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Unidad 3
Unidad 3
ATRIBUTOS DE LA PERSONALIDAD
Concepto. Desde su nacimiento, la persona tiene una serie de atributos que son considerados
inherentes a la personalidad, que hacen a la esencia de su personalidad jurídica y lo determinan en
su individualidad. Son: nombre, domicilio, estado civil, capacidad y los derechos personalísimos.
Caracteres:
DERECHOS DE LA PERSONALIDAD
Concepto: son los derechos subjetivos los que han recibido este nombre, por cuanto pertenecen a
la persona por su sola condición de tal. Rivera los define como “prerrogativas de contenido
extrapatrimonial, inalienables, perpetuas y oponibles erga omnes, que corresponden a la persona
por su condición de tal, desde antes de su nacimiento y hasta después de su muerte, y de las que
no puede ser privada y en su propia dignidad.”
Propone la regulación integral y sistémica en el cuerpo del Código de los Derechos y Actos
personalísimos. Por la acción del estado, porque ello implicaría desmedro o menoscabo de la
personalidad. Quedan comprendidos en esta categoría el derecho a la vida, el derecho a la
integridad física y el derecho a la disposición del propio cuerpo y el cadáver, que son los que hacen
a la personalidad física. También se encuentran los derechos al honor, a la identidad personal, a la
intimidad y el derecho de imagen. Así mismo el derecho a la libertad en sus distintas
manifestaciones.
la problemática a este respecto consiste en establecer si los derechos personalísimos deben ser
considerados o no como derechos subjetivos. La respuesta a esto tiene especial importancia
porque la idea de derecho subjetivo marca uno de los caracteres propios de toda sociedad que
pretende reconocer al individuo como sujeto, primero y ultimo, de ella misma y del derecho.
Existen autores que han negado que sean derechos subjetivos, que han opinado que no puede
reconocerse la existencia de verdaderos derechos a la vida, integridad, etc; y que el derecho
subjetivos surge solo después de la lesión inferida por otro sujeto a esos bienes y que se tipifica
como el de obtener la condenación penal o civil del defensor.
Esta argumentación fue refutada por Cifuentes, cuando expresa que si hay lesión, es porque había
algo que era objeto de esa lesión; y ese algo es el derecho subjetivo. Además no es necesario
hallar un contenido económico en una prerrogativa jurídica para que se la pueda calificar como
derecho subjetivo, basta con que exista la posibilidad de hacerla valer de tal modo que sea
reconocida y respetada haciendo cesar o impidiendo su lesión.
Caracteres
Por eso decimos que es una manifestación del proceso de constitucionalizacion del derecho
privado. Se trata de una exigencia del reconocimiento de la dignidad connatural e innata de toda
persona humana.
Rivera señala que tienen su fuente en el texto constitucional y lo que hacen las leyes civiles es
precisar las facultades de que goza la persona titular y se atribuyen las consecuencias inherentes a
la violación de tales derechos, disponiendo que el titular puede requerir el auxilio judicial para
prevenir un atentado o reparar el daño causado (art52).
Por otra parte, el desarrollo de la ciencia y la técnica plante al Derecho nuevos desafíos que, en
parte, encuentran acá su respuesta. Las posibilidades actuales de injerencia en el cuerpo humano
(trasplante de órganos, manipulación genética, etc) o de intromisión en la esfera de la privacidad
(medios de comunicación masiva, informática, internet, etc) son ejemplos de esto.
