrir una cuenta bancaria y son
habituales los castigos corporales y ejecu-
ciones– que inspira a grupos como el auto-
proclamado Estado Islámico (ISIS).
La propia Hillary Clinton, candidata de-
mócrata a la Casa Blanca, admitió en ju-
nio, después de la matanza perpetrada en
un club gay de Orlando por un individuo
que supuestamente actuó inspirado por
el ISIS, que "ya es hora de que saudíes, ca-
taríes, kuwaitíes y otros eviten que sus
ciudadanos financien organizaciones ex-
tremistas. Y deberían dejar de apoyar es-
cuelas y mezquitas radicales en todo el
mundo que han puesto a demasiada gente
joven en el camino del extremismo". Entre
otros asuntos, Clinton obvió que, como se-
cretaria de Estado en la primera legislatu-
ra de Obama, presionó para bombardear
Libia, hoy un Estado fallido y tierra fértil
para todo tipo de grupos terroristas.
Un doble rasero que se hace aún más
evidente en la actitud de Donald Trump.
El rival republicano de Clinton en las elec-
ciones presidenciales quiere prohibir la
entrada de musulmanes en el país, pero
en sus discursos islamófobos se olvida
mencionar sus inversiones en países en
los que esta religión es abrumadoramen-

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octubre 2016
te mayoritaria. En su última declaración
de la renta, Trump incluye varios negocios
en los Emiratos Árabes (campos de golf),
Azerbaiyán (un lujoso hotel) y Turquía (re-
sidencias de alto standing), así como dos
nuevos proyectos en Indonesia.
Los negocios, evidentemente, consti-
tuyen el otro motivo para el trato bené-
volo que los países occidentales propician
a Arabia Saudí, y España no es ninguna
excepción. Mientras el Gobierno y buena
parte de los medios de comunicación de-
dican grandes esfuerzos en denunciar la
dictadura de Venezuela, delegaciones mi-
nisteriales, a veces encabezadas por el
propio rey, han hecho frecuentes viajes a
Arabia Saudí para cultivar las relaciones
con el régimen de los Saud.
La preocupación por el terrorismo yi-
hadista se situó entre los diez problemas
más acuciantes de los ciudadanos, según
el sondeo del CIS publicado tras los aten-
tados de París. Es bien sabido que ciu-
dadanos saudíes financian mezquitas y
promueven otras actividades donde se
predica una versión radical del wahabis-
mo. Por ejemplo, las Fuerzas de Seguri-
dad vigilan las actividades del jeque Ab-
dul Aziz al-Fawzan, fundador de Córdoba
Internacional TV, porque sospechan que
está difundiendo ideas extremistas, se-
gún informó El Confidencial en julio.
venta de armas
Sin embargo, en las relaciones bilatera-
les con Riad priman los intereses empre-
sariales por encima de preocupaciones
por los derechos humanos y el integris-
mo. El proyecto más caro y prestigioso de
las empresas españolas es el tren de alta
velocidad (AVE) entre Medina y La Meca,
aunque el proyecto está teniendo muchos
problemas en los últimos tiempos. Más
polémica aún es la venta de armas. Según
datos de la Secretaría de Estado de Comer-
cio, España exportó en 2015 material de
defensa por valor de más de 3.700 millo-
nes de euros. Aproximadamente un ter-
cio de ese total, unos 1.169 millones, fue a
parar a 12 países musulmanes. A la cabeza
se sitúa Arabia Saudí con ventas por valor
de 556,6 millones de euros, incluidos dos
aviones de reabastecimiento en vuelo.
El historial de acuerdos militares con
el país más poderoso del Golfo, que con-
sidera a España un "socio preferente", co-
menzó en 2008. Desde entonces, entre
otras actividades, se ha formado al Ejér-
cito saudí en el manejo de cazas del tipo
Eurofighter. �
47
Negocios #yoIBEXtigo
trato
diferencial
para el rico
C. M. / J. B.
Desde las míticas visitas veraniegas del rey saudí Fahd a Marbella en
los años 70 hasta las más recientes compras de clubes de fútbol co-
mo el París Saint-Germain, Manchester City o Málaga por parte de
jeques del petróleo, los musulmanes multimillonarios se han he-
cho presentes en la vida pública en Europa. En la Costa del Sol o en la
Costa Azul francesa los dirigentes y empresarios de las monarquías
árabes disfrutan habitualmente de libertades y un trato favorable
por parte de las autoridades europeas con el que sus correligionarios
musulmanes menos acaudalados sólo pueden soñar.
En Francia, el Gobierno y los medios de comunicación centran el de-
bate público en el fenómeno del radicalismo islamista y gran parte
de la opinión pública empieza a percibir a sus compatriotas musul-
manes como un problema, pero sólo a aquellos con los que convive a
pie de calle. Veda abierta para la islamofobia de corte clasista.
No faltan ejemplos. A finales de agosto, el rey de Marruecos, Moha-
med VI, volvió a su lujoso palacio de Betz, un pueblecito de 1.100 ha-
bitantes a 70 kilómetros al noroeste de París. Como de costumbre, el
monarca del antiguo protectorado de Francia, donde las empresas
galas tienen importantes intereses económicos, hizo el viaje acom-
pañado de un séquito de más de 300 cocineros, chóferes, guardaes-
paldas, jardineros… La irrupción del monarca alauí al Château de Betz
dejó sin agua corriente a los habitantes de esta localidad y a la vecina
Villers-Saint-Genest durante más de una semana, pero no hubo nin-
guna consecuencia ni compensación para los afectados.
Apenas unos días antes, el rey Salman de Arabia Saudí fue epicentro
de otra polémica con rango de anécdota. El gran promotor del wa-
habismo, corriente del Islam que inspira la ideología del ISIS, decidió
construir un ascensor y una escalera para facilitar el acceso desde su
mansión en Vallauris, en la Costa Azul, a una playa pública. Tras fi-
nalizar la obra, el monarca prohibió el paso de los plebeyos a la ori-
lla. Para ello contó con la ayuda del Gobierno de François Hollande,
que desplegó barcos de policía y 40 agentes en las cercanías de la
playa. Por deseo expreso de Salman no se incluyó a ninguna mujer
agente en el despliegue. �
El presidente
del Málaga,
Abdullah ben
Nasser Al
Thani, saluda
a la plantilla.
málaga cf
48
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#yoIBEXtigo Negocios octubre 2016

Presencia
del Ibex 35 Arabia Argelia Bangladesh Qatar Egipto EUA Indonesia IraQ
en países SaudÍ

de mayoría ACS ACS ACS ACS ACS Acciona ACS ACS

musulmana Técnicas Banco Inditex Iberdrola CaixaBank Acerinox Acerinox Repsol
Reunidas Sabadell Gamesa ACS BBVA
Amadeus CaixaBank Meliá Técnicas Mapfre
Constructoras
e Industria Gas Natural Reunidas Repsol
Bancos y Iberdrola
Seguros Banco Popular Meliá
Energía Repsol Banco Amadeus
Transporte y IAG Sabadell
Turismo
Indra
Banco
Textil Santander
Tecnología
BBVA
Fuente: ICEX CaixaBank
Mapfre
Repsol
Meliá
Amadeus
Indra

D
El rey Juan urante su largo reinado, Juan
Carlos en Carlos I se convirtió en hués-
un viaje con ped frecuente de las monar-
empresarios. quías del Golfo Pérsico, donde
efe le agasajaban con opulentos
obsequios, como los dos coches Ferrari que
le regalaron en su visita a los Emiratos Ára-
bes Unidos en 2011. Los viajes del jefe de Es-
tado a la región, muchos de ellos de natu-
raleza privada, siempre se han justificado
por aquello de que el rey era el "mejor em-
bajador de los intereses de España". Y estos
intereses son, sobre todo, empresariales.
De ahí que Juan Carlos soliera encabezar
amplias delegaciones con ejecutivos de las
primeras empresas del Ibex 35, que anhe-
laban hacerse con los atractivos negocios
en las petromonarquías.

