La inteligencia lógico matemática tiene que ver con la habilidad de
trabajar y pensar en términos de números y de utilizar el razonamiento lógico. Gardner, afirma que las personas dotadas con esta inteligencia, afrontan el proceso de “solución de problemas” de forma notablemente rápida y eficaz. Muchas veces, la solución del problema puede aparecer en la mente, antes de articularlo verbalmente.
En general, las personas con este tipo de inteligencia entienden y
disfrutan las matemáticas, les encanta descubrir cómo funcionan las cosas, tienen estrategias personales para resolver problemas, les gusta clasificar, pueden describir las distintas etapas de un acontecimiento y disfrutan de las computadoras. Desde temprana edad, dan indicios de habilidades de análisis, asociación, síntesis, deducción, comparación, etc.
Las personas que no tienen dominio de la inteligencia lógico
matemática, no están privados de acceder a sus conceptos y contenidos. Por rutas alternas una persona cuya habilidad dominante se encuentre en otra área, puede llegar a entender las matemáticas, la lógica, a desarrollar la deducción, la asociación, el análisis y la inducción.
4ª Etapa: Desde los tres hasta los cinco años.
Amplié la comprensión sobre la cantidad y el número que la
expresa. Utilice juegos matemáticos. Anime al niño/a a que ordene objetos mayores y menores. Inicialmente con la unidad, y después, con conjuntos. Hágale entender la diferencia entre “alto” y “bajo”, “grande” y “pequeño”, etc. Ayúdele a descubrir los días de la semana, déjele jugar con juegos de ordenador que contengan cantidades diferentes. Utilice juegos matemáticos.
La estimulación adecuada a temprana edad favorecerá el desarrollo fácil
y sin esfuerzo de la inteligencia lógico matemática y permitirá al niño/a introducir estas habilidades en su vida cotidiana.
Es importante recordar que la estimulación adecuada debe estar
acorde a la edad del niño/a, respetando su ritmo madurativo propio; debe ser divertida (componente lúdico), significativa (tener una utilidad o aplicabilidad) y gratificante (favorece su autoestima fomentando la percepción de logro). El objetivo es promover un ambiente enriquecido, agradable y afectuoso en el que los niños/as puedan desplegar su potencial.