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ANABOLISMO Y CATABOLISMO DE CARBOHIDRATOS.

Incluye el metabolismo de los glúcidos varios aspectos de especial importancia


para el organismo animal, entre otros: todo lo relacionado con el metabolismo del
glucógeno, su síntesis (gluconeogénesis), su degradación (glucogenólisis), y la
regulación hormonal y enzimática de este proceso. Además tenemos la glucólisis y
asociada a ella, el ciclo de Krebs. Por último, gluconeogénesis y la vía oxidativa
colateral de la glucosa.

Todos estos aspectos serán estudiados, comenzando por la digestión y absorción


de los glúcidos como paso previo para la entrada de la glucosa y otros glúcidos a
la célula. Debemos también referir aquí algunas consideraciones sobre un proceso
de especial significación en el campo de la biología, nos referimos a la
fotosíntesis. La fotosíntesis es un proceso metabólico de primer orden en el caso
de los vegetales y de gran repercusión para los animales y para la vida en general.
Mediante la fotosíntesis, realizada por las plantas verdes, se fija en compuestos
orgánicos la energía solar y el CO2 atmosférico liberándose al mismo tiempo 02
con lo que se establece un ciclo biológico entre animales y plantas que es la base
de todos los procesos biológicos en nuestro planeta.

Los compuestos orgánicos formados principalmente glúcidos que son usados


como fuente de energía química por los animales o como sillares constitutivos de
las cadenas carbonadas presentes en los aminoácidos, lípidos, vitaminas y demás
compuestos orgánicos. La energía lumínica emitida por el sol es captada por las
plantas, pues ellas poseen un pigmento muy similar a la hemoglobina, llamado
clorofila, presente en los cloroplastos. La planta utiliza esta energía y la transforma
en energía química.

2.1 Digestión y Absorción de los carbohidratos

En la dieta normal de la mayoría de los animales y el hombre aparecen varios


polisacáridos, entre otros la celulosa, el almidón, el glucógeno, así como otros
polímeros de la glucosa, hexosas, pentosas, etc. También algunos disacáridos
(lactosa, sacarosa, maltosa y otros compuestos relacionados con los
carbohidratos. Todos ellos son fuente de glucosa para las células, para ello,
primero deben ser digeridos (hidrolizados) y después absorbidos. La digestión de
los glúcidos se realiza a todo lo largo del tubo digestivo por medio de un grupo
importante de enzimas hidrolíticas que en su conjunto reciben el nombre de
carbohidrasas. En la boca, aunque con acción muy limitada por el poco tiempo
que los alimentos permanecen en ella, actúa una amilasa, conocida como amilasa
salival o ptialina capaz de hidrolizar los almidones hasta maltosa. Esta enzima que
es activada por iones de cloruro, trabaja a un pH de 6,6 a 6,8 por lo que al llegar
los alimentos al estómago se inactiva. En este lugar debemos considerar el efecto
hidrolítico realizado por el ácido clorhídrico del jugo gástrico, el cual es capaz de
hidrolizar un porcentaje considerable de los almidones y otros polisacáridos
presentes en la dieta.

Sin embargo, es en el intestino delgado donde ocurre la hidrólisis fundamental de


los carbohidratos ingeridos, debido a la presencia de la amilasa pancreática, la
cual es capaz de hidrolizar el almidón y otros polisacáridos de estructura
semejante a la maltosa. La amilasa pancreática es una alfa-amilasa por lo que no
actúa sobre las cadenas beta de los glúcidos, tales como la celulosa y otras
estructuras. Su pH óptimo de acción es de 7,1, y actúa hidrolizando
indistintamente los enlaces alfa 14 a lo largo de la cadena de amilasa de modo
que produce finalmente una mezcla de glucosa y maltosa.

La alfa amilasa puede actuar también sobre las cadenas de amilopectina, sin
embargo, su acción se limita a los enlaces 1-4, no teniendo capacidad para actuar
sobre las ramificaciones 1-6. Una enzima desramificadora (alfa 1-6),  hidroliza los
enlaces 1-6 en los puntos de ramificación liberando glucosa. Por la acción
conjunta de estas amilasas se produce la hidrólisis del almidón.