el mejor
En uno de sus últimos viajes antes de
abdicar, el rey llegó el 15 de mayo de 2014
al aeropuerto de Yeda, en Arabia Saudí.

embajador
Iniciaba una visita de apenas tres días a
esta dictadura del Golfo Pérsico, el quin-
to Estado en una gira primaveral por los
países del área petrolífera más importan-

empresarial
El rey Juan Carlos viajó muchas veces
a los países del Golfo, acompañado de
grandes ejecutivos, pero la situación ha
cambiado con su sucesor. Por c. Mier
te del mundo (la península Arábiga es el
segundo suministrador de crudo a Espa-
ña). Le acompañaba su séquito habitual,
como en las anteriores visitas a Emiratos
Árabes Unidos, Kuwait, Omán y Bahréin:
los entonces ministros de Industria y de
Fomento, José Manuel Soria y Ana Pastor,
y el de Defensa, Pedro Morenés, así como
representantes de las grandes multina-
cionales españolas.
De hecho, fueron 102 las empresas que
solicitaron visado para acompañar al rey

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octubre 2016
Libia Marruecos OMÁN
Repsol Acciona
ACS
Acciona
Gas Natural
Banco
Sabadell
Indra
Banco Popular
Banco
Santander
CaixaBank
Endesa
Gamesa
Gas Natural
Repsol
IAG
Indra
en aquel viaje, pero las autoridades sau-
díes rebajaron el número a sólo 28. En esta
lista figuraban Abengoa, Acciona, ACS,
Adif, Airbus, Esade, FCC, Ferrovial, Ineco,
Indra, Isolux, Navantia, OHL, Renfe, Sa-
cyr, Sener, Técnicas Reunidas y Talgo, en-
tre otras. Las grandes compañías españo-
las ya estaban construyendo importantes
obras en Arabia Saudí, como el AVE a La
Meca, pero existían otros interesantes
proyectos de infraestructuras y energía
en los que aspiraban participar y que aún
estaban pendientes de adjudicación. La
selección de la comitiva, así como el bene-
ficio de ese viaje para el conjunto de la ciu-
dadanía española, quedaron fuera de los
análisis de los grandes medios en su día.
El heredero de Juan Carlos, hasta ahora,
no ha demostrado el mismo interés que
su padre por las teocracias del Golfo. En
enero de 2015, Felipe VI visitó Arabia Sau-
dí, acompañado de nuevo por el ministro
Morenés, para mostrar sus condolencias
por el fallecimiento del rey Abdalá, her-
mano del actual mandatario. Un año des-
pués, los monarcas cancelaron otro viaje
previsto a ese país con la excusa oficial
de la incierta situación política en España
tras las elecciones del 20 de diciembre de
2015. Pero se ha sospechado que Felipe VI
podría haber sido sensible a la opinión pú-
blica, que recela cada vez más de las vio-
laciones de los derechos humanos en Ara-
bia Saudí –Podemos instó al jefe de Estado
a que cancelara su viaje por ese motivo–.
El que aún viaja a la región es Juan Carlos,
aunque ahora lo hace como rey emérito.
Negocios
Pakistán Túnez Turquía
Repsol Mapfre ACS
Acciona
Acerinox
Técnicas
Reunidas
Banco Popular
Banco
Sabadell
BBVA
Mapfre
Gamesa
Gas Natural
Iberdrola
IAG
Amadeus
Indra
Cae la importación de petróleo
Oriente Medio es el máximo productor mun-
dial de petróleo y también un importante
suministrador para España. Sin embargo, la
principal fuente para la importación de crudo
de España es África, de donde vino el 38,7%
del oro negro en 2015, según la Corporación
de Reservas Estratégicas de Productos Petro-
líferos (Cores). Las compras en Oriente Medio
cayeron hasta un 14%, sobre todo por la me-
nor exportación de Arabia Saudí: el año pa-
sado, el 10,5% del crudo que llegó a España
procedió de ese país, frente al 15% de hace
cinco años.
Arabia Saudí es el principal socio
Por otro lado, el régimen de la Casa de Saud es
el primer destino para la venta de productos
españoles, ya que acumula el 45% del total
de las exportaciones de empresas de España a
la región del Golfo Pérsico.
De trenes a alimentos
Por sectores, las exportaciones españolas a
Arabia Saudí son trenes (140 millones de eu-
ros), confección femenina (97 millones), pa-
vimentos (95 millones), automóviles (94 mi-
llones), farmaquímica (40 millones), pasta de
papel y papel (34 millones), alimentación in-
fantil (33 millones), mármol (31 millones) y
conservas vegetales (29 millones de euros).
El AVE a La Meca
Con diferencia, el proyecto más importante
en el que participan las empresas españolas
es la construcción de una línea de tren de al-
ta velocidad (AVE) entre Medina y La Meca. En
el consorcio participan Adif, Renfe Operado-
ra, Ineco, Talgo, Cobra, Consultrans, Copasa,
Dimetronic, Inabensa (Abengoa), Imathia, In-
dra y OHL. �
49
#yoIBEXtigo
repsol,
en el oasis
(Perdido)
del magreb
C. M.
Hasta 2015, la principal petrolera de Es-
paña, Repsol, llevaba casi 40 años de ac-
tividad petrolífera ininterrumpida en Li-
bia. Tras el derrocamiento de Muamar El
Gadafi, en 2011, y el caos en que se su-
mió este país del norte de África, Rep-
sol –al igual que otras multinacionales-,
empezó a evacuar a su personal de Li-
bia. Los últimos empleados salieron ha-
ce pocos meses. Desde la empresa ase-
guran que "hasta que no haya garantías
de seguridad, no se reanudará la activi-
dad en el país". Esta urgencia por retornar
lo antes posible fue compartida pública-
mente por el ministro de Exteriores, José
Manuel García Margallo, quien conside-
ra "una prioridad" la vuelta de la petrole-
ra a suelo libio.
Muy cerca, en la vecina Argelia, la situa-
ción es muy distinta, aunque la inseguri-
dad es el pan de cada día, sobre todo en
la frontera con Libia. En los últimos años,
grupos terroristas han atacado instala-
ciones petrolíferas en este país magrebí.
Ahora, gendarmes argelinos velan por la
seguridad de los empleados de Repsol,
según han confirmado los propios tra-
bajadores de la empresa en el lugar. Pa-
ra la multinacional española resulta ló-
gico que sea el Estado argelino el que se
encargue de la protección porque los hi-
drocarburos "son el principal sector eco-
nómico del país y, por tanto, el Gobierno
argelino es el primer interesado en ga-
rantizar la seguridad y poner los medios
necesarios para que así sea", justifican
desde Repsol.
La petrolera también opera en Marrue-
cos, concretamente en dos zonas de ex-
ploración. Tras los trabajos realizados
en los últimos años en el bloque mari-
no de Tánger-Larache, en la cuenca de
Gharb, Repsol decidió en 2014 abando-
nar estas tareas por falta de potencial.
En Boudenib continúan los trabajos. Es-
tas prospecciones fueron el germen de la
aventura de la petrolera en Canarias, que
se interrumpió en enero de 2015 al no
encontrar hidrocarburos con la suficien-
te calidad. �
50
En este espacio informamos sobre los modelos
alternativos a las empresas y hábitos de consumo
Haz tradicionales que se están abriendo paso
tu parte redaccion@lamarea.com
cocina
Integración
entre fogones
Miguel Gómez
En medio del barrio barcelonés de la Ribera se le-
vanta una terraza que atrae sólo con mirarla. Podría
parecer una preciosa guarida de hipsters, con muebles
vintage, arcos góticos y objetos de toda clase: lámparas,
muñecos, bongos y maletas. Pero no: el Espai Mescla-
dís es el antiStarbucks. En este bar, joya de la corona de
un proyecto que nació hace más de diez años, sólo se
encuentran productos sostenibles, próximos y desarro-
llados con criterios de justicia social: helados y yogures
de La Fageda, vino de L'Olivera o frutas y verduras de La
Kosturika.
Además, el Espai es una escuela. Un lugar de aprendiza-
je y prácticas para el personal formado en el programa
Cuinant Oportunitats. Alumnos, la mayoría migrantes,
que se encuentran en riesgo de exclusión. Las historias
de Idrissa y Aboubacar, que hoy trabajan de cocineros,
o de Soly, jefe de formación de camareros en Mescladís,
demuestran el éxito de la receta.
El Espai
Mescladís se Martín Habiague, fundador y director del proyecto, en-
encuentra en tiende la cocina como una "herramienta poderosa", una
el barrio de oportunidad para aunar lo común y lo diferente. "Comer
la Ribera de es un acto político", afirma. Aunque no es la única razón
Barcelona. para elegir esta actividad. Para Habiague, la hostelería
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es un sector "dinámico y potente económicamente, in-
cluso en tiempos de crisis".
Pero no es un camino de vino y rosas. "El contexto no fa-
vorece", lamenta el fundador de Mescladís, que critica a
la Administración y a los poderes públicos por "crimina-
lizar la inmigración". A esta especifidad hay que sumar-
le las dificultades "normales de cualquier restaurante",
y la clásica tensión entre rentabilidad y compromiso.
Mescladís prioriza lo social, pero no renuncia a la soste-
nibilidad, ya que "es fundamental para poder innovar y
desarrollar nuevas líneas de trabajo". Todo un reto para
el equipo de 11 personas empleadas allí todo el año que
exige "no parar de remar para mantener la cabeza fuera
del agua".
De este equilibrio dependen proyectos como el taller
Mescladís, que se vale de la cocina como pretexto para
"un encuentro entre culturas". Con ese espíritu ha orga-
nizado, recientemente, unas clases de cocina siria. Tam-
bién sus trabajos de desarrollo de barrio y comunitario,
entre los que destaca el programa Diálogos Migrantes.
Su objetivo es reforzar las redes de pertenencia y comu-
nidad a través del arte social y el uso de medios audiovi-
suales. Para ello, se apoyan y se coordinan con el fotó-
grafo Joan Tomàs y el cineasta Alberto Bougleux.
"Los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) y las
políticas represivas criminales con la inmigración exis-
ten porque hay una sociedad que las permite", reflexio-
na Habiague. Por eso, este proyecto culinario intenta
"crear una opinión pública que promueva una política
migratoria centrada en los derechos humanos", conclu-
ye este sociólogo. �
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octubre 2016