Es el valor que todos tenemos por el solo hecho de ser personas. La dignidad hace referencia al
valor inherente al ser humano en cuanto ser racional, dotado de libertad y poder creador, pues las
personas pueden moldear y mejorar sus vidas mediante la toma de decisiones y el ejercicio de esa
libertad (autonomía).
a) El adjetivo “intrínseco”, que la Declaración Universal de los Derechos utiliza para calificar a
la dignidad humana, significa como “intimo o esencial”; lo que conlleva a la idea de que la
dignidad es considerada como algo inseparable de la humanidad misma de todo individuo,
no es una cualidad accidental, sino una esencial.
b) El afirmar que “los derechos humanos derivan de la dignidad inherente a la persona
humana” también es muy significativo y tiene dos consecuencias fundamentales. La
primera, es que los derechos humanos puesto que emergen de la dignidad intrínseca de
cada persona, no son una simple concesión de la autoridad política y por lo tanto no
puedo ser caprichosamente retirados por ella. Y la segunda, es que los derechos humanos
son iguales para todos: si ellos derivan de la dignidad humana, todos los seres humanos
poseen los mismos derechos.
En fin, puede afirmarse que, con la expresión “dignidad humana”, el derecho internacional
quiere enfatizar el valor incondicional que posee todo individuo en razón de su mera condición
humana, independientemente de su edad, sexo, aptitudes intelectuales, estado de salud,
condición socio-económica, religión, etc. Y que este valor exige un respeto incondicional.
La dignidad es la fuente de todas las prerrogativas individuales y de ella surge la exigencia de
su protección jurídica. La dignidad es la que justifica la existencia misma de los derechos, que
de otro modo se apoyarían en el vacío, y a la vez fija el marco en que las decisiones autónomas
gozan de legitimidad, es decir, la que señala hasta qué punto el propio titular de un derecho
puede o no decidir sobre su propia integridad moral o corporal.
Por otra parte, si cada ser humano posee un valor intrínseco, es razonable sostener que la
humanidad también posee un valor inherente y merece ser protegida. Esta dignidad colectiva
exige la preservación de un medio ambiente sostenible para quienes nos sucedan y la
protección de la integridad e identidad del género humano, tarea de la biotécnica y del
bioderecho (art.57)
El art.51 dispone: “la persona humana es inviolable y en cualquier circunstancia tiene derecho
al reconocimiento y respeto de su dignidad”.
El precepto legal recoge la idea de que la persona tiene un valor en si misma, por lo que cabe
reconocerle dignidad, de lo que se sigue que todo ser humano tiene frente a cualquier otro el
derecho a ser respetado por el como persona , tutelando los derechos de la personalidad física
y de la personalidad espiritual. La relación de respeto mutuo que cada uno debe a cualquier
otro y puede exigir de este , es la relación jurídica fundamental, la cual es la base de toda
convivencia en una comunidad jurídica y de toda relación jurídica en particular (Rivera). Por
último, debe señalarse que la persona tiene un derecho a la reparación del daño causado por
cualquier conducta que afecte su dignidad, y aun a la amenaza de agresión que puedan
provenir de terceros o del Estado. Es decir que la persona cuya dignidad sea lesionada tiene
derecho a: reclamar la indemnización por daños y perjuicios, pretender las medidas cautelares
que tienden a hacer cesar inmediatamente el atentado que ha comenzado a ser ejecutado, y
a solicitar medidas preventivas para evitar el daño futuro.
Rivera señala, que dentro de las manifestaciones de las personalidad física, quedan
comprendidos la posibilidad de efectuar actos a disposición y protección frente a la agresión
de terceros (derecho a la vida, integridad física, a disponer del cadáver, a la disposición del
cuerpo ). Y por otro lado, dentro de las manifestaciones espirituales se pueden incluir: la
protección al honor, la intimidad, la identidad y la imagen.
Una de las novedades del nuevo Código es la consagración del derecho de autodeterminación,
que tiene como base el art.19 de la Constitución Nacional, con límite en la ley, la moral y las
buenas costumbres y los derechos de terceros.
DISPOSICION DE DERECHOS PERSONALISIMOS:
El art.55 del Código Civil reza “Disposición de derechos personalísimos. El consentimiento para
la disposición de los derechos personalísimos es admitido si no es contrario a la ley, la moral o
las buenas costumbres. Este consentimiento no se presume, es de interpretación restrictiva y
libremente revocable”.