De esta manera se liberan en el intestino delgado grandes cantidades de glucosa


y algunos disacáridos representados por la maltosa, así como otros tales como la
sacarosa y la lactosa que pueden existir en dependencia de la dieta. Estos no
pasan directamente a la sangre, sino que por acción de las enzimas específicas
(maltosa, sacarasa, etc.), son desdoblados en el mismo epitelio intestinal,
producto de la acción del jugo intestinal que poseen las mencionadas enzimas. Al
final, producto de la digestión, se liberan a partir de los glúcidos ingeridos grandes
cantidades de glucosa, galactosa, fructosa, pentosas y otros monosacáridos, los
que deben ser absorbidos.

Por otra parte, la celulosa, que constituye una fracción importante en la dieta de
los herbívoros, no es modificada por enzimas propias del tubo digestivo, sino que
a nivel del intestino grueso (colon y ciego) es degradada por acción bacteriana con
producción de ácidos grasos inferiores, los cuales se absorben y son usados por
el animal.

Es de destacar el hecho de que parte de los carbohidratos ingeridos no se digieren


y son eliminados con las heces, contribuyendo de forma destacada al normal
funcionamiento del tubo digestivo.

Los monosacáridos se absorben en el intestino delgado y pasan a la sangre por el


sistema porta que los conduce al hígado. La absorción de estos puede realizarse
por dos mecanismos: por difusión (pasiva) y por transporte activo. La posibilidad
de la absorción pasiva (difusión) de algunos monosacáridos es, aunque no
improbable, muy limitada y no fundamental. Es por ello que se debe considerar el
mecanismo de transporte activo como el fundamental para la absorción de las
hexosas y en especial para la glucosa.

El paso de las hexosas a través de la barrera intestinal tienen lugar a una tasa fija
e independientemente de su concentración en la luz del epitelio, así como en
contra de un gradiente osmótico. Son también absorbidas más rápidamente las
hexosas que las pentosas; todo ello hace concluir, que el transporte activo es el
fundamental proceso de absorción de la glucosa. Es de destacar también que el
transporte activo de la glucosa a nivel intestinal se puede bloquear por factores
que inhiben el proceso de fosforilación y la síntesis de ATP, así como cuando
disminuye el aporte de oxígeno todo lo hace concluir en un mecanismo activo con
gasto de energía.

 2.2 Gluconeogénesis

 Con el nombre de gluconeogénesis o glucogénesis se designa el proceso


metabólico mediante el cual la glucosa es convertida en glucógeno, polímero de
reserva de los glúcidos en las células animales. Mediante este mecanismo se
almacenan grandes cantidades de glucosa cuando el aporte de la misma lo
permite, utilizándose más tarde en dependencia de las necesidades del
organismo. La gluconeogénesis es, la principal vía anabólica del metabolismo de
los glúcidos. Prácticamente todas las células del organismo tienen la capacidad de
almacenar la glucosa en forma de glucógeno, destacándose dentro de ellas las
células hepáticas y las musculares. Las células del riñón, epitelio intestinal, del
útero y otras más, presentan también niveles de glucógeno que deben ser
tomados en consideración. Por el contrario, la neurona prácticamente contiene
muy poco glucógeno, lo que determina la dependencia de las mismas del aporte
directo de glucosa. El hígado, después de una comida rica en carbohidratos puede
contener hasta el 1% de su masa de glucógeno. El sistema muscular, por su
dimensión, es sin duda la mayor reserva de glucógeno del organismo. Cabe
destacar, sin embargo, que las reservas de glucógeno del organismo en general
son reservas para corto plazo.
Es decir, utilizando sólo sus reservas de glucógeno un animal sólo tiene energía
para unas 16 a 18 horas. Las reservas a largo plazo como veremos más adelante
están representadas por los lípidos.