cultura

Islam y España:
un mestizaje que no cesa
Es una historia rica y dolorosa. También confusa, respetuosa y repleta
de grandes injusticias. En una palabra: mestiza. Ahora muchos les ven
como los otros, pero durante siglos fueron nosotros. La huella histórica del
Islam es profunda y el viaje de ida y vuelta no ha finalizado todavía.
Sergi Tarín
52
Cultura
E
n los años 50, en plena posguerra, el
debate sobre el ser español alcanzó
su cima intelectual. Lo protagoniza-
ron Américo Castro y Claudio Sánchez
Albornoz, ambos exiliados. El prime-
ro defendía la singularidad española desde la in-
trincada convivencia de siglos con judíos y musul-
manes. El segundo sostenía que la identidad era
anterior y prehistórica, una esencia a prueba de
milenios. La polémica se inició en 1948 y duró lo
mismo que las vidas de sus dialécticos.
Más allá de controversias, lo islámico, árabe y
bereber ha dejado una huella visible en la penín-
sula Ibérica, donde en el año 711 cerca de 7.000 sol-
dados árabes, bajo el mando de dirigentes musul-
manes del Califato Omeya de Damasco, cruzaron
La España de las tres el Estrecho de Gibraltar y conquistaron a los visi-
godos sin apenas usar las armas. En 15 años, cinco
culturas existió, millones de habitantes se hicieron musulmanes.
pero está mitificada: Había nacido Al-Ándalus. Más adelante, en los si-
había segregación, glos XI y XII, la disolución del Califato Omeya de
progromos Córdoba en reinos de taifas propició la paulatina
conquista cristiana, junto a una coexistencia fun-
«Muchos europeos damentada en la dominación.
Tal y como señala Luis Bernabé, arabista de la
viajaban a Al- Universidad de Alicante, la España de les tres cul-
Ándalus para turas (cristiana, musulmana y judía) existió, pero
conocer los últimos está mitificada: "Había segregación, progromos;
avances científicos» no eran paraísos de tolerancia, sino reinos compli-
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El futuro de la
cultura árabe pasa
por América Latina
El azar y el olfato llevaron a Rosa-
Isabel Martínez, profesora de
Estudios Árabes de la Universi-
dad Autónoma de Madrid, al gran
descubrimiento de su vida. El azar
de una beca de investigación en
Chile y el olfato fino de arabista,
desarrollado por influencia de su
padre, Pedro Martínez Montávez,
una de las principales referencias
académicas. Rosa-Isabel contactó
en Santiago de Chile con la mayor
comunidad palestina en el exte-
rior. Y comprobó que había otras
tantas de sirios, libaneses y jor-
danos en México, Brasil y Argenti-
na. Una inmigración de finales del
siglo XIX desde el Sham, el Levan-
te árabe, por cristianos ortodoxos
bajo el Imperio otomano. Como
colonos se dedicaron al comercio
de mercería y fueron progresando
sin perder la cohesión del grupo. "A
principios del siglo XX se editaron
en Chile hasta siete publicacio-
nes en árabe", destaca Martínez. Y
añade: "Poco a poco se van dilu-
yendo, pero mantienen las raíces a
través de entidades culturales y de
la gastronomía, la música y la dan-
za". "Los abuelos salieron adelan-
te, muchos padres renegaron del
pasado y ahora los hijos vuelven a
sentirse orgullosos de su origen",
señala Martínez, quien destaca a
su vez que un nuevo flujo migra-
torio desde el Sham, de población
musulmana que huye de la guerra,
está alimentado esta tercera ge-
neración. Una cosecha que ya ha
dado frutos de calidad: las poeti-
sas Farah Chamma (Brasil), Olga
Lolas (Chile) y Juana Dib (Argenti-
na); y los novelistas Milton Hatoum
(Brasil) y Walter Garib (Chile). Una
nómina que Martínez vincula con la
Mahyar (la emigración), corriente
literaria que se inició en los años 30
con la creación de la Liga Literaria
Fortaleza
(Nueva York) y el Círculo Andalusí
(São Paulo). "Vivimos una literatu-
califal de ra postmahyarí: todo un hito para
Gormaz en la reubicación y reconstitución del
Soria. arabismo", defiende.
 53

Cultura
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octubre 2016

cados donde el diferente tenía muchos problemas

para acceder a una vida social plena". Eso no quita
que Al-Ándalus fuera percibido como culturalmen-
te superior por cristianos peninsulares y parte de
los europeos. "La península Ibérica era el territorio
más diferente de toda Europa y muchos viajaban a
Al-Ándalus para conocer los últimos avances cien-
tíficos y acceder a traducciones".
De hecho, el castellano se modeló como lengua
literaria a partir de traducciones del árabe en la
corte de Alfonso X el Sabio. Y la influencia llegó
hasta los trovadores y el concepto del amor cortés.
Según señala Bernabé, "Castilla tiene al único hé-
roe épico europeo con sobrenombre árabe: Rodri- «Castilla, en sus
go Díaz de Vivar, el Cid, cuya victoria después de
muerto es una adaptación de un relato caballeres-
inicios, fue un reino
co árabe". Y en el Libro de Buen Amor, del Arcipreste profundamente
de Hita, hay diálogos escritos en árabe que el gran arabizado», sostiene
público leía con naturalidad . Luis Bernabé
"Castilla, en sus inicios, fue un reino profunda-
mente arabizado", añade Bernabé. El aspecto físico La expulsión de los
era idéntico: era muy difícil diferenciar un morisco
granadino de un cristiano viejo de Albacete. Una re-
moriscos se justificó
lación estrecha que también se percibe en las cons-
como un problema de
trucciones, en el mudéjar aragonés o en la cul- seguridad pero fue un
tura del riego, desarrollada al máximo a partir acto de propaganda