Cifuentes señala que los derechos personalísimos son de disponibilidad relativa, es decir que
el titular no puede desprenderse de manera absoluta de ellos, pero si puede consentir actos
de disposición relativa. El consentimiento constituye una limitación voluntaria al ejercicio de
los derechos de la personalidad, por lo que el Código señala límites para protegerlos:
- Las atribuciones que corresponden a las persona respecto de su vida, su cuerpo y su salud,
y de sus despojos mortales.
- Su protección legal
- La determinación de los límites de aquellas atribuciones
- El reconocimiento de la validez o invalidez de los actos u omisiones que importen una
disposición relativa o absoluta de esas facultades
- Al valor y efectos jurídicos del consentimiento prestado por el sujeto
- La posibilidad o prohibición de su suplencia, es decir, de que el consentimiento pueda ser
otorgado por otras personas distintas del titular, cuando no sea capaz de expresar su
voluntad.
- La validez o invalidez de compromisos asumidos que suponen riesgo para la vida y la salud
de la persona
- La prohibición o permisibilidad de exámenes médicos, experimentaciones científicas,
tratamientos clínicos o quirúrgicos que impliquen riesgo de muerte al paciente o una
disminución orgánica irrecuperable , y las actividades deportivas o realización de
espectáculos que puedan significar grave peligro para la vida o la integridad física de las
personas.
Derecho a la vida
Pertenece a la persona por su sola condición humana, desde su origen , lo cual ocurre desde el
momento de la concepción, por lo que el derecho a la vida es protegido (tutelado) desde antes de
su nacimiento: El Pacto de San José de Costa Rica establece que “persona es todo ser humano”.
Según el Código pueden adquirir derechos desde antes de su nacimiento, y quedan
irrevocablemente adquiridos si el concebido nace con vida.
El art.51 supone que todo ser humano es persona, y por lo tanto merecedor de respeto de su
dignidad intrínseca. En el nuevo Código se les da especial importancia a otros temas, como por
ejemplo el de los embriones no implantados.
La vida humana está protegida por disposiciones de derecho constitucional, penal y civil.
La Constitución Nacional tutela la vida y la integridad física de los argentinos. El art.18 prohíbe la
pena de muerte por razones políticas, tormentos y azotes. Así mismo, las libertades e igualdades
civiles (arts. 14 y 16), las que contienen los derechos de la personalidad.
El Código Civil y Comercial contempla la protección legal del derecho a la vida, sin establecerlo
expresamente (art.54). La indisponibilidad de la vida se encuentra también en el art. 60, que
establece “las directivas que impliquen desarrollar prácticas eutanásicas se tienen por no escritas.”
Algunas leyes vigentes son las referentes al trabajo de las mujeres embarazadas o en periodo de
lactancia (ley de contrato de trabajo), la ley de trasplantes de órganos, ley de dación y utilización
de sangre, etc.
Por su parte, el Código Penal contiene disposiciones diversas, pero es una tutela de carácter
público. El tema del aborto provocado interesa en medida que constituye un atentado contra el
derecho a la vida, ya que se sostiene que el embrión tiene vida desde el momento de su
concepción.
En nuestra legislación penal, existen disposiciones que sancionan el aborto, sin hacer distinción en
cuanto al momento que el delito se cometa (arts. 85 a 88). Sin embargo considera que el aborto
no es punible en el caso de que fuese practicado por un médico diplomado, con el consentimiento
de la mujer embarazada, si se ha hecho con el fin de evitar un peligro para la vida o la salud de la
madre y si este peligro no puede ser evitado por otros medios (aborto terapéutico). Tampoco es
punible el aborto si el embarazo proviene de una violación o de un atentado al pudor de una
mujer ”idiota o demente”, en este caso el consentimiento de su representante legar deberá ser
requerido para el aborto (art.86).