La biosíntesis del glucógeno se realiza por un complejo enzimático, donde debe


destacarse la acción de la glucógeno-sintetasa, enzima responsable de la
incorporación de la forma activa de la glucosa a las cadenas preexistentes que
forman el glucógeno. Es necesario precisar que el glucógeno no se forma de
nuevo enteramente, sino que siempre existe una pequeña cantidad de glucógeno
en la célula, lo que recibe el nombre de "semilla", el cual incrementa su volumen
en dependencia del aporte de glucosa o decrece si es necesario, en caso contrario
es necesario suministrar glucosa a la célula. Este último proceso recibe el nombre
de glucogenólisis y será estudiado a continuación de este tema. Por ello debe
considerarse siempre la presencia de cierta cantidad de glucógeno formando
gránulos presentes en el citoplasma, que incluso presentan enzimas asociadas a
ellos, que se encuentran en constante metabolismo según las condiciones
celulares.

La formación de glucógeno se realiza a expensas de la glucosa, sin embargo,


todos los glúcidos pueden ser convertidos en glucosa en las células, por ello todos
pueden, en la práctica, formar glucógeno. En el tema correspondiente a la vía
colateral de oxidación de la glucosa veremos como las triosas, tetrosas y pentosas
pueden ser convertidas en hexosas. Por otra parte, entre la fructosa y la glucosa
existe un equilibrio regular catalizado por una isomerasa, al igual que entre la
galactosa y la glucosa en este caso por una epimerasa.

El glucógeno hepático constituye una buena reserva de glúcidos para las


necesidades de las células del organismo en general. Es responsable, entre otras
cosas, de mantener la glicemia normal que aporta la glucosa libre a todo el
organismo, principalmente al tejido muscular que requiere constantemente de ella
para formal sus propias reservas y, en especial, para mantener el aporte de
glucosa a la neurona:,

Por otra parte, niveles adecuados de glucógeno en el hígado hacen a este órgano
más preparado para responder a los efectos tóxicos u otros productos nocivos. Es
necesario señalar que en el hígado a expensas del glucógeno se forma el ácido
glucorónico de gran importancia en los mecanismos normales de desintoxicación
hepática. Al mismo tiempo niveles inadecuados de glucógeno impedirían el uso de
la glucosa por los tejidos con la consecuente movilización de las grasas, las cuales
en su oxidación tienden a incrementar los niveles de cuerpos cetónicos. Por ello la
existencia de adecuados niveles hepáticos de glucógeno son sinónimos de un
buen funcionamiento del metabolismo en general.

 
2.3 Glucogenólisis

 Por glucogenólisis se entiende el proceso mediante el cual a partir del glucógeno


se obtiene glucosa. Es por tanto la degradación del glucógeno a glucosa el cual
ocurre como tal en el hígado pues en otros tejidos el producto final es la glucosa 6-
fosfato que se incorpora a la vía de la glucólisis. La glucogenólisis pudiera
considerarse el proceso inverso de la gluconeogénesis aunque los pasos no son
los mismos a la inversa, Es necesario señalar aquí en este caso, de manera
similar a la gluconeogénesis, el glucógeno no se transforma totalmente en
glucosa, sino que, en dependencia de las necesidades de las células el mismo se
degrada parcialmente quedando siempre un resto que, cuando el aporte de
glucosa se restituye, es capaz de formar glucógeno otra vez.

A nivel celular, tanto en el hígado como en el músculo, el metabolismo del


glucógeno, que incluye su síntesis y su degradación tiene que estar perfectamente
controlado. Se comprende, por ejemplo, que si una molécula de glucógeno
estuviese por un momento sometida a la acción de la fosforilasa activa, estaría
degradándose y si en otra, por el contrario, el efecto lo estuviese realizando la
glucógeno sintetasa activa se estaría sintetizando. El efecto para la célula en
cuestión sería en la práctica nulo. Por eso ambas enzimas están sometidas a un
mismo control que depende a su vez de los niveles de AMP cíclico y de la acción
hormonal y en muy estrecha relación con los mecanismos reguladores de la
glucólisis y del ciclo de Krebs. Se comprende que un exceso de glucosa,
abundante suministro de ácidos grasos, reflejado en niveles altos de ATP
estimularía la acción de la glucógeno sintetasa e inactivaría la glucógeno
fosforilasa con lo que se almacena glucógeno. Por el contrario, niveles bajos de
glucosa por un intenso trabajo muscular u otra causa, con bajos niveles de ATP
(con el consecuente aumento del AMP y el ADP) producirían un efecto estimulador
sobre la fosforilasa e inhibirían la sintetasa.