No buscamos solo lectores,

sino cómplices

Media La marea.indd 1 19/5/16 9:46

54
Cultura
de la técnica romana. Y a la que nombran: ace-
quia, azud… Palabras de un diccionario que aún
se nutre de un 10% de arabismos, pese a la gran pér-
dida de términos agrícolas en los años 50 y 60. O la
gastronomía, donde el azafrán, el comino, el ajonjo-
lí o el anís dan sabor a guisos y a la repostería, que
es fundamentalmente árabe. También la toponimia,
donde el Antiguo Reino de Valencia es, para Berna-
bé, "el más arabizado de toda la península, más que
Andalucía". Un territorio que en 1609 perdió un ter-
cio de su población tras la expulsión de los moriscos.
La gran deportación
Se justificó como un problema de seguridad inter-
na, pero fue un gran acto de propaganda. El reina-
do de Felipe III sufría una fuerte crisis de credibi-
lidad tras la derrota con Inglaterra y Holanda y era
necesario un golpe de efecto, que se barnizó de pu-
reza cristiana. Los moriscos tenían prohibido el Is-
lam, que profesaban clandestinamente. Segrega-
dos en pueblos de interior o en guetos amurallados
en las villas, 160.000 moriscos valencianos fueron
deportados al norte de África. En años posteriores
les seguirían los de Cataluña, Aragón, Castilla (que
incluía las actuales Andalucía y Extremadura) y
Murcia. Unos 350.000 en total.
Pero no salieron todos. "Por muy perfecta que
fuera la expulsión, no se pudo hacer sin agujeros
en el sistema", relata el doctor en Historia Enrique
Pérez Cañamares, quien desde el 2000 viene resca-
tando, uno a uno, la historia de los moriscos. Algo
que explica en su portal: www.losmoriscos.es. Un
trabajo minucioso a través de libros parroquia-
les y testamentos por el que ya ha catalogado unos
200.000, de los que 75.000 están transcritos: "No
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octubre 2016
creo que tenga vidas suficientes para llevar a cabo
tanta labor". De esta población, 12.000 moriscos va-
lencianos evitaron la expulsión. Un dato novedoso
que no aparece en la historiografía. Pérez sostiene
que 3.800 eran morisquillos, menores de siete años,
raptados o entregados por soldados a familias cris-
tianas tras quedar huérfanos a raíz de las sangrien-
tas campañas en las revueltas de Cortes de Pallás y
la Vall de Laguar. Según Pérez, también permane-
ció un buen número en el valle murciano de Rico-
te, en las cinco villas del Campo de Calatrava y en el
Bajo Ebro. Y otros muchos, a menudo embarcados
como corsarios, regresaron desde el exilio.
"¿Cómo devolver la dignidad a esta minoría mal-
tratada?", se pregunta Pérez, a quien le resulta in-
aceptable el trato recibido "no sólo desde los pará-
metros actuales, sino desde los morales y legales de
la época". Un resarcimiento que pasa por el conoci-
miento y la divulgación de una herencia que, según
Bernabé, "podría ser una carta de presentación ex-
traordinaria ante el mundo árabe, donde hablar de
Al-Ándalus abre muchas puertas". Pero la sociedad
española, y su clase política, lleva siglos dando la es-
palda a aquellos "nosotros" de entonces. Según Pé-
rez, la construcción del Estado moderno, entre el XV
y el XIX, lo realizó la Iglesia, "que impuso una lectu-
ra de la Historia opuesta a lo musulmán". Un relato
que se cimentó durante las guerras coloniales del
XX "y el rechazo atávico al moro, al vecino pobre",
resalta Bernabé. Un vecino de ida y vuelta. "¿Quién
nos dice que entre los que llegan en patera y ence- Entre el siglo XV
rramos en los CIE no haya descendientes de aque-
llos expulsados en el XVII? Es muy probable", indica.
y el XIX, la Iglesia
Una realidad a la que no ayuda la escalada isla-
«impuso una lectura
mófoba que atraviesa Europa, "en aumento en Es- de la Historia opuesta
paña y que precisa de medidas urgentes para su a lo musulmán»
freno", sostiene Bernabé. Y Pérez, por su parte, re-
comienda dirigir la mirada hacia el sur para supe- «La historia de
rar complejos de europeos de segunda. "La historia
de este país es una broma que no rinde cuentas al
este país es una
mestizaje cultural, y eso es un riesgo", lamenta. E
broma que no rinde
ironiza: "Quisiéramos ser daneses, pero no parece cuentas al mestizaje
que vaya a ser el caso". � cultural»

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octubre 2016
El andar de tantos,
daniel
bernabé Córdoba como
memoria de culturas
Escritor.
Autor de
Trayecto en
noche cerrada
Es difícil no pensar en que estas calles, y an-
tes de ellas, los rastros de otras, y antes de
esas otras, los caminos abiertos por el andar
de tantos, han sostenido el peso de innume-
rables personas. No se puede dejar de sen-
tir que las ciudades, además de plano, edificio y
topónimo son, sobre todo, la gente que vive en
ellas. O que vivió.
El inicio del otoño en Córdoba es como la vuel-
ta a la vida. Tras esa balsa de calor que lo aplasta
todo, el aire vuelve a correr, trayendo estudian-
tes de entusiasmo atolondrado, turistas de pasos
perdidos y un sol que es acompañamiento más
que amenaza. Comienzo mi camino en la Torre
de la Calahorra, fortaleza cristiana sobre estruc-
tura árabe que guarda el Puente Romano, en la
orilla que debió de ser la entrada al sur de la ciu-
dad. Mientras cruzo el río Guadalquivir pienso
en esa superposición constante de piedra sobre
piedra, de épocas que cesan pero que permane-
cen en las se sucedieron más allá de su fin. Y algo
de eso hay en la cultura, el lenguaje y el carácter,
en el ansia de conquista, pero también de inte-
gración y permanencia.
Me detengo en el Molino de la Albolafia, ya en
el otro margen, y leo que servía para llevar el
agua a los jardines del alcázar Omeya, centro
del gobierno de Al-Ándalus, que en su máxi-
mo esplendor, en el Califato de Córdoba, se ex-
tendía desde las costas atlánticas portugue-
sas hasta el Mediterráneo en Tarragona, desde
Algeciras hasta más allá de Zaragoza. Un gato
cruza la calle, con pasos danzantes de felino.
Lo sigo, abandono la rivera, entro en las calle-
juelas de muros encalados y adoquinados, al-
gunos aún con marcas de canteros.
55
La Mezquita
Catedral de
Córdoba es
Patrimonio de
la Humanidad
desde 1984.
las ciudades, además
de plano, edificio y
topónimo son,sobre
todo, la gente que vive
en ellas. O que vivió
La Mezquita, algo más arriba, es un edificio im-
ponente aunque grácil, como la letra árabe de sus
muros. Sería inútil tratar de describirla en tan
poco espacio. En su Patio de los Naranjos, entre
la venta de entradas y las poses de las fotos, aún
se intuye la espiritualidad y el recogimiento. A
los cordobeses no les gustó la inmatriculación
de su monumento, que es catedral, pero también
patrimonio. Se diría que aquí no se percibe la
historia del periodo musulmán como ocupación
o conquista, sino como hecho propio, como par-
te de sí mismos, como Abderramán III, que como
rubio hijo de vascona se tenía que teñir la barba
de negro para parecer árabe.
Quizá, y esto es percepción de recién llegado, ese
carácter cordobés amable pero distante, siem-
pre orgulloso y a veces hermético, es lo que res-
ta, además de murallas y monumentos, de aquel
tiempo. Eso y la literatura, el apego al pensa-
miento y la letra. A pocos pasos te encuentras las
estatuas de Averroes y Maimónides, filósofos,
juristas, médicos, coetáneos, el uno musulmán y
el otro judío, ambos cordobeses y ambos huidos
del fanatismo almohade. Un intento de conjugar
lógica y religión, resultado y creencia. Haría falta
una nueva Guía para los perplejos, ante tanta mu-
ralla que crece de nuevo. �
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octubre 2016