La tutela de la persona contiene también un aspecto positivo, que es el disponer del propio
cuerpo, como por ejemplo donar un órgano, sangre, prestarse para investigación científica, etc.;
puede también disponer de su cadáver. Estos actos de disposición del propio cuerpo deben ser
otorgados dentro de las pautas legales que tienden a evitar actos que produzcan la muerte o una
grave disminución permanente de la integridad física del sujeto, o bien prohibir actos que tengan
una finalidad contraria a la ley, la moral y las buenas costumbres.
Se entiende que, aunque fueran partes renovables del cuerpo (sangre, pelo, leche), no tienen un
valor económico, de modo que presenta una primera limitación: respetar los valores enunciados
en el artículo.
La autonomía de la persona para disponer del propio cuerpo presenta limitaciones a finde
preservar su integridad (art. 54 y 56).
Actos peligrosos:
Art.54: “actos peligrosos. No es exigible el cumplimiento del contrato que tiene por objeto la
realización de actos peligrosos para la vida o la integridad de una persona, excepto que
correspondan a su actividad habitual y que adopten las medidas de prevención y seguridad
adecuadas a las circunstancias”.
Art.56 dispone: la prohibición de actos de disposición del propio cuerpo que ocasionen una
disminución permanente de su integridad o resulten contrarios a la ley, la moral y las buenas
costumbres.
Las excepciones de esta regla son: a) se habilitan aquellos actos de disposición que tengan por fin
el mejoramiento o preservación de la salud (ej: intervención quirúrgica)
b)disponibilidad del propio cuerpo en beneficio del mejoramiento de la salud de otra persona
distinta al titular (ej: cirugía para trasplante de órgano).
El fundamento de las cirugías para cambio de sexo radica en el derecho a la identidad sexual, que
es el derecho del sujeto a definir esa identidad y que no sea desconocida, desvirtuada o
contestada por terceros.
La ley 26.743 (identidad de género) establece que toda persona tiene derecho a que se reconozca
su identidad de género y al libre desarrollo de su persona conforme a su identidad, y que todas las
personas mayores de 18 años, podrán acceder a intervenciones quirúrgicas totales y parciales, o
tratamientos integrales hormonales para adecuar su cuerpo, incluida su genitalidad, a du
identidad de género auto percibida, sin necesidad de autorización judicial o administrativa. En el
caso de menores de edad, la ley de identidad de género en su art.5 prevé el pedido por medio de
representantes y con expresa conformidad del menor, si se trata de una intervención quirúrgica, la
ley establece que se deberá contar además con la conformidad de la autoridad judicial
competente.
PRACTICAS PROHIBIDAS:
Art.57: Prácticas prohibidas. Está prohibida toda práctica destinada a producir una alteración
genética del embrión que se transmita a su descendencia.
La noción de dignidad humana es vista como una suerte de última barrera frente a la amenaza de
alteración de características básicas del genero humanos que podrían resultar de ciertos
desarrollos biotecnológicos, tales como la clonación reproductiva o las intervenciones en la línea
germinal . En el primer caso se refiere a la biparentalidad , que es el hecho de provenir de una
madre y un padre y en poseer una identidad genética que no sea una copia deliberada de la de
otro individuo; y en el segundo caso, se afectaría la no-predeterminación de las características de
las personas por parte de terceros.
Art.59: define el consentimiento informado para actos médicos como “la declaración de voluntad
expresada por el paciente emitida luego de recibir información clara, precisa y adecuada”. En el
mismo artículo se establece una regla general: “nadie puede ser sometido a exámenes o
tratamientos clínicos o quirúrgicos sin su consentimiento libre e informado, excepto disposición
legal en contrario..”
El nuevo Código entonces consagra el respeto en las decisiones personales sobre el propio
cuerpo, que hace a la esencia de la dignidad, es un derecho esencial de los pacientes y ha sido
reconocido en la ley 26.569, así mismo el paciente puede negarse a un tratamiento médico,
aunque se esto resulte la muerte, teniendo en cuenta el respeto de las decisiones atinentes a la
propia salud, donde entra en juego el principio de autonomía de la persona. Para que los
tratamientos médicos sean lícitos, debe ser libre e informado, es decir que los médicos deben
haber brindado al paciente la información clara, precisa y adecuada y las consecuencias de recibir
o no el tratamiento.