Analizando el proceso integralmente, el mecanismo de la regulación de la


glucogenogénesis y la glucogenólisis depende en primer lugar de la activación e
inactivación de las enzimas glucógeno sintetasa y la glucógeno fosforilasa,
enzimas claves de ambos procesos por incorporación de ácido fosfórico a partir
del ATP. La incorporación depende a su vez de dos quinasas o cinasas
inespecíficas, las cuales podemos llamar glucógeno sintetasa quinasa y glucógeno
fosforilasa quinasa y que llamaremos simplemente cinasa. La acción de esta
cinasa es incorporar fósforo a la glucógeno sintetasa la cual se inactiva por este
medio y a la glucógeno fosforilasa que por ello es activada, quiere decir que el
efecto es contrario para ambas enzimas. Cuando cesa la acción de las cinasas se
produce por la acción de las fosfatasas la eliminación del fósforo de la glucógeno
sintetasa, con lo cual se activa y de la glucógeno fosforilasa inactivándola.

 
2.4 Glucólisis

Glucólisis se entiende la degradación de la glucosa. La glucólisis como tal está


constituida por una serie de reacciones mediante la cual la glucosa se convierte en
ácido pirúvico. Este proceso, hasta aquí es universal y se desarrolla de forma
similar en todos los organismos vivos, desde una bacteria hasta el hombre. La
degradación de la glucosa hasta ácido pirúvico se conoce como la vía de Embden-
Meyerhof. A partir de este punto, ácido pirúvico, se produce en dependencia de las
transformaciones que le ocurran a dicho ácido, diferentes modalidades que varían
según los organismos y tejidos analizados y que para ello dan un carácter
particular a cada glucólisis en cuestión

El ciclo se puede dividir en dos etapas:

1. Fase de inversión de energía: en esta etapa de preparación (fase de 6-


carbonos) se activa la glucosa con el agregado de dos grupos fosfatos
provenientes del ATP, gasto neto = 2 Pi (o sea dos uniones de alta energía).
La molécula de glucosa se divide en dos moléculas de tres carbonos:

El gliceraldehido-3-fosfato (G3P) y la dihidroxiacetona fosfato, ésta última


luego se transforma en G3P.

2. Fase de producción de energia: las dos moléculas de G3P se convierten


finalmente a 2 moléculas de ácido pirúvico o piruvato

 Fase de oxidación (producción de energía): cada gliceraldehido-3-fosfato se


oxida, liberando ~ 100 kcal. Parte de la energía producida es temporariamente
guardada como NADH (reducido). Parte es usada para agregar un fosfato
inorgánico a la molécula de 3 carbonos para dar origen al ácido 1-3
difosfoglicérico. El resto de la energía se libera como calor. 

 En las reacciones que siguen los grupos fosfato de 1-3 difosfoglicérico son
cedidos (uno por vez) al ADP (adenosín difosfato) para formar ATP. Esto se
conoce como fosforilación a nivel de sustrato.  
En resumen podemos decir
DEGRADACION DE LA GLUCOSA “glucolisis”

Se produce en todas las células vivas, desde procariotas hasta eucariotas


animales y vegetales. Se necesita la energía de 2 moléculas de ATP para iniciar el
proceso, pero una vez iniciado se producen 2 moléculas de NADH y 4 de ATP por
lo que el balance final es de: 2 NADH y 2 ATP por molécula de glucosa:

Glucosa + 2 ADP + 2Pi + 2 NAD+ ==>2 Acido pirúvico + 2 ATP + 2 NADH + 2 H+ + 2 Agua
En las células de los animales superiores el ácido pirúvico presenta dos destinos
principales. El primero y más fundamental es su descarboxilación a acetil CoA con
la incorporación de este compuesto al ciclo de Krebs o ciclo tricarboxilico donde es
oxidado por completo a CO2. Esta glucólisis, que en verdad está formada por tres
procesos bien identificados; vía de Embden-Meyerhof, descarboxilación del
pirúvico y ciclo de Krebs se acostumbra a llamar glucólisis aerobia y es clásica su
reacción global. Esta secuencia se desarrolla, corno es lógico, en tejidos que
tengan un aporte adecuado de oxígeno, pues requiere de la cadena respiratoria
para aceptar los equivalentes de reducción que se producen.

La segunda posibilidad del ácido pirúvico en los animales superiores es su


reducción a ácido láctico la cual es típica en el tejido muscular en contracción, los
eritrocitos y las células del cristalino del ojo. Esta reacción, la cual se desarrolla en
un medio carente de oxígeno, es conocida como glucólisis anaerobia Otros
organismos, sobre todo las bacterias, presentan distintas variantes en cuanto al
metabolismo posterior del ácido pirúvico que caracteriza la forma propia de la
utilización de la glucosa. Muchas levaduras, por ejemplo, convierten el ácido
pirúvico en alcohol etílico, recibiendo este proceso el nombre genérico de
fermentación alcohólica o fermentación etílica. Algunas bacterias producen ácido
acético, láctico, propiónico, etcétera, por lo que el proceso recibe entonces el
nombre de fermentación acética, fermentación láctica, propiónica.

 Vía de Embden-Meyerhof

La vía de Embden-Meyerhof como tal está constituida por una serie de 10


reacciones, que se desarrollan en el citoplasma de la célula, al final de la cual la
glucosa queda convertida en dos moléculas de ácido pirúvico.

Para su estudio, dada la amplitud de la misma, es conveniente dividirla, de manera


didáctica, dos etapas; una primera etapa que podemos llamar transformación de la
glucosa en triosas mediante la cual la glucosa se prepara para su catabolismo
transformándose en 3 fosfogliceraldehido y una segunda etapa donde se producen
las reacciones de óxido-÷reducción y el 3 fosfogliceraldehído se convierte en ácido
pirúvico y que llamaremos transformación de las triosas en ácido pirúvico.

Pasemos a considerar la primera etapa de la glucólisis donde las hexosas


(glucosa) quedan convertidas en triosas. Esta etapa de la glucólisis se inicia en
verdad en la mayoría de las células a partir de esta etapa de la glucólisis se inicia
en verdad en la mayoría de las células a partir de la glucosa 6 fosfato liberada en
la glucogenólisis, sin embargo, para establecer un balance más adecuado la
hemos iniciado a partir de la glucosa. En esta primera reacción la glucosa es
fosforilada a glucosa 6 fosfato por acción de las hexoquinasa que requiere la
presencia de iones de Mg y el ATP como donador de radicales de fosfato
macroenergético. Se puede considerar una reacción activadora que permite a la
glucosa entrar en la secuencia de reacciones de la glucólisis. La hexoquinasa
cataliza la reacción de fosforilación de la glucosa y de muchas más hexosas. Es
una enzima reguladora pues puede ser inhibida por su propio producto de acción
ya que cantidades apreciables de glucosa 6 fosfato en la célula inhibirían su
activador alostérico de la glucógeno sintetasa (D). En el hígado la fosforilación de
la glucosa puede realizarse por medio de la glucocinasa que no es inhibida por la
glucosa 6 fosfato. Esta reacción e irreversible.

En el siguiente paso la glucosa 6 fosfato es convertida en fructosa 6 fosfato por


medio de la fosfohexosa isomerasa (fosfoglucoisomerasa). Es una reacción
francamente reversible en ambas direcciones. Continúa la glucólisis con la
fosforilación de la fructosa 6 fosfato a fructos 1-6 difosfato. Reacción catalizada
por lo fosfofructo cinasa que requiere la colaboración de los iones de magnesio y
el ATP como fuente de fosfatos macroenergéticos. Esta reacción es sumamente
importante pues la fosfofructo cinasa es una enzima clave que regula toda la
glucólisis por varios mecanismos. Esta enzima posee múltiples moduladores
alostéricos positivos y negativos que son los responsables de regular su actividad
que varían de una célula a otra. Concentraciones elevadas de ácido cítrico, ATP o
de ácidos grasos de cadena larga la inhiben, mientras el ADP o el AMP la
estimulan. Como es lógico suponer concentraciones elevadas de ATP crearían la
posibilidad de su utilización por la célula de forma directa cuando sea necesario,
por ello no haría falta seguir oxidando la glucosa.

Por otra parte los excesos de glucosa, una vez cubiertos los niveles de glucógeno
y de ATP, son convertidos en ácidos grasos a partir del acetil CoA o proveniente
de la glucólisis. Para ello la vía de degradación de la glucosa debe ser mantenida,
lo cual es realizado por un metabolito intermedio de esta vía, la fructosa 2-6
difosfato, que actúa estimulando la enzima fosfofructocinasa, independiente del
nivel inhibitorio del ATP. Con ello la vía continúa hasta el acetil CoA que pasa a
formar el ciclo de kreps.

CICLO DE KREPS

Esta ruta metabólica es la tercera etapa de la respiración celular, el proceso de


producción de energía en las células. Forma parte de la respiración aerobia, es
decir, se realiza en presencia de oxígeno y se desarrolla entre los procesos
de glicolisis y cadena respiratoria. Su fin es la obtención de NADH, una molécula
con poder reductor, que se utiliza para la producción de ATP mediante la cadena
respiratoria.
La Transformación del Piruvato en Acetil-CoA mediante Descarboxilación
Oxidativa.

La descarboxilación oxidativa del piruvato es un paso anterior al propio ciclo de


Krebs. Durante la glicolisis en el citoplasma se produce el piruvato, que pasa por
una etapa de transición para convertirse en acetil-CoA para que pueda entrar en el
ciclo de Krebs.
1 La citrato sintetasa facilita la unión del oxalacetato  con el resto acílico que lleva
la coenzima A. Para ello se necesita adicionalmente un H 2O y al final la coenzima
A queda libre.
2 y 3 La aconitasa cataliza la producción de cis-aconitato quitándo un H 2O del
citrato. Después incorpora un H2O al cis-aconitato para formar isocitrato.

4 La isocitrato deshidrogenasa oxida el isocitrato (y reduce al mismo tiempo NAD +,


produciendo NADH/H+). Como producto intermedio de este paso resulta
oxalosuccinato (no aparece en el esquema) que se convierte en alfa-cetoglutarato
mediante la descarboxilación. Resulta que el producto de este paso contiene 5
átomos de carbono en vez de 6. El grupo carboxílico se libera en forma de dióxido
de carbono (CO2).

5 El alfa-cetoglutarato se une con una coenzima A con la ayuda de la alfa-


cetoglutarato-deshidrogenasa para formar succinil-CoA. En este paso se libera
otro CO2, lo que deja el producto con 4 átomos de carbono. Además se genera un
NADH/H+.

6 Durante la reacción 6 que es catalizada por la succinil-CoA-sintetasa, se genera


el succinato y una molécula de GTP (un compuesto rico en energía). La coenzima
A queda libre otra vez para reacciones siguientes.

7 La succinato-deshidrogenasa procede a la oxidación del succinato formando el


fumarato. En la misma reacción se obtiene un FADH 2, que a continuación reduce a
la coenzima Q (ubiquinona), generando QH 2 (ubiquinol).

8 Sigue la hidratación del fumarato por la fumarasa y se obtiene el malato.

9 Finalmente, la malato-deshidrogenasa permite la oxidación del malato,


generando oxalacetato y otro NADH/H+. Regenerado, el oxalacetato puede
aceptar de nuevo un acetil-CoA y recorrer el ciclo, ganando más “energía” en
forma de NADH/H+ y QH2 que puede ser utilizada en la cadena respiratoria.
Esquema general de la degradación de la glucosa

Glicolisis=2ATP
Ciclo de kreps= 2ATP
Cadena transportadora de electrones=34 ATP

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