Herstory
Ramiro V. Latorre

época poblada por fascinantes perso-

nalidades masculinas... y femeninas.
Una de ellas es Subh Umm Walad, una
subh esclava que, con su sabiduría y dotes
umm wAlad para gobernar, contribuyó al creci-
Reina madre en el miento y florecimiento de Al-Ándalus
califato de Córdoba en el siglo X. Ejerce "una supremacía
pacífica" y garantiza "la tranquilidad
«Los visires no hacían
nada sin consultarle, ni
otra cosa que lo que les
ordenaba», dice una
crónica de la época

Una esclava en el
general que entonces reinó en la pe-
nínsula", escribió sobre ella el histo-
riador Ramón Menéndez Pidal. ño Abderramán falleció y Hisham se

epicentro del poder De procedencia navarra o vasca

Si poco sabemos de grandes an-
dalusíes como Averroes, Ibn Hazm
o del precursor de la aeronáutica
Abbás Ibn Firnás, menos conoce-
mos aún de las andalusíes. Quizá
todo tenga que ver con que no es de-
masiado fácil estudiar arabismo en
España. Existen muy pocas cátedras
dedicadas a la historia de Al-Ánda-
lus. Lo mismo sucede con los estudios
de grado completos de árabe, incom-
prensiblemente escasos en un país
tan ligado a esta cultura. Motivos
como éstos ayudan a explicar el pro-
fundo desconocimiento generalizado
de siglos y siglos de historia, de una
–su nombre original era Aurora y
fue apodada como la vascona–, llegó
como esclava al califato de Córdoba
siendo aún muy niña. La joven cre-
ció y se formó en el harén del cali-
fa Alhakén II. En ese entorno adqui-
rió una extensa cultura y multitud de
conocimientos, y se ganó el favor del
califa. En el año 962, la vida de Subh
dio un giro súbito, al nacer su primer
hijo, Abderramán. De esta manera,
Alhakén II, padre del niño, se asegu-
raba la sucesión al trono. Como re-
compensa, el califa reconoció a su
esclava con el título de umm al-wa-
lad o "madre del hijo", lo que supuso
el ascenso de Subh en la corte, don-
de tomó el control del poder durante
muchos años. En el 965 nació Hisham
ben al-Hakam, el segundo hijo de la
pareja. Cinco años después, el peque-
convirtió en el nuevo heredero. En el
970 murió Alhakén II y, con 11 años de
edad, su hijo fue elegido califa con el
nombre de Hisam II. Se inició enton-
ces un gobierno de regencia en el que
jugaron un papel clave Almanzor, el
tutor del niño (y posible amante de
Subh); el chambelán Al-Mushafi y la
propia Subh, quien en todo momento
controló, recomendó y vigiló los mo-
vimientos que ejercía su hijo en el tro-
no. "Los visires no decidían nada sin
consultarle, ni hacían otra cosa que lo
que les ordenaba", sostiene una cróni-
ca de la época.
La influencia de la reina madre sobre
el califa fue total y absoluta. Tanto,
que su mano estuvo detrás de la ma-
yoría de decisiones políticas tomadas
durante aquellos años. Hasta que Al-
manzor arrebató el poder a Subh y a
su hijo. Murió en el año 998. �

Unos versos bordados sobre la tela que cubría su hombro izquierdo eran
su tarjeta de presentación: " Permito a mis amantes que toquen mi meji-
lla hecha liza y acepto los besos de quien desee probar mi belleza". Así era
esta mujer libre, independiente, sensual, rompedora y audaz que vivió y murió
wallada en Córdoba entre 994 y 1091. Wallada Bint al-Mustakfi fue una de las poetisas

Al-mustakfi más brillantes de Al-Ándalus y protagonista de una historia de amor secreta

con el poeta Ibn Zaydún, que acabó en ruptura debido a una infidelidad de su
Poetisa
amado. Wallada reflejó esta relación tormentosa en poemas que hablan de ce-
los, de deseos de reencuentro, de añoranza, de reproches y dolor. Pero sus le-

Amor, pasión, tras también destilan sátira y mucha ironía.

Hija del califa Muhammad al-Mustakfi, desde muy joven se decantó por el arte

deseo y versos y la poesía. Al heredar las propiedades de su padre, abrió un salón literario don-
de enseñaba y educaba a las hijas de los nobles de la época, una actividad a la
que dedicó casi toda su vida. A los 17 años ya se había independizado, algo com-
pletamente inusual en la época. Incluso se atrevió a competir en pruebas mas-
culinas de literatura, donde mostraba libremente su rostro. Una actitud que
fue muy criticada por los radicales de la época, que la tildaron de "perversa". El
visir Ben Abdús fue su otro gran amor: con él vivió hasta el final de sus días. �

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octubre 2016 con ilustración de Diego Quijano
La humillación
-H
az la prueba, tú misma. Si piensas que el pañuelo no tie-
ne que ver con el sometimiento de las mujeres, póntelo tú
un día, y luego me cuentas. Es como el tricornio del chiste
aquel, ¿os acordáis?
La mayoría de los que estábamos en la mesa asentimos, sa-
bíamos el chiste, pero Luis estaba lanzado, entrecortado
por su propia risa:
−− Van dos marcianos y llegan a la Tierra en su nave. Nada
más aterrizar, se encuentran un tricornio. Se acercan con
cuidado, lo miran, lo examinan con… Con uno de esos
aparatitos con rayos… Lo escanean o algo así. No saben
qué es. Por fin, uno de los marcianos lo coge, lo gira en
sus manos, hasta que se lo pone en la cabeza. El otro le
pregunta: "¿Qué es?". Y el del tricornio dice: "No sé, pero
me están entrando unas ganas de darte una hostia…".
Nos reímos, claro. Luis tiene gracia contando chistes, y las tres
botellas de vino ayudaban. Yo iba a contestar, pero él siguió:
−− Pues el pañuelo ese, lo mismo. En cuanto te lo pongas en
la cabeza te van a entrar ganas de arrodillarte delante del
primer Mohamed que se te cruce y suplicarle que te lleve
a su harén.
Para rematar la broma, se puso una servilleta en la cabeza y
se lanzó a los pies de Ernesto, entre las carcajadas de todos,
mientras gritaba con un acento cómico:
−− ¡Oh, mi señor, mi dulce amo, tómame, soy tu esclava!
Minutos después, mientras descorchaba otra botella, vol-
vió a la carga conmigo:
−− A mí me alucina que tú, tan feminista para todo, con lo
del burka hagas excepción…
−− No me líes, abogado–, le contesté, sonriendo aunque un
poco molesta–, no me hagas trampas. Estábamos ha-
blando del burkini, no del burka, y hasta el nombre es una
trampa, porque es un traje de baño, no tiene nada que ver
con un burka.
−− A mí me da igual cuántos centímetros de tela le pongas
encima a una mujer. Para mí no hay mucha diferencia en-
tre el burka y el yihad ese.
−− Hiyab. Se llama hiyab, ¿ves cómo lo mezclas todo? Debe-
rías escuchar a mujeres, no solo inmigrantes, también
españolas, que deciden usarlo y no…
−− Esas son las peores, las conversas. Se casan con un moro
y pierden el culo por demostrarle que son las más fieles
seguidoras de Mahoma. Mira, disfrázalo de rollo cultural,
lo que quieras, pero reconoce que la mujer está someti-
da en el Islam, y que el único objetivo de tanta costum-
bre textil es taparlas, anularlas, lo mismo un pañuelo que
una sábana de cuerpo entero.
57
El relato de Isaac Rosa
−− Pesados, dejad ya ese rollo–, gritó desde la otra punta de
la mesa Sara, que nos lanzó un ataque de trozos de pan.
Luis decidió dar por zanjada la discusión:
−− Haz la prueba, tú misma. Ponte el pañuelo un día, y ya ve-
rás cómo te sientes. Yo haré lo mismo con el tricornio, te
lo prometo.
****
Con una pashmina verde y un tutorial de YouTube fue fácil.
Ahí estaba, frente al espejo, el óvalo de mi cara subrayado
por el hiyab. No muy diferente a cuando en verano me anu-
daba un pañuelo. Oculto el pelo, toda la atención se centra-
ba en mi rostro, en mis ojos. ¿Me gustaba? Puede.
Me hice una foto y escribí un mensaje a Luis. "Espero la tuya
con el tricornio. Salgo a la calle, a ver si encuentro un amo
al que entregarme". Pero lo borré. No me lo había puesto
para hacer una broma, quería de verdad probarlo.
Compartí el ascensor con una vecina que bajaba. Se sobre-
saltó al verme, y más aún cuando me reconoció. Aguantó
dos pisos en silencio:
−− Perdona, hija, ¿estás bien?
−− Perfectamente. ¿Por qué?
−− Es que te he visto con el pañuelo ese, y pensaba que se te
había caído el pelo, como mi nuera, que tuvo un cáncer y…
El portero estaba fregando la entrada, me miró de reojo y
me ignoró, hasta que escuchó mi "Buenos días", y entonces
me observó con sorpresa:
−− Huy, perdona, creía que eras la chica que viene a limpiar
en el tercero. Pero, ¿dónde vas con eso?
No terminé de escucharle, salí a la calle antes de que me
soltase su habitual perorata contra "los moros".
Eché a andar, sin tener decidido hacia dónde. ¿El barrio junto
a la estación, de mayoría inmigrante? Pensé en sus calles lle-
nas de teterías, kebabs y bazares, me imaginé a mí tal como
ahora me veía en los escaparates, con la cabeza cubierta, y
me pareció mala idea. Las pocas veces que cruzaba por allí
sola me sentía un poco incómoda. Apenas veías otras muje-
res, todo hombres, sentados en las terrazas, en los bancos,
en los poyetes, hablando y fumando en corros, con esa forma
tan expresiva que tienen de hablar entre ellos, que siempre
parece que están a punto de pelearse, y esa manera de mi-
rarte, de mirarnos a las mujeres. Nunca me había dicho na-
die nada, solo me observaban al pasar caminando deprisa y
con el bolso agarrado con fuerza. No, no era buena idea pasar
por allí disfrazada, daría pie a malentendidos.
En mi calle notaba las miradas de vecinos y comerciantes.
Empecé a pensar que aquello era una estupidez, maldije a
Luis, a mí misma por tomarme en serio su reto, y consideré
volver a casa, o quitarme ahí mismo el pañuelo. Me detuve,
me miré en la puerta acristalada de una cafetería y sonreí,
tampoco era para tanto, locuras más grandes había
hecho, esto era inofensivo, y sí, me intrigaba probar
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El relato de Isaac Rosa con ilustración de Diego Quijano octubre 2016

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octubre 2016 CON ILUSTRACIÓN DE DIEGO QUIJANO
qué se siente al llevar un hiyab. Así que decidí seguir el
juego y acercarme a ver a Luis, presentarme en su des-
pacho, a ver qué cara ponía. Y decirle a la cara que no, que
no me había pasado como al marciano del tricornio, no me
sentía sumisa ni humillada por cubrirme con un trozo de
tela que incluso me favorecía.
Al llegar a la plaza del Metro, un coche policial estaba sobre
la acera, y tres agentes pedían los papeles a unos chicos ne-
gros, como de costumbre. Tenía que pasar junto a ellos para
llegar a la boca, pero preferí rodear la plaza. Entonces uno
de los policías me miró. Evité su mirada y aceleré el paso,
de pronto nerviosa, como si estuviese haciendo algo malo,
como si en efecto llevase puesto un tricornio de burla, pre-
parando una excusa por si me preguntaban qué hacía con
ese hiyab.
− Oye, tú, espera–, escuché a uno de los policías, que cruzó
la plaza con zancadas rápidas para cortarme el paso. Me
hice la tonta y seguí, hasta que noté sus dedos en mi bra-
zo y frené.
− ¿No me has oído que te estaba llamando? ¿Tienes mucha
prisa? Déjame ver tu NIE...
− Soy… soy española–, balbuceé, mirando hacia el suelo,
mientras buscaba en la mochila mi cartera.
− Ah, perdone–, dijo él, sonriendo–. Estábamos hacien-
do un control, y pensé que… Puede seguir, no pasa nada.
Buenos días.
Me temblaban las manos al bajar la escalera. Siempre me
han puesto nerviosa los uniformes, la típica boba a la que
se le pone cara de sospechosa cuando va a cruzar el control
del aeropuerto. Y hablando de uniformes, en el Metro me
encontré una pareja de guardias de seguridad, charlando
junto a los tornos de entrada. Me costó sacar el bono de la
cartera, todavía alterada, se me cayeron al suelo las llaves y
unas cuantas monedas, normal que uno de los guardias se
me acercase:
− Enséñame la mochila.
− ¿Qué?
− La mochila. Ábrela. Seguridad–, respondió, seco. Sin
pensar, ensanché la apertura para que pudiese asomarse
a su interior, le dejé que metiese las manos y revolviese
entre mis cosas.
− No llevas bomba–, me guiñó un ojo.
Ya en el vagón, sentada, intenté tranquilizarme. Sorpren-
dí varias veces las miradas de viajeros que no podían evitar
fijarse en mí. Un niño le preguntó a su madre algo al oído
señalándome con el dedo. Dos señoras, sentadas a solo dos
asientos de mí, hablaban sin importarles que las escuchase:
− Yo digo que tendrían que ilegalizarlo. Si lo usan en su
país, muy bien, pero aquí tienen que respetar nuestras
costumbres.
− Pues mi cuñada le dijo a su chica que si quería seguir
trabajando se tenía que quitar el pañuelo, por lo menos
mientras estuviera en su casa. Lo hacía por su bien, para
liberarla, que eso es como el burka, una forma de someter
a las mujeres.
El despacho de Luis estaba al final de la línea, y el tren se fue
vaciando. Hasta que en una parada se abrieron las puertas
y subieron tres jóvenes. En condiciones normales me ha-
59
EL RELATO DE ISAAC ROSA
bría asustado un poco al verlos; ahora sentí pánico al reco-
nocer sus tatuajes y las inscripciones de sus camisetas, la
hebilla del cinturón de uno de ellos, las botas de los tres. Mi
primer impulso fue quitarme el pañuelo, pero me frené, po-
día ser peor, pensarían que intentaba ocultarme y llamaría
más su atención.
Se quedaron al fondo del vagón, no parecían haberme visto.
Hablaban entre ellos, reían con estruendo mientras com-
petían haciendo flexiones en las barras de sujeción. El tren
se detuvo en otra parada, podía intentar bajarme, pero si
de pronto se daban cuenta y me seguían, no quería verme a
solas con ellos en un pasillo. A cambio, subieron varios via-
jeros, me sentí más acompañada. No quería mirar hacia el
fondo del vagón, pero no podía evitar un vistazo de reojo
de vez en cuando, había leído demasiados relatos de cómo
golpean sin aviso, una patada en la cabeza como saludo. En
una de esas me di cuenta de que uno miraba hacia acá y de-
cía algo a sus colegas. Volví la cabeza, pero en el reflejo de la
puerta vi que los tres avanzaban por el vagón. Me quedé pa-
ralizada, con los ojos fijos en el suelo. Me encogí, preparada
para un golpe. Pero pasaron de largo. Sin levantar la mira-
da, escuché cómo, al llegar al otro extremo del vagón, le gri-
taron a otro viajero:
− ¿Cómo te han dejado entrar en el Metro, guarro? Los ani-
males están prohibidos.
− Mírame cuando te hablo, moro de mierda. A ver si empe-
zamos a respetar a las personas.
Me di cuenta de que los pocos viajeros que tenía cerca es-
taban como yo, con la mirada en el suelo, mientras al fondo
seguían los tres con el muchacho.
− ¿No sabes hablar, o qué? En cuanto os sacan de la selva…
Las puertas se abrieron y salí deprisa. Faltaba todavía una
parada para llegar, pero eché a correr por el pasillo, la esca-
lera, otro pasillo, otra escalera, el vestíbulo y por fin la calle.
De camino hasta el despacho de Luis me fui calmando. Ha-
bía mucha gente paseando, una calle comercial. Al llegar al El puto jefe
edificio, el portero me salió al paso: reúne 12
relatos de
− Si vienes por lo del piso, lo siento pero ya está alquilado.
Isaac Rosa
− No, yo… Vengo al despacho de abogados… Tengo una
publicados
cita… en La Marea.
− Ah, perdone. Creía que era inmigrante. Es que la dueña no Puedes
quiere extranjeros, y como soy yo el que enseño el piso… encontrar el
libro en
Entré en el despacho, y la secretaria me miró con sorpresa, lamarea.
com/tienda
me conocía de otras veces. Sonrió con rigidez, sin saber qué
Versiones en
decir, así que la tranquilicé:
papel y digital.
− No, no me he vuelto loca. Es… una broma que tengo con
Luis.
− Ah–, suspiró, y dejó escapar una carcajada de alivio.
− Joder, tú, qué susto me has dado–, exclamó Luis al verme.
Te lo tomaste en serio. Da gracias que yo no me he puesto
el tricornio, que si no, te cojo y te llevo al CIE. ¿Y qué tal?
¿Te has sentido humillada?
− Sí. Mucho. Todo el tiempo.
− ¿Lo ves? Te lo dije. El pañuelo ese es una forma de some-
ter a las mujeres. �
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Recomendaciones en: lamarea.com/LM42/recomendaciones octubre 2016