El articulo recoge de la Ley de Derechos del paciente, el principio básico de autonomía del
paciente (ley 26.529) que lo habilita a aceptar o rechazar procedimientos médicos o biológicos. El
consentimiento del paciente no es exigible en dos excepciones:
Art.59: “ninguna persona con discapacidad puede ser sometida a investigaciones en salud sin su
consentimiento libre e informado, para lo cual se le debe garantizar el acceso a los apoyos que
necesite”.
Respecto a los actos no experimentales con personas de capacidad restringida o declaradas
incapaces, habrá que tener en cuenta el alcance de la restricción de su capacidad dispuesta por el
juez. La sentencia debe determinar el alcance de la restricción y funciones y actos que se limitan,
procurando que la afectación de la autonomía personal sea la menor posible. Asimismo debe
designar una o más personas de apoyo y señalar las condiciones de validez de los actos
específicos.
Para menores de edad, se debe tener en cuenta lo establecido en el art.26, que establece la regla
general de que los menores de edad ejercen sus derechos a través de sus representantes legales, y
tienen derecho a participar sobre su persona y a ser oídos. Sin embargo, el nuevo Código
incorpora una nueva categoría: los adolescentes (personas entre 13 y 18 años), dando soluciones
distintas, según tengan estos entre 16 y 18 años y 13 y 16 años, ya que recepta la noción de
autonomía progresiva de los menores, dependiendo de su edad y grado de madurez.
Para la toma de decisiones con respecto a su salud, a partir de los 16 años, el adolescente está
habilitado para prestar su consentimiento para actos médicos, ya que es plenamente capaz para
tomar decisiones sobre su cuerpo. En cambio, para el adolescente que no ha cumplido aún los 16
años hay que distinguir:
a) Si se trata de tratamientos no invasivos y que no comprometen la salud ni la integridad
física, en cuyo caso se presume la competencia del menor para que decidir.
b) Para el caso de tratamientos invasivos o que si comprometen la salud y coloquen en riesgo
la integridad física, el art. 26 exige que el consentimiento del adolescente se complemente
con la asistencia de sus progenitores.
El Código no prevé la forma expresa, pero en el art.59 se ha previsto que será verbal, salvo los
casos de internación, intervención jurídica, procedimientos diagnósticos invasivos y aquellos que
pongan en riesgo la vida e integridad física de la persona (en cuyo caso debe ser expreso).
En el inciso g) del art.59 contempla el derecho del paciente que se encuentre en situación grave y
extrema (estado terminal, enfermedad irreversible, etc.) a rechazar procedimientos quirúrgicos,
cuando sean extraordinarios o desproporcionados en relación a las perspectivas de mejoría, o
produzcan sufrimiento desmesurado, o tengan por único efecto la prolongación del estado
terminal irreversible o incurable. Los médicos deben respetar la voluntad del paciente.
El inciso h) del mismo artículo, establece el derecho a recibir cuidados paliativos integrales en el
proceso de atención de la enfermedad.
El derecho a morir con dignidad se vincula también con la eutanasia (prohibida en el art.60), es la
muerte que se provoca para extinguir la vida de quien padece una enfermedad incurable y
dolorosa, a fin de evitarle sufrimientos. En un sentido riguroso hay que entender por eutanasia
pasiva la producción de la muerte de una persona a través de la omisión de medios necesarios
(hidratación, alimentación, etc). Pero cuando lo que se omite son procedimientos o medios
desproporcionados para mantener una vida artificialmente, es decir cuando no hay una relación
de proporcionalidad con la finalidad perseguida, la omisión del tratamiento es considerada
legítima y éticamente debida.