sensibilidad y arte
para todos los públicos
Música de fusión y mestizaje en la que blues y rock se mezcla con los sonidos del
desierto, documentales que reflejan el despertar de la sociedad civil, poemas
sobre el exilio interior y exterior, relatos que retratan la cotidianidad de la guerra.
Nuestras propuestas culturales son amplias, variadas y, en muchos casos,
desconocidas por el gran público. Hay mucho (y bueno) donde elegir.

Poesía
La historia cuenta que el escritor preislámico más conocido,
Imru'l Qays, fue enviado al exilio por su padre, en parte, debido
a sus poemas. La expulsión de los árabes de la península Ibérica
en 1492 marcó el inicio de otro éxodo, el de este colectivo. En
los últimos años, el exilio ha vuelto a ocupar un lugar central y
renovado: desde el exilio interior hasta el lugar de los y las ára-
bes en un mundo que cada vez los mira con más desconfianza.
Sin olvidar la situación de las mujeres, exiliadas de sus propios
derechos. Nuestras recomendaciones se centran sobre todo en
autores que hablan de ese extrañamiento. I.C.

Narrativa
La narrativa árabe resurgió en 1988,
cuando el escritor egipcio Naguib
Mahfuz ganó el premio Nobel de Li-
teratura. O, al menos, resurgió para Adonis Suheir Hammad Limam Boisha Imam Mershal Joumana Haddad
el mundo occidental: comenzaron Historia Born Palestinian. Ritos de Jaima Geografía Superman es árabe
entonces a proliferar las traduccio- desgarrándose en Born Black Poeta saharaui que alternativa Poeta, periodista y
nes de novelistas más recientes, y en cuerpo de mujer Hija de palestinos re- escribe en castella- Nacida en El Cai- activista libanesa. En
2009 surgió Beirut39, un proyecto Sirio exiliado en Pa- fugiados en Jordania, no, su obra Ritos de ro, vive en Canadá Superman es ára-
que trató de aunar las voces de los rís, suena como can- vive en Nueva York Jaima es al tiem- desde 1999. En es- be reúne poesía,
mejores narradores árabes menores didato al premio desde niña. Es acti- po una exploración te libro explora la entrevistas y pro-
de 40 años. Nuestras recomendacio- Nobel desde hace vista, poeta y perfor- poética y antropo- sensación del des- sa para cuestionar
nes son ortodoxas e incluyen tanto tiempo. Buena parte mer. Su Born Pales- lógica de cómo es y plazamiento, tanto la construcción del
best sellers como obras que cuestio- de su obra está tra- tinian. Born Black es transcurre la vida en geográfico como de modelo masculino
nan los temas que tradicionalmente ducida al castellano. imprescindible. el desierto. una misma. imperante.
se le asignan a la literatura árabe.
ISABEL CADENAS

Emily Nasrallah Alaa al-Aswani Mohammed Samar Yazbek Youssef Ziedan

Diario de un gato El Edificio Yacobián Achaari La frontera Azazel
En esta obra, la es- La primera nove- El arco y la La escritora y pe- El escritor egipcio
critora libanesa la de este escritor mariposa riodista siria se in- se desplaza al siglo
otorga el papel pro- egipcio se convir- En este libro, el es- filtra por la frontera V d. C. en esta no-
tagonista a un gato tió en un fenóme- critor marroquí ha- turca para regresar vela para relatar la
para narrar la nor- no editorial en to- bla de los efectos a su país y escribir corrupción y el fa-
malidad de la vida do el mundo, y se del terrorismo y del una crónica perso- natismo que acom-
diaria en Beirut en adaptó al cine y a la integrismo desde nal e intensa sobre pañaron el surgi-
plena guerra. televisión. un punto de vista la guerra. miento de la Iglesia
alejado de clichés. católica.
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octubre 2016 Recomendaciones

Música
Los músicos de origen árabe parece
que no abundan, o que no son visibles
en el panorama musical español o, en
todo caso, que están supeditados a
un determinado género musical que
encaje con aquello que "el sistema" EEK Islam Chipsy Natacha Atlas Fatima Al Qadiri Aziza Brahim Justin Tchatchoua
parece esperar de ellos: el mestiza- Nacidos en paralelo Un clásico del rap Nacida en Senegal, Cantante y actriz sa- El autoconsiderado
je, la música étnica, aquella que no a la Primavera Ára- árabe. De padre crecida en Kuwait e harahui, mezcla sus "hijo de la tradición
molesta y sigue presentando a los in- be egipcia, Kahra- egipcio y madre in- instalada en Nueva raíces con el blues oral" y vocalista ni-
migrantes como personajes fuera de ba es su primer dis- glesa, esta compo- York, Brute (su se- y con las músicas geriano de la banda
lugar, lejanos y apátridas sin más se- co de estudio. El sitora fusiona las gundo disco) es una del norte de Áfri- madrileña de jazz
ñal de identidad que la de su música marfileño Tiken Jah raíces familiares con sinfonía electrónica, ca. En sus composi- etíope Pyramid
tradicional o folklórica. Hablamos con Fakoly y DAM, refe- un estilo occidental. oscura y sofisticada. ciones aúna la poe- Blue, ha sido pione-
cinco críticos musicales alejados de lo rentes del hip hop Otros dos nombres: Puede ser su consa- sía con la lucha de su ro en introducir el
convencional que nos dan su visión de en Palestina, com- el pop de Rachid Ta- gración en la actual pueblo por salir del reggae y el afrobeat
la música árabe que se está haciendo pletan la propuesta. ha y Souad Massi. escena electrónica. destierro. en nuestro país.
(tanto dentro como fuera de España) y
deberíamos conocer. ELENA ROSILLO
Cine
En el actual cine árabe destaca sobre todo el documental, que
se ha convertido en el medio privilegiado para expresar los
cambios que han experimentado estos países en los últimos
años. Las nuevas tecnologías, la portabilidad de los teléfonos
móviles y las cámaras cada vez más ligeras han favorecido este
boom. Los medios de comunicación electrónicos también han
contribuido al florecimiento de cortometrajes y documentales
independientes que ponen en entredicho el statu quo de estas
naciones. Por eso, nuestras recomendaciones se centran sobre
todo en este género. I.C.

Wiam Bedirxan, Ossama Mohammed

Silvered Water, Syria Self-Portrait
La película retrata la correspondencia entre dos cineastas sirios: uno, ya anciano, exiliado
en París, y una joven que sobrevive en el centro del horror bélico, la ciudad siria de Homs.
Abbas Fahdel
Homeland (Iraq Year Zero)
El director iraquí filma a su familia durante 17 meses en este documental dividido en dos
partes: la primera, rodada antes de la invasión estadounidense; la otra, después.
Haifaa Al Mansour
La bicicleta verde
La directora saudí cuenta en esta película la historia de Wadjda, una niña que quiere
montar en bicicleta, algo prohibido para las mujeres en Arabia Saudí.
Elia Suleiman
Divine Intervention
Uno de los cineastas palestinos más originales, cuya cinta fue la candidata de Palestina al
Oscar en 2002, aunque no fue admitida por la Academia de Cine al "no ser Palestina un país".
Leyla Bouzid
Cuando abro los ojos
En su ópera prima, la directora tunecina retrata los meses anteriores a la primavera árabe
a través de una joven apasionada por la música.

Recomendaciones de Laura Casielles (poesía), Ahmad Natche

y Juan Barrero (cine), Gonzalo Fernández, Milagros Nuin Monreal y
María Luz Comendador (narrativa) y Víctor Lenore, Jorge Ortega,
Javier Díez Ena, Javier Gallego Crudo y Jaime Bajo (música).
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Club de amigos y amigas de La Marea octubre 2016

desde la blog cartas

redacción de notas Éste es un espacio para ti. En cada
número publicaremos una selección
de las cartas a la redacción recibidas.

Cambios La Marea sigue

apostando por la
Te animamos a que te expreses aquí
libremente. cartas@lamarea.com

de diseño y Economía Social y

Solidaria

cooperiodismo
La Fira d’Economia Solidària
de Catalunya cumple un
lustro y estaremos ahí para
celebrarlo. Los 12.000 m2
de la antigua fábrica Fabra
i Coats, en el barrio barcelo-
Fátima es marroquí, musulmana y trabaja como em- nés de Sant Andreu, serán
pleada de hogar en la casa de Hortensia, española y el escenario de esta edi-
católica. Ellas, las mujeres que ilustran nuestra portada, ción. Además de contar con
más de 170 expositores, el tecnologías
representan el espíritu de La Marea 42, un monográfico
programa incluye diver-
sobre el aumento de la islamofobia en Europa y las reper-
sas charlas y actividades
Esclavizados y
cusiones que ello tiene en la vida diaria de los musulma-
nes que viven en nuestro país. Casi cuatro años después de
lúdicas para dar a conocer deslumbrados
salir al quiosco, publicamos por primera vez una fotogra-
los principios y valores de la
economía social y solidaria.
por la máquina
fía en primera. No será la única ocasión, pero seguirá sien- La Feria, en la que La Marea Según la leyenda, Cristóbal Co-
do una excepción. Aun así, incluimos una pequeña "ilus- contará con un stand, tendrá lón consiguió ganar la confian-
tración" a ojos de quienes no entendemos árabe. Se trata lugar del 21 al 23 de octubre za de los indígenas utilizando
de la palabra convivencia, escrita por Thamen Attare, un y la entrada al recinto es li-
parte del cargamento de sus
refugiado palestino de Yenín. La ilustración de la portada bre y gratuita.
navíos: pequeños espejos de co-
de La Marea es una de nuestras señas de identidad, y está
lores. Deslumbrándoles con un
muy bien valorada por las personas que nos leéis habitual-
objeto mágico que les mostraba
mente, según la última encuesta que os hicimos llegar. En
cómo eran consiguió, además de
ella, además, nos proponíais aumentar el tamaño de letra
su asombro, su oro. Tras el oro
y otros detalles para mejorar la lectura. Y tras la valoración
vinieron los recursos naturales,
por parte de nuestra directora de Arte, Erica Takenouchi,
su cultura ancestral y sus vidas
hemos comenzado a modificar el diseño en este especial.
y su libertad. Con la referencia a
Los cambios definitivos se verán a partir del siguiente nú- Sorteamos seis esta leyenda inicia Sergio Legaz
mero. Algunas secciones como Hemeroteca del cambio ejemplares de la su libro Sal de la máquina, una in-
climático, El BOE nuestro de cada día o El Chipirón volve- biografía sin silencios vitación acertadísima a reflexio-
rán en el siguiente número. No obstante, estrenamos ya de Juan Carlos I nar sobre el deslumbramiento
novedades como Herstory: la sección de Historia en la que La "polémica y abruma- con el que los teléfonos inteli-
establecíamos paralelismos entre situaciones actuales y dora" biografía sobre Juan gentes están logrando atrofiar
otras que ocurrieron tiempo atrás da paso a una memoria Carlos I ,escrita por Rebe- nuestros sentidos, nuestras vi-
histórica feminista. Intentaremos descubrir y homenajear ca Quintans, ha alcanzado das, nuestro entorno y nuestra
a mujeres poco conocidas u olvidadas. Estamos pendientes
su segunda edición. El que libertad. En este presente nues-
fuera monarca hasta 2014
también de introducir más humor y más crónicas, como la tros sentidos involucionan para
sigue presente en el mun-
que escribe Daniel Bernabé sobre su paseo por Córdoba. que la máquina sea la que tra-
do empresarial transnacio-
nal y, también, en nuestras duce, expresa nuestra emoción
En este número hemos practicado, además, lo que nuestro
páginas. Sorteamos seis con un icono, nuestro dolor con
colaborador Carlos Mier denomina "cooperiodismo". Los
ejemplares de la citada obra un símbolo. La altura de nues-
periodistas han compartido su trabajo –investigación, de-
entre las respuestas más tra mirada no se eleva en busca
claraciones...– con sus compañeros: Olivia Carballar, San-
ingeniosas a esta pregunta: de otra mirada, en busca de un
tiago Sáez, Sergi Tarín, Eduardo Muriel, Antonio Maestre,
¿Crees que el rey emérito objeto que existe por encima de
Roger Suso y José Bautista, quien se acaba de incorporar a la
llegará a viajar algún día en nosotros. Hace mucho que no
redacción para reforzar la investigación sobre el Ibex35. Y, el AVE a La Meca? Envía tu nos despertamos como respues-
mientras trabajamos en el #YoIBEXtigo, con motivo de este respuesta antes del 15 de ta a una voz.
monográfico especial, avanzamos qué empresas de este se- octubre a comunicacion@
lectivo bursátil operan en países de mayoría musulmana, lamarea.com junto con tus Pura María García | autora del blog
algunos de ellos sumidos en dramáticos conflictos. � datos personales. 'la mosca roja'

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octubre 2016